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![La Potencial Amistad Krau-Sai [Rol Maestro-Alumno] Empty](https://2img.net/i/empty.gif)
El barco del Almirante Samegure paseaba por el mar, este era un enorme acorazado lleno de marines a su servicio. El demonio de la niebla se hallaba sobre la cubierta, su mirada era seria ante todo, portaba aquellos vendajes que siempre le acompañaban. No llevaba puesta la camiseta, así dejando ver su poderoso cuerpo a la vista, en la espalda portaba su funda negra con su espadón dentro y a cada lado de la cintura una funda blanca dónde portaba sus machetes de Kairouseki. El navío se dirigía hacia la isla de Casino, allí fue dónde tuvo su primera misión con su flota especial, la cual fue un fracaso debido al abandono de más de la mitad de los miembros, quedando tan solo tres. Esta vez había quedado allí con un chico, un joven cazador llamado Saito, aunque no era un simple cazador, era uno de los mejores amigos del Almirante.
- Pasen por al lado del puerto, les llamare dentro de unas semanas por el Den Den Mushi. Tened cuidado en el viaje de vuelta chicos.
Una vez el barco hubo pasado cerca del puerto, el demonio saltó a la madera del muelle y empezó a caminar. El navío siguió su viaje alejándose de allí, en la muñeca derecha del espadachín de la niebla había un Den Den Mushi negro de muñeca, con eso alertaría a sus tropas. La razón de la visita y de que fuera a quedarse tanto tiempo, era porque iba a enseñar al chico el poder del haki armadura. Un cazador se dedicaba a cazar piratas ante todo y por ello era un aliado qué merecía ser potenciado. Además también le serviría para tocar a usuarios del tipo logia y para defenderse de situaciones difíciles. El cielo estaba nublado, sin embargo no había indicios de ningún tipo de lluvia por el momento, lo que hizo que todo fuera algo más fácil. Había escogido aquella isla para alojarse en el hotel del casino por las noches, dinero no le faltaba, ya que tras el arresto del traidor de Trevor, había recibido mucho dinero.
Ahora llegó a un pequeño parque justo a la entrada de las puertas del enorme local, en medio había una fuente con una estatua de un ángel expulsando agua por la boca. Alrededor había unos seis bancos y varios árboles, el Almirante se sentó en uno de ellos, varias miradas se fijaron en él, cosa que ignoró. Pegó un leve suspiro y entrecerró los ojos, ya estaba listo, solo faltaba que Saito llegara al lugar acordado. Se había enterado de que el chico estaba en el gremio de su viejo amigo, Takeshi Yamamoto, más razón para ayudarle. Al parecer había otro líder al que no conocía, pero ese era otro tema, estaba allí para lo que estaba, enseñar al chico el Boushoki haki y empezar con el entrenamiento.
- Parece que esto está muy calmado hoy
- Pasen por al lado del puerto, les llamare dentro de unas semanas por el Den Den Mushi. Tened cuidado en el viaje de vuelta chicos.
Una vez el barco hubo pasado cerca del puerto, el demonio saltó a la madera del muelle y empezó a caminar. El navío siguió su viaje alejándose de allí, en la muñeca derecha del espadachín de la niebla había un Den Den Mushi negro de muñeca, con eso alertaría a sus tropas. La razón de la visita y de que fuera a quedarse tanto tiempo, era porque iba a enseñar al chico el poder del haki armadura. Un cazador se dedicaba a cazar piratas ante todo y por ello era un aliado qué merecía ser potenciado. Además también le serviría para tocar a usuarios del tipo logia y para defenderse de situaciones difíciles. El cielo estaba nublado, sin embargo no había indicios de ningún tipo de lluvia por el momento, lo que hizo que todo fuera algo más fácil. Había escogido aquella isla para alojarse en el hotel del casino por las noches, dinero no le faltaba, ya que tras el arresto del traidor de Trevor, había recibido mucho dinero.
Ahora llegó a un pequeño parque justo a la entrada de las puertas del enorme local, en medio había una fuente con una estatua de un ángel expulsando agua por la boca. Alrededor había unos seis bancos y varios árboles, el Almirante se sentó en uno de ellos, varias miradas se fijaron en él, cosa que ignoró. Pegó un leve suspiro y entrecerró los ojos, ya estaba listo, solo faltaba que Saito llegara al lugar acordado. Se había enterado de que el chico estaba en el gremio de su viejo amigo, Takeshi Yamamoto, más razón para ayudarle. Al parecer había otro líder al que no conocía, pero ese era otro tema, estaba allí para lo que estaba, enseñar al chico el Boushoki haki y empezar con el entrenamiento.
- Parece que esto está muy calmado hoy
Saito
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El mar mecía el bote mientras disfrutaba de una cabezadita antes de llegar a isla casino, ya que hace tiempo hablé con Krauser para quedar, ya que me enseñaría el haki armadura, pero la verdad, es que Krauser me sorprendió eligiendo una isla creada para la fiesta y el despendole. Por desgracia para mí no escuche ningún alboroto, ninguna música marchera se escuchaba por el lugar.
-Vaya isla más sosa, parece que está dirigida por viejos –Dije mientras ataba mi bote-
Divisé un poco lo que había a mí alrededor, algunos barcos de lujo y un sinfín de puestos para los visitantes. Aquel lugar estaba desierto prácticamente, ya que yo era el único que andaba por aquella zona. Decidí acercarme a echar un ojo a los puestos antes de ir al lugar acordado, en estos puestos vendían todo tipo de artículos de fiesta como bebidas, disfraces, matasuegras, petardos...etc.
En uno de los puestos había un burro que tenía un cartel colgado de su cuello al igual que una bolsa marrón de cuero, me dio curiosidad por saber que ponía, por lo que me acerqué al animal con tranquilidad para que no se asustara. Cuando me situé enfrente del animal pude leer perfectamente lo que ponía.
-¿Cocinar chimichangas? Si es solo un animal… creo que le faltaba algún tornillo a su antiguo dueño. – recalqué mientras acariciaba el morro de aquella burra-
Miré dentro de aquella bolsa de cuero, y en ella había un traje rojo que parecía de sadomasoquismo, cuando saqué el traje de la bolsa una carta se calló al suelo, me agache para recogerla y acto seguido la abrí y empecé a leerla.
-Menudo loco era tu dueño Ramona, era muy gracioso jajaja. Espero que haya centrado la cabeza ese hombre.
Miré aquel disfraz mientras pensaba que hacer con él, me encontraba en una isla casino y todo el lugar estaba muerto, por lo que decidí ponerme aquel traje para avivar el ánimo de esa isla. Me puse aquel disfraz y dejé mi ropa en la bolsa de cuero que portaba Ramona.
-Vaya, parece que tu dueño tenía la misma talla que yo, me queda como un guante, algo estrecho de paquete, pero bien al fin y al cabo.
Al verme Ramona con el traje de su antiguo dueño, esta se abalanzó hacia mí y empezó a lamerme.
-Jajaja, ¿echabas de menos a tu dueño verdad?, no te preocupes, ¡yo seré ahora tu nuevo dueño Ramona! –Acaricie a Ramona mientras me lamia- Vamos a comprar una radio para darle algo de animo a esta isla, así mientras no dirigimos al parque donde he quedado con mi amigo llevamos la fiesta con nosotros.
Me dirigí al puesto de al lado y compre una radio, la probé y sintonice una cadena en la que estaban sacando música de fiesta. Me monté en Ramona y me dirigí con ella al punto acordado con la música a toda pastilla.
A los cinco minutos llegué al parque y pude ver a Krauser sentado en el.
-¡Krauser mueve el culo que estamos en una isla creada para la fiesta! – Dije mientas bailaba encima de Ramona y me dirigía hacia él.
(OFFROL: Dado que Deadpool es mi hermano, tengo su consentimiento de poder manejar su personaje o usar su ropa. Con usar su personaje me quiero referir al rol social, no bélico)
-Vaya isla más sosa, parece que está dirigida por viejos –Dije mientras ataba mi bote-
Divisé un poco lo que había a mí alrededor, algunos barcos de lujo y un sinfín de puestos para los visitantes. Aquel lugar estaba desierto prácticamente, ya que yo era el único que andaba por aquella zona. Decidí acercarme a echar un ojo a los puestos antes de ir al lugar acordado, en estos puestos vendían todo tipo de artículos de fiesta como bebidas, disfraces, matasuegras, petardos...etc.
En uno de los puestos había un burro que tenía un cartel colgado de su cuello al igual que una bolsa marrón de cuero, me dio curiosidad por saber que ponía, por lo que me acerqué al animal con tranquilidad para que no se asustara. Cuando me situé enfrente del animal pude leer perfectamente lo que ponía.
Cartel escribió:“Hola me llamo Ramona, mi antiguo dueño me abandonó para convertirse en un buen ejemplo para la sociedad, ya que este vivía una vida de vicio y lujuria. Me gustaría que alguien me adoptase, soy muy mansa y se cocinar chimichangas.”
-¿Cocinar chimichangas? Si es solo un animal… creo que le faltaba algún tornillo a su antiguo dueño. – recalqué mientras acariciaba el morro de aquella burra-
Miré dentro de aquella bolsa de cuero, y en ella había un traje rojo que parecía de sadomasoquismo, cuando saqué el traje de la bolsa una carta se calló al suelo, me agache para recogerla y acto seguido la abrí y empecé a leerla.
Carta escribió:“¡Me llamo Deadpool y soy el señor de las fiesta y el rey de las chimichangas!, este traje que ves, vale más que cualquier cosa en el mundo, y más que las prostitutas vietnamitas de 13 años. Bueno, voy al grano que me estoy enrollando y este herpes ya me empieza a picar… Este traje solo se lo podrá poner alguien que pueda rivalizar conmigo, pido por favor que ningún sosaina use este traje, ya que mancillara mi nombre. Vuélvete un auténtico rey del desfase con este traje y mantén mi recuerdo vivo.
PD: Mariquita quien lo lea.
PD2: Este traje tiene efectos secundarios como: Herpes, ladillas, gonorrea y un sinfín de enfermedades venéreas.
PD3: Ramona era mi esposa, por lo que te la sedo, es una viciosilla sin límites así que aprovéchate de eso e.é.”
-Menudo loco era tu dueño Ramona, era muy gracioso jajaja. Espero que haya centrado la cabeza ese hombre.
Miré aquel disfraz mientras pensaba que hacer con él, me encontraba en una isla casino y todo el lugar estaba muerto, por lo que decidí ponerme aquel traje para avivar el ánimo de esa isla. Me puse aquel disfraz y dejé mi ropa en la bolsa de cuero que portaba Ramona.
-Vaya, parece que tu dueño tenía la misma talla que yo, me queda como un guante, algo estrecho de paquete, pero bien al fin y al cabo.
Al verme Ramona con el traje de su antiguo dueño, esta se abalanzó hacia mí y empezó a lamerme.
-Jajaja, ¿echabas de menos a tu dueño verdad?, no te preocupes, ¡yo seré ahora tu nuevo dueño Ramona! –Acaricie a Ramona mientras me lamia- Vamos a comprar una radio para darle algo de animo a esta isla, así mientras no dirigimos al parque donde he quedado con mi amigo llevamos la fiesta con nosotros.
Me dirigí al puesto de al lado y compre una radio, la probé y sintonice una cadena en la que estaban sacando música de fiesta. Me monté en Ramona y me dirigí con ella al punto acordado con la música a toda pastilla.
A los cinco minutos llegué al parque y pude ver a Krauser sentado en el.
-¡Krauser mueve el culo que estamos en una isla creada para la fiesta! – Dije mientas bailaba encima de Ramona y me dirigía hacia él.
(OFFROL: Dado que Deadpool es mi hermano, tengo su consentimiento de poder manejar su personaje o usar su ropa. Con usar su personaje me quiero referir al rol social, no bélico)
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fuerza
Fortaleza
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Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
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El marine continuaba allí sentado, mirando tranquilamente como la gente entraba y salía del casino. Pensaba en las muchas cosas que tenía planeadas para el cazador, iba a empezar por el gimnasio interior de aquel enorme lugar. Estaba orgulloso de su nuevo puesto como Almirante, ahora era uno de los cuatro hombres más importantes de la marine, todavía no se lo terminaba de creer. Sin duda alguna iba a haber muchos cambios, quería una marina justa y no un gobierno asesino con sus idiotas agentes del CP. Por tener carta blanca creían que podían ir matando de gratis a los ciudadanos y eso era algo que repudiaba el castaño. Ahora pegó un leve suspiro y cerró los ojos del todo, trataba de no dormirse pero el chico tardaba mucho. ¿Qué diablos estaría haciendo?
De repente un sonido extraño llegó hasta sus oídos, era una música típica de fiestas y celebraciones marchosas. Seguramente era alguien armándola con ganas de pasarlo bien, abrió su ojo derecho y pudo ver algo que le hizo levantarse de repente. “!Deadpool!” pensó por un momento, creía que aquel maldito de Uracha le había matado en la isla del alfa y el omega. Eso era debido a que luego el maldito criminal estaba vivo, empezó a trotar hacia él escuchando sus palabras cuando de repente activó su haki de observación. Se frenó en seco alzando la ceja derecha, se trataba de Saito, al parecer llevaba el mismo traje y además era la preciosa burra. ¿Acaso el agente había abandonado el CP y había camuflado su aura? No entendía nada pero por el momento sonrió tranquilo caminando hacia su amigo.
- Joder Ramona, cuanto tiempo sin verte. Pensé que habías muerto en la Búster Call de Loguetown o te había dado un coma etílico.
Pasó su mano derecha acariciando la cabeza del animal para después observar al chico, no entendía mucho que hacía con aquel traje puesto, pero no era momento para aquello. Debía enseñar el haki armadura al cazador, el Almirante veía a los cazadores como grandes aliados en los qué confiar. Además de que no tenían motivos para traicionar a nadie, siempre pensaban en la pasta o al menos la mayoría de ellos, no todos. El asesino ahora dio un paso atrás mientras señalaba el casino con su mano derecha y le hacía un gesto al joven para que le siguiera mientras caminaba hacia el sitio.
- Saito te he reconocido, ese traje pertenecía a Deadpool, un agente del Cipher Phol. Peleó contra un hombre llamado Uracha… un criminal. No estoy seguro pero creo que murió, cosa que espero que no sea cierta, me caían bien. Esa era su burra, Ramona, que recuerdos me trae esto. Maldito Uracha…
De repente un sonido extraño llegó hasta sus oídos, era una música típica de fiestas y celebraciones marchosas. Seguramente era alguien armándola con ganas de pasarlo bien, abrió su ojo derecho y pudo ver algo que le hizo levantarse de repente. “!Deadpool!” pensó por un momento, creía que aquel maldito de Uracha le había matado en la isla del alfa y el omega. Eso era debido a que luego el maldito criminal estaba vivo, empezó a trotar hacia él escuchando sus palabras cuando de repente activó su haki de observación. Se frenó en seco alzando la ceja derecha, se trataba de Saito, al parecer llevaba el mismo traje y además era la preciosa burra. ¿Acaso el agente había abandonado el CP y había camuflado su aura? No entendía nada pero por el momento sonrió tranquilo caminando hacia su amigo.
- Joder Ramona, cuanto tiempo sin verte. Pensé que habías muerto en la Búster Call de Loguetown o te había dado un coma etílico.
Pasó su mano derecha acariciando la cabeza del animal para después observar al chico, no entendía mucho que hacía con aquel traje puesto, pero no era momento para aquello. Debía enseñar el haki armadura al cazador, el Almirante veía a los cazadores como grandes aliados en los qué confiar. Además de que no tenían motivos para traicionar a nadie, siempre pensaban en la pasta o al menos la mayoría de ellos, no todos. El asesino ahora dio un paso atrás mientras señalaba el casino con su mano derecha y le hacía un gesto al joven para que le siguiera mientras caminaba hacia el sitio.
- Saito te he reconocido, ese traje pertenecía a Deadpool, un agente del Cipher Phol. Peleó contra un hombre llamado Uracha… un criminal. No estoy seguro pero creo que murió, cosa que espero que no sea cierta, me caían bien. Esa era su burra, Ramona, que recuerdos me trae esto. Maldito Uracha…
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