Kuro Watanabe

Exp: 0

Nivel: 1

Nombre: Kuro Watanabe

Apodo: Tornado Azul

Edad: 19

Sexo: Hombre

Raza: Humano

Rango/Empleo: Recluta

Rango social: Medio

Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Cortar y apuñalar
-Ejecución: Kuro utiliza normalmente un sable, el cual maneja con la mano derecha, mientras que en la izquierda porta dos pequeños cuchillos entre sus dedos, utilizando ambos tipos de arma según le convenga en cada movimiento, así como usando los cuchillos como armas arrojadizas si la ocasión lo requiere.

Descripción física: Es de complexión atlética, aproximadamente unos 65 kg de peso y rondando los 1,80 metros de altura. Su pelo, negro, siempre va alborotado y sin peinar. Sus ojos son te un color azul muy claro, casi rozando el gris. Lleva siempre unas gafas. Por lo general viste casi por completo de azul, con el cuello de la chaqueta (blanco) levantado y esta abierta. Las mangas siempre remangadas, mostrando dos muñequeras.

Físico:

Descripción psicológica: Su mentalidad es bastante perturbadora. Sádico, mucho, disfruta causando dolor y matando siempre que se le presenta la oportunidad. Nada le gusta más que ver la sangre de su rival recorriendo su espada. No le importa nadie, únicamente él mismo, abandonaría a cualquier "compañero" a su suerte, solo son personas de las que puede sacar provecho, nada más. Por lo general, pese a todo lo anterior, es bastante tranquilo (excepto cuando combate, donde se deja ver su verdadera naturaleza). Muy arrogante, se cree superior a cualquiera y no lo oculta, soltando siempre algún comentario narcisista o egocéntrico. No conoce el amor ni el significado de la palabra "amistad". Disfruta humillando a la gente, demostrarles que él es superior a ellos y que no tienen forma de cambiar eso. La disciplina y el buen comportamiento no son su fuerte, aunque si no le queda otro remedio se resignará.

Gustos:

• La medicina: Siente bastante interés hacia este ámbito de la ciencia, más que nada, por el provecho que puede sacarle, ya sea a la hora de pelear o de hacer sufrir a alguien (Y en segundo plano, para poder tratar sus propias heridas sin tener que depender de nadie)
  
• Las armas blancas: Siente pasión hacia ellas, ya sean espadas, cuchillos, navajas o cualquier otra. Para él, sus espadas y cuchillos son sus posesiones más preciadas y valen más que cualquier persona.
  
• La lectura: Es una de sus actividades favoritas. Le gusta estar bien informado y conocer sobre cualquier tema, además de disfrutar de una buena historia (A ser posible, con un final trágico).
  
• La tortura: Disfruta haciendo sufrir a la gente, ya sea física o psicológicamente, por lo que le encanta cuando debe obtener información a través de la tortura por orden de sus superiores.
  

Desagrados:

• La gente de buen corazón: No comprende el empeño que tiene cierta gente en ser servicial con los demás (cosa que, al ser miembro de la Marina, le pasa factura en su relación con el resto de marines).
  
• Que le den órdenes: Le hace sentirse como alguien inferior y eso es algo que detesta con todas sus fuerzas. Pese a que las cumpla, por lo general suele hacerlo con desgana y mala cara (exceptuando cuando debe asesinar o pelearse con alguien, las cuales acepta con una amplia sonrisa).
  
• Los animales: Le parecen molestos y desagradables. Su única utilidad es como comida u objetivo para sus cuchillos.
  

Habilidades:

• Cocinar: Siempre se le ha dado bastante bien, debido a que durante casi toda su infancia tenía que prepararse él mismo la comida, lo que le dio cierta práctica.
  
• Orientarse: Tiene un gran sentido de la orientación, por lo que rara vez se pierde o no encuentra el camino hacia su destino.
  
• Cantar: Pese a que no suela hacerlo tiene una voz envidiable. Las escasas veces que le apetece cantar consigue que se formen corros de gente a su alrededor, para escucharle.
  

Torpeza:

• Paciencia: Cualquier actividad irrelevante al combate o a sus armas que requiera de cierta paciencia para llevarla a cabo le es sumamente aburrida y difícil de realizar.
  
• Dibujar: Es incapaz de hacer ni un solo dibujo decente, llegando hasta el punto de cabrearse consigo mismo cada vez que se propone dibujar algo.
  

Profesiones:

• Principal: Espadachín.
  
• Secundarias: Médico y cocinero.
  

Banda: -

Armas: Un sable y un juego de cuchillos cortos (escondidos en sus muñequeras)

Historia: Nacido en la isla de Baterilla del South Blue, en el seno de una familia humilde. Kuro fue criado en un ambiente agradable y familiar. Su padre era el doctor de la isla, mientras que su madre se dedicaba a las tareas domésticas y, en alguna ocasión, de ayudante del padre. Pese a no tener dinero en exceso, a Kuro nunca le había faltado de nada. Era un chico bastante inteligente y hacía gala de ello, aprendiendo con rapidez a leer y escribir, así como echando una mano a su padre con las cuentas. Por contra, era un chico muy poco sociable. Le costaba entablar amistad con el resto de niños, los cuales solían meterse con él por ser "raro".

Aunque no hubiese forjado ninguna amistad a Kuro nunca le había importado: con el cariño de su familia tenía más que de sobra. Cuando el chico tenía nueve años, sus padres le dieron la noticia de que iba a tener un hermano pequeño. Aquél acontecimiento le llenó de ilusión y alegría: sería la oportunidad de tener a alguien a quien poder llamar amigo, con quien compartir sus vivencias. Aunque todo esto no sería más que un sueño.

Pasados ocho meses su madre se puso de parto. Kuro tuvo que esperar fuera de la habitación de sus padres mientras el niño nacía. Se encontraba nervioso y no podía quedarse quieto, dando vueltas por la sala de estar tratando de tranquilizarse. Entonces, un amargo grito de su padre le alarmó. Haciendo caso omiso de lo que le habían dicho entró en la habitación. La imagen que se presentó ante sus ojos fue muy dura para él. Su padre sujetaba el rostro de su madre, llorando, mientras un bebé algo pálido y delgado se encontraba tumbado a su lado, sobre la cama. Al parecer, durante el parto hubo complicaciones y, debido a estas, su madre murió. El bebé había nacido débil, y a las pocas semanas murió también.

Fue un duro golpe para Kuro, pero sobretodo para su padre, el cual comenzó a beber, tratando de superar aquella tragedia. Hubo un cambio drástico en su vida a partir de ese momento. No eran pocas las veces que su padre volvía a casa bebido y, en más de una ocasión, recibía una paliza de este. Kuro se encerraba en su habitación, temblando, tratando de curarse las heridas por su cuenta mientras las lágrimas recorrían su rostro. La situación no cambió durante varios años hasta que, a la edad de catorce, no pudo soportarlo más. Su padre volvió más bebido de lo normal. Tomó un cuchillo y empezó a amenazar a Kuro con él mientras le insultaba y le daba algunos golpes. En cierto momento su padre intentó clavarle el cuchillo. El chico le sujetó del brazo y forcejeó con él hasta que, en cuestión de unos segundos, atravesó el estómago de su padre. Por simple impulso Kuro tomó el cuchillo con fuerza y comenzó a apuñalar a su padre una y otra vez, hasta quedar agotado, con las lágrimas cayendo por sus mejillas manchadas de sangre, al igual que sus manos y toda su ropa. Una ligera sonrisa se dibujó en su rostro. Una sonrisa que marcaría un cambio radical en el joven.

Huyó de su casa, refugiándose en algún rincón apartado de la isla, donde nadie pudiera encontrarle. Con el tiempo, comenzó a sentir el deseo de matar. El asesinato de su padre le había provocado cierta satisfacción, pero sentía que no había sido suficiente, que debía seguir haciéndolo. Comenzó por acabar con todos los chicos que se habían metido con él durante su infancia. Asesinato tras asesinato fue acostumbrándose a matar y terminó convirtiéndose en un hobbie. Pronto sería el criminal más peligroso de Baterilla y fue buscado por la Marina durante largos meses. Aparte de los asesinatos, se había convertido en un ladrón para tener un medio con el que mantenerse. Tras innumerables búsquedas dieron con él y consiguieron capturarle, no sin antes perder a unos cuantos marines en el intento ya que todos aquellos asesinatos, así como las veces que debía cocinar en casa desde la muerte de su madre y sus pequeñas intervenciones médicas le habían proporcionado una gran habilidad con las armas blancas.

El oficial que estaba al cargo de la división que capturó a Kuro vio un inmenso potencial en él, por lo que le dio dos alternativas: Ser ejecutado como castigo por todos sus crímenes, o bien alistarse de por vida en la Marina, prestando sus servicios a esta para compensar todos sus delitos. Lo cierto es que al chico le daba igual morir, pero vio en la idea de alistarse una oportunidad más de saciar su sed de sangre, solo que con mayores facilidades. Aceptó unirse a ellos y pasó las pruebas de reclutamiento sin problema, convirtiéndose así en uno de los novatos de la Marina más odiosos y despreciables de todos los mares.

Con el tiempo aprendería a controlar sus instintos asesinos (más o menos), pudiendo comportarse cuando la situación lo requiriese, aunque demostraría un gran ensañamiento con todos aquellos criminales con los que tuviese que enfrentarse, ya que eran las únicas situaciones en las que podía liberar su sed de sangre.

" Dime... ¿Por dónde empiezo a mutilarte? "

Mar de origen: South Blue

Pertenencias: Un colgante de plata, único recuerdo que tiene de su infancia y su vida anterior.

Botín de partidas: Ninguno por el momento.

Sueños: Llegar a ser un alto cargo de la Marina para poder hacer y deshacer a su antojo, sin que nadie le de órdenes y utilizar su autoridad en su propio beneficio, divirtiéndose a costa de los demás.

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