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- on:
- Este rol ha sido hablado previamente entre nosotros para ponernos de acuerdo con los diálogos y amenizar la acción.
Galuna, un lugar bonito para visitar, esta isla constaba de cinco montañas situadas una en el centro y las otras cuatro en los puntos cardinales, ademas de que cada montaña contaba con su propia fauna y flora a excepción de las del oeste y el sur que eran iguales en ese aspecto. La verdad es que los documentos del gobierno estaban muy bien hechos y eran bastante detallados en cuanto a la información que contenían de las islas, todas las montañas tenían asentamientos de agricultores y ganaderos en sus bases excepto la del norte que según decía una leyenda estaba habitada por el dios de la montaña que protegía la isla de las tormentas y todo aquel que se acercaba nunca podía volver. Esa era precisamente la misión que me habían encargado llevar a cabo mis superiores del CP, investigar la montaña del norte y reportar cualquier cosa extraña que encontrase en ella. Realmente no pensaba que hubiese un dios, los dioses no existen, seria solo una creencia ideada para mantener a los aldeanos lejos de sus selvas ya que en ellas habitaban las especies mas peligrosas de entre todas las zonas.
Repasaba mentalmente lo que había leído en los informes acerca de la isla, la montaña central tenia poca vegetación y era el hogar de coyotes, pumas, lobos y conejos, la del este era una sabana en la que habitaban leones, hienas y guepardos, las del sur y el oeste eran bosques no muy espeso hogar de simios como el chimpancé, el babuino o el gorila y por ultimo la montaña del norte y mi objetivo era una selva tropical con multitud de serpientes, jaguares, monos araña e insectos. Tenia buena memoria y siempre procuraba echarle un vistazo a los archivos de las islas a las que me mandaban en una misión para saber ante que debía de andar preparado, no me gustaba ir a ningún lugar a ciegas ya que prefería trazar un plan para asegurar la máxima eficacia de mi cometido y evitar todos los contratiempos posibles. También le daba vueltas a la supuesta maldición, según ella todo aquel que se acercase a la montaña del norte seria condenado a vivir el resto de su vida en soledad, eso me sonaba a perderse o morir tras ser atacado por un animal salvaje pero no colaba como maldición de un dios.
Estaba llegando a la montaña del norte y ya veía como cambiaba la vegetación entre su base y la de la montaña del centro de la que venia. El camino no había sido ni muy complicado ni muy peligroso hasta ahora, pero a partir de aquel momento se complicaba puesto que ahí acababa el terreno habitado de la isla y en caso de que algo malo sucediese no contaría con ayuda de ningún tipo. Aun así eso no me echaría para atrás, ya había llegado hasta ahí y pensaba llegar también hasta el final, esa era mi misión y pensaba cumplirla por muy difícil que fuera. Me adentre en el bosque de la montaña del norte con cautela pero sin frenar el ritmo de mi marcha, al mismo tiempo agudice todos mis sentidos estando en alerta máxima puesto que podía esperame que pasara cualquier cosa en ese lugar apartado del mundo civilizado. Solo alimañas y peligros acechaban escondidos entre aquella maleza, respondía poniéndome en posición ante cualquier estimulo que notase, percibía que estaba tenso, era normal que me encontrase así ya que el golpe que nos tumba es siempre el que no vemos venir.
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Llevaba ya unos días en alta mar desde que me alejé de de las personas que cuidaron de mi durante tanto tiempo, lo hice por protegerlos y no me arrepiento. El sol estaba saliendo, y a lo lejos empecé a divisar una isla con unas montañas en su interior.
-"Vaya parece que mi viaje esta a punto de comenzar"
Al cabo de poco tiempo llegué a la isla, era una isla con una gran cantidad de flora, parecía un gran bosque tropical y no se por que me daba que iba a estar llena de bichos molestos que no me iban a dejar en paz.
Salté de la pequeña barca con mi alabarda en la mano, era un buen día no hacía ni frío ni calor.Llevé la barca a la orilla y me dispuse a explorar el bosque.
Estuve un rato paseando por el lugar, era muy denso y la fauna bastante peligrosa aunque todavía no me había metido en ningún problema así que todo estaba bien.
-"¿Dónde coño estoy?"
Al final me perdí un poco, al principio tenía de referencia la gran montaña que tenía al frente, pero ahora el bosque es tan denso que no podía ver ni a cinco metros de mi. Pocos segundos más tarde noté algo moverse detrás de mi, era una pequeña ardilla que saltó a mi y se metió por dentro de mi chaqueta, la pequeña estaba temblando y no se por que me daba que en nada iba a saber por que era. Detrás de unos arbustos algo se movía, cogí mi alabarda con las dos manos y me dispuse a atacar.
-"Vamos, ven aquí pequeñin."
No se por que narices dije lo de pequeñin, por que detrás de esos matojos salió una serpiente gigante de más de 15 metros.
-"Hostias pero que mierdas es eso"-Dije mientras corría como alma que lleva el diablo.
Al final tuve un pequeño pero buen plan, lancé una cadena a una rama de un árbol bastante alto y me subí a este, después creé una cadena y la lié a dos arboles y puse mi alabarda en medio, pretendí hacer un lanza-alabardas casero para acabar con la serpiente. Tras unos segundos la serpiente paró en seco debajo mía y ese fue el momento en el que se mi alabarda en modo fuego y la disparé tensando la cadena. La alabarda atravesó la cabeza de la serpiente matándola en el acto y achicharrando completamente su cuerpo.
Tras bajar y recoger mi alabarda la ardilla que estaba escondida en mi pecho salió y me empezó a chupar la mejilla.
-"Vale vale ya se que estas agradecida, venga aquí nos despedimos"- Dije mientras la cogía y la dejaba en el suelo.
Tras despedirme de ella empecé a caminar, pero parece que ya no iba a estar solo, por que tras dar tres pasos la ardilla volvió a subir a mi chaqueta y se metió otra vez sacando la cabeza por el cuello de la chaqueta.
-"¿Qué pasa pequeña?¿Es que quieres venir conmigo?"
La ardilla hizo un gesto de afirmación con a cabeza, y tras esta nueva e inesperada amistad proseguimos nuestro camino.
-"Vaya parece que mi viaje esta a punto de comenzar"
Al cabo de poco tiempo llegué a la isla, era una isla con una gran cantidad de flora, parecía un gran bosque tropical y no se por que me daba que iba a estar llena de bichos molestos que no me iban a dejar en paz.
Salté de la pequeña barca con mi alabarda en la mano, era un buen día no hacía ni frío ni calor.Llevé la barca a la orilla y me dispuse a explorar el bosque.
Estuve un rato paseando por el lugar, era muy denso y la fauna bastante peligrosa aunque todavía no me había metido en ningún problema así que todo estaba bien.
-"¿Dónde coño estoy?"
Al final me perdí un poco, al principio tenía de referencia la gran montaña que tenía al frente, pero ahora el bosque es tan denso que no podía ver ni a cinco metros de mi. Pocos segundos más tarde noté algo moverse detrás de mi, era una pequeña ardilla que saltó a mi y se metió por dentro de mi chaqueta, la pequeña estaba temblando y no se por que me daba que en nada iba a saber por que era. Detrás de unos arbustos algo se movía, cogí mi alabarda con las dos manos y me dispuse a atacar.
-"Vamos, ven aquí pequeñin."
No se por que narices dije lo de pequeñin, por que detrás de esos matojos salió una serpiente gigante de más de 15 metros.
-"Hostias pero que mierdas es eso"-Dije mientras corría como alma que lleva el diablo.
Al final tuve un pequeño pero buen plan, lancé una cadena a una rama de un árbol bastante alto y me subí a este, después creé una cadena y la lié a dos arboles y puse mi alabarda en medio, pretendí hacer un lanza-alabardas casero para acabar con la serpiente. Tras unos segundos la serpiente paró en seco debajo mía y ese fue el momento en el que se mi alabarda en modo fuego y la disparé tensando la cadena. La alabarda atravesó la cabeza de la serpiente matándola en el acto y achicharrando completamente su cuerpo.
Tras bajar y recoger mi alabarda la ardilla que estaba escondida en mi pecho salió y me empezó a chupar la mejilla.
-"Vale vale ya se que estas agradecida, venga aquí nos despedimos"- Dije mientras la cogía y la dejaba en el suelo.
Tras despedirme de ella empecé a caminar, pero parece que ya no iba a estar solo, por que tras dar tres pasos la ardilla volvió a subir a mi chaqueta y se metió otra vez sacando la cabeza por el cuello de la chaqueta.
-"¿Qué pasa pequeña?¿Es que quieres venir conmigo?"
La ardilla hizo un gesto de afirmación con a cabeza, y tras esta nueva e inesperada amistad proseguimos nuestro camino.
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Por ahora no había rastros de vida humana ni de ningún dios en aquella montaña, la selva era normal y corriente, como cualquier otra del tipo tropical tenia una vegetación espesa y no era raro ver algún que otro mono o serpientes de vez en cuando que no se atrevían a atacarme por mi aspecto, seguramente nunca antes habrían visto un gyojin y aun meno uno como yo. Hacia calor y había humedad en el aire, las frondosas plantas dificultaban el avance junto con los desniveles del terreno, pero mi objetivo era inspeccionar aquella montaña y tarde o temprano acabaría llegando a la cima, desde ahí arriba podría ver todo con claridad y asegurarme si era cierta o no la leyenda.
Se escuchaban ruidos de vez en cuando, como el grito de algún animal o las plantas moviéndose cuando pasaban entre ellas, a parte de eso nada, ni una pisada. Entonces empece a darle vueltas a una extraña idea, si según la maldición nadie podía salir de esta montaña, ¿Los animales tampoco? A saber por que se me pasaban esa clase de pensamientos por la cabeza, era obvio que todo aquello era un mito, un cuento falso para alejar a la gente de aquel lugar considerado sagrado.
Ya estaba cerca de la montaña, hacia tiempo que había entrado en el bosque y empece a darme cuenta de algo perturbador, realmente me habían enviado a una misión muy aburrida, ¿Por que siempre me mandaban a inspeccionar los lugares menos interesantes a mi? Deseaba acabar cuanto antes e irme de vuelta a la base para ver si me asignaban una misión mas entretenida así que acelere el paso. Seguía en silencio y alerta por si acaso, ademas en el caso de que la leyenda fuera cierta y no pudiera salir de ese sitio me iría volando con el geppou desde una zona despejada de la montaña, nadie podría detenerme ni hacer nada para evitarlo.
Se escuchaban ruidos de vez en cuando, como el grito de algún animal o las plantas moviéndose cuando pasaban entre ellas, a parte de eso nada, ni una pisada. Entonces empece a darle vueltas a una extraña idea, si según la maldición nadie podía salir de esta montaña, ¿Los animales tampoco? A saber por que se me pasaban esa clase de pensamientos por la cabeza, era obvio que todo aquello era un mito, un cuento falso para alejar a la gente de aquel lugar considerado sagrado.
Ya estaba cerca de la montaña, hacia tiempo que había entrado en el bosque y empece a darme cuenta de algo perturbador, realmente me habían enviado a una misión muy aburrida, ¿Por que siempre me mandaban a inspeccionar los lugares menos interesantes a mi? Deseaba acabar cuanto antes e irme de vuelta a la base para ver si me asignaban una misión mas entretenida así que acelere el paso. Seguía en silencio y alerta por si acaso, ademas en el caso de que la leyenda fuera cierta y no pudiera salir de ese sitio me iría volando con el geppou desde una zona despejada de la montaña, nadie podría detenerme ni hacer nada para evitarlo.
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Seguimos caminando por la espesa selva con su gran cantidad de flora, los animales salvajes eran enormes, así que intenté no entrar en una pelea innecesaria como antes. Hacía mucho calor y la humedad no ayudaba nada dado que era una humedad pegajosa la cual era difícil de soportar. Tras una larga caminata, llegamos a lo que parecía ser un pequeño riachuelo, así que no me lo pensé 2 veces me desnudé completamente y me metí en el agua. El agua estaba congelada así que era perfecta para un día de calor extremo la ardilla parecía también divertirse así que me senté en el agua y disfruté del paisaje. El cielo estaba mas azul que el mar, los pájaros volaban por el cielo libremente y se divisaba una montaña bastante alta no muy lejos de donde yo estaba.
Tras salir del baño, me empecé a secar y con mi camiseta sequé a la pequeña ardilla.
-"por cierto ¿cómo te puedo llamar?"
La ardilla se me quedó mirando fijamente y me soltó un ruidito con el cual cualquier mujer se habría desmayado al oirlo.
-"Esta bien, te llamaré Ao Braum ¿Qué te parece?"
Tras decir ese nombre, la ardilla pareció que le gustó así que decidí darle ese nombre. Tras terminar de sacarnos y vestirme, Ao se volvió a subir a mi chaqueta y así proseguimos nuestro camino hacia la montaña. Proseguimos nuestro camino por un sin fin de arboles, plantas y animales los cuales no nos dieron muchos problemas hasta que llegamos a un sitio abierto que parecía una pequeña pradera donde había dos o tres arboles no mu grandes, pero no estaba nada mal para descansar un rato. Me senté a la sombra de uno de estos y me puse a descansar de la dura caminata que habíamos realizado, estábamos hambrientos y no teníamos mucha agua así que me estaba empezando a incomodar.
Tras salir del baño, me empecé a secar y con mi camiseta sequé a la pequeña ardilla.
-"por cierto ¿cómo te puedo llamar?"
La ardilla se me quedó mirando fijamente y me soltó un ruidito con el cual cualquier mujer se habría desmayado al oirlo.
-"Esta bien, te llamaré Ao Braum ¿Qué te parece?"
Tras decir ese nombre, la ardilla pareció que le gustó así que decidí darle ese nombre. Tras terminar de sacarnos y vestirme, Ao se volvió a subir a mi chaqueta y así proseguimos nuestro camino hacia la montaña. Proseguimos nuestro camino por un sin fin de arboles, plantas y animales los cuales no nos dieron muchos problemas hasta que llegamos a un sitio abierto que parecía una pequeña pradera donde había dos o tres arboles no mu grandes, pero no estaba nada mal para descansar un rato. Me senté a la sombra de uno de estos y me puse a descansar de la dura caminata que habíamos realizado, estábamos hambrientos y no teníamos mucha agua así que me estaba empezando a incomodar.
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Seguí andando en dirección a la montaña, no había caminos por aquella selva pero como la cima era fácil de ver al menos no me perdería. Al rato llegue a una zona mas despejada de lo normal en aquella zona, no era muy grande pero no tenia tantos arboles como el resto, mas bien parecía una pradera que se abría dentro de la espesura del resto de la vegetación. Era el lugar idóneo para hacer un descanso antes de seguir, pero al parecer no era el único que lo había pensado, había un hombre acostado a la sombra de uno de los arboles de aquella pradera.
-"¿Se habrá perdido? No debería haber ninguna persona aquí, a no ser... que sea el dios de la montaña."- Pensé mientras le observaba desde la distancia sonriendo por lo que parecía ser mucha suerte. No quería ser visto todavía, al menos no antes de averiguarlo pero si realmente era un dios ya debería saber que estaba ahí así que esconderme no tenia sentido, por otra parte tampoco quería atacar a una persona inocente si el caso era que solo se había perdido y estaba descansando.
Un puma apareció atacándome de improvisto por la espalda, se abalanzo encima mía tirándome al suelo pero use el tekkai antes de que pudiera morderme por lo que evite que me arrancara un trozo que la verdad no me habría hecho mucha gracia. Al ver que no podía dañarme el puma trato de huir, pero a mi se me había ocurrido una idea mucho mejor así que o atrape con mis tentáculos evitando que escapara. Se lo lancé a aquel individuo para salir de dudas, dependiendo de lo que hiciera sabría lo que era sin sentirme culpable de haberlo atacado yo, en el peor de los casos lo mataría el puma.
-"¿Se habrá perdido? No debería haber ninguna persona aquí, a no ser... que sea el dios de la montaña."- Pensé mientras le observaba desde la distancia sonriendo por lo que parecía ser mucha suerte. No quería ser visto todavía, al menos no antes de averiguarlo pero si realmente era un dios ya debería saber que estaba ahí así que esconderme no tenia sentido, por otra parte tampoco quería atacar a una persona inocente si el caso era que solo se había perdido y estaba descansando.
Un puma apareció atacándome de improvisto por la espalda, se abalanzo encima mía tirándome al suelo pero use el tekkai antes de que pudiera morderme por lo que evite que me arrancara un trozo que la verdad no me habría hecho mucha gracia. Al ver que no podía dañarme el puma trato de huir, pero a mi se me había ocurrido una idea mucho mejor así que o atrape con mis tentáculos evitando que escapara. Se lo lancé a aquel individuo para salir de dudas, dependiendo de lo que hiciera sabría lo que era sin sentirme culpable de haberlo atacado yo, en el peor de los casos lo mataría el puma.
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Ao y yo nos encontrábamos tumbados debajo de un pequeño árbol, se estaba muy a gusto, el clima era bueno y daban ganas de descansar. Cerré los ojos sin dormirme simplemente para que la luz del sol que incidía sobre el suelo no me llegara directamente a los ojos y Ao se tumbó encima de mi pecho y comenzó a dormir.
Poco a poco iba pasando el tiempo, nosotros seguíamos igual pero de repente noté algo en el ambiente, estaba mas cargado de lo normal y algo grande hacía sombra en mis ojos, no sabía muy bien lo que era pero tuve el acto reflejo de abrir los ojos y agarrar mi alabarda que se encontraba situada apoyada en mi hombro. Al abrir los ojos vi a un puma saltando hacia nosotros, pero era raro por que no es como si el nos pretendiera atacar, era mas bien como si lo hubieran lanzado hacia mi por que en vez de venir de frente venía de espaldas.
-"¡Pero que cojones es eso!"
No me lo pensé dos veces, esperé a momento oportuno y corte al animal por la mitad mientras Ao no paraba de correr en círculos. Tras cortarlo, a mi se me ocurrió la idea de comérnoslo y no se por que me da que no era el único, a Ao y a mi se nos caía la baba mientras nos preguntábamos si nos lo podríamos comer, pero una tercera voz también lo preguntaba.
-¿Ao tu crees que eso estará bueno cocinado o así en crudo?
-Bueno yo por mi me lo comía crudo, pero estará mejor cocinado creo yo.
- Si, yo opino igual.
Tras esa respuesta Ao, yo nos pusimos a buscar leña y empezamos a preparar una especie de barbacoa.
-Aquí traigo la leña.
-Oh gracias ponla ahí.
Tras cocinar el puma que yo "había cazado" los tres nos pusimos a comer, estaba todo delicioso y fue una gran comida, estábamos ya saciados pero lo que me seguía extrañando era por que yo contaba tres si estábamos Ao y yo solos, así que me dispuse a observar.
- A ver, estoy yo, esta Ao y esta el pulpo este raro amarillo... Ves Ryuuken estamos todos... espera un momento... ¡QUIEN COÑO ES EL PULPO AMARILLO!
Poco a poco iba pasando el tiempo, nosotros seguíamos igual pero de repente noté algo en el ambiente, estaba mas cargado de lo normal y algo grande hacía sombra en mis ojos, no sabía muy bien lo que era pero tuve el acto reflejo de abrir los ojos y agarrar mi alabarda que se encontraba situada apoyada en mi hombro. Al abrir los ojos vi a un puma saltando hacia nosotros, pero era raro por que no es como si el nos pretendiera atacar, era mas bien como si lo hubieran lanzado hacia mi por que en vez de venir de frente venía de espaldas.
-"¡Pero que cojones es eso!"
No me lo pensé dos veces, esperé a momento oportuno y corte al animal por la mitad mientras Ao no paraba de correr en círculos. Tras cortarlo, a mi se me ocurrió la idea de comérnoslo y no se por que me da que no era el único, a Ao y a mi se nos caía la baba mientras nos preguntábamos si nos lo podríamos comer, pero una tercera voz también lo preguntaba.
-¿Ao tu crees que eso estará bueno cocinado o así en crudo?
-Bueno yo por mi me lo comía crudo, pero estará mejor cocinado creo yo.
- Si, yo opino igual.
Tras esa respuesta Ao, yo nos pusimos a buscar leña y empezamos a preparar una especie de barbacoa.
-Aquí traigo la leña.
-Oh gracias ponla ahí.
Tras cocinar el puma que yo "había cazado" los tres nos pusimos a comer, estaba todo delicioso y fue una gran comida, estábamos ya saciados pero lo que me seguía extrañando era por que yo contaba tres si estábamos Ao y yo solos, así que me dispuse a observar.
- A ver, estoy yo, esta Ao y esta el pulpo este raro amarillo... Ves Ryuuken estamos todos... espera un momento... ¡QUIEN COÑO ES EL PULPO AMARILLO!
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Aquel hombre partió al puma a la mitad con su alabarda de un golpe, eso fue algo asombroso pero no había usado ningún poder sobrenatural por lo que no parecía ser un dios aunque tuviera mucha fuerza, cabe decir que mi lanzamiento tampoco había sido muy bueno y el puma acabo yendo de espaldas. Decidí acercarme a saludad y mis sospechas de que no era un dios se confirmaron cuando le vi hablando con una ardilla de que se lo iban a comer pero que no sabían si crudo o cocinado, la verdad es que yo también estaba empezando a tener hambre así que les dije que mejor asarlo y me enviaron a por leña. Tras recoger unos cuantos troncos secos para encender una hoguera asamos al puma y nos lo comimos entre los tres, nunca antes había visto una ardilla que comiera carne pero yo era un pulpo al que le gustaba el takoyaki por lo que no era el mas indicado para juzgarla. Al acabar de comer el chico pareció darse cuenta de mi presencia diciéndome que quien coño era, no parecía ser muy listo si se acababa de enterar ahora pero la carne había estado deliciosa así que decidí darle una oportunidad.
-No soy un coño.- Le respondí tranquilamente.
-¿QUE COJONES ERES?-
-NO SOY UNOS COJONES.- Le respondí un poco mas alto ya que me estaba enfadando esa falta de respeto hacia mi persona.
-¿QUE ERES?-
-¡QUE NO, QUIEN!- Dije ya gritando por el cabreo de que me insultara solo por ser un pulpo amarillo.
-¿QUIEN ERES?-
-Koro, encantado de conocerte.- El tono de mi voz volvió a la normalidad como si nada de eso hubiera pasado ante la atónita mirada de la ardilla que por como me miraba parecía seguir teniendo hambre pero ahora no de puma precisamente. -¿Y vosotros?- Añadí incluyendo también a la ardilla, si iban juntos seria por algo.
-No soy un coño.- Le respondí tranquilamente.
-¿QUE COJONES ERES?-
-NO SOY UNOS COJONES.- Le respondí un poco mas alto ya que me estaba enfadando esa falta de respeto hacia mi persona.
-¿QUE ERES?-
-¡QUE NO, QUIEN!- Dije ya gritando por el cabreo de que me insultara solo por ser un pulpo amarillo.
-¿QUIEN ERES?-
-Koro, encantado de conocerte.- El tono de mi voz volvió a la normalidad como si nada de eso hubiera pasado ante la atónita mirada de la ardilla que por como me miraba parecía seguir teniendo hambre pero ahora no de puma precisamente. -¿Y vosotros?- Añadí incluyendo también a la ardilla, si iban juntos seria por algo.
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El extraño pulpo amarillo que parecía llamarse Koro nos preguntó a Ao y a mi nuestros nombres.
-Yo me llamo Ryuuken, y este es mi compañero Ao.
Koro se nos quedó mirando a los dos, se notaba que estaba bastante intrigado en nosotros, parecía que tenía muchas preguntas que hacernos, pero yo tenía más.
-Bueno Koro, que eres exactamente.
-Soy un Gyojin pulpo.-Dijo él como si fuera lo mas normal del mundo.
Tras un tiempo hablando nos contamos un poco nuestra vida sin pararnos mucho en datos importantes, y después le pregunté el motivo de por que vino a la isla, el me contó que según contaban las leyendas se suponía que había un dios en estas montañas . Eso me sorprendió mucho.
¿Un Dios? jajaja eso no existe.
Koro siguió centrado en buscar a ese dios y parecía que iba muy enserio, parecía que le habían enviado para eso y era un tipo interesante así que no se lo iba a impedir.
-Oye pareces ser alguien especial, ¿porqué no me dejas ayudarte a buscar a ese tal Dios?, que si existe me voy a encargar de decirle unas cuantas cosas.
Koro aceptó de inmediato, pero parecía que aún no confiaba del todo en mi, así que seguramente me tendría vigilado por si las moscas. Tras terminar de descansar, recogí mi alabarda y las cosas, Ao se subió en mi y proseguimos los tres la ruta que nos llevaría a la montaña de ese supuesto Dios.
-Yo me llamo Ryuuken, y este es mi compañero Ao.
Koro se nos quedó mirando a los dos, se notaba que estaba bastante intrigado en nosotros, parecía que tenía muchas preguntas que hacernos, pero yo tenía más.
-Bueno Koro, que eres exactamente.
-Soy un Gyojin pulpo.-Dijo él como si fuera lo mas normal del mundo.
Tras un tiempo hablando nos contamos un poco nuestra vida sin pararnos mucho en datos importantes, y después le pregunté el motivo de por que vino a la isla, el me contó que según contaban las leyendas se suponía que había un dios en estas montañas . Eso me sorprendió mucho.
¿Un Dios? jajaja eso no existe.
Koro siguió centrado en buscar a ese dios y parecía que iba muy enserio, parecía que le habían enviado para eso y era un tipo interesante así que no se lo iba a impedir.
-Oye pareces ser alguien especial, ¿porqué no me dejas ayudarte a buscar a ese tal Dios?, que si existe me voy a encargar de decirle unas cuantas cosas.
Koro aceptó de inmediato, pero parecía que aún no confiaba del todo en mi, así que seguramente me tendría vigilado por si las moscas. Tras terminar de descansar, recogí mi alabarda y las cosas, Ao se subió en mi y proseguimos los tres la ruta que nos llevaría a la montaña de ese supuesto Dios.
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Tras hablar un rato, contarle que era un pulpo y que estaba buscando al supuesto dios de aquella montaña me pidió que le dejase acompañarme durante mi misión. Parecía que seria divertido viajar con el por el momento así que accedí y nos encaminamos de nuevo en dirección a la montaña. Algo que me incomodaba incluso mas que la presencia de cualquier dios que pudiera estar observándonos era la mirada de hambre de la ardilla que mantenía sus ojos fijamente clavados en mi mientras babeaba así que no pude contenerme y empece a gritar con lo que Ryuuken me siguió la corriente.
-¿QUIERES DECIRLE AL BICHO ESE QUE YO NO SOY COMIDA?-
-SE LLAMA "AO BRAUM", Y RESPECTO A LO DE BICHO, ¿ALGUNA VEZ TE HAS MIRADO EN UN ESPEJO?-
-TE REPITO QUE SOY UN PULPO, NO UN BICHO.-
-Y EL ES UNA ARDILLA, MUCHO MAS NORMAL QUE TU.-
-¿NORMAL? ¿DONDE HAS VISTO TU UNA ARDILLA QUE COMA CARNE?-
-AQUÍ, aunque la verdad es que tienes razón.- Dijo ya bajando el tono de voz.
-En cualquier caso, ¿Como es posible que siga con hambre después de haberse zampado casi todo el puma el solito si paró únicamente porque ya no podía mas?-
-Si te soy sincero eso no lo se ni yo, también habría jurado que estaba a reventar como nosotros.-
-Bueno, cambiando de tema, ¿Como llegasteis tu amiguito y tu a esta montaña de la isla?- Pregunte mientras señalaba a la ardilla calmándome yo también.
-¿QUIERES DECIRLE AL BICHO ESE QUE YO NO SOY COMIDA?-
-SE LLAMA "AO BRAUM", Y RESPECTO A LO DE BICHO, ¿ALGUNA VEZ TE HAS MIRADO EN UN ESPEJO?-
-TE REPITO QUE SOY UN PULPO, NO UN BICHO.-
-Y EL ES UNA ARDILLA, MUCHO MAS NORMAL QUE TU.-
-¿NORMAL? ¿DONDE HAS VISTO TU UNA ARDILLA QUE COMA CARNE?-
-AQUÍ, aunque la verdad es que tienes razón.- Dijo ya bajando el tono de voz.
-En cualquier caso, ¿Como es posible que siga con hambre después de haberse zampado casi todo el puma el solito si paró únicamente porque ya no podía mas?-
-Si te soy sincero eso no lo se ni yo, también habría jurado que estaba a reventar como nosotros.-
-Bueno, cambiando de tema, ¿Como llegasteis tu amiguito y tu a esta montaña de la isla?- Pregunte mientras señalaba a la ardilla calmándome yo también.
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Íbamos caminando mientras le iba contando a Koro como llegué aquí y como encontré a Ao, parecía que le interesaba aunque seguía observando a Ao , era raro la verdad nunca había visto a una ardilla comer carne y lo peor es que la comía en cantidades industriales y no estaba para nada gordo, y otra cosa que me extrañaba era que tenia un pulpo más grande que yo, amarillo y con cara de pocos amigos pero bueno parecía una persona seria y eso me bastaba.
-Bueno Koro, ¿hacia dónde nos dirigimos?
-Tenia pensado explorar la montaña, y bueno si existe ese Dios pues tendré que darle una pequeña paliza.
-ja pero que dices, los Dioses no existen. Si de verdad existieran, Yona estaría viva. - Eso último lo dije en voz baja.
No se por que pero me dio la sensación de que eso último lo escuchó, pero no indagó en la llaga.
-Bueno, cuéntame que sabes de esta isla.
-Bueno todo lo que se es que a donde vamos es la única montaña en cuya base no se asientan los habitantes ya que en la isla existe un leyenda que dice que todo aquél que se acerque a la montaña del norte estará condenado a pasar el resto de su vida aislado en la montaña por invadir el territorio del dios de la montaña que los protege de las tormentas.
-Vaya, parece una historia interesante, veremos si nosotros tenemos la misma suerte.
Koro y yo sonreímos con cara de al que pillemos lo matamos, mientras Ao se estaba comiendo una piña que era 4 veces ella.
-Bueno Koro, ¿hacia dónde nos dirigimos?
-Tenia pensado explorar la montaña, y bueno si existe ese Dios pues tendré que darle una pequeña paliza.
-ja pero que dices, los Dioses no existen. Si de verdad existieran, Yona estaría viva. - Eso último lo dije en voz baja.
No se por que pero me dio la sensación de que eso último lo escuchó, pero no indagó en la llaga.
-Bueno, cuéntame que sabes de esta isla.
-Bueno todo lo que se es que a donde vamos es la única montaña en cuya base no se asientan los habitantes ya que en la isla existe un leyenda que dice que todo aquél que se acerque a la montaña del norte estará condenado a pasar el resto de su vida aislado en la montaña por invadir el territorio del dios de la montaña que los protege de las tormentas.
-Vaya, parece una historia interesante, veremos si nosotros tenemos la misma suerte.
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El camino parecía no acabarse nunca, aquella selva poco mas que las plantas que tenias en frente dejaba ver, seguíamos andando en linea recta con la montaña a lo lejos como punto de referencia para evitar perdernos o andar en círculos, pero se notaba que cada vez estaba mas cerca. Ryuuken y yo continuábamos hablando acerca de la misión, la maldición de la montaña y el dios del mito mientras la ardilla no paraba de zamparse todo lo que pillaba, la verdad es que me caían bien, sobre todo Ryuuken, Ao me caería mejor si dejase de mirarme como si fuera comida.
-Parece que no te caen muy bien los dioses.-
-No he conocido a ninguno en persona pero si realmente existen no merecen ser adorados.-
-Bueno, no es que yo sea muy creyente pero por lo poco que se eso también depende de a que dios quieras adorar.-
-Cada persona es libre de creer en lo que le de la gana, aunque no soy el único que piensa de esta forma, ya he conocido a mas como yo.-
Decidí cambiar de tema puesto que no parecía gustarle el hilo de la conversación cuando llegamos al pie de la montaña, caía la noche lentamente y el cielo empezaba a oscurecerse. Faltaba poco antes de que el sol terminara de ocultarse por completo así que decidimos pasar allí la noche para no arriesgarnos a iniciar el ascenso a oscuras. No sabíamos que nos esperaba en aquel lugar por lo que debíamos dormir bien para recuperar fuerzas y estar a tope de energía en la escalada del día siguiente. Encendimos una pequeña hoguera y montamos un campamento improvisado en ese mismo lugar que nos serviría hasta la mañana siguiente, la ardilla ya se había quedado sopa cuando Ryuuken y yo tuvimos una pequeña charla antes de poder conciliar el sueño.
-Dime una cosa, ¿Que te ha parecido este día?-
-No te voy a mentir, ha sido un día de locos, pero me he divertido.-
-Ya veo, yo también me lo estoy pasando bien, aunque espero que mañana no me retraséis tu y tu amiguito el tragaldabas.- Dije sonriendo. -Buenas noches.-
-Mas te vale que el que no nos retrase a nosotros seas tu, hasta mañana.
-Parece que no te caen muy bien los dioses.-
-No he conocido a ninguno en persona pero si realmente existen no merecen ser adorados.-
-Bueno, no es que yo sea muy creyente pero por lo poco que se eso también depende de a que dios quieras adorar.-
-Cada persona es libre de creer en lo que le de la gana, aunque no soy el único que piensa de esta forma, ya he conocido a mas como yo.-
Decidí cambiar de tema puesto que no parecía gustarle el hilo de la conversación cuando llegamos al pie de la montaña, caía la noche lentamente y el cielo empezaba a oscurecerse. Faltaba poco antes de que el sol terminara de ocultarse por completo así que decidimos pasar allí la noche para no arriesgarnos a iniciar el ascenso a oscuras. No sabíamos que nos esperaba en aquel lugar por lo que debíamos dormir bien para recuperar fuerzas y estar a tope de energía en la escalada del día siguiente. Encendimos una pequeña hoguera y montamos un campamento improvisado en ese mismo lugar que nos serviría hasta la mañana siguiente, la ardilla ya se había quedado sopa cuando Ryuuken y yo tuvimos una pequeña charla antes de poder conciliar el sueño.
-Dime una cosa, ¿Que te ha parecido este día?-
-No te voy a mentir, ha sido un día de locos, pero me he divertido.-
-Ya veo, yo también me lo estoy pasando bien, aunque espero que mañana no me retraséis tu y tu amiguito el tragaldabas.- Dije sonriendo. -Buenas noches.-
-Mas te vale que el que no nos retrase a nosotros seas tu, hasta mañana.
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Tras una corta pero intensa conversación nos quedamos dormidos, pero como no, yo gracias a mi tormentoso pasado siempre tenia pesadillas y no podía dormir bien. Tras esa pesadilla me levanté, empapado en sudor y con un pequeño temblor.
-"que mierdas era eso, por que me pasa esto a mi, ella esta muerta y no va a volver"
Decidí ir a darme un paseo para despejar mi mente, todo estaba tranquilo, los animales parecía que todos se habían ido a dormir y me habían dejado la noche solo para mi. Decidí irme a sentar a un pequeño árbol que estaba situado encima de una colina.
-Que pasa, ¿no puedes dormir?-Dijo Koro desde encima del árbol en el que me había posado.
-Vaya parece que ya somos dos, lo siento espero no haberte despertado
-Nada tranquilo estoy bien, la verdad es que llevo bastante tiempo sin dormir una noche completa.
Nos pusimos a hablar del pasado y la verdad es que poco a poco nos fuimos conociendo mejor, el tiempo pasaba y cada vez parecía que nos conocíamos mejor por minutos.
la luz del sol empezó a aparecer por el horizonte, era bastante bonito, pero ninguno de los dos le dio importancia y seguimos a lo nuestro, era bastante interesante la vida de Koro y descubrí que los hombres pez de los que hablaban existían de verdad y no eran falsas leyendas poco a poco el sol se iba elevando, y fue la señal para levantarnos y seguir con nuestro camino hacia la cima de esa montaña, fuimos a donde estaban nuestras cosas y tras despertar a Ao y recoger el equipaje nos dispusimos a buscar el desayuno.
-¿Por qué no cortamos a otro puma por la mitad y nos lo comemos?
-Venga vale, pero esta vez seré yo el que te lo tire a ti a la cabeza
-Eh que yo no te lo tiré con maldad, solo quera saber si de verdad eras un dios o no
-¿Si? pues esta vez te lo tirare yo para ver si tu eres el dios... aunque no creo que la gente sea tan idiota de adorar a un pulpo amarillo.
-Pero ¿cómo que no? ves este tipín soy fabuloso.
A Ao y a mi nos entraron arcadas pero nos contuvimos, y tras esa "discusión" nos pusimos a buscar comida.
-"que mierdas era eso, por que me pasa esto a mi, ella esta muerta y no va a volver"
Decidí ir a darme un paseo para despejar mi mente, todo estaba tranquilo, los animales parecía que todos se habían ido a dormir y me habían dejado la noche solo para mi. Decidí irme a sentar a un pequeño árbol que estaba situado encima de una colina.
-Que pasa, ¿no puedes dormir?-Dijo Koro desde encima del árbol en el que me había posado.
-Vaya parece que ya somos dos, lo siento espero no haberte despertado
-Nada tranquilo estoy bien, la verdad es que llevo bastante tiempo sin dormir una noche completa.
Nos pusimos a hablar del pasado y la verdad es que poco a poco nos fuimos conociendo mejor, el tiempo pasaba y cada vez parecía que nos conocíamos mejor por minutos.
la luz del sol empezó a aparecer por el horizonte, era bastante bonito, pero ninguno de los dos le dio importancia y seguimos a lo nuestro, era bastante interesante la vida de Koro y descubrí que los hombres pez de los que hablaban existían de verdad y no eran falsas leyendas poco a poco el sol se iba elevando, y fue la señal para levantarnos y seguir con nuestro camino hacia la cima de esa montaña, fuimos a donde estaban nuestras cosas y tras despertar a Ao y recoger el equipaje nos dispusimos a buscar el desayuno.
-¿Por qué no cortamos a otro puma por la mitad y nos lo comemos?
-Venga vale, pero esta vez seré yo el que te lo tire a ti a la cabeza
-Eh que yo no te lo tiré con maldad, solo quera saber si de verdad eras un dios o no
-¿Si? pues esta vez te lo tirare yo para ver si tu eres el dios... aunque no creo que la gente sea tan idiota de adorar a un pulpo amarillo.
-Pero ¿cómo que no? ves este tipín soy fabuloso.
A Ao y a mi nos entraron arcadas pero nos contuvimos, y tras esa "discusión" nos pusimos a buscar comida.
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Tras la conversación de madrugada acerca de los pasados tormentosos que no nos permitían dormir bien y por los cuales empezamos a llevarnos mejor que antes nos separamos para buscar algo que desayunar antes de emprender la marcha hacia la montaña de nuevo. Aun no había salido el sol, pero se veían los primeros rayos de luz de la mañana asomando tras el horizonte dándole al cielo ese bonito tono anaranjado que agradaba la vista y tornaba el aspecto de las nubes en cálidas llamas flotantes. Me quede un rato embobado disfrutando de aquel precioso amanecer, era uno de los paisajes mas bonitos y tranquilizadores que había visto en mi vida, puede que al final aquella montaña no estuviera tan mal.
-"Bueno, a ver que hay por aquí que sea comestible, aunque para la ardilla todo parece serlo."-
Di un pequeño paseo procurando no alejarme mucho del campamento improvisado que habíamos montado el día anterior para evitar perderme al volver. El sonido también era agradable ya que al estas deshabitado por los seres humanos no había ruidos molestos, solo naturales propios de una selva como esa, como el cantar de los pájaros que comenzaban a despertarse o el movimiento de la maleza al pasar los monos entre ella. Se respiraba paz y tranquilidad, un aire puro que pocas veces se tiene el placer de llenar tus pulmones con el y sin aquel olor salado propio del mar entraba profundamente por mi "nariz" dejándolo escapar posteriormente por la boca en una gran bocanada cuando me tope con las frutas que colgaban de las ramas de un árbol al hacerlo.
-"Tienen buen aspecto, seguro que están deliciosas, espero."-
Alargue uno de mis tentáculos para agarrar una de aquellas frutas y llevármela a la boca, tras darle un mordisco comprobé que no estaban nada mal y que no parecían contener veneno. Nunca antes las había probado pero a juzgar por su forma, color y sabor diría que eran mangos, los había visto en un libro de la base en el que leí que esa clase de frutas eran muy comunes en selvas tropicales como esta. Sin darle mas vueltas cogí un buen puñado de todas las que podía cargar con seis tentáculos dejando cuatro para caminar, suponía que serian bastantes para una buena comida, aunque sabiendo como era aquella ardilla no podía estar del todo seguro, de todos modos aun quedaban bastantes en el árbol así que en caso de quedarnos con hambre volvería a por algunas mas. Una vez deje un marcado la ruta para saber como regresar al árbol me dispuse a ir al campamento por el mismo camino por el que había llegado para reunirse allí con sus dos nuevos compañeros de viaje de los que me preguntaba si también habrían encontrado algo comestible que llevarnos a la boca, y en caso afirmativo el que seria.
-"Bueno, a ver que hay por aquí que sea comestible, aunque para la ardilla todo parece serlo."-
Di un pequeño paseo procurando no alejarme mucho del campamento improvisado que habíamos montado el día anterior para evitar perderme al volver. El sonido también era agradable ya que al estas deshabitado por los seres humanos no había ruidos molestos, solo naturales propios de una selva como esa, como el cantar de los pájaros que comenzaban a despertarse o el movimiento de la maleza al pasar los monos entre ella. Se respiraba paz y tranquilidad, un aire puro que pocas veces se tiene el placer de llenar tus pulmones con el y sin aquel olor salado propio del mar entraba profundamente por mi "nariz" dejándolo escapar posteriormente por la boca en una gran bocanada cuando me tope con las frutas que colgaban de las ramas de un árbol al hacerlo.
-"Tienen buen aspecto, seguro que están deliciosas, espero."-
Alargue uno de mis tentáculos para agarrar una de aquellas frutas y llevármela a la boca, tras darle un mordisco comprobé que no estaban nada mal y que no parecían contener veneno. Nunca antes las había probado pero a juzgar por su forma, color y sabor diría que eran mangos, los había visto en un libro de la base en el que leí que esa clase de frutas eran muy comunes en selvas tropicales como esta. Sin darle mas vueltas cogí un buen puñado de todas las que podía cargar con seis tentáculos dejando cuatro para caminar, suponía que serian bastantes para una buena comida, aunque sabiendo como era aquella ardilla no podía estar del todo seguro, de todos modos aun quedaban bastantes en el árbol así que en caso de quedarnos con hambre volvería a por algunas mas. Una vez deje un marcado la ruta para saber como regresar al árbol me dispuse a ir al campamento por el mismo camino por el que había llegado para reunirse allí con sus dos nuevos compañeros de viaje de los que me preguntaba si también habrían encontrado algo comestible que llevarnos a la boca, y en caso afirmativo el que seria.
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Los rayos del sol incidían levemente sobre mi y Ao, era bastante pronto pero el sol ya se dejaba ver por el horizonte, Koro y yo habíamos decidido separarnos un poco en busca de alimento pero sin alejarnos mucho del campamento improvisado que habíamos creado. La jungla estaba muy tranquila muchos de los animales posiblemente ni siquiera los animales se habrían despertado, estaba todo muy tranquilo, pero de pronto, Ao saltó de mi hombro y se fue alejando en la espesura de la jungla.
- ¡Ehh espera Ao!- Dije mientras salí corriendo detrás de él.
Corría y corría y no lo encontraba, cada vez me alejaba mas y mas pero eso no me preocupaba ahora, lo importante es que Ao es muy pequeño y esto esta plagado de animales gigantes. llevaba varios minutos corriendo cuando escuche su voz, me dirigí hacia el sonido y encontré a Ao encima de un platanero lleno de plátanos.
-Así que estabas ahí, menos mal que te encuentro y tienes comida bien bien.
Ao sonrió y asintió con la cabeza mientras tenia en la boca un plátano que era casi mas grande que él.
tras comernos uno, decidí llenar la camiseta con plátanos y regresamos al campamento.
- Espero que Koro sepa regresar y lo peor... ¿Sabremos regresar nosotros?
Tras una larga caminata conseguimos llegar al campamento y Koro ya nos estaba esperando con cara de pocos amigos, asi que fingí que aqui no habia pasado nada.
-¡Bueno venga vamos a desayunar!
- ¡Ehh espera Ao!- Dije mientras salí corriendo detrás de él.
Corría y corría y no lo encontraba, cada vez me alejaba mas y mas pero eso no me preocupaba ahora, lo importante es que Ao es muy pequeño y esto esta plagado de animales gigantes. llevaba varios minutos corriendo cuando escuche su voz, me dirigí hacia el sonido y encontré a Ao encima de un platanero lleno de plátanos.
-Así que estabas ahí, menos mal que te encuentro y tienes comida bien bien.
Ao sonrió y asintió con la cabeza mientras tenia en la boca un plátano que era casi mas grande que él.
tras comernos uno, decidí llenar la camiseta con plátanos y regresamos al campamento.
- Espero que Koro sepa regresar y lo peor... ¿Sabremos regresar nosotros?
Tras una larga caminata conseguimos llegar al campamento y Koro ya nos estaba esperando con cara de pocos amigos, asi que fingí que aqui no habia pasado nada.
-¡Bueno venga vamos a desayunar!
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Llevaba ya un buen rato esperando a que llegasen cuando por fin aparecieron entre la maleza, por lo mucho que habían tardado diría que se habían perdido mientras buscaban que comer. Al menos parecía que no volvían con las manos vacías como había imaginado en un principio, dentro de la camiseta traía un montón de lo que creo que eran plátanos.
-¡Bueno venga vamos a desayunar!- Dijo sin darle importancia a su retraso.
-"Que cabrón, se esta haciendo el loco."- Pensé para mi mismo tratando de no pensar demasiado en ello. -Esta bien, desayunemos pues.- Acabe diciendo finalmente para evitar estrangularlo a el y a la ardilla por empezar a tocar las narices desde por la mañana temprano.
Acababa de salir el sol hace apenas unos minutos y ya me habían tocado la moral una vez, como todo eso fuese a seguir al mismo ritmo me esperaba un día muy largo pues aun quedaban muchas horas de luz por delante. Dejando esto a un lado nos pusimos a desayunar, la verdad es que no estaba mal para ser algo tan simple como dos tipos de frutas que acabábamos de encontrar ese mismo día en el bosque. Estaban deliciosas y ademas eran muy nutritivas, siempre era bueno comer algo de fruta para reponer vitaminas y recuperar las fuerzas. Al final acabo valiendo la pena la espera ya que una sola fruta habría sido algo muy monótono por lo que decidí perdonarlos y olvidar el asunto sin mencionar ni una palabra de lo ocurrido, al menos por esta vez pero esperaba que no volviera a suceder en un futuro.
-Bueno, es hora de emprender la marcha de nuevo.- Dije poniéndome en pie tras acabar de comer. -También deberíamos llevarnos unas cuantas frutas por si nos entra mas hambre por el camino y no encontramos nada o por si acaso debo usarlas para mantener a la ardilla a raya de que me coma a mi.- Añadí con una sonrisa aun mas amplia de lo habitual.
Ryuuken asintió en señal de que le parecía una buena idea, y por la cara de Ao a el también se lo parecía. Maldita ardilla, con esos ojazos que parecían simbolizar un hambre permanente. Como podía algo tan pequeño comer tanto sin reventar y seguir queriendo mas? Mientras no quisiese comerme a mi supongo que da igual. Recogimos las frutas que nos sobraron en una bolsa e iniciamos nuevamente nuestro camino de ascenso por aquella montaña. Ya no faltaba mucho para llegar a la cima y completar la misión, si no ocurría ningún contratiempo llegaríamos ese mismo día según lo planeado.
-¡Bueno venga vamos a desayunar!- Dijo sin darle importancia a su retraso.
-"Que cabrón, se esta haciendo el loco."- Pensé para mi mismo tratando de no pensar demasiado en ello. -Esta bien, desayunemos pues.- Acabe diciendo finalmente para evitar estrangularlo a el y a la ardilla por empezar a tocar las narices desde por la mañana temprano.
Acababa de salir el sol hace apenas unos minutos y ya me habían tocado la moral una vez, como todo eso fuese a seguir al mismo ritmo me esperaba un día muy largo pues aun quedaban muchas horas de luz por delante. Dejando esto a un lado nos pusimos a desayunar, la verdad es que no estaba mal para ser algo tan simple como dos tipos de frutas que acabábamos de encontrar ese mismo día en el bosque. Estaban deliciosas y ademas eran muy nutritivas, siempre era bueno comer algo de fruta para reponer vitaminas y recuperar las fuerzas. Al final acabo valiendo la pena la espera ya que una sola fruta habría sido algo muy monótono por lo que decidí perdonarlos y olvidar el asunto sin mencionar ni una palabra de lo ocurrido, al menos por esta vez pero esperaba que no volviera a suceder en un futuro.
-Bueno, es hora de emprender la marcha de nuevo.- Dije poniéndome en pie tras acabar de comer. -También deberíamos llevarnos unas cuantas frutas por si nos entra mas hambre por el camino y no encontramos nada o por si acaso debo usarlas para mantener a la ardilla a raya de que me coma a mi.- Añadí con una sonrisa aun mas amplia de lo habitual.
Ryuuken asintió en señal de que le parecía una buena idea, y por la cara de Ao a el también se lo parecía. Maldita ardilla, con esos ojazos que parecían simbolizar un hambre permanente. Como podía algo tan pequeño comer tanto sin reventar y seguir queriendo mas? Mientras no quisiese comerme a mi supongo que da igual. Recogimos las frutas que nos sobraron en una bolsa e iniciamos nuevamente nuestro camino de ascenso por aquella montaña. Ya no faltaba mucho para llegar a la cima y completar la misión, si no ocurría ningún contratiempo llegaríamos ese mismo día según lo planeado.
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Empezamos el ascenso a la montaña, el clima era bueno y una suave brisa de aire nos refrescaba las caras, Ao parecía contento y no paraba de correr y saltar de roca en roca mientras Koro y yo seguirnos el camino que nos llevaría a la cima.
-Este es el camino a seguir.
-Si en efecto este es.
Llevábamos ya bastante tiempo subiendo y ya poco a poco nos acercábamos a la cima y una pequeña risa maligna surgía de mi rostro.
-"Si de verdad existen... Dioses a mi".
Koro y yo nos plantamos delante de una especie de cueva en lo alto de la montaña.
-Vaya con que es aquí.
-Si, eso parece.
Los 2 entramos a la cueva y yo decidí poner mi alabarda en modo fuego para alumbrar la zona.
-¡Pero que coño es eso! una alabarda que se enciende.
Nos pusimos a seguir el camino que nos llevaba a dentro de la cueva, gracias a la alabarda no fue tan difícil pero la cosa se ponía interesante, tras caminar unos metros pisé algo que se rompió de inmediato, estaba duro y esperaba que no fuera lo que yo pensaba hasta que Koro saltó en mis brazos.
-¡QUE COÑO ES ESO! ah solo un esqueleto, bueno Ryuuken ¿seguimos o qué? que no tenemos todo el día..
Tras esa demostración de "no tengo miedo" proseguimos el camino que nos llevaría hasta el fondo de la cueva.
-Este es el camino a seguir.
-Si en efecto este es.
Llevábamos ya bastante tiempo subiendo y ya poco a poco nos acercábamos a la cima y una pequeña risa maligna surgía de mi rostro.
-"Si de verdad existen... Dioses a mi".
Koro y yo nos plantamos delante de una especie de cueva en lo alto de la montaña.
-Vaya con que es aquí.
-Si, eso parece.
Los 2 entramos a la cueva y yo decidí poner mi alabarda en modo fuego para alumbrar la zona.
-¡Pero que coño es eso! una alabarda que se enciende.
Nos pusimos a seguir el camino que nos llevaba a dentro de la cueva, gracias a la alabarda no fue tan difícil pero la cosa se ponía interesante, tras caminar unos metros pisé algo que se rompió de inmediato, estaba duro y esperaba que no fuera lo que yo pensaba hasta que Koro saltó en mis brazos.
-¡QUE COÑO ES ESO! ah solo un esqueleto, bueno Ryuuken ¿seguimos o qué? que no tenemos todo el día..
Tras esa demostración de "no tengo miedo" proseguimos el camino que nos llevaría hasta el fondo de la cueva.
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Tras alcanzar la cima de la montaña entramos a una cueva que había en lo alto, Ryuuken prendió fuego a su alabarda a saber como pero al menos era útil para iluminar el interior. Aun con la iluminación de la alabarda piso algo sin darse cuenta que pareció sonar como si se rompiese, ahora que lo pensaba aquel lugar podría estar lleno de trampas y no quería que un cepo me arrancase los tentáculos así que salte sobre Ryuuken ya que si había activado una trampa la culpa seria suya. Como resulto no ser nada mas que un simple esqueleto continuamos nuestro camino hacia el interior de la montaña para ver que encontrábamos en el fondo.
-Ten mas cuidado por donde pisas, la próxima vez podría no ser solo un esqueleto.-
-No se de que te preocupas, el esqueleto indica que sea lo que sea que haya aquí no es un dios y esta muerto desde hace tiempo.-
-Tu tómatelo a broma, pero piensa que a pesar de ser una zona deshabitada ese tío estaba aquí y de alguna manera tiene que haber muerto.-
En ese momento Ryuuken pareció darse cuenta de una vez por todas que aquel lugar podía no ser tan seguro como parecía a simple vista y ambos empezamos a avanzar con mas cuidado que antes. Aun era un novato sin experiencia y no parecía ser muy consciente de la noción del miedo que mantiene alerta tus instintos de supervivencia, siempre debes andarte con mucho cuidado ya que el golpe que te derriba es el que no ves venir.
-Ten mas cuidado por donde pisas, la próxima vez podría no ser solo un esqueleto.-
-No se de que te preocupas, el esqueleto indica que sea lo que sea que haya aquí no es un dios y esta muerto desde hace tiempo.-
-Tu tómatelo a broma, pero piensa que a pesar de ser una zona deshabitada ese tío estaba aquí y de alguna manera tiene que haber muerto.-
En ese momento Ryuuken pareció darse cuenta de una vez por todas que aquel lugar podía no ser tan seguro como parecía a simple vista y ambos empezamos a avanzar con mas cuidado que antes. Aun era un novato sin experiencia y no parecía ser muy consciente de la noción del miedo que mantiene alerta tus instintos de supervivencia, siempre debes andarte con mucho cuidado ya que el golpe que te derriba es el que no ves venir.
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Estábamos llegando ya al final de la cueva cuando empecé a escuchar unos ruidos del final de la cueva, me detuve y con mi mano pare el caminar de Koro.
-¿Qué pasa?¿por qué paramos?
-He escuchado un ruido seria mejor permanecer alerta.
Tras la aceptación de los dos decidimos seguir adelante y el camino nos llevó a un lugar bastante amplio y que parecía ser el final del camino. Había antorchas así que antes de llegar a esa zona decidí apagar el dial de fuego de la alabarda y me preparé para la peor de mis pesadillas.
Tras entrar en esa zona, no había nada estaba completamente bacía salvo por una cosa, un tipo bastante raro se encontraba de espaldas a nosotros y parecía que estaba investigando el lugar.
- Espera... Capitán!
-Que cojones ¿capitán? ¿estos dos se conocen?
al escuchar capitán me percaté de que llevaba una marca en la espalda de la chaqueta si mal no recuerdo esa marca era de un alto cargo del CP así que no era plan de pelear con el.
-Hombre Koro cuanto tiempo ¿qué haces por aquí? y ¿quien es este tipo raro con una ardilla?
-Me mandaron investigar este lugar, y el es una persona bastante simpática que me esta ayudando se llama Ryuuken y la ardilla que tiene ganas de comerme creo que se llamaba Ao.
-Vaya y tu joven Ryuuken ¿a qué has venido aquí?
-Vine para matar al supuesto dios que vivía en esta zona.
El hombre se se me acercó lentamente era mas alto que yo y parcialmente más musculado, de repente me abrazó.
-Ea ea, ala machote ya paso todo.
Nunca pude imaginar que un alto cargo del CP me pudiera vacilar de esa forma, así que apreté mi puño con fuerza pero Koro me paró la mano y me hizo un gesto de que ni se me ocurriera golpearle si es que quería seguir con vida.
-Jajaja este tipo me cae bien, oye muchacho por que no os alistáis tu y la ardilla en el CP junto a vuestro nuevo amigo Koro.
-Ummm unirme al CP no estaría mal tal vez me lo platee, ¿por cierto que son esos sacos que hay detrás de esas rocas?
El capitán se acercó a mirar y saco 3 sacos que estaban escondidos detrás de esas rocas.
-Pero si son 6 millones de Beries madre mía que suerte tenemos, esta bien hoy me siento generoso y los repartiremos entre los 3.
Tras una repartición generosa por la parte del Capitán decidimos salir de la isla y dar la misión de Koro por terminada, pero¿ y la mía? ¿de verdad existe algo llamado Dios? Espero que exista por que tengo que descargar mi ira con este, tarde o temprano lo encontraré y lo mataré eso lo tengo por seguro.
-¿Qué pasa?¿por qué paramos?
-He escuchado un ruido seria mejor permanecer alerta.
Tras la aceptación de los dos decidimos seguir adelante y el camino nos llevó a un lugar bastante amplio y que parecía ser el final del camino. Había antorchas así que antes de llegar a esa zona decidí apagar el dial de fuego de la alabarda y me preparé para la peor de mis pesadillas.
Tras entrar en esa zona, no había nada estaba completamente bacía salvo por una cosa, un tipo bastante raro se encontraba de espaldas a nosotros y parecía que estaba investigando el lugar.
- Espera... Capitán!
-Que cojones ¿capitán? ¿estos dos se conocen?
al escuchar capitán me percaté de que llevaba una marca en la espalda de la chaqueta si mal no recuerdo esa marca era de un alto cargo del CP así que no era plan de pelear con el.
-Hombre Koro cuanto tiempo ¿qué haces por aquí? y ¿quien es este tipo raro con una ardilla?
-Me mandaron investigar este lugar, y el es una persona bastante simpática que me esta ayudando se llama Ryuuken y la ardilla que tiene ganas de comerme creo que se llamaba Ao.
-Vaya y tu joven Ryuuken ¿a qué has venido aquí?
-Vine para matar al supuesto dios que vivía en esta zona.
El hombre se se me acercó lentamente era mas alto que yo y parcialmente más musculado, de repente me abrazó.
-Ea ea, ala machote ya paso todo.
Nunca pude imaginar que un alto cargo del CP me pudiera vacilar de esa forma, así que apreté mi puño con fuerza pero Koro me paró la mano y me hizo un gesto de que ni se me ocurriera golpearle si es que quería seguir con vida.
-Jajaja este tipo me cae bien, oye muchacho por que no os alistáis tu y la ardilla en el CP junto a vuestro nuevo amigo Koro.
-Ummm unirme al CP no estaría mal tal vez me lo platee, ¿por cierto que son esos sacos que hay detrás de esas rocas?
El capitán se acercó a mirar y saco 3 sacos que estaban escondidos detrás de esas rocas.
-Pero si son 6 millones de Beries madre mía que suerte tenemos, esta bien hoy me siento generoso y los repartiremos entre los 3.
Tras una repartición generosa por la parte del Capitán decidimos salir de la isla y dar la misión de Koro por terminada, pero¿ y la mía? ¿de verdad existe algo llamado Dios? Espero que exista por que tengo que descargar mi ira con este, tarde o temprano lo encontraré y lo mataré eso lo tengo por seguro.
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Tras el abrazo de consolación por no haber ningún Dios por parte del capitán y repartir a partes iguales los sacos con los seis millones de berries salimos de la cueva. Al parecer aquella cueva era antiguamente el refugio de unos piratas que fueron los que inventaron y esparcieron el rumor del Dios y la maldición para evitar que la gente se acercase a la montaña y encontrase su escondite, lo cual explicaba el esqueleto de la entrada y las bolsas de dinero. En cuanto a por que se habían dejado las bolsas había dos posibles causas, una era que las olvidaron y la otra era que murieron y no pudieron volver a por ellas. Seguía con mis pensamientos cuando una idea me paso por la cabeza.
-"Si ya me habían enviado a investigar la montaña a mi, ¿Por que estaba el capitán aquí?"-
-Bajemos por aquí, he dejado mi barco anclado junto al pie de esta montaña para no dar tanta vuelta hasta uno de los puertos de las otras.-
-De acuerdo, pero me gustaría saber por que ha venido a esta isla si ya me habían mandado a mi a explorarla, sin animo de ofender.-
-Tranquilo, solo vine a buscarte para darte algo que me han entregado para ti.-
-¿Algo que te han dado para mi? ¿Que es? ¿Donde esta?-
-No te impacientes, quiero que sea una sorpresa así que lo veras cuando lleguemos al barco.
-Esta bien, entonces esperare.-
Seguíamos bajando ahora en silencio, Ryuuken parecía un poco deprimido por no haber encontrado a ningún Dios al que poder matar y yo me encontraba nervioso por saber que era lo que me iba a dar el capitán. El descenso fue mucho mas rápido y sencillo que la subida y gracias también a que el capitán iba con nosotros no había nada de que preocuparse con respecto a los animales salvajes que pudieran atacarnos por lo que al menos en ese aspecto iba mas relajado. Cuando por fin llegamos a la orilla vimos el barco anclado junto a un montón de trozos de madera flotando y moviéndose al son de las olas, de repente Ryuuken gritó.
-MI BARCAAAA.-
-¿Era tuya? Lo siento no la vimos al llegar y nos la llevamos por delante, ¿A quien se le ocurre dejar una barca donde va a anclar un barco mas grande?-
-¿Como que a quien se le ocurre? ¿Me estas vacilando? Yo había dejado mi barca aquí antes de que llegaseis vosotros.-
-La cuestión aquí no es de quien sea la culpa o quien no se fijo en que, tienes esos dos millones de berries como compensación y ademas tu y Koro podéis usar el regalo que le traigo para viajar de ahora en adelante si vas a unirte al CP.- Dijo señalando a una barcaza de un buen tamaño aunque no demasiado grande que traía remolcado el barco que en comparación si era muy grande.
-¿Mi propio barco? Como mola, por fin podre moverme libremente con un medio de transporte que no tenga que pedir prestado, aunque pensándolo detenidamente, ¿A que viene este acto de generosidad por parte de los de arriba?-
-Últimamente ha habido muchas quejas de los marines de los barcos en los que viajabas, al parecer les das grima y no quieren seguir llevándote.-
-Para variar, aunque bien visto, a caballo regalado no le mires el diente, y esto es mejor que nada, incluso mas que antes que tenían que buscar quien me llevara si tanta grima les daba.-
-Perfecto, tiene lo necesario para hacer confortables las travesías durante semanas a dos o incluso mas pasajeros, entonces Ryuuken, ¿Te apuntas?.-
-Supongo que esta bien, a mi no me molesta Koro y es mejor que mi antigua barca.
-Solo una norma, si Ao intenta comerme va por la borda.
Tras unas risas aunque lo de la ardilla fuese en serio nos despedimos del capitán y partimos cada uno por su lado, en nuestro caso íbamos camino a la base en nuestro nuevo barco para dar por concluida la misión y alistar al nuevo recluta Ryuuken entre las filas el CP.
-"Si ya me habían enviado a investigar la montaña a mi, ¿Por que estaba el capitán aquí?"-
-Bajemos por aquí, he dejado mi barco anclado junto al pie de esta montaña para no dar tanta vuelta hasta uno de los puertos de las otras.-
-De acuerdo, pero me gustaría saber por que ha venido a esta isla si ya me habían mandado a mi a explorarla, sin animo de ofender.-
-Tranquilo, solo vine a buscarte para darte algo que me han entregado para ti.-
-¿Algo que te han dado para mi? ¿Que es? ¿Donde esta?-
-No te impacientes, quiero que sea una sorpresa así que lo veras cuando lleguemos al barco.
-Esta bien, entonces esperare.-
Seguíamos bajando ahora en silencio, Ryuuken parecía un poco deprimido por no haber encontrado a ningún Dios al que poder matar y yo me encontraba nervioso por saber que era lo que me iba a dar el capitán. El descenso fue mucho mas rápido y sencillo que la subida y gracias también a que el capitán iba con nosotros no había nada de que preocuparse con respecto a los animales salvajes que pudieran atacarnos por lo que al menos en ese aspecto iba mas relajado. Cuando por fin llegamos a la orilla vimos el barco anclado junto a un montón de trozos de madera flotando y moviéndose al son de las olas, de repente Ryuuken gritó.
-MI BARCAAAA.-
-¿Era tuya? Lo siento no la vimos al llegar y nos la llevamos por delante, ¿A quien se le ocurre dejar una barca donde va a anclar un barco mas grande?-
-¿Como que a quien se le ocurre? ¿Me estas vacilando? Yo había dejado mi barca aquí antes de que llegaseis vosotros.-
-La cuestión aquí no es de quien sea la culpa o quien no se fijo en que, tienes esos dos millones de berries como compensación y ademas tu y Koro podéis usar el regalo que le traigo para viajar de ahora en adelante si vas a unirte al CP.- Dijo señalando a una barcaza de un buen tamaño aunque no demasiado grande que traía remolcado el barco que en comparación si era muy grande.
-¿Mi propio barco? Como mola, por fin podre moverme libremente con un medio de transporte que no tenga que pedir prestado, aunque pensándolo detenidamente, ¿A que viene este acto de generosidad por parte de los de arriba?-
-Últimamente ha habido muchas quejas de los marines de los barcos en los que viajabas, al parecer les das grima y no quieren seguir llevándote.-
-Para variar, aunque bien visto, a caballo regalado no le mires el diente, y esto es mejor que nada, incluso mas que antes que tenían que buscar quien me llevara si tanta grima les daba.-
-Perfecto, tiene lo necesario para hacer confortables las travesías durante semanas a dos o incluso mas pasajeros, entonces Ryuuken, ¿Te apuntas?.-
-Supongo que esta bien, a mi no me molesta Koro y es mejor que mi antigua barca.
-Solo una norma, si Ao intenta comerme va por la borda.
Tras unas risas aunque lo de la ardilla fuese en serio nos despedimos del capitán y partimos cada uno por su lado, en nuestro caso íbamos camino a la base en nuestro nuevo barco para dar por concluida la misión y alistar al nuevo recluta Ryuuken entre las filas el CP.
ryuuken
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tras subir al barco y despedirnos del capitán, empezamos nuestro viaje rumbo a los cuarteles generales del CP. El clima era bueno una brisa tranquila acariciaba mi rostro mientras estaba apoyado en un lateral del barco viendo como el mar tranquilo brillaba como todos los días, Koro estaba al timón mientras Ao recorría el barco corriendo de arriba a bajo y explorando cada rincón de este.
-”Que paz y tranquilidad, espero que esto no cambie, pero bueno soy yo y tengo esa mala suerte así que todo lo malo que me pueda suceder me va a suceder, no soy un chico negativo ni nada por el estilo, pero ya estoy harto de esperar algo y que todo salga mal. Ahora tengo dos nuevos compañeros, espero que no les pase nada y bueno yo ahora me voy a alistar al CP, no se si es la mejor opción pero me vale por el momento, apenas me quedaba dinero y según he oído pagan bastante bien.”
Seguía con mis pensamientos pasados mientras unos ruidos raros me molestaban, al girarme vi a Koro corriendo de lado a lado del barco mientras Ao lo perseguía con cara de hambre.
-¡DILE QUE PARE O LO MATO!
Me quede mirando unos segundos, eso me pareció gracioso era divertido ver a una cosa peluda de unos 20 centímetros perseguir a un pulpo de unos 3 metros. Tras un minuto de risas me di cuenta de que era la hora de comer así que me dispuse a hacer la comida. Bajé a la despensa y cogí las cosas básicas para hacer una comida que nos diera suficiente energía para el resto del día, Koro dijo que al atardecer estaríamos en la base así que la cena la haríamos en tierra.
Entré a la cocina y tras un rato salí de esta con unos estofados que tenían muy buena pinta, tras servirlo en la mesa, Koro y Ao terminaron rápidamente su jueguecito del pilla-pilla y se lanzaron como alma que lleva el diablo a por los platos de estofado.
-Esto esta buenísimo, se nota que sabes cocinar.
-Bueno no se me da mal y gracias.
-Ryuuken cuidado ¡Que se ahoga Ao!
Los dos miramos rápidamente a Ao y estaba intentando tragarse un trozo de patata que era 3 veces su boca, pero como si la cosa no fuera con el, se la metió entera en la boca y se lo tragó. Ambos nos echamos a reír y mientras reíamos Ao nos robaba comida de nuestros platos.
Tras comer, seguimos con nuestras labores, yo observaba el mar y Koro navegaba hacia la base del CP hasta que poco a poco empezamos a divisar la isla.
-”Parece que ya estamos aquí, veremos que nueva aventura nos espera aquí.”
-”Que paz y tranquilidad, espero que esto no cambie, pero bueno soy yo y tengo esa mala suerte así que todo lo malo que me pueda suceder me va a suceder, no soy un chico negativo ni nada por el estilo, pero ya estoy harto de esperar algo y que todo salga mal. Ahora tengo dos nuevos compañeros, espero que no les pase nada y bueno yo ahora me voy a alistar al CP, no se si es la mejor opción pero me vale por el momento, apenas me quedaba dinero y según he oído pagan bastante bien.”
Seguía con mis pensamientos pasados mientras unos ruidos raros me molestaban, al girarme vi a Koro corriendo de lado a lado del barco mientras Ao lo perseguía con cara de hambre.
-¡DILE QUE PARE O LO MATO!
Me quede mirando unos segundos, eso me pareció gracioso era divertido ver a una cosa peluda de unos 20 centímetros perseguir a un pulpo de unos 3 metros. Tras un minuto de risas me di cuenta de que era la hora de comer así que me dispuse a hacer la comida. Bajé a la despensa y cogí las cosas básicas para hacer una comida que nos diera suficiente energía para el resto del día, Koro dijo que al atardecer estaríamos en la base así que la cena la haríamos en tierra.
Entré a la cocina y tras un rato salí de esta con unos estofados que tenían muy buena pinta, tras servirlo en la mesa, Koro y Ao terminaron rápidamente su jueguecito del pilla-pilla y se lanzaron como alma que lleva el diablo a por los platos de estofado.
-Esto esta buenísimo, se nota que sabes cocinar.
-Bueno no se me da mal y gracias.
-Ryuuken cuidado ¡Que se ahoga Ao!
Los dos miramos rápidamente a Ao y estaba intentando tragarse un trozo de patata que era 3 veces su boca, pero como si la cosa no fuera con el, se la metió entera en la boca y se lo tragó. Ambos nos echamos a reír y mientras reíamos Ao nos robaba comida de nuestros platos.
Tras comer, seguimos con nuestras labores, yo observaba el mar y Koro navegaba hacia la base del CP hasta que poco a poco empezamos a divisar la isla.
-”Parece que ya estamos aquí, veremos que nueva aventura nos espera aquí.”
- off:
- Ya hemos terminado rol, solicitamos:
- 2 millones de Beries para cada uno.
- Experiencia.
- El barco mencionado anteriormente.
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