[PASADO, ROL ABIERTO] La posada de Tar Valon.

Nuestro joven protagonista observaba aquella destrucción y no podía aun creer cuanto poder había reunido, claro no es por alardear de sus habilidades pero ese zapato había sido la llave de toda la destrucción, el no era nada arrogante pero tenía que aceptar que quizás había sobrepasado un poco sus limites al lanzar aquel súper zapato el cual simplemente intimido a los demás sujetos los cuales se marchaban cada quien siguiendo su rumbo.

De pronto cuando ya se disponía a marchar se percata de un gran problema, al mirar el suelo lo nota y exclama ¡Malditasea¿ por qué lance mi zapato?! Con la esperanza en los ojos Fausto se dispone a ir al lugar donde yacían las cenizas del bar, quien quitaba y el zapato aun permanecía intacto. Caminando un poco sigiloso de puntilla para no llamar la atención de tercero nuestro joven se acerca y nota  como su zapato se encontraba en optimas condiciones en uno de los bordes, vaya que si era poderoso aquel cuero. Sin mirar a más nada se pone sus zapatos húmedos pero buenos y es cuando de la nada sale un sujeto algo extraño.

-Bueno, nos encontramos entrevistando al desconocido que uso uno de los ataques más contundentes de esta extraña escena. Díganos usted ¿Qué pretendía hacer en este lugar?

A lo que Fausto respondió con un acento un poco coloquial  (como un tuki)

-Fausto: Bueno yo solo venia a este lugar con mis sueños de poner mi puesto de empanadas y chancletas y me consigo con todo este alboroto, pues claro que no podría dejar la oportunidad de mostrar la calidad de mi marca, solo observe todo lo que he causado con un zapatazo, esta marca es totalmente recomendadas para madres, le aseguramos que su hijo tendrá disciplina de la buena, incluso daré una demostración.



Aprovechando un breve descuido del periodista este se marcha intentando no llamar mas la atención, se dirige hacia la ciudad, quizás conseguiría otro bar.

Fausto se topa con una taberna muy cercana a la otra que el acababa de dejar en cenizas con su zapato, asi que entra a ella casi cojeando, se escuchaba ligeramente el sonido del zapato al pisar dado a lo mojado que estaba. Que molesto me siento. Pensó Fausto mientras observaba a su alrededor las cosas que había, se tiene que admitir que todo estaba pulcro, cuanto orden y elegancia se percibía en aquel ambiente, pero sin duda era algo que simplemente inquietaba la salud de nuestro protagonista, el cual no podía dejar pasar la oportunidad. Observo uno a uno todos aquellos finos empleados y clientes, aunque había unos que simplemente resaltaban y entre esos un sujeto de traje de etiqueta, vaya que si sería el focus de nuestro suicida amigo el cual se acerco de manera despreocupada a la mesa del señor, se debe resaltar que Fausto anteriormente había presenciado aquel destructor poder pero en su mundo no se comparaba al zapatazo marca MADRE que él le había propinado.

Con zanahoria en mano (no pregunten de donde salió) le dice una palabras que muchos creerá que es copiada pero ni por un segundo crean eso, es totalmente nueva ¿Qué hay de nuevo viejo?

Sin esperar respuesta este empezó a entonarle una canción la cual el comenzó tomandole la mano (tal cual lo dice la canción)



Muchos le parece desconcertante tal actitud por 2 cosas. 1 no es una sirena 2 posiblemente no se llama Ariel aquel sujeto pero la lógica se distorsionaba con la presencia de Fausto el cual le pinto la cara de muy artística forma  



Imaginen la cara de enojo del sujeto, pero sin preocuparse ya Fausto tenia un plan reservado. De la puerta entraron 2 animales, lo cuales parecían parlante y junto a Fausto se pusieron a los costados del Shishibukai y le entonaron otra de sus extrañas melodías.



Luego de eso solo le dice: Te ves sexy

Toma a sus amigos y se va a la barra pidiendo una cervesa que los relajara los nervios luego de tan brillante entonación