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Akuma no mi
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Tras cuatro largos años de entrenamiento y de viajar por el Est Blue, y tras haber cruzado el Red line, por fin había logrado llegar al lugar donde comenzaría su lucha por volverse más fuerte, para demostrar a su padre y al mundo su valía como guerrea.
Se encontraba en aquel momento paseando por los pasillos del cuartel, apeas había media hora que había salido del despacho de su superior al que había sido llamado junto a otros cinco nuevos reclutas que, como ella, empezarían a servir y a entrenar bajo su mando. Tras una larga charla explicativa de dos horas, cosa que casi agota su poca paciencia lo que hubiera sido un problema para ella, les habían dado una mediana libertad para pasear por el edificio, aunque con restricción para ir a algunas zonas, cosa que molesto un poco a la chica de cabellos rubios, la cual caminaba con su melena suelta que se mecía levemente al ritmo de sus caderas al andar.
En aquel momento se encontraba en una zona que servía aparentemente de lugar de ocio para los miembros que, tras cumplir sus misiones, pretendían relajarse un rato.
Se asomo con curiosidad por si encontraba alguien que se ofreciera a mostrarle el resto de la edificación y, quizá con algo de suerte quisiera disfrutar de su compañía tomando algo. Al asomarse pudo observar la figura de un hombre bastante alto, de cabello rubio y que parecía estar algo aburrido.-Quizás pudiéramos entretenernos un rato juntos- Pensó, antes de echar a andar en su dirección.
Se encontraba en aquel momento paseando por los pasillos del cuartel, apeas había media hora que había salido del despacho de su superior al que había sido llamado junto a otros cinco nuevos reclutas que, como ella, empezarían a servir y a entrenar bajo su mando. Tras una larga charla explicativa de dos horas, cosa que casi agota su poca paciencia lo que hubiera sido un problema para ella, les habían dado una mediana libertad para pasear por el edificio, aunque con restricción para ir a algunas zonas, cosa que molesto un poco a la chica de cabellos rubios, la cual caminaba con su melena suelta que se mecía levemente al ritmo de sus caderas al andar.
En aquel momento se encontraba en una zona que servía aparentemente de lugar de ocio para los miembros que, tras cumplir sus misiones, pretendían relajarse un rato.
Se asomo con curiosidad por si encontraba alguien que se ofreciera a mostrarle el resto de la edificación y, quizá con algo de suerte quisiera disfrutar de su compañía tomando algo. Al asomarse pudo observar la figura de un hombre bastante alto, de cabello rubio y que parecía estar algo aburrido.-Quizás pudiéramos entretenernos un rato juntos- Pensó, antes de echar a andar en su dirección.
Adam
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Apague el pitillo de tabaco natural, tenía un sabor más tosco aunque cierto era que su aroma era menos artificial, más de pueblo se podría decir. Aún así no me había disgustado aquel pitillo ofrecido por el comodoro Andrews un viejo conocido mio del West Blue, al cual respetaba pese a no ser del Norte.
- Un poco tosco para mi gusto -le dije a mi acompañante.
El hombre era de estatura alta, rozando los dos metros, a pesar de ello continuaba siendo bastante más bajo que yo. Su pelo era castaño, con un tono cobrizo casi, su ojo eran grisáceos con tonos ámbar, su nariz era fina, sus labios algo toscos y su perilla acaba de una manera repentina y picuda barbilla recordando un poco a los magos y brujos de cuentos. Respecto a su cuerpo tenía una musculatura infinitamente más trabajada que la mía, aunque ciertamente su cutis era mucho más oscuro que el mio y estaba plagado de cicatrices. Aunque ciertamente lo que más llamaba la atención era su parche en el ojo derecho y sus largas y cuidadas patillas que contrastaban con su pelo a lo punky. Por si fuera poco su indumentaria de aventurero y el desprecio por su parte a usar la chaqueta de capitán, hacían dudar seriamente de su rango.
-En fin, me alegro de a verte visto -dijo mirando su reloj de pulsera – Bueno me marcho que tengo que recoger el tren en diez minutos -finalizó.
-Te acompaño -dije cogiendo mi americana mientras pedía la cuenta.
Justo cuando iba a hacer un ademán de pagar sacando dos billetes de la cartera el hombre pago deteniéndome con la mano izquierda, ya que se me olvido mencionar que era zurdo.
-No hace falta que me acompañes y anda deja que te invite, nuca se sabe si es la última vez que se ve uno- me dijo mostrándome una honesta y pura sonrisa-Es una orden - continuo mofándose inocentemente de mí.
Yo riéndome levemente le di una palmada en la espalda y despidiéndome de él con un abrazo le vi marchar.
Alcé la mano al camarero y le pedí:
-Un doble con hielo- le dije mientras le daba uno de los billetes sacados con anterioridad.
La verdad es que había que reconocer que las cafeterías de Enies Lobby eran de lo más cómodas y tranquilas, aunque ciertamente el gobierno se lo podía permitir. Aunque para sorpresas, la mujer que se encaminaba hacía mi, joder estaba potente. Finalmente me centre en aquellos enormes, grandes y bellos cubos de hielo que flotaban en aquel exquisito licor solicitado, dejando de mirar de reojo.
Espere a ver como actuaba la mujer.
- Un poco tosco para mi gusto -le dije a mi acompañante.
El hombre era de estatura alta, rozando los dos metros, a pesar de ello continuaba siendo bastante más bajo que yo. Su pelo era castaño, con un tono cobrizo casi, su ojo eran grisáceos con tonos ámbar, su nariz era fina, sus labios algo toscos y su perilla acaba de una manera repentina y picuda barbilla recordando un poco a los magos y brujos de cuentos. Respecto a su cuerpo tenía una musculatura infinitamente más trabajada que la mía, aunque ciertamente su cutis era mucho más oscuro que el mio y estaba plagado de cicatrices. Aunque ciertamente lo que más llamaba la atención era su parche en el ojo derecho y sus largas y cuidadas patillas que contrastaban con su pelo a lo punky. Por si fuera poco su indumentaria de aventurero y el desprecio por su parte a usar la chaqueta de capitán, hacían dudar seriamente de su rango.
-En fin, me alegro de a verte visto -dijo mirando su reloj de pulsera – Bueno me marcho que tengo que recoger el tren en diez minutos -finalizó.
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Justo cuando iba a hacer un ademán de pagar sacando dos billetes de la cartera el hombre pago deteniéndome con la mano izquierda, ya que se me olvido mencionar que era zurdo.
-No hace falta que me acompañes y anda deja que te invite, nuca se sabe si es la última vez que se ve uno- me dijo mostrándome una honesta y pura sonrisa-Es una orden - continuo mofándose inocentemente de mí.
Yo riéndome levemente le di una palmada en la espalda y despidiéndome de él con un abrazo le vi marchar.
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-Un doble con hielo- le dije mientras le daba uno de los billetes sacados con anterioridad.
La verdad es que había que reconocer que las cafeterías de Enies Lobby eran de lo más cómodas y tranquilas, aunque ciertamente el gobierno se lo podía permitir. Aunque para sorpresas, la mujer que se encaminaba hacía mi, joder estaba potente. Finalmente me centre en aquellos enormes, grandes y bellos cubos de hielo que flotaban en aquel exquisito licor solicitado, dejando de mirar de reojo.
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Se sentó en la barra al lado del hombre, tenía curiosidad por saber que cargo tenía y quizá alguna cosa más, pero eso dependería de como se comportara. A pesar de que físicamente era atractivo, si no le agradaba su actitud buscaría otra forma de pasar el rato o acabaría explorando ella sola el cuartel.
Llamó al camarero, al camarero, dedicándole una sonrisa divertida, casi juguetona, para pedirle que trajera otra copa para ella, a poder ser bastante fría ya que el calor ese día era molesto y que mejor para combatirlo que una bebida refrescante. Este asintió, a su pedido, aunque le costo reaccionar a lo dicho por la chica ya que se había quedado embobado mirándola, quizá por su peculiar manera de vestir, algo ligera de ropa.
La chica se aguantaba la risa, las reacciones del camarero le parecían bastante graciosas, de hecho, esa clase de reacción en los hombres eran una forma de saber bastante d ellos y de como sacar información. Parte de su trabajo que le divertía de manera excesivamente. -Algunos hombres son tan simples de leer- Pensó mientras miraba al joven ir y volver con su bebida.
Una vez se la sirvió, asintió complacida, antes de meter la mano en su escote para tomar su billetera y pagar lo que debía. ¿Qué mejor sitio para guardar el dinero? Ningún hombre con algo de educación intentaría buscar ahí dinero para robarlo, ¿o sí?
-En verdad algunos son muy simples.- Volvió a repetir en su cabeza mientras miraba sonriente al camarero, el cual tomó el billete que había dejado sobre la mesa de forma temblorosa. El camarero casi parecía estar apunto d empezar a sangrar por la nariz, quizá por ello se había dado prisa en marcharse, quedándose a solas con aquel hombre rubio.
Una vez se fue, se acomodo en su asiento y tomo el recipiente de cristal con una mano, mientras apoyaba el otro brazo en la barra y se inclinaba levemente sobre esta antes de dar el primer sorbo a su bebida, saboreandola.
Llamó al camarero, al camarero, dedicándole una sonrisa divertida, casi juguetona, para pedirle que trajera otra copa para ella, a poder ser bastante fría ya que el calor ese día era molesto y que mejor para combatirlo que una bebida refrescante. Este asintió, a su pedido, aunque le costo reaccionar a lo dicho por la chica ya que se había quedado embobado mirándola, quizá por su peculiar manera de vestir, algo ligera de ropa.
La chica se aguantaba la risa, las reacciones del camarero le parecían bastante graciosas, de hecho, esa clase de reacción en los hombres eran una forma de saber bastante d ellos y de como sacar información. Parte de su trabajo que le divertía de manera excesivamente. -Algunos hombres son tan simples de leer- Pensó mientras miraba al joven ir y volver con su bebida.
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-En verdad algunos son muy simples.- Volvió a repetir en su cabeza mientras miraba sonriente al camarero, el cual tomó el billete que había dejado sobre la mesa de forma temblorosa. El camarero casi parecía estar apunto d empezar a sangrar por la nariz, quizá por ello se había dado prisa en marcharse, quedándose a solas con aquel hombre rubio.
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- [privado] Descubriendo aliados. Vagando por el cuartel. (Privado Nocturne y León Zaid)
- [Pasado][Privado] Relajándose en el cuartel (Privado Nocturne93 & Gusi)
- Visitando el cuartel del oeste. [Privado Sir Lanxerot & León Zaid]
- [Maestro-Alumno] Entrenando en el cuartel [Privado Tobias Thorn]
- El Ataque Al Cuartel ¿Resultado? [Kogáto Uchiha - Date Musashi] [Privado]
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