Shinigami [ROL BANDA, PRIVADO]

El alegre canto de un pajarillo se escuchó en las calles de Water Seven, acompañado por los silbidos un joven. No era ninguna canción concreta, parecía más bien como si el chico se limitase a imitar la melodía del pájaro. Con una media sonrisa, Issei caminaba hacia el punto de reunión. El agente iba vestido con su habitual traje de agente, pero sin la chaqueta. Por encima de la camisa, llevaba una corbata negra con pequeños dibujos de gorriones grises. A pesar de que acababa de salir de un hospital militar dos días atrás, ya aparentaba estar como nuevo. Ventajas de los cyborg; en cuanto pudieron eliminar el veneno y extraer la metralla, se ocuparon de reparar el exoesqueleto y reponer la falsa piel. No estaba recuperado del todo, y aun tenía heridas en proceso de sanar, pero podría apañarse. Ya estaba fuera de peligro.

Que estuviese tan alegre era irónico. El asesino de su padre se le había escapado delante de sus narices, y había resultado gravemente herido en mitad de la guerra, impidiendo que participase durante buena parte de esta. Por si no fuera poco, había interpretado incorrectamente la visión que había visto en la mente de Leonel Racovich. Sin embargo, no podía permitirse el lujo de deprimirse. Había sobrevivido y eso ya era algo. Y si seguía vivo eso implicaba que podía continuar con su misión y matar a The Shadow y a Jack Silvers. Con lo cual, se contentaba por el momento con aquello. Además, iba a conocer a sus nuevos compañeros, con lo que se había acabado el solitario trabajo que había llevado hasta entonces de infiltraciones solitarias. Además había sido aceptado en el CP9. Lástima que Ivanovich hubiese muerto en Mariejoa. A su muerte, se había quedado sin valedor. Además se sentía de buen humor; se había levantado temprano en pensión, había tomando un delicioso zumo de naranja y había desayunado unos croissants con un café con leche.

- Tengo la impresión de que nos espera un buen día, Ao - dijo alegremente - Baja, casi hemos llegado.

El gorrión se le posó en hombro, y su dueño le acarició el plumaje con un dedo. Entonces llegó a la calle que le habían indicado y cruzó el puente al otro lado del canal. Localizó la posada en la que habían quedado, y sacó el papelito que llevaba con el nombre del lugar. Efectivamente, era allí. Abrió la puerta y dio un vistazo rápido por el local, preguntándose cómo iba a reconocer al grupo. Entonces vio un cartelito con un águila negra. "Un poco más cantoso y hasta los mercenarios borrachos sabrán que aquí hay una reunión del Cipher Pol." Pero al instante siguiente se olvidó de eso y se fijó en la joven mujer que lo sostenía. ¿Yumi? Su corazón comenzó a latir con fuerza, ante la posibilidad de que fuese su antigua pareja. Pero no tardó demasiado en rectificar sobre su error. Se parecía a Yumi, pero no era ella. El pelo de la joven era liso, en lugar del ondulado de su ex, y sus ojos eran de un extraño color violáceo. Y no sólo era muy guapa, si no que estaba bien dotada e iba muy ligera de ropa. Se ajustó la corbata, y se aproximó a ella con una sonrisa.

- Buenos días, agente. Supongo que no me equivoco al pensar que tú eres Rayne. - dijo, en un tono de voz cortés y seguro de sí mismo - Yo soy Issei, Issei Hayate. Me ha enviado Arami como representante de su división en esta escuadra.

Con aquellas palabras evitaría que un oyente casual se diese cuenta de que se acababa de declarar como agente del CP 9. Ashi Arami era el nuevo líder tras la muerte de Ivanovich, y si ella estaba mínimamente informada entendería sus palabras. Tras eso, extendió su mano para tomar la de la joven y besársela, si se dejaba hacer. Ligar con su nueva líder no era algo sensato, pero acababa de escapar de la muerte. Ser sensato no era lo más apetecible en aquel momento, y además no estaban de servicio. Adoptó una actitud tranquila, evitó mirar su insinuante escote (o al menos con descaro), y se sentó a la mesa.

- Así que tú vas a ser nuestra jefa... será un placer trabajar contigo, Rayne-chan - dijo, con una sonrisa alegre.

No hacía falta hacer mucho para esperar a los nuevos integrantes de la banda. El cartel era llamativo y no sería demasiado difícil de ver. El problema era el sueño que mantenía en aquel momento; el codo, apoyado en la mesa y todo el peso de la cabeza en la palma de su mano. Miradas codiciosas hacia su persona, o más bien, el escote que llevaba en aquel momento. No se daba cuenta ya que era muy inocente en aquellas cosas; pero una vez logró darse cuenta, echó su pelo hacia delante para tapar un poco sus pechos. Era sin duda fuerte y si le acababan enfadando, hasta el extremo de que se volviera agresiva, lo iban a pagar bien caro. Antes de poder seguir maquinando qué pasaría si seguían desnudándola con la mirada, apareció un hombre alto. Muy bien vestido; una indumentaria de etiqueta con un sombrero acorde. Este se acercó hacia la morena, notificando sobre su nombre y alegando de que era un representante de su división. "Está bien, chico listo." pensó por dentro mientras le dedicaba una cálida sonrisa y se dejaba besar la mano. "No se ven hombres tan caballerosos por estos tiempos, ni mucho menos por estos mares. Un placer trabajar con usted también." le contestó, observándole una vez más de arriba hacia abajo. Sí, era Issei Hayate. Había ayudado mucho en los eventos de Mariejoa y era alguien digno de admirar; era del mismísimo CP9, la división más alta alcanzable antes de la secreta. "Espero que los demás sean así." deseó antes de continuar mirando hacia la puerta. "Esperemos a los demás y les comentaré por encima."

Tras pasar varios minutos manteniendo una agradable conversación con el señor Hayate, otro hombre trajeado más entró. Este tenía el pelo muy corto y era ligeramente más bajo que Issei. Encendió un cigarro y se dirigió hacia aquellos dos, diciendo su nombre, Castor Troy. Rayne iba a contestarle pero acabó oyendo el dichoso juego de palabras de los labios del agente Troy... "Hola, mi nombre es Rayne y ante el moreno mi puño no se esconde." le amenazó de forma promiscua. "Osea, no hacia usted, Issei. Hacia el señor Troy." aclaró. Suspiró siendo muy paciente y bajó el puño, ignorando el hecho de que le hubiera dirigido unas palabras tan obscenas en la primera vez que se habían encontrado. "Vale, espero que realmente los demás realmente sean como Issei." deseó mientras lo susurraba mirando hacia otro lado, esperando que Castor lo escuchara y se diese por ofendido. Usando el Shigan le golpeó en la punta del cigarro, apagándoselo mientras tosía con dificultad. Los humos no le gustaban nada, le sentaban mal y le costaba respirar, sobretodo con los del tabaco. Suspiró y dirigió una vez más una mirada hacia la puerta. "Si sale otro ente así me suicido." se dijo a sí misma deseando que viniera gente normal como Issei.

Pero estaba equivocada. Esta vez entró un chico, de más corta estatura. O bueno, parecía un chico por la ropa tan extraña que llevaba; una mujer ni por asomo llevaría un atuendo que le quedara tan ancho y pudiese enseñar tan poco. La morena miró al chaval, extrañada, y observó su máscara. Entrecerró los ojos y cerró varios botones más de su camisa. Después se presentó con una voz un tanto fría y más extraña de lo normal, casi como si estuviera sobreactuando. "El señor Arami no me notificó sobre ningún..." pensó dubitativa el nombre y se trabó. "Bah, como te llames. Estú..." se calló de golpe. No iba a recurrir ante el insulto gratuito con aquel chico totalmente tapado. Miró hacia otro lado ignorándolo y esperó a Leoshiro y Etsu para poder organizar bien la reunión y explicarles qué harían por Water Seven. Tenían una misión sin duda interesante, digna de acudir todos cada uno por su parte.

Tras pasar un rato más acudió la persona que se hacía llamar Etsu, el penúltimo que faltaba por acudir a la reunión. Llevaba un kimono muy bonito, con flores y de un color rosado llamativo. Rayne la observó embobada preguntándose sobre si era hombre o mujer. Tenía rasgos muy difíciles de adivinar pero no se arriesgaría; usaría términos mixtos para no equivocarse y parecer una desinformada. Era algo que odiaba, parecer tonta. Tenía muy buen criterio y mucho conocimiento sobre las cosas al haber pasado casi toda su infancia postrada en cama leyendo por su enfermedad. Bajó la mirada evadiendo su triste infancia y volvió a levantarla, dirigiéndose hacia Etsu. "Bueno, veo que ha venido. Es un honor por su parte, sin duda. Me cita aquí que es hombre, pero parece lo contrario. ¿Los registros que me mandaron estaban equivocados?" preguntó con una sonrisa tímida, avergonzada de preguntar algo tan extraño. Quería asegurarse para tratarle de hombre o mujer, sin duda. Tras recibir la respuesta se quedó atónita, casi sin creérselo, y continuó esperando al último.

Pero Leoshiro no venía, tal vez se habría asustado o algo por el estilo. Ya había pasado lo suficiente y, a pesar de que Rayne era tolerante en cuanto a la falta de puntualidad, esto ya era demasiado. Se arregló bien, Cerrándose la camisa y colocándose la corbata con un nudo complicado de realizar y miró hacia los que sí habían venido, exceptuando Kurosuta. Le dirigió una mirada seria y después miró hacia otro lado, echándole con aquel gesto. Suspiró y se dirigió a los integrantes del grupo para comentarles un poco por encima lo que debían de hacer. "Bueno, sé que se han presentado, pero seré cordial y lo haré bien. Soy Rayne Von Valliere, la agente más destacada en el CP8 gracias a los sucesos de Mariejoa, donde capturé a un alto comandante. Aspirante a Gorosei e hija de Dark Evans Satou, el señor de la caza y mano derecha de Alex Drachen, el rey de los cazadores." justificó orgullosa de su padre y su tío político. Gracias a ellos dos y al señor y gran samurai Shun, al cual tenía un gran respeto por sus actos y forma de ser, había logrado alcanzar un rango tan alto. Tomó aire y siguió hablando. "El señor Arami me encomendó la tarea de unificar a agentes del CP. Bueno, más bien, el señor Arami les eligió a ustedes para acompañarme en misiones especializadas. Sí, somos un grupo que suele trabajar de forma individual, pero estas serán misiones imposibles si vamos solos." sonrió y se sentó en la mesa, apoyando las palmas de las manos en esta y cruzando sus piernas mientras todos le dirigían una mirada. "Soy usuaria de todo el Rokushiki y tengo el haki del rey despertado, así que pueden confiar hacia mi persona." exclamó orgullosa de sí misma. "Ahora, si me permiten una mejor presentación por parte de ustedes..." pidió con voz tranquila. Le interesaba saber sobre ellos, en especial Issei y Etsu. Castor no.