Kokonoe Toru
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La luna brilla lo más alto del cielo iluminando parte de la ciudad mientras que algunos callejones se quedan completamente a oscuras, un lugar perfecto para que los criminales se escondan. Lejos del bullicio de la ciudad se encuentra un joven de pelos rubios recogidos en una coleta y portando un largo abrigo negro ondeando al viento mientras su dueño observa la ciudad que se alza frente a él de pie en el desierto. Su rostro se encuentra cubierto por una especie de pañuelo mientras cubre sus ojos con su brazo libre para protegerse de la arena llevada por el viento. En su otra mano sostiene dos papeles rectangulares los cuales el joven ojeó antes viendo el aspecto de dos criminales, sus nombres y sus recompensas, el que más dinero aportaba por la entrega se llama Byson y se trata de un hombre calvo con mirada cruel con una recompensa de 25 millones y el otro era una mujer con gafas y pelo rojo con 12 millones.
El joven rubio se trata ni más ni menos que del cazador alquimista, Edward Furukawa y su objetivo en esta ciudad es sencillo, encontrar y detener a esos dos sin importar si es vivos o muertos, solo le basta con mantenerlos reconocibles para cobrar sus recompensas. Decidido empieza a caminar hacia la ciudad con un ninjato colgando en su espalda, una Kusarigama en su cintura junto a dos pistolas llamadas tigre y dragón y bajo su abrigo en el brazo izquierdo una especie de cañón portátil. Los pasos de Edward al entrar en la ciudad son decididos y firmes, tanto que algunos de los presentes se quedan mirándolo mientras avanza hacia las calles donde empezará a buscar por los lugares más oscuros.
El joven rubio se trata ni más ni menos que del cazador alquimista, Edward Furukawa y su objetivo en esta ciudad es sencillo, encontrar y detener a esos dos sin importar si es vivos o muertos, solo le basta con mantenerlos reconocibles para cobrar sus recompensas. Decidido empieza a caminar hacia la ciudad con un ninjato colgando en su espalda, una Kusarigama en su cintura junto a dos pistolas llamadas tigre y dragón y bajo su abrigo en el brazo izquierdo una especie de cañón portátil. Los pasos de Edward al entrar en la ciudad son decididos y firmes, tanto que algunos de los presentes se quedan mirándolo mientras avanza hacia las calles donde empezará a buscar por los lugares más oscuros.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Re: Una cacería repleta de sorpresas[Edward Furukawa - Thanatos][Presente] {Lun 22 Dic 2014 - 15:57}
Dos figuras pudieron verse por una de las calles de aquel lugar, corrían a toda velocidad mientras mantenían un ritmo igualado entre ellas. Portaban capuchas de color negro que tapaban sus rostros, en el cuerpo llevaban túnicas negras con nubes rojas bordadas en estas. Tenían sandalias y no parecían poseer armas de ninguna clase, los ojos del que parecía un poco más alto, se pudieron ver un momento. Eran lilas y con franjas en las pupilas, su expresión era seria y enfadada, parecía querer llegar cuando antes a un sitio. De repente en un salto pudieron verse los ojos del otro, eran totalmente iguales, quizás un poco más estirados a los lados. Por fin divisaron lo que estaban buscando desde hacía ya un buen rato, frente a ellos, a unos veinte metros, corría una joven pelirroja. La figura alta, metió la mano en su túnica mientras corría y sacó un cartel dónde estaba su cabeza, unos doce millones, cosa bastante buena para sus gastos y sus creaciones junto al doctor.
- Ahí está, vamos Shirodoku, maniobra de largo alcance.
Dijo ahora el tipo mientras escondía el cartel y aceleraba el ritmo, el otro que iba a su lado empezó a correr más rápido, ya casi la tenían. Sin embargo ahora se tiró al suelo boca arriba con las manos estiradas hacia el cielo y abiertas, el anterior hombre saltó colocando sus pies en las palmas del otro. Acto seguido aquel hombre allí tirado le impulsó con fuerza hacia su presa, el tipo perdió la capucha por el salto, se trataba de un chico joven, de pelos cortos y naranjas, hacia arriba alborotados. En su frente llevaba una cinta de acero, lo más extraño eran sus pircing, tenía tres barritas en la nariz, las cuales se la atravesaban de un lado a otro, en cada oreja otros seis. Mientras que una barra atravesaba el oído, en su cuello se podía ver un collar hecho de pircing afilados, los dos últimos los llevaba bajo el labio inferior en forma de colmillos. Su expresión era totalmente inexpresiva, su piel bastante blanca, en pleno aire lanzó una patada con fuerza que impactó en la espalda de la pelirroja, tirándola al suelo en mitad de la calla con violencia. Una vez cayó al suelo, pegó un pequeño quejido y se giró quedando boca arriba y jadeando por el golpe, pudo ver como el tipo se acercaba y colocaba su pie en su estómago mientras ahora le hablaba de forma seria.
- Se acabó el juego, entrégate por las buenas o simplemente me llevare tu cabeza literalmente.
En ese momento la otra figura se acercó a ellos, permanecía con la capucha puesta y tan solo se podía escuchar una leve carcajada que soltó, la chica se vio acorralada por los dos cazadores. Sin embargo rodó con agilidad y se levantó sacando una daga plateada, la cual lamió despacio sonriendo de lado y se preparó para atacarles, cosa que estos iban a consentir, así la reducirían a golpes.
- Ahí está, vamos Shirodoku, maniobra de largo alcance.
Dijo ahora el tipo mientras escondía el cartel y aceleraba el ritmo, el otro que iba a su lado empezó a correr más rápido, ya casi la tenían. Sin embargo ahora se tiró al suelo boca arriba con las manos estiradas hacia el cielo y abiertas, el anterior hombre saltó colocando sus pies en las palmas del otro. Acto seguido aquel hombre allí tirado le impulsó con fuerza hacia su presa, el tipo perdió la capucha por el salto, se trataba de un chico joven, de pelos cortos y naranjas, hacia arriba alborotados. En su frente llevaba una cinta de acero, lo más extraño eran sus pircing, tenía tres barritas en la nariz, las cuales se la atravesaban de un lado a otro, en cada oreja otros seis. Mientras que una barra atravesaba el oído, en su cuello se podía ver un collar hecho de pircing afilados, los dos últimos los llevaba bajo el labio inferior en forma de colmillos. Su expresión era totalmente inexpresiva, su piel bastante blanca, en pleno aire lanzó una patada con fuerza que impactó en la espalda de la pelirroja, tirándola al suelo en mitad de la calla con violencia. Una vez cayó al suelo, pegó un pequeño quejido y se giró quedando boca arriba y jadeando por el golpe, pudo ver como el tipo se acercaba y colocaba su pie en su estómago mientras ahora le hablaba de forma seria.
- Se acabó el juego, entrégate por las buenas o simplemente me llevare tu cabeza literalmente.
En ese momento la otra figura se acercó a ellos, permanecía con la capucha puesta y tan solo se podía escuchar una leve carcajada que soltó, la chica se vio acorralada por los dos cazadores. Sin embargo rodó con agilidad y se levantó sacando una daga plateada, la cual lamió despacio sonriendo de lado y se preparó para atacarles, cosa que estos iban a consentir, así la reducirían a golpes.
Kokonoe Toru
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Re: Una cacería repleta de sorpresas[Edward Furukawa - Thanatos][Presente] {Jue 25 Dic 2014 - 23:38}
El joven alquimista camina tranquilo con las manos en los bolsillos pero con el haki mantra activado y la vista atenta a cualquier hecho que pueda indicar la presencia de los criminales que busca o cualquier peligro aparte de tener un cierto control de los seres que lo rodean teniendo cuidado de no actuar descuidadamente. Sus pasos son sigilosos por lo que pasaría completamente desapercibido para cualquiera que se encuentre cerca salvo que posea un oído muy fino o controle el haki mantra. El viento resuena por los huecos de las paredes de la ciudad y un leve remolino de arena recorre la calle frente al joven cazador que se encuentra concentrado en su misión, hallar al criminal y arrestarlo dejándolo lo más reconocible posible. Edward no pierde la concentración y mientras camina sujeta con fuerza un colgante mientras en su mente se forma la imagen de su hermosa y amable esposa que lo está esperando en el barco porque sabe que cuando Ed se va de caza las cosas pueden ponerse muy peligrosas.
El pelo del cazador ondea al viento junto a su abrigo negro mientras cubre su rostro con su mano de acero y observa con atención las puertas de la calle, todas cerradas sin excepción al igual que las ventanas. Empieza a sospechar que la información acerca de los criminales que le dieron es falsa pero antes de darlo por un viaje inútil decide avanzar un poco y buscar en los callejones en busca de alguna señal de los criminales. Con su haki de observación siempre activo camina con cautela y precaución por las calles dispuesto a atacar a cualquiera que pueda representar un peligro para su vida. Nada ocurre y por el momento a su alrededor no hay nadie que destaque, las únicas presencias perceptibles son muy débiles como para ostentar tanta recompensa así que cuando de pronto nota la aparición de 3 fuerzas a tomar en cuenta, todas al este de su posición se gira de inmediato con las pistolas empuñadas y el ojo atento para poder disparar a cualquiera que se cruce. Pasan varios segundos y nadie aparece por lo que seguramente los sujetos se encontrarán un poco más lejos y es posible que dos de ellos sean los criminales al que busca.
Sin perder más tiempo salta al tejado que ahora tiene delante y avanza veloz hacia el lugar donde sintió las presencias y a mitad camino lo que ve le sorprende, donde notó tres presencias hay lo que parecen ser cuatro personas, una chica, un joven de aspecto extraño y peculiar, un encapuchado y más alejado sobre una farola con dos cuchillos en las manos el hombre que aparece en el cartel. Sin dudar ni un solo instante apunta al hombre de la farola y dispara un total de cinco balas con la clara intención de provocar que ataque y baje de allí mientras envaina las pistolas y apoyando la mano izquierda sobre su brazo derecho saca una cuchilla mientras salta a la calle donde a su vez el encapuchado y el extraño sujeto e enfrentan a la que ahora distingue como el otro criminal por lo que dice Si eres un simple criminal que quiere matar a esa rata te aconsejo irte, en cambio si eres cazador simplemente no me molestes mientras me encargo de ese calvo de ahí. Mi jefe es un gran cazador y me ha dado la “custodia” de estos criminales así que preferiría poder llevarme al menos la recompensa de uno de ellos a casa. Justo al acabar esa frase su Kenbunshoku Haki le avisa de un ataque inminente pero como no tiene campo para esquivarlo lo que hace es activar el Busoushoku mientras bloquea el golpe con su brazo de acero de forma que elataque simplemente roza la mejilla del cazador sin causar ni un rasguño por el haki.
Los ojos caramelos del alquimista se tornan serios y un tanto siniestros mientras cierra los puños con fuerza y se mueve como un fantasma sin hacer ruido y bastante rápido hasta llegar al criminal, al cual golpea con el puño izquierdo en la costilla haciendo que de tres pasos atrás tambaleando pero manteniéndose en pie. Sin desviar su mirada del criminal Edward dice Siento mi descortesía, soy Edward Furukawa, miembro de los Samurai: Legendary Hunters es un placer conocerte. Al parecer en las calles se iba a dar una pelea interesante.
El pelo del cazador ondea al viento junto a su abrigo negro mientras cubre su rostro con su mano de acero y observa con atención las puertas de la calle, todas cerradas sin excepción al igual que las ventanas. Empieza a sospechar que la información acerca de los criminales que le dieron es falsa pero antes de darlo por un viaje inútil decide avanzar un poco y buscar en los callejones en busca de alguna señal de los criminales. Con su haki de observación siempre activo camina con cautela y precaución por las calles dispuesto a atacar a cualquiera que pueda representar un peligro para su vida. Nada ocurre y por el momento a su alrededor no hay nadie que destaque, las únicas presencias perceptibles son muy débiles como para ostentar tanta recompensa así que cuando de pronto nota la aparición de 3 fuerzas a tomar en cuenta, todas al este de su posición se gira de inmediato con las pistolas empuñadas y el ojo atento para poder disparar a cualquiera que se cruce. Pasan varios segundos y nadie aparece por lo que seguramente los sujetos se encontrarán un poco más lejos y es posible que dos de ellos sean los criminales al que busca.
Sin perder más tiempo salta al tejado que ahora tiene delante y avanza veloz hacia el lugar donde sintió las presencias y a mitad camino lo que ve le sorprende, donde notó tres presencias hay lo que parecen ser cuatro personas, una chica, un joven de aspecto extraño y peculiar, un encapuchado y más alejado sobre una farola con dos cuchillos en las manos el hombre que aparece en el cartel. Sin dudar ni un solo instante apunta al hombre de la farola y dispara un total de cinco balas con la clara intención de provocar que ataque y baje de allí mientras envaina las pistolas y apoyando la mano izquierda sobre su brazo derecho saca una cuchilla mientras salta a la calle donde a su vez el encapuchado y el extraño sujeto e enfrentan a la que ahora distingue como el otro criminal por lo que dice Si eres un simple criminal que quiere matar a esa rata te aconsejo irte, en cambio si eres cazador simplemente no me molestes mientras me encargo de ese calvo de ahí. Mi jefe es un gran cazador y me ha dado la “custodia” de estos criminales así que preferiría poder llevarme al menos la recompensa de uno de ellos a casa. Justo al acabar esa frase su Kenbunshoku Haki le avisa de un ataque inminente pero como no tiene campo para esquivarlo lo que hace es activar el Busoushoku mientras bloquea el golpe con su brazo de acero de forma que elataque simplemente roza la mejilla del cazador sin causar ni un rasguño por el haki.
Los ojos caramelos del alquimista se tornan serios y un tanto siniestros mientras cierra los puños con fuerza y se mueve como un fantasma sin hacer ruido y bastante rápido hasta llegar al criminal, al cual golpea con el puño izquierdo en la costilla haciendo que de tres pasos atrás tambaleando pero manteniéndose en pie. Sin desviar su mirada del criminal Edward dice Siento mi descortesía, soy Edward Furukawa, miembro de los Samurai: Legendary Hunters es un placer conocerte. Al parecer en las calles se iba a dar una pelea interesante.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La chica trató de apuñalar al cazador, sin embargo el encapuchado se puso en medio colocando su antebrazo en medio, del que salió una cuchilla que bloqueó el tajo de la chica. Acto seguido lanzó a la pelirroja de una patada en el hombro, aquel encapuchado se quedó quieto con las manos en los bolsillos mientras el peli naranja se colocaba a su lado y observaba a su presa con sus ojos serios y fríos. El poder de su fruta era algo que le encantaba usar, podía controlar los objetos y cuerpos muertos como si fueran simples marionetas en su poder. Aquel encapuchado era una de ellas, de nombre Shirodoku, el cual le había puesto por el potente veneno que este podía tener en su cuchilla. Los dos sonrieron de lado al mismo tiempo mientras avanzaban hacia su oponente con gesto parecido y la misma velocidad al caminar.
De repente el sonido de unos disparos llegaron a los oídos de aquellos dos tipos, el encapuchado miró hacia arriba al mismo tiempo que el devastador. Allí pudieron ver a un tipo con un brazo de acero que se lanzó a por otro hombre sin pelo que no había visto Thanatos antes. Las palabras del rubio eran interesantes, su jefe al parecer era un gran cazador y había dejado la custodia de esos tipos a él, quería quedarse al menos con alguno. El calvo no era interés del zorro del dolor, este estaba centrado en la pelirroja, había ido a por ella, por lo que no se metió en los asuntos del otro cazador. El chico después dijo su nombre y se presentó como el miembro de un gremio llamado Legendary Hunters, había escuchado hablar de ellos, tenían una buena fama y bien merecida por lo que podía ver por parte de ese tipo.
- Soy Thanatos, el que viene conmigo se llama Shirodoku. Somos cazadores también, el placer es nuestro amigo.
Dijo ahora el tipo que tenía el rostro al descubierto mientras pensaba en aquellas palabras, después dedujo que ese chico querría ocuparse tranquilamente de su oponente, por lo que decidió no molestarle. Miró a la chica, la cual aprovechó el despiste para tratar de pegarle un corte en el pecho, sin embargo la marioneta se colocó de nuevo en medio y paró el golpe de nuevo con su cuchilla, lanzándole un tajo a ella y dándole en el hombro. El trabajo ya estaba hecho, solo había que esperar a que el potente veneno hiciera efecto en el cuerpo de la criminal, ella empezó a respirar con más fuerza mientras llevaba la mano a su hombro, el cual notaba paralizado gracias a la cuchilla de aquel encapuchado.
- Mi veneno ya está dentro de tu torrente sanguíneo. En poco tiempo estarás inconsciente y no podrás moverte. No has sido una buena oponente, pero en la prisión te pudrirás y podrás pensar en mejorar, tal vez cuando salgas merezca la pena luchar contigo.
Thanatos hacía hablar a sus cuerpos mediante el uso de sus cuerdas vocales, pues estos estaban hechos a partir de cadáveres. La pelirroja no tardó en empezar a sentir mareos y nauseas, cayó al suelo cerrando los ojos y quedando inconsciente totalmente. Segundos después, el peli naranja se acercó a ella cogiéndola y colocándola sobre su hombro derecho, terminando el trabajo, pero ahora miró a la dirección dónde estaba el rubio y su oponente, tal vez se divertía un poco viéndolos luchar. Además si lo veía en apuros tal vez se metía de por medio, la situación se había calmado con la derrota de uno de los dos criminales que allí había. El de la capucha se la quitó, dejando ver un rostro muy parecido al del otro hombre, lleno de pircing pero en otras zonas, su pelo naranja también. Pero este estaba recogido en una coleta y era largo, incluso tenía un mecho que le tapaba un ojo, sus orbes eran iguales a los de su dueño Thanatos.
De repente el sonido de unos disparos llegaron a los oídos de aquellos dos tipos, el encapuchado miró hacia arriba al mismo tiempo que el devastador. Allí pudieron ver a un tipo con un brazo de acero que se lanzó a por otro hombre sin pelo que no había visto Thanatos antes. Las palabras del rubio eran interesantes, su jefe al parecer era un gran cazador y había dejado la custodia de esos tipos a él, quería quedarse al menos con alguno. El calvo no era interés del zorro del dolor, este estaba centrado en la pelirroja, había ido a por ella, por lo que no se metió en los asuntos del otro cazador. El chico después dijo su nombre y se presentó como el miembro de un gremio llamado Legendary Hunters, había escuchado hablar de ellos, tenían una buena fama y bien merecida por lo que podía ver por parte de ese tipo.
- Soy Thanatos, el que viene conmigo se llama Shirodoku. Somos cazadores también, el placer es nuestro amigo.
Dijo ahora el tipo que tenía el rostro al descubierto mientras pensaba en aquellas palabras, después dedujo que ese chico querría ocuparse tranquilamente de su oponente, por lo que decidió no molestarle. Miró a la chica, la cual aprovechó el despiste para tratar de pegarle un corte en el pecho, sin embargo la marioneta se colocó de nuevo en medio y paró el golpe de nuevo con su cuchilla, lanzándole un tajo a ella y dándole en el hombro. El trabajo ya estaba hecho, solo había que esperar a que el potente veneno hiciera efecto en el cuerpo de la criminal, ella empezó a respirar con más fuerza mientras llevaba la mano a su hombro, el cual notaba paralizado gracias a la cuchilla de aquel encapuchado.
- Mi veneno ya está dentro de tu torrente sanguíneo. En poco tiempo estarás inconsciente y no podrás moverte. No has sido una buena oponente, pero en la prisión te pudrirás y podrás pensar en mejorar, tal vez cuando salgas merezca la pena luchar contigo.
Thanatos hacía hablar a sus cuerpos mediante el uso de sus cuerdas vocales, pues estos estaban hechos a partir de cadáveres. La pelirroja no tardó en empezar a sentir mareos y nauseas, cayó al suelo cerrando los ojos y quedando inconsciente totalmente. Segundos después, el peli naranja se acercó a ella cogiéndola y colocándola sobre su hombro derecho, terminando el trabajo, pero ahora miró a la dirección dónde estaba el rubio y su oponente, tal vez se divertía un poco viéndolos luchar. Además si lo veía en apuros tal vez se metía de por medio, la situación se había calmado con la derrota de uno de los dos criminales que allí había. El de la capucha se la quitó, dejando ver un rostro muy parecido al del otro hombre, lleno de pircing pero en otras zonas, su pelo naranja también. Pero este estaba recogido en una coleta y era largo, incluso tenía un mecho que le tapaba un ojo, sus orbes eran iguales a los de su dueño Thanatos.
Kokonoe Toru
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El extraño joven que se encontraba peleando con la tal Karin dice que también son cazadores pero algo extraño pasa ya que el alquimista solo percibe la presencia de los dos criminales y de una persona más por lo que lo que hay junto al que se presentó como Thanatos no es un ser humano pero se mueve como un humano y parece humano. Mientras Ed esccha al extraño cazador bloquea como puede los primeros golpes del calvo pero éste finalmente lanza un potente derechazo que impacta de lleno en su cara y lo tira al suelo haciendo que el cazador del brazo de acero escupa un poco de sangre antes de levantarse. Al mismo tiempo Thanatos y Karin siguen con su combate con un ataque por parte de la criminal y un contraataque perfecto del pelinaranja que se detiene después de que su marioneta o lo que sea eso lograra hacer un corte en el hombre de la mujer.
Edward Furukawa, el hermano gemelo del temido Yonkou Kirito se encuentra nuevamente de pie y sus ojos muestran frialdad y decisión por matar cuando el calvo sonríe de medio lado y dice Si eso es todo lo que tienes vas listo, hace unos días me enfrenté a una muchacha que peleaba mejor pero desafortunadamente no pude matarla, creo que se llamaba Akatsuki. Era muy guapa, pero huyó después de que le hiciera un corte profundo en el brazo derecho. Al escuchar lo que el bastardo hizo y el nombre de su hermana los ojos del cazador se vuelven dos esferas vacías y una gran sed de sangre brota en su interior. El rubio guarda sus armas y mueve sus articulaciones provocando estallidos similares a los de una pistola al disparar mientras comienza a caminar tranquilamente hacia el calvo como una sombra letal. Mientras el cazador camina el suelo empieza a fragmentarse y a formar cuchillas en el aire y a ambos lados del alquimista se alzan dos figuras de roca con el aspecto que imagina a su hermano Akai y con el aspecto actual de su hermano Kirito. Sin más el cazador se desvanece y las dos figuras al igual que los cuchillos se lanzan a por el calvo que logra esquivar a los cuchillos y reducir las figuras a rocas pero en ese momento Edward inserta una pequeña varilla de metal que creó de su dedo en un punto exacto del cuello de Byson mientras dice Por tu osadía tendrás una muerte terriblemente lenta y dolorosa. No puedes moverte más y poco a poco la sangre se te acumulará en la cabeza hasta salirte por ojos, nariz, orejas y boca y morirás con un dolor insoportable. El tono de la voz de Edward es grave y ronco y lo suficientemente bajo como para que solo el criminal lo escuche pero sus ojos demuestran un sadismo inimaginable.
El rubio se aparta un poco del criminal y empieza a crear una especie de carretilla para cargar al cadáver mientras hace ejercicios de relajación para no acabar destruyendo el cuerpo que debe entregar.
Edward Furukawa, el hermano gemelo del temido Yonkou Kirito se encuentra nuevamente de pie y sus ojos muestran frialdad y decisión por matar cuando el calvo sonríe de medio lado y dice Si eso es todo lo que tienes vas listo, hace unos días me enfrenté a una muchacha que peleaba mejor pero desafortunadamente no pude matarla, creo que se llamaba Akatsuki. Era muy guapa, pero huyó después de que le hiciera un corte profundo en el brazo derecho. Al escuchar lo que el bastardo hizo y el nombre de su hermana los ojos del cazador se vuelven dos esferas vacías y una gran sed de sangre brota en su interior. El rubio guarda sus armas y mueve sus articulaciones provocando estallidos similares a los de una pistola al disparar mientras comienza a caminar tranquilamente hacia el calvo como una sombra letal. Mientras el cazador camina el suelo empieza a fragmentarse y a formar cuchillas en el aire y a ambos lados del alquimista se alzan dos figuras de roca con el aspecto que imagina a su hermano Akai y con el aspecto actual de su hermano Kirito. Sin más el cazador se desvanece y las dos figuras al igual que los cuchillos se lanzan a por el calvo que logra esquivar a los cuchillos y reducir las figuras a rocas pero en ese momento Edward inserta una pequeña varilla de metal que creó de su dedo en un punto exacto del cuello de Byson mientras dice Por tu osadía tendrás una muerte terriblemente lenta y dolorosa. No puedes moverte más y poco a poco la sangre se te acumulará en la cabeza hasta salirte por ojos, nariz, orejas y boca y morirás con un dolor insoportable. El tono de la voz de Edward es grave y ronco y lo suficientemente bajo como para que solo el criminal lo escuche pero sus ojos demuestran un sadismo inimaginable.
El rubio se aparta un poco del criminal y empieza a crear una especie de carretilla para cargar al cadáver mientras hace ejercicios de relajación para no acabar destruyendo el cuerpo que debe entregar.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.