Un despertar ajetreado (Rol moderado C - Vince Lauret)

Escuchaba los gritos de dolor y desesperación de los tripulantes, lloraba, aunque no sabía porque. El olor de la sangre y pólvora llenaban el ambiente ajetreado del barco, las olas chocaban fuertemente con la base, haciendo que se meciera peligrosamente, por un momento sentía que el barco se volcaría.

-¡Hijo huye!- me grito una mujer, un aura de preocupación la rodeaba, era ¿mama?, no puede ser, tengo que salvarla. Un hombre apareció atrás de ella, portando un aura fría como el viento de invierno y, a la vez, deseosa de sangre como un animal hambriento. Corrí hacia ella, parecía que el tiempo se detuviera mientras que la distancia se expandía con cada paso que daba en la cubierta, era algo surrealista.

Solamente sonó un disparo de una pistola, y el aura de mi madre se apagaba lentamente, no pude salvarla, entre a un estado de desesperación, lo quería matar, lo iba a matar. Llegue hasta donde está el, pero en el momento en que balanceaba mi guadaña una ola gigante arraso con el barco… y desperté.

Me dolía la cabeza, y la brisa que hacia no ayudaba mucho. El suelo se estaba ¿meciendo?, olía el mar alrededor, salado como siempre. Me sentía un poco desorientado, apenas podía acordarme de las cosas que hice el día anterior. Me levante un poco mareado, balanceándome en lo que parecía una barca que no recuerdo como mierdas llegue aquí. Varias botellas chocaban por el movimiento del bote, girando y chocando de un lado a otro. Intente recordar lo que paso ayer.

“Estaba en… una taberna… y luego… unos tipos se acercaron agresivos y les di una paliza… y después…” no podía recordar lo demás, había lagunas en mi memoria, y la maldita resaca no ayudaba en lo absoluto con la situación que me encontraba.

-¡No recuerdo nada!- grite a los cuatro vientos, suspire y caí sentado, provocando que el bote se meciera. Para que cayera en resaca debió de haber por lo menos dos barriles de vino, y a juzgar de la cantidad de botellas que se encontraban en la barca, creo que eran suficientes para terminar desnudo en medio de la calle, acostado en el suelo… y por fortuna no acabe así.

Después de unos minutos note que el ruido de las olas no era normal, algo se acercaba. Detecte varias auras en lo que parecía un barco grande, acercándose rápidamente, por fin algo de ayuda. Podía percibir que varias personas gritaban que me aplastara, y ahí se activaron un poco las neuronas, acordándome de que eran los mismos tipos que estaban en la taberna, tal vez querían la revancha. Agarre una botella que estaba media llena y me la tome, “maldito vino” pensé, era de garrafón, pero no se podía desaprovechar una bebida así, además de que el sabor era decente… para ser de garrafon.

Entre los hombres se notó una presencia peligrosa que sobrepasaba a los demás. Estaba preparado para luchar… creo, de todas maneras acabe muerto tarde o temprano, por lo que me decidí a enfrentarlos.

-¡Oigan, si son tan valientes tengamos un duelo, bola de pendejos!- les grite, esperando que funcionara y pudiera entrar a su barco. Desenfunde mi guadaña y del pantalón saque un cuchillo de cocina, un chef siempre tiene que estar preparado. Esperaba pacientemente a su decisión, de una u otra manera saldría de este ataúd flotador.

off-rol:

Los hombres no cayeron en la trampa, la verdad es que no estaba muy preparado como para esquivar y bloquear balas, tal vez unas cuantas, siempre y cuando procurando que ninguna bala diera en un punto importante de mi cuerpo. El hombre con el aura que imponía respeto o temor levanto un objeto pesado, era… un maldito cañón.

El hombre que portaba el cañón empezó a contar, parecía un fusilamiento, solamente que el equipo de ejecución era más grande de lo esperado. “Tres… dos…”, ya estaba preparado para que dijera uno, pero un estruendo hizo que el hombre se detuviera, regañando a los idiotas que dispararan antes de tiempo, después otro sonido y las olas se agitaron violentamente, causadas por el barco que al parecer se mecía de un lado a otro, escuchaba los gritos de los hombres mientras caían al mar. Las auras de los tripulantes estaban desorientadas y temblorosas, sin saber que causaba el movimiento del barco. De pronto, un aura gigante apareció en la escena, un maldito rey marino.

“Que mañana más pesada he tenido” pensé, tenía ansiedad y curiosidad de lo que iba a pasar a lo largo del día. Los gritos y disparos de los hombres desesperados por defenderse retumbaban en mi cabeza como campanas de la iglesia en la mañana de un domingo. La maldita cruda no se me había quitado; recorrí la pequeña barca en busca de unos remos, si los llegara a encontrar entre las botellas vacías podría remar hasta una isla, pero si no, tendría que invadir el barco y salvar a las estúpidas personas que me intentaron matar, pero que se puede hacer, es el destino el que decide.

Ok, me dejas a cuadros :V jajaja Se supone que tú debes hacer algo, no "dejar las cosas al destino" XD

Vamos a hacer una cosa, no puede ser tu moderador quien decida lo que harás xd, así que será la suerte.

Lanzaré el dado de "¡Lotería!", si sale una tirada de 50 o menor, diremos que encuentras los remos y tratas de salir cagando lechugas de allí, en cambio si sale mayor a 50, subirás por la cuerda que arrojaron para que subieran los marineros, y deberás ayudar a los agentes a acabar con el monstruo marino.

A propósito, el monstruo marino es este:

Monstruo xd :

Si te ha salido menos de 50:

Si te ha salido más de 50:

Off- Recuerda responder solo a lo que los dados decidan jaja Y a partir de ahora toma tú las decisiones, si quieres tratar de huir hazlo, si quieres subir hazlo, yo debo plantear el mundo que te rodea y sus acciones, pero la interacción de este contigo y el movimiento de tu personaje es algo que decides tú :D

El miembro 'Hokai Seikan' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'¡Lotería!' : 78

Escuchaba los gritos de los tripulantes, y algo dentro de mi ser me comía, pidiéndome que se callaran, si los iba a ayudar espero que me dieran una clase de recompensa. La resaca me hizo actuar de manera un poco heroica, dejando atrás la búsqueda de los remos para poder abordar el barco. Hace un momento escuche el chipotear de unos objetos donde los cuales las auras de los hombres que cayeron a causa del rey marino escalaban, por lo que deduje que eran unas escaleras o cuerdas, me podría ayudar a abordar el barco.

Con mi guadaña en la mano derecha brinque hasta la pared exterior del barco, atravesando el metal del barco; con la otra mano guarde el cuchillo de cocina y sujete una de las cuerdas que se balanceaban por el movimiento del barco. Subí por la cuerda lo más rápido que pude, guardando la guadaña en la funda que tenía en la espalda. Cuando por fin alcance la cubierta me percate del caos que se desataba: varios hombres disparando a la bestia, y uno de ellos, tal vez el más idiota, estaba montado en ella como si fuera un maldito toro en rodeo diciéndole que se fuera del lugar. Suspire y desenfunde la guadaña, agarrándola con la mano izquierda.

-¡Si vamos a morir, espero que sea peleando, y si vivimos, quiero todo su vino, mucho dinero y un bote con vela!- les grite a los tripulantes mientras cargaba mi arma con ondas cortantes, y con movimientos rápidos arroje ondas a distancia hacia el rey marino, causándole heridas.

-¡si no, los matare a todos!- los amenace, expresando una risa maniática que, en esta situación, se tornaba en algo macabro. Esperaba su respuesta mientras cortaba poco a poco al rey marino con mis ondas a distancia, espero que respondan antes de que lo mate.

Todos me gritaron, parecían un coro de la iglesia, todos juntos en un sonido unísono que se podía escuchar a kilómetros de distancia diciendo la respuesta negativa. No sabían lo que les estaba esperando, pero primero el monstruo que va a destruir el barco si no lo detengo. Recargue la guadaña en mi hombro izquierdo, concentrando las ondas cortantes en el filo.

La bestia se dirigió hacia mí con sed de sangre, si no lo detenía destruiría parte del barco y con eso el botín que contenía. “Ya te llego la hora” pensé y con un salto me coloque al borde del barco, chocando con la barrera que evitaba que me caía; si mi ataque no era muy potente, tenía que asegurarme mi supervivencia, un pez gordo no me iba a comer.

-¡Gran onda!- grite y deslice mi guadaña verticalmente, soltando la gran cantidad de energía que reuní en mí guadaña. La onda cortante se dirigió hacia la frente del rey marino.

Gran onda a distancia [AF]

duda:

Mi ataque dio resultado, parando al maldito de destrozar el barco. Movió violentamente su cabeza que el hombre estúpido que lo montaba salió disparado a la cubierta del barco. El idiota decidió vengarse, disparando su gran arma hacia el rey marino, ahuyentándolo... más bien, yo lo ahuyente, este estúpido solamente se quiso lucir.

Todos me apuntaron con sus armas después de que el rey marino se retirara, y ese tonto se dirigió a mí, diciendo que ya era mi turno. Le sonreí y me puse en posición de pelear, pero en eso los tripulantes se acercaron a él y le explicaron la situación. Después de un poco de discusión las cosas se arreglaron, acabando con todos los tripulantes trabajando y reuniéndome a solas con el hombre idiota.

Pensaba lo que había dicho antes, este era un buque del gobierno, “¿comerciantes?, ¿mercenarios?... ¿Cipher Pol?” pensaba, las dudas surgían mientras que giraban en mi cabeza, pero la resaca no me dejo pensar más, por lo que despeje mi cabeza de esos pensamientos para ponerle atención al tonto. Me sugería un aumento de recompensa más un botín; me lo pensé un poco.

-Y un bote con vela para navegar, no quiero estar aquí por más tiempo- le dije y le di la mano, así el trato se habría cerrado, ahora esperaría los berries y el barco para salir pitando de aquí a surcar los mares.