Pruebas con... ¿Gyojin? [Moderado D/ Lowell]

Te despiertas en el interior de una sala, sus paredes son plateadas y reflejan el único foco de luz de esta. Delante tuya puedes ver una puerta que parece bloqueada, es del mismo color de la sala y si no fuera por los huecos que deja entre la pared y esta casi ni se distinguiría. Te duele la cabeza, lo último que recuerdas es que llegaste a esta isla en busca de un criminal que se dedicaba a secuestrar gente y experimentar con ellos. Deberías haberte puesto a trabajar nada más llegar pero siendo como eres decidiste ir a tomar algo a una taberna siguiendo a dos chicas que parecían bastante agraciadas. Conseguiste pasar un rato con ellas pero cuando parecía que ibas a culminar la noche... ¡PUM! Y ya no te acuerdas de nada.

Un pequeño altavoz en una esquina empieza hacer ruidos como de interferencias. Parece que va a hablar alguien. -Bienvenido sujeto de pruebas número 408- Dice una voz grave y muy masculina desde el otro lado del altavoz. -Como has podido comprobar te hemos retirado todas tus armas por precaución. Más adelante es posible que las recibas si lo haces bien. Voy a pasar a darte una breve explicación. Mi nombre es Kogato y soy el encargado de las pruebas con humanos en este laboratorio. Estarás pensando que tu no te has apuntado a esto y que has sido secuestrado. Si en eso estabas pensando enhorabuena, has acertado. Si quieres salir de aquí tendrás que superar las pruebas a las que te vamos a someter. Son 6, cada una tendrá su explicación cuando llegues a ellas. Buena suerte y no mueras.-La voz se calla y un sonido llega desde la puerta como si la hubieran desbloqueado. Ya puedes salir, o eso ha dicho la voz.

Tenía todo el cuerpo resentido, no sabía que había ocurrido. Grandes lagunas ocupaban toda mi memoria y solo recordaba mi viaje a aquella isla y la compañía de dos mujeres hermosas. Si hubiera hecho la misión sin distraerme, seguramente no hubiera pasado nada. Me encontraba tumbado en un frío suelo, adolorido y con un dolor de cabeza importante. Entreabrí un poco los ojos y vi una sala totalmente blanca mientras suelto un susurro:

¿Q-Qué mierda es esta?

Era una sala que parecía totalmente cerrada, sin manera de escapar. Pero si no se puede escapar, no se puede entrar. Gracias a eso sabía que debía haber una puerta o algún agujero en las paredes. Y sí, al final había una puerta en una de las paredes. No se notaba casi nada, solo unos pequeños trazos negros que marcaban la abertura.

Por más que miraba la puerta no encontraba manera de abrir por dentro. Seguramente fuera una puerta que se abría pulsando botones. Siempre podía tumbarla y terminar con todo. Le pegué un placaje lo más fuerte posible pero ni se movía, era una puerta muy dura.


Seguía intentando salir de allí cuando de pronto una voz proveniente de la esquina de la sala, totalmente camuflado. Me llamaba ''sujeto'' y me decía de pasar por 6 pruebas para salir de allí.
Se me ocurrían miles de insultos distintos acordes a la situación pero solamente me limité a ver lo que pudiera ocurrir. No ganaba nada con insultar o desesperarme. Solamente hice un gesto con la cabeza y aquella puerta se abrió.

Lo único que deseaba era salir vivo y con mi cuerpo intacto.

Podías notar un extraño olor procedente de la otra sala. ¿Muertos? No. ¿Putrefacción? Tampoco... Olía a... ¡Pescado! Un olor como cuando vas a una pescadería y ha pescado que no parece estar en muy buen estado. No habías entrado pues preferiste quedarte en tus pensamientos. Bueno que más daba las pruebas no se iban a ir de ahí. ¿O sí? Escuchabas la voz de antes que al parecer estaba explicando la prueba en la otra sala. Deberías correr a ver que hay.

A la puerta de aquella sala se me presentaban 2 caminos. De uno provenía un nauseabundo olor. ¿Era sangre? No, era imposible. La sangre no olía tan mal. ¿Y cadáveres? Tampoco. Los muertos no olían de esa manera.
¿¡Pescado?! Sí, olía a pescado. ¿Qué pintaba en un laboratorio de humanos una habitación llena de pescado? Además de que estaba podrido. Tampoco es que me interesara ir hacia allí, no quería saber lo que podía llegar a ver. ¿Y si era algo extraño y me traumatizaba? ¿O si era muy asqueroso? Mejor no ir a menos que fuera allí la prueba.

No sé en que había pensado cuando acepté las pruebas. ¿Y si eran pruebas muy dolorosas? Estaba en una situación muy... frágil. Al mínimo fallo seguramente acabaría muerto. O quizás peor. Ya dijo que experimentaba con humanos. Siquiera pensar en lo que podía llegar a pasar me erizaba el pelo. ¿Y qué me había pasado aquella noche? Si solamente estuve con las 2 mujeres y poco más... Seguramente me hubiera dormido del cansancio y hubiera ocurrido todo esto.

De la otra sala provenían palabras sueltas. ¡Era la prueba! Me puse a correr hacia ella. Si no sabía en qué consistía la prueba, perdería una gran ventaja.

Legas a la sala de la prueba frenando justo al borde de un foso, no consigues llegar a ver el fondo y el otro lado del foso está demasiado lejos como para saltar. La sala es como en la que estabas encerrada excepto por el techo el cual parece igual que el suelo. No parece que haya nada para cruzar. La voz de el tal "Kogato" resuena como si continuara con una explicación: -Espero que tengas buena vista. Buena suerte.- Te has perdido mucha explicación lo cual puede perjudicarte. Recuerda que ese hombre a matado a muchas personas con sus experimentos y a pesar de ser un pirata trabaja junto a la marina en secreto.

Llego corriendo a la sala de donde provenía aquella voz. Sin darme cuenta de nada sigo corriendo hasta llegar al borde del precipicio y con mucha suerte, pararme justo antes de caer. Es un foso en el cual ni se ve el fondo y al otro lado de él siguen las habitaciones. Pero el abismo es demasiado grande para pasarlo de cualquier forma.
Las habitaciones siguen siendo totalmente color blanco, como en la que desperté. Pero esta tiene la peculiaridad de que tiene un foso tanto en el suelo como en el techo. ¿¡En el techo?! ¿Para qué quiere alguien un foso en el techo?

La voz sigue hablando y sigue con su explicación. Solamente me dice que tenga buena vista y suerte. ¿Buena vista? Podía querer decir que hay algo escondido en esta habitación para pasar. ¿Un botón o una palanca? Seguramente. Mi vista no llegaba a ver el fondo de aquel precipicio, puede que eso es lo quiera decir. Al fondo puede haber una palanca que abra la puerta de arriba. ¿Pero cómo bajo? Si no hay ni escaleras ni salientes en las paredes del foso, no hay manera ni de bajar ni de subir.

El foso del techo me desconcertaba. Y mucho. No lograba imaginar el objetivo que quería lograr con tenerlo ahí. Aunque presentaba el mismo enigma. ¿Y si al fondo de este había un botón? Era muy difícil de saber. A ninguno de los dos se podía acceder. El de arriba estaba muy alto y el de abajo, muy bajo.

Me estaba centrando demasiado en ver los fosos. Pero perfectamente podrían ser decoración que estaba ahí para que me imaginara cosas y perdiera el tiempo. Aunque estas no escondían secreto alguno. Eran blancas como el cuarzo y nada se veía en ellas. Eran totalmente planas, sin salientes menos los de las puertas.

Me puse a pensar seriamente. ¿Por qué el foso en el techo y en el suelo? ¿Con uno no bastaba? Eran totalmente iguales. Solamente variaba la localización. Estaban como reflejados en un espejo... Mi cerebro tardó en asimilar la información.

-¡Claro! - Grité bien fuerte.

Eran como dos espejos... Es decir, que uno reflejaba al otro. El del suelo debía estar tapado con un espejo y reflejaba un foso que había en el techo. De ahí que estuviera.

Me acerqué lentamente al foso, me puse a gatas y toqué el agujero. ¡Estaba cubierto por hermoso cristal!
Tenía un gran peso acorde a mi estatura y eso me hacía temer la rotura del cristal. Podía pasar lentamente o bien pasar rápidamente, rezando que llegara a tiempo. Opté por ir lento, era más seguro.

Yendo totalmente a gatas, con dolor de cabeza, el cuerpo resentido y el miedo se me hacía difícil pensar en algo que no fuera el peligro y la muerte. Terminé por llegar al otro lado de la sala y pasé por la puerta abierta.

El falso foso de abajo era solo un espejo. Era tan imposible crea dos cosas tan similares que estaba claro que alguno de los dos tenía trampa. Caminaste a gatas por encima del espejo, no había de que preocuparse pues este estaba sobre el suelo y no caerías a nada aunque siempre es mejor prevenir. Nunca se sabe con lo que puedes estar jugando aunque nadie se debería haber matado en esa prueba.

-¡Primera prueba completa!- Dijo la voz de siempre felicitándote por tu gran hazaña y agallas. Nada más cruzar el cristal y la siguiente puerta esta se cerró tras de ti. Siempre hacia delante, no habría vuelta atrás. Estaba todo completamente a oscuras, solo se podían distinguir un par de olores extraños los cuales eran bastante difíciles de identificar. Para colmo se oía un altavoz pero como si estuviera roto pues solo se escuchaban interferencias. Malo zzzzzzzzzzz Bueno zzzzzzzzzz Olor de zzzzzzzzzzz Pescado zzzzzzzzzzzzz Limpio zzzzzzzzzzz Suerte- No había sido muy útil pero algo tenía que ver con el olor, eso seguro.