Dexter -VS- Cleón

En la ciudad de Water Seven se encontraba el que es probablemente el Shichibukai más arrogante, egolatra y provocador, el gladiador conocido como "El intocable" llamado Cleón. Este cansado de ser poco conocido de entre los shichibukais decidió lanzarse a la caza de uno de los supernovas más fuertes del momento, Dexter Black. Sabía de sobra que hacerse con el dragón haría que su reputación aumentase nuevamente, y aunque corriese el peligro de perder el puesto si perdía aceptaba el reto, siempre escuchó que los asesinos de dragones eran mundialmente conocidos luego.

Cleón sigue la pista del supernova hasta colocarse frente a la famosa Galley-La, en el Dique 1. Sin embargo Cleón no lleva la indumentaria típica en él, puesto que va vestido de incógnito hasta el punto de que nadie pensaría que es el Shichibukai intocable.

El cielo está nublado, pero no llueve, al menos por ahora, y corre una brisa fresca por toda la isla proveniente del mar.

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* Turnos: Dexter-Cleón-Dexter-Cleón...
* Este es el NPC, Cleón.
* Reto con posibilidad de muerte.
* Si Cleón gana recibirá la recompensa por derrotar a Dexter y se actualizará al np'c para mejorarlo.
* Si Dexter gana, Cleón será cesado como Shichibukai y un emisario le buscara para tenderle la propuesta de ser Shichibukai.
* No habrá saltos de turnos.
* Si gana Dexter, gana 1.500 de exp, si pierde y sigue con vida, 1.000.

"Vaya, W7... Aquí seguro que tienen lo que busco", se decía a sí mismo mientras aterrizaba en uno de los muelles de la isla, tratando de pasar inadvertido, en forma humana tan sólo con su par de alas a la espalda, aunque ver un ángel de alas azules era verdaderamente llamativo, y más cuando aquellas alas eran membranosas, casi como las de un murciélago.

Alguna gente parecía que lo miraba, y guardó sus alas, que poco o nada tardaron en fundirse con su cuerpo. No quería atraer miradas indiscretas de ningún lado, ya estaba bastante harto de tener que huir casi siempre de todas partes, cuando sólo buscaba seguir su vida y terminar sus investigaciones. Si se encontraba con un estorbo más lo aplastaría. Pero primero quería lograr sus inversores de flujo para la idea que tenía en mente.

"Dique 1...". El gran número destacaba entre la piedra gris, casi blanca de los grandes muros. Era fácil comprender, sobre todo después de ver la ciudad desde el aire, por qué era conocida como la Capital del Agua, y no era sino por un manantial en el centro, que separaba toda la tierra en pequeñas isletas. Era una isla preciosa, y había leyendas acerca de sucesos de más de cien años atrás en ella, más en concreto en el propio Dique 1, donde se encontraba Galley La, un taller (decir taller era poco) de carpintería, especializado en grandes navíos, los "Mejores de Grand Line", según ellos mismos, aunque llegado el momento tendría tiempo de comprobarlo, cuando encargara la Nueva Joya, un plan de futuro...

"Pero por mirar no perdemos nada", pensó, y se acercó un poco a la compañía. Había gente extraña, y carpinteros entrando y saliendo, botando piezas al mar para comprobar si servían, y en el interior se preparaban dos barcos, uno de ellos con una gaviota tallada. No había que ser un lince para imaginar qué significaba aquello. Era un barco destinado a la marina.

-¡Eh, tú! Esta zona es de clientes y trabajadores. Si no vienes a hacer un encargo, largo.

-Oh, disculpe- el hombre había sido bastante grosero, pero Dexter puso su mejor cara, y cuando se dio la vuelta para alejarse del taller se fijó en algo extraño. Casi todo el mundo se movía de un lado para otro, pero había uno que permanecía quieto, como expectante... Y olía a Akuma no mi... Podría ser peligroso, y no parecía tener buenas intenciones. Lo mejor iba a ser no quitarle ojo de encima, aunque quería ir a por sus cachivaches...

-No hagas nada malo, amigo- dijo, señalándolo con el dedo. Algo le decía que eso le iba a traer problemas, pero era un héroe patológico-. O volveré y te daré unos azotes.

Dio la vuelta, dispuesto a encontrar una tienda de componentes electrónicos, costara lo que costase, pero atento con su olfato al calor que desprendía ese hombre, por si tenía que reaccionar ante algo. "A ver si tengo suerte y se queda quietecito...".

Esos malditos periodistas no hacen mas que hablar de los nuevos piratas y nos dejan de lado a los veteranos, cuando si quisiéramos podríamos matarlos en cuestión de segundos... sobretodo de ese tal Dexter, ¿Qué clase de nombre era ese? Solo por tener ese nombre no debería de salir en un periódico si no es para reírse de él, un estúpido dragón mas... les odio, y algún día daré caza a alguno, quizás a ese mismo, el tal Dexter.
-¡Eh, tú! Esta zona es de clientes y trabajadores. Si no vienes a hacer un encargo, largo.- Escuché a lo lejos saliendo de mis pensamientos por su culpa.

No sería capaz de dirigirse así a mi ¿No? Porque las llevaría clara por faltarle el respeto a una persona como yo. Al parecer no, no era para mi, era para un tipo que estaba frente a él, nada más y nada menos que el tipo de sus pensamientos, Dexter.

-No hagas nada malo, amigo- dijo, señalándome con el dedo.- O volveré y te daré unos azotes.

-¿Qué cojones?...- Dije en voz baja viendo como se giraba dando la vuelta. - Prepárate para morir niñato...- Solté sonriente y corriendo hacia él.

Supuse que al ser un dragón tendría un gran sentido de la audición y el olfato, por lo que llamé la atención a posta corriendo hacia su posición, para que una vez detrás de él apoyase la lanza en el suelo y para catapultarme hasta estar sobre el con el escudo entre su cabeza y mi cuerpo protegiéndome, mi idea era tan simple como eficaz con una persona normal y corriente, aplastarlo con el escudo que soportaría mi peso. [A.F-Haki armadura Nivel 2]

Al tiempo que hacía esto extendía mi mano izquierda con la lanza sujeta hacia arriba, preparado para lanzar un corte profundo si se movía para esquivarlo incapacitado para verme.

"Ciertamente, se ha mosqueado". El tipo se dirigía a él, haciendo bastante más ruido del que haría una persona normal. Seguramente llevara algo muy pesado, como una mochila, una maleta, o... "Un escudo". Algo se clavó detrás de él, y la masa de calor estaba saltando sobre él, como si usara algo de pértiga, impulsándose para quedar delante de él, pero parecía que, por la postura que adoptaba, trataba de abalanzarse sobre él. Tal vez fuera esa extraña aura que lo acompañaba, quizá la extraña sombra que se cernía sobre él o, aunque era muy dudoso, aquellas palabras que dijo casi como un susurro, declarando que lo iba a matar. Seguramente de no poder escuchar todo lo que sucedía en una distancia cuánto menos aberrante aquel ataque lo habría cogido por sorpresa.

-Eso es muy poco caballeroso, amigo- dijo, sonriendo, al tiempo que doblaba ligeramente sus rodillas, lo que generó una pequeña corriente, suficiente para que un tornado comenzara a girar a su alrededor, que en un instante tomó un color azul, y ardió.

Al momento se concentró gran parte en su brazo izquierdo, e imbuyó a ambos de Resistencia Dracónida, tomando el remolino forma de taladro, y lo elevó según comenzaba a saltar, concentrando toda la fuerza que podía en sus piernas y alzaba la mano. Tenía fuerza suficiente para llevarse por delante aquel escudo, y si lo apuraban tal vez para derribarlo a él, pero iba a asegurar lo que fuera aquello. La parte restante salió disparada hacia su espalda, donde estaría el objeto que aquel tipo usaba. Salía con bastante fuerza, casi toda la suya de hecho, suficiente para desestabilizarlo e impedir una gran defensa. Luego le preguntaría qué carajo intentaba. El mundo estaba lleno de gente violenta...

Dragon Slash [AF]: Resistencia Dracónida+Fuerza primordial+Camino del Fuego+Saltico y Golpe.

Podía sentir el peligro, el escudo estaba a punto de ser atravesado por su puño, impresionante que tuviese semejante fuerza. Rápido decidí abandonar el escudo soltándolo y comprobé con mis propios ojos que mi previsión era cierta, la mano del oponente acaba de atravesar el escudo, y no era una mano cualquiera, estaba rodeada de algo bastante extraño y similar a un remolino. Sin duda el joven era digno de ser afamado en el mundo.

Aprovechando que su mano estaba atravesando el escudo cree rápido un escudo de un metro de ancho y largo, hecho con titanio, y con un borde bastante afilado, capaz de cortar casi cualquier cosa, incluso varios metales. Su mano estaría atrapada con el escudo, por lo que tenía que lanzarlo antes de que se lo quitase, pero tenía que contar con la posibilidad de que usase el propio escudo como defensa, en cuyo caso mi próximo ataque lo partirá también.

Haciendo uso de mi fuerza, capaz de destruir casi todo lo que me proponga, lancé dicho escudo en dirección en su cabeza, con esperanza de cortarla, o en su defecto cortar algún miembro de su cuerpo de un tajo, desde luego si no lo evadía sería lo que sucedería. Para añadir más potencia lo bañé de haki, de esta forma iría aún más rápido y con más fuerza. [A.M.F-Haki Armadura Nivel 2]


Caí al suelo tras esto con la lanza aún en la mano y me alejé varios metros andando hacia atrás, con la lanza puesta frente a mi de manera defensiva, nunca sabía como reaccionaría el oponente. En ese instante cree un escudo doble, es decir, dos escudos pegados para doblar la resistencia de este, el peso por suerte no iba a ser un lastre para un devastador como yo.
- Vamos novato, te voy a enseñar como se lucha de verdad y sin usar tantas cositas como ese remolino que tenías en la mano.-Le dije divirtiéndome con esto y formando en mi mente el próximo ataque.

El escudo quebró como si de mantequilla se tratara. Estaba bastante seguro de que aquello se debía o bien a que aquel hombre no cuidaba suficientemente de sus cosas y se encontraba en un mal estado o simplemente, como decía Tom, no controlaba su propia fuerza. Luego, en cualquier caso, debería pedir disculpas a aquel extraño tipo que lo había atacado por decirle que se portara bien, aunque cabía la posibilidad de que estuviera abalanzándose sobre él sólo para explicarle que no era un tipo malo. Aunque prontamente se demostró que eso no fue así, pues comenzó a generar un escudo que, más que escudo, parecía una cuchilla rotacional de aserradero, destinada a sajarlo, y la lanzó contra su mano. ¿Estaba lanzándole cuchillas? Menudo antipático.

Por suerte aquel ataque era exageradamente simple, y con retirar la mano del escudo rápidamente eso sólo le raspó los nudillos, aunque bien raspados. Por un instante la sangre bañó su mano, le había cortado parte de la carne, pero por suerte se regeneraba con prontitud, y en poco tiempo logró dejar de sangrar. Sin embargo su instinto había despertado, el olor de la sangre llamaba a la bestia, y entre aquello y el dolor por el corte su mente se nublaba. Una furia asesina comenzaba a recorrerlo, y ya no importaba hacerle daño. Él había intentado cercenarle la mano. Iba a morir.

Saltó a su forma híbrida en un abrir y cerrar de ojos, y un aura naranja lo envolvió. El frenesí había comenzado, era hora de cazar. En combinación, gracias a aquella forma reptiliana alcanzaba los quinientos kilómetros por hora, y el turbo aumentaba su capacidad por cuatro. De sus escamas nacía una capa de electricidad estática que bañaba su cuerpo, y palpitaba, por la tensión del aire, provocando un cierto olor a quemado. Sin dudarlo un solo instante, envolvió todo su cuerpo en púas de viento imbuidas en resistencia dracónida, por cuyo interior circulaba y se acumulaba electricidad, de forma que amplificaría tanto el daño como las probabilidades de noquear al oponente.

Se lanzó a su máxima contra el enemigo, que se ocultaba bajo un escudo bastante grueso, pero a la velocidad que iba lo destruiría sin ningún problema. Sus puños eran más duros que casi cualquier metal, y su velocidad ayudaría a mellar aquella defensa, pero no era todo. Una vez hubo alcanzado a su objetivo y lanzado un puñetazo (sin reducir la velocidad antes del impacto), se movió a casi la misma velocidad a su espalda, y lanzó otro puñetazo mientras liberaba electricidad voluntariamente y generaba una cúpula de viento alrededor de ambos contendientes. Iba a chamuscarlo.

Dragon Smash: Thunder and Punch [AMF]

Demasiada potencia, el gladiador sintió como sus huesos se rompían bajo los golpes del pirata. La electricidad estática a su alrededor empezó a cremarlo vivo. Sin embargo, pese a sus heridas, fue capaz de crear una serie de escudos de goma a su alrededor, cubriéndolo por completo, de modo que aquella electricidad no llegó a afectarle hasta un punto mortal.

- Maldito... pirata. -logró murmurar antes de caer al suelo, humeando y con dos enormes moratones donde el ahora nuevo Shichibukai le había golpeado.

Ganador: Dexter