Kasmatura vs. Joan

Límite de tiempo : Sin fecha límite.

Escenario : Pancu Island, habitada por un solo pueblo que se autodenominan “Asichi” que en un lenguaje antiguo significa “Moradores del bambú”, la entrada a cualquier persona ajena a esta tribu [que no comparta lazo sanguíneo] esta prohibida a menos que alguien de la misma tribu les extienda una invitación formal.



Turnos : 

Número aleatorio (1,2) : 2

1 - Empieza Kasma-chan.
2 - Empieza Joan-dono.

Condiciones :
-Sin muerte ni amputaciones.
-A K.O o a rendición.
-Sin saltos de turnos.
-Exp correspondiente.
-Isla Random ^^

Pancu Island era una de mis islas favoritas: bambú, animales y poca gente. Ya había estado antes en aquella isla, que a mi parecer era magnífica.

Había llegado a aquella isla en un pequeño bote impulsado por remos, el cuál dejé en la fina arena de la playa. Iba vestido con una camiseta gris de manga larga y unos pantalones negros largos. De mi espalda colgaba una mochila que guardaba mi mochila. Llevaba mi katana en la mano, ya que la podría necesitar para cortar algunas plantas que me cortasen el paso.

Empecé a adentrarme en aquel bosque de plantas altísimas. Desenvainé mi katana y fui cortando algunas plantas que me cortaban el paso. Lo que tiene el bambú es que su crecimiento es bastante rápido, llegando a medir 10 metros en una semana, y por eso no pasa nada si cortas algunos. Caminé por aquél laberinto de plantas durante media hora, hasta que llegué a un claro con un riachuelo en él. El claro haría unos 10 metros de diámetro, suficiente para meditar y entrenar un rato. Decidí primero meditar y luego entrenar, así que dejé mi mochila en el suelo y mi katana a mi lado, y me puse en posición de loto. Tras haber meditado una hora aproximadamente, decidí empezar con el entrenamiento.

Para empezar, convenía calentar un poco, para evitar tirones, así que empecé  a correr en círculos por todo el claro. Tras correr media hora sin descanso, estiré un poco los músculos de las piernas y de los brazos y empecé a hacer abdominales. Hice abdominales durante unos 15 minutos, y decidí hacer un par de flexiones. Me tumbé en el suelo y me puse la mochila encima de mi espalda. Hice ese ejercicio durante unos 20 minutos, y pensé que lo mejor sería practicar el corte. Agarré mi katana y me acerqué a uno de los laterales del claro con más bambú y me coloqué en la posición de montar a caballo para empezar a cortar. Cuando desenvainé mi katana, lancé un corte rápido a unos troncos y los corté limpiamente. Seguidamente, hice distintos cortes durante  una hora. Después de dejar una calva de bambú en la isla, decidí seguir caminando.

Estaba dándome un refrescante baño en un riachuelo de una isla, la cual estaba repleta de bamboo. No sabía que isla era, pero parecía no estar habitada por nada ni nadie, exceptuando a los peces que nadaban por aquella zona. Nadaba plácido y tranquilo, observando el paisaje, pues el riachuelo estaba junto a un claro. De vez en cuando, cazaba pececillos para poder comer algo, y así no morir de hambre.

Una vez estuve cansando de estar todo el rato en el agua, decidí salir y rellenar mi cantimplora con agua dulce de aquel riachuelo. De repente, entre los bambos se pudo escuchar algo, como pisadas o cortes. Rápidamente, cerré la cantimplora y me volví a meter al agua, con los ojos un poco por encima, para poder ver que ocurría. Una persona apareció, y comenzó a entrenar. Tras varias hojas de ejercicio físico, decidió marcharse. Cuando ya se había lejado bastante, el estómago me rugió, y entonces descubrí que tenía que hacer.

-Cazar o ser cazado.- Me decía a mí mismo mientras me relamía.

Dando un salto, salí fuera del agua y comencé a andar, intentando silenciar lo máximo posible mis pisadas y empecé a seguirlo disimuladamente.

Seguí caminando por aquel bosque lleno de frondosas plantas con una extraña sensación. Pensé que debían ser imaginaciones mías y continué caminando. Tras pasear un buen rato por aquel bosque, me senté a descansar un rato. Pero, al girarme, vi que una figura me perseguía. No pensé que fuese a atacarme, así que le hablé.

Hola, ¿necesitas ayuda?-le dije a la cosa que se movía entre las plantas

El individuo se giró, al parecer me había oído. Me preguntó si quería algo, a lo que yo le respondí:

-No, yo he venido a avisarte de que has sido elegido por los dioses para ser un héroe, solamente tienes que seguirme y conseguirás todo lo que te propongas en la vida, porque yo soy tu salvador.

Puede que quisiera unirse a mi ''secta'' y ser mi fiel seguidor de mi religión. Si era así, no le atacaría ya que necesitaba gente que incentibara a más personas a unirse a esta doctrina que estaba intentado difundir por todo el Grand Line, pero que hasta el momento no contaba con casi ninguna persona.

Me quedé mirándolo fijamente para ver que se disponía a hacer.

No, muchas gracias. Pero gracias por la oferta.

No me fiaba mucho de aquel hombre ni un pelo. Si quería que me uniese a su secta no hacía falta perseguirme por un maldito bosque de bambús. Me levanté y procuré tener la katana cerca por si intentaba algo malo.

No, muchas gracias. Pero gracias por la oferta.

No me fiaba mucho de aquel hombre ni un pelo. Si quería que me uniese a su secta no hacía falta perseguirme por un maldito bosque de bambús. Me levanté y procuré tener la katana cerca por si intentaba algo malo.

El hombre rechazó mi propuesta de unirse a mi secta, por lo que me vi en la necesidad de actuar, a parte de que tenía un hambre voraz, pero antes de eso, respondería con la intención de convencerle de que no quería hacerle daño.

-La verdad es que no necesito nada tuyo, a no ser que tengas comida...- Le dije con un tono relajado y pasota.

De mi cintura, desolgué mi cantimplora, y bebí agua. No la llegué a tragar, sino que la almacene el la boca, intentando que se notase lo menos posible. Seguido, di dos pasos hacia delante. La escupí toda hacia delante, y gracias a mis conociminetos del Karate Gyojin, hice que de esa agua salieran cinco gotas disparadas con la fuerza de balas, las cuales harían el mismo efecto. Irían dirigidas a tres zonas principales. Una de ellas iría a la cabeza, dos al torso y dos a las rodillas. Con suerte, el agua penetraría en la piel, creando algunas heridas.

Me quedaría parado esperando un contraataque, con los brazos cruzados.

5 gotas con la fuerza de balas. [AI]

Aquel hombre me dijo que en realidad no quería nada mío, a no ser que tuviera comida.

-No no tengo comida - dije mirándole a la cara.

Bebió de una cantimplora y, acto seguido, me escupió su contenido. Yo, por reflejos, rodé hacia la izquierda, pero una gota me rozó y me provocó una quemadura leve. Seguidamente, saqué de la mochila dos trabucos cargados y los disparé uno al brazo derecho y otro a la pierna izquierda.

Veo que tienes conocimientos sobre el kárate Gyojin-dije

Disparos al brazo y a la pierna (AIF)

Rápidamente, procuré tener la katana cerca por si se acercaba demasiado. Desenvainé ésta dejando ver su peligroso filo.

El hombre esquivó mi ataque, consiguiendo que solamente una gota-bala le rozase el brazo, maldita suerte... De repente, sacó un trabuco y tras cargarlo disparó. Una bala iba dirigida a mi brazo, el cual con astucia elevé e hice que no me diese, pero rápidamente disparo la segunda, la cual tuve que endurecer mi pierna en haki para poder evitar el golpe.

Seguidamente, de entre mis ropajes saqué dos dagas, las cuales le lancé con astucia, intentando que fueran a las rodillas. Tras eso, me acercaría corriendo e intentaría lanzarme sobre él para morderle en el cuello.

Dos dagas a las rodillas + Mordisco al cuello. [AIF]

Evitó la primera bala elevando el brazo, pero la segunda tuvo que endurecer su pierna en haki. Seguidamente, me lanzó una daga a cada rodilla, pero salté hacia la izquierda y las dagas no impactaron donde deberían, sino que se clavaron en el suelo. Vi que se acercaba corriendo hacia mi, y le lancé sus dos dagas de vuelta a su pecho, con el fin de parar su carrera contra mi.

-¿A que viene está hostilidad?- le pregunté al Gyojin

-Dagas a su pecho (AF)

El hombre esquivó mis dagas, buena jugada. Seguidamente, me las lanzó al pecho, por lo que decidí lanzarme en plancha para esquivarlas.

Rápimente me levanté, y tras dar un pisotón al suelo (Manual Fusrodah) y hacer que un pitido molesto le llegase a sus oídos, le lancé una onda cortarte tras hacer un movimiento diagonal con mi brazo derecho (Manual Excalibur). Tras eso, correría aprovechando esto, y cuando estuviese muy cerca, le lanzaría una fuerte onda de choque (Manual Genkidama) directa al pecho. Si colisionaba directamente, podría conseguir que sus pulmones se contrayesen por unos instantes.

Pisotón Gyojin + Corte Gyojin + Onda Gyojin [AMF]

Tras eso, me partiría dos dedos (los dos meñiques), consiguiendo así que mis cualidades físicas  se incrementasen. Con esta acción, me abalanzaría sobre él, desencajando mi mandíbula hasta los 180º, y le intentaría dar un mordisco atroz en su brazo derecho, intentando aprovechar todo el combo ejetucado en la acción anterior.

-Humano, acabemos ya este baile, me está entrando hambre, y no te conviene estar cerca.- Le dije con una risa sádica.

Senda del Heroe Tiburonal: Hinko Sanri + Fractur (Nivel 2, dos dedos) + Rapid Gyojin. [AF]

Manuales y técnicas usadas (Por orden de aparición):

El hombre-pez esquivó las dagas lazándose en plancha al suelo, y antes de que se levantará enfundé mi espada y desenfundé dos trabucos, y justo cuando se levantó, disparé una bala a su pecho y otra a su pierna derecha, y después me acerqué corriendo hacia él y me coloqué a su derecha, y desenfundé mi katana y le intenté lanzar un corte a su brazo, y para finalizar, me intenté colocar detrás suya para dejarlo inconsciente con una llave del sueño (ésta técnica consiste en colocar un brazo alrededor del cuello de la víctima y con el otro brazo hacer cierre colocando la muñeca sobre la otra e ir moviendo la cabeza de la víctima hacia arriba para cortarle el flujo de O2 al cerebro y dejarlo inconsciente)

-Dos disparos+corte a la pierna+llave del sueño (AMF)

Antes de darme tiempo a si quiera reaccionar, me disparó dos trabucazos. La primera se dirigía directa a mi pecho, conseguí evitarla echando el cuerpo hacia un lado, no me costó demasiado. Sin embargo, la segunda iba dirigida a mi pierna derecha. Está me alcanzó en la parte lateral, aquello dolía bastante. Intenté sanar un poco la pierna (Manual Micaiah).

Mi rival intentó acercarse por mi costado derecho, era un movimiento suficientemente obvio como para picar. Rápidamente, le lancé un fuerte coletazo, intentando darle en la cara. Iría imbuido en haki. Aprovechando esto, le lanzaría mis tres dagas, las cuales estaban clavadas a mis espaldas en el suelo. Irían lanzadas a distintas alturas. Una se dirigiría al cuello, otra a la rodilla y la última al pecho.

Intentaría aprovechar también el agua suspendida en el aire para potenciar aún más el golpe.

Aleta a la cabeza (Con Razajoki) + 3 dagas [Haki armadura nvl. 1] [AF]

Aquel Gyojin era bueno, sin duda alguna. Era lo bastante rápido como para esquivar una bala, pero no lo suficiente como para esquivar dos. Uno de mis disparos le impactó en la pierna, y un poco de sangre brotó de la herida. Sentí algo de satisfacción al ver que uno de mis ataques le dio, poniéndome en ventaja respecto a su movilidad.
El sudor corría por mi frente mientras avanzaba hacia mi rival. El corazón latía con fuerza por la adrenalina del combate, e intenté aprovecharla para potenciar mis ataques.
Cuando estuve a su lado, vi una aleta dirigirse a mi cara, pero rápidamente me agaché para esquivarla. Estando en una posición parecida a la de cuclillas pero con las rodillas menos flexionadas. Desde esta posición salté hacia delante y le traté de lanzar tres cortes al pecho: uno vertical, uno horizontal y uno diagonal, uno encima del otro. Si este ataque le daba no le mataría, pero le dejaría unas heridas bastante feas y que escocerían bastante.
Me estaba empezando a cansar, ya que el combate iba bastante igualado, y estábamos en constante movimiento los dos. Yo tenía la esperanza de que mi rival también se estuviera debilitando, ya que si no estaría bastante mal.

-3 cortes al pecho (AF)