Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Villa Syrup, lo más relajante era llegar a una villa alejada de todo, cero marines, cero cazadores de recompensas, fuertes por lo menos, no había nada en un lugar bastante alejado del Grand Line y este sitio era perfecto para descansar, Bien, me pasearé por la Villa haber que encuentro. pensaba Midorima mientras se levantaba y estiraba, había llegado hace una media hora y en el primer gran árbol que encontró se puso a dormir, la sombra, el viento y el poco calor que sentía lo hicieron dormir y reponer energías en esa gran media hora, pero ahora, debía de explorar un poco más la Villa y encontrar algo que hacer, comer quizás era una buena opción, o tomarse algo en un bar o bien simplemente no hacer nada y solo ver.
Midorima caminó tranquilamente por los caminos de la Villa, una sonrisa boba se dibujaba en su rostro a ratos, tanta paz era divertida, hace tiempo que solo se dedicaba solamente a luchar y derrotar a cualquier persona que se le cruzara en su camino, pero ahora era diferente, podía ser el mismo por unos días, quizás meses, quien sabía. No podía negar que estaba bastante relajado en esa isla, de hecho, hasta sus ropas lo demostraban, una playera color amarilla en su torso, un traje de baño de color negro con algunos toques azules, y para finalizar, unas sandalias, en su cabeza usaba una gorra a juego de la polera. El viento era exquisito, apenas se sentía el calor, el día estaba agradable y entonces lo vio, un hermoso restaurant casi al final antes de doblar de nueva cuenta, su estomago rugió de forma suave, y eso lo decidió iba a comer algo ya luego vería que hacer.
Entró con calma, el restaurant estaba prácticamente vació, algo ideal para Midorima ya que quería comer pegado a la ventana más grande que daba al pueblo y que de alguna u otra forma ver todo lo que pasaba, se sentó tranquilamente en una mesa para dos y esperó a que llegara el camarero, no se demoró mucho en llegar –lo lógico viendo que casi nadie estaba ahí mismo y los que estaban ya disfrutaban de sus comidas- era un adulto joven, de unos cuarenta, pelo castaño y unos ojos inusualmente rojos, pero a pesar de ese aspecto se notaba alguien de muy buena voluntad, Midorima vio la carta y pidió lo que le encantaba.
Una porción de papas fritas con un gran pedazo de carne y por favor, una botella del mejor vino que tengan.
Mencionó tranquilamente mientras dejaba la carta en la mesa, el camarero asintió con la cabeza para finalmente irse, era hora de esperar a que su plato estuviera servido, aparte de eso, se iba a tomar un poco de vino solo, el resto lo iba a guardar para el viaje, nunca se sabía cuándo era necesario tener un poco de ese hermoso licor. Sin más se quedó mirando a la gente que pasaba, buscando algo…no sabía qué, pero algo buscaba.
Midorima caminó tranquilamente por los caminos de la Villa, una sonrisa boba se dibujaba en su rostro a ratos, tanta paz era divertida, hace tiempo que solo se dedicaba solamente a luchar y derrotar a cualquier persona que se le cruzara en su camino, pero ahora era diferente, podía ser el mismo por unos días, quizás meses, quien sabía. No podía negar que estaba bastante relajado en esa isla, de hecho, hasta sus ropas lo demostraban, una playera color amarilla en su torso, un traje de baño de color negro con algunos toques azules, y para finalizar, unas sandalias, en su cabeza usaba una gorra a juego de la polera. El viento era exquisito, apenas se sentía el calor, el día estaba agradable y entonces lo vio, un hermoso restaurant casi al final antes de doblar de nueva cuenta, su estomago rugió de forma suave, y eso lo decidió iba a comer algo ya luego vería que hacer.
Entró con calma, el restaurant estaba prácticamente vació, algo ideal para Midorima ya que quería comer pegado a la ventana más grande que daba al pueblo y que de alguna u otra forma ver todo lo que pasaba, se sentó tranquilamente en una mesa para dos y esperó a que llegara el camarero, no se demoró mucho en llegar –lo lógico viendo que casi nadie estaba ahí mismo y los que estaban ya disfrutaban de sus comidas- era un adulto joven, de unos cuarenta, pelo castaño y unos ojos inusualmente rojos, pero a pesar de ese aspecto se notaba alguien de muy buena voluntad, Midorima vio la carta y pidió lo que le encantaba.
Una porción de papas fritas con un gran pedazo de carne y por favor, una botella del mejor vino que tengan.
Mencionó tranquilamente mientras dejaba la carta en la mesa, el camarero asintió con la cabeza para finalmente irse, era hora de esperar a que su plato estuviera servido, aparte de eso, se iba a tomar un poco de vino solo, el resto lo iba a guardar para el viaje, nunca se sabía cuándo era necesario tener un poco de ese hermoso licor. Sin más se quedó mirando a la gente que pasaba, buscando algo…no sabía qué, pero algo buscaba.
Drakcerna Kazu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Vagabundeando en isla e isla, me encontré con la hermosa villa de Villa Syrup. Era un entorno animado y a la vez sorprendiendo su belleza, era alegría y animación de las aves que sobrevolaba por donde quiera que fuera. El cielo acompañaba al entorno, soplando una agradable brisa que refrescaba en cualquier esquina. Era demasiado tranquilo, pacifico y totalmente sin indicio de criminalidad. Me sorprenda ver a personas hablando pacíficamente, un lugar perfecto a donde descansar por unos días antes de ir a la fortaleza. No sabia que me podía deparar el futuro, pero muchas cosas podría pasar.
Caminaba tranquilamente por las calles, Kaze dormía tranquilamente dentro de la riñonera, no daba ningún alboroto de los suyos. La suerte que esa criatura comió antes que yo. Girando por calle sí o por calle no, acabe parando justo enfrente de un restaurante con pinta de bastante caro, pero con buena vista del paisaje. Suspire un poco mirando el cartel de la entrada del menú y ojeando la cartera que sacaba de mi mochila de viaje. La ojeaba un poco mirando si tenía lo justo para comer. Di unos pequeños pasos hacia la puerta de aquel sitio, coloque mi mano derecha sobre el pomo, y a empujar hacia dentro chocando con una pequeña campana que colgaba sobre ella haciendo sonar una suave melodía de ella.
Al entrar a aquel restaurante, resaltaba bastante de los demás que iban mas veraniegos que yo, una joven de unos 21, con una sudadera vieja y negra que le tapaba hasta la nariz, con unos pantalones largos y vaquero que ondeaba con la brisa. Un hermoso pelirrojo era su cabello sujeto con una cinta blanca en el pelo que sujetaba parte de su cabellera pareciendo que lo tuviese por detrás el pelo más corto, que por su flequillo llegaba hasta la axila. Lo que más resaltaba de ella era sus ojos de color marrón claro.
Caminaba despacio a una mesa más escondida, pero aun así tenía una ventana hacia la derecha que mostraba parte de aquel paisaje, no era el mejor sitio del restaurante, pero preferiría estar un poco escondida. Cuando se acercó el camarero, le pedí un plato de espagueti a la boloñesa, y un refresco de cola. Los pocos clientes que había en aquel lugar me ojeaban, y con mi mano izquierda subí un poco mi sudadera. -Ya sabía con perfección que hacía calor como para llevar una sudadera, pero no me gusta que me vea la gente, y aun así llamo la atención, ¡que cretinos!...- Pensé de mientras el camarero me coloco el refresco sobre la mesa y miraba a la ventana un poco ida metiéndome en mis pensamientos.
Caminaba tranquilamente por las calles, Kaze dormía tranquilamente dentro de la riñonera, no daba ningún alboroto de los suyos. La suerte que esa criatura comió antes que yo. Girando por calle sí o por calle no, acabe parando justo enfrente de un restaurante con pinta de bastante caro, pero con buena vista del paisaje. Suspire un poco mirando el cartel de la entrada del menú y ojeando la cartera que sacaba de mi mochila de viaje. La ojeaba un poco mirando si tenía lo justo para comer. Di unos pequeños pasos hacia la puerta de aquel sitio, coloque mi mano derecha sobre el pomo, y a empujar hacia dentro chocando con una pequeña campana que colgaba sobre ella haciendo sonar una suave melodía de ella.
Al entrar a aquel restaurante, resaltaba bastante de los demás que iban mas veraniegos que yo, una joven de unos 21, con una sudadera vieja y negra que le tapaba hasta la nariz, con unos pantalones largos y vaquero que ondeaba con la brisa. Un hermoso pelirrojo era su cabello sujeto con una cinta blanca en el pelo que sujetaba parte de su cabellera pareciendo que lo tuviese por detrás el pelo más corto, que por su flequillo llegaba hasta la axila. Lo que más resaltaba de ella era sus ojos de color marrón claro.
Caminaba despacio a una mesa más escondida, pero aun así tenía una ventana hacia la derecha que mostraba parte de aquel paisaje, no era el mejor sitio del restaurante, pero preferiría estar un poco escondida. Cuando se acercó el camarero, le pedí un plato de espagueti a la boloñesa, y un refresco de cola. Los pocos clientes que había en aquel lugar me ojeaban, y con mi mano izquierda subí un poco mi sudadera. -Ya sabía con perfección que hacía calor como para llevar una sudadera, pero no me gusta que me vea la gente, y aun así llamo la atención, ¡que cretinos!...- Pensé de mientras el camarero me coloco el refresco sobre la mesa y miraba a la ventana un poco ida metiéndome en mis pensamientos.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima seguía esperando su comida, en ese lapsus de espera el sonido de la puerta de entrada abriéndose le llamó la atención, observó con cuidado a la persona que estaba entrando, le llamaba la atención que con el calor que hacía esta llevara una sudadera y una vaqueros largos, su pelo rojo era llamativo, y lo mejor de todo, era al menos por lo que veía una elegante mujer. La miró de reojo y se sentó un par de mesas atrás suyo, el camarero al fin había llegado con su pedido, olía muy bien, como esa comida del hogar y la botella de vino estaba sobre una cubeta con hielos, Esto es perfecto, sin marines, sin cazadores, sin problemas…seguramente este sea uno de esos pocos días en donde tenga esta tranquilidad. pensaba a la par que empezaba a comer, lo primero que hizo fue cortar un pedazo de carne, lo junto con algunas papas fritas y lentamente se lo llevó a la boca, comió despacio para agarrar todos los sabores posibles, tragó despacio y sintió como es que una explosión de sabores surgía a la par que bajaba por su garganta y perderse en su estómago, estaba demasiado bueno.
Aunque la comida era buena, le faltaba algo, una buena compañía. Se levantó tranquilamente agarrando su plato, y con la otra mano la cubeta con la botella de vino, aun cerrada. Caminó con decisión rumbo a la mesa donde estaba aquella mujer que vestía muy raro para este tipo de calor, sin decirle algo, se sentó tranquilamente dejando su plato con cuidado en la mesa al igual que la cubeta de hielo, cortó un trozo más de carne y se lo tragó mirando a aquella nueva compañera, de vista era mucho más bonita de lo que se imaginaba, sus ojos eran marrones casi miel, un hermoso color, su piel era tostada Midorima pensó que aquella chica había estado mucho tiempo al sol, pero al parecer era su tono de piel natural.
Hola, ¿te parece que comamos juntos? Es muy aburrido comer solos, ¿no crees?.- le dijo con una leve sonrisa amigable, destapó el vino usando meramente su dedo y atrapando el corcho con velocidad antes de que este saliera volando hacía algún lugar inesperado y así evitar algún accidente.- Por cierto, soy Midorima Shintaro ¿cómo te llamas tú? Y otra cosa…¿no crees que si quieres pasar desapercibida esa ropa no te ayuda?.- le preguntó clavando sus ojos verdes en los suyos, mantuvo su sonrisa amigable y mientras le hablaba se servía algo de vino en una copa grande, la llenó hasta la mitad. Dio un pequeño sorbo y al igual que todo lo que había probado, estaba delicioso. Sin más mientras comía lentamente, espero alguna respuesta de aquella chica, si se quedaba bien y si se iba pensando que era un pervertido ya pensaría que hacer para hacer que esa chica fuera su compañera de comida.
Aunque la comida era buena, le faltaba algo, una buena compañía. Se levantó tranquilamente agarrando su plato, y con la otra mano la cubeta con la botella de vino, aun cerrada. Caminó con decisión rumbo a la mesa donde estaba aquella mujer que vestía muy raro para este tipo de calor, sin decirle algo, se sentó tranquilamente dejando su plato con cuidado en la mesa al igual que la cubeta de hielo, cortó un trozo más de carne y se lo tragó mirando a aquella nueva compañera, de vista era mucho más bonita de lo que se imaginaba, sus ojos eran marrones casi miel, un hermoso color, su piel era tostada Midorima pensó que aquella chica había estado mucho tiempo al sol, pero al parecer era su tono de piel natural.
Hola, ¿te parece que comamos juntos? Es muy aburrido comer solos, ¿no crees?.- le dijo con una leve sonrisa amigable, destapó el vino usando meramente su dedo y atrapando el corcho con velocidad antes de que este saliera volando hacía algún lugar inesperado y así evitar algún accidente.- Por cierto, soy Midorima Shintaro ¿cómo te llamas tú? Y otra cosa…¿no crees que si quieres pasar desapercibida esa ropa no te ayuda?.- le preguntó clavando sus ojos verdes en los suyos, mantuvo su sonrisa amigable y mientras le hablaba se servía algo de vino en una copa grande, la llenó hasta la mitad. Dio un pequeño sorbo y al igual que todo lo que había probado, estaba delicioso. Sin más mientras comía lentamente, espero alguna respuesta de aquella chica, si se quedaba bien y si se iba pensando que era un pervertido ya pensaría que hacer para hacer que esa chica fuera su compañera de comida.
Drakcerna Kazu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Miraba un poco la ventana con tranquilidad tan metida en mi pensamiento, suspiraba un poco de vez en cuando. Pero de pronto a mirar a al frente, un tipo raro colocaba su cubiertos enfrente mía, tenía el unos ojos verde y una sonrisa bastante boba, pero lo veía que era amigable. Pero aun así no se esperó a que le dijera un no cuando me pidió de sentarse. Se sentó al momento y empezó a comer delante de mí de su plato de patatas y filete. La verdad tenia buena pinta aquel plato. Me ajuste un poco la sudadera tapándome un poco la cara, y de mientras vi como el tipo destapaba la botella que aquel corcho un poco más y parecía la bala de una peligrosa arma. Pero aun así lo cogió justo antes de que saliera disparada. No paraba de clavarle mi mirada a aquel hombre, me sorprende que últimamente se me acercaban toda persona desconocida. Pero aun así no le di importancia, de vez en cuando necesitaba algo de compañía, más cuando quería relacionarme e intentar ser lo menos malhumorada e vergonzosa.
Al pasar unos minutos, el tipo se presentó, fue educado eso sí. Pensé mirando la ventana evitando las miradas. Vino justo el camarero con mi plato de espagueti a la boloñesa. Deslice un poco mi flequillo con mi índice de la mano derecha, -gracias- dije con tono serio. Y mire al Tipo sonriente un poco molesta, pero sin importarme de que estaba sentado junto a mí. -Mi Nombre es Kazu… Drakcernas Kazu…. Pero la verdad ni me diste de tiempo de decirte no,- mientras acercaba mi mano izquierda a la sudadera desabrochando un poco. Mostraba mejor mi hermoso rostro. Se me notaba un poco entrecortada, no estaba acostumbrada a hablar con alguien tan a sola, y más con un desconocido. Mire mi plato y con mi mano derecha cogí el tenedor y empecé a enrollar aquella pasta, lo acerque a mi boca dando un pequeño soplido y me lo metí en la boca saboreándolo con cautela. –Esta delicioso- justo dije cuando trague aquella comida.
Al rato me percate de algo, aquel tipo me resultaba familiar, no sabía de qué. Entre serré los ojos – ¿me suena tu cara de algo-, solté una pequeña sonrisa, pero al momento suspire -será de algún anuncio o algo de periódico- dije sin importarme nada aquel tipo –pero eso sí, no te arrimes mucho…- parecía malhumorada cuando dije eso e proseguí con la comida dando de vez en cuando sorbos a aquel refresco.
Al pasar unos minutos, el tipo se presentó, fue educado eso sí. Pensé mirando la ventana evitando las miradas. Vino justo el camarero con mi plato de espagueti a la boloñesa. Deslice un poco mi flequillo con mi índice de la mano derecha, -gracias- dije con tono serio. Y mire al Tipo sonriente un poco molesta, pero sin importarme de que estaba sentado junto a mí. -Mi Nombre es Kazu… Drakcernas Kazu…. Pero la verdad ni me diste de tiempo de decirte no,- mientras acercaba mi mano izquierda a la sudadera desabrochando un poco. Mostraba mejor mi hermoso rostro. Se me notaba un poco entrecortada, no estaba acostumbrada a hablar con alguien tan a sola, y más con un desconocido. Mire mi plato y con mi mano derecha cogí el tenedor y empecé a enrollar aquella pasta, lo acerque a mi boca dando un pequeño soplido y me lo metí en la boca saboreándolo con cautela. –Esta delicioso- justo dije cuando trague aquella comida.
Al rato me percate de algo, aquel tipo me resultaba familiar, no sabía de qué. Entre serré los ojos – ¿me suena tu cara de algo-, solté una pequeña sonrisa, pero al momento suspire -será de algún anuncio o algo de periódico- dije sin importarme nada aquel tipo –pero eso sí, no te arrimes mucho…- parecía malhumorada cuando dije eso e proseguí con la comida dando de vez en cuando sorbos a aquel refresco.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima escuchaba cada palabra de la chica, no pudo evitar soltar una risita ante el comentario de que no le había dado tiempo de que le dijera que no, pero si esperaba hubiera sido aburrido, ella se había presentado como Drakcernas Kazu, un nombre algo raro y peculiar que por lo menos nunca antes había escuchado antes. Cuando ella le afirmó que su cara le sonaba de algo, tragó su comida de algo nerviosa, su cabeza era en parte buscada por ser un pirata pero más que eso, y hasta quizás más importante, que ahora era parte de la banda de Dexter Black, su capitán, amigo y en parte su rival, que le había causado más de un problema al Gobierno Mundial y que ahora su cabeza valía lo suficiente como para que alguien viviera sin complicaciones durante un año Me pregunto que pasara si le digo que soy un pirata y que soy parte de la banda de Dexter Black… pensaba mientras bebía de su copa de vino.
Pues Kazu, es casi obvio que mi cabeza aparecerá en los periódicos o en otros lados…pues yo soy….- tomó una breve pausa, agarró su cuchillo con el que cortaba carne, y lo apuntó a la cara de su compañera, no le iba a hacer daño y solo lo iba a usar para jugar, también apoyó su codo derecho en la mesa y apoyó su cabeza en su mano mientras se ladeaba un poco.- Yo soy un pirata. dijo sin vacilar, sus ojos estaban algo más serios pero seguía la misma sonrisa divertida de antes.- Pero tranquila, yo no hago daño siempre y cuando me lastimen. O bien, cuando alguien le hace algo a alguno de mis amigos. puntualizó antes de volver a su posición normal y comer tranquilamente, si se lo había dicho era para jugar un poco más, de reojo notó como es que un par de sujetos lo miraban de forma extraña, seguramente estaban sorprendidos porque alguien dijera algo así de forma tan ligera, sea como sea, lo ignoró totalmente.
Midorima estaba tranquilo, no tenía problemas, sabía que si las cosas se ponían feas siempre podía escapar y dudaba mucho que alguien le pudiera hacer frente, aunque dudaba de Kazu la única que veía con ciertas posibilidades de atrasar su escape pero de todas formas, escaparía de una u otra manera. Sin más siguió disfrutando de su comida, esperando la reacción de su compañera.
Dime Kazu ¿A qué te dedicas? ¿Eres pirata igual que yo? ¿Una cazadora de recompensas? ¿Una marine?
Preguntó sin levantar la mirada, estaba enfocado en acabar su plato, este encuentro algo extraño se estaba poniendo divertido a su manera, Midorima tragó despacio y luego bebió otro trago más de vino, luego de aquello guardó silencio mientras se sentaba bien y miraba a los ojos a Kazu. Su compañera y quizás, por qué no, su nueva amiga aunque eso dependería de su respuesta, Shintaro estaba ansioso de escuchar aquella respuesta, en toda la conversación mantuvo su sonrisa divertida.
Pues Kazu, es casi obvio que mi cabeza aparecerá en los periódicos o en otros lados…pues yo soy….- tomó una breve pausa, agarró su cuchillo con el que cortaba carne, y lo apuntó a la cara de su compañera, no le iba a hacer daño y solo lo iba a usar para jugar, también apoyó su codo derecho en la mesa y apoyó su cabeza en su mano mientras se ladeaba un poco.- Yo soy un pirata. dijo sin vacilar, sus ojos estaban algo más serios pero seguía la misma sonrisa divertida de antes.- Pero tranquila, yo no hago daño siempre y cuando me lastimen. O bien, cuando alguien le hace algo a alguno de mis amigos. puntualizó antes de volver a su posición normal y comer tranquilamente, si se lo había dicho era para jugar un poco más, de reojo notó como es que un par de sujetos lo miraban de forma extraña, seguramente estaban sorprendidos porque alguien dijera algo así de forma tan ligera, sea como sea, lo ignoró totalmente.
Midorima estaba tranquilo, no tenía problemas, sabía que si las cosas se ponían feas siempre podía escapar y dudaba mucho que alguien le pudiera hacer frente, aunque dudaba de Kazu la única que veía con ciertas posibilidades de atrasar su escape pero de todas formas, escaparía de una u otra manera. Sin más siguió disfrutando de su comida, esperando la reacción de su compañera.
Dime Kazu ¿A qué te dedicas? ¿Eres pirata igual que yo? ¿Una cazadora de recompensas? ¿Una marine?
Preguntó sin levantar la mirada, estaba enfocado en acabar su plato, este encuentro algo extraño se estaba poniendo divertido a su manera, Midorima tragó despacio y luego bebió otro trago más de vino, luego de aquello guardó silencio mientras se sentaba bien y miraba a los ojos a Kazu. Su compañera y quizás, por qué no, su nueva amiga aunque eso dependería de su respuesta, Shintaro estaba ansioso de escuchar aquella respuesta, en toda la conversación mantuvo su sonrisa divertida.
Drakcerna Kazu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Comía tranquilamente acompañada, no sabía cómo hablar con aquel tipo. Pero cada vez que le miraba a la cara me sentía cómoda, casi se me escapaba alguna risa de vez en cuando pero intentaba mantener la compostura. Pensaba que por la duda de no recordad de donde vi su rostro le hubiera molestado o algo, tampoco sabía quién era aquel tipo. Me preocupaba algo, pero seguía comiendo de vez en cuando parándome y mirándole, hasta que dijo algo que me llamo la atención. Me quede atenta a lo que iba a decir, por lo visto le notaba nervioso por lo que iba a decir. Durante esa larga y eterna pausa que dio me puse algo nerviosa, parecía que quería decírmelo enserio, pero le costaba soplar esas palabras. Coloque mi mano derecha sobre mi mejilla e su mismo codo sobre la mesa suspirando de vez en cuando clavándole mis ojos sobre los suyos. Hasta que dijo lo que quería decir agarrando su cuchillo y apuntándome a mí, estaba aquel cubierto muy cerca de mi cara, no quería montar nada de escándalo y me mantenía en silencio mirándole fijamente. Quería descansar del largo viaje y comer tranquila, pero…
-¿Un pirata?- mantenía la compostura en ese momento, su ojos decía con total seriedad. – Así que un pirata, de todo modo con esa sonrisa tuya bastante divertida no lo pareces, peros tus ojos indica lo contrario- a decir aquellas palabras mantuve el silencio, me preocupaba por las demás personas, a oír aquellas palabras. – Te creeré, pero aun así no me importa de que seas pirata o no en esto instante- lo dije casi susurrando para las demás personas no lo escuchara y el al menos lo entendiera. Luego volvió a seguir comiendo, y vi que mi vaso de refresco estaba vacío e mi comida casi entera aun y aun así mire por la ventana. No quería meterme en líos y justo antes días antes de alistarme definitivamente a la marina. –Además si tu fuera pirata, no tendría esa risa tan divertida- justo dije abrochándome la sudadera para ocultar la sonrisa que logro salir, no quería alterar al tipo, le creía a la perfección. Pero aun así dijo una segunda pregunta.
- ¿A que me dedicaba?, mantenía el silencio mirando un poco hacia abajo suspirando con mi rostro oculto, -La verdad, no sé ni yo misma a que me dedico en esto instante, puede que sea pirata, pero una pirata de los viajes, ¿cazadora?... no me apetece cazar ni siquiera a un animal. ¿Y marine?... tal vez, pero no de momento, no lo sé la verdad…- me centre por unos segundo en mis pensamiento con casi un silencio absoluto. Pero al rato volví con la palabra en la boca mirándole a sus ojos. –No sé si serviré para marine la verdad….- me quede un poco muda sin apartarle la mirada, sabía que tenía que tener cuidado con aquel tipo, no quería estropear esta paz que había conseguido después de tiempo. –llevo meses buscando a alguien por mi cuentan, pero la única manera es entrar a la marina para encontrar información, tampoco es que me intereses tú, aunque piense que soy tu enemiga, no lo soy en estos momento, pero en un futuro seguramente si… - apoyaba mi otra mano sobre la mejilla, confiaba en mi misma, pero no del todo como para pelear. No me apetecía realmente. – Entonces, ¿soy tu enemiga por pensar que estoy a nada de entrar a la marina por días, semanas o meses?, considerarme lo que más desees en esto instante, pero es mejor que me marche si le molesto por decirle la verdad-. Coloque ambas manos sobre aquella mesa levantándome con cautela, mi plato de comida aun apenas lo había tocado, aun así tenía hambre aun. Retire la silla y empecé a buscar la cartera de mi mochila para dejar lo que debía de la comida aguardando el silencio. Pero aun así esperaba a la respuesta que me daría con la cartera en mano y bastante relajada.
-¿Un pirata?- mantenía la compostura en ese momento, su ojos decía con total seriedad. – Así que un pirata, de todo modo con esa sonrisa tuya bastante divertida no lo pareces, peros tus ojos indica lo contrario- a decir aquellas palabras mantuve el silencio, me preocupaba por las demás personas, a oír aquellas palabras. – Te creeré, pero aun así no me importa de que seas pirata o no en esto instante- lo dije casi susurrando para las demás personas no lo escuchara y el al menos lo entendiera. Luego volvió a seguir comiendo, y vi que mi vaso de refresco estaba vacío e mi comida casi entera aun y aun así mire por la ventana. No quería meterme en líos y justo antes días antes de alistarme definitivamente a la marina. –Además si tu fuera pirata, no tendría esa risa tan divertida- justo dije abrochándome la sudadera para ocultar la sonrisa que logro salir, no quería alterar al tipo, le creía a la perfección. Pero aun así dijo una segunda pregunta.
- ¿A que me dedicaba?, mantenía el silencio mirando un poco hacia abajo suspirando con mi rostro oculto, -La verdad, no sé ni yo misma a que me dedico en esto instante, puede que sea pirata, pero una pirata de los viajes, ¿cazadora?... no me apetece cazar ni siquiera a un animal. ¿Y marine?... tal vez, pero no de momento, no lo sé la verdad…- me centre por unos segundo en mis pensamiento con casi un silencio absoluto. Pero al rato volví con la palabra en la boca mirándole a sus ojos. –No sé si serviré para marine la verdad….- me quede un poco muda sin apartarle la mirada, sabía que tenía que tener cuidado con aquel tipo, no quería estropear esta paz que había conseguido después de tiempo. –llevo meses buscando a alguien por mi cuentan, pero la única manera es entrar a la marina para encontrar información, tampoco es que me intereses tú, aunque piense que soy tu enemiga, no lo soy en estos momento, pero en un futuro seguramente si… - apoyaba mi otra mano sobre la mejilla, confiaba en mi misma, pero no del todo como para pelear. No me apetecía realmente. – Entonces, ¿soy tu enemiga por pensar que estoy a nada de entrar a la marina por días, semanas o meses?, considerarme lo que más desees en esto instante, pero es mejor que me marche si le molesto por decirle la verdad-. Coloque ambas manos sobre aquella mesa levantándome con cautela, mi plato de comida aun apenas lo había tocado, aun así tenía hambre aun. Retire la silla y empecé a buscar la cartera de mi mochila para dejar lo que debía de la comida aguardando el silencio. Pero aun así esperaba a la respuesta que me daría con la cartera en mano y bastante relajada.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima escuchaba con atención las palabras de Kazu, su nueva compañera e inclusive en estos pocos segundos se había convertido en su nueva amiga, hace tiempo que no lo hacía de esta manera, siempre se hacía amigos agarrándose a hostias contra otros y ya pensaba que había perdido los buenos modales y costumbres. Suspiró alegremente al notar que Kazu no se había sorprendido tanto ante sus afirmaciones, luego le habló de sus intenciones, quería ser marine pero no sabía si iba a poder entrar, afirmaba que buscaba a alguien y que eventualmente en un futuro serían enemigos Idiota, nunca te lastimaría ni aunque fueras mi peor enemiga. pensaba a la par que escuchaba el resto, era una chica interesante. Aunque al parecer, al tener destinos diferentes, ella pensaba que lo molestaba cuando en verdad le agradaba su presencia. Midorima se levantó tranquilamente mientras se acaba su copa de vino y entonces le dijo.
No somos enemigos, ya te dije, solo lastimo a quien me lastima o bien, a quien trata de lastimar a mis amigos..- antes de terminar su frase en su totalidad, sacó un par de buenos billetes de berries, lo suficiente como para pagar su comida y la de Kazu con facilidad.- Kazu, yo invito. Anda vayamos a conversar a otro lado, ¿quieres?.- preguntó con una sonrisa, dejó los billetes en la mesa y se giró para dirigirse a la salida, en su interior sabía que lo iba a seguir o por lo menos algo le daba esa tremenda seguridad. Estaba a nada de empezar a caminar cuando notó que algunos hombres, que se notaba estaban pasados de copas, se levantaron con fuerza…Midorima suspiró de forma pesada al ver que se dirigían hacia donde estaban ellos, al parecer la tranquilidad estaba siendo interrumpidas por tres idiotas borrachos.
He tú deja a esa jovencita
Dijo el que parecía ser el más grande en edad, su tono era extraño, casi cantarín, y entre cada frase soltaba el típico “¡hip!” Midorima lo ignoró, sabía que tenía que hacer algo pero no entendía qué hacer, si los atacaba podría hacer que Kazu le tuviera miedo por su personalidad, fue entonces que notó como uno de ellos sacaba un gran cuchillo de sus ropas, era el fin de esos tipos. Aquel tipo no tardó un segundo en lanzar aquel cuchillo con fuerza, pero al estar borracho su puntería era pésima, aquel cuchillo iba dirigido hacia la joven compañera de mesa, se movió con velocidad e interceptó el cuchillo frenándolo usando su mano completamente, lo agarró por el filo, esta estaba cubierta en una ligera capa de su Haki Armadura pero aun así se había hecho algo de daño y su sangre caía como gotitas al suelo.
Jugar con estas cosas es peligroso, mejor lárguense si no quieren salir lastimados…o bien lastimar a alguien, trío de idiotas.
Dijo mientras lanzaba con fuerza aquel cuchillo, su puntería era casi perfecta usando este tipo de armas y logró hacer que el cuchillo apenas rozará la cara de uno de ellos para clavarse casi en su totalidad en uno de los pilares, notó como es que al tipo que el cuchillo había rozado tenía una pequeña herida, eso fue suficiente como para que los tres, algo enojados, se sentaran de nuevo…todo había vuelto a la calma y ahora sí, que se podían ir.
Lo siento por eso Kazu…entonces ¿nos vamos?.- preguntaba mientras dejaba algo más de dinero sobre la mesa para así pagar los daños que él había hecho, esperó una respuesta tranquila mientras miraba con atención a todos los comensales presentes, no quería otro tipo de altercado y menos si estaba siendo acompañado.
No somos enemigos, ya te dije, solo lastimo a quien me lastima o bien, a quien trata de lastimar a mis amigos..- antes de terminar su frase en su totalidad, sacó un par de buenos billetes de berries, lo suficiente como para pagar su comida y la de Kazu con facilidad.- Kazu, yo invito. Anda vayamos a conversar a otro lado, ¿quieres?.- preguntó con una sonrisa, dejó los billetes en la mesa y se giró para dirigirse a la salida, en su interior sabía que lo iba a seguir o por lo menos algo le daba esa tremenda seguridad. Estaba a nada de empezar a caminar cuando notó que algunos hombres, que se notaba estaban pasados de copas, se levantaron con fuerza…Midorima suspiró de forma pesada al ver que se dirigían hacia donde estaban ellos, al parecer la tranquilidad estaba siendo interrumpidas por tres idiotas borrachos.
He tú deja a esa jovencita
Dijo el que parecía ser el más grande en edad, su tono era extraño, casi cantarín, y entre cada frase soltaba el típico “¡hip!” Midorima lo ignoró, sabía que tenía que hacer algo pero no entendía qué hacer, si los atacaba podría hacer que Kazu le tuviera miedo por su personalidad, fue entonces que notó como uno de ellos sacaba un gran cuchillo de sus ropas, era el fin de esos tipos. Aquel tipo no tardó un segundo en lanzar aquel cuchillo con fuerza, pero al estar borracho su puntería era pésima, aquel cuchillo iba dirigido hacia la joven compañera de mesa, se movió con velocidad e interceptó el cuchillo frenándolo usando su mano completamente, lo agarró por el filo, esta estaba cubierta en una ligera capa de su Haki Armadura pero aun así se había hecho algo de daño y su sangre caía como gotitas al suelo.
Jugar con estas cosas es peligroso, mejor lárguense si no quieren salir lastimados…o bien lastimar a alguien, trío de idiotas.
Dijo mientras lanzaba con fuerza aquel cuchillo, su puntería era casi perfecta usando este tipo de armas y logró hacer que el cuchillo apenas rozará la cara de uno de ellos para clavarse casi en su totalidad en uno de los pilares, notó como es que al tipo que el cuchillo había rozado tenía una pequeña herida, eso fue suficiente como para que los tres, algo enojados, se sentaran de nuevo…todo había vuelto a la calma y ahora sí, que se podían ir.
Lo siento por eso Kazu…entonces ¿nos vamos?.- preguntaba mientras dejaba algo más de dinero sobre la mesa para así pagar los daños que él había hecho, esperó una respuesta tranquila mientras miraba con atención a todos los comensales presentes, no quería otro tipo de altercado y menos si estaba siendo acompañado.
Drakcerna Kazu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Cuando justo ya había decidido marcharme, Midorima se levantó detrás de mí y escuche que si quería hablar conmigo en otro lado. Me quede estupefacta a escuchar sus palabras, no sabía aun sin confiar en él, mes costaba un poco razonar lo que hacía. –Un pirata- pensaba mirándole, no sabía si podría engañarme por aquellas palabras. Pero a verle que sacaba la cartera y diciendo que me invitaba acepte la oferta con un gesto de mi cabeza manteniendo el silencio de mi persona. Al escuchar aquellas palabras, sonreí un poco extrañada mirado hacia abajo con una voz casi inaudible -¿Amigos?....- pensaría que no me habría escuchado, me absorbí en mi pasado recordando cosas. Pero luego agite mi cabeza e mire a él mirándole con seriedad. Cuando de pronto, 3 sujetos se levantaron bastante ebrios, no podían ni mantenerse en pie y uno de ellos no paraba de mirarme con cara lasciva. Deja a la chica creo que habían dicho en su lengua borrachín que no logre entender. Mido se puso entremedio de mí y de aquellos tipos, su cara mostraba bastante seriedad. –Entonces, ¿aquellas palabras que dijo eran ciertas?- pensaba mirando su espalda y a la vez miraba a los 3 tipos, Colocándome en guardia por si acaso.
Escuchaba cada palabras de cada unas de esas personas atenta, cuando de pronto. Mire a uno de ellos sacar un cuchillo que tenía oculto en su chaqueta e lo lanzo. De aquella tan mala puntería, fue dirigido hacia a mí. Cuando tenía la decencia de esquivarlo. Midorima lo paro con sus puños desnudos agarrándolo justo por el filo, pero aquella mano tenía un aura extraña. Mis ojos se abrieron como platos a verle que le brotaba de la mano algo de sangre e vi como lo lanzaba a la casi con perfección, llegando a clavarlo sobre una de las columnas haciéndole un pequeño rasguños al que lo lanzo.
Mire por unos instante a su mano preocupada, pero se giró mostrando su sonrisa estúpida disculpándose. Pero al momento de decir las palabras de marcharnos. Salí de aquel lugar con paso ligero ignorando las miradas de aquellos hombres que le miraban con odio. Cuando salí, me apoye en una farola cruzando ambos brazos esperando a que se hizo llamar mi amigo con seriedad.
Escuchaba cada palabras de cada unas de esas personas atenta, cuando de pronto. Mire a uno de ellos sacar un cuchillo que tenía oculto en su chaqueta e lo lanzo. De aquella tan mala puntería, fue dirigido hacia a mí. Cuando tenía la decencia de esquivarlo. Midorima lo paro con sus puños desnudos agarrándolo justo por el filo, pero aquella mano tenía un aura extraña. Mis ojos se abrieron como platos a verle que le brotaba de la mano algo de sangre e vi como lo lanzaba a la casi con perfección, llegando a clavarlo sobre una de las columnas haciéndole un pequeño rasguños al que lo lanzo.
Mire por unos instante a su mano preocupada, pero se giró mostrando su sonrisa estúpida disculpándose. Pero al momento de decir las palabras de marcharnos. Salí de aquel lugar con paso ligero ignorando las miradas de aquellos hombres que le miraban con odio. Cuando salí, me apoye en una farola cruzando ambos brazos esperando a que se hizo llamar mi amigo con seriedad.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima suspiró tranquilo al terminar todo, se vio su mano, tenía una herida algo fea pero nada importante. Era un tajo que le cruzaba toda la palma y al parecer al usar tan poco Haki, el cuchillo había penetrado en su piel. Kazu fue la primera en salir, y él la siguió de cerca, quería evitar algún tipo de problema y sobre todo con esos malditos ahí metidos, Shintaro salió de aquel restaurant con calma mientras observaba todo, la gente seguía caminando en la tranquila Villa, esa tranquilidad era inigualable y ninguna otra isla que había visitado antes igualaba esto, quizás sea porque siempre se metía en problemas o porque estaba pensando en tantas otras cosas que no tenían importancia, que no lograba tener esta tranquilidad que seguramente estaría en cualquier isla…o por lo menos, en las de algún mar como las del Este.
Buscó con la mirada a su compañera, a su nueva amiga, si era marine pero no le había dado motivos para desconfiar de ella. Y esperaba que no se los diera, era una chica muy agradable, quizás algo misteriosa pero a todos les gusta que alguien no desvele sus secretos tan fácilmente. La vio apoyada en un farol, se acercó tranquilamente mientras trataba de cerrar su puño sin resultado, la herida dolía y todo eso se lo había ganado por ser un idiota, ¿idiota? Sí, idiota. Si hubiera usado su Haki al máximo poder fácilmente hubiera parado aquel cuchillo sin problemas, pero bueno, lo hecho, hecho está y nada se puede hacer para remediarlo.
Oye Kazu, vamos al bosque…ahí no habrá quien nos moleste.
Mencionó mientras la agarraba del brazo con delicadeza y empezaba a caminar, casi tirándola, pero a caminar. No había tiempo que perder, seguramente esos tres borrachos iban a volver a molestar, y por eso mismo, los iban a perder en el bosque. Aparte ahí podrían hablar tranquilamente, sin esos malditos que prejuzgaban a alguien sin conocerlo. Midorima los odiaba. No tardaron mucho en llegar al bosque, suerte que había recorrido la Villa antes, entraron sin cuidado alguno. Lo conocía perfectamente, no había grandes animales en este bosque y si los había, podía vencerlos a todos. Shintaro buscó con la mirada un buen lugar, donde hubiera mucha sombra y que el sol no molestara, y finalmente a un par de metros más allá lo encontró. Un gran árbol, era sin dudas, un roble…Genial, ese lugar es perfecto. pensaba mientras se acercaba.
Por cierto Kazu, se me olvido decirte algo antes… dijo dándole la espalda a su amiga admirando aquel gran roble.- Es con respecto a tu meta de ser Marine, en lo personal, te diría que fueras una pirata y que viajarás conmigo. nuevamente otra pausa mientras se giraba y la miraba a los ojos, se sentó tranquilamente en el suelo teniendo cuidado de no apoyar su mano lesionada.- Pero, creo fielmente en que si uno quiere algo, tiene que esforzarse mucho para conseguirlo. Por eso, te apoyaré y te doy mis fuerzas para que sea una gran Marine, tienes algo diferente a ellos. Has llamado mi atención desde que llegaste a ese restaurant, quizás me equivoque, quizás no. Pero sea como sea, sé una gran Marine, Kazu. Dijo con una sonrisa mientras miraba el cielo, suspiró tranquilamente mientras guardaba silencio y esperaba alguna respuesta de Kazu, seguramente lo iba a tratar de idiota, de un tonto y derivados, pero esas palabras eran sinceras.
Buscó con la mirada a su compañera, a su nueva amiga, si era marine pero no le había dado motivos para desconfiar de ella. Y esperaba que no se los diera, era una chica muy agradable, quizás algo misteriosa pero a todos les gusta que alguien no desvele sus secretos tan fácilmente. La vio apoyada en un farol, se acercó tranquilamente mientras trataba de cerrar su puño sin resultado, la herida dolía y todo eso se lo había ganado por ser un idiota, ¿idiota? Sí, idiota. Si hubiera usado su Haki al máximo poder fácilmente hubiera parado aquel cuchillo sin problemas, pero bueno, lo hecho, hecho está y nada se puede hacer para remediarlo.
Oye Kazu, vamos al bosque…ahí no habrá quien nos moleste.
Mencionó mientras la agarraba del brazo con delicadeza y empezaba a caminar, casi tirándola, pero a caminar. No había tiempo que perder, seguramente esos tres borrachos iban a volver a molestar, y por eso mismo, los iban a perder en el bosque. Aparte ahí podrían hablar tranquilamente, sin esos malditos que prejuzgaban a alguien sin conocerlo. Midorima los odiaba. No tardaron mucho en llegar al bosque, suerte que había recorrido la Villa antes, entraron sin cuidado alguno. Lo conocía perfectamente, no había grandes animales en este bosque y si los había, podía vencerlos a todos. Shintaro buscó con la mirada un buen lugar, donde hubiera mucha sombra y que el sol no molestara, y finalmente a un par de metros más allá lo encontró. Un gran árbol, era sin dudas, un roble…Genial, ese lugar es perfecto. pensaba mientras se acercaba.
Por cierto Kazu, se me olvido decirte algo antes… dijo dándole la espalda a su amiga admirando aquel gran roble.- Es con respecto a tu meta de ser Marine, en lo personal, te diría que fueras una pirata y que viajarás conmigo. nuevamente otra pausa mientras se giraba y la miraba a los ojos, se sentó tranquilamente en el suelo teniendo cuidado de no apoyar su mano lesionada.- Pero, creo fielmente en que si uno quiere algo, tiene que esforzarse mucho para conseguirlo. Por eso, te apoyaré y te doy mis fuerzas para que sea una gran Marine, tienes algo diferente a ellos. Has llamado mi atención desde que llegaste a ese restaurant, quizás me equivoque, quizás no. Pero sea como sea, sé una gran Marine, Kazu. Dijo con una sonrisa mientras miraba el cielo, suspiró tranquilamente mientras guardaba silencio y esperaba alguna respuesta de Kazu, seguramente lo iba a tratar de idiota, de un tonto y derivados, pero esas palabras eran sinceras.
Drakcerna Kazu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esperaba a mi compañero mirando al cielo, me encontraba bastante preocupada por Shintaro. No solía preocuparme por los desconocidos, pero él me salvo la verdad. Miraba un poco a las personas que caminaba sin ninguna preocupación y buscaba a Shintaro, tardo un poco en venir. Pero con paso ligero e cogió del brazo casi arrastrándome. Normalmente, por eso hubiera golpeado a alguien por acercarse o por tocarme. Pero era una situación distinta a las demás, podría volver a aparecer aquellos tipos y con compañía. Iba a trancas y barrancas siguiendo los pazos de Shintaro como podía e miraba de reojo su mano herida que de vez en cuando dejaba marcas en el suelo de sangre. Me avergoncé un poco –¡eh! e…espera, ¿ a dónde dices que me llevas?- estaba pillada porque dijo de ir al bosque, de vez en cuando miraba hacia atrás por si acaso, pero me costaba por la prisas que íbamos.
Sin darme cuenta, recorrimos la villa entera, no me dio apenas de tiempo de disfrutar del paisaje, era demasiado lo que habíamos andando. Pero andaba acostumbrada a estos trotes, hasta llegar al enorme bosque, me quede estupefacta por los árboles y la belleza que ejercía y la tranquilidad que asomaba por los alrededores. No había árbol alguno que no dejara de cantar pequeños pájaros. Nos metimos directamente al bosque y justo cuando llegamos a un gran roble, apenas llegaba la luz del sol por las hojas que taponaba el cielo azul. Justo me soltó y le miraba un poco malhumorada acercándome con cautela al hombre del pelo verde. Me entro la curiosidad de pronto. – ¿Qué querías decirme?- me quitaba la cinta de mi pelo soltándose e ondeando con la brisa aquel pelo pelirrojo, e con ambas manos rompía a lo largo aquella prenda que tenía sujetando mi pelo, esperando en silencio lo que quería decirme.
Justo cuando se sentó Shintaro, me acerqué mirándole sus ojos por unos segundos y me senté enfrente suya, dejando mi mochila en el suelo. Kazekare salió de la riñonera subiendo a mi hombro mirando con curiosidad a Shintaro. –No quiero ser pirata… ¿y para que quieres que valla contigo?- se me notaba algo molesta por aquellas palabras. Aguardaba el silencio un rato escuchándole lo que decía. Era raro después de todo, rebuscaba en mi mochila dejando lo que era mi pañuelo sobre mis piernas. Saque de mi mochila un pequeño bote de alcohol para las heridas. Mire su mano, mire sus ojos, y sin pensarlo dos veces cogí su mano herida con cautela. –¿Por qué crees que soy diferente a los demás?, enserio, ¿ crees que seré una gran marine?….- deje su mano suspendida en el aire e abrí el pequeño bote –te va a doler…- lo echaba con cautela e lo limpiaba con uno de los trozos de la tela. Luego se lo vendaba con cautela evitando que le doliera lo menos posible, pero hubo un momento que apreté la tela sobre su mano mirándole a los ojos –eso te pasa por cogerme del brazo- dije molesta terminando de vendarle la mano. Cuando acabe de curarle la herida, me ajuste la sudadera un poco para que no se viera mi cara y me aleje un poco de él guardando el bote en mi mochila.
Sin darme cuenta, recorrimos la villa entera, no me dio apenas de tiempo de disfrutar del paisaje, era demasiado lo que habíamos andando. Pero andaba acostumbrada a estos trotes, hasta llegar al enorme bosque, me quede estupefacta por los árboles y la belleza que ejercía y la tranquilidad que asomaba por los alrededores. No había árbol alguno que no dejara de cantar pequeños pájaros. Nos metimos directamente al bosque y justo cuando llegamos a un gran roble, apenas llegaba la luz del sol por las hojas que taponaba el cielo azul. Justo me soltó y le miraba un poco malhumorada acercándome con cautela al hombre del pelo verde. Me entro la curiosidad de pronto. – ¿Qué querías decirme?- me quitaba la cinta de mi pelo soltándose e ondeando con la brisa aquel pelo pelirrojo, e con ambas manos rompía a lo largo aquella prenda que tenía sujetando mi pelo, esperando en silencio lo que quería decirme.
Justo cuando se sentó Shintaro, me acerqué mirándole sus ojos por unos segundos y me senté enfrente suya, dejando mi mochila en el suelo. Kazekare salió de la riñonera subiendo a mi hombro mirando con curiosidad a Shintaro. –No quiero ser pirata… ¿y para que quieres que valla contigo?- se me notaba algo molesta por aquellas palabras. Aguardaba el silencio un rato escuchándole lo que decía. Era raro después de todo, rebuscaba en mi mochila dejando lo que era mi pañuelo sobre mis piernas. Saque de mi mochila un pequeño bote de alcohol para las heridas. Mire su mano, mire sus ojos, y sin pensarlo dos veces cogí su mano herida con cautela. –¿Por qué crees que soy diferente a los demás?, enserio, ¿ crees que seré una gran marine?….- deje su mano suspendida en el aire e abrí el pequeño bote –te va a doler…- lo echaba con cautela e lo limpiaba con uno de los trozos de la tela. Luego se lo vendaba con cautela evitando que le doliera lo menos posible, pero hubo un momento que apreté la tela sobre su mano mirándole a los ojos –eso te pasa por cogerme del brazo- dije molesta terminando de vendarle la mano. Cuando acabe de curarle la herida, me ajuste la sudadera un poco para que no se viera mi cara y me aleje un poco de él guardando el bote en mi mochila.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima miraba y escuchaba con atención todo lo que le decía Kazu, incluso eso hizo que obviara el dolor que sentía al momento que ella le curara la mano, se sentía aliviado que ella lo hiciera, aunque se notaba algo molesta y seguramente era por el hecho de que la había arrastrado sin preguntarle a este lugar, si ese era el caso, se lo merecía. Le había hecho tres preguntas, la primera era porque quería viajar con ella, la segunda porque creía que era diferente al resto de los marines y la tercera pregunta si en verdad creía que sería una gran marine, Shintaro, sin embargo, se quedó pensando en la segunda pregunta ya que él nunca decía cosas que le podrían dar falsas esperanzas a alguien, sus palabras eran ciertas, y si confiaba en ella.
Bueno, vamos por parte.
Dijo mientras se miraba su mano, al menos ahora ya era capaz de cerrarla un poco, cosa que antes no podía hacer, suerte que Kazu la había curado, quizás que hubiera pasado si se hubiera demorado más de la cuenta en curarse esa herida, notó como es que su compañera se subía la sudadera tapándose el rostro, no le dio demasiada importancia después de todo aquí la sensación térmica era más que agradable. Shintaro se sacó su polera dejando ver su torso musculado, la hizo una pelota, la colocó detrás de su cabeza y se acostó en el suelo. Suspiró tranquilamente, necesitaba estar recostado unos minutos, despejar un rato su cabeza, guardó silencio mientras sentía como es que el viento pasaba sobre su cuerpo, era una sensación agradable e inclusive muy tranquilizante.
Sobre tu primera pregunta, pues…creo que sería divertido viajar contigo. Eres una persona agradable, y aparte, es aburrido viajar solo..- dijo mientras suspiraba tranquilamente, se sentó tranquilamente mientras apoyaba su cabeza contra aquel gran roble y miraba con una sonrisa divertida a Kazu.- Sobre la segunda pregunta, eres diferente por el mero hecho de que no me atacaste en cuanto te dije que era un pirata. Eso te hace diferente. afirmaba tranquilamente, el viento jugaba con las plantas y veía como es que también jugaba con el pelo rojo de Kazu.- Sobre tu tercera pregunta, claro que lo creo. Pero…¿tú te lo crees? Creo que esa pregunta es la que deberías responderte, te he visto, usas una sudadera que tapa toda tu cara. Para mí eso demuestra inseguridad, ¿acaso no sabes de lo que eres capaz? Muchos pueden confiar en ti, pero si no crees en ti misma es imposible que consigas algo..- decía mientras se volvía a poner su polera, su tono era algo serio al igual que su mirada, pero se relajó a los pocos segundos, solo quería hacerle saber a Kazu su opinión.
Midorima sabía que ella lo iba a comprender, no le gustaba la idea de que Kazu se tapara tanto la cara, para él eso es mucha inseguridad y se había algo que cambiar en ella, era eso…el mundo era demasiado grande y peligroso, las personas inseguras no iban a sobrevivir. Solo las personas que confían en sí mismo, aunque sea muy poco, lograrían llegar alto o por lo menos, poder respirar con calma.
Kazu, si quieres llegar alto en la Marina, tendrás que estar segura de ti misma. Esa es la única clave del éxito..- finalizó con calma mientras sonreía tranquilamente, esperaba poder llegar al corazón de la chica y que cambiara un poco…o por lo menos, hacerla un poco más segura de sí misma.
Bueno, vamos por parte.
Dijo mientras se miraba su mano, al menos ahora ya era capaz de cerrarla un poco, cosa que antes no podía hacer, suerte que Kazu la había curado, quizás que hubiera pasado si se hubiera demorado más de la cuenta en curarse esa herida, notó como es que su compañera se subía la sudadera tapándose el rostro, no le dio demasiada importancia después de todo aquí la sensación térmica era más que agradable. Shintaro se sacó su polera dejando ver su torso musculado, la hizo una pelota, la colocó detrás de su cabeza y se acostó en el suelo. Suspiró tranquilamente, necesitaba estar recostado unos minutos, despejar un rato su cabeza, guardó silencio mientras sentía como es que el viento pasaba sobre su cuerpo, era una sensación agradable e inclusive muy tranquilizante.
Sobre tu primera pregunta, pues…creo que sería divertido viajar contigo. Eres una persona agradable, y aparte, es aburrido viajar solo..- dijo mientras suspiraba tranquilamente, se sentó tranquilamente mientras apoyaba su cabeza contra aquel gran roble y miraba con una sonrisa divertida a Kazu.- Sobre la segunda pregunta, eres diferente por el mero hecho de que no me atacaste en cuanto te dije que era un pirata. Eso te hace diferente. afirmaba tranquilamente, el viento jugaba con las plantas y veía como es que también jugaba con el pelo rojo de Kazu.- Sobre tu tercera pregunta, claro que lo creo. Pero…¿tú te lo crees? Creo que esa pregunta es la que deberías responderte, te he visto, usas una sudadera que tapa toda tu cara. Para mí eso demuestra inseguridad, ¿acaso no sabes de lo que eres capaz? Muchos pueden confiar en ti, pero si no crees en ti misma es imposible que consigas algo..- decía mientras se volvía a poner su polera, su tono era algo serio al igual que su mirada, pero se relajó a los pocos segundos, solo quería hacerle saber a Kazu su opinión.
Midorima sabía que ella lo iba a comprender, no le gustaba la idea de que Kazu se tapara tanto la cara, para él eso es mucha inseguridad y se había algo que cambiar en ella, era eso…el mundo era demasiado grande y peligroso, las personas inseguras no iban a sobrevivir. Solo las personas que confían en sí mismo, aunque sea muy poco, lograrían llegar alto o por lo menos, poder respirar con calma.
Kazu, si quieres llegar alto en la Marina, tendrás que estar segura de ti misma. Esa es la única clave del éxito..- finalizó con calma mientras sonreía tranquilamente, esperaba poder llegar al corazón de la chica y que cambiara un poco…o por lo menos, hacerla un poco más segura de sí misma.
Drakcerna Kazu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Apoyada contra el tronco de aquél árbol, de vez en cuando entrecerraba los ojos del cansancio, estaba absolutamente relajada en aquel lugar. Escuchaba las palabras de Shintaro mirándole de vez en cuando a apenas metro imedio suya. Me encontraba abrazando al pequeño hurón que me acompañaba, me encontraba en silencio. Hubo un momento que gire la cabeza con brusquedad a verle que se quitó el polo aquel hombre. Pero estaba demasiada sonrojada, pero la suerte era que en ocultaba un poco la sudadera. –Así que… ¿te parezco insegura?, yo a veces lo pensé, pero no creo que lo sea…- miraba aun para un lado, no me atrevía a mirarlo desde ese rato que tenía el polo puesto. Escuchaba todo lo que me decía. Pensándolo bien, él tenía toda la razón del mundo. No podría sobrevivir siempre así, me acostumbre tanto a ocultar mi rostro por la vergüenza que solía tener o por motivos vario. – y si no te e atacado, tal como dije antes… aun no soy marine oficial. Y aun no esto a la altura para pelear contra a ti…- mirando al suelo por unos segundos. -¡y ya te dije que no quiero ser pirata
!… tengo mis motivos para querer ser marine. Y no me intente Convencer a convertirme en pirata!- Se me notaba molesta por lo último que le dije al hombre. No era mi culpa que fuera el pirata, pero tampoco quería serlo yo. Me recosté dándole la espalda con mi brazo derecho apoyado mi cabeza e jugueteaba con el pequeño animal. Hubo un silencio bastante en ese momento, baje un poco la cremallera de mi sudadera para acomodarme en el suelo acercando mi mochila con la intención de usarla de almohada.
Pasado alrededor de 10 min, me encontraba dormida abrazada a Kaze, el cansancio me venció en aquel instante. No me apetecía pensar en las cosas que me dijo. Se estaba muy bien en aquel lugar, la brisa recorría con suavidad por todo mi cuerpo, era un momento de olvidar cosas e intentar relajarme de después de un momento un poco incómodo. Pero aun así de vez en cuando recordaba cosas que no quería cuando despertaba por unos segundos.
!… tengo mis motivos para querer ser marine. Y no me intente Convencer a convertirme en pirata!- Se me notaba molesta por lo último que le dije al hombre. No era mi culpa que fuera el pirata, pero tampoco quería serlo yo. Me recosté dándole la espalda con mi brazo derecho apoyado mi cabeza e jugueteaba con el pequeño animal. Hubo un silencio bastante en ese momento, baje un poco la cremallera de mi sudadera para acomodarme en el suelo acercando mi mochila con la intención de usarla de almohada.
Pasado alrededor de 10 min, me encontraba dormida abrazada a Kaze, el cansancio me venció en aquel instante. No me apetecía pensar en las cosas que me dijo. Se estaba muy bien en aquel lugar, la brisa recorría con suavidad por todo mi cuerpo, era un momento de olvidar cosas e intentar relajarme de después de un momento un poco incómodo. Pero aun así de vez en cuando recordaba cosas que no quería cuando despertaba por unos segundos.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima escucha atentamente las palabras de Kazu, no había que ser un gran genio conocedor de personas para darse cuenta que estaba molesta, y era al parecer obvio, la estaba de forma implícita convenciéndola de que fuera pirata. ¿Razón? No tenía alguna, pero le había caído bien y tenía curiosidad viajar con ella, no como una enemiga, sino como una aliada, una futura nakama. Notó como es que se recostaba en el suelo, al parecer estar en un lugar así la relajaba. Midorima simplemente sonrió de medio lado para luego levantarse, notaba como es que el sol ya se estaba por esconder, necesitarían un poco de fuego y también algo de refugio, pasar la noche en ese lugar sería más divertido que volver a la Villa.
Se limpió un poco sus pantalones para luego empezar a caminar, suerte que era hábil en el hecho de sobrevivir, sabía prender fogatas y esas cosas, aparte con sus habilidades culinarias podía cocinar casi cualquier cosa y sabría bien, podría coger una rata de alcantarilla y sabría sabrosa o por lo menos, eso pensaba. Empezó a caminar, buscaba árboles secos para generar una fogata, no iba a tardar tanto, se notaba que en el bosque no había llovido hace mucho y que todas las cosas estaban algo secas, lo que iba a ser genial. Sin más empezó a recoger ramas de distintos tamaños, grandes, chicas e inclusive medianas, se guardó una que otra roca en el los bolsillos y empezó su camino de vuelta, por suerte no estaba tan alejado. Con suerte había avanzado unos diez metros, volvió a donde estaba Kazu, seguía dormida después de todo.
Vaya, sí que es buena para dormir, bueno…supongo que no me queda de otro, me quedaré hasta que despierte.
Decía mientras la miraba con cierta mirada protectora, sin más empezó a armar la fogata, la puso justo al medio de los dos, a una distancia de unos dos metros de ellos y el roble, lo suficiente como para que el fuego de la fogata no los quemara, sacó dos piedras de sus bolsillos, las golpeó con fuerza generando chispas, que a la larga, hicieron que el fuego fuera amo y señor de todo. Una vez hizo todo eso, se sentó un poco más apegado a Kazu y se quedó allí, mirando para todos lados, tenía que estar alerta por si alguien intentaba atacarlos por sorpresa.
Esta chiquilla tiene agallas, se durmió con un extraño al lado…tiene suerte de que no sea malo. Me pregunto qué será de ella en el futuro, tengo muchas expectativas puestas en ella. Espero encontrármela de nuevo y ahí seguramente la convenceré mejor de ser pirata, definitivamente, la quiero en el mismo barco en el que navego.
Dijo en un tono algo elevado, miró el cielo, ya lograba ver unas cuantas estrellas. Ahora solo era cosa de esperar a que Kazu se despertara y así se podría ir de la Villa, los planes de él estaban claro, volvería al Grand Line y seguiría incrementando su poder, para así hacerle frente a cualquier cosa que se pusiera en su camino y proteger a sus nakamas, después de todo, no podía dejarle todo ese trabajo a Dexter.
Se limpió un poco sus pantalones para luego empezar a caminar, suerte que era hábil en el hecho de sobrevivir, sabía prender fogatas y esas cosas, aparte con sus habilidades culinarias podía cocinar casi cualquier cosa y sabría bien, podría coger una rata de alcantarilla y sabría sabrosa o por lo menos, eso pensaba. Empezó a caminar, buscaba árboles secos para generar una fogata, no iba a tardar tanto, se notaba que en el bosque no había llovido hace mucho y que todas las cosas estaban algo secas, lo que iba a ser genial. Sin más empezó a recoger ramas de distintos tamaños, grandes, chicas e inclusive medianas, se guardó una que otra roca en el los bolsillos y empezó su camino de vuelta, por suerte no estaba tan alejado. Con suerte había avanzado unos diez metros, volvió a donde estaba Kazu, seguía dormida después de todo.
Vaya, sí que es buena para dormir, bueno…supongo que no me queda de otro, me quedaré hasta que despierte.
Decía mientras la miraba con cierta mirada protectora, sin más empezó a armar la fogata, la puso justo al medio de los dos, a una distancia de unos dos metros de ellos y el roble, lo suficiente como para que el fuego de la fogata no los quemara, sacó dos piedras de sus bolsillos, las golpeó con fuerza generando chispas, que a la larga, hicieron que el fuego fuera amo y señor de todo. Una vez hizo todo eso, se sentó un poco más apegado a Kazu y se quedó allí, mirando para todos lados, tenía que estar alerta por si alguien intentaba atacarlos por sorpresa.
Esta chiquilla tiene agallas, se durmió con un extraño al lado…tiene suerte de que no sea malo. Me pregunto qué será de ella en el futuro, tengo muchas expectativas puestas en ella. Espero encontrármela de nuevo y ahí seguramente la convenceré mejor de ser pirata, definitivamente, la quiero en el mismo barco en el que navego.
Dijo en un tono algo elevado, miró el cielo, ya lograba ver unas cuantas estrellas. Ahora solo era cosa de esperar a que Kazu se despertara y así se podría ir de la Villa, los planes de él estaban claro, volvería al Grand Line y seguiría incrementando su poder, para así hacerle frente a cualquier cosa que se pusiera en su camino y proteger a sus nakamas, después de todo, no podía dejarle todo ese trabajo a Dexter.
Drakcerna Kazu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Las pocas veces que abrí mis ojos de no querer dormid mas, Me encontré que Shintaro que se marchaba a algún lado, no estaba segura cual eras sus intenciones, pero veía que el cielo ya estaba oscureciendo. Era normal ya que seguramente el se aburrió de intentar convencerme, de todos modo no cedería. Suspire un poco e cambien la posición en la que dormía de lado derecho, la cambie al izquierdo e estiraba mi brazo derecho para despertarlo un poco ya que se me había dormido de estar demasiado tiempo sobre el. Al cabo de unos largos minutos. Escuchaba pasos que se acercaba , me puse algo alerta por si eran los de la taberna, pero por lo visto. Era aquel pirata que le dio por estar conmigo. Fiji que dormía aun para saber lo que hacia, por lo visto preparaba una fogata a un par de metro nuestras, pero tardo un poco en prepararla y encenderla. Tenia mis ojos cerrados, escuchaba que dijo de que aun seguía dormida. -No, parezco que estoy muerta...- pensaba con sarcasmo.
La tranquilidad de la noche se acercaba, y empezaba a hacer algo de frío, no soportaba el frío desde nunca, al menos el calor de aquella fogata abrigaba. Abrí unos de mis ojos mirando que se sentó justo a mi lado. Le miraba atenta, no quería que se percatara de que estaba despierta. Le escuchaba atenta por lo que dijo, -aun sigue pensando de que me una... no debería confiar en el... pero aun así lo hago- Pensaba mientra estiraba mi cuerpo como felino que parecía, me sentaba a donde estaba, aun me encontraba adormilada y eso que había dormido. Levante ambos brazos bostezando y luego justo cuando lo bajes a ambos. Me frote mi cara con ambas manos para espabilarme, fingía de que estaba todo este tiempo dormida, mas bien. Me hacia la tonta de que estaba dormida y no le escuche decir nada. -¿Cuanto tiempo me encontraba dormida?- le miraba al hombre, pero estaba algo embobado mirando al hermoso cielo estrellado.
Kaze, el pequeño hurón se metió justo en la riñonera que se encontraba junto a la mochila. Mi estomago rugía un poco del hambre, sera por que no comí bien de antes por el mismo hombre que se sentó en mi mesa y me molesto algo.
La tranquilidad de la noche se acercaba, y empezaba a hacer algo de frío, no soportaba el frío desde nunca, al menos el calor de aquella fogata abrigaba. Abrí unos de mis ojos mirando que se sentó justo a mi lado. Le miraba atenta, no quería que se percatara de que estaba despierta. Le escuchaba atenta por lo que dijo, -aun sigue pensando de que me una... no debería confiar en el... pero aun así lo hago- Pensaba mientra estiraba mi cuerpo como felino que parecía, me sentaba a donde estaba, aun me encontraba adormilada y eso que había dormido. Levante ambos brazos bostezando y luego justo cuando lo bajes a ambos. Me frote mi cara con ambas manos para espabilarme, fingía de que estaba todo este tiempo dormida, mas bien. Me hacia la tonta de que estaba dormida y no le escuche decir nada. -¿Cuanto tiempo me encontraba dormida?- le miraba al hombre, pero estaba algo embobado mirando al hermoso cielo estrellado.
Kaze, el pequeño hurón se metió justo en la riñonera que se encontraba junto a la mochila. Mi estomago rugía un poco del hambre, sera por que no comí bien de antes por el mismo hombre que se sentó en mi mesa y me molesto algo.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima miraba el cielo y de vez en cuando la fogata, pero al ver que estaba bien, pues no tenía de que preocuparse había traído los palos suficientes como para que el calor durara mucho tiempo, de ser necesario, inclusive duraría la noche entera. Tenía una gran reserva cerca así que estaba todo bien, cerró sus ojos por unos segundos y empezó a reflexionar sobre lo que estaba haciendo, ¿estaba bien su camino como pirata? ¿Era necesario seguir esta vida? Para Midorima tenía sentido y al parecer hasta que no encontrará una buena forma de hacer que su nombre llegará alto, era necesario seguir con esta vida de pirata, que muchos no respetaban e inclusive la trataban como basura, a él no lo importaba en lo más mínimo los comentarios de la gente, abrió nuevamente los ojos y se quedó en silencio, no quería despertar a Kazu.
Pasaron unos veinte minutos más y al fin su compañera había abierto los ojos, se notaba que estaba aún dormida, pero al fin estaba despierta pero ya estaba prácticamente de noche, era peligroso estar aquí sola y no la iba a dejar a su suerte, por muy pirata que fuera, no podía permitir que sus nuevos amigos sufrieran daños, echó unos cuantos palos más a su fogata y vio cómo es que la llama se incrementaba, era un acto hermoso ver cómo es que se creaba el fuego a partir de nada, escuchó la pregunta de Kazu, suspiró tranquilamente mientras de paso escuchaba como es que rugía su estómago, casi no puede evitar reírse un poco ante aquello.
Pues abras dormido unos veinte minutos a lo mucho, quizás más no sé. Y…dame unos minutos, voy y vuelvo.
Se levantó, agarró una pequeña piedra y se fue adentrando en el bosque, iba a buscar algo de comida para los dos, bueno…para ella nada más que él había comido lo suficiente en el restaurant, buscaba alguna clase de pájaro para poder comer, no tuvo que caminar mucho para encontrarlo, era un ave hermosa y se veía deliciosa, aunque bueno, Shintaro tenía una gran habilidad culinaria así que no se preocupaba de eso, se acercó con sigilo hasta quedar a unos cinco metros del ave y sin pensarlo, lanzó la piedra con fuerza, el ave al final cayó al suelo. Midorima fue al lugar donde su cena había quedado, lo agarró y para matarlo de una buena vez, le rompió el cuello. Agarró una piedra filosa y lo empezó a despellejar y a quitar sus órganos, una vez terminado todo eso, volvió a donde estaba Kazu. Era hora de cocinar.
Bien, comamos algo antes de irnos de esta isla. Creo que ambos tenemos un poco de hambre.
Dijo con una sonrisa mientras, empalaba el ave y la dejaba cerca del fuego, no iba a quedar muy rico pero al menos iba a llenar el estómago. Midorima se sentó junto a la fogata viendo al ave, no quería que se quemara ni mucho menos, estaba todo tranquilo, sin problemas, sin nadie que los molestara…era una buena velada.
Pasaron unos veinte minutos más y al fin su compañera había abierto los ojos, se notaba que estaba aún dormida, pero al fin estaba despierta pero ya estaba prácticamente de noche, era peligroso estar aquí sola y no la iba a dejar a su suerte, por muy pirata que fuera, no podía permitir que sus nuevos amigos sufrieran daños, echó unos cuantos palos más a su fogata y vio cómo es que la llama se incrementaba, era un acto hermoso ver cómo es que se creaba el fuego a partir de nada, escuchó la pregunta de Kazu, suspiró tranquilamente mientras de paso escuchaba como es que rugía su estómago, casi no puede evitar reírse un poco ante aquello.
Pues abras dormido unos veinte minutos a lo mucho, quizás más no sé. Y…dame unos minutos, voy y vuelvo.
Se levantó, agarró una pequeña piedra y se fue adentrando en el bosque, iba a buscar algo de comida para los dos, bueno…para ella nada más que él había comido lo suficiente en el restaurant, buscaba alguna clase de pájaro para poder comer, no tuvo que caminar mucho para encontrarlo, era un ave hermosa y se veía deliciosa, aunque bueno, Shintaro tenía una gran habilidad culinaria así que no se preocupaba de eso, se acercó con sigilo hasta quedar a unos cinco metros del ave y sin pensarlo, lanzó la piedra con fuerza, el ave al final cayó al suelo. Midorima fue al lugar donde su cena había quedado, lo agarró y para matarlo de una buena vez, le rompió el cuello. Agarró una piedra filosa y lo empezó a despellejar y a quitar sus órganos, una vez terminado todo eso, volvió a donde estaba Kazu. Era hora de cocinar.
Bien, comamos algo antes de irnos de esta isla. Creo que ambos tenemos un poco de hambre.
Dijo con una sonrisa mientras, empalaba el ave y la dejaba cerca del fuego, no iba a quedar muy rico pero al menos iba a llenar el estómago. Midorima se sentó junto a la fogata viendo al ave, no quería que se quemara ni mucho menos, estaba todo tranquilo, sin problemas, sin nadie que los molestara…era una buena velada.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- [Privado] El príncipe pirata y la hermosa recluta de la marina.
- Reto a Drakcerna Kazu
- Pasando Lista!!!! (Pasado) [Roy Sasaki,Drakcerna Kazu,Etsu, Goliat]
- El último filon[Privado, Pasado](Goliat,Drakcerna Kazu,Drako Hyrule)
- [Pasado] Las aventura de los jovenes desconocidos. Drakcerna Kazu, sinclair moon, Yuuji Kazami y Rob Marney
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.