[Samanta] El mundo es tuyo. [Pasado - Apollo Belea]

Me encontraba en la plaza relajada alrededor de todos estos lame botas. Estaba relajándome mis sirvientes estaban comprando las cosas necesarias estos nobles hipócritas me astean. Varios de esos candidatos de nobles aquí alrededor mío solo para quedar bien y que les ayude. Mi única finalidad es encontrar un poco de información y cargarla a mi PDB. En estos momentos es cuando me dan ganas de ponerme mi burbuja, de hecho es una buena idea. Me incorpore y me coloque la burbuja pero en todo mi cuerpo aislando un poco el ruido. Había cerca de 4 familias “nobles” tratando de que les diera el visto bueno, pero todos sabían que solo uno lo conseguiría.

-Por algo son escoria, es mas esas personas me caen mejor, que no hacen otra cosa que si no su trabajo para el cual nacieron, como ese panadero de allá. Tu ve y has que su panadería sea digna de mi. No te quedes hay parado como un inútil. Y tu ve y quiero saber en cuanto tiempo estará organizada la biblioteca según mis criterios. No tengo su vida para esperar. –

Me recargue en un muro de granito de las casa nobles, su roca era áspera y desagradable. Aun asi era refrescante, sentía algo de calor, pero no confiaba en ellos para pedir alguna bebida. La confianza es algo que se gana. Atreves del convivio muto de la vida. Seria cuestión de esperar.

El lugar era muy apacible y agradable si quitaba a la gente de mi entorno. Pero no era lo que bsucaba la vida no es interesante si se tiene todo, e visto y conozco la miseria y en algún lugar debe estar, en esos lugares las personas tienen historias interesantes. En esos lugares es donde habitan los fantasmas.

-Se un buen ser y llévame algún lugar miserable de verdad.-

Vi su sorpresa y sus rostros se horrorizaron. Pero después de titubear un poco comenzaron a caminar y les seguí. Estaba algo decepcionada, esa familia que titubeo no debería hacerlo, cualquier otro ser de este pueblo debería hacerlo pero un noble. Joder hare que los maten a todos. Antes de irme. Mientras avanzábamos llegamos a una zona baja de la ciudad, los puestos no eran lujosos y la gente se veía que vivía en la pobreza. Aun que tenían hogar y negocios se veía que eran malos pensando para poder sacarlos adelante.

-Bueno ustedes quédense en este lugar, y manden a llamar a Diana, no pierdan el tiempo. –

Entre a un pequeño restaurante y me le acerque a una señora que estaba detrás de la barra. Ya que los demás nobles estaban fuera troné mi burbuja, el aroma era ciertamente extraño algo la madera y los olores de vegetales y burbujeante sonido. Vi a la señora un tanto nerviosa.

-Me daría por favor si alguien a muerto aquí. –

Note como el silencio reino en el lugar.

Estaba esperando una respuesta podía ver una tenue luz de una vela que estaba sobre el mostrador, el aroma de la parafina me llegaba no era un aroma agradable. Inicie a desesperarme. Si no respondía una simple pregunta, ella sería sin no valía la pena para esta sociedad, aparte de la familia noble que ya tenía un pie en la tumba.

Apenas tomaba mi Pet cuando alguien entro se acercó, no me había percatado del todo, pero era un cliente. Se acerco y estaba aun lado mío. Pidió algo y espere la respuesta de la señora. Deslice gentilmente mis lentes para ajustarlos usando mi mano derecha, al mismo tiempo use mi mano izquierda para sacar mi Pet. Se podía deslumbran un ligero dispositivo negro.

Antes de que lograra pronunciar el comando de voz de lista negra. Aquel hombre me dirigió la palabra, en lo que esperaba ser atendido. Pronuncie con un tono firme aun así, su voz era delicada, suave y se escuchaba de cierta forma gentil. Su voz no demostraba agresión alguna. Levanto ligeramente su rostro en un tono prepotente, pero con mucha suavidad y sonrió. Su sonrisa era delicada y sutil.

-Saludos impertinente, se educado y si quieres hablarme preséntate. De otra manera espera a que te dirija la palabra. Pero ya que dialogamos, enmienda a la señora ya que veo que al menos o eres ignorante o no le tienes respeto a la vida. Tu sabes de algún lugar por esta zona donde allá muerto alguien? o en su defecto has visto morir a alguien? –

Miraba de frente a el hombre, su postura era bastante refinada pero se notaba relajada, aun que de vez en cuando se denotaba que le incomodaba el aroma del lugar. No buscaba ocultarlo, y se tapaba un poco la nariz, al terminar de preguntarle, en ese sutil silencio entre conversaciones se giro de golpe y also la voz aquella mujer.

-Señora atienda si es muda al menos traiga lo solicitado. - Aquella mujer nerviosa y apunto de llorar, pego un brinco después de escuchar eso salió corriendo a la cocina, no logro terminar aquel hombre ni las primeras 5 palabras antes de que la mujer regresara con lo solicitado de la forma mas rápida posible.

Me encontraba en aquel desagradable lugar. Podía ver a los nobles mirando y fisgoneando tanto como podían desde las ventanas o la puerta, pero sin el valor de hacer o decir algo. Alguno que otro pude verle a los ojos de manera inmediata bajaban la cabeza, no eran mas valiosos que mis sirvientes. Condenados seres a la mediocridad. Sin ambiciones que chupar la vida, dinero y dignidad de otros.

Sin embargo entre todo este tumulto recibí trato como se me merece. Una disculpa inmediata, y una presentación como merecía. No deje espacio para el silencio. Claramente acepte la disculpa.

-Disculpa aceptada noble Apollo. –

Desde la perspectiva de aquella mujer era una guillotina para aquel hombre el hecho de que lo reconociera como noble, no sabe si lo es o no. Pero existen debajo de los tenryuubitos dos clases de personas. Las educadas y las no. Todo ser educado es un noble se espera que tenga respeto, cordialidad y además sea honesto. Aquel hombre no llego con sus certificados ni ropas elegantes, pero su educación lo imponía según Samanta como uno. El problema es que no deja margen para el error los seres sin educación son como animalitos que necesitan ser educados, se les castiga y premia. Pero un noble es como un pastor alemán bien entrenado. Si no obedece no tiene sentido su vida ya que se espera la obediencia absoluta. Ahora la mujer solo cumple el único deber que puede con toda su ignorancia es normal que no la atienda como debe. Si fuera un restaurante real. La cosa seria diferente.

Samanta escucho con atención y coloco su mirada fija a sus ojos. Era una mirada penetrante sin miedo, y llena de vida. Aquel hombre hozo preguntar el nombre de la tenryuubito. O al menos eso parecio a los ojos de los nobles, inmediatamente uno entro si chistear estaba enfurecido, cuando Samanta sintió aquella persona entrar antes de que dijera algo levanto su mano izquierda y trono los dedos. Dejo ver la mano completamente abierta, en señal de alto, la agito sutilmente en dirección a la puerta, y el noble comprendió que no deseaba ser interrumpida.

Aquella mujer mostro todo su lado femenino mostrando una postura mas sumisa, pero aun con una mirada taladrante, pero se veía mas apaciguada ya que tenia una delicada sonrisa, meramente duro un instante no fue uno muy largo. Pero lo suficiente como para que se notara.

- Debes reconocerme de ahora en adelante como Samanata Royalsun, puedes dirigirte a mi como Lady Samanta. Noble Apollo.-

Después continuo escuchando y la tendera regreso con la petición de aquel hombre dejándola sobre la barra. Dando unos pasos atrás. Por otro lado Samanta escuchaba con atención.

-Es correcta su aseveración. Por otra parte me parece que mis me trajeron a el lugar mas desdichado que conocen de este lugar. Pero sus palabras captan mi interés, si tenia otros planes deles espacio en otro momento. Le solicito que me escolte hasta tal lugar que usted conoce. Pero si me hará de guía, requiero que tenga unos mejores atuendos. –

Sin mas introdujo su mano en un bolsillo y retiro de el un dispositivo, presiono un botón y menciono con una voz clara la palabra.

-Diana-

Sin que tardara mas de un par de segundos una chica con hermoso vestido floreado y unos lentes sobre su cabello en uso de diadema. Se hiso presente.

-Diana por favor traiga de forma inmediata a los mejores 15 mejores sastres y zapateros. También al mejor carpintero, para que le den un bastón. Necesito que cada sastre este listo para fabricar una prenda. No nos hagas esperar demasiado. El punto de encuentro será la entrada de Gray terminal, y prepara una carpa para los cambios. Al parecer el hombre no a tenido una merienda adecuada. Habla con Janice y que haga una comida rápida de inmediato y la prepare en la carpa. Es todo. –

Aquella mujer con la rapidez que llego no dio tiempo de nada cuando salió a prisa, sin detenerse para nada, no corría, pero se notaba que caminaba con suma elegancia, y directamente con su único cometido, cumplir la demanda de su Ama.

Para cuando inicie mi incursión en aquel misterioso lugar, todos los nobles se horrorizaron y muchos de ellos temieron lo peor, y se fueron. Con justa razón. Pero yo aun no sabia que la ira me consumiría. Caminábamos e hice caso de la sugerencia de mi guía, si consideraba nauseabundo muchos aromas ya existentes de este lado de la ciudad, y me decía que seria peor mas allá del reino. El camino era algo enredado daba giros vueltas en esquinas, parecía una historia de Rinali al moverme entre esas callejuelas. Todo desordenado sin sentido pero con un aire místico de que sucederá algo. Me sentía bastante emocionada de ir, a un lado donde posiblemente vería fantasmas. Ya no podía esperar mas.

-¡Que emocionante! No me había sentido así desde que fui con Janice a por las carpas verdes. –

Lo mencione en voz alta no tenia mucho sentido ni se lo decía a alguien aparentemente, pero llevaba el registro en mi Pet.Para cuando estábamos frente aquella entrada mi emoción desbordaba, hasta ignore la pregunta del guardia, que debió de ser un inmediatamente abro, en lugar de si estamos seguros, si viajamos tanto es por algo. Al cruzar aquel lugar mi sorpresa fue inmensa, pero no lo que esperaba. Era como el infierno.

-Esto es denigrante y asqueroso. –

Podía ver gente mirándome con asombro y lentamente se acercaban, algunos tenían palos, palas y otras herramientas muy poco útiles. Pero se notaban de una forma amenazante. Además Diana aun no estaba en el lugar. Que habría sucedido con ella, no es típico que me haga esperar, tan complicado era encontrar algo de calidad en esta susodicha ciudad de nobles. Me limite a mirar a Apollo. Después de un silencio elocuente le dirigí la palabra.

-No soy muy dada a la agresión pero esas personas se notan hostiles. Apollo tienes el potencial para readecuar su hostilidad a una tarea menos nociva para mi visión, tengo muchas cosas que pensar.-

Es que en verdad estaba atónita. El dirigente de los nobles y su familia moriría. No pueden dejar que tanto personal no se use, tanto territorio se desperdicie. Es simplemente una mala inversión por donde le veas. Todo esta arruinado, un pequeño sector no prosperará como es debido si no se explota al máximo y de forma adecuada los recursos. La sustentabilidad es importante. Esto es un fracaso. Hay coas que se deben cambiar.

Tome una pequeña bolsa que contenían varias de mis gafas, tome unas de armazón azul y guarde las de armazón rojo. Sin duda alguna solo el azul expresaría lo que sentía.

-Estoy harta de este lugar no tengo ni 5 minutos. Esto esta lejos de ser si quiera llamado cementerio. Es simplemente un desorden y caos, que sucede con la organización de la ciudad, como piensan prosperar.-

Todo indicaba que era momento de irme del lugar. Me sentía como si invadiera el hogar de algún lobo, lo defenderían de los invasores. Pobres seres que no entienden que podría ayudarlos. Pero esa nos era mi tarea si no la de los nobles. De esta ciudad les haría llegar una estructura de mi propia cosecha. Pero en este instante debía llamar a Diana.

-Diana, mueve la ubicación a 300 metros de la entrada de forma interna de Gray Terminal.-

Guarde el dispositivo y cuando giraba en dirección a el noble Apollo solté un grito fuerte y agudo, me asusto mucho el disparo.

-AAAAAHHHHHHH!!!!!!-

No esperaba escuchar eso ya que no prestaba atención a lo que sucedía, sin querer, deposite mi confianza en un ajeno. Pero como no hacerlo si a demostrado educación y ninguna acción hostil a mi persona. Una vez mirando y viendo lo sucedido escuche las gentiles palabras de mi acompañante.

-No hace falta las disculpas es como entrar a un bosque y encontrar un animal rabioso hace falta mostrarle fuego, para que busque otro lugar. Ciertamente pero se que Diana aun sigue dentro, me a notificado por mi Pet, que le costaba trabajo reunir a la cantidad de trabajadores ideal para limpiar un poco la zona y colocar todo en el sitio como lo solicite le he dicho que no hacia falta limpiar regresaríamos, y que colocara todo dentro. –

Escuche su consejo pero no hacia falta que lo mencionara me gustaba saber donde estaban siempre y su estado. Es como una mascota si la cuidas y quieres será fiel, y el echo de invertir dinero y tiempo en ella te hace querer cuidarla para no perder lo invertido. Pero era mas a estas alturas como una mutua necesidad, ellos tenían mas e lo que soñaron y yo tenia lo que deseaba. Somos felices.

-Vamos dentro, nos deberá estar esperando Janice con una comida para usted, además diana debió preparar a unos sastres para que le confeccionen unas prendas a su agrado. –

Tras regresar por las entradas de Gray Terminal se lograba ver no muy lejos una carpa y muchos hombre moviéndose de un lado a otro, estaba aun lado de la carpa una sirena de cabello negro y cola negra flotando en una burbuja con una cuerda que al parecer abría la carpa. Aun lado de la grande se encontraba una mas pequeña donde estaba Diana parada, una joven mujer e cabello café, y en ropas ligeras con unas gafas en su cabello mirando a Apollo.

Samanta continuo caminando rumbo a la capra mas grande de manera inmediata Ana abrió la entrada y la cerro.

Diana – Por favor si fuera tan amable, Mi Lady Samanta gusta que le creen un traje en cuanto termine le esperaremos dentro de la carpa para comer. –

Diana alzo la mano en dirección a la diminuta carpa que realmente era algo grande ya que dentro de ella estaban 13 sastres, no eran los solicitados pero si los mejores.

Aquella joven mujer se encontraba sentada, y veía los simples pero elegantes arreglos en tiras blancas de tela que colgaban por la carpa, a su vez podía ver a Janice. Meneando los alimentos sobre un gran comal.

-Janice es un aroma delicioso, no tenia del todo hambre pero ahora mi apetito a de despertar. Deverias tener mas misericordia conmigo, dejar de preparar alimentos tan sabrosos.-

Se podía escuchar el sonido de una conversación dentro de la carpa con suavidad. Dos agentes del gobierno se colocaron frente a la entrada y otros mas rodeaban la carpa. Algunos nobles estaban cercas admirando el espectáculo.
Para cuando ingreso Apollo, se encontraban dos mesas, en las cuales había 3 platos en cada mesa, ambas mesas eran cuadradas y estaban cercas la una de la otra, solo con un ligero ápice de distancia.

-Bien tome asiento por favor. No hace falta dar las gracias, si tiene la educación de un noble, debe vestir como uno. Es parte importante de la vida estar presentable para todos. La integridad, presentación, dignidad, y claramente la educación de uno. Espero sea de su agrado y le agrade la paella con una ensalada de col roja.-

Diana estaba sentada al lado derecho de manera mas cercana a Samanta. Mientras que ele lugar de Apollo estaba al otro lado de la mesa, enseguida a la izquierda, Janice estaba sentada y la sirena contigua a la misma. Frente a Janice estaba del otro lado de la segunda mesa un hombre un tanto mas grande, con un aspecto ligeramente mas descuidado y ropa mas gastada pero su tamaño era un poc mas grande a la media.

El lugar estaba iluminado por unos candelabros en plata con unas finas velas que desprendían un sutil aroma a rosas. Pero estaban a una distancia de 5 metros de la zona de comida, al centro de cada mesa estaban unos platos servidos abundantemente. Janice tomo el plato de Samanata y lo sirvió en proporciones moderadas, y adecuadas para una dama. Le coloco todo en su lugar y abrió una botella de vino, a la cual solo le sirvió a Diana, y quedo a espera de si gustaba con apollo, Samanata tenia un vaso de agua natural en una fina copa de cristal. Ella miraba a pollo con curiosidad.

-Digame noble apollo que quiere de este mundo?-

Janice tras servir el vino paso a tomar su lugar todo estaba en orden, y ella estaba lista para servir mi plato y llevármelo como de costumbre.

Una sonrisa escapo a mi, que ocurrente era Apollo, nunca había escuchado esa frase y era tan clara como el agua. Ciertamente no importa que tanto Cuides tu apariencia o incluso de joyas, si no eres un noble no lo eres. Le pregunte quedo un momento en silencio después le escuche con atención, pude notar una sonrisa picara de Ana al otro lado de la mesa. Derick por otro lado estaba serio y mirando con cautela. Diana y Janice estaban calladas mirándose y mirándome. Después inicio a hablar Apollo. Escuche que fue exiliado, no seria diferente a muchos de mis sirvientes. De alguna forma les privaron algo que les pertenecía. Pero ahora poseen mas de lo que desearon jamás. Realmente me tenia sin interés su exilio, pero era algo que a el le importaba tome mi copa de cristal y finamente la acerque a mis labios donde dio un ligero sorbo escuchándole hablar. Su único propósito era saber el porqué de su exilio. Eso inicio a intrigarme, llamo mi atención algo que no me interesaba, por que alguien con sus talentos y educación seria exiliado. No parecía tener sentido ni para el mismo.

Tras escuchar atentamente sus palabras, permanecimos todos en silencio e iniciamos a comer, no era como que tuviera mucha hambre pero con esa niña la gula se hacia a mi presente con tan deliciosos manjares que preparaba. No podía evitar al menos probar, comí lentamente y muy ligero, lo suficiente como para degustar el platillo. Diana por otro lado se sentía alegre otra vez de comer. Si seguía así perdería la línea. Al terminar bebí un poco mas de agua. Despues el silencio fue interrumpido con unas palabras de apollo.

Todas las miradas se posaron en mi. No pude evitar sonrojarme. Ahora que lo pensaba no había estado frente a un hombre que fuera noble. Eso me ruborizo, intente mantener la compostura, pero vi de reojo a Diana como sonrió con picardía. Eso rompió mi porte un poco. Después regrese con una sonrisa la mirada a apollo.

-Muchas gracias, pero no hace falta que se exprese asi. Si quiere saber de la procedencia de aquel vino, pregúntele a quien sabe del tema, Janice le podrá indicar toda la información. –

Ana y diana se miraron y se dirigieron sonrisas picaras, no podía dejar que pasara esto, pero ellas sabían que al colocar todo esto es por que algo me llamaba, y ellas lo notaron.

-Apollo ire directo al grano, es muy agradable, y veo que es muy útil, mi única escolta con capacidades combativas es Janice, pero no siempre puede estar con la carga del cuidado de mi seguridad. Mucho menos si pasamos hambre. Le ofrezco ser mío. Mi pacto con usted constara de cumplir su deseo de saber el por que de su exilio. Si quiere saber algo de mi pregúntelo ahora mismo. Solo lo diré una vez, y si es una oferta que no repetiré. -

Estaba atenta a sus palabras, sabia que aceptaría quien podría negarse a mi, llevaba tres peticiones y las 3 eran siempre un si. Ahora seria mi cuarta, esto seria genial. Tendría una aventura grandiosa iría a una isla que en mi vida había oído hablar de ella. Seria de esas aventuras que Rinali adoraba.

-Muy bien pues no se toque mas el tema bienvenido seas a la protección de los Royalsun, asi como yo espero protección de ti. Seras el líder en jefe de mi seguridad, una tarea en la que te apoyara Janice. Aun que como notaras mi prioridad para ella es la cocina. –

Note como salió de aquel lugar, no tuve que siquiera dar una sola palabra de que nos marchábamos de ese lugar. Llegamos en busca de información de la biblioteca sobre fantasmas. Ya ni me importaba tenia un nuevo sirviente, uno muy amable. Y todo indicaba que diestro en combate. Mi alegría era amplia, no pude contener mi cuerpo e inicie a bailar. Tome mi compostura y Salí.

-Bueno no hace falta esperar mas, mi propósito en esta isla era encontrar un fantasma o información de lo mismo, pero ahora e encontrado algo mejor a ti. Asi que vámonos no perdamos mas tiempo en este lugar. Que hace falta recorrer mas osas e ir a cumplir tu cometido. –

Los nobles en mi entorno se denotaban sorprendidos y como no, mi sonrisa era de lado a lado, de tener un armazón de gafas para la alegría extrema lo usaría en ese instante. Era momento de seguir y sin mas me dirigí hacia mi barco. Los nobles se acercaron para mostrar repeto y todo eso, pero no me interesaba.

-Diana cumple los caprichos a 2 familias nobles, recuerda que no se excedan. Nos retiramos. -