[Pasado/Privado] Poniendo a prueba a un futuro Nakama [SaxBom y Asder]

Me encontraba en una gran isla donde había un gran castillo. No sabía que hacía por allí, pero bueno, nunca está nada mal conocer otros sitios. Estaba mi compañero Raion al lado y yo con mis típicas ropas de vagabundo. La gente me miraba raro por las calles debido a que yo camino a cuatro patas, pero no me importaba. Me encontraba de camino a la playa, ya que quería relajarme de esas malditas miradas de odio y asco. Tenía bastante hambre, así que de camino a la playa compré un montón de fruta. Al llegar a la playa me senté y me puse a comer fruta, dando también a Raion para que se alimentara, ya que debía crecer y hacerse fuerte. Era una ciudad bastante verde y bonita y la playa era azul cristalina. El sol aquel día, era radiante, se podía estar totalmente a gusto bajo el, ya que no se sentía una tremenda calor, pero gracias a él, no se podía pasar frío. Me tumbé en la arena mientras abrazaba a Raion y empecé a recordar el día en que lo encontré. Recordaba a Bartilo, su padre, y como acabó masacrado por aquellos malditos cazadores furtivos. Me levanté de golpe y miré a Raion.

- ¿Que te parece si vamos a correr un rato por el bosque? Así estiramos las piernas.

Raion movió la cola feliz, lo que significaba un si y empecemos a correr hacia el bosque. Era un bosque bastante normal, con sus pequeños árboles y muy verde, un lugar bastante bonito. Encontré una gran pradera y decidí dormir un rato, tumbado en el césped con Raion en mi vientre.

SaxBom llegó a su ciudad natal dado que se le había olvidado su cosa más valiosa en el mundo, un libro de astronomía que se lo regaló un gran amigo. Dejó su barca en la orilla y se adentró por el bosque y llegó a la pradera donde antaño jugaba con sus amigos Ahí se encontró con un hombre que no sabía quien era pero aunque sus rasgos eran bastante extraños y su apariencia era bastante salvaje, aunque SaxBom no se fijaba en su aspecto físico, si no en lo personal. Lo que se había fijado más es en animal que estaba dormido en su regazo.
Se acercó a él y se dispuso a hablar con él por si se encontraba mal.

Mientras dormía, escuché unos pasos que se acercaban por la verde pradera que venía hacia mi. Abrí los ojos y vi un extraño tipo acercando hacia donde yo estaba. Raion se bajó de mi vientre y empezó a gruñir a aquel tipo. Me levanté y me puse a cuatro patas, tocando con mis manos y pies aquel césped húmedo. Raion saltó a mi espalda y seguía mirando a aquel tipo, con mirada desafiante. Los dos empecemos a gruñir con gran rabia, esperando que el tipo no hiciese nada raro.

- ¿A que has venido? Si buscas pelea, mas te vale que te prepares, hormiga. - Decía a aquel tipo entre gruñidos.

Mis ojos empezaban a afilarse, pareciendo los ojos de un león. Mis dientes se enseñaban de cada vez mas, mis colmillos afilados sobresalían de su boca. Mis dedos apretaban la tierra, arrancando rastros de césped y dejando mis marcas en ella. Las piernas empezaban a doblarse, símbolo de que si el otro hacía un mal gesto, se lanzaría a atacar.

Al ver aquel hombre en esa pose me puse en forma defensiva, pero antes intenté hablar con él e intentar razonar.
- ¿Oye chico raro porque te pones en esa pose? ¿Qué es eso que te acompaña y por qué me esta rugiendo? Yo solo venía a ayudarte pero ya veo que estas bien. Al verle me recordó a un viejo amigo que tenía antaño, siempre con pintas de animal y haciendo rugidos. Comportándose como un animal, algunos le despreciaban por ser así, aunque yo le respetaba y le aceptaba como amigo. Cuando se fue de la isla le eché de menos aunque antes de irse dialogamos un poco y él me dio una cosa con un valor incalculable para mí. Me regaló su armónica que ahora llevo a todos los lados.
- Bueno chico, ¿vas a decir algo?

Ante las palabras de aquel tipo, Raion se bajó de mi espalda y yo me levanté. Empecé a mirarlo de arriba a abajo, tampoco parecía un mal tipo. Era de pelo oscuro y una cinta roja en la cabeza como los ninjas. Así que pensé.. ¿Y si es un ninja?

Me acerqué a él poco a poco, mientras seguía observando su cuerpo, no parecía muy fuerte, pero bueno, si es un ninja, sería veloz.

- Oye ninja, este es mi compañero de viajes, Raion. Y yo soy Asderdeker, pero puedes llamarme Asder. ¿Que haces aquí? - Le decía extrañado mientras giraba mi cabeza de lado a lado.

Me quedé mirando a Raion, a ver su reacción, pero el tampoco sabía nada sobre ese tipo. Me acerqué al ninja y empecé a olfatearlo, para conocer su olor y así memorizarlo. Sin duda, así olían los ninjas, aunque era el primer ninja que veía en toda mi vida, me gustaba, debería tener técnicas extrañas.

- Ninja.. ¿Que te parece si me muestras tus técnicas? Me gustaría ver a un ninja en acción.

Al oír esas palabras estaba casi seguro que tenía un trastorno mental o algo así, dado que no me parecía nada a un ninja. Y si lo fuera los ninjas no irían vestidos así.
- Oye que yo no soy un ninja pero si quieres te muestro mis habilidades. Yo lucho cuerpo a cuerpo y no utilizo armas para tu información, mi técnica de lucha se llama Raktashi.
Preparé un ataque con mi mano izquierda dado que con esta tengo más experiencia, incliné ligeramente mi cabeza, mirando al punto de mira y me eché levemente hacia atrás, mi mano derecha se inclinó como su gemela izquierda y ataqué estirando mi brazo izquierda y flexionando mis rodillas. (AM)
-Preparaté, estoy siendo bueno. Dije antes de lanzárselo

Decía que no era un ninja, pero era normal, los ninjas no pueden decir su identidad, o algo así leí en un cuento cuando era pequeño. Vino hacia mi y preparó su puño, lanzándolo con fuerza hacia mi estómago. La verdad es que era algo lento y predecible, fácil de esquivar, pero le enseñaría que no todo es tan sencillo. Moví mi mano derecha hacia mi estómago y justo cuando iba a impactar su golpe, lo paré con mi mano. El impacto aún así lo recibió mi mano y esta quedó un poco adolorida.

- Te falta fuerza y velocidad, a pesar de ser un ninja, pareces ser un aprendiz. - Le dije mientras apartaba su puño.

Era la hora de demostrarle como peleaba un auténtico guerrero. Levanté mi pierna derecha a gran velocidad hacia su mandíbula, con intenciones de asestarle un gran golpe que lo dejaría en el suelo, pero, justo antes de golpear, mi cuerpo empezó a emitir un leve brillo y justo cuando mi pierna golpease, mi cuerpo emitiría una explosión hacia afuera, de un metro a la redonda.

- Explosive Soul: ¡¡Raionroa!! - [AI]

El ataque del aquel hombre confundido con mi faceta hizo algo que no consiguió hacer nadie en mi vida. Ese ataque aunque yo me protegiera cruzando los brazos y presionando mis pies contra él suelo para evitar más retroceso. Consiguió que el dolor fuera lo menos importante de ese bestial ataque, lo que hizo el ataque fue demostrarme su personalidad, un espíritu fuerte y salvaje que apoya a los que le acompañan. El ataque fue devastador y causo algunos rasguños en mi cuerpo además de romperme ligeramente mi ropa
- Vaya eres fuerte aunque nunca imaginé que fueras peor. Anda paremos de pelearnos sin sentido y vayamos a recomponernos de este fructífero encuentro. ¿Qué te parece?.Dije a aquel hombre llamado Asderdeker.
Al verle me despertó en mi corazón y en mi mente unas ganas de entrenar y seguir perfeccionando mis técnicas.
- Venga seguro que estás hambriento te daré de comer.Respondí con ilusión al ver su porte.

Había parado bien el golpe, aunque sus ropas de ninja se habían visto desgarradas. Tal vez no fuese rápido ni fuerte, pero parecía tener una buena resistencia. Después del golpe me dijo que parásemos, que sería mejor ir a comer algo, así que sin dudarlo, acepté su petición.

- Okey. Pero solo si pagas tu. - Le dije para aclarar las cosas.

Empecé a caminar dirección al poblado, aunque a cuatro patas, mientras Raion saltaba a mi espalda. Tenía bastante hambre, como era de costumbre, así que no podía esperar a saborear algo de comer.

Mi oferta fue aceptada así que cuando íbamos caminando hacia un restaurante del pueblo sentí un poco de cojera seguramente debido a alguna secuela de ese ataque bestial.

- Bueno, ya hemos llegado coge asiento. Ahora vendrán a pedirnos nota.

El restaurante estaba medianamente lleno pero a la entrada de nosotros dos se fueron por temor discretamente.

- Buenos días, señores, ¿que quieren comer hoy? Dijo el camarero.

Al ver a aquel camarero me recordaba de algo pero no lo lograba recordar. Lo dejé de lado ese asunto y me dediqué a centrarme en comer.

- Si, yo quiero una buena chuleta y un poco de cerveza. Le respondí al camarero.- ¿ Y tu que quieres Asder?