Jugándonos la vida por el bien común (pasado/ grupal kasan, iku, orion, asderdeker y Sinclair Moon)

Se me había aparecido una misión suicida de la nada, es más estaba ocurriendo delante de mis ojos. Estaba en una taberna y llegó a mis oídos que alguien pretendía atacar Amazon Lily, con oscuras intenciones. Podía ser un rumor falso, o podía ser de verdad, pero hacía tanto tiempo que no tenía un trabajo que no me importaba arriesgarme, pues era una misión arriesgada porque en la isla de las amazonas, los hombres no eran bien recibidos, pero aun así al menos debía alertarles del ataque. No contaba con más refuerzos en caso de que el ataque fuera cierto, solo con aquellas amazonas y eso si no acababa en un calabozo cuando pusiera un pie en aquella isla. Pagué la copa que me estaba tomando y dejé la taberna. Mi vestimenta era la habitual, mi chaqueta y mis pantalones de cuero y mis armas mis pistolas y mi arrow of destruction.

Por suerte, estaba en una isla cercana a amazon lily, asique podría ir sin problemas volando de la isla en la que estaba hasta la isla de las amazonas, mientras volaba hacia amazon iba pensando una estrategia con la que no me encerrasen, hasta que se me vino una idea a la cabeza.

Cuando ya empezaba a sobrevolar la isla, empecé a buscar el poblado de la amazonas que, a vista de pájaro no me costó demasiado, conforme me iba acercando, me iba transformando en mi forma completa, la cual hacia que mi cuerpo emitiese luz, pero que al tener mi chaqueta puesta no iluminaba mucho, asique me la quité dejando mi torso desnudo. Cuando llegué al poblado y vi a un grupo de amazonas, me paré mientras estaba en el aire y dije:

- Soy un ángel enviado por el destino y os traigo malas noticias. Pronto un hombre malvado vendrá a esta isla y la atacara con oscuras intenciones, yo os puedo prestar mi ayuda, pero debeis prometer que aunque sea un hombre no me atacareis.

A mis oídos llegaron, murmullos de sorpresa y otros de incredulidad y seguí en el aire esperando una respuesta.

En un mar, una dulce niña se encontraba sola, en un pequeño bote. Era una niña de pelo rosa y con un disfraz de oso, tenía por lo menos 6 años, o es lo que aparentaba. La dulce niña estaba llorando, mientras hablaba con 3 peluches que tenía. Un gran barco apareció, no era un barco tripulado por hombres, si no un gran barco tripulado por mujeres con unas vestimentas un poco.. Frescas. Avistaron el bote y se prepararon para asaltarlo, muchas de las mujeres cogieron sus armas; espadas, pistolas, rifles, katanas, cuchillos, etc. En cuando se acercaron al bote, se creían que quien lo conducía, era un oso.

- Mirar chicas, un oso está en el bote. Que cosa mas rara.

Contra mas se acercaban, mejor veían aquel bote, hasta percatarse de que no era un oso, si no una dulce niña que estaba sola en aquel bote.

- Idiota, no es un oso, es una niña con disfraz de oso.

Se acercaron al bote del todo y le lanzaron una cuerda con un flotador para rescatar a aquella niña indefensa.

- Sube niña, nosotras te rescataremos, no te haremos nada.- Dijo con voz dulce una de las tripulantes de aquel barco de mujeres.

La niña subió al barco con dificultad, pendiente de no caerse al agua. Una vez en el barco, todas las mujeres rodearon a la niña y empezaron a acariciarla y a achucharla. Se escuchaban frases como "mira que niñita mas mona", "que disfraz mas cuqui", "dejen me achucharla a mi ahora". La pobre niña empezaba a estresarse y a enfurecerse.

- Dejenme tranquila, no soy una niña, tengo 16 años. ¡¡Es solo que tengo una enfermedad de crecimiento!!

Todas las mujeres empezaron a extrañarse, pero bueno, si decía eso era por algo, aunque pocas la creían. Así que seguían escuchándose frases como "que tierna, se cree que es mayor", "¿16? jajja, querrás decir 6". Entre charlas y charlas, llegaron a una isla habitada por solo mujeres y llevaron a la niña/jovencita al palacio a darle de comer.

Era nueva en la sede de la Cipher Pol y me encontraba como siempre que había acabado un duro entrenamiento, tomando una copa, cuando uno de los de mas alto rango puso una nota sobre la mesa que se encontraba delante mía, lo que me hizo mirarle a los ojos.

Novata nos ha llegado este rumor por el den den mushi, ya que no es muy probable que sea cierto te encargaras tu.

Tome la nota leyendo de lo que se trataba.Vaya un posible ataque a amazon lily una buena oportunidad para ganar algo de experiencia en esto si es verdad el rumor.Pense para mi mientras soltaba la hoja, me tomaba el resto de la copa y me encaminaba a las duchas.

Al rato estaba ya preparada con mis cosas, así que camine hacia uno de los barcos enseñe la orden de la misión y me subí a bordo quedándome apoyada en uno de los laterales del barco mientras la tripulación preparaba las cosas para zarpar mientras alguno que otro me miraba al pasar.

La travesía había pasado como de costumbre en mi casa, pasando de todos los tíos que intentaban ligar conmigo, hasta que al fin se empezaba a divisar la isla cual era mi objetivo llegar.Me levante de suelo del barco y me dirigí hacia el capitán.- Detener el barco y prepararme un bote, que nadie se acerque a la isla sin que lo diga.-

Agarre mi equipo salte al bote que ya estaba en el agua y remando me acerque a la isla. Una vez allí me tope con un grupo de guerreras y a la que parecía la jefa le enseñe el papel de las ordenes.
-A llegado al gobierno esta información de una posible agresión hacía vuestra isla, así que me han mandado para que os ayude en todo y acabe con la posible amenaza.-

Con el grupo de guerreras me encamine hacia su aldea donde prepararíamos las defensas para ese posible ataque que se acontecía.

A los oídos del Gobierno había llegado cierta información sobre la isla Amazon Lily, por lo visto una banda pirata venía dispuesta a acabar con las amazonas y quedarse con la isla para su propio beneficio, al Gobierno realmente esto le importaba bien poco pues la isla no nos pertenecía y que cambiase de dueño no nos molestaba, a decir verdad el único motivo por el que accedí a ir a Amazon Lily fue por que una compañera del CP se había criado allí y después de lo ocurrido con LogueTown no quería que se repitiesen los hechos de allí.

Ella se había adelantado un par de horas pero llegaríamos casi a la vez por circunstancias climáticas, esta bien, yo hice que mi pequeño velero llegase a toda leche dando saltos a ras del agua del mar, gracias al poder de mi Akuma el clima se puso completamente a mi favor y llegué en cuestión de minutos, ya en la isla lo primero que hice fue dejar mi pequeño velero a buen recaudo atándolo a una enorme roca que sobresalía de la playa, cogí mis armas y me cubrí el rostro con mi capa.

Ya sabía las leyendas que contaban sobre esta isla y si descubrían que era un hombre, las mujeres de aquí se pasarían el día intentando arrancarme el miembro colgandero, cosa que no hacía ninguna gracia, comencé a caminar por la isla hasta adentrarme en la selva, no paso mucho rato hasta que un grupo de 4 amazonas me asaltasen y comenzasen a dispararme flechas con sus serpientes, por si eso fuese poco, encima estaban bien cargaditas de Haki con lo que de un tiro me reventarían la cabeza.

Eché a correr como alma que lleva al diablo pero eran muy persistentes, quizás demasiado, no conseguía deshacerme de ellas ni haciendo cambios bruscos de trayectoria ni utilizando el Soru, me estaba quedando sin ideas para evitarlas hasta que en una de las ocasiones en las que me giré para comprobar si seguían persiguiéndome no solo seguían pegadas a mi si no que encima cuando volví la vista al frente me comí una rama de un árbol cayendo en seco contra el suelo, en el suelo veía borroso por la tremenda leche que me había dado, aparte de no ver gran cosa, si recuerdo que me cargaron entre ellas mientras decían algo de darme una lección o algo por el estilo, luego perdí el conocimiento.

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La consejera de la princesa se alarmó de sobremanera y se apresuró a ir a hablar con la amazona a cargo de la defensa de la isla

Saya:

Annie:

Sinclair:

Aclaraciones para todos:

Sabía perfectamente al embarcarme en esta misión, que muy probablemente saldría mal parado, pues aunque mi plan era, casi en su totalidad perfecto y lo que le había dicho a aquellas amazonas era prácticamente cierto, lo que era evidente, es que por muy ángel que fuera, seguía siendo un hombre, un hombre en una isla de mujeres donde los varones no tenían acceso. Se podría decir que me estaba jugando la vida por el bien de las habitantes de aquella isla, aunque quizás solo era algo que me decía a mi mismo, para no reconocer que me estaba jugando la vida por aburrimiento. La razón principal de este pensamiento, es que las habitantes de esta isla no eran unas ciudadanas indefensas, sino que toda la isla estaba llena de guerreras con excelente puntería y si fuera verdad que iban a atacar la isla y ellas no fueran capaces de acabar con los invasores, dudo que yo pudiese hacer algo.

Entre tanto, la noche iba anticipando su llegada, algunas estrellas comenzaban a aparecer tímidamente sobre amazon lily, pero todavía no había aparecido la luna, aunque el sol ya había desaparecido casi por completo, aun así, el cielo todavía tenía un tono anaranjado que le daba la poca luz del día que le daba el sol.

Por muy ángel que fuera, una decena de flechas se acercaban a mi , provenientes de los arcos de las amazonas, aunque para mi fortuna, mi brillo cegador no les permitía apuntar directamente hacía a mi, pero debía tener en cuenta, de que me encontraba ante las mejores arqueras del mundo, asique tuve que hacer maniobras defensivas para esquivar y bloquear sus flechas. Así estuve varios minutos, hasta que a mis oídos llegó una dulce voz que conocía muy bien, era iku hanna, una chica que, sorprendentemente, aparecía en el momento justo para salvarme el pellejo. Cuando dejaron de lloverme flechas, aterricé cerca de donde estaba Iku:

- Vaya, vaya querida Iku, se podría decir que eres mi ángel de la guarda.

No le dije nada más porque estaba en el suelo de una isla, en la que era una persona no grata, asique posé mis ojos sobre el grupo de amazonas que me estaban apuntando con sus arcos. Cuando una de ellas me habló:

- Ser masculino, dame una buena razón para no meterte una flecha en el pecho ahora mismo.

- No te la puedo dar, se que la entrada para los hombres a esta isla está prohibida, pero creeme que no la hubiera pisado si no hubiera estado en peligro.

Mientras caminaba hacía el grupo de amazonas seguía con mi discurso:

- Se que me encuentro ante las mejores guerreras del mundo y, que seguramente podríais contra cualquier enemigo que osara atacaros, pero para ser sinceros, uno de mis mayores defectos es que me preocupo por la gente. Y para ser totalmente sinceros, reconozco que he venido también a esta isla en busca de acción, porque hace mucho que no la tengo y, porque no decirlo, por si esos atacantes son piratas llevarme sus recompensas.

- Está bien, hombre, a mi me has convencido y a mis compañeras también, pero te advierto que como intentes algo contra nosotras, te quedaras sin aquello que te hace hombre ¿esta claro?


Había quedado clarisimo, ahora solo quedaba que la emperatriz de aquella isla estuviera de acuerdo con aquellas mujeres y que aquellos que pensaban atacar la isla hicieran su aparición.

Las mujeres me llevaron al poblado. Allí todas empezaron a pellizcarme los mofletes y a tratarme como una niña pequeña, por lo que yo me cabreé y aparté a todas de golpe. Me puse mis garras de oso y les grité.

- Dejen de tratarme como una niña. ¡¡O paran ya o me veré obligada a quemaros a todas vivas!!

Las amazonas me miraron seriamente y empezaron a soltar carcajadas. Entre carcajadas y risas se podían escuchar comentarios como: "Esta niña encaja bien en las amazonas" "Que mal humor jajaja" "Cuando se enfada está aún mas linda".
De cada vez empezaba a cabrearme mas y mas, hinché mis mofletes y me puse a comer indignada, mientras miraba a todas con odio.

Aun escoltada por unas cinco amazonas ya que no se fiaban mucho de mi fui recorriendo el camino de hacia la zona norte del fuerte de las amazonas donde estaba la vieja que parecia estar al mando. Mientras iba por la ciudad vi como un gran grupo de ellas formaban jaleo alrededor de una cria de oso.... no una niña disfrazada de oso mejor dicho. Yo pase de eso y segui a la que era la capitana hasta una gran choza antes de un lujoso castillo.

-Gracias por acompañarme y con permiso- Llame a la puerta esperando a que me dieran permiso o abrieran la puerta, me gire y mire al grupo que aun esperaba en la abajo de las escaleras.-No es por meterme donde no me llamaban pero no deberian estar vuestras compañeras algo mas cautelosas y no todas alrededor de una niña??-

Saque una pequeña lata de cerveza ya que parecia que no me abririan muy pronto y le di un largo trago, para agacharme y quedarme en cuchlillas mirandolas mientras movia un poco la lata en circulos sujetandola con dos dedos sobre la parte de arriba.-Examinando bien el lugar por lo que he visto seguro que cuesta mucho entrar si defendeis bien la entrada...-