bleyd y lowell pasado,Jurassic park

No me dio ninguna solución convincente, así que opté por dejarlo allí para el disfrute de carroñeros. Me dijo de volver al submarino ya y terminar el trabajo, a lo que acepté sin ninguna duda. No me convencía seguir con aquellos gigantescos monstruos, los cuales me podían matar de mil maneras posibles.

-Venga... vamos. - Musité.

Tardamos unos cuantos minutos en llegar a la costa y seguirla hasta encontrar el vehículo de mi compañero. El camino no había sido tan bonito como quisiera, aunque también era verdad que lo había ignorado completamente. Ciertamente, me alegré bastante al encontrarlo en buen estado, atracado en la costa tal y como lo había dejado él previamente. Me dijo que había que contar los huevos para luego cobrar, así que no había más remedio que hacerlo. Suspiré y vi como el hombrecito me tendía la mano con una sonrisa. No entendía muy bien lo que quería hacer, pero la tomé.

-¿Solamente hay que contarlos? ¿Y el pago quién me lo entrega?

“pues si respondiendo a tu pregunta tan solo hay que contarlos y el pago te lo haremos en el momento, luego ya nos entenderemos nosotros con el contratante” Descendí a la cubierta del submarino con cuidado pues el oleaje amenazaba con tumbar la pasarela y caer al agua, por fortuna pude mantener el equilibrio y entregar el delicado cargamento que llevaba conmigo, los tripulantes desaparecieron por la escotilla con los huevos para realizar el recuento, después de un rato Extremo mi amigo y capitán del Octubre rojo apareció con un maletín. “aquí tienes veinte millones por el trabajo de conseguir los huevos” observe como el maletín con el dinero era entregado a Lowell tan solo esperaba que fuera de cierre hermético. “bueno compañero aquí nos separamos la verdad es que he disfrutado mucho de tu compañía aunque empezáramos un poco con mal pie, si alguna vez quieres trabajar con nosotros bueno siempre puedes buscarnos, le tendí la mano con una sonrisa para después entrar en el submarino y sumergirme en las oscuras aguas rumbo a un largo y merecido descanso donde no me intentaran comer.