[Privado, Pasado] [Dark, Roy] ¿Engranaje de metal?

Ahí estaba yo, con otro de mis contratos. Más peligroso que de costumbre; debía rescatar a varias personas en una isla llena de piratas donde habían carteles por todas partes de no dejarme entrar. Si cualquiera que hubiera visto el cartel me identificaba, o me mataban, o me echaban a patadas de la isla. Me encontraba saltando en plataformas de luz lo más pequeñas posibles para no advertir de mi posición a los que estuvieran vigilando aquel barranco tan fácil de acceder, o por lo menos, para mí, que podía de cierta forma elevarme en el aire. Miré bien hacia abajo observando mi barca y pude lograr distinguir a dos personas  que miraban extrañados hacia mí. Estaba con una gabardina con capucha negra, y era muy difícil verme entre las olas que chocaban contra el barranco y la noche de mi parte. Creía que se cuestionarían qué serían esos destellos, pero, tal vez, sería su imaginación y dejarían que me elevase en paz. Me quedé fijo en el aire mirándoles desde tal punto que ellos no me podían ver a mí y tuve que apoyarme en la pared rocosa y comenzarla a escalar con algo de dificultad por la lluvia y el ambiente tormentoso. Una vez logré colocarme en el barranco, agarré a los dos tipos vestidos de blanco apoyándome en plataformas de luz y los tiré hacia el fondo del barranco. Me agarré al saliente y me arrastré por él, quitándome las gafas que me protegían contra la lluvia y mirando hacia el campamento de rehenes.

-¿Te he hecho esperar, eh? -dije sonriendo mientras veía mi objetivo más claro que nunca.


Como si de un deja vu se tratase, me volví a colocar las gafas para protegerme de la lluvia y comencé a arrastrarme por el suelo de la forma más sigilosa posible. Tenía un camuflaje perfecto entre la noche, la lluvia y la falta de luz que había. Eso sí, sería una estupidez muy grande si hacía algo con mi fruta, me delataría, y seguramente no podría usarla en toda la misión. ¡Me gustaban los retos! Retos por lo menos, en los que no peligrase mi vida...

Me encontraba en Jaya, hace dos días que había salido de mi destino, tenía que ir a esta isla ya que era una misión para Zak, entonces no hubiese estado aquí. La misión era salir con vida y sin que me viese, como una sombra, tenía que ayudar a escapar a uno de los presos que se encontraba retenido por piratas, se le reconocería ya que era un señor con calva, vestía un traje negro según la última vez que se vio:

-Roy, ¿estás listo para la misión A?- decía la voz ronca al otro lado del Den Den Mushi.

-Esa pregunta sobra, y lo sabes- mientras estaba atrás de un matorral poniéndome mi traje de camuflaje.

-Vale, buenas suerte, recuerda siempre te estamos vigilando- se pudo escuchar el sonido del caracol cortarse.

Acerque mi mano al suelo, el traje funcionaba a la perfección, se había puesto de un color marrón tierra, me coloque el Roy Eye en el ojo izquierdo, mis armas se encontraban en mi espalda, estaba listo.
Las farolas alumbraban un edificio, el cual parecía una fortaleza, sería un poco complicado entrar, pero nada que no pudiese hacer. Aunque era oscuro gracias al parche se podía ver todo. Poco a poco me fui acercando, hacia una caseta para entrar

El sigilo no era precisamente lo mío, y mucho menos si mi fruta delataba la posición en la que estaba a la mínima que hiciese algo. Pero tenía que hacer aquello con sigilo o moriría; estaba muy débil del coma, y no podría contra tanta gente a la vez. Aproveché para tirar una piedra para que un guardia fuese a aquella posición y me adelanté hacia uno de los puestos de guardia, el que vigilaba aquella persona que andaba distraída al haber escuchado algo más a parte que la lluvia. Miré posibles entradas desde un mapa de la garita y pude observar que habían tres, pero las tres estaban iluminadas por faros. ¿Iluminadas por faros? Golpeé la palma de mi mano con el puño sonriendo, podría pasar por la reja que iluminaba el faro en forma de luz si no se fijaban demasiado. Una vez hubiese pasado el faro podría arrastrarme o intentar algún otro tipo de estrategia para llegar al edificio central. Pero antes debía dejar inconsciente a la persona que patrullaba y mantenía su atención en la puerta. Aguardé en la garita y una vez entró, lo sorprendí levantándome rápidamente y agarrándole del cuello para tirarlo con fuerza contra el suelo, dejándolo inconsciente al momento.

-¿Así de débiles sois los de aquí? -pregunté retoricamente esbozando una sonrisa.

Una vez salí de la garita, me transformé en luz y pasé por la valla sin ningún tipo de dificultad, ya que podía pasar por la iluminación que el faro sostenía delante de ésta. Una vez pasé sin necesitar ni llave ni rodear la valla para evitar un faro, me coloqué detrás de unos sacos que hacían una pequeña defensa antibalas y asomé ligeramente la cabeza escondido entre las sombras. Uno, dos, tres... cinco hombres patrullaban la zona, sería más difícil de lo que imaginé, pero no debía alarmarme... Podía cegarles fácilmente si se encaraban a mí y noquearles, les cegaría totalmente al estar a oscuras. Pero noquearles contra el sueno sonaría mucho, aunque el sin fin de lluvia que caía amortiguara el sonido de mis pasos o movimientos, que sonaban mucho por la cantidad de agua que permanecía en el suelo. Me adelanté agarrando del cuello a uno más que miraba de frente, lo puse un cuchillo a la altura del cuello y comencé a moverme lentamente con él.

-Empieza a hablar. -le amenacé.

-Va-vale... -contestó asustado- supongo que vendrá a por los rehenes, están ahí enfrente, en las jaulas...

Una vez contestó y me señaló la posición con el dedo, hice fuerza con mi antebrazo contra su cuello para desmallarlo por falta de oxígeno. Me levanté volviéndome a poner las gafas mientras una sonrisa pintaba mi cara. Estaba disfrutando esto, y mucho, y mi próximo paso era dirigirme hacia los rehenes, que los tenía a 50 metros.

Mientras me acercaba, mi traje iba cambiando de color rápidamente, y se camuflaba con los matorrales. Al lado de la cabina se encontraba una torre, al parecer estaba echa a lo rápido, tenía dos o cuatros palos, de soporte, cualquiera podría romperlo.
El chico que se encontraba en la habitación, colgaba una escopeta del cuello, vestía un traje militar, tenía la piel morena y llevaba una gafas de sol y estábamos de noche, las modas de esta isla. Ese quico no podía verme, pero yo a él sí, gracias a mi parche, al parecer era su tiempo de descanso, ya que estaba fumando al lado de la pared, pero de inmediato un señor mas viejo que el se hacerlo, el joven tiro el cigarro al suelo y lo piso, no se podía escuchar lo que hablaban, pero le estaba llamando la atención.
Esos estaban ocupados, era mi oportunidad de subir a la torre, que no se podía ver ya que la luz del faro no llegaba. Lentamente subí la escalera, al llegar arriba se encontraba un hombre distraído vigilando la zona, me acerque por detrás y le tape la boca con mis garras al lado de su cuello, el chico estaba sudando, las gotas caían al suelo:

-Vaya, vaya, vaya.. parece que no estabas haciendo bien tu trabajo, ¿Sabes quien soy?- intentando cambiar mi voz

-No señor, pero déjeme vivir…- estaba empezando a suplicar, era mi oportunidad para sacarle información

-Chico, soy el dueño de este lugar, y no estabas haciendo bien tu trabajo, pero a lo mejor sigues viviendo si me dices donde esta tal persona…- un trueno se escucho e impidió oír el nombre del hombre

-No, no se quien es, no tengo el registro de los que están aquí

-Entonces ya no me sirves- lentamente le metí mi arma por la yugular, la sangre caía en mi mano y al suelo, el chico había muerto, lo cogí y lo tirre hacia abajo, por suerte no hizo ningún ruido, había dejado su escopeta, lo primero que hice fue ver si tenia silenciador, efectivamente la tenia,  por la mirilla podía ver a las personas que vigilaban, en una zona pude ver a un chico escondido detrás de unos sacos ¿debería dispararle? , seria uno que estaba escapando, no pode ver a ningún vigilante.

Deje la escopeta en el suelo de aquella base, tenía que intentar entrar allí cueste lo que cueste, seria algo complicado, pero por intentar no pierdo nada. Baje las escaleras cuidadosamente, ahora me tocaba buscar un lugar por donde mi paso hacia dentro sea más fácil y sencillo, empecé a caminar por allí en busca de algo interesante. No había muchos guardias por fuera, todos estaban dentro protegiendo a esos rehenes importantes.

Tire una piedra a la verja para poder ver si tenía electricidad y me cocinaría en un momento, y no, no tenía electricidad, ese era el único lugar seguro, no había guardias y la valla era más pequeña que las otras, metí el pie por uno de los agujeros para darme impulso y en un momento me encontraba dentro, donde la seguridad era mayor.

Empecé a caminar por aquellos paseos, ha veces pasaban unos guardias con perros de caza, no podía dejar que me pillen o la misión acabaría mas rápido de lo que pensaba. Tenia que tener la mente lista, cualquier paso en falso podías morir, aunque todo me era mas fácil gracias a mi Roy Eye.