Cazadores vs Hiroko y Croisent.

VS

Comienzan los cazadores

Jaya era un lugar que a Alex no le gustaba frecuentar. Siempre que visitaba la "libre" isla se veía envuelto en problemas. Pero era de imperiosa necesidad. Una de las piratas que pertenecían a la banda del Yonkou Zero estaba ahí. Por lo visto buscaba información sobre los asesinos de su capitán. Por lo que el contacto le había dicho a Alex, llevaba días preguntando a todo el mundo y la encontraría en una taberna. Solo había un problema, Isma lo acompañaba. No quería que el chico se metiera en problemas, pero se había empeñado en acompañarlo. Si supiera a lo que iban no habría decidido ir con su líder a Jaya. ¿Conocería la isla el joven cazador?

Testuda no tardó en llegar. Los dos cazadores descendieron del animal "desembarcando" en la isla repleta de piratas. La tortuga no tenía bandera ni símbolos, pero ya le miraban con desprecio. Seguramente mirarían así a cualquier desconocido. Alex caminó tan ligeramente como pudo, los rumores iban demasiado rápidos y no quería que su presa se enterara de su llegada. La taberna era fácil de encontrar, "El corsario tuerto". Solo había una con ese nombre, por lo que no había pérdida. Aunque antes de entrar quería evitarle problemas a Isma. No era buena idea dejarlo fuera con tanta gentuza cerca, pero tenerlo dentro sería muchísimo peor.

-Espérame aquí un momento, no tardaré demasiado. Es posible que escuches mucho ruido, pero no entres- Le aclaró.

Dicho eso abrió la puerta y entró. Se quedó cerca de la entrada para que nadie pudiera escaparse sin ser visto. Las ventanas estaban cubiertas por su vista por lo que no eran puntos de escape. Localizó a su presa, estaba cerca de la barra. Seguramente recabando información, pero no podría hacer mucho más. Alex no sabía si lo había visto entrar, pero no tardaría en darse cuenta. El edificio era espacioso y no había demasiada gente, aunque seguramente habría heridos si combatían. Esperaba no tener que luchar, pero no iba a dejar que la mujer escapara y que no pensara que la dejaría en paz por ser una mujer. Sus crímenes no entendían de género.

Por alguna razón que Isma desconocía en su totalidad, Lupus Custos se dirigía a Jaya. Una isla sin ley. Al castaño no le hacía especial gracia ir a aquella isla por el simple hecho de que aquel lugar estaba cargado de criminales. Era imposible ir a Jaya y no encontrar problemas, pero al menos tenía un montón de compañeros increíblemente fuertes por lo que estaba algo más tranquilo. Al llegar allí solo se bajaron Alex e Isma y se dirigieron directamente a la única taberna de la zona. No obstante el líder del gremio de cazadores le advirtió a su subordinado que se quedara fuera, que no tardaría.

-(Joder, seguro que en la taberna se lía, pero no me hace ninguna gracia quedarme aquí fuera.)- Pensó Isma, observando a la cantidad de delincuentes que había por ahí, algunos mirándole con cara de pocos amigos. Si su capitán tardaba mucho, igual acababa liándose a golpes con aquellos canallas, o más bien intentando que no le dieran una paliza. -(Date prisa Alex, esta gente empieza a darme mala espina.)- Una gota de sudor empezó a bajar por su frente mientras intentaba mantener una expresión seria para que todos esos piratas no pensaran que estaba aterrorizado.

Antes de que Alex pudiera actuar pudo ver cómo aquella criminal mostraba su caótica personalidad. De un solo tajo cortó la cabeza de una pobre mujer que había junto a ella. Los ojos del cazador se abrieron de par en par sorprendido al ver tanto la acción como la indiferencia de la gente que frecuentaba el tugurio. No podía ser cierto. Se levantó furioso y se dirigió hacia ella. En cuanto estuvo cerca utilizó su Deus Magna Coat haciendo que un área cubriera tanto a la criminal como a él .Si se movía las vibraciones de Alex la destrozarían. Había sellado su condena con aquella muerte innecesaria.

-Si tienes mantra podrás darte cuenta de que corres peligro. Si te entregas pacíficamente no te pasará nada, si te resiste habrás cambiado tu vida por la suya- Dijo señalando a la mujer asesinada.

Después miró al resto de gente que había. La mayoría serían criminales sin escrúpulos y, tal como habían ignorado aquella muerte, no merecerían ningún respeto y atención. Pero no les haría nada por ahora. Aunque ganas no le faltaban. Primero debía encargarse de su objetivo y después ya pensaría en los demás.

-Si alguien quiere defender a esta mujer que venga a por mí. Pero visto que sois unos cobardes incapaces de defender a una persona indefensa dudo que tengáis el valor de levantaros ahora- Dijo hacia el resto de la taberna antes de centrarse de nuevo en la antigua miembro de la banda de Zero.

Se escuchaba mucho barullo en el interior de aquella taberna. Seguramente Ya se estarían moliendo a palos, pero Isma tenía sus propios problemas. Acababa de aparecer un capitán pirata. Ni más ni menos que el capitán de los Piratas del Caribe. Una banda afiliada a los piratas Unchained. Aquel hombre no era un verdadero peligro, pero lo suficiente como para que el castaño tragase saliva y se preocupase por su vida, y más aún cuando este se acercó. Se alzó de puntillas para parecer más alto y miró al cazador. -(Oh, mierda, es muy alto... ¿¡Qué hago!? ¡Me va a rebanar!)- Pensaba Isma aterrorizado por culpa de Croisent.

Por puro instinto, Isma imitó al pirata. Se puso de puntillas y quedaron a la misma altura. Las miradas se cruzaron entre sí. El miembro de Lupus Custos intentaba camuflar su pavor con una expresión seria, bastante forzada. -¿Tienes algún problema?- Preguntó el cazador. Por el momento consiguió esconder su lado aterrorizado e incluso se atrevió a darle un brutal cabezazo en la frente.

[Cabezazo]

La mujer hizo caso omiso del aviso que le había dado el cazador y recibió una vibración por todo el cuerpo. Dado el poder de Alex aquel ataque casi destrozó a la criminal, pero conservó fuerzas suficientes como para amenazarlo. Aun cuando su situación era realmente precaria. Había llegado tan lejos por algo y, después de todo, era miembro de la banda de un antiguo yonkou, por lo que debía prevenir posibles intentos de fuga o ataques. Cargó su puño en haki de armadura y le propinó un puñetazo en la cara para dejarla inconsciente. Dado que ya estaba destrozada por la Deus Mana Coat no podría ofrecer mucha resistencia. Tampoco podía fiarse de los que había en la taberna, por lo que usó su haki del rey haciendo que su voluntad viajara por el interior y el exterior de la taberna sin afectar a Isma.

-Será mejor dejarlos dormidos antes de que den problemas- Dijo señalando a la mujer asesinada.

Miró a la mujer para comprobar si había quedado inconsciente. De ser así saldría con ella en brazos, tras desarmarla, y se la llevaría a la tortuga para entregarla. Esperaba que Isma no se hubiera metido en líos, el pobre era gafe y solía tener problemas en cualquier sitio al que iban.

Al parecer el cabezazo del cazador había impactado de lleno en el pirata. Incluso le había causado una hemorragia nasal que tendría que detener pronto por su bien. No obstante, el hombre continuó con sus intenciones de acobardar a Isma. Estaba claro que no podía vencerlo de un solo golpe y que no iba a ser el único atacante. Croisent golpeó con su pecho, consiguiendo que el castaño cayese de culo contra el suelo, haciéndose bastante daño en el coxis. Y tras quejarse observó a su oponente. Estaba aterrorizado ante tales palabras. Había venido a acompañar a su capitán y para un momento que se queda fuera lo amenazaban de muerte.

-¡Ten piedad sucia rata! Esto... ¡Ten piedad buen hombre!- De poco servirían sus súplicas, pero no perdía nada por intentarlo y si no funcionaba, siempre quedaba su ataque definitivo. Dada su posición, lanzó una patada ascendente que, de no esquivarla, el pirata la encajaría de lleno en su entrepierna. Ningún hombre podía resistir tal ataque. Pero no pudo comprobar si fue muy efectivo o no. Cuando se quiso dar cuenta, estaba tendido en el suelo. Había sentido la presencia de Alex, así que seguramente había utilizado el haki del rey. Estaba de suerte el chaval.

-¡Por poco me matan!- Exclamó Isma, dirigiéndose a su capitán en cuanto lo vio salir del establecimiento. -Aunque bueno, quizás este tipo vale algo ya que estamos.- Añadió, agarrándolo para llevarlo también.