Un Nuevo Amigo [Privado Monkey y Vrask]

Shelltown, una ciudad de la marina, controlada y vigilada por la misma, en la cual en muy pocas ocasiones suelen haber piratas, volviéndose una isla un tanto tranquila, pero en la misma también se viven los crímenes diarios, robos, asesinatos, violaciones, Fraudes y un ETC de cosas más, y todo eso se debe a la zona más pobre de la isla, crímenes cometidos por dinero y para la obtención de los mismos para subsistir en dicha zona, pero por otro lado era en la única zona en que los mismo residentes se respetaban más o menos mejor que en otros lugares, debido a que entre los mismos no se robaban o mataban entre ellos, pero eso es una historia aparte.

12:00PM

El sol estaba en su punto máximo, las nubes apenas si se podían notar, las gaviotas sobrevolaban la zona del puerto y los mercaderes hacían sus respectivas tareas, vender y evitar que les robaran, por otro lado se encontraban aquellas personas que se pasaban el día completo caminando por las diversas zonas de la isla, y entre esas mismas personas, se encontraba principalmente un joven, un joven de largos cabellos azulados, de ropas del mismo color, aquel joven se encontraba caminando por aquellas calles por las que hace años se la pasaba robando para poder sobrevivir el solo y sin ayuda de nadie, pero ahora podía caminar tranquilamente por las mismas sin tener que preocuparse por nada o tener que llevar algún arrepentimiento en su alma.

Mientras caminaba con un paso lento por la calle con mi espada colgada por la cintura me dirija a alguna taberna de por allí cerca ya que era la hora de comer y las tripas me rugían como un león hambriento que no había probado bocado hace dos días, mientras caminaba los niños pasaban por al lado mil revoloteando como unas abejas sobre una flor, parecía que nunca habían visto un Marine:

-Buenas chicos,¿ Os enseño algo?- dije mientras le enseñaba la espada y de cuclillas, los chiquillos estaban muy atentos a lo que iba a hacer, desenfunde mi espada y se la puse delante aullador forma vertical- Esta Katana la tengo desde que tenia vuestra edad, espero que sigáis un buen camino en la vida y que no os convertiría en piratas- al decir eso me levante y suegui todo recto por el paseo en el que me encontraba. Por fin había encontrado una taberna a la que me disponía a entrar, al entrar el ambiente era muy pobre ya que solo había una mesa de personas fumando y jugando a las cartas, se podía oler el tabaco y los trozos de carne, me dirijo a la barra y le pedi al camarero un plato de comida y una jarra de cerveza

Mientras el camarero me traía lo que le había pedido, empezó a llegar un poco mas de gente, al principio entre unos tres hombres con sus maletas de diferentes formas cuadradas, rectangulares con medios círculos por algunos lados, ¿Serian armas? Lo tenía que estar bien vigilados por si acaso, estos directamente se fueron a un rincón aparte con una pequeña elevación de dos escaleras, empezaron a abrir las maletas y en ellas se encontraban sus instrumentos, parecía ser un grupo que había llamado el dueño del local para dar ambiente, poco a poco fue entrando mas personas al bar, mire el reloj redondo que se encontraba en una de las paredes y eran las 1:30 pm, claro era la hora de comer todos estarían hambrientos después de un duro día de trabajo, otros eran familias que habían ido a salir de comer y otros eran jóvenes trabajadores que habían invitado a sus novias a comer seria un detalle bonito ya que a lo mejor no tenía más dinero para llevarlas a comer a un buen restaurante. Las chicas que entraban eran preciosas habían rubias, pelirrojas, castañas, de pelo oscuro y de diferentes tamaños y formas, también parecía entrar unos banda de ciudadanos ya que iban todos juntos pero yo no lo había visto ver echo nada malo, el local se estaba llenando, ya no me gustaba tanto estar hay ya que me gusta estar solo y en silencio, me gusta la tranquilidad. Al fin el camarero me trajo el plato de comida, pero sin mi copa de vino, solo había algo que me gustaba en ese local las mujeres y el vino que me faltaba, pero sobre todo las mujeres.

-Camarero, ¿Y mi vino?

Mientras esperaba a la copa de vino el local se iba llenando poco a poco, las mesas estaban ocupadas por familias, algunos incluso estaban comiendo de pies, al parecer esta taberna que no tenia buen aspecto de estructura, se parecía al bar donde mi padre paraba todo el rato encerrado en estas cuatro paredes bebiendo, fumando y jugando a las cartas, me acuerdo que cuando era pequeño tenía que sacar a mi padre a la fuerza de a que lugar, abecés me costaba un montón sacarlo y otras veces me ganaba unas buenas palizas, pero cuando estaba normal sin beber era un buen padre, mi madre a cambio era como una santa me enseño un montón de cosas que me servirían en la vida si no hubiese sido por ella lo mas seguro es que estuviese rondando por hay como un pirata matando a gente y esas cosas, lo que hace cambiar una persona.
Por fin el camarero me trajo lo pedido, por un momento mire a la puerta y entro un chico con el pelo blanco y muy largo recogido por una coleta, pero lo que me llamo la atención fue que iba más elegante que los demás que todos los que estaban en el bar, ese tío me soñaba creo que lo había visto en el cuartel.