El Ataque Al Cuartel ¿Resultado? [Kogáto Uchiha - Date Musashi] [Privado]

La noche era oscura, apenas había estrellas en el cielo y la luna estaba escondida entre nubes. El cuartel del Sur era la máxima luz del lugar, al parecer había una especie de desfile militar donde habría varios cargos importantes. Era la oportunidad perfecta para que aquel tipo sembrara el terror. Un barco se acercaba despacio, era enorme, aquel barco no tenía órdenes de estar allí. Parecía incluso un buque de la marina y eso era. La cubierta estaba llena de cadáveres, todos reclutas, no parecía haber cargos altos, algo extraño para un barco tan grande. Sobre el mástil se podía ver una figura que iba encapuchada totalmente, en su rostro se podía ver una máscara de color grisácea, tenía algunas marcas negras extrañas por la zona izquierda. Tenía un solo agujero por donde se podía ver su ojo rojizo, el cual era el derecho. Su pelo era moreno y corto, lo dem.as era ripa oscura como un pantalón negro y unas sandalias negras. Se quitó la capucha unos momentos mientras observaba que no había muchos guardias en el puerto vigilando, seguramente la mayor vigilancia estaría en la parte central. La figura se quedó mirando mientras permanecía estática.


Esta persona se trataba de Jin Surfer, el criminal del fuego. Sin embargo su verdadera identidad era Kogáto, un agente del CP4 que planeaba ascender a Gorosei lo antes posible y quitarse de en medio a la marine y después al gobierno abusando de su puesto. Su identidad permanecía totalmente oculta y nadie le había pillado aún, se trataba de un espía bastante hábil. ¿Qué hacía este tipo en el cuartel del Sur esta noche? Iba a eliminarlo del mapa y no pretendía dejar supervivientes. Se había asegurado de ir bien protegido, dentro de su máscara grisácea, llevaba la naranja, doble máscara, de esa forma si le rompían un tendría otra. Además en otro de sus bolsillos llevaba la tercera. En su espalda se podían ver una guadaña roja y otra blanca, de cada una de ellas surgía una pequeña cadena de acero que iba desde los mangos hasta cada una de las muñecas del encapuchado. La guadaña roja estaba amarrada a su muñeca izquierda y blanca a su derecha. Había mucha gente que usaba guadañas, y usaba un estilo distinto con cada identidad. Con esa forma usaba el estilo Diablo alzado, mientras que con la otra usaba el estilo Ángel caído.

No tardó mucho en llegar al puerto, el barco siguió moviéndose hasta estrellarse con el muelle y derribarlo. A continuación el chico pudo divisar varios botes a los lejos, una buena forma de escape si todo se ponía feo. Dos cabos se quedaron mirándole y sacaron sus rifles mientras le gritaban, el moreno saltó ágilmente a cubierta y después al suelo para acto seguido lanzar un tajo con su guadaña blanca y decapitar a uno. El otro intentó disparar, pero Jin con su mano libre, empuñó la roja y cortó su yugular de un perfecto corte. Los cuerpos sin vida de los dos cabos se quedaron allí tirados, se escuchaba un poco de jaleo en el interior del cuartel, pero lo mejor estaba por llegar. El enmascarado pudo ver como más marines acudían hacia su persona, no dudó un segundo en mirarle con su ojo rojizo mientras sonreía de lado para después guardar ambas guadañas en su espalda y mirar al barco donde había venido. Lo siguiente que iba a pasar, sin duda alguna iba a sembrar el terror en el cuartel del Sur, el cual podría ser exterminado. Las palabras salieron solas de la boca de Jin Surfer sin piedad alguna y con un tono sádico.

- ¡Syubi extermínalos a todos!

De repente, tras aquel grito del enmascarado, la cubierta del barco reventó totalmente haciendo que escombros de madera se estrellaran con varios edificios. Un enorme gigante de unos diecisiete metros surgió del barco. Su pelo era castaño claro y largo, sus ojos rojizos y su barba aterradora. Sus brazos eran enormes y vestía una armadura de acero y un taparrabos de su tamaño. En cada mano llevaba espadas enormes y no parecía de muy buen humor. El agente le había llevado consigo, le mintió diciendo que la marina pretendía exterminar a los gigantes que no obedecieran al gobierno y al ser un agente, le mostró pruebas falsas. No le dijo su nombre ni se dejó ver, pero aquella cosa confiaba ciegamente en el moreno y comenzó a arrasar edificios con sus espadas mientras gritaba con furia. Kogáto sonrió de lado y se subió a un edificio algo grande, era una azotea de unos siete metros de altura usando el geppou. Había bastante terreno en ella, desde allí pudo ver como los edificios se tornaban en llamas mientras la bestia continuaba arrasando. Su mantra estaba activado y su mirada era de total maldad.

El panorama era precioso para el enmascarado, veía como aquella mala bestia comenzaba a destruir edificios y demás. Los gritos de terror y agonía junto con los tristes intentos de los reclutas por detener a aquel enorme ser, eran cómicos para la figura de la máscara. El escenario perfecto para sus planes, el cuartel iba a ser eliminado, el responsable iba a conocerse pues pensaba dejar a un superviviente al menos. Fuego y terror, las flamas salían de los edificios debido al destrozo de los barriles de pólvora, no había que olvidar que era un cuartel. El esplendor del fuego iluminaba la figura del enmascarado con más esplendor, como si este fuese el mismísimo diablo. Todo marchaba bien, nadie podía impedir aquello, era el fin, Jin había triunfado aquella noche, o eso al menos pensaba. Estaba a punto de saltar al suelo cuando de repente notó mediante su haki de observación, como una presencia se acercaba hacia él a mucha velocidad. No distinguía muy bien, tal vez era un pájaro, aunque a aquellas horas de la noche no creía, un marine tratando de atacarle quizás o algún murciélago. Fuese lo que fuese, no le dio importancia.


Fue girando la cabeza muy despacio, con una tranquilidad increíble, en ese momento una teja la pasó rozando la cabeza. Su ojo rojizo se entrecerró y pudo observar aquella escena tan increíble, un hombre de al menos dos metros y medio, su imponente figura era tenebrosa, no solo por su musculatura, además aquel parche le hacía más tétrico. No entendía de quién se trataba, parecía ser un humano, no tenía la altura de los semi gigantes, pero poco le faltaba. El viento empezó a soplar con fuerza, haciendo que el enmascarado dirigiera una tranquila mirada al cielo. Después devolvió la vista a su invitado. Este le dijo que se entregase y por si fuera poco sacó una enorme maza que llevaba en la espalda, sin duda alguna se trataba de un marine, aunque al no llevar el uniforme típico, le hizo sospechar. Conocía a varios miembros del CP, no a todos, tan solo a la inútil de Kaori, a Shiroi y al enorme gigante que llamaban “El Cid”. De todas formas, parecía que iba a tener algo de diversión, estiró sus manos hacia delante y sacó sus guadañas, las cuales arrastradas por las pequeñas cadenas, llegaron a sus pies. Levantó las manos para alzarlas y las tomó, en su mano derecha la blanca y en la izquierda la roja.


- No puedo hacer caso a tu petición. Si quieres detenerme vas a tener que hacerlo a la fuerza. Eso si, más vale que te des prisa o mi pequeño amigo destruirá todo el cuartel.  


Una vez hubo dicho aquello, ladeó la cabeza a un lado mientras empezaba a hacer movimientos simples con sus dos armas. El ambiente era interesante, se respiraba la tensión, dos figuras en mitad de la noche, armadas y mirándose, algo no visto todos los días. De repente, sin pleno aviso, unas terribles llamas surgieron del cuerpo del criminal, estas estaban por todo su cuerpo. Desde los pies a la cabeza, los brazos, el torso, el pelo y demás. Sin embargo pasaba algo curioso, no parecía estar quemándose, simplemente estaba ardiendo, vamos lo típico. Era una situación extraña ¿Acaso era un usuario? ¿Poseería una logia o paramecia de fuego? Las cartas no estaban sobre la mesa, podía ser cualquier cosa. De repente dio un pasó hacia delante, activó su haki armadura, listo para todo lo que pudiera pasar y volvió a mirar hacia el enorme tipo de la maza. Las palabras que salieron ahora del moreno eran increíblemente frías y serias, como si no le importara lo que estuviese diciendo, su nivel de crueldad realmente era algo impresionante y fuera de lo común.


- Me pregunto que reacción tendrán las mujeres e hijos de los marines cuando sepan que su padre o marido ha fallecido. ¿Qué piensas tú?


Una sonrisa llena de maldad se formó en su rostro, cosa que no se pudo ver debido a la máscara. Lo qué si se pudo ver fue el movimiento de su ojo abrirse bastante, rápidamente pegó un tajo en el suelo, haciendo que la hoja de su guadaña roja hiciese un sonido metálico y molesto. Aquello tan solo había sido para distraer, no tardó mucho en deslizarse a una velocidad impresionante hacia su oponente. “Soru” Pensó al mismo tiempo que intentaba pasar a esa velocidad por su lado derecho, una vez lo hiciera, lanzaría un tajo con ambas guadañas. Sería en forma de equis y trataría de realizarlo en el pecho de aquel tipo y tratando de profundizar sus armas lo máximo posible, lo consiguiera o no, trataría de echarse hacia atrás mientras soltaba una pequeña carcajada. ¿Habría dañado a su oponente? ¿Este le habría esquivado con facilidad? Todo estaba por verse y ahora el enmascarado abrió su ojo esperando resultados y preparado para un posible ataque de aquel tipo.


Kotei Akuma: Wyver Nigthmare [Haki armadura Nvl1] [AIF]

El tajo del enmascarado, golpeó los brazos de aquel semigigante de forma violenta y poderosa, sin embargo este había conseguido bloquear la mayor parte del daño. El atacante no podía evitar sonreír observando al enorme luchador que tenía frente a su ojo. Sabía que no iba a vencer fácilmente, pero su objetivo tan solo era ganar tiempo, por lo que estaría preparado. La situación era difícil y parecía de película, ambos oponentes tratarían de llevarse la victoria a como diese lugar. De repente el enorme tipo se abalanzó como si fuera un maldito titán sobre el moreno. Este abrió su ojo derecho con fuerza mientras observaba como la enorme maza bajaba tratando de reventarlo. Frunció el ceño mientras interponía en la bajada del arma, sus dos guadañas, una debajo de la otra. Ambas estaban ardiendo y recubiertas en su haki. “Tekkai” Pensó el chico ahora usando aquella defensa, cuando el golpe impactó en las guadañas, la fuerza descomunal de aquel tipo, hizo que el enmascarado cayera al suelo de espaldas. La fuerza fue increíble y varias tejas quedaron agrietadas, la espalda del asesino sufrió el daño del golpe pues este quedó con los ojos en blanco por unos segundos debido al enorme golpe.

Las guadañas habían evitado que el arma del enorme rival reventara la cabeza del corrupto. El borde de aquella cosa estaba a menos de veinte centímetros de la cabeza del enmascarado, el cual trataba de recuperar el aliento por el fuerte golpe. Después de unos segundos giró a un lado con toda su velocidad, notando como la maza partía parte de las tejas tras liberarse de las guadañas. Había sido un ataque violento y peligroso, la respiración de Jin ahora era agitada, escuchó las palabras del enorme tipo y arrugó la nariz mientras las llamas volvían a rodearle, incluso crecieron unos centímetros más de forma amenazante. A aquel luchador solo le importaba una persona según sus palabras, eso hizo que la mente macabra del enmascarado se pusiera en marcha, pretendía sacar de sus casillas al enorme devastador que tenía frente a sus ojos, no tardó en empezar a reír. Sus carcajadas eran exageradas, sin embargo no alzaba demasiado la voz, la espalda le dolía, aquel golpe había sido fuerte y se había tragado las tejas. Después dio un paso hacia delante observando al hombre del parche con una mirada sádica y temible.

- En ese caso me gustaría tener el honor de eliminar a esa persona que te importa de la faz de la tierra. Disfrutaría atravesando mis guadañas en su corazón y mira si es chica y está bien, seguro que podría usarla para algo más.

Su tono era arrogante y lleno de maldad, esperaba hacer enfadar al tipo del parche con esas palabras. De repente soltó una nueva carcajada y comenzó a arder con más fuerza, sus brazos empezaron a tener algo más de fuego que el resto del cuerpo. De repente sin pleno aviso, de los puños del enmascarado surgió una enorme llamarada que salió disparada rumbo al pecho de aquel oponente tan fuerte que tenía frente a sus ojos. Una vez lanzada, le diera o no, comenzaría a volar usando su Geppou para alejarse unos cinco metros de altura y observar desde arriba para tener una mejor visión, seguía riendo observando a su oponente y deseando ver el efecto de su cañonazo de llamas en el semigigante. ¿Conseguiría darle?

Kotei Akuma: Katon Stronger [AF]