El Legado del Demonio, Souh "Akagami"

-Nombre de la fruta: Ryu-Ryu no mi (Modelo: Dragón Dorado).

-Tipo de fruta: Zoan mitológica.

-Descripción de la fruta: Se trata de una especie de torombolo, con un tono anaranjado casi rojo, algo más pequeño de lo normal. Toda la piel esta cubierta por las espirales características de todas las Akuma no mi. Su sabor más que asco produce dolor, haciendo sentir al que la ingiere cómo le arde la boca con mucha más intensidad de la que pueda provocar la comida más picante del mundo.

-Historia: La ingirió durante su huida en el barco mercantil. Al haberse escondido en la bodega, se alimentó de varias frutas con las que cargaban, entre las que estaba la Akuma no mi. En cuanto la ingirió, se le quitó el hambre y no probó ningún bocado más hasta que llegaron a puerto.

-Poder característico: Convierte a aquél que se la coma en un hombre-dragón, pudiendo transformarse en un enorme Dragón dorado, el cual tiene la capacidad de escupir fuego o bien una nube de cloro venenoso.

Forma humana:

Forma híbrida:

Forma completa:

Dicen que el recuerdo de los seres queridos es algo a lo que la gente puede aferrarse en situaciones límite, en las cuales puede transmitirte fuerzas suficientes como para sobreponerte a cualquier circunstancia, incluso a la mismísima muerte, realizando acciones que escapan de los límites humanos, casi como un subidón de adrenalina. Pero… ¿Y si no hay ningún recuerdo al que aferrarte? ¿En qué puedes apoyarte en ese caso?

Poco se sabe de cómo era la vida del chico antes de que fuese vendido como esclavo. El único dato conocido es que fue comprado a una pobre familia en el North Blue, unos padres que apenas tenían para comer y que no podrían cuidar del pequeño. Unos padres que cambiaron una vida por unas pocas monedas, sin preguntarse cuál sería el destino de su pequeño. Tal vez una vida eterna de servidumbre… ¿O puede que tuviese suerte y todo su sufrimiento acabase rápidamente en la arena?

Las familias nobles no solían comprar niños tan pequeños. Había que cuidarles y no servían para nada hasta los 10 años más o menos, mas que para servir la comida o algo por el estilo. Sin embargo, aquel chico tenía algo especial. Sus peculiares ojos le convirtieron en una “mercancía exótica”. Bien aprovechada, podrían obtenerse grandes beneficios.

La idea principal de sus amos fue la de convertirle en un chico de compañía. Alguien con un aspecto tan peculiar seguramente sería muy solicitado y la gente pagaría grandes sumas de dinero por estar con alguien así. Pero aquello cambió a medida que las habilidades del joven fueron saliendo a la luz.

Pese al escaso alimento que recibía, su cuerpo se desarrollaba fuerte y ágil, mucho más que el de sus compañeros. Además, su mente era rápida. Resolvía pruebas y situaciones con una velocidad bastante superior a la de los demás. Sus amos decidieron que le pondrían a prueba, apuntándole con tan solo 13 años a los combates de gladiadores. Para la sorpresa de muchos su contrincante, que debía de sacarle como mínimo 5 años, cayó al suelo con el cráneo aplastado. El chico había acabado con él en tan solo treinta segundos, sin armas, únicamente con la ayuda de una piedra.

Ante aquello, decidieron que le sacarían partido a su inusual talento en el combate. Contrataron maestros de todo tipo de artes marciales, los cuales le enseñaron los distintos estilos así como las formas más eficaces de acabar con una vida. Pronto el joven pelirrojo sería conocido entre las casas nobles como “Akagami”, y su nombre sería vitoreado en los grandes coliseos del mundo.

Sin embargo, no había gloria alguna. En los calabozos, ninguno de los demás esclavos se atrevía a acercarse a él. Estaba completamente solo en la oscuridad. No tenía a nadie, y sus amos ni siquiera se habían dignado a darle un nombre. “Escoria”, “Rata” y “Basura”, eso era para ellos. Lo más cercano que tenía a un hombre era “Akagami”, el Pelirrojo.

Sin embargo, esta situación cambió tras unos años. Una pequeña chica peliblanca fue comprada por los nobles, con la intención de que hiciese las tareas de una sirvienta. Era bastante guapa, aunque debía rondar los 12 años. Su llegada a los calabozos conmocionó a todos los esclavos.

- Ven, guapa… Divirtámonos un poco… –comenzó uno de los más “famosos” esclavos de la familia, mientras la cogía del brazo.

La chica intentó resistirse, pero no tenía posibilidades contra aquel monstruoso hombre. Cuando este trató de quitarle el vestido, un puño se estrelló en su cara, lanzándolo por los aires varios metros hasta chocar contra una pared. Akagami había dejado su momento de calma para defender a la pequeña.

- No la toquéis  -dijo en un tono serio, lanzando una feroz mirada a todos los que se encontraban en la sala común.

Tras aquello volvió a su sitio, sentándose en el suelo. La joven se acercó a él para agradecerle su ayuda. Se presentó como Anna. Al parecer, había sido separada de sus padres y de su hermano, con el que según ella el pelirrojo tenía cierto parecido en la personalidad. “Suoh Mikoto”. Cuando la chica se enteró de que carecía de nombre, decidió bautizarle como “Souh”, pues prácticamente durante el tiempo que pasaron juntos en cautiverio el chico se convirtió en algo parecido a un hermano.

Anna le contaría multitud de anécdotas, sobre su vida antes de la esclavitud y su hermano, conviertiéndose en la única persona cercana a él durante algunos años. El chico continuaba luchando en la arena, mientras ella servía en la mansión de sus amos. Todo iba bien, hasta que la noticia de que Anna sería vendida a otra familia llegó a sus oídos.

- Encontraré a tu hermano y después te encontraré a ti. Ambos seremos libres, te lo prometo, Anna.

Y así sería, en parte. Tras la marcha de la chica, Souh planeó levantar a todos los esclavos, con la intención de escaparse durante los siguientes combates en la arena. Cuando le llegó el turno al pelirrojo, atacó a los guardias que custodiaban las celdas, quitándoles las llaves y liberando a todos los demás. El caos reinó en el coliseo, lo cual aprovechó para escabullirse mientras los guardias trataban de recuperar el control. Se coló en un pequeño barco mercantil, y desapareció sin dejar rastro. Nadie trató de buscarle tras esto, pues sus amos pensaron que habría muerto durante la revuelta.

Tras obtener su libertad, el chico comenzó con su propósito: encontrar a Mikoto. No tardarían en llegarle rumores sobre “The Red Demon”, pues su cabeza había obtenido una recompensa de 47 millones. Buscó por todo el Grand Line hasta que, tras cinco meses de búsqueda se topó con él. No tardó en ganarse su favor, pues en cuanto le nombró a su hermana Mikoto adquirió un gran interés en él.

Terminó uniéndose a su tripulación, por aquel entonces formada únicamente por 3 miembros. No tardaría en ganarse su amistad y confianza. Navegaron durante algunos años, uniendo fuerzas para encontrar a Anna. Ambos pelirrojos eran bastante parecidos, tal como dijo la chica. Prácticamente, iban juntos a todos lados.

Cierto día, el Capitán Mikoto avisó de que marcharía durante un tiempo en solitario, por motivos que no quiso decir. Lo cierto era que habían llegado rumores de que un cazador iba tras su cabeza, por lo que probablemente su intención era alejar el peligro de ellos. Le entregó una vivre card a Akagami y, tras despedirse de ellos, partió.

Todo fue bien durante unos meses. No pareció haber problema alguno y todo aseguraba que el capitán se encontraba bien. Sin embargo, eso cambió cierto día, mientras la tripulación comía: la vivre card comenzó a arder. Todos se alarmaron y pusieron rápidamente rumbo en la dirección hacia la que señalaba el pequeño papel. Su capitán se encontraba en peligro, debían ir a socorrerle.

Tardaron algunas semanas en llegar a su destino, el Reino de Sakura. Aquella isla invernal del Grand Line tenía un clima que no vaticinaba nada bueno. Se desplegaron rápido por toda la isla, buscando a su capitán… Pero no habían llegado a tiempo. La vivre card había ardido por completo. Mikoto había muerto. Buscaron su cuerpo entre la nieve que poblaba toda la isla, sin éxito. Akagami encontró el colgante de su Capitán, el cual era un regalo de Anna, tirado sobre la nieve. Lo recogió, con la mirada vacía y un fuerte sentimiento de ira y rabia en su interior. Tras honrarle durante un día, partieron de aquella isla.

El pelirrojo ocuparía su puesto como capitán tras un tiempo. La marcha de Mikoto había sido un duro golpe para todos ellos, pero no podían echar por la borda todo su esfuerzo. Souh se propuso encontrar a su hermana a cualquier precio. No se rendiría hasta lograrlo. Continuaría con el propósito de Mikoto. Sería su legado en aquel mundo. Sería… El Legado del Demonio.

Se trata de una cría de T-Rex, caracterizada notablemente por el color rojo y blanco que adopta su piel, así como por algunas marcas negras que recorren su cuerpo. Mide alrededor de 1 metro de altura.

- Fuerza: x4
- Resistencia: x4

-Forma física: Aumenta en tamaño y musculatura. Su cuerpo se ve cubierto por escamas de un dorado brillante como el oro. Su rostro se vuelve más "triangular". Sus dientes aumentan de tamaño y se vuelven más afilados, mientras que sus ojos se estiran y en la espalda aparecen dos alas, las cuales le permiten planear o volar distancias cortas. Tanto sus manos como sus pies se convierten en afiladas garras.

• Nivel 1: Su resistencia y fuerza se duplican respecto a su forma humana.
  
• Nivel 5: Su capacidad flamígera y venenosa también se ve duplicada.
  
• Nivel 10: Genera viento seco, el cual calienta el ambiente y potencia sus habilidades de fuego. Además, todo daño sufrido en esta forma se recupera con la velocidad de regeneración de un lagarto.
  
• Nivel 20: Sus escamas adquieren el doble de dureza.
  
• Nivel 30: Su cuerpo adquiere una temperatura mayor, de modo que quema levemente a aquellos que le tocan directamente (expectuando logias y ataques con haki).
  
• Nivel 40: Aumenta su capacidad regenerativa el doble y es capaz de regenerar pequeñas partes perdidas (dedos, por ejemplo) en pocos días.
  
• Nivel 50 Puede generar vientos más fuertes al batir sus alas, de modo que mueve objetos de un peso inferior a 5 kg.
  
• Nivel 60: Puede generar zonas en las que la temperatura es muy alta y el ambiente se vuelve seco. Es inmune a los gases venenosos.
  
• Nivel 70: Adquiere la capacidad de leer la mente de sus rivales, pudiendo saber cuándo mienten así como predecir sus acciones en el momento en que las piensan.
  
• Nivel 80: Sus escamas se vuelven casi impenetrables para la gente ordinaria mientras que ser atacado con fuego aumenta su energía.
  
• Nivel 90: Puede convocar una tormenta de fuego, haciendo caer meteoritos llameantes y explosivos.
  

-Forma física: Adquiere la forma completa de un Dragón Dorado, naciendo de él una cola y aumentando considerablemente su tamaño, como una de las razas de dragones más grandes. Su longitud es de 30 metros desde la cola a la cara y de 25 metros de ala a ala. Adquiere la capacidad de volar grandes distancias de hasta quince kilómetros, la cual se incrementa en tres por cada nivel hasta 300 Kilómetros (Nivel 100). Todo su cuerpo es recubierto por escamas de un color dorado brillante. Se sobreentiende que mantiene las habilidades de las formas anteriores (aunque potenciadas según se especifique).

• Nivel 15: Duplica su fuerza y resistencia de la forma híbrida, además de su capacidad flamígera y venenosa (en relación con el nivel que tenga). Se vuelve inmune por completo al fuego y las altas temperaturas, así como a los gases venenosos. Mantener esta forma apenas le cuesta esfuerzo, pero las habilidades utilizadas requieren de una mayor energía.
  
• Nivel 20: Puede regenerar amputaciones medias (como por ejemplo, manos) en cuestión de días y las menores en pocas horas (siempre que mantenga esta forma).
  
• Nivel 25: El batido de sus alas genera vientos más fuertes que pueden mover objetos de hasta 10 kg.
  
• Nivel 40: Altera la temperatura del ambiente hasta tal punto que los materiales combustibles arden solos. Sus habilidades de fuego y venenosas se ven potenciadas. Además, puede provocar pequeñas tormentas de fuego.
  
• Nivel 50: Sus llamas pueden fundir metales con facilidad y, con tiempo suficiente, puede llegar a derretir rocas.
  
• Nivel 60: Sus llamas no tienen rival y no hay nada que se le resista. Rocas y metales son fundidos por igual (con mayor o menos esfuerzo). Puede generar cantidades de cloro altamente mortíferas.
  
• Nivel 70: Las tormentas aumentan considerablemente de tamaño, llegando a poder asolar pueblos de tamaño medio.
  
• Nivel 80: Es casi imposible mantenerse cerca de él debido a las altas temperaturas que se forman a su alrededor, pudiendo llegar a provocar quemaduras de tercer grado si se permanece cerca mucho tiempo.
  
• Nivel 90: El batir de sus alas es tal que provoca temblores. El fuego mana de sus alas y arrasa las zonas que sobrevuela, quemándolo todo a su paso.
  
• Nivel 100: Su aliento es el mismísimo infierno. Podría llegar A arrasar una ciudad entera de una sola llamarada. Además, las tormentas de fuego duplican su tamaño. El simple hecho de que pise el suelo genera gritas en él y lo derrite, produciendo riachuelos de roca fundida allá por donde camina.
  

Duración de 3 post una vez activada, con 2 post más de reutilización.

• Nivel 11-20: Velocidad x2
  
• Nivel 21-30: Velocidad x3
  
• Nivel 31-40: Velocidad x4
  
• Nivel 41-50: Velocidad x5
  
• Nivel 51-60: Velocidad x6
  
• Nivel 61-70: Velocidad x7
  
• Nivel 71-80:Velocidad x8
  
• Nivel 81-90: Velocidad x9
  
• Nivel 91-100: Velocidad x10
  

Akagami estira los dedos de la mano, manteniéndolos firmes y juntos al tiempo que comienza a canalizar su espíritu a través del brazo entero, dotándolo de electricidad la cual usará para adquirir capacidad de penetración así como velocidad en su siguiente golpe, pudiendo llegar a atravesar materiales de una dureza similar a la del acero a niveles altos (40). El ataque es casi imposible de seguir por el ojo, pues se realiza a una velocidad de 23 m/s.