Lucha de entrenamiento - Karl vs Drako

                VS                

Escenario:  Marineford: Isla inmensa donde se encuentra el Cuartel General de la Marina, se compone por un pueblo en toda la isla y lsede principal de La Marina. Aquí habitan los rangos más altos de la organización militar junto a sus familiares.

Condiciones:
- Combate de entrenamiento, no hay posibilidad de muerte, mutilaciones o heridas graves.
- Experiencia según las normas.
- En algún cuartel marine, a gusto del mod.
- Sin saltos de turno.

Me encontraba en MarineFord, aquel lugar donde cualquier Marine novato sueña con llegar a pisar algún día. Estaba allí, no sabía muy bien el porqué, pero un Alto Rango de la Marina, había pedido de mi presencia, según me habían contado, era un hombre importante, reconocido en todo el Grand Line, era nada más y nada menos que ''Quimera Karl'', aquel Almirante duro, frío, implacable, despiadado... con sus enemigos.

No sabía bien si es que aquel hombre conocido como el ''Terror del East Blue'' había visto algo en mí, pero durante unos minutos, me sentí orgulloso de mí mismo, a la vez que pensaba sonriente y triunfante sobre el muelle de MarineFord:

-Si quiere luchar, lo haré con valentía y honor, pues es fuerte y para combatirlo, deberé dar un 1.000% de mi poder.

Aunque en el fondo sabía que ni dando todo eso podría ganarle, era un hombre optimista, por lo que veía el lado positivo de las cosas, y no caería, ni aunque me diesen los más fuertes golpes que jamás se hayan visto en todo el inmenso mar. Seguido todo esto, grité al viento:

-Señor Karl, quiero que usted sepa, que lucharé dándolo todo en este combate, pues mostraré lo que estar aquí representa para mí y moriré si hace falta para demostrar al mundo... ¡QUIENES SOMOS Y A QUIENES REPRESENTAMOS!

Ya lo conocía, puesto que dirigió una batida a una isla, cuando aún estaba como lider de la Brigada, y hoy en día es el Fundador de esta.

Karl sonrió. Su chaqueta de Almirante y su melena ondeaban al viento. El puro que se estaba fumando se calentó con la brisa y el extremo se puso rojo. El chico era entusiasta, desde luego... eso le gustaba. Lo había ascendido a Contramaestre antes de retirarse del mando de la Brigada tras ver sus avances y saber de sus méritos. Tenía futuro como oficial marine. Y tal vez tuviese futuro más allá de la Marina si era un chico listo. Para el Almirante la Brigada era uno de sus mayores orgullos, y quería que mejorase. Pero sus intereses no se limitaban a aquello. Quería tantear al chico y conocer sus motivaciones e ideales, y si encajaban con los suyos... podría llegar a ser un gran oficial de la futura Nueva Marina.

- Gran espíritu, Contramaestre Hyrule. Ahora seguidme y entenderéis el motivo por el que os he llamado.

Se dio la vuelta y se alejó de los muelles, atravesando a grandes pasos la ciudad hasta la zona militar. Pasó al lado del coliseo de Marineford y se paró un momento para admirarlo. En aquel lugar había tenido lugar la segunda ronda del torneo de Yonkaikyos de hacía casi cuatro años, donde su hijo se alzó con la victoria. En ese mismo coliseo había vencido a Ryu Sakata y le había quitado su puesto de Vicealmirante, ascendiendo directamente desde capitán. Era un lugar que le traía viejos recuerdos. Dirigió una mirada a la gran fortaleza que era el Cuartel General, bastión de la Marina, y le dijo a su acompañante.

- ¿En qué creéis, oficial? Y no me digáis que en la Marina... a no ser que sea por motivos especiales. Quiero saber cual es vuestra motivación para luchar por la justicia.

Si había entrado en la Brigada, más que probablemente encajaba en el perfil que buscaba. No por nada la Brigada era la flota con el historial más sangriento de la Marina. Eran un grupo destinado al castigo y la caza y captura de revolucionarios y criminales, y de todos aquellos que colaborasen con ellos. No eran héroes, a diferencia de la banda del comodoro Minato, "Heroes Force" o algo así. Eran defensores de la justicia a cualquier precio. Por brutal que pudiese ser. Disciplina férrea y lealtad eran su lema. Así había dirigido durante esos últimos ocho años Karl a su flota. Habían comenzado como un pequeño grupo de menos de medio centenar de marines de bajo rango, todo gente con ideales claros. Habían crecido poco a poco y adquirido fama. Eso había dificultado los ascensos de Karl en la jerarquía marine, pues algunos de sus superiores (y más concretamente su gran rival el fallecido Almirante la Vega). Sin embargo, gracias a su insistencia y sus méritos había logrado alcanzar el puesto de Vicealmirante, y tras la última guerra, el de Almirante. Finalmente dejó de lado sus pensamientos y se fijó en que ya habían llegado al lugar: un pequeño campo de entrenamiento alejado donde no había nadie.

- Aquí podremos ponernos manos a la obra, Contramaestre. Iré al grano: quiero poneros a prueba y de paso entrenaros personalmente. Puede que haya dejado el mando de la Brigada, pero quiero asegurarme personalmente de dejar a mis hombres en manos de gente competente y bien adiestrada. Ahora, lanzadme un buen golpe, sin miedo a herirme. Atacad a matar si lo veis preciso.

El Almirante Karl apareció de la nada, haciéndome que por todo el cuerpo me diese un escalofrío. El Almirante me pidió que lo siguiese, para llevarme hasta un lugar, que según pensé sería una zona sin civiles, para poder combatir sin que nadie nos molestase ni estorbase. La verdad que era imponente, era más alto que yo, y mucho más musculoso. Tenía un pelo largo, y una poblada barba marrón, que acababa en una ''sexy'' perilla. Una chaqueta de oficial, adornaba su musculoso torso, y unos pantalones blancos sus piernas. Ya había combatido junto a él, en una ocasión, pero la verdad era que solo había mostrado una pequeña parte de su fuerza, por lo que no sabía la que se me avecinaba encima.

Mientras andabamos camino a alguna zona, me hizo una pregunta crucial, que formuló de la siguiente manera: ¿En qué creéis, oficial? Y no me digáis que en la Marina... a no ser que sea por motivos especiales. Quiero saber cual es vuestra motivación para luchar por la justicia.
Quedé pensativo unos instantes, pues mi respuesta no sería lo que se dice llevadera, al menos para alguien perteneciente a la Marina o al Gobierno.

-Mi motivación para luchar por la justicia... pues... principalmente, quiero librar este hermoso mundo de gente arrogante, vacilona, creida... usted ya me entiende...- Tras una pequeña pausa, continué hablando.- Aunque no debería decir esto aquí, lo diré aprovechando que solamente estamos nosotros, quiero derrocar a los Tenryuubito, pues no merecen ese alto cargo en la sociedad, pienso que deberíamos acabar con ellos... a parte, son como he dicho antes, arrogantes, vacilones y muy creidos.- Y seguido, dije.- Aunque lucharé por mis credenciales, las de la Marina y las de la Brigada, aunque sea lo último que haga.

Al poco tiempo llegamos a nuestro objetivo, un pequeño campo de batalla, que según me había dicho mi superior, debía demostrarle de todo lo que era capaz de hacer. Sabía que él poseía una Akuma No Mi, que le proporcionaba la habilidad de trasnformase en una ''Quimera'', ese feroz y poderoso ser mitológico de tres cabezas.

-No te haré mi mejor ataque aún, puesto que si las cosas se ponen feas, me podría salvar el pellejo.- Le dije a Karl, sonriéndo un poco.

Me dispuse atacar, y decidí empezar fuerte, no le atacaría con mi mejor ataque, pero sí con uno de los más poderosos de los que disponía. Saqué de mi cabello 2 hermosotes muñecos vudú, a tamaño real, y pensé una estrategia con la que poder golpearle. Dejando mi mochila en el suelo, saqué de mi bolsillo derecho un mechero. Prendiéndole fuego a ambos muñecos, e imbuyendo ambos brazos en mi ''Body Of Fire'' y mi brazo derecho en mi aura cortante, me dispuse a salir corriendo dirección hacia el Almirante, una vez cerca, ambos muñecos prendidos, le intentaban golpearle en los costados, intentando provocarle quemaduras a la vez que yo di un amplio salto e intenté darle varios puñetazos seguidos en la cara, provocádonle también quemaduras. Todo eso, imbuido en Haki de Armadura, pues nunca estaba de más.

Golpes de muñecos prendidos + Serie de puñetazos imbuidos en Body Of Fire + Aura Cortante [ Todas mis técnicas con Haki de Armadura Nivel 1] [AMF]

Tras esto, retrocedí varios metros, esperando un fuerte contraataque del Almirante, y activando mi Haki de Armadura, para intentar bloquear algo del impacto, aunque no creía que funcionase.

Karl tuvo que contenerse para no reírse. Era todo demasiado irónico y perfecto. Un enemigo de los tenryuubitos que además pertenecía a su flota. Podría ser una trampa, pero decididamente iba a entrenarlo. Lo convertiría en un enemigo temible y un oficial de primera, y después se ocuparía de que entrase en la Nueva Marina cuando el Proyecto se rebelase abiertamente contra el Gobierno Mundial. Para lo cual no faltaba demasiado, a aquel paso. El tiempo se les echaba encima; los de arriba comenzaban a olerse el pastel. El Almirante había sido demasiado descuidado en años pasados y ahora muchos comenzaban a hacerse preguntas sobre por qué el nombre de un Almirante se escuchaba tanto en los bajos fondos. Por no hablar de que algunos habían descubierto que él era el responsable de los asesinatos de los ex-Almirantes La Vega y Yakama. Antes de que el Gobierno se le echase encima, él debería hacer lo propio.

- ¿Por qué la arrogancia debería ser castigada? ¿No lo deberían ser más bien por otros crímenes? Asesinatos impunes, derecho a decidir sobre la vida y la muerte, esclavitud... - no pudo evitar que los acontecimientos de hacía doce años se le vinieran a la cabeza - Hay en efecto muchas cosas por las que deberían responder. Pero ante todo, somos oficiales de la Marina. No debemos echar piedras al propio tejado, al fin y al cabo son quienes nos pagan - dijo, intentando restarle importancia. No era el momento aun de quitarse la máscara y desvelar sus planes - En todo caso, es posible siempre para un marine cambiar las cosas. Una vez sea Almirante de Flota lograré que mi voz sea escuchada. En el Gobierno hay gente razonable y estoy seguro de que algo lograré, por pequeño que sea.

Acto seguido lo conminó a atacar, y Drako le contestó que no lanzaría aun su mejor golpe. Karl esbozó una ligera sonrisa. Había escogido a un Contramaestre juicioso... eso le gustaba. Se colocó en posición de combate y esperó a su golpe. El marine creó dos figuras de pelo de tamaño humano. "Usuario de akuma... interesante" Al momento siguiente estaba siendo atacado por dos humanoides en llamas y su subordinado con los brazos ardiendo. Aun con su haki, aquel ataque podría causarle un daño real por el fuego, así que decidió esquivarlo con su superior velocidad. Midió el tiempo exacto que tardaría Drako en golpearlo. Con un Paso Instantáneo retrocedió cuatro metros de golpe hacia atrás, saliendo del rango del ataque del oficial en el último momento. Su velocidad fue superior a la del soru, por lo que pareció "desaparecer" por un momento.

- Bien hecho, señor Hyrule. Primera lección: aprende a superar el haki. El haki armadura sólo puede bloquear golpes físicos: impactos, cortes, golpes, ondas de choque... no puede bloquear fuego o ácido, entre otras cosas. Ahora me toca atacar.

Karl se lanzó a una velocidad brutal hacia Drako. Tanta que pareció dividirse en tres. Y lo hizo. Tres Karls se lanzaron a por los muñecos y el oficial. Era el "Army of One" del Almirante, que le permitía moverse a tanta velocidad que parecía que se hubiese multiplicado. Los "clones" de los lados se plantaron frente a los muñecos, golpeando el aire frente a ellos con los puños y creando ondas de choque que los destrozarían si les impactaban. El del medio se lanzó a por Drako de frente lanzándole un potente puñetazo al pecho imbuido en haki.

Army of One: Triple Attack [AID]

Había fallado, el Almirante esquivó mi ataque con tal facilidad que ni se había despeinado. Seguido, con una velocidad sobrehumana empezó a correr en dirección hacia mí. De alguna extraña forma, se dividió en 3 Almirantes. Dos de ellos, atacaron a mis muñecos, haciendo que estos se desintegraran en pequeñas moléculas en el aire. Seguido, apareció el Almirante, justamente delante de mis narices, y con un puñetazo suavecito, me mandó a rodar unos largos metros. Por la boca, escupí bastante sangre, y la respiración se me aceleró de repente, solo por el simple hecho de un puñetazo. La diferencia entre ambos era abismal, pero no me rendiría, ese no era mi estilo, lucharía y desmostraría de lo que era capaz, aunque en aquel combate no podía hacer mucho, pues ya entendía la razón de sus sobrenombres y de sus apodos.

Me levanté limpiándome la sangre que tenía en la barbilla, e intentándo recuperar la respiración poco a poco. Ese hombre era espectacular, mucha fuerza, mucha velocidad, inteligencia... Era una mala bestia, capaz de acabar con un ejercito revolionario con sus propias manos, y sin sufrir daños graves. Me puse en pie, tambaleándome y seguido le dije:

-Sabía que eras fuerte, pero no me creía encontrar con esto, pero ahora es mi turno.

Usando mi ''Body Of Fire'', mi brazo derecho fue imbuido en un aura de fuego. Invoqué un muñeco vudú, de tamaño bastante grande, unos 2,5 m aproximadamente, y este iría a por Karl intentando golpearle con fortísimos puñetazos, puesto que sus dedos estaban compuestos por clavos. Mientras yo, aprovecharía este ''señuelo'' con el que le podría hacer daño, para atacarle con mi machete incendiado por mi ''Body Of Fire''.

Muñeco Vudú gigante incendiado con clavos en los dedos + ataques con machete incendiado [AMF]

Karl se quedó un momento quieto y respiró hondo, relajándose totalmente, mientras empezaba a marcar mentalmente un ritmo. "Un, dos. Un, dos." De esta manera midió el "ritmo" de los movimientos del muñeco gigante y Drako. A medida le llegaban los puñetazos saltaba hacia atrás casi con pereza, sin esfuerzo ninguno. Mientras el Contramaestre llegó corriendo con el brazo envuelto en llamas, sujetando un machete. Y al marine se le ocurría la combinación de ataque y defensa perfectos.

- Recuerda: aprovechar los descuidos del rival, y las debilidades de su ataque, es la clave de la victoria. Analiza la estrategia de tu oponente y podrás anticiparte a él.

Y Karl ya había previsto los movimientos de Drako. No había atacado a la vez que el muñeco, con lo que era muy posible que lo estuviese usando de señuelo para preparar otro ataque flanqueándolo. Y fue más o menos como se lo esperaba. Esquivó un nuevo embate del muñeco, fingiéndose distraído, y espero a tener al marine cerca. Entonces cargó contra él, esquivando la cuchillada y el brazo con un simple movimiento aprovechando sus superiores reflejos y colocó su codo en la trayectoria de la cabeza de su oponente. Así, este al estar corriendo, se estamparía contra él y se llevaría un fuerte golpe.

- El fallo de tu ataque es que ha sido una finta demasiado obvia y fácil de evitar para alguien de mi experiencia y habilidades físicas. Deberías haber probado un engaño menos evidente, o incluso uno tan obvio que no me lo hubiese esperado. Un combate es un enfrentamiento no sólo de fuerzas, si no de mentes. La pura fuerza por sí sola no gana batallas... normalmente.

Counter [AM]

El muñeco le intentaba pegar con fuerza, y al parecer al Almirante le costaba esquivar los envites de este. Aprovechando esto, atacaría a Karl mientras estaba distraido con el muñeco, e intentaría ''marcarme'' mi primer golpe.

Me acercaba corriendo, dirección a mi superior, parecía que con aquella jugada podría hacerle aunque fuese poco, algo de daño. Me encontraba a unos escasos metros de él, cuando me disponía a levantar mi machete para cortarle en el brazo derecho, cuando de repente, se le podía ver de reojo una sádica sonrisa en la cara. Ya no podía dar marcha atrás, era demasiado tarde, el Almirante soltó con una rápido movimiento el codo, dándome así un fuerte golpe en la cara y haciéndome caer al suelo, con un chorro de sangre chorreando por mi rostro desde el ojo derecho hacia abajo, tiñiendo mi oscura barba de un color rojizo.

-Por gente como esta me alegro de haberme metido en la Marina...- Pensé a la vez que caía al suelo.

Me levanté con rapidez, aprovechando que el Almirante no hizo un rápido contraataque. Karl dijo algo sobre que las batallas se ganan con inteligencia, y no con fuerza. Pero había un pequeño problema, ¿alguien cómo yo era capaz de superar en fuerzas o en mentes a un tipo como él? Aquello era dificil, pero se podía intentar.

-Analicemos la situación..- me dije en voz baja, a la vez que intentaba ganar algunos metros de distancia.

Tenía delante a un hombre con fuerza de mastodonte, inteligencia impresionante, y a pesar de su gran masa muscular tenía una velocidad y una agilidad sobrehumana, ¿cómo combatir aquello?. Karl me estaba haciendo pedazos sin apenas molestarse, si quiera había usado su habilidad como usuario. Tenía que intentarlo, era todo o nada. Sabía que no era muy inteligente hacer esto, pero no me quedaba mucho para llegar a mi fin, por lo que debía hacerlo.

Creé dos muñecos vudú y estos se anexionaron a mi, haciéndome crecer, y transformarme en una mala bestia, de casi tres metros de altura, mi potentes brazos muy musculados, creados con paja resistente, los imbuiría en ''Body Of Fire'', y en el ''Aura Cortante''. Me preparé para cargar contra el Almirante, probablemente, de una manera u otra, acabaría esquivándolo, pero debía intentarlo.

Flexioné las rodillas, y me dispuse a correr hacia Karl, usando todas mis fuerzas. Por esto, mi cuerpo se imbuyó en un aura de color rojizo, en forma de espiral y que era dañina y probocaría duros cortes y golpes, era el ''Impact Dash''. En este caso usaría todos mis recursos para poder acabar con Karl, e intentaría que no escapase bajo ningún concepto.

¡Todo O Nada! Transformación monstruosa + ambos brazos imbuidos en ''Body Of Fire'' y ''Aura Cortante'' + ''Impact Dash''. [AB]

Karl observó la enorme mole que era ahora Drako. Impresionante, desde luego, pero parecía que no estaba captando el mensaje. Combinaba técnicas variadas y muy poderosas, pero no les sacaba partido. Se estaba limitando a cargar de frente intentando superar en fuerza y velocidad a un hombre más poderoso que se apoyaba en ambas cualidades para vencer sus combates. Ni siquiera es que fuera una estrategia similar a su Sokudan (atacar de manera continuada, manteniendo siempre la iniciativa y abrumando al rival con una ofensiva constante), si no que estaba cargando a saco con todos sus recursos. Karl meneó la cabeza, algo decepcionado. El chico tenía talento... pero le faltaba capacidad de visión del combate. Decidió finalizar ya aquel entrenamiento. No iba a lograr que aprendiese en un solo día a combatir como un maestro, pero podía darle una lección que jamás olvidaría.

- Mala idea, señor Hyrule.

Cargando de frente contra su ataque, le estaba dando una oportunidad perfecta para destrozarle de un único golpe. Contra un rival de menor poder, aquello posiblemente hubiese sido una buena idea. Observó el aura en forma de espiral. Normalmente un ataque de frente hubiese sido inviable por parte de un rival, dado que los ataques a distancia se hubieran desviado en el aura y a corto alcance implicaría meterse en la trayectoria del golpe. Sin embargo, eso no se aplicaba cuando el ataque era lo suficientemente potente como para destrozar el aura y superar con creces la potencia de la embestida. El marine cargó su puño derecho echándolo hacia atrás y se cubrió con el izquierdo, al tiempo que retrocedía con la pierna derecha también. Un aura de energía de tonos rojizos, anaranjados y amarillos surgió de su cuerpo. Esperó a que Drako estuviese justo frente a él para envolver su brazo izquierdo en haki armadura y moverlo rápidamente hacia delante, apoyando la palma de la mano sobre el pecho del marine. Su haki bloqueó totalmente la energía cortante de la técnica del otro, y la postura de Karl transmitió toda la inercia de la embestida a través del cuero de este hasta su pierna derecha. El suelo en torno a aquel pie se agrietó. En caso de otra persona emplea aquella postura le hubiese destrozado el cuerpo, pero el Almirante era absurdamente fuerte y hábil, lo que le había permitido determinar la posición exacta que debía adoptar con su cuerpo para frenar a Drako y transmitir toda la energía del impacto al suelo sin romperse alguna articulación por la brutal presión.

- Advanced Sokudan, ¡Big Cannon Shot! [AIF]

Rápidamente avanzó con su pierna y brazo derechos, moviendo al a vez el cuerpo con lo que imprimiría todo el peso de este en el golpe. Entonces dio un puñetazo al aire justo frente a Drako, al tiempo que gritaba aquellas palabras y retiraba su mano izquierda. Entonces una potente onda de choque imbuida en la energía de su aura avanzó hacia Drako. Tenía fuerza más que suficiente para tumbar al otro, y además había esperado a tenerlo a cuerpo a cuerpo para que no pudiese esquivarla. Con aquello esperaba que la lección hubiese quedado aprendida, y daba el combate por finalizado. Retrocedió dos pasos, y comenzó a hablar.

- He aquí los fallos de tu ataque: primero, cargar de frente contra un oponente más fuerte que tú. Tratándose de alguien que te supera ampliamente en fuerza y velocidad, no intentes superarlo en su campo. Tendrías que haber intentado engañarme de alguna manera o emplear alguna estratagema que te hubiera permitido tocarme intentando superarme en aquellos campos donde tengas ventaja. Recuerda que ni siquiera los enemigos más poderosos son intumbables. Todos tienen un punto débil. Dejando eso de lado, puedo percibir perfectamente con mi haki de observación que eres usuario de hakis. De haber imbuido ese última ataque en haki, mi defensa hubiese fracasado. Recuerda lo siguiente: haki anula a haki. Golpear con haki de armadura a alguien que se defiende empleando este, anula parcialmente su defensa. En caso de que ambos tengan el mismo dominio del haki armadura, se neutralizan mutuamente. En caso de emplear uno un haki de menor poder, anula parcialmente el del otro. Ha sido un fallo grave el no emplear tu busoushoku. Otro fallo: si hubieses además imbuido todo tu cuerpo en fuego, y no sólo los brazos, no hubiese podido emplear esta defensa. No olvides esta lección, te será de utilidad en el futuro. Volveremos a vernos.

Se dio la vuelta y abandonó el campo de batalla caminando con calma. Seguía teniendo grandes expectativas en aquel hombre... tan sólo esperaba que dejase de lado aquella temeridad y comenzase a emplear sus habilidades con más cabeza.

Off: Empleo un punto de bonus para este combate.

Me encontraba a unos escasos metros del Almirante, estaba escaso de fuerzas, muy condolido y exhausto. Pretendía cargar mis brazos para realizar el golpe, cuando de repente noté que algo me llegaba y me hizo caer al suelo, con muchas zonas de la cara llenas de sangre y otras tantas del cuerpo igual o incluso peor. Al parecer, Karl había lanzado una onda de choque, y esta me fue nefasta, era la hora de la verdad. Cai al suelo, paralizado y con una calor infernal. Estaba claro que Karl estaba en otra liga muy distinta a la mía, pero debía reconocer que había sido un honor poder haber compartido tal combate contra él, y que me hubiese dado esos consejos, para llegar a ser como el mejor. Karl siempre había sido mi ejemplo a seguir, aunque nunca habíamos tenido las mismas cualidades físicas ni el mismo modo de ver un combate, aunque ahora algo empezaba a cambiar. Aquellas palabras que el Almirante me había estado diciendo serían las que en un futuro me hiciesen grande a mí también.

Tras escuchar las últimas palabras del Almirante, Drako quedó inconsciente en el suelo, paralizado y si tenía algo de lo que presumir al mundo, era el poder haber combatido contra el ''Hombre más fuerte de los siete mares'', aunque estaba más que claro que él competía en otra liga...

Hojas actualizadas.