El Templo De Los Gritos [Rol Conquista]

Akon debe de estar orgulloso de ti, es la hora de que le demuestres de qué estás hecha y cumplas con tus palabras. Prepárate Aki, los peligros que vas a encontrar serán muy duros y difíciles de superar. Estás presenciando la isla con tu identidad secreta, lo mejor sería dirigirse hacia la ciudad e investigar un poco por allí, pero para ello debes llegar. Te recomiendo ponerte manos a la obra y no perder más el tiempo, hay gente muriendo a cada minuto que pasa debido a los extraños sacerdotes que dominan el templo. ¿Serán los típicos ancianos pervertidos de todas las historias? ¿Serán muy distintos a lo que piensas? La hora de la verdad está llegando y para ello debes comprobarlo. Vamos no tardes más, coge lo que necesites y ponte en camino hacia tu meta. La ciudad de nombre se llama Ur, Tuban. La noche parece ser peligrosa, tal vez es cuando ellos aprovechan para salir por presas o tal vez sacrifican esclavos, todo se revelará en el momento adecuado.

Mientras tanto en el templo…

Un hombre vestido con una capucha blanca observaba la ciudad tranquilamente, tan solo se podían ver unos cabellos morenos que salían por la capucha, parecía tener un cuerpo delgado y era bastante alto. Su mirada era siniestra y parecía estar muy pendiente de todo lo que estaba ocurriendo, de repente otra silueta apreció en el lugar. Se trataba de un hombre sin camiseta y lleno de cicatrices, se arrodilló con una mirada de miedo y le dirigió la palabra a aquel tipo de la capucha blanca.

- Lord Xernago, parece ser que el ritual comenzara en media hora. Los demás han dicho que se preparé, además Lord Rudiger ha pedido que se pase por la sala del castigo cuanto antes…

Aquella silueta se giró observando a aquel hombre y asintió despacio, después de unos momentos el esclavo se retiró y el moreno aprovechó para soltar una leve carcajada mientras ahora miraba al cielo y pronunciaba unas palabras antes de volver al interior.

- Comienza el ritual…

Me despedí de Akon y le rogué que me esperase y se mantuviese a salvo. Me planteé coger la capa para no llamar tanto la atención, pero si iba a hacerme pasar por una marine tendría que aparentar orgullo. Así que Me calé la gorra y tomando aire, me dirigí hacia la ciudad. Cetus vino conmigo, posado en mi hombro. Él no aparecía en el Wanted y esta isla estaba muy a desmano de... de todas partes. Malo sería que me reconocieran por algo así. -Y si no, ya se me ocurrirá algo.- Pensé. Improvisar se me da bien.

Así que allá fui. Llevaba al hombro la pequeña mochila de cuero que contenía hierbas, vendajes y demás tonterías que había ido acumulando en mis viajes. Además, en el fondo pesaba el cuchillo de piedra que poseía desde que era pequeña. Llevaba los sai a la cintura y los 12 cuchillos arrojadizos en mis ligas. Estaba descansada y lista para lo que pudiera pasar. Salí de la península y me dirigí hacia la ciudad. Ur-Tuban, me había dicho Akon. Curioso nombre... pero eso era irrelevante. Podía verla a lo lejos, una muralla la rodeaba y recordaba de cierta manera a los grabados antiguos de unas épocas ya pasadas. Según me iba acercando, más enfadada me sentía. Allí dentro estaban los asesinos de mis padres y de tantas otras personas. Me llevé la mano al cuello, notando la pequeña cicatriz que me habían hecho. Pagarían el ultraje, muy caro. Noté de repente algo húmedo en la cara, era Cetus. Mi rabia se disipó un poco y le acaricié el lomo con cariño. Él llevaba razón, debía conservar la calma. Divisé la muralla abierta a unos pocos metros y me apresuré al interior.

Una vez estuviera dentro, buscaría una tienda o un mercadillo donde poder preguntar por el próximo ritual. Hablaría acerca de lo ilusionada que estaba, ya que hacía un par de años que no venía por aquí. Seguramente alguien sabría algo.

Parece ser que has llegado a salvo a la ciudad y has pasado la muralla, supongo que eso está bien pero no hay que confiarse. Ante ti tienes bastantes opciones buenas, puedes ver dos hombres en un lado jugando a las cartas en el suelo, tiene leches que no vayan a un bar o algo. También puedes ver varias tiendas, en especial una bastante vieja que es la más pequeña de todas, las ventanas incluso están algo agrietadas. Parece que venden chismes viejos, la más cara del lugar no pasa desapercibida por su puerta enorme dorada y sus campanas de plata sobre las ventanas, ahí dentro deben vender cosas caras. Espera antes de que te decidas ves algo que no esperas o quizás sí.

Es un tipo encapuchado y parece que ha salido de la tienda cara, lleva en sus manos dos bolsas y a juzgar por el sonido que se escucha cuando anda, dentro debe de haber Berries. Acto seguido se mete en la tienda pequeña y pobre, es como si estuviese cobrando o algo así ¿Es que ahora encima ponen impuestos? Tú decides ahora a dónde vas, tienes total libertad pero la tienda cara o la pobre parecen buenas opciones, me pregunto por cual te decantaras o si no iras a ninguna. Unos cuervos empiezan a revolotear por el cielo, como si esperaran carne muerta para alimentarse, graznan y empieza a subir a los tejados y farolas, habrá al menos unos seis, que cosa más rara la verdad.