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Características
fuerza
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Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Exp: 0
Nivel: 1
Nombre: Chizuru Yûsei
Apodo: Pachirisu
Edad: 17 años.
Sexo: Mujer.
Raza: Humana.
Rango/Empleo: Calígrafa.
Rango social: Medio
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Jigoku [Infierno]
-Ejecución:
Gracias a la inteligencia de Yûsei, esta técnica se llama Jigoku(infierno) por el simple hecho de que maneja el arte del sigilo, velocidad, y astucia. Cuando ya tiene dominadas esas artes hace uso del combate mezclando la cercanía con la distancia, gracias a sus espadas y conocimientos puede ir controlando los puntos vitales a la hora de hacer daño para dejarles más debilitados además de acompañarse con dos pistolas. Este estilo de lucha no es muy usado por ella, ya que va en contra de la guerra y quiere paz, pero le es inevitable para poder defenderse. Cuando Yûsei comienza a luchar no es ella quien maneja su cuerpo, sino su conciencia llamada Etsu.
Descripción física: El aspecto de Yûsei es sencillo. Es una chica de 17 años que mide 1,55 y pesa 50 kg. Su cabello es corto y de un tono morado suave al igual que sus ojos, que presentan un color azul cristalino. Su nariz y orejas son pequeñas, al igual que si boca con sus labios rosados, debido a que le gusta el azúcar siempre tiene en su boca un chupa chups.
En cuanto a la ropa lleva una sudadera caída blanca con mangas negras y una minifalda de cuadros con unos calcetines a rayas que le sobrepasan las rodillas más unas deportivas. En cuanto a los complementos como no le gustan no suele llevar ninguno, tan solo un colgante dorado que marca su nombre y su fecha de nacimiento.
Pachirisu tiene un defecto y es que como puede hablar con su conciencia, Etsu, cuando este se enfada hace cambiar su aspecto, su pelo se convierte en blanco como la nieve y se alarga, sus ojos se hacen igual que a los de un gato de color rojo sangre y tiene pequeños colmillos.
En cuanto a la ropa lleva una sudadera caída blanca con mangas negras y una minifalda de cuadros con unos calcetines a rayas que le sobrepasan las rodillas más unas deportivas. En cuanto a los complementos como no le gustan no suele llevar ninguno, tan solo un colgante dorado que marca su nombre y su fecha de nacimiento.
Pachirisu tiene un defecto y es que como puede hablar con su conciencia, Etsu, cuando este se enfada hace cambiar su aspecto, su pelo se convierte en blanco como la nieve y se alarga, sus ojos se hacen igual que a los de un gato de color rojo sangre y tiene pequeños colmillos.
- Yûsei de aspecto normal:
- Yûsei poseída por Etsu:
Descripción psicológica:
Mirada triste pero sonrisa dulce, Yûsei es una joven chica que sufrió demasiado de pequeña y eso le está pasando cuentas en el presente. Ella es una mujer tímida, insegura, a veces un poco inocentona y desconfiada por lo que le ocurrió, tener el recuerdo de que la abandonaron por ser un monstruo le afectó demasiado pero eso fue lo que le dijeron a ella, cosa que nunca sabrá con certeza. Una vez que ella tiene confianza demuestra toda su dulzura y adorabilidad, aunque también su terquedad cuando discute con Etsu. Etsu es su conciencia, el cual está ahí para protegerla de cualquier mal ya que ella no sabe defenderse; no tiene forma física, es como un ente dentro de su cabeza que solo ella puede escuchar. Etsu tiene una conexión hacia Yûsei que no le permite abandonarla pase lo que pase, por eso cuando él se enfada comienza a controlar el cuerpo, sobre todo lo usa a la hora de luchar. A pesar de eso, la psicología de esa alma es sobre protectora, valiente y noble, capaz de animar para luchar por lo que sea. Ambas almas se consideran como hermanos, pues Yûsei fue lo único que tuvo como compañía durante su tiempo en el que lo pasó sola. Pachirisu, apodada así por la gente a la que ayudó, demuestra ser una mujer valiente y que no se rinde, que lucha por su destino para poder librarse de todo lo que la rodea.
Gustos: Yûsei es muy sencilla en cuanto a sus gustos. Se pierde cuando ve muchos peluches y le encanta achucharlos como a cualquier niña pequeña, es egoísta y no se los deja a nadie nunca por miedo a que se los estropeen o les hagan algo, ella los considera personas que sin vida pero que sufren aunque no hagan nada. En especial adora a los animales y le encanta estar acompañada de ellos, le quitan la soledad cuando está sola, dentro de los animales para ella existen los animales raros o llamados exóticos, nunca ha visto muchos y que cree que son realmente interesantes, sobretodo porque pueden tener antídotos y pagar mucho por ellos. También le gustan las cosas dulces como ella. Por último escribir y dibujar son de su agrado, ya que se dedica a eso le encanta demostrar que sabe hacerlo.
Desagrados: Odia la gente que se pone a fumar delante de ella como si nada, causándole tos y respirando ese humo que tanto detesta. Le desagradan todo tipo de comidas amargas, ella se considera a sí misma dulce lo que le hace que desagrade el amargo, ya que para ella tener un gusto así es síntoma de personalidad. No le gusta estar expuesta a la oscuridad, en parte le tiene un poco de miedo a la oscuridad por fruto de su infancia, siempre suele asustarse a menos que esté sola y siente inseguridad y temor. Detesta el tipo de gente que se comporta superficialmente y su carácter le parece odioso, más que nada porque a ella no le parece justo de una persona ser así, la gente así la trató mal y por eso no suele ser muy social debido a que la rechacen.
Habilidades: Yûsei tiene una voz dulce y clara, lo cual le permite hacer pequeñas canciones que ella misma a veces escribe para reflejarlas, cuando está triste, cantar le ayuda a aliviar sus penas. Correr le apasiona, es bastante rápida y más cuando tiene que hacer carreras, siempre suele quedar de primera lo que le da ventaja a la hora de ser hábil para huir, el dibujo es algo que se le da excepcional, le encanta entretenerse dibujando cosas que nunca pasarán. Enseñar cosas es también un punto fuerte, siempre está decidida a ayudar a todo el mundo aunque le hayan hecho algo malo, ya que sabe perdonar. Al igual que muchas mujeres sabe coser y cocinar y cualquier cosa de casa ya que tuvo que criarse la mayor parte de su vida sola sin que la ayudasen.
Torpeza: Es muy tímida cuando tiene que hablar delante de mucha gente, no le gusta tener que estar ante personas que no conoce por miedo a que se burlen de ella como hacían cuando era pequeña. Un gran defecto suyo es Etsu, su conciencia “viva” que la cuida, si él llega a enfadarse por si le ocurre algo a Pachirisu empieza a controlar su cuerpo de forma involuntaria para pagar las consecuencias. En el fondo es bastante torpe como por ejemplo cuando tiene que entablar conversación con alguien y no sabe hacerlo, cuando quiere demostrar sus sentimientos o cuando tiene que pedir perdón le cuesta mucho, el orgullo le gana mucho.
Profesiones: Asesina, médica y herrera.Banda: Kyofu No Yohei
Armas: Dos katanas y dos pistolas pequeñas.
Historia:
Aquel día llovía más de lo normal en el Reino de Sakura. El frío hacía erizar la piel de manera desmesurada, pero era normal. Era la época más adentrada en la estación del invierno. La lluvia poco a poco se fue desvaneciendo para dejar paso a los copos de nieve que caían lentamente. A lo lejos, en el bosque se encontraba una pequeña casa de madera con todas las luces encendidas, en una habitación una mujer estaba dando a luz, sus gritos eran incesantes y el dolor la consumía. Al cabo de unas horas todo terminó y aquella mujer quedó inconsciente. El bebé que había nacido era una niña hermosísima. Las ancianas que allí se encontraban se la llevaron para limpiarla y enseñársela a su padre, aunque su madre seguía inconsciente…
El tiempo seguía pasando lentamente, y el hombre cada vez se enervaba más al ver que su esposa no despertaba y que su hija lloraba sin descanso. No le quedó más remedio que llamar a los médicos profesionales, los cuales diagnosticaron que su mujer iba a estar una buena temporada así por el esfuerzo, y cuando analizaron a la niña dijeron que iba ser especial, pero no en el sentido bueno. El hombre, desolado, cogió a la niña en brazos y salió hacia el pueblo. Allí en una casa bastante decorativa llamó al timbre, y una mujer salió. Le miró y el hombre no pudo decir nada más que “El precio que pusisteis está bien, dadme el dinero ahora y es vuestra” El marido de aquella mujer salió también con un sobre en la mano, se lo extendió y la mujer cogió a la niña. Tras eso, se despidieron y cada uno se fue a su lugar de origen.
Se dice que aquel hombre desapareció junto a su mujer en un barco por el inmenso océano y no se les volvió a ver en el Reino de Sakura. Pasaron cuatro años desde aquel incidente, Yûsei se encontraba en el suelo de su habitación jugando con unas muñecas mientras veía por la ventana como nevaba. Su mirada era triste, quizás porque no recibía el cariño suficiente de sus padres adoptivos. A esa edad, la pequeña sintió que algo crecía en su interior hasta que una noche mientras dormía supo que era. Se despertó cuando de repente sentía que le hablaban pero no veía a nadie. “Cierra tus ojos…” era la frase que le repetía, la niña los cerró y lo vió, una especie de mancha violeta que hablaba.
Etsu se llamaba, su subconsciente. No entendía como había podido desarrollar algo así a tan poca edad, pero finalmente se acostumbró, ya que en cierto modo no se sentía sola. Saber que tenía un amigo en el que podía confiar pero que nadie podía ver, le parecía asombroso, aunque eso podía tener repercusiones.
Yûsei cumplió los 10 años sola, sin ningún regalo y acompañada de las burlas de los niños que la rodeaban mientras Etsu la protegía de ellos. La joven se había hartado de esa vida en la que no era feliz y quería desatarse de ella. Sentir los rumores de que sus padres la habían abandonado por una mísera cantidad de dinero y porque era un monstruo le dolía. La propia noche del cumpleaños Yûsei se puso a hablar con Etsu.
-Etsu… libérame de esto…
Etsu hizo acopio de lo que la chica le dijo y comenzó a controlar su cuerpo, su aspecto comenzó a cambiar completamente, parecía distinta… Agarró dos espadas y comenzó a romper las cosas de su casa con fiereza, sus padres se alarmaron y huyeron. Ella finalmente echó a correr y fue hasta el pueblo de al lado, con su cuerpo normal. Yûsei tenía miedo, era demasiado inocente para estar sola por el mundo. Durante los siguientes 5 años la joven estudió y comenzó a trabajar para ganarse la vida. Aunque seguía sola, a veces buscaba la necesidad de tener amigos de verdad pero no le servía de mucho ya que huían de ella. Un día, hacia la tarde un grupo de civiles se acercaron hasta ella con intenciones violentas, la chica no sabía qué hacer, solo lloraba sin remedio suplicando que no hiciesen nada. Eso hizo llamar a Etsu, el cual su odio creció y comenzó a controlar el cuerpo de ella sin su permiso. “Yo te protegeré mi niña… pase lo que pase…” La chica comenzó a descontrolarse y a atacar a todos a la vez hasta que el bullicio cesó…
Yûsei se refugió en el pueblo de al lado, sintió que su vida se derrumbaba al ver que la gente la odiaba y no podía confiar en nadie. En cuanto cumplió los 17 años hizo su maleta y se montó en un barco con destino desconocido, quería olvidarse de todo y deshacerse de su pasado costase lo que le costase…
Mar de origen: El paraíso-Reino de Sakura.El tiempo seguía pasando lentamente, y el hombre cada vez se enervaba más al ver que su esposa no despertaba y que su hija lloraba sin descanso. No le quedó más remedio que llamar a los médicos profesionales, los cuales diagnosticaron que su mujer iba a estar una buena temporada así por el esfuerzo, y cuando analizaron a la niña dijeron que iba ser especial, pero no en el sentido bueno. El hombre, desolado, cogió a la niña en brazos y salió hacia el pueblo. Allí en una casa bastante decorativa llamó al timbre, y una mujer salió. Le miró y el hombre no pudo decir nada más que “El precio que pusisteis está bien, dadme el dinero ahora y es vuestra” El marido de aquella mujer salió también con un sobre en la mano, se lo extendió y la mujer cogió a la niña. Tras eso, se despidieron y cada uno se fue a su lugar de origen.
Se dice que aquel hombre desapareció junto a su mujer en un barco por el inmenso océano y no se les volvió a ver en el Reino de Sakura. Pasaron cuatro años desde aquel incidente, Yûsei se encontraba en el suelo de su habitación jugando con unas muñecas mientras veía por la ventana como nevaba. Su mirada era triste, quizás porque no recibía el cariño suficiente de sus padres adoptivos. A esa edad, la pequeña sintió que algo crecía en su interior hasta que una noche mientras dormía supo que era. Se despertó cuando de repente sentía que le hablaban pero no veía a nadie. “Cierra tus ojos…” era la frase que le repetía, la niña los cerró y lo vió, una especie de mancha violeta que hablaba.
Etsu se llamaba, su subconsciente. No entendía como había podido desarrollar algo así a tan poca edad, pero finalmente se acostumbró, ya que en cierto modo no se sentía sola. Saber que tenía un amigo en el que podía confiar pero que nadie podía ver, le parecía asombroso, aunque eso podía tener repercusiones.
Yûsei cumplió los 10 años sola, sin ningún regalo y acompañada de las burlas de los niños que la rodeaban mientras Etsu la protegía de ellos. La joven se había hartado de esa vida en la que no era feliz y quería desatarse de ella. Sentir los rumores de que sus padres la habían abandonado por una mísera cantidad de dinero y porque era un monstruo le dolía. La propia noche del cumpleaños Yûsei se puso a hablar con Etsu.
-Etsu… libérame de esto…
Etsu hizo acopio de lo que la chica le dijo y comenzó a controlar su cuerpo, su aspecto comenzó a cambiar completamente, parecía distinta… Agarró dos espadas y comenzó a romper las cosas de su casa con fiereza, sus padres se alarmaron y huyeron. Ella finalmente echó a correr y fue hasta el pueblo de al lado, con su cuerpo normal. Yûsei tenía miedo, era demasiado inocente para estar sola por el mundo. Durante los siguientes 5 años la joven estudió y comenzó a trabajar para ganarse la vida. Aunque seguía sola, a veces buscaba la necesidad de tener amigos de verdad pero no le servía de mucho ya que huían de ella. Un día, hacia la tarde un grupo de civiles se acercaron hasta ella con intenciones violentas, la chica no sabía qué hacer, solo lloraba sin remedio suplicando que no hiciesen nada. Eso hizo llamar a Etsu, el cual su odio creció y comenzó a controlar el cuerpo de ella sin su permiso. “Yo te protegeré mi niña… pase lo que pase…” La chica comenzó a descontrolarse y a atacar a todos a la vez hasta que el bullicio cesó…
Yûsei se refugió en el pueblo de al lado, sintió que su vida se derrumbaba al ver que la gente la odiaba y no podía confiar en nadie. En cuanto cumplió los 17 años hizo su maleta y se montó en un barco con destino desconocido, quería olvidarse de todo y deshacerse de su pasado costase lo que le costase…
Pertenencias: Su peluche al que le tiene mucho aprecio y nunca se separa de él, un colgante con su nombre y fecha de nacimiento.
Botín de partidas: N/A
Sueños: Encontrar a sus verdaderos padres y saber por qué la abandonaron cuando era una niña, encontrar una cura para poder olvidar sus malos recuerdos y también demostrar que no es ningún monstruo y poder estar eternamente junto a Etsu.
Referido por: Nadie.
Vale, ficha aprobada y requeteaprobada.
Bienvenida al mundoPokèmon OPD. Tu aventura está a punto de comenzar, pero antes de ello... ¿Eres chico o chica? (No me mates aún porfa TT-TT)
Pasa por los registros y disfruta del rol ^^
Bienvenida al mundo
Pasa por los registros y disfruta del rol ^^
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