El primer Encuentro, la fuerza de los cazadores [Privado Pasado (Nemonic, Byakuro Kyoya)]

Byakuro se colocó frente a Guldrik, y se cruzó de brazos. Observó al escarabajo, y le dijo:

- Bien, voy a ver qué tal te he enseñado. Vamos a combatir. Tú contra mí. No te voy a pedir que te contengas. Sé defenderme de ataques poderosos. Quiero comprobar tu nivel con el Ryu Yoshiki, y en el combate seré capaz de ver hasta que punto has dominado el haki -dicho esto, el cazador se quitó la camiseta que llevaba, dejando su torso desnudo al aire. Tan solo llevaba unos pantalones largos. Iba descalzo-. Adelante. Trata de emplear lo que te he enseñado.

Tras estas sencillas instrucciones, el cazador adoptó una postura de guardia: manos frente a él, con los brazos formando un ángulo de unos cuarenta grados, y los puños en alto. La pierna derecha estaba algo más adelantada que la izquierda, y las rodillas, flexionadas.

El pelimorado me estaba poniendo a prueba con un combate contra él, aun sabiendo que no podría ganar, acepté con gusto, yaq ue quería ver lo que había mejorado. Antes de empezar estiré un poco y me quite la camiste igual que el pelimorado, dejandola doblada a un lado.

Para este combate, quería usar solo mi forma humana, ya que si conseguía algo en esa forma, en la hibrida sería mucho mejor. Tendría que pensar bien el ataque y ejecutarlo como me había enseñado, aunque supiera que iba a esquivarlo. Me pusé en posición delante de él a pocos metos, era ahora o nunca.

Me lance a toda la velocidad que podía hacía el, quería dalr un patada en la corva( parte trasera de la rodilla) para desestavilizarlo y luego lanzarle un puñetazo en el oido mientras caia y si mi ataque tenía exito antes de que saliera disparado, le cogería del brazo con la mano izquierda y lo lanzaría contra el suelo.

No me iba a contener, aunque sabía que sería complicado incluso rozarlo, lo daría todo en ese combate.

Golpe Corva + Puñetazo Oido + Lanzamiento contra el suelo [AI]

Byakuro lo vió acercarse hasta colocarse a corta distancia. Entonces, el escarabajo se lanzó contra él, a una velocidad interesante, aunque muy lento para los sentidos potenciados del cazador. Trató de hacer una patada de barrido en la corva. "Vaya, al menos ha aprendido algo" pensó Byakuro mientras daba un salto hacia atrás. Vio como el chico iba a tratar de golpear con el puño contrario en el oído, así que en lugar de esquivarlo, se concentró, y el haki apareció en su cabeza. El golpe fue doloroso pese a todo, debido a la fuerza descomunal de aquel chico. El cazador vio el siguiente ataque: un agarrón para lanzarlo por el aire contra el suelo. Rápidamente echó el brazo derecho hacia atrás, tratando de evitar el agarre, y retrocedió un par de pasos. A su alrededor todo se movía un poco, y tenía un molesto pitido en el oído.

- Mmmm... no está mal. Has apuntado a zonas más o menos sensibles del cuerpo, pero ahora me toca a mí. -el cazador colocó sus manos como cuñas, y se lanzó a toda velocidad contra Guldrik. Lanzó tres golpes rápidos contra el cuello del cazador aprendiz. Sus manos iban imbuidas en haki de armadura. Tras aquellos golpes con la punta de los dedos, trató de hacer un barrido con la pierna, a la altura de las rodillas, para derribar a su contrincante.

Ryu Yoshiki: Tres garras de dragón (haki armadura lvl 1) + Barrido de pierna (haki armadura lvl 1)[AM]

Di un salto hacía atras tras terminar el ataque, para posicionarme a una distancía en la que pudiera reaccionar a una respuesta. Solo le había dado el segundo golpe, en el odio, aunque para mi era el mas importante, por que era el que afectaba al equilibrio. Aunque durante el golpe algo brillante y extraño apareció, parando casi por completo mi puñetazo, por lo que seguramente quería pararlo en vez de esquivarlo. Ví que el pelimorado estaba algo aturdido, pero se recupero rapido y empezo su ataque.

- Vamos concentrate , tu puedes Guldrik - me decia antes de que comenzara a atacar. La sensación emergió de nuevo en mí, pero esta vez era muy debil, como si fuera contrarestada por otra fuerza. Note que me atacaría con los dedos pero no sabía donde, por lo que mi reacción fue protegerme la cara, con los brazos en cruz, para evitar golpes en ella. Fueron tres golpes rapido y concisos en el cuello, había errado en mi predicción y con una fuerza y dureza que no había visto antes sin armas en Byakuro.

Me empecé a ahogar, pero la sensación volvio a relucir, esta vez una patada baja, pero mi haki fue demasiado tardio. Por lo que solo pude levantar los pies un palmo del suelo, haciendome desestabilizarme casi por completo, cayendo de culo. El golpe en el cuello me había dejado sin aliento un momento, me puse de rodillas para respirar y me levante con algo de mareo por la falta de aire.

- Bien, - dije con algo de dificultad, - sigamos con el combate-  le dije con gran determinación, esta era una de las pruebas finales y quería pasarla, aunque la falta de aire estaba haciendo que no pensara con claridad.

Tras decir eso lance un patada directa a su estomago en linea recta, para luego hacer una voltereta en el aire pasando por encima de el para golpear en el cogote, con algo de dificultad, para luego saltaría hacía atras para prepararme de nuevo.

Patada estomago + patada aerea en el cogote [AM]

Lo observó levantarse tras aquel triple golpe. Parecía algo tocado. El silbido empezaba a desaparecer. Seguramente se le pasaría la molestia en breves. Su alumno le lanzó una fuerte patada al estómago, que el cazador trató de esquivar haciéndose a un lado. Sin embargo, la trayectoria del pie del otro pareció adaptarse a su movimiento, como si hubiera previsto aquella esquiva ¿Haki? No fue un impacto directo, pero si bastante importante, y con la fuerza de aquel chico, lo había dejado sin aliento. El cazador se llevó las manos al vientre. Pese al haki armadura, sintió el sabor metálico de la sangre en la boca. Pero el ataque no había terminado ahí. El otro saltó para tratar de golpearle en la cabeza. Byakuro rodó hacia delante, ignorando el dolor, y aprovechando su actual postura encorvada. El ataque le pasó rozando.

Cuando acabó su voltereta, se levantó con cierta dificultad, y escupió una mezcla de saliva y sangre. Miró con los ojos incandescentes a Guldrik y se lanzó contra él. Su cuerpo adquirió un aura negra, de oscuridad absoluta. Sus capacidades ahora eran sobrenaturales. Se movía a más de trescientos kilómetros por hora hacia su alumno, al tiempo que colocaba su puño cerrado frente a él, a la altura de los abdominales. La bala humana en la que se había convertido quería dar un único golpe, en el plexo solar de su objetivo. Además, en cuanto golpeara, una onda de energía se generaría a su alrededor, dañando todo lo que se encontrase en un radio de un metro del punto de impacto.

Dragon fury: Punch (manual Explosión Galáctica)[Haki armadura lvl 1] [AMF]

Tras el embiste, Byakuro se detuvo a un par de metros tras el escarabajo. Su aura de negrura desapareció, y cayó de rodillas. De pronto estaba terriblemente cansado. Sintió su cuerpo desfallecer y se llevó una mano a la cabeza.

Mi cuerpo reacciono casi por si solo, pero en el momento de golpear detecte vagamente la dirección en la que se iba a mover, por lo que desvie ligaremente mi trayectoria. Gracias a eso pude darle, aunque no con toda la fuerza con la que iba, ya que por poco no le doi. Mi saltao con ataque talonario no le alcanzó y volví a dar un salto hacía atras para mantenerme en guardia. Me lleve la mano a la garganta ya que todavia me molestaba el golpe anterior, aunque ya respiraba con cierta normalidad.

En ese momento observe que el pelimorado esupio al suelo y me miro con un fuego interno abrasador, algo que no veía demasiado de instructor. Le había mosqueado, por lo que mi palabra de mantenerme en forma humana tendría que incumplirla. Me transforme en mi forma completa, que aunque era mas lenta, podría resistir mejor los golpes. Media 5 metros de larfgo y 2 de alto. con un cuerno frontal terminada en lanza y otro mas abajo de mi cabeza terminado en Y. Aparte de transformarme no me dío tiempo a nada mas, noté un golpe fortisimo en el caparazon a la vez que notaba que algo impactaban contra mis cuernos. A cotinuación una onda reverbero en mi cuerpo, haciendo que me doliera todo el cuerpo y salí volando hasta chocar contra un arbol cercano.

El movimiento fue tan rapido, que uanque notñe con el haki vagamente su movimiento, no hubíera podido pararlo o esquivarlo de ninguna manera. El golpe fue tan fuerte que casi me hace perder la conciencia, había sido un golpe que no había visto nunca. Ya volviendo a mi forma humana y con visibles sintomas del golpe , con moratones,sangrando por la cabeza y la boca, el cuerpo no me respondía por lo que me quedé sentado en el suelo.

Ví de manera borrosa a Byakuro tras darme aquel tremendo golpe y como se hincaba de rodillas, sonreí - Byakuro me apetecen unos perritos - tras decir eso me tumbe en el suelo observando el cielo, casí sin poder moverme.

Se había pasado un poco. Pero aquello le venía bien a su alumno. Byakuro agitó la cabeza para tratar de despejarse y empezó a caminar hacia él. Suspiró y se concentró, para hacer aparecer un par de perritos calientes. Le tendió uno al hombre escarabajo y se sentó a su lado.

- Tal vez haya sido un poco bestia con ese puñetazo... -murmuró-. Pero no importa. Por ahora es suficiente. Estoy cansado, y necesito dormir un rato. -mordió su perrito caliente y se puso a dormir.

Tras unas horas, el cazador abrió los ojos. Ya era por la tarde, y la luz del sol empezaba a adquirir el tono dorado que caracteriza la proximidad del crepúsculo. Se levantó y buscó con la mirada a Guldrik. Quería probar una última cosa. Después de todos los entrenamientos que habían realizado, iba a intentar un ejercicio simple, pero que determinaría si el escarabajo había dominado el haki de visión o no.

Se incorporó y vio a Guldrik cerca del río. Desde su posición no podía saber qué estaba haciendo, pero pronto lo averiguaría. Echó a andar hacia él.

Despues de comernos el perrito, el eplimorado se durmio un rato, mientras yo me curaba las heridas. No podía desacansar, mi cuerpo estaba totalmente en tensión despues del combate y solo quería estar activo. Me levanté con bastantes dolores y fuí a areocger mi camiseta que la había dejado en un lugar cercano. - Ah sido un buen entrenamiento el de hoy - me dije mientras me iba a la ladera del rio a pensar un poco.

El sol estaba en todo lo alto y su luz reflejaba en el rio, se escuchaba el bosque lleno de vida, los pajaros cantando, las ardillas recolectando alimentos, parecía como si estuviera en armonía con el mismo. Estaba cansado y dolorido, pero muy bien conmigo mismo, estaba haciendo unos progresos que me estaban acercando a tener el haki que pretendía.

Deje mi mochila en la orilla, me adentre en el río hasta que me cubría por la cintura y me senté a meditar. Cuando el agua entro en contacto con mi dolorido cuerpo, sentí una fatiga y un dolor bastante agudos, pero necesitaba estar en paz en aquel lugar. El sonido del rio y del bosque me ayudaban a ordenar mis ideas, a elaborar nuevas estrategias y a asimilar todo lo aprendido estas últimas semanas.

Ya habían pasado dos horas desde que entré en el agua y mi cuerpo ya comenzaba tiritar - bueno, creo que va siendo hora de salir - me dije mientras salia y prendía un fuego para secarme la ropa. Cuando el sol ya estaba apunto de esconderse, Byakuro se acerco a donde yo me encontraba - ¿Seguimos con el entrenamiento? - le pregunté mientras me pnía en pie para recibirlo.

- Claro. Tengo pensado probar una cosa. -le dijo al chico escarabajo.

El alumno había pasado gran parte del entrenamiento del haki en el río, con lo que se había debilitado. Ahora, en condiciones normales, su percepción debía ser bastante mayor, debido al aclimatamiento. Byakuro se colocó cerca de él y cogió unas piedrecitas del borde del río. Tal y como hizo la primera vez, las hizo levitar.

- Bien, vamos a repetir el primer ejercicio, pero esta vez, empezaré despacio, y a lo largo del entrenamiento iré moviendo las piedras a más velocidad -dicho esto, le lanzó un paño a Guldrik para que se tapara los ojos y empezó a lanzarle piedras electrificadas-. Allá van... suerte.

Al coger aquella banda sonreí, ya llevaba unas semanas con el entrenamiento y note algo de nostalgía de los pimeros dias. - bueno, esta vez no sera igual - pensé. Me coloqúe la venda en los ojos y deje que mi mente comenzara a fluir, ya podía controlar a voluntad casi en todo momento el haki y ahora sería el momento perfecto para ver en que punto estaba.

- Estoy preparado - le dije a Byakuro con determinación.

LLevaba ya mucho tiempo soñando con aquel día y por fin mi entrenamiento estaba llegando a su fín. Esos días y noches en los que mi maestro me intento enseñar este arte sin exito, pero ahora ya había llegado el momento. Comence a notar que el pelimorado se encontraba cerca de mí , como si supiera donde se econtraba, podría ser por que estaba concentrado entreamente en él.

Las piedras volaron, primero una a la pierna izquierda, luego otra al brazo izquierdo, otra al brazo derecho y otra a la cabeza, en ese orden. Los guijarros volaban con lentitud, como si tuvieran todo el tiempo del mundo. Los primeros minutos de ejercicio serían fáciles, entonces Byakuro empezó a aumentar la velocidad de las piedrecillas.

Entonces, sin previo aviso el cazador trató de darle un puñetazo en el estómago al escarabajo. Si de verdad había dominado el haki, lo vería venir. Aquel puño iba directo al cuerpo del alumno, aunque no a una velocidad excesiva, para darle tiempo de reacción.

- ¡Concéntrate! -gritó Byakuro mientras descargaba el golpe.

Empecé a notar el movimiento de la piedras, no iban excesivamente rapidas, pero lo suficiente para estar atentas a ellas para que no me golpearan. - Ahora - me dije concentrandome, el haki empezo a mostrarme las trayectorias cuando impactrarían las piedras.

- Piedra pierna izquierda- dije en un murmullo mientras movía la pierna para esquivar la piedra , - dos a los brazos - dije mientras me desplazaba a un lado para que no me diera - última piedra a la cabeza - dije mientras me agachaba.

Por ahora no notaba que ninguna piedra fuera en mi dirección para impactarme, por ahora conseguía sentir las piedras, cosa que me hizo concentrarme aun mas, viendo que estaba yendo bíen la prueba. De repente una imagen fugaz aparecio en mi cabeza, un puñetazo a mi estomago, notaba trayectoría y momento del impacto. Casí como un reflejo de mi cuerpo, me deslice a un lado rapidamente, notando solo como si pasara algo por el costado derecho. No me creía lo que había echo, casi sin concentrarme había podido detectar aquel puñetazo, como si ya fuera algo natural en mi cuerpo, esto era lo que llamaban Haki Mantra.

Byakuro recuperó su posición inicial, y las piedras cayeron al suelo con un leve repiqueteo.

- Estás listo. -dijo, sentándose y sacando una bolsa de malvaviscos. Se llevó uno a la boca y le dio uno a Klaus. El camaleón lo miró con indiferencia absoluta y se lo tragó-. No puedo entrenarte más en haki de este tipo, pues yo mismo no sé dominarlo más de lo que tú has hecho ahora -se encogió de hombros. Al menos, Guldrik había aprendido los principios de su estilo de lucha. Estaba bastante contento con el entrenamiento realizado-. Bueno... supongo que eso es todo, escarabajo-kun.

Dicho y hecho, el cazador se levantó del suelo, se metió las manos en los bolsillos del pantalón y dejó que Klaus se acomodase en su hombro. Había acabado de hacer aquella tarea, y le apetecían cosas más banales, como una mujer en una cama, o un buffet libre. O ambos.

Me senté en el suelo y suspire, por fín había conseguido dominar aquel tipo de haki, aunque fuera de manera básica. A partir de de ese momento lo entrenaría a diario para potenciarlo al maximo y poder hacer sentir orgulloso a mi maestro.

- Por fin Fan Dan, ya solo me queda aprender el segundo haki que me dijiste - murmure para mis adentros mirando el suelo.

Me levanté y recogí mis cosas, mi tiempo en aquella isla había llegado a su fin, por lo que seguir con mi busqueda, sería lo mas correcto. Me acerque a Byakuro y le dí la mano.

- Gracias por enseñarme parte del legado de tu familia - le dije con una mueca amigable, - si necesitas ayuda en algun momento, estoy en deuda contigo por lo que acudire sin vacilar - tras decir esto comencé a andar en dirección al poblado, - Byakuro, no olvirdaré ese nombre, gracias, espero que nuestros caminos se vuelvan a encontrar - me dije.

Byakuro sonrió ante aquel gesto amistoso y le estrechó la mano a Guldrik. De pronto, se acordó de algo. Soltó la mano de su alumno y le dijo con una sonrisa amplia y sincera:

- Seguro que nos encontramos de nuevo. Te recuerdo que aún posees la vibre card que te dí. -el pelimorado le pasó la mano por el lomo a Klaus, meditativo-. Es más, tengo planes para el futuro, y tal vez te los cuente llegado el momento. Espero que para entonces hayas perfeccionado tu estilo de lucha. Adáptalo a ti, y recuerda que es mejor golpear en un punto y terminar el combate que terminar el combate con mil puntos por los golpes.

Una ráfaga de viento despeinó al chico de pelo morado. Tras mirar a los ojos a su alumno, se dio media vuelta y extendió un par de enormes alas en su espalda. Hecho esto, flexionó las piernas para coger impulso y salió volando hacia el cielo, con Klaus en su hombro.