Reto - Jack Sparrow vs el rarito ese al que no le gusta el frío... digo, Yato vs Al

    VS      

Condiciones:
-Sin ejecución y con cuidado de no reventarnos.
-Px estándar.
-Isla neutral.
-Sin saltos de turno.

Escenario:  Cuartel Marine: Cuartel de la marina del West Blue, donde los marines entrenan y reciben misiones e información. Igualmente los cazadores de este mar entregan aquí a los hombres que capturen y tengan precio por sus cabezas.

Día de sol, tranquilo y cálido. Las olas rompían en la costa con tanta delicadeza que simulaban una cortina correrse, y el aroma a sal impregnaba los pulmones de quien estuviera cerca para presenciarlo. Y, obviamente, presenciándolo estaba el capitán Al Naion, leyendo un libro sobre una hamaca, escaqueándose como siempre de las tareas que debiera realizar. Había entrenado por la mañana, entregado informes de gestión y ocultado a los reclutas más decepcionantes en un cuartucho durante la inspección de los vicealmirantes, y se merecía un descanso. Los sargentos debían trabajar ahora.

-Dios, qué cansancio- dijo, en voz alta, suspirando mientras estiraba los brazos con un perezoso gesto. Se aburría mucho aquel día, y esperaba hacer algo, aunque de momento no estaba del todo mal sentir calor, aunque no tenía mojito.

Había pedido a un teniente que se lo llevara, pero seguro que el muy imbécil lo había dejado en el despacho en lugar de llevarlo hasta el verdadero lugar de trabajo de Al, o al menos donde pasaba la mayor parte del tiempo, la playa mirando el sol. La verdad es que aquel lugar se parecía mucho al South Blue, sólo que algo más frío y con más sol. En parte se agradecía, pero echaba de menos todo lo que había dejado atrás. ¿Habría alguien en el mundo que lo entretuviera, o al menos le trajese un mojito?

Estaba siendo un día precioso, sol, tranquilidad, y con una temperatura agradable sin llegar a hacer calor o frío, si era un buen día. Una agradable brisa pasaba por el patio del cuartel trayendo el relajante sonido de las olas al romper contra la costa de una forma tranquila junto con un olor a sal marina. Ese día había habido una revisión de unos vicealmirantes, por lo que a algunos reclutas los escondían, yo me incluía entre ellos, pero de alguna manera me había conseguido escapar de que me escondiesen.

Desde la búsqueda de reclutas ya había pasado un buen rato y me había quedado andando por el patio tranquilamente disfrutando del día aunque no debería estar haciéndolo hasta que encontré a alguien tumbado en una hamaca y leyendo un libro, con cuidado me acerqué para que no me oyese, de pronto estiró los brazos y dijo algo “Dios que cansancio” esa voz ya la había oído antes.

-¡¡¡DAAAAANNNN-CHOOOO!!! - le grité al hombre de la hamaca, feliz por el encuentro - ¿No debería estar entrenando a los reclutas?, de hecho me gustaría probar suerte contra ti dan-cho, luchemos a ver cuán más fuerte que yo eres.

Aquello era un reto contra mi capitán, lo cual no sabía si estaba permitido o no, pero ya estaba lanzado, y era un buen momento para saber cuánto debía de mejorar para poder alcanzar su nivel.

A su espalda una voz conocida sonó. El Marine que vestía como pirata, uno de sus camaradas de brigada, Jack Suzume, estaba ahí. Era curioso ya que recordaba haberlo escondido con los inútiles, aunque si se había escaqueado del encierro en realidad no debería estar entre ellos. El hombre del traje de azúcar era un pozo de sorpresas, y le había pedido entrenar. "Podría ser interesante", pensó mientras se quitaba la chaqueta de oficial, dejando verse el chaleco y camisa, aquel impoluto vestuario que usualmente llevaba.

-Vale, podemos ver qué tal vas entonces.

Desenvainó a Fuego, y tras esperar a ver si hacía ademán de sacar su arma, se lanzaría contra él con el arma en ristre, tratando de partirlo por la mitad. Sabía que era usuario Logia, así que no sucedería nada de ser incapaz de evitarlo.

Parecía que había acertado, la persona tirada en la hamaca era el capitán, el rubio se levantó de su descanso y de quitó la chaqueta que destacaba su rango en la espada, parecía que sí quería entrenar, pero me quedó claro como el agua cuando desenfundó su espada, aun así me dijo verbalmente que aceptaba el reto, y esperó un momento, en ese tiempo me dio tiempo a preparar mi rifle falso.

Tras esto el capitán se lanzo hacia mí con el arma en ristre, se notaba que era más rápido que yo, y  aunque conseguí apartarme del que habría sido un golpe fatal me llevé un buen corte en el hombro derecho, que rápidamente se cerró gracias a mi habilidad logia de mi fruta.

-¡¡Au!! Eso duele, dan-cho- le dije de broma mientras se terminaba de juntar la herida y comenzaba mi movimiento.

Ahora me encontraba al lado derecho de Al y muy cerca cogí el rifle con las dos manos (una en el gatillo y la otra en el cañón) y dando un paso hacia mi oponente intenté darle un culetazo con el fusil a la altura del pectoral. Esperaba que lo pudiese evitar, llevaba pues llevaba el chaleco de un traje y una camisa bastante buenos y no me gustaría estropeárselos.

Se hizo hielo, y cayó al suelo hecho pedazos de cristal, quedando tan sólo su pie intacto. ¿Por qué todo el mundo trataba de romperlo de las formas más extrañas y descabelladas posibles? Era muy descortés. Aquel culatazo había dolido pese a lograr transformarse en hielo casi al instante. "Maldito adicto al café", pensó mientras se recomponía con cierta molestia desde su pie.

-En serio, me empezáis a hartar un poquito ya con tanto romperme. Esto empieza a ser recursivo ya.

En fin, iba a enseñar a Jack una valiosísima lección. Cómo se encaja un golpe. En un abrir y cerrar de ojos tomó forma de polvo, y avanzó contra su subalterno a toda velocidad, materializándose tan sólo para darle un tajo que lo cruzara desde la cadera hasta el hombro, pero sin matarlo. Además, la hoja iría imbuida en fuego, y al cortar liberaría una onda cortante con sonido de otoño. "Espero no estar pasándome", pensó. Bueno, al fin y al cabo si le hacía mucho daño siempre podía coserlo.

No sé si había hecho bien en realizar ese ataque pues el capitán se rompió por completo salvo uno de sus pies, a partir del cual se recompuso por completo vaya sorpresa, “así que el capitán también es un usuario y de tipo logia, creo que podré ir con todo lo que tengo” pensé mientras retrocedía un par de pasos, con mucho cuidado comencé a generar azúcar con la suela de las botas debajo del pie para que no se viese y la iba camuflando con la tierra que hubiese en el suelo, para hacer esto me distraje un poco y cuando volví a prestar atención Al ya se había recompuesto del todo soltó un comentario del que pude deducir fácilmente que no era la primera persona que le había hecho pedazos, y realmente no debería ser muy agradable, siendo por suerte para mí el hecho de que no me habían roto, sólo algún corte.

De pronto el capitán se hizo polvo y en un simple parpadeo apareció delante de mí realizando un corte con una espada rodeada de fuego, sin pensarlo comencé a volver mi cuerpo azúcar para evitar daños; sin embargo, el corte llegó hasta mí realizando un corte desde la cintura hasta el hombro y que por suerte no fue profundo ya que pude transformarme a tiempo.

Di un par de pasos atrás para recomponerme del ataque, dejé de generar azúcar con la planta de los pies y con un movimiento de los brazos hice que esta de elevara del suelo generando una especie de niebla de azúcar con algunos cachos de tierra, hecho esto con toda la velocidad que pude comencé a correr alrededor del capitán disparé el fusil, mientras seguía corriendo saque las pistolas y también las disparé, todos los disparos estaban dirigidos al abdomen del Al, de seguro no le harían nada pero podía ganar tiempo en lo que regeneraba la herida, cuando terminé de disparar mis armas las dejé tiradas en el suelo y desenfundé la espada de mi padre preparado para el próximo ataque.

-Siento ponerme tan serio dan-cho, pero aunque sea  un entrenamiento, pensaré que es un combate real- le dije al rubio mientras el azúcar y la tierra volvían a caer al suelo poco a poco.