[Pasado/Privado] Un mar de miedos. [Asderdeker y Axys Newt]

Por culpa de los remordimientos y la pesada carga de sus actos y los actos de los demás, Axys se dirigió al acantilado en busca de una caída que terminase con su vida. Al principio tenía miedo debido a la gran altura, pero a medida que iba pensando en su corta vida, cada vez carecía de sentido continuar con su existencia. Su cuerpo se inclinó hacia delante, provocando su desequilibrio y la caída. La espada se volvió un látigo y se enganchó en su brazo y una parte en una roca del acantilado. Axys hizo movimientos bruscos, pero lo que consiguió fue que se enredase el látigo en su brazo derecho. La roca cesó y por fin cayó al mar.

La caída de aquel acantilado se me hizo eterna, pensé que mi cuerpo nunca tocaría aquellas frías aguas. La sangre brota de mi brazo. El agua... Parecía que mil espadas se clavaban en mi cuerpo. No sabía nadar, por lo que rápidamente me hundí y perdí el conocimiento. Aquella idea ya no me convencía... Todo está oscuro... Tengo miedo.- Aquellos eran los pensamientos de Axys mientras su cuerpo se hundía en las aguas. Al perder el conocimiento y no hacer ningún movimiento, la fuerza del mar logró mantener su cuerpo a flote, pero en alta mar, ¿quien podría salvar al pobre Axys? Su cuerpo era llevado por las olas del agua. Su respiración era costosa debido a las grandes cantidades de agua que había tragado.

El mar era eterno... ¿Donde terminará Axys?

Estaba a bordo de mi barco, con mis fieles compañeros a mi lado, Raion y Shion. Raion es mi pequeño sapoperro y Shion, mi gran unicornio. Estaba sentado en cubierta, mientras Raion dormía en mi regazo y Shion era acariciado por mi mano. Me levanté, guiado por un olor extraño, parecía ser sangre, pero.. Estaba en mitad del mar, en East Blue. ¿Que es lo que sangraba? Cada vez el olor era mas fuerte, parecía ser sangre humana. Me levanté, mirando a Raion y Shion, extrañado por aquel fuerte olor.

- Oye. ¿Oléis eso? Parece ser sangre humana.

Empecé a mirar para todos lados, buscando lo que podía ser un humano sangrando, los dos me ayudaban a buscar, pero no encontrábamos nada. Cuando me iba a dar por vencido, de repente Shion empezó a chillar y me acerqué a él, rápido. Me señaló con su hocico a la dirección en la que parecía ver algo. Me fijé a lo lejos y vi una pequeña mancha roja y algo flotando. Acaricié la cabeza de Shion.

- Buena chica, Shion. Por esto te recompensaré.

Me lancé al mar tras esas palabras y me puse a nadar hacia allí, mientras Raion y Shion lanzaban las anclas al mar. La verdad es que poco me gustaba el agua, solo la ignoraba cuando tenía hambre y me lanzaba a pescar, pero esta vez podía ser de vida o muerte. Contra mas me acercaba, mas claramente podía ver que era. Parecía ser un joven con una especie de látigo espada enroscada en el brazo. Era un joven chico de pelo blanco y delgado, con unas ropas desgarradas. Parecía estar muerto, pero podía oler que aún había vida en él, así que lo puse sobre mi espalda y empecé a nadar hacia el barco.

- Vamos chico, aguanta. - Decía por si él podía escucharme.

Seguía nadando y cuando estaba lo suficientemente cerca, Raion me lanzó un flotador ataco a una cuerda, así que puse el chico en él. Raion y Shion empezaron a Estirar, llevando a aquel chico hasta la cubierta, mientras yo escalaba hacia arriba. Una vez estábamos todos en cubierta empecé a practicar en él la respiración cardio pulmonar y después llevé al chico a una de las habitaciones y lo puse en una camilla y después le desenrosqué el látigo espada. Fui corriendo a por algunas plantas medicinales que tenía en la despensa y las traje hacia la habitación. Estaba preocupado por si aquel chico no sobrevivía, así que exprimí una de las planta sobre la herida del brazo, para que desinfectara la zona y cicatrizara con mas rapidez. Hice una especie de zumo con una de las plantas y mojé un pañuelo que puse en la frente de aquel chico.

- Vamos chico, recupera la consciencia, se que puedes.

Esperé un par de horas, pero no servía de nada. De vez en cuando mojaba el pañuelo y le echaba mas jugo de hierba medicinal en las heridas para que se recuperase pronto. Estaba desesperado, así que me senté a su lado, esperando que aquel pobre joven pudiese recuperar la consciencia. Por si a caso, tenía preparado un gran bol con frutas y otro con pescado asado.

Un rayo de esperanza se asomaba para Axys. Al parecer por allí pasaba un barco, y su capitán vio el cuerpo del pobre chico. Lo sacó del agua y trató de salvar su vida. Pasó mucho tiempo y el chico seguía sin despertar. Por fin sus ojos se abrieron lentamente. Una vez recuperó consciencia comenzó a toser bastante, obligando a que se sentara. Miró asustado el cuarto donde se encontraba. Comenzó a ponerse más y más nervioso. Se autoabrazó con fuerza escondiendo su cara en sus piernas.

Poco a poco sacó su cabeza de las piernas con miedo. Dirigió su mirada hacia Asder, confuso.- ¿D-Donde estoy? ¿Quien eres...? Preguntó con miedo. A pesar de sus movimientos no parecía paralizado por el dolor de sus heridas, movía su brazo y cuerpo bien. Su respiración era cada vez más agitada. Temía que le encontrasen las autoridades, o peor aún, alguien que le fuese a vender. Buscó con la mirada su espada, algo desesperado. Miró la puerta, deseando escapar.

Fingió tranquilizarse, pero de un momento a otro se levantó y corrió hacia la cubierta, asomándose por la borda. No se había dado cuenta de que se encontraba en un barco, y por tanto, aquello le pilló por sorpresa. Se quedó quieto, mirando por donde había venido, muy asustado. De acercarse a él, le amenazaría con tirarse por la borde. Era preferible morir ahogado a volver a ser un esclavo.

En su cuello había un collar con pinchos con un candado en él. Axys se apoyó en la borda mientras pensaba en otra opción de escapar. El miedo se había apoderado totalmente de él. El recuerdo de su vida... Le hundía. Llevó sus manos a su cabeza, comenzando a llorar. En lugar de tirarse, cayó de rodillas al suelo, con ambas manos en su cabeza, agarrando su pelo. El pensamiento de la mansión le hizo olvidar donde se encontraba. Comenzó a temblar a causa del miedo.

Después de horas preocupado, al fin aquel chico despertó, abriendo lentamente sus ojos. Empezó a toser lo que hizo que me preocupara. Tenía una mirada asustadiza, tal vez yo olía mal y por eso se asustaba, así que levanté mi axila y empecé a olfatearla, pero no parecía soltar ningún olor desagradable. El chico se mostraba nervioso, asta acurrucarse entre sus piernas. Sacó la cabeza de entre sus piernas y me miró asustado, preguntando quien era yo, y donde se encontraba. Le miré con una sonrisa y le dije mi nombre.

- Asder, así me llamo.

Su respiración se mostró agitada, mientras su mirada dulce buscaba alguna cosa. Parecía que se había tranquilizado, así que di un gran suspiro, cerrando los ojos. Pero en esos segundos, el chico se levantó y empezó a correr hasta encontrarse en cubierta. No sabía que estaba en un barco, o eso parecía, hasta que vio donde se encontraba. Se acercó a la borda, apoyando su cuerpo en ella, pero de pronto cayó de rodillas al suelo, con las manos en la cabeza, asustado, casi muerto de miedo. Al ver eso me sorprendí. ¿Que le pasaba a aquel chico? Chasqueé los dedos y vinieron Raion y Shion hacia mi. Parecía que el chico tenía miedo de mi, así que no se me ocurría nada mas. Me acerqué un poco a él, pero no lo suficiente, vaya a ser que el chico se fuese. Me agaché, poniendo mi cuerpo a su altura. Miré a Raion y Shion, mis fieles compañeros.

- Raion, ves a saludar al chico. Shion, ¿Podrías traer el arma de este chico?

Raion se acercó poco a poco a aquel chiquillo de pelo blanco y empezó a frotar su cuerpo por la pierna del chico, hasta acabar entre sus piernas, mientras le lamía la mano. Shion se fue y a los pocos segundos vino con la extraña arma del chico. Me dio el arma y miré a Shion feliz.

- Vamos Shion. ¿Tu no vas a saludar? - Le decía a Shion con indirectas y esta se acercó a el, frotando su cabeza entre los brazos de aquel joven. - Por cierto, creo que esto es tuyo, joven. - Decía al peliblanco, mientras le lanzaba su arma, arrastrando esta por el suelo, hasta acabar en sus pies.

Me levanté y me fui al camarote de antes, cogiendo los dos bol de comida, pescado asado y frutas y las llevé hacia él. Me volví a agachar a la misma altura y sin acercarme mucho le lancé rasos los boles.

- Chico, necesitas comer para recuperar fuerzas. Si no comes seguirás débil y cansado. Por cierto, soy Lion D. Asderdeker. ¿Tú, como te llamas? - Le decía mientras le mostraba una cálida sonrisa.

Aún no me acercaba a él, ya que no quería que se asustara. Tal vez tenía algún trauma y por eso estaba asustado, habría que ir poco a poco, para que aquel joven confiase en mi.

- Por cierto, te presento a mis hijos. El pequeño perrito con cabeza de sapo, es Raion y ese unicornio de ahí, es mi hija Shion.

Axys le miró aún desconfiando, comenzando a respirar normal y dejando de temblar. Se levantó lentamente, apoyando sus manos en el suelo.- ¿D-Donde e-estoy...?- Pregunta con voz temblorosa, sin dejar de mirar hacia Asder.- Mi nombre es Axys Newt...- Se presenta, ya de pie. Se sentía como un animal enjaulado sin poder escapar hacia ningún lado.

Mientras Axys trataba de tranquilizarse, Asd le lanzó el arma a sus pies. El la cogió y agarró con fuerza la espada. Esperó algún movimiento por parte de Asd, pero no se acercó, seguramente por miedo a que se tirase por la borda o algo por el estilo. Entonces mandó al animal que se presentase y éste se aceró. Axys dio un paso atrás y apartó con suavidad el animal. Le incomodaba la situación.

- No quiero tu comida... No quiero nada... Quiero irme, sólo quiero eso.- Dice, sin moverse un centímetro. Sus ojos rojos miraban fijamente los de Asder como los de un animal a punto de ser asesinado, pidiendo piedad a un asesino de sangre fría.- Puedo valerme por mi mismo... Sólo. Déjame en cualquier isla cercana.- Dijo firmemente, ya tranquilo y sin miedo, también sin temblar, con sus ojos aún con aquella tristeza.

A pesar del comportamiento de Asder, Axys seguía desconfiando. Pensaba que Asd se comportaba así para ganarse su confianza y luego traicionarle. Nunca se fiaría tan pronto de un humano, ni de un animal. A pesar de mostrarse tranquilo, en su mente había miedo, y lo sentía en cada fibra de su ser. Tenía un gran control sobre si mismo, y logró que no se notase aquello.

Aún seguía sin confiar en mi, cosa que tal vez fuese normal ya que podría tener un pasado oscuro que no le dejase confiar en nadie. Se veía un poco asustado, podía oler su miedo y eso no me gustaba, yo no soy ninguna mala persona para que piensen así, pero cada uno tiene sus motivos. Empecé a pensar en algo, mientras me decía que le dejase en alguna isla, no quería nada mío, ni comida ni nada.

- Bueno, verás, estás en mi barco pirata. Deberías comer, has perdido mucha sangre y necesitas recuperar fuerzas si quieres valerte por ti mismo. - Le decía mientras permanecía sentado, acariciando la cabeza de Raion. - Estamos a la deriva, controlados por el destino y el viento, en cuanto lleguemos a alguna isla, te dejaré allí si es lo que quieres.

Me levanté y empecé a caminar hacia la comida, con un tono despreocupado, cogí el bol y me alejé hacia el mástil, sentándome en el suelo y apoyando mi espalda en él. Empecé a comer la fruta y demás, mientras mis dos compañeros se acercaban para comer también. Dejé el bol en el suelo, con un par de frutas y, a pesar del hambre que aún tenía, disimulé.

- Que lleno estoy. ¿Vosotros también, verdad chicos? Es la fruta mas buena que he probado en mi vida. - Decía feliz mientras me rascaba la barriga.

Me levanté y me puse a cuatro patas y, Raion, dio un salto y se subió a mi espalda y empecé a caminar hacia la proa. Una vez allí, me senté en la punta con Raion entre mis piernas y empecé a observar. No veía ninguna isla ni nada, estábamos a la deriva, sin un rumbo fijo. Un extraño olor a pólvora me venía desde el este, así que miré hacia allí. A lo lejos, pude ver una silueta, parecía un barco, pero no estaba seguro. ¿Piratas? Me pregunté a mi mismo. Miré a Shion que estaba detrás mío, pero ladeó la cabeza. Solo esperaba que fuese lo que fuese, no fueran hostiles.

- Oye chico, no es por nada pero. ¿Por que estabas en el mar flotando? ¿Que te ha pasado? - Decía curioso mientras me acercaba a él, pero no lo suficiente.

¿Barco pirata? ¿Entonces eres un pirata...? - Le miró ya más relajado. Parecía no asustarle tanto la palabra "pirata" como a mucha gente, es más, parecía aliviado. Axys pensaba que un pirata no le entregaría porque eso pondría en riesgo su propia seguridad.- Y no quiero comer... Estoy bien.- Dice con seriedad y firmeza. Tenía hambre, pero no quería comer. Se cruzó de brazos mirando hacia el suelo, pensando.- Vale, en la próxima isla me bajo... o depende de la isla... - No alzó la cabeza para hablarle, y corto tiempo tras decir aquello se metió en su mundo, pensando en demasiadas cosas.

Cuando Asd comenzó a moverse, Axys alzó rápidamente la cabeza y observó sus movimientos. Comenzó a comer de aquel bol, y sus animales también. Eran unos animales muy extraños que llamaban mucho la atención. No le quitó ojo en todo el rato, escuchando lo que les decía a los animales. A pesar de ya estar relajado, aún desconfiaba, no tanto, pero lo hacía.

Asd se levantó y comenzó a caminar a cuatro patas. Parecía un animal en lugar de un humano. Axys alzó una ceja sorprendido por aquello. Sus ojos rojos siguieron el camino del chico. ¿Quién era él? Simplemente sabía su nombre y que era un pirata, pero no si es una buena persona o no. Asd no parecía ser malo, pero quizá eran meras apariencias y en el fondo era alguien malvado. Axys dudó si acercarse y hablar, quedarse en el sitio o hablarle desde lejos.

Supongo que... Me tiré desde el acantilado tratando de poner fin a mi vida y... No lo conseguí.- Su voz era muy triste y temblorosa. Parecía que se fuese a derrumbar y romper a llorar otra vez. Volvió a mirar hacia el suelo y su pelo tapó sus ojos. Se autoabrazó con fuerza, apretando los brazos con las manos. Hacía fuerza, tratando de no llorar, no quería, le hacía sentir débil.

Tras las palabras de aquel joven, que parecía haberse suicidado, me entró una rabia profunda.. A saber que le había pasado para intentar acabar con su vida. Mis pies empezaron a brillar y explotaron, llevándome al lado de aquel chico en cuestión de un segundo. Me sente a su lado y posé mi mano en su cabeza.

- Chico, deberías apreciar la vida. Si quieres llorar, llora, es lo mejor para ahogar las penas, pero no vuelvas a intentar eso.. Como todas las personas, tienes que tener un sueño y, hasta que no lo cumplas, no mueras. - Le decía con una voz triste.

Hice una señal a Shion y trajo el bol con la comida que sobraba, se lo ofrecí a Axys y me aparté de él.

- Debes comer, tengas hambre o no. Has perdido mucha sangre y debes recuperar fuerzas.

De repente, el olor a pólvora se hacía mas fuerte, parecía que el barco se estaba acercando y, efectivamente, estaban cerca. Había una gran bandera pirata de color negra, con una calavera con afro y bigote. Era un gran barco, enorme, mas grande que el mío y eso me empezó a preocupar. Miré a Raion y Shion y les hice una señal y estos empezaron a esconderse en los camarotes. Miré a Axys y con una sonrisa le dije unas palabras.

- Chico, coge tu espada y escóndete con mis compañeros, esto parece que se pondrá peligroso y no quiero que salgáis heridos.

Empecé a correr hacia el mástil y subí hasta arriba escalando, como un mono y allí me quede observando. Llegarían en cuestión de minutos y tenían pinta de ser hostiles, así que debía estar preparado para la futura guerra.

Antes de dejar a Asd hacer nada, la expresión de Axys cambió totalmente. Levantó la cabeza de súpeto con una mirada distante y una expresión extraña, seria. Parecía como si se tratase de otra persona. Ya no parecía un niño miedica, si no todo lo contrario, incluso daba algo de miedo.

Axys miró fijamente a hombre. Al ver el brillo de sus pies y, casi al instante, a Asder a su lado, se asustó. No comprendía muy bien que ocurría. Pensó que le iba a pegar, pero no. Sintió la mano en su cabeza, pero no era un golpe, simplemente la posó allí.- No puedo apreciar algo que nunca he tenido.- Dijo frío y tajante, manteniendo la mirada hacia el frente.- Y no necesito la compasión y empatía de un desconocido.- Volvió a decir, quitando la mano de su cabeza. Su mirada era seria y distante, perdida en el horizonte.

Y si no como... ¿qué? ¿Vas a hacer algo? ¿Me va a pasar algo? No me importa...- Entrecerró los ojos suspirando. Tras el suspiro, en su rostro se dibujó una pequeña y siniestra sonrisa. Dejó escapar una pequeña risa, algo extraña, que no duró demasiado.

Su nariz captó el olor a pólvora, pero no le dio demasiada importancia. Al parecer, Asd le dio más importancia y salió corriendo hacia el mástil, el cual escaló como un ágil animal. Axys le miró con aquella sonrisa.- ¿Esconderme? He pasado mucho tiempo escondido. Tengo un arma para algo, no la conseguí para ver como un extraño lucha y yo me refugio como un cobarde, ¿entiendes?- Cogió su espada y dio un corte al aire. Cada vez la sonrisa era más amplia y siniestra. Parecía un asesino en aquel momento, deseoso de sangre y muerte.

Soy más fuerte de lo que parece.- Tras decir aquello comenzó a reír. Una risa algo enloquecida que podría asustar a mucha gente. No parecía tener la más mínima intención de abandonar su posición actual ni de esconderse.

Al parecer aquel chiquillo, quería pelear. No podía impedirle que pelease, pero antes de ponerle en peligro, tenía algo planeado. Parecía no tener miedo, una extraña sonrisa siniestra se apoderaba de él y, eso, me preocupaba. No quería que hiciese una locura, así que esperé a que el otro barco se acercara lo suficiente. Mientras miraba al cielo, desde lo alto del mástil, el olor a pólvora de aquel barco inundaba aún mas el mar, ya no se podía apreciar del todo el olor del agua salada y eso, no me gustaba nada. De cada vez se veía con más claridad aquel barco y me fijé, que en cubierta habían mínimo 13 personas. Estaban armadas con sables, así que sería peligroso, podía distinguir a un tipo con un afro de color morado y un extraño bigote largo y enroscado del mismo color. Veía como algunos de ellos preparaban el cañón que tenían, debía hacer algo antes de que disparasen o podrían herir al chico y a mis compañeros. De cada vez estaban mas cerca, hasta que vi que estaban lo suficientemente cerca como para saltar desde el mástil hacia su barco. Me preparé para saltar, apoyé mi mano derecha en el mástil, junto a mis pies, incliné mi cuerpo y miré al chico.

- Axys te llamabas. ¿Verdad? No tendrás que pelear, yo acabaré con ellos. - Le dije con una sonrisa, mientras mis pies brillaban.

De mis pies surgió una gran explosión, que agrietó el mástil un poco, pero fue lo suficiente como para saltar desde allí, a gran potencia, para caer justo después encima de su cañón. La mecha estaba prendiendo y no sabía que hacer, así que con velocidad apunté con el cañón al mástil de su barco y disparó un gran zambombazo que hizo que su mástil cayera al mar, destrozado. Me percaté que un bote con 7 personas armadas con sables estaba dirección a mi barco, supongo que querían abordarlo. Los piratas empezaron a gritar y a llamarme loco por destrozar su barco, pero no lo hubiese hecho si ellos no hubiesen intentado atacarme. Debía acabar rápido con ellos y acabar con los piratas del bote o, Axys, Raion y Shion, estarían en peligro.