VS
Isla inmensa donde se encuentra el Cuartel General de la Marina, se compone por un pueblo en toda la isla y lsede principal de La Marina. Aquí habitan los rangos más altos de la organización militar junto a sus familiares.
-Sin nomenclaturas.
-Salto de turno cada 48 horas.
-Combate amistoso.
Isla inmensa donde se encuentra el Cuartel General de la Marina, se compone por un pueblo en toda la isla y lsede principal de La Marina. Aquí habitan los rangos más altos de la organización militar junto a sus familiares.
-Sin nomenclaturas.
-Salto de turno cada 48 horas.
-Combate amistoso.
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Marineford, la isla donde se halla el mayor cuartel general. No sabía qué diantres es lo que me había llevado a ir hasta allá, pero ahora que estaba allí no podía desaprovechar la oportunidad de ponerme a prueba ante los soldados que hay allí, quería probar si mi entrenamiento en el cuartel del norte era comparable al de aquí, si era suficientemente estricto, de no ser así esperaba algún día poder cambiar eso, pero de mientras necesitaba ponerme a prueba.
Avancé hasta el campo de entrenamiento, lo único que estaba claro es que allí había bastante más seguridad que en mi propio cuartel general. Aquí toda la isla es el cuartel, cada vivienda es de los soldados y algún que otro familiar, civiles había bien pocos, eran todos marines hechos y derechos. Sería una gozada vivir en un lugar así, pero no podía alejarme tanto de mi hogar.
Llegué al centro del campo de entrenamiento, debía buscar alguien con quien poder practicar, con quien ponerme a prueba. Me aproximé a un tipo bastante curioso que vi y traté de decirle algo para intentar entrenar.
-Saludos compañero. Verás, soy nuevo por aquí, realmente pertenezco al cuartel del mar del norte y llegué aquí por casualidad, una misión ya acabada me trajo aquí. Me preguntaba si tendría la amabilidad de entrenar conmigo, hace tiempo que no me muevo y no quisiera perder la forma jeje.
Avancé hasta el campo de entrenamiento, lo único que estaba claro es que allí había bastante más seguridad que en mi propio cuartel general. Aquí toda la isla es el cuartel, cada vivienda es de los soldados y algún que otro familiar, civiles había bien pocos, eran todos marines hechos y derechos. Sería una gozada vivir en un lugar así, pero no podía alejarme tanto de mi hogar.
Llegué al centro del campo de entrenamiento, debía buscar alguien con quien poder practicar, con quien ponerme a prueba. Me aproximé a un tipo bastante curioso que vi y traté de decirle algo para intentar entrenar.
-Saludos compañero. Verás, soy nuevo por aquí, realmente pertenezco al cuartel del mar del norte y llegué aquí por casualidad, una misión ya acabada me trajo aquí. Me preguntaba si tendría la amabilidad de entrenar conmigo, hace tiempo que no me muevo y no quisiera perder la forma jeje.
"¿Otro ascenso? Espero que no signifique más tareas", pensaba el marine mientras caminaba por la plaza central de Marineford. El gigantesco cuartel había sido ya centro de ataques piratas, revolucionarios y hasta de algún que otro borracho con ganas de diversión. La verdad era que últimamente se pasaba más tiempo yendo y viniendo entre el cuartel del South Blue y aquel lugar que haciendo algo productivo. No es que se quejara, pero podrían negociar vía Den Den Mushi, aunque claro estaba que siendo un tan destacado combatiente de Marineford (poco había hecho, pero estaba vivo, y eso ya decía mucho) era considerado el futuro de una Marina hundida en la miseria.
Se desvió un poco para perderse en el campo de entrenamiento. Aún tenía como dos horas hasta que la reunión comenzara, según marcaba el reloj, y le apetecía ver cómo entrenaban a los reclutas en el gran cuartel. Aún siendo más vago que una piedra echando la siesta, los entrenamientos eran algo encantador. Se acercó tranquilamente, y el olor a sudor poco a poco impregnó el ambiente. Se quedó un momento olisqueando el ambiente, tratando de ver si alguno tenía una glándula infectada o algo, pues no era normal tanta peste.
-Saludos compañero. Verás, soy nuevo por aquí, realmente pertenezco al cuartel del mar del norte y llegué aquí por casualidad, una misión ya acabada me trajo aquí. Me preguntaba si tendría la amabilidad de entrenar conmigo, hace tiempo que no me muevo y no quisiera perder la forma jeje.
Se dio la vuelta, y a su espalda un muchacho que parecía salido de un cuento de asesinos entablaba conversación con un tipo realmente extraño. Parecía un payaso con aquella peluca verde y la chaqueta a mil colores, y además muy borde, ya que sin decir nada se largó. Al miró al chaval y se fijó en el arma enfundada a su cintura. ¿Un espadachín? Podría ser divertido.
-¡Oye!- gritó, con gran emoción, pese a que estarían a poco más de metro y medio-. ¡Yo sí quiero entrenar!
Sin decir nada más desenvainó a Fuego y lanzó su chaqueta de oficial a un lado, dejando la camisa roja y el chaleco negro al aire. Un pie delante del otro, y la espada apuntando hacia él, dándole pie a moverse de querer.
-Tú empiezas.
Se desvió un poco para perderse en el campo de entrenamiento. Aún tenía como dos horas hasta que la reunión comenzara, según marcaba el reloj, y le apetecía ver cómo entrenaban a los reclutas en el gran cuartel. Aún siendo más vago que una piedra echando la siesta, los entrenamientos eran algo encantador. Se acercó tranquilamente, y el olor a sudor poco a poco impregnó el ambiente. Se quedó un momento olisqueando el ambiente, tratando de ver si alguno tenía una glándula infectada o algo, pues no era normal tanta peste.
-Saludos compañero. Verás, soy nuevo por aquí, realmente pertenezco al cuartel del mar del norte y llegué aquí por casualidad, una misión ya acabada me trajo aquí. Me preguntaba si tendría la amabilidad de entrenar conmigo, hace tiempo que no me muevo y no quisiera perder la forma jeje.
Se dio la vuelta, y a su espalda un muchacho que parecía salido de un cuento de asesinos entablaba conversación con un tipo realmente extraño. Parecía un payaso con aquella peluca verde y la chaqueta a mil colores, y además muy borde, ya que sin decir nada se largó. Al miró al chaval y se fijó en el arma enfundada a su cintura. ¿Un espadachín? Podría ser divertido.
-¡Oye!- gritó, con gran emoción, pese a que estarían a poco más de metro y medio-. ¡Yo sí quiero entrenar!
Sin decir nada más desenvainó a Fuego y lanzó su chaqueta de oficial a un lado, dejando la camisa roja y el chaleco negro al aire. Un pie delante del otro, y la espada apuntando hacia él, dándole pie a moverse de querer.
-Tú empiezas.
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Aquél tipo fue bastante grosero y maleducado. Conforme le dije aquello tan solo lanzó un bufido cual búfalo en celo y se dio media vuelta. Me quedé a cuadros sin saber que decir. ¿Había dicho algo malo? Pensé que debía de ser eso, pero aunque quisiera disculparme el tipo ya se había ido, y antes de darme cuenta otra persona me hablaba desde la espalda.
Me quedé a cuadros nuevamente, solo me quedé mirándole por unos segundos sin hacer nada, seguramente con cara de idiota sin saber que diantres estaba ocurriendo. Entonces caí en que ese tipo si quería entrenar, incluso me dijo que empezara yo y se quedó ya con una pose defensiva. Creo que había dado por hecho un par de cosas.
-Eh... Hola -dije casi sin saber que decir-. Bueno, primero me gustaría darle las gracias, no se si dije algo a ese tipo pero parecía que fuera a meterme un tortazo en cualquier momento -reí como un idiota-. Me llamo Hayate, y por creo que ha dado por supuesto que entrenaré con usted.
Saqué la espada maestra y la sujeté con ambas manos, manteniéndola por delante de mí, no apuntaba directamente a su cuerpo. Más bien a un espacio vacío a la derecha de ese tipo. Atacaría con la parte plana, tampoco querría hacerle algún corte si resultaba ser más habilidoso que él, pero algún moratón no se puede evitar en cualquier tipo de enfrentamiento.
-Muy bien, aunque no me gusta comenzar un combate.
Comencé a correr hacia ese tipo y nada más acercarme lo primero que hice fue golpearle su arma con un rápido giro de muñeca para apartarla y con mi pierna izquierda fui a castigarle su rodilla derecha para tratar de desequilibrarlo.
Me quedé a cuadros nuevamente, solo me quedé mirándole por unos segundos sin hacer nada, seguramente con cara de idiota sin saber que diantres estaba ocurriendo. Entonces caí en que ese tipo si quería entrenar, incluso me dijo que empezara yo y se quedó ya con una pose defensiva. Creo que había dado por hecho un par de cosas.
-Eh... Hola -dije casi sin saber que decir-. Bueno, primero me gustaría darle las gracias, no se si dije algo a ese tipo pero parecía que fuera a meterme un tortazo en cualquier momento -reí como un idiota-. Me llamo Hayate, y por creo que ha dado por supuesto que entrenaré con usted.
Saqué la espada maestra y la sujeté con ambas manos, manteniéndola por delante de mí, no apuntaba directamente a su cuerpo. Más bien a un espacio vacío a la derecha de ese tipo. Atacaría con la parte plana, tampoco querría hacerle algún corte si resultaba ser más habilidoso que él, pero algún moratón no se puede evitar en cualquier tipo de enfrentamiento.
-Muy bien, aunque no me gusta comenzar un combate.
Comencé a correr hacia ese tipo y nada más acercarme lo primero que hice fue golpearle su arma con un rápido giro de muñeca para apartarla y con mi pierna izquierda fui a castigarle su rodilla derecha para tratar de desequilibrarlo.
Al observó la expresión del muchacho. Era audaz, casi le recordaba a él cuando era un joven intrépido y algo idiota, hace seis o siete segundos, cuando había retado a un completo desconocido a un duelo de entrenamiento. Era más o menos de su edad, aunque parecía casi un recién llegado. No recién llegado a la Marina, ya que en el cuartel general poca gente iba con un aire de modestia la primera vez que llegaba al cuartel, o, al menos, hasta que algún vicealmirante le pegaba una paliza por acostarse con su hija. Aún le temblaban las piernas de pensar en aquello, y además la paliza había sido dolorosa.
Sin muchos preámbulos, el joven atacó, sin obviar la frase de que no le gustaba empezar. "Como a todos, chaval", pensó al tiempo que recibía un golpe en su arma que lo desvió ligeramente. Lo había subestimado, y aunque tenía casi seguro que lo siguiente sería un golpe al cuerpo, dada la postura del arma... Sólo podía hacer una cosa.
Cayó al suelo en un estallido de pequeños cristales de hielo, que se esparcieron por todas partes, dejando su pie izquierdo casi intacto. Dios mío, podría haberle hecho un verdadero estropicio de haber sido más fuerte, o no haber tomado su forma elemental. "Menuda hostia en la rodilla", pensó, notando, desde el fragmento en el que estaba, la distancia a la que había quedado lo que correspondía con los restos de su rótula.
Tras un par de segundos se regeneró a partir del pie izquierdo, manteniendo la postura inicial, mirando seriamente al chico que le había hecho caer.
-Eso no es tan gracioso como parece, ¿Sabes? Las de la limpieza luego me van a matar por dejarlo todo perdido de agua.
Tras aquello soltó una risotada alegre y se dispuso a atacar. Dispuso la hoja, tomada con la mano izquierda, paralela a su cuerpo y avanzó hacia él con aceptable velocidad, para pasar por su derecha. No se detendría, ni golpearía, tan sólo correría con el arma firme. Si no se apartaba frenaría lo suficiente como para dejarle tan sólo un corte superficial. Si lo esquivaba, correría un par de metros mas y se daría la vuelta para defenderse, a no ser que fuera víctima de un contraataque. Si eso sucedía, ya vería qué se le ocurría.
Sin muchos preámbulos, el joven atacó, sin obviar la frase de que no le gustaba empezar. "Como a todos, chaval", pensó al tiempo que recibía un golpe en su arma que lo desvió ligeramente. Lo había subestimado, y aunque tenía casi seguro que lo siguiente sería un golpe al cuerpo, dada la postura del arma... Sólo podía hacer una cosa.
Cayó al suelo en un estallido de pequeños cristales de hielo, que se esparcieron por todas partes, dejando su pie izquierdo casi intacto. Dios mío, podría haberle hecho un verdadero estropicio de haber sido más fuerte, o no haber tomado su forma elemental. "Menuda hostia en la rodilla", pensó, notando, desde el fragmento en el que estaba, la distancia a la que había quedado lo que correspondía con los restos de su rótula.
Tras un par de segundos se regeneró a partir del pie izquierdo, manteniendo la postura inicial, mirando seriamente al chico que le había hecho caer.
-Eso no es tan gracioso como parece, ¿Sabes? Las de la limpieza luego me van a matar por dejarlo todo perdido de agua.
Tras aquello soltó una risotada alegre y se dispuso a atacar. Dispuso la hoja, tomada con la mano izquierda, paralela a su cuerpo y avanzó hacia él con aceptable velocidad, para pasar por su derecha. No se detendría, ni golpearía, tan sólo correría con el arma firme. Si no se apartaba frenaría lo suficiente como para dejarle tan sólo un corte superficial. Si lo esquivaba, correría un par de metros mas y se daría la vuelta para defenderse, a no ser que fuera víctima de un contraataque. Si eso sucedía, ya vería qué se le ocurría.
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Conseguí apartarle la espada y cuando fui a golpearle ocurrió algo realmente extraño. Le pegué, noté que le había pegado, le metí una buena patada en la rodilla, lo sentí, pero también sentí que mi pierna no se paraba y seguía arramblando hacia adelante, prácticamente haciendo que me quedase mirando hacia otro lado. Cuando quise darme cuenta ese tipo se había... ¿Deshecho? ¿Qué mierda había pasado? ¿Qué coño es esto? Me quedé mirando los restos en el suelo, estupefacto sin saber que diantres estaba ocurriendo, dando pequeños pasos hacia atrás.
Al cabo de unos segundos comenzó a crecer el cuerpo de ese tipo desde un pedazo grande que quedaba en el suelo, fue formándose piernas, torso, brazos y finalmente la cabeza. ¿Qué tipo de brujería es esta? Me quedé loco, no sabía que decir ni a donde mirar. Jamás había visto algo así parecido. ¿Era este el efecto de una akuma no mi acaso? Realmente no sabía mucho acerca de las frutas del diablo, como también las llaman, solo que dan habilidades extraordinarias a quien se las traga, además de que se dice que es como comerse un pedazo de mierda reseca de lo asquerosas que están.
Dijo unas palabras, no supe cómo reaccionar ante aquello, aun no alcanzaba a entender qué diantres había ocurrido. Cuando quise darme cuenta ese tipo pasó jodidamente rápido por mi derecha, cuando quise reaccionar tenía un pequeño corte en el brazo a media altura. Es rápido, y me ha cogido desprevenido. ¿Estaba ahora detrás de mí?
Cuando me di cuenta lancé un corte horizontal hacia mi espalda desde donde tenía el brazo, generando una onda cortante que se iría prolongando unos metros. Si estaba en medio más le valía esquivarla si no quería que le devolviera el corte. Con la misma inercia del movimiento de espada me quedé mirando hacia donde estaría después.
-¿Qué mierda ha sido eso? ¿Eres un usuario acaso?
Al cabo de unos segundos comenzó a crecer el cuerpo de ese tipo desde un pedazo grande que quedaba en el suelo, fue formándose piernas, torso, brazos y finalmente la cabeza. ¿Qué tipo de brujería es esta? Me quedé loco, no sabía que decir ni a donde mirar. Jamás había visto algo así parecido. ¿Era este el efecto de una akuma no mi acaso? Realmente no sabía mucho acerca de las frutas del diablo, como también las llaman, solo que dan habilidades extraordinarias a quien se las traga, además de que se dice que es como comerse un pedazo de mierda reseca de lo asquerosas que están.
Dijo unas palabras, no supe cómo reaccionar ante aquello, aun no alcanzaba a entender qué diantres había ocurrido. Cuando quise darme cuenta ese tipo pasó jodidamente rápido por mi derecha, cuando quise reaccionar tenía un pequeño corte en el brazo a media altura. Es rápido, y me ha cogido desprevenido. ¿Estaba ahora detrás de mí?
Cuando me di cuenta lancé un corte horizontal hacia mi espalda desde donde tenía el brazo, generando una onda cortante que se iría prolongando unos metros. Si estaba en medio más le valía esquivarla si no quería que le devolviera el corte. Con la misma inercia del movimiento de espada me quedé mirando hacia donde estaría después.
-¿Qué mierda ha sido eso? ¿Eres un usuario acaso?
"¿Reaccionar? ¿Para qué?", fueron las palabras que pasaron por la mente del capitán mientras su chaleco era cortado y su piel rasgada ligeramente por una onda del chico. Por suerte el golpe no había ido con demasiada potencia, aunque conseguir lanzar una onda cortante de espaldas... Simplemente impresionante. La verdad era que temía cuando lo golpeara de frente, o en una piel algo menos recia. Cerró la herida con precisión aceptable generando hielo sobre la herida. Seguramente sangraría un poco, pero tampoco le importaba demasiado siempre que no le dejara marca. Sin embargo, en aquellos momentos se alegraba de haber traído ropa de recambio.
-Efectivamente, comí una Akuma no mi- respondió con calma-. Aunque sé hacer cosas más divertidas- realizó un innecesario corte al aire mientras su hoja comenzaba a destellar al tiempo que sonaba una nota de sol de violín al aire, y la devolvía a la posición donde inició el movimiento-. Estío Gulo.
Con aquellas palabras, dichas en un susurro, de la hoja una ligera llamarada posaba cuatro patas en el suelo y tomaba forma de un glotón, que se lanzaría contra el marine, explotando en una lluvia de ondas cortantes imbuidas en fuego. "No, mejor que el fuego desaparezca cuando explote", pensó, suponiendo que podría ser excesivo hacer aquello, un riesgo innecesario de hacer daño. Al fin y al cabo unas ondas cortantes no era algo con lo que no se pudiera lidiar.
El Glotón comenzó a avanzar hacia su compañero de entrenamientos, haciendo movimientos en "s", para finalmente lo que sería el impacto contra él. "Espero no hacerle mucho daño".
-Efectivamente, comí una Akuma no mi- respondió con calma-. Aunque sé hacer cosas más divertidas- realizó un innecesario corte al aire mientras su hoja comenzaba a destellar al tiempo que sonaba una nota de sol de violín al aire, y la devolvía a la posición donde inició el movimiento-. Estío Gulo.
Con aquellas palabras, dichas en un susurro, de la hoja una ligera llamarada posaba cuatro patas en el suelo y tomaba forma de un glotón, que se lanzaría contra el marine, explotando en una lluvia de ondas cortantes imbuidas en fuego. "No, mejor que el fuego desaparezca cuando explote", pensó, suponiendo que podría ser excesivo hacer aquello, un riesgo innecesario de hacer daño. Al fin y al cabo unas ondas cortantes no era algo con lo que no se pudiera lidiar.
El Glotón comenzó a avanzar hacia su compañero de entrenamientos, haciendo movimientos en "s", para finalmente lo que sería el impacto contra él. "Espero no hacerle mucho daño".
Nocturne93
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Aquél tipo recibió mi ataque directamente, pero obviamente no le hice absolutamente nada. Se trataba de un usuario de una akuma no mi que convertía su cuerpo en lo que parecía ser hielo, pues los cristales que habían caído al suelo se estaban derritiendo y la herida de su cuerpo se cubrió y curó al completo con hielo. Una habilidad realmente sorprendente.
De pronto lanzó un corte extraño, su espada quedó imbuída de llamas, me puse en guardia, no sabía qué diantres me iba a hacer. De pronto apareció una criatura extraña formada de las llamas de aquella arma, llamas que se separaron para dar forma a tal ente, con cuatro patas. Aquella criatura comenzó a venir velozmente hacia mí. Lo único que podía hacer era lanzar una onda cortante para deshacer ese ente, el cual tenía toda la pinta de ser del mismo tipo de energía.
Dicho y hecho lancé mi onda de forma diagonal esta vez. Conseguí darle a la criatura, o eso parecía, pero lo que ocurrió me dejó sin habla y sin opción a responder ante nada. Ese ser se deshizo en ondas cortantes que vinieron directamente hacia mí, estaba ya muy cerca, no podía esquivarlo. Tarde para buscar otra solución.
No supe contar cuantos golpes impactaron en mi cuerpo, todas las ondas fueron directas a mí, la gran mayoría, por fortuna, a mi torso protegido por la cota de mallas, mas aun así recibí algún que otro corte por los brazos. El impacto fue tal que caí hacia atrás, sentado, sintiendo los cortes en mis brazos y un profundo dolor en el pecho. No se quién era ese tipo, pero creo que se había pasado un poco para ser un simple entrenamiento. Aunque he de admitir que me ha cogido desprevenido, he cometido un grave error, ese duelo está acabado.
Me sentía algo cansado, y eso que apenas había hecho nada, pero me pudo más la presión y el dolor que sentía en todo el torso, si no hubiera llevado aquella cota de mallas, la cual se veía perfectamente ante mis destrozados ropajes, seguramente habría caído inconsciente por las heridas.
Clavé la espada en el suelo, con la rodilla izquierda posada en el mismo terreno. Alcé la mano mostrándole la palma, quisiendo dar por concluído esto.
-Vale, vale. Entiendo cuando he sido derrotado.
Me levanté como pude, me costaba un poco y tenía los brazos sangrando, entonces me percaté que también tenía un corte en la mejilla. Sentí un fuerte pinchazo en el pecho, creo que algún corte habría atravesado la cota de mallas. Envainé la espada.
-Ese ha sido un golpe realmente temible, no me esperaba algo como eso. No cabe duda de que hay gran diferencia de poder. Ha sido un placer señor... Bueno, todavía no se cómo se llama -reí-, pero espero poder repetir esto en alguna ocasión, la próxima no le será tan fácil.
Esperaba que no se le subiese a la cabeza y no me atacase de nuevo. Estaba claro que me había dado por vencido. En un entrenamiento hay que saber cuándo detenerse.
De pronto lanzó un corte extraño, su espada quedó imbuída de llamas, me puse en guardia, no sabía qué diantres me iba a hacer. De pronto apareció una criatura extraña formada de las llamas de aquella arma, llamas que se separaron para dar forma a tal ente, con cuatro patas. Aquella criatura comenzó a venir velozmente hacia mí. Lo único que podía hacer era lanzar una onda cortante para deshacer ese ente, el cual tenía toda la pinta de ser del mismo tipo de energía.
Dicho y hecho lancé mi onda de forma diagonal esta vez. Conseguí darle a la criatura, o eso parecía, pero lo que ocurrió me dejó sin habla y sin opción a responder ante nada. Ese ser se deshizo en ondas cortantes que vinieron directamente hacia mí, estaba ya muy cerca, no podía esquivarlo. Tarde para buscar otra solución.
No supe contar cuantos golpes impactaron en mi cuerpo, todas las ondas fueron directas a mí, la gran mayoría, por fortuna, a mi torso protegido por la cota de mallas, mas aun así recibí algún que otro corte por los brazos. El impacto fue tal que caí hacia atrás, sentado, sintiendo los cortes en mis brazos y un profundo dolor en el pecho. No se quién era ese tipo, pero creo que se había pasado un poco para ser un simple entrenamiento. Aunque he de admitir que me ha cogido desprevenido, he cometido un grave error, ese duelo está acabado.
Me sentía algo cansado, y eso que apenas había hecho nada, pero me pudo más la presión y el dolor que sentía en todo el torso, si no hubiera llevado aquella cota de mallas, la cual se veía perfectamente ante mis destrozados ropajes, seguramente habría caído inconsciente por las heridas.
Clavé la espada en el suelo, con la rodilla izquierda posada en el mismo terreno. Alcé la mano mostrándole la palma, quisiendo dar por concluído esto.
-Vale, vale. Entiendo cuando he sido derrotado.
Me levanté como pude, me costaba un poco y tenía los brazos sangrando, entonces me percaté que también tenía un corte en la mejilla. Sentí un fuerte pinchazo en el pecho, creo que algún corte habría atravesado la cota de mallas. Envainé la espada.
-Ese ha sido un golpe realmente temible, no me esperaba algo como eso. No cabe duda de que hay gran diferencia de poder. Ha sido un placer señor... Bueno, todavía no se cómo se llama -reí-, pero espero poder repetir esto en alguna ocasión, la próxima no le será tan fácil.
Esperaba que no se le subiese a la cabeza y no me atacase de nuevo. Estaba claro que me había dado por vencido. En un entrenamiento hay que saber cuándo detenerse.
Steve
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Hojas actualizadas.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.