Un día perdido... [Privado León & Dexter]

Casas, casas, casas, y alguna que otra palmera. Eso era todo lo que había en esta isla, ni un pequeño trozo de alegría, de un bar, de algo de diversión, no... solo había sol, personas, animales, casas, palmeras, un faro muy lejano y mas palmeras.
- ¿Cómo es que me han mandado aquí?... Esta es la isla más aburrida de todo el mundo... -Dije resignado con las manos en la cara y lanzando un suspiro de desesperación. - Dios... si de verdad existe, mandame algo de entretenimiento porfavor.

Era un día muy bonito, pero preferí meterme a un bar, donde había un tipo moreno, que parecía querer entretenimiento.

-Hola, me llamo Dexter. ¿Quieres ser mi amigo?- le dije con alegría.

Una gaviota se me cagó encima y miré al cielo sonriendole a Dios.

- Gracias Dios, era justo lo que necesitaba.

Me levanté dando una patada a una palmera con tal mala suerte de que no solo me hice daño, sino que un coco se me cayó encima haciéndome sangre sin que me diese cuenta, esta pasó entre mis cejas sin poder verla y entré en un loca que al parecer era un bar.
- Hola, ¡Esto es un atraco! Jajajaja, que no, que es broma. Dame un vaso de leche camarera- Le dije al camarero.

Allí vi a un tipo con pelo raro hablando con un perro negro y peludo sentado en un taburete.
- Eh, ¿Te está molestando perro?

Un tío que olía a tabaco de forma bastante fuerte preguntó de forma muy descortés al hombre frente a mí si lo molestaba, así que le arreé una colleja.

-¿Qué dices? Pero Pero... ¿Qué dices?

Veo como aquel hombre se enfadó porque le preguntase al perro si le estaba molestando, hasta el punto que intentó darme una colleja, y en el momento justo desaparecí y aparecí detrás de él dandole yo una colleja al perro.
- Mierda, me equivoque.

Miré al otro hombre y le di una colleja también.
- Perdón, me había confundido. ¿Cómo estás?

En el instante en que vi al tipo desaparecer tras el perro, hice lo mismo. Fue en ese momento que hice lo mismo, pero coincidió que estaba de vuelta y nos chocamos, o eso pensé. Al parecer era una columna que repentinamente había aparecido ahí.

-¡Tranquilos! Por suerte no hay nadie herido, pero llamad a la Marine, hay que investigar esto.

El tipo desapareció también, y para mayor sorpresa, el perro también. Pero apareció chocandose contra una columna, y para mi desgracia su codo impactó contra mi pie, haciendome sufrir un dolor enorme.

- ¡¡ME HAS PISADO!!

Caí en el suelo dando vueltas y mas vueltas, el dolor no se iba, al contrario, aumentaba, y mi mirada de odio era cada vez mayor mirando a aquel individuo.
- ¡¡ME HAS HECHO UNA EGINCE!!

Al parecer, a aquel tipo le había hecho una egince. ¿Qué sería aquello?

-¡Llamad a una ambulancia! ¡Necesita una matrona! Va a dar a luz.

Supuse, y esperaba que inequívocamente, el hombre estuviera encinta. Al fin y al cabo, no había nada en sus libros de ciencias Random que dijera lo contrario. Aunque mayormente eran tratados matemáticos... Pero poco importante.

Miré atentamente a aquel hombre y las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos, ese hombre estaba siendo compasivo conmigo y se preocupaba por mi estado. El sudor recorría mi cara por el dolor de la egince y me acerqué a su posición arrastrándome.

- Tu has tenido la culpa... tendrás que mantenerme a mi y a nuestro hijo, luisito.

-No.

Un sentimiento de dolor invadió mi corazón, sentía como la sangre en mi cuerpo se paralizaba y mi órgano bombeante dejaba de latir, la piel se volvió blanca y mis dientes tiritaban.

- Mi tío murió frente a mi... nunca conocí a mis padres... este niño va a nacer sin una madre ¿Sabes? Y para un niño, la protección materna es vital para su mera existencia... el principal vínculo y el más persistente de todos es habitualmente el que se establece entre la madre y el niño, y se consolida como un vinculo afectivo cuando existe un amor reciproco entre el recién nacido y su madre. Este vínculo será la base sobre la cual se desarrollaran los demás vínculos que establecerá el ser humano con las demás personas a lo largo de vida.

Desde que el bebé está en el vientre, la madre empieza a relacionarse con el bebé, siente sus movimientos, sus pataditas, le habla y comienza a pensar y a crearse imágenes sobre él, posteriormente cuando el bebé nace, la madre tendrá la necesidad tenerlo en sus brazos, de contemplarlo, acariciarlo, mecerlo y protegerlo. El contacto corporal, el intercambio de miradas y sonrisas entre la madre y el bebé y todas las expresiones de afecto entre ambos son las que irán formando el vinculo madre-hijo.

El vínculo se desarrolla como consecuencia de las repuestas de la madre ante las conductas innatas del niño. Desde que él nace, empieza a interactuar con la madre a través del contacto piel a piel, las miradas y la interacción entre ambos en el momento de la lactancia. El bebé empieza a reconocer y diferenciar a la persona que lo acompaña y lo cuida siempre, posteriormente mostrará preferencia por esa persona, estará contento con su compañía y se disgustará en su ausencia, éstas son las manifestaciones que indican el desarrollo del vínculo entre la madre y su hijo.

-Lo comprendo, pero de verdad, que no. Paso. Entiéndelo, lo nuestro terminó. Además, ni siquiera estás embarazado. Sólo son gases.

- Es cierto... pero los gases son como pequeños hijos nuestros ¿No? ... tienen sentimientos, valores personales...

Me senté en el taburete nuevamente y suspiré.
- Vale tío, no te ralles... pero si me quieres, vete.

-Los pedos son como los hijos. Sólo huelen bien a sus padres. Adiós.

Y Dexter se fue haciendo mutis por el foro.