[Moderado Teobaldo]Accidente en el cuartel de la marina... ¿Suerte o desgracia?

Me había estrellado contra las rocas de la costa, la lluvia no era muy fuerte pero había bastado para embravecer el mar, lo suficiente como terminar en este predicamento. Asia unos pocos días me dirigía asía la isla karate desde donde tenia pensado dirigirme a reverse mountain, pero por mal fortuna y pésima navegación ahora me encontraba varado en la costa del cuartel de la marina. La lluvia no me dejaba pensar con claridad pero dada mi situación tenia dos opciones, bien podía continuar por la costa y ver si encontraba un pequeño bote de remos, cosas que veía en verdad casi imposible porque la costa se veía desierta adema por esta debía ser una zona restringida. Podía quizás subir por las escarpadas rocas en cuya sima se encontraba el cuartel de la marina y bueno pedir se me prestara u bote después todo por dos años les había forjado armamento, esta idea comenzaba a gustarme, pero el subir por las rocas húmedas y resbaladizas empezaron a desanimarme ademas con las fachas que traía en sima seguramente me arrestaba.

Después de mucho pensarlo y tras divisar a lo lejos los amares de la marina opte por hacerme de uno de los navíos por lo que me dirigí así los muelles, en verdad me hubiera gustado que al menos el clima me sonriera al estar nublado, pero era uno de esos días soleados donde la lluvia se precipitaba suavemente, mientras las aguas se agitaban en cierta forma daba un aire de nostalgia. En el fondo esperaba que este día afectara el animo de los guardias los cuales estarían bajo el cubierto de las torres refugiándose del lluvia, bueno al menos desde donde yo estaba no se percibía mucho movimiento, como dije era uno de esos días nostálgicos donde la pereza se apodera de uno. Bien tomada mi decisión use las escarpadas rocas de las costa para acercarme lo mas sigilosamente posible, pues deseaba evitar el conflicto si era posible, sobre de mi cabeza se levantaba las paredes del acantilado sobre el cual descansaba la cuartel y por mi mente rondaban la siguiente idea -que tan bajo he caído como para tentar mi suerte al robarle a los marines- en verdad no tengo nada en contra de la marina, solo necesito un bote, juro que fue la desconsideración de la mente la que me hizo actuar de esta manera y arriesgar la cabeza.