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¿Siempre eran así los días? Cada vez se me hacían más largos. No había emoción, no había nada nuevo en el día a día. Cada vez tenía más ganas de irme de esa isla que parece un infierno. Todo lleno de marines, que asco.
Todo esto lo pensaba mientras trabajaba en el bar, esperando la hora de salir con anhelo para irme a mi casa a dormir. Pero lo único que ocurría en el bar era la entrada de muchas más personas. El jefe ganaba un montón de dinero a lo largo del día y nada me daba a mí, trabajando duro durante mucho tiempo.
Si fuera por mí, me iría. Pero no tenía ni el poder, ni los recursos ni la mentalidad para irme a otras islas.
Para mi sorpresa, terminó por entrar un hombre extraño a la taberna, que no encajaba con el perfil de ninguno de los bebedores habituales del bar.
Todo esto lo pensaba mientras trabajaba en el bar, esperando la hora de salir con anhelo para irme a mi casa a dormir. Pero lo único que ocurría en el bar era la entrada de muchas más personas. El jefe ganaba un montón de dinero a lo largo del día y nada me daba a mí, trabajando duro durante mucho tiempo.
Si fuera por mí, me iría. Pero no tenía ni el poder, ni los recursos ni la mentalidad para irme a otras islas.
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Worick L. Arcangelo
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Parecía que aquel día era uno más en aquella asquerosa rutina en Shellstown. Aquella ciudad ciertamente era demasiado tranquila para mi gusto, supongo que a causa de aquel cuartel marine que se erigía en lo alto de la ciudad. En cualquier caso como era común en mi iba a pasar la tarde a alguna taberna con la intención de hacer mi tarde mas breve y ver como los días pasaban sin un objetivo claro. Aunque quién sabe quizá ese día iba a ser diferente y algo interesante me iba a ocurrir o simplemente perdería un día más en alguna taberna de mala muerte.
Parecía imposible encontrar algún sitio que no estuviera hasta arriba de gente prefería algún lugar tranquilo en el que beber sin llamar mucho la atención pero por lo visto hoy eso no iba a ser posible. Entré a uno de los primeros bares que vi tras dar muchas vueltas sin pensármelo dos veces me dirigí hasta la barra para pedir lo que quería beber. Para mi sorpresa el camarero parecía ser un gyogin de amplia estatura, nadie pensaría a primera vista que aquel tipo trabajaba de camarero en un bar de una ciudad tranquila como esta. Aquel tipo encajaba más en el perfil de un cazarrecompensas, un mercenario o incluso un pirata; quizá esto tal solo era un prejuicio creado por el gobierno mundial y finalmente había invadido mi cabeza así que deje el tema y me dispuse a pedir algo:
- Me gustaría beber lo más fuerte que tenga y si de paso pudiera hablarme de los últimos rumores que se han estado hablando por la zona me haría un favor. - Le dije mientras depositaba mi túnica y mi mochila sobre la barra. Para variar no llevaba la máscara en mi cara sino en mi mochila de modo que se me podía ver la cara. - ¿ Por cierto usted no encaja mucho en el perfil de camarero ? ¿ Cómo acabo aquí ? - Le pregunté al gyojin mientras encendía un cigarro que había sacado del bolsillo de mi pantalón.-
Parecía imposible encontrar algún sitio que no estuviera hasta arriba de gente prefería algún lugar tranquilo en el que beber sin llamar mucho la atención pero por lo visto hoy eso no iba a ser posible. Entré a uno de los primeros bares que vi tras dar muchas vueltas sin pensármelo dos veces me dirigí hasta la barra para pedir lo que quería beber. Para mi sorpresa el camarero parecía ser un gyogin de amplia estatura, nadie pensaría a primera vista que aquel tipo trabajaba de camarero en un bar de una ciudad tranquila como esta. Aquel tipo encajaba más en el perfil de un cazarrecompensas, un mercenario o incluso un pirata; quizá esto tal solo era un prejuicio creado por el gobierno mundial y finalmente había invadido mi cabeza así que deje el tema y me dispuse a pedir algo:
- Me gustaría beber lo más fuerte que tenga y si de paso pudiera hablarme de los últimos rumores que se han estado hablando por la zona me haría un favor. - Le dije mientras depositaba mi túnica y mi mochila sobre la barra. Para variar no llevaba la máscara en mi cara sino en mi mochila de modo que se me podía ver la cara. - ¿ Por cierto usted no encaja mucho en el perfil de camarero ? ¿ Cómo acabo aquí ? - Le pregunté al gyojin mientras encendía un cigarro que había sacado del bolsillo de mi pantalón.-
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El extraño bebedor me pidió lo más fuerte que tuviera y me empezó a hacer preguntas mientras lo buscaba.
-Toma, aquí tienes. Pero cuidado, la mayoría de gente cae a la primera copa. - Le acerqué una jarra y se la llené - ¿Qué no encajo con el perfil? Pues la verdad, la vida es muy rara. En verdad, soy un principiante cazarrecompensas, pero eso ya son delirios míos. Y trabajo aquí para irme de aquí. Extraño, ¿no?
Cogí un vaso y lo llené de agua para seguir hablando, parecía una persona bastante interesante.
-¿Sabes que es de mala educación hacer preguntas sin siquiera dar tu nombre? El mío es Lowell Jakall. Y... a todo esto. ¿Qué le trae a un bar de poca monta como este? - El jefe me dio una colleja por decir aquello. En cuanto me dejó, bebí un trago de agua - Lo siento por eso.
-Toma, aquí tienes. Pero cuidado, la mayoría de gente cae a la primera copa. - Le acerqué una jarra y se la llené - ¿Qué no encajo con el perfil? Pues la verdad, la vida es muy rara. En verdad, soy un principiante cazarrecompensas, pero eso ya son delirios míos. Y trabajo aquí para irme de aquí. Extraño, ¿no?
Cogí un vaso y lo llené de agua para seguir hablando, parecía una persona bastante interesante.
-¿Sabes que es de mala educación hacer preguntas sin siquiera dar tu nombre? El mío es Lowell Jakall. Y... a todo esto. ¿Qué le trae a un bar de poca monta como este? - El jefe me dio una colleja por decir aquello. En cuanto me dejó, bebí un trago de agua - Lo siento por eso.
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Aquel tipo de cierta manera se parecía a mi estaba allí de paso y solo se mantenía allí con la intención de hacer algo más grande en un futuro. Realmente aquel tipo me había dado una buena primera impresión con sus palabras y su modo de hablar y por lo visto tenía razón al decir que no encajaba en el perfil de camarero. En cualquier caso ante su pequeña represalia por el hecho de no haberme presentado solté una pequeña carcajada para luego decir:
- ¿ Realmente importa quién soy ? Tan solo soy la sombra de lo que un día fue alguien o algo. Me llaman Shi y se podría decir que mi trabajo es limpiar este mundo de la basura que lo puebla. - Dije en un tono serio mientras pegaba un par de caladas al cigarro que sujetaba entre mis manos. - En cualquier caso en respuesta a tu pregunta, supongo que al igual que tú estoy de paso y entré a este localucho porque no encontré uno más oscuro y tranquilo. Así que me conforme con este. Por cierto parece que por allí van a empezar los problemas... - Le dije señalando una mesa que había al fondo del local en la que un par de marines empezaban a discutir con un par de rufianes. -
Las cosas se podían poner bastante calientes de un momento a otro así que tenía que estar preparado, como si de un acto reflejo se tratase eché la mano a mi cintura para comprobar que mis dagas se encontraban allí una vez las sentí retomé mi bebida con total normalidad.
- ¿ Realmente importa quién soy ? Tan solo soy la sombra de lo que un día fue alguien o algo. Me llaman Shi y se podría decir que mi trabajo es limpiar este mundo de la basura que lo puebla. - Dije en un tono serio mientras pegaba un par de caladas al cigarro que sujetaba entre mis manos. - En cualquier caso en respuesta a tu pregunta, supongo que al igual que tú estoy de paso y entré a este localucho porque no encontré uno más oscuro y tranquilo. Así que me conforme con este. Por cierto parece que por allí van a empezar los problemas... - Le dije señalando una mesa que había al fondo del local en la que un par de marines empezaban a discutir con un par de rufianes. -
Las cosas se podían poner bastante calientes de un momento a otro así que tenía que estar preparado, como si de un acto reflejo se tratase eché la mano a mi cintura para comprobar que mis dagas se encontraban allí una vez las sentí retomé mi bebida con total normalidad.
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Estaba loco, totalmente loco. Filosofaba mientras hablábamos. Decía que era la sombra de tal y de cual y que quería ir al bar más tranquilo. Aunque también me comentó de ir a bajarles los humos a una mesa, ocupada por dos marines y dos rufianes.
-Si la cosa se arma... Ve tú a por un marine, yo me encargo del otro.
Toqué mi espada inútilmente, no quería romper nada ni volver esto un caos peor de lo que ya era. Así que tendría que conformarme con las partes de mi cuerpo. Crují mis nudillos y me preparé a hacer lo que tuviera que hacer. Las cosas cada vez eran más tensas en aquella mesa, pegaban gritos incluso:
-¡O nos pagas o vas a la cárcel! ¡Es el último aviso!
Parecían marines corruptos, debían de estar comerciando la libertad con los bandidos. Ya si que no iba a tener compasión con ninguno.
-Si la cosa se arma... Ve tú a por un marine, yo me encargo del otro.
Toqué mi espada inútilmente, no quería romper nada ni volver esto un caos peor de lo que ya era. Así que tendría que conformarme con las partes de mi cuerpo. Crují mis nudillos y me preparé a hacer lo que tuviera que hacer. Las cosas cada vez eran más tensas en aquella mesa, pegaban gritos incluso:
-¡O nos pagas o vas a la cárcel! ¡Es el último aviso!
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Las cosas parecían ir a más y antes de que me diera cuenta estaba sobre uno de los marines que ahora estaba tendido en el suelo y con mi daga señalando el cuello de uno de los rufianes que andaban en la mesa. No acababa de tener claro en que momento me había convertido en el cuerpo de seguridad de aquel antro de mala muerte pero en cualquier caso por fin había algo de acción en aquella ciudad. Miré al joven gyojin mientras señalaba al otro marine y le decía:
- Ya que me he tomado la molestia de ayudarte por lo menos podrías hacer tu parte verdad. - Le dije riéndome justo antes de dejar K.O a el marine sobre el que estaba y levantarme para patear el costado del otro y mandarlo hacía el gyojin. - Veamos de que eres capaz, cazarrecompensas de pacotilla. - Dije en un tono burlón con la intención de provocarle y ver que era capaz de hacer. -
No quería interrupciones en mi función de modo que envolví mi mano con una pequeña concentración de energía eléctrica, haciendo que alrededor de esta se formara una aura grisácea que de vez en cuando era acompañada por unos pequeños rayos. Tomé al otro rufián por el cuello y lo estrellé contra la pared a su espalda evitando que se moviera.
- Vamos estoy esperando. - Le dije al gyojin instigandole un poco más a atacar a aquel marine. -
- Ya que me he tomado la molestia de ayudarte por lo menos podrías hacer tu parte verdad. - Le dije riéndome justo antes de dejar K.O a el marine sobre el que estaba y levantarme para patear el costado del otro y mandarlo hacía el gyojin. - Veamos de que eres capaz, cazarrecompensas de pacotilla. - Dije en un tono burlón con la intención de provocarle y ver que era capaz de hacer. -
No quería interrupciones en mi función de modo que envolví mi mano con una pequeña concentración de energía eléctrica, haciendo que alrededor de esta se formara una aura grisácea que de vez en cuando era acompañada por unos pequeños rayos. Tomé al otro rufián por el cuello y lo estrellé contra la pared a su espalda evitando que se moviera.
- Vamos estoy esperando. - Le dije al gyojin instigandole un poco más a atacar a aquel marine. -
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El hombre se había puesto serio y se encontraba atacando a los marines y rufianes por igual. Lo que no le perdonaba era que estaba haciendo daño a civiles (pervertidos, pero civiles) inocentes. Aunque también me animaba a pegarle una somanta al marine que sobraba. Y eso hice.
-Venga, que me lo llevo a la calle.
Me acerqué al marine, lo cogí por su cuello y me lo llevé a la puerta, fuera del bar. No quería romper nada en aquel antro, era mi trabajo. Cogí al marine y con todas las fuerzas, lo tiré contra el suelo y le di una patada. Seguramente le había roto las costillas. Pero además, por mismísimo odio y desahogarme, cogí inercia y lo tiré lo más lejos posible del bar, llegando bastante lejos. Unos 30 o 40 metros, me parece.
Entré de nuevo al bar y cogí a los otros tres culpables, para hacer lo mismo. En cuanto terminé, me metí dentro de la barra y le dije al otro que se sentara.
-Siéntate y quita eso negro de tu alrededor, anda. Que te llevo de copas si quieres.
-Venga, que me lo llevo a la calle.
Me acerqué al marine, lo cogí por su cuello y me lo llevé a la puerta, fuera del bar. No quería romper nada en aquel antro, era mi trabajo. Cogí al marine y con todas las fuerzas, lo tiré contra el suelo y le di una patada. Seguramente le había roto las costillas. Pero además, por mismísimo odio y desahogarme, cogí inercia y lo tiré lo más lejos posible del bar, llegando bastante lejos. Unos 30 o 40 metros, me parece.
Entré de nuevo al bar y cogí a los otros tres culpables, para hacer lo mismo. En cuanto terminé, me metí dentro de la barra y le dije al otro que se sentara.
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Por lo visto aquel tipo no era el típico camarero de bar, también es cierto que por su simple apariencia ya se sospechaba. Me invito a volver a sentarme e invitarme a un par de copas, o eso fue lo que entendí. Volvía a la normalidad y sin mayor problema continué bebiendo lo que fuera que me había puesto anteriormente y que recorría mi garganta haciendo que sintiera en esta una sensación de calidez. ¿ Aquella calidez sería parecida a la que se sentía cuando se estaba enamorado ? En cualquier caso aquello no tenía nada que ver ahora así que le dije:
- ¿ Y cómo acabo un cazarrecomenpensas como tú trabajando en un antro como este ? No es común ver a un gyojin trabajando de camarero en un bar. - Le dije segundos antes de pegar un amplio trago a la jarra para después continuar pegandole caladas al cigarro que ya estaba cerca de consumirse. -
Realmente no me interesaba demasiado como había llegado hasta allí aquel hombre-pez ya que era muy probable que tras este día no volviera a verle nunca más, pero una pequeña parte de mí tenía curiosidad así que supongo que le escucharía. Por lo menos aquel tipo ya me había permitido salir de mi rutina de los últimos días y había traído algo de acción. La taberna aun se hallaba llena de gritos y murmurios mientras nos miraban a mi y al gyojin.
- ¿ Y cómo acabo un cazarrecomenpensas como tú trabajando en un antro como este ? No es común ver a un gyojin trabajando de camarero en un bar. - Le dije segundos antes de pegar un amplio trago a la jarra para después continuar pegandole caladas al cigarro que ya estaba cerca de consumirse. -
Realmente no me interesaba demasiado como había llegado hasta allí aquel hombre-pez ya que era muy probable que tras este día no volviera a verle nunca más, pero una pequeña parte de mí tenía curiosidad así que supongo que le escucharía. Por lo menos aquel tipo ya me había permitido salir de mi rutina de los últimos días y había traído algo de acción. La taberna aun se hallaba llena de gritos y murmurios mientras nos miraban a mi y al gyojin.
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Se sentó como yo le dije, para tomar un trago de bebida y una calada al cigarrillo.
-Pues... ¿la historia larga o la corta? Simplemente, llegué a esta isla después de perder a mi familia y ahora quiero dinero y compañeros para salir de aquí y vengarme de la marine. Simple, ¿no?
Ya estaba cerrando el bar, por culpa de mi ''numerito''. Me pedían que al salir me disculpara con los marines y me fuera con ese tío raro. Antes de que terminaran una frase, cogí al hombre de su brazo y lo saqué del bar.
-Corre y no mires atrás. - Ahora noté que eso había sonado un tanto gay - Y no soy gay. ¿A donde quieres ir? Hay un pez gordo... - Pensé lo que era - Un pirata poderoso soltado por esta isla. ¿Quieres ir a por él? Por la noche no se lo imaginará.
-Pues... ¿la historia larga o la corta? Simplemente, llegué a esta isla después de perder a mi familia y ahora quiero dinero y compañeros para salir de aquí y vengarme de la marine. Simple, ¿no?
Ya estaba cerrando el bar, por culpa de mi ''numerito''. Me pedían que al salir me disculpara con los marines y me fuera con ese tío raro. Antes de que terminaran una frase, cogí al hombre de su brazo y lo saqué del bar.
-Corre y no mires atrás. - Ahora noté que eso había sonado un tanto gay - Y no soy gay. ¿A donde quieres ir? Hay un pez gordo... - Pensé lo que era - Un pirata poderoso soltado por esta isla. ¿Quieres ir a por él? Por la noche no se lo imaginará.
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Parece que la cosa me había salido bien pues me había librado de pagar aquella bebida y ahora ya estábamos bastante alejados del bar. En cualquier caso aquel hombre hizo un par de comentarios estúpidos a los que hice caso omiso y cuando estaba por mandarle a fregar el suelo de aquel antro dijo al que finalmente parecía interesante. Con que un pirata andaba por la isla, a primera vista se podía ver claramente como me quería utilizar para facilitarse la tarea aunque realmente no me importaba. Yo no tenía una razón clara para vivir así que no era más que una herramienta por lo tanto no debía estar tan mal ser utilizado. Mientras divagaba en mis pensamientos en busca de una respuesta que no iba a encontrar noté como tropezaba, esto me saco de mis pensamientos y me hizo darme cuenta de que llevaba un par de minutos sin articular palabra alguna.
- Esto... Sí podría estar bien siempre y cuando vayamos cincuenta cincuenta. - No me molestaría ayudarle si esto me reportaba algún tipo de beneficio. Especialmente si eran un par de berris porque las cosas no estaban como para lanzar cohetes. -
Ahora solo cabía esperar si al gyojin le parecía un trato justo y si no se lo parecía, me daría media vuelta me volvería a la posada en la que me hospeda a la espera de volver a mi aburrida rutina de todos los días.
- Esto... Sí podría estar bien siempre y cuando vayamos cincuenta cincuenta. - No me molestaría ayudarle si esto me reportaba algún tipo de beneficio. Especialmente si eran un par de berris porque las cosas no estaban como para lanzar cohetes. -
Ahora solo cabía esperar si al gyojin le parecía un trato justo y si no se lo parecía, me daría media vuelta me volvería a la posada en la que me hospeda a la espera de volver a mi aburrida rutina de todos los días.
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-¿50% y 50%? Perfecto, creía que ibas a decir una burrada como 25% y 75% o algo así. A ver... te tengo que dar detalles. Así que sígueme y te lo cuento más calmado.
Avanzamos hasta unas sillas libres que había a la terraza de un bar y comenzamos a conversar.
-A ver, es un encargo muy simple. Un hombre, de 27 años de edad o eso dicen. Se encuentra en esta isla junto con toda su banda y se hospedan en una casita cerca de aquí. La recompensa es de unos 10 millones y ahora mismo podríamos entrar a la casa y capturarlo mientras duerme sin mayor problema.
Me levanté de la silla y sin su aprobación fui camino hacia la casa. Iba apoyando mi mano en las espadas, pues ya sabía que un hombre con esa recompensa no iba a ser tan tonto de dormir en una isla llena de marines totalmente desprevenido.
Avanzamos hasta unas sillas libres que había a la terraza de un bar y comenzamos a conversar.
-A ver, es un encargo muy simple. Un hombre, de 27 años de edad o eso dicen. Se encuentra en esta isla junto con toda su banda y se hospedan en una casita cerca de aquí. La recompensa es de unos 10 millones y ahora mismo podríamos entrar a la casa y capturarlo mientras duerme sin mayor problema.
Me levanté de la silla y sin su aprobación fui camino hacia la casa. Iba apoyando mi mano en las espadas, pues ya sabía que un hombre con esa recompensa no iba a ser tan tonto de dormir en una isla llena de marines totalmente desprevenido.
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Parecía que mi idea había funcionaba y de hecho las cosas pintaban bastante simples, un tipo y su banda que se encuentra en la isla, duermen en una casa... Nadie puede creer que fuera tan simple ni siquiera yo pero en cualquier caso aquello era mejor que estar en aquella posada esperando que pasen los días. Vi que mi acompañante se levantaba decidido y que se encaminaba hacía la dirección en la que se encontraba la casa, o eso suponía. En cualquier caso las cosas parecía que se iban a animar y no quería llamar la atención de modo que me puse mi túnica y mi máscara y seguí a mi compañero.
- Si las cosas se ponen feas, ten cuidado no quiero tener que cargar cadáveres. - Le dije mientras reía y me ponía la máscara. - No sabemos cuan fuerte puede ser ese tipo así que procuremos ir con cuidado. - Le dije al pescadito mientras reía bajo la máscara. -
Aquello me hacía sentirme pleno, útil y vivo. Cuando tenía que matar a alguien o mataba a alguien se sentía todo el mundo tan bien...En cualquier caso si que tendríamos que tener cuidado realmente, quién sabe que podía hacer aquel pirata o podía tener guardado, no quiero sorpresas. Toque el interior de la túnica comprobando que las agujas estaban donde tenían que estar y me situé al costado de mi nuevo compañero, quizás aquella no fuera la última vez que lo viera finalmente.
- Si las cosas se ponen feas, ten cuidado no quiero tener que cargar cadáveres. - Le dije mientras reía y me ponía la máscara. - No sabemos cuan fuerte puede ser ese tipo así que procuremos ir con cuidado. - Le dije al pescadito mientras reía bajo la máscara. -
Aquello me hacía sentirme pleno, útil y vivo. Cuando tenía que matar a alguien o mataba a alguien se sentía todo el mundo tan bien...En cualquier caso si que tendríamos que tener cuidado realmente, quién sabe que podía hacer aquel pirata o podía tener guardado, no quiero sorpresas. Toque el interior de la túnica comprobando que las agujas estaban donde tenían que estar y me situé al costado de mi nuevo compañero, quizás aquella no fuera la última vez que lo viera finalmente.
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Parecía un asesino totalmente, llevaba una máscara y una túnica para esconder su cuerpo, seguramente.
-¿Y esa máscara? Ni que fueras a traicionar a alguien. Va a morir, de poco le sirve recordar tu cara.
Seguimos caminando hasta el momento en el que se nos presentó una casita que parecía tener varios pisos, como cuatro o cinco.
-El capitán debe estar en el último. La gente como él se resguarda detrás de su banda. Así que... ¿Prefieres terminar rápido trepando por el edificio o nos cargamos toda la banda? A mí me da igual, decide.
Cogí la espada pesada y la dejé en el suelo, provocando un estruendo notable.
-¡Lo siento! - Me aseguré de que nadie venía para seguir hablando - Recuérdame que he dejado la espada aquí, ¿vale? Que luego la pierdo.
-¿Y esa máscara? Ni que fueras a traicionar a alguien. Va a morir, de poco le sirve recordar tu cara.
Seguimos caminando hasta el momento en el que se nos presentó una casita que parecía tener varios pisos, como cuatro o cinco.
-El capitán debe estar en el último. La gente como él se resguarda detrás de su banda. Así que... ¿Prefieres terminar rápido trepando por el edificio o nos cargamos toda la banda? A mí me da igual, decide.
Cogí la espada pesada y la dejé en el suelo, provocando un estruendo notable.
-¡Lo siento! - Me aseguré de que nadie venía para seguir hablando - Recuérdame que he dejado la espada aquí, ¿vale? Que luego la pierdo.
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Los comentarios de Lowell causaban que se dibujaran una estúpida sonrisa en mi rostro porque no iba a querer ocultar mi rostro en una situación como esta. Nunca se sabe que clase de testigos podían aparecer y precisamente quería mantener en el anonimato el rostro que se ocultaba tras aquella máscara. Sin mediar mucha palabra asentí para confirmarle que le recordaría sobre su espada y acto seguido me encamine hacia la fachada del edificio.
- Será mejor que lo hagamos de esta manera no tengo ganas de hacer correr un río de sangre por el suelo. - Le dije mientras empezaba a trepar por la fachada del edificio. - Aunque desde luego será más difícil que subir matando a todo el que ande por el edificio. - Dije entre carcajadas mientras continuaba trepando. -
Habíamos avanzado casi hasta arriba cuando me percaté de que en la última planta no había ventanas por lo tanto tendríamos que hacer nuestra triunfal entrada en el penúltimo piso. Me aparté de la ventana más cercano y como si de una cortesía se tratase le dije a Lowell:
- Ahora te toca a ti limpiar que yo ando cansado de la pelea del bar... - Le dije con un desasosiego totalmente fingido en realidad aquella pelea había sido una minucia pero no tenía ganas de ensuciarme las manos. -
- Será mejor que lo hagamos de esta manera no tengo ganas de hacer correr un río de sangre por el suelo. - Le dije mientras empezaba a trepar por la fachada del edificio. - Aunque desde luego será más difícil que subir matando a todo el que ande por el edificio. - Dije entre carcajadas mientras continuaba trepando. -
Habíamos avanzado casi hasta arriba cuando me percaté de que en la última planta no había ventanas por lo tanto tendríamos que hacer nuestra triunfal entrada en el penúltimo piso. Me aparté de la ventana más cercano y como si de una cortesía se tratase le dije a Lowell:
- Ahora te toca a ti limpiar que yo ando cansado de la pelea del bar... - Le dije con un desasosiego totalmente fingido en realidad aquella pelea había sido una minucia pero no tenía ganas de ensuciarme las manos. -
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¿Qué abriera la ventana? Era lo más lógico si queríamos ir sigilosamente. Pero bien podríamos romper el techo y entrar de golpe.
-Bueno... la abro yo. - En ese momento noté que no tenía para abrirla fácilmente. Y era lógico, ¿qué maldita ventana se puede abrir desde fuera? - Espera un momento, que no quiero hacer demasiado estruendo.
Me encaramé con fuerza al alfeizar de la ventana, saqué la espada y con mucho cuidado la clavé al lado de la ventana. Estuve haciendo cortes un rato hasta que por fin la ventana se descolgó de la pared. La cogí y la tiré lo más lejos posible para que no se escuchara.
Guardé la espada y me adentré en la habitación primero. Había alrededor de 6 hombres vestidos con buenas ropas, mejores que las de un corsario normal. Debían ser los oficiales de la banda, aunque tenían cara de inocentes. Las habitaciones se comunicaban por escaleras de mano, así que habíamos hecho bien en venir escalando.
-Vamos a intentar pasar de estos. - Dije susurrando y dando pasos lentamente.
Me cogí a la escalera y empecé a subir, intentando hacer el menor ruido posible.
-Bueno... la abro yo. - En ese momento noté que no tenía para abrirla fácilmente. Y era lógico, ¿qué maldita ventana se puede abrir desde fuera? - Espera un momento, que no quiero hacer demasiado estruendo.
Me encaramé con fuerza al alfeizar de la ventana, saqué la espada y con mucho cuidado la clavé al lado de la ventana. Estuve haciendo cortes un rato hasta que por fin la ventana se descolgó de la pared. La cogí y la tiré lo más lejos posible para que no se escuchara.
Guardé la espada y me adentré en la habitación primero. Había alrededor de 6 hombres vestidos con buenas ropas, mejores que las de un corsario normal. Debían ser los oficiales de la banda, aunque tenían cara de inocentes. Las habitaciones se comunicaban por escaleras de mano, así que habíamos hecho bien en venir escalando.
-Vamos a intentar pasar de estos. - Dije susurrando y dando pasos lentamente.
Me cogí a la escalera y empecé a subir, intentando hacer el menor ruido posible.
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No pude evitar fijarme en que aquellos tipos no debían ser mucho mayores que yo pero a pesar de eso vestían unas galantes ropas y parecían ser los oficiales de aquella banda de piratillas. Cómo podían haber echado su vida a perder a tan temprana edad por culpa de haber tomado un par de malas decisiones... Pero escoria como aquella no merecía perdón, alguien que no es capaz de valorar su vida y desecharla de una forma tan sencilla por algo tan estúpido no merece vivir. En cualquier caso aquel no era momento para pararse a pensar en aquellas cosas teníamos que encontrar al jefe de aquella banda.
Siguiendo a Low y haciendo el menor ruido posible llegué hasta la escalera y subí tras de él. Tras unos segundos nos encontrábamos arriba y podíamos ver como el que debía ser el jefe de aquella banda de poca monta estaba sentado mientras bebía y fumaba. Desde luego por lo visto no tenía demasiados problemas de dinero viendo como tenía aquello montado y como bebía despreocupadamente. No tardó en extrañarse de nuestra presencia pero a modo de precaución yo ya había atrancado la trampilla por la que habíamos subido con uno de los muebles del lugar.
- Parece que no vas a poder pedir ayuda porque algo esta obstruyendo la única salida de este zulo. - Le dije al pirata mientras reía y miraba a Lowell . - ¿ Realmente este tipo vale tanto como dices ? No parece la gran cosa. - Le dije al pescado mientras me marchaba hacia una de las sillas frente al escritorio del pirata. -
Ante mi arrogancia el pirata no tardó en maldecirme a mi y a toda mi familia cercana lo cual tuvo un efecto nulo sobre mí. Cada segundo que pasaba el pirata parecía exasperarse más y más pues no tardó en alzarse de la silla y tomar la espada que colgaba de su cinturón acompañándola de una pistola que había sobre el escritorio. Parecía que las cosas volvían a animarse.
Siguiendo a Low y haciendo el menor ruido posible llegué hasta la escalera y subí tras de él. Tras unos segundos nos encontrábamos arriba y podíamos ver como el que debía ser el jefe de aquella banda de poca monta estaba sentado mientras bebía y fumaba. Desde luego por lo visto no tenía demasiados problemas de dinero viendo como tenía aquello montado y como bebía despreocupadamente. No tardó en extrañarse de nuestra presencia pero a modo de precaución yo ya había atrancado la trampilla por la que habíamos subido con uno de los muebles del lugar.
- Parece que no vas a poder pedir ayuda porque algo esta obstruyendo la única salida de este zulo. - Le dije al pirata mientras reía y miraba a Lowell . - ¿ Realmente este tipo vale tanto como dices ? No parece la gran cosa. - Le dije al pescado mientras me marchaba hacia una de las sillas frente al escritorio del pirata. -
Ante mi arrogancia el pirata no tardó en maldecirme a mi y a toda mi familia cercana lo cual tuvo un efecto nulo sobre mí. Cada segundo que pasaba el pirata parecía exasperarse más y más pues no tardó en alzarse de la silla y tomar la espada que colgaba de su cinturón acompañándola de una pistola que había sobre el escritorio. Parecía que las cosas volvían a animarse.
Lowell
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Mi compañero lo había planeado todo y ahora se encontraba riéndose a pierna suelta mirando al desesperado pirata.
-Oye, tampoco hay que pasarse. Terminemos ya el trabajo y que no sufra más, no hay sentido en seguir haciéndolo.
Cogí el mango de la espada ligera y la saqué con gran rapidez. Aproveché la superioridad numérica y su nerviosismo ante la situación para probar cosas nuevas. Lancé la espada ligera hacia el enemigo, el cual no tardó en esquivarla con suma facilidad. Mientras estaba distraído, salí corriendo hacia él para darle un puñetazo en la cara y terminarlo. Pero al estar cerca, empuñó la espada con gran decisión e hizo un tajo a la altura de mi hombro, lo que desencadenó en una pequeña herida en este.
Ya que me había quedado algo sorprendido y no me encontraba dispuesto para atacar, salté el escritorio que se posicionaba detrás de él (donde antes había estado descansando a la vez que bebía) y me quedé al otro lado de la habitación, dejándolo acorralado y sin posibilidades de escapar.
Cogí la espada que se encontraba clavada en la pared, me limpié un poco la herida y miré a mi acompañante.
¿Quién acaba con él? Me ha cansado.
-Oye, tampoco hay que pasarse. Terminemos ya el trabajo y que no sufra más, no hay sentido en seguir haciéndolo.
Cogí el mango de la espada ligera y la saqué con gran rapidez. Aproveché la superioridad numérica y su nerviosismo ante la situación para probar cosas nuevas. Lancé la espada ligera hacia el enemigo, el cual no tardó en esquivarla con suma facilidad. Mientras estaba distraído, salí corriendo hacia él para darle un puñetazo en la cara y terminarlo. Pero al estar cerca, empuñó la espada con gran decisión e hizo un tajo a la altura de mi hombro, lo que desencadenó en una pequeña herida en este.
Ya que me había quedado algo sorprendido y no me encontraba dispuesto para atacar, salté el escritorio que se posicionaba detrás de él (donde antes había estado descansando a la vez que bebía) y me quedé al otro lado de la habitación, dejándolo acorralado y sin posibilidades de escapar.
Cogí la espada que se encontraba clavada en la pared, me limpié un poco la herida y miré a mi acompañante.
¿Quién acaba con él? Me ha cansado.
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Parecía que mi compañero había cumplido con mis expectativas pues había conseguido intimidar a aquel pirata sin demasiada dificultar. ¿ Realmente aquella cabeza valía 10 millones ? Aquel tipo no parecía gran cosa pero no me extrañaba que valiera 10 millones puesto que hoy en día la piratería anda en auge y sobretodo a aumentado tras la guerra de Mariejoa. Supongo que el gobierno anda jugando con las recompensas para que los cazarrecompensas les hagan el trabajo sucio y así se puedan centrar en recuperarse de aquel gran golpe.
El pirata estaba arrinconado en un costado de la habitación por el que ahora debía ser mi compañero... No habría intervenido y habría dejado que el se hiciera cargo de no ser por un mal presentimiento que tenía. El arma de fuego aun andaba en su mano izquierda y parecía que aquel mal presentimiento que tenía se iba a cumplir. No estaba dispuesto a dejar que hirieran al camarero mientras yo no hacía nada así que me interpuse en la trayectoria de la bala y esta me alcanzo en un costado por suerte para mi salió tan fácil como entro por lo que no tendría que preocuparme por extraerla.
Tras vacilar por un segundo a causa del tiro envolví mi mano en un conjunto de llamas negras y rayos grises, tomé al pirata por la cabeza y lo estrellé contra el suelo entre gritos de dolor del individuo. El impacto hizo ceder las tablas que nos mantenían en el piso superior y caímos hasta llegar al primer piso, aplastando todos los piratas que habían a nuestro paso. El edificio se había mantenido a duras penas de pie después de aquello y yo estaba tumbado al lado del pirata que ahora tenía la cara como un cristo.¿ Estaría bien Lowell ?
- Low, sigues vivo estúpido camarero. - Dije entre carcajadas mientras apartaba la máscara de mi cara para poder respirar mejor. -
El pirata estaba arrinconado en un costado de la habitación por el que ahora debía ser mi compañero... No habría intervenido y habría dejado que el se hiciera cargo de no ser por un mal presentimiento que tenía. El arma de fuego aun andaba en su mano izquierda y parecía que aquel mal presentimiento que tenía se iba a cumplir. No estaba dispuesto a dejar que hirieran al camarero mientras yo no hacía nada así que me interpuse en la trayectoria de la bala y esta me alcanzo en un costado por suerte para mi salió tan fácil como entro por lo que no tendría que preocuparme por extraerla.
Tras vacilar por un segundo a causa del tiro envolví mi mano en un conjunto de llamas negras y rayos grises, tomé al pirata por la cabeza y lo estrellé contra el suelo entre gritos de dolor del individuo. El impacto hizo ceder las tablas que nos mantenían en el piso superior y caímos hasta llegar al primer piso, aplastando todos los piratas que habían a nuestro paso. El edificio se había mantenido a duras penas de pie después de aquello y yo estaba tumbado al lado del pirata que ahora tenía la cara como un cristo.¿ Estaría bien Lowell ?
- Low, sigues vivo estúpido camarero. - Dije entre carcajadas mientras apartaba la máscara de mi cara para poder respirar mejor. -
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El enmascarado se había pasado y había destruido un edificio gigantesco de un solo golpe, dejando a nuestra presa casi muerta. Me había caído desde muy alto, pero por suerte los cuerpos de los piratas habían frenado y amortiguado mi caída casi completamente. Me levanté y me quité el polvo de la ropa mientras decía unas palabras.
-Cabrón... Esas cosas se avisan, ¿sabes? - No pude evitar contagiarme de su risa - Y no te rías, que casi me matas.
Le dí una palmadita en la espalda a mi compañero y salí corriendo, quitando el cuerpo de sus manos.
-¡Corre! ¡Qué como nos vea la Marine nos mata! - Me puse a reír de nuevo por la situación - ¡Qué yo no quiero recompensa, aún!
Salí corriendo en dirección opuesta a la base marine, para luego dar un rodeo y acercarme a ella por el punto de acceso más difícil. Me acerqué al pabellón y entré por la puerta entreabierta a causa de la salida de los marines. Eran un poco tontos, la verdad. Le pasé al pirata a aquel hombre y le pedí una cosa:
-¿Lo puedes entregar tú? No es que me agrade mucho la compañía de marines.
-Cabrón... Esas cosas se avisan, ¿sabes? - No pude evitar contagiarme de su risa - Y no te rías, que casi me matas.
Le dí una palmadita en la espalda a mi compañero y salí corriendo, quitando el cuerpo de sus manos.
-¡Corre! ¡Qué como nos vea la Marine nos mata! - Me puse a reír de nuevo por la situación - ¡Qué yo no quiero recompensa, aún!
Salí corriendo en dirección opuesta a la base marine, para luego dar un rodeo y acercarme a ella por el punto de acceso más difícil. Me acerqué al pabellón y entré por la puerta entreabierta a causa de la salida de los marines. Eran un poco tontos, la verdad. Le pasé al pirata a aquel hombre y le pedí una cosa:
-¿Lo puedes entregar tú? No es que me agrade mucho la compañía de marines.
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Me levanté y oí el estúpido comentario de mi nuevo amigo, si lo hubiera avisado no habría tenido gracia, pensé para mi mismo. Segundos más tarde note una palmadita en mi espalda y acto seguido vi como Low salía a toda pastilla del lugar y me ponía al tanto de la situación. Tan pronto como oí lo que había dicho salí a la carrera tras él. Tras una buena caminata a un paso cuanto menos lento para alejarnos del lugar de los hechos lo más rápido posible y evitar meternos en problemas por fin llegamos al cuartel de la marina. Justo a nuestra llegada un par de patrullas salían del partió del cuartel y mientras se alejaban pude oír.
- Ha habido un derrumbamiento en un edificio al oeste, daos prisa tenemos que llegar antes de que se escaqueen los culpables. - Tras decir esto las dos patrullas se separaron y salieron tan rápido como les permitían sus piernas hacia el edificio que hacía unos minutos había sido reducido a escombros por mi culpa. -
Tras ver como aquella panda de patanes se alejaba entramos al recinto y el moribundo pirata me sorprendía al ser lanzado hacia mi por mi compañero. Su comentario me sorprendió pero la verdad es que para mi tampoco era lo más grato hacer entrega de aquel pirata a aquellos tipejos de la marina. En cualquier caso asentí pero le puse una condición:
- Esta bien yo lo entregaré y hablaré pero tienes que acompañarme. - Dije segundos antes de situar el cuerpo moribundo en mi hombro y echar mano a mi mochila con la mano que me quedo libre. - Saqué de esta una máscara idéntica a la mía y se la lancé al gyojin. - Pontela por si se complican las cosas, no quiero que tengas problemas con tu carrera como caza recompensas por el altercado que hice hace un rato . - Tras decir esto y sin esperar ninguna respuesta por su parte crucé el patio que llevaba a la sede y entre en esta esperando que me siguiera. -
Como era de esperar de una base de la marina todo tenía un aspecto impoluto. El suelo, las paredes, las mesas incluso las plantas estaban bien cuidadas... Estaba claro que la explotación a los cadetes era bastante común en aquella base por el estado en el que estaba esta. Sin pensarlo mucho me acerqué a lo que debía ser "la recepción" pues habían un par de marines al cargo de ese pequeño puesto y tan pronto como llegué lancé el cuerpo del pirata sobre la mesa que había allí.
- Venimos a cobrar la recompensa por la cabeza de este pirata. - Tras decir esto puse el cartel de se busca sobre este y miré de nuevo a los marines. - A que esperan para comprobar su identidad. - Dije en un tono serio y desafiante que pareció intimidar a los cabos pues tan pronto como lo dije empezaron a realizar la tarea a una velocidad increíble. -
Tardaron un par de minutos en yendo y viniendo mientras comprobaban que realmente aquel era el tipo por el que se ofrecía la recompensa. Tras confirmarlo pudimos ver como los marines salían con un par de maletines en los que debía estar todo el dinero. Tomé uno y se lo lancé a mi acompañante y acto seguido cogí el otro, tan pronto como teníamos los maletines y sin mediar palabra con los marines salimos de la base.
- Ha habido un derrumbamiento en un edificio al oeste, daos prisa tenemos que llegar antes de que se escaqueen los culpables. - Tras decir esto las dos patrullas se separaron y salieron tan rápido como les permitían sus piernas hacia el edificio que hacía unos minutos había sido reducido a escombros por mi culpa. -
Tras ver como aquella panda de patanes se alejaba entramos al recinto y el moribundo pirata me sorprendía al ser lanzado hacia mi por mi compañero. Su comentario me sorprendió pero la verdad es que para mi tampoco era lo más grato hacer entrega de aquel pirata a aquellos tipejos de la marina. En cualquier caso asentí pero le puse una condición:
- Esta bien yo lo entregaré y hablaré pero tienes que acompañarme. - Dije segundos antes de situar el cuerpo moribundo en mi hombro y echar mano a mi mochila con la mano que me quedo libre. - Saqué de esta una máscara idéntica a la mía y se la lancé al gyojin. - Pontela por si se complican las cosas, no quiero que tengas problemas con tu carrera como caza recompensas por el altercado que hice hace un rato . - Tras decir esto y sin esperar ninguna respuesta por su parte crucé el patio que llevaba a la sede y entre en esta esperando que me siguiera. -
Como era de esperar de una base de la marina todo tenía un aspecto impoluto. El suelo, las paredes, las mesas incluso las plantas estaban bien cuidadas... Estaba claro que la explotación a los cadetes era bastante común en aquella base por el estado en el que estaba esta. Sin pensarlo mucho me acerqué a lo que debía ser "la recepción" pues habían un par de marines al cargo de ese pequeño puesto y tan pronto como llegué lancé el cuerpo del pirata sobre la mesa que había allí.
- Venimos a cobrar la recompensa por la cabeza de este pirata. - Tras decir esto puse el cartel de se busca sobre este y miré de nuevo a los marines. - A que esperan para comprobar su identidad. - Dije en un tono serio y desafiante que pareció intimidar a los cabos pues tan pronto como lo dije empezaron a realizar la tarea a una velocidad increíble. -
Tardaron un par de minutos en yendo y viniendo mientras comprobaban que realmente aquel era el tipo por el que se ofrecía la recompensa. Tras confirmarlo pudimos ver como los marines salían con un par de maletines en los que debía estar todo el dinero. Tomé uno y se lo lancé a mi acompañante y acto seguido cogí el otro, tan pronto como teníamos los maletines y sin mediar palabra con los marines salimos de la base.
Lowell
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fuerza
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Agilidad
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Precisión
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Aceptaba mi propuesta pero a cambio imponía una condición que me daba escalofríos. Él lo entregaba, hablaba y hacía todo pero a cambio debía acompañarlo dentro. Eso y nada eran lo mismo, al menos para mí. Acto seguido, me pasó una especie de máscara extraña. Me aconsejó que me la pusiera y así lo hice, pues no quería tener ningún problema en estos momentos. Entramos a la base, la cual era casi nueva para mí pues solamente había entrado una o dos veces a entregar piratas. Como la recordaba, estaba limpia a más no poder, desde el techo hasta el suelo, paredes y muebles.
Ignoré toda esa limpieza y nos acercamos a lo que parecía ser una recepción pues dos marines se encargaban de ella. El chico lanzó el moribundo pirata delante de los nerviosos cadetes y les mandó verificar su identidad, su recompensa y todo el papeleo en general. Uno de ellos se acercó a mí, temblando y con voz entrecortada.
-M... ¿Me deja su certificado de cazarrecompensas?
No me gustaba hacerlo nunca, pero no habría más remedio. Acerqué mi mano al bolsillo de la camisa y saqué un papelito que me dieron, el cual al parecer demostraba que era un cazarrecompensas legalmente. Se lo di y en un momento lo validó, sacando dos maletines que le entregaron a mi acompañante. Él me pasó uno y el recluta me dio mi certificado.
Salí de la base con el maletín y una sonrisa, pues tenía 5 millones en mi poder. Hasta que salí de la base marine no me alejé de mi compañero, estando cerca suya. Ya cuando nos alejamos, me fui en dirección a mi casa mientras que miraba a Shi. ¿Ya nos despedíamos? Le hice una seña de despedida y me fui alejando.
Ignoré toda esa limpieza y nos acercamos a lo que parecía ser una recepción pues dos marines se encargaban de ella. El chico lanzó el moribundo pirata delante de los nerviosos cadetes y les mandó verificar su identidad, su recompensa y todo el papeleo en general. Uno de ellos se acercó a mí, temblando y con voz entrecortada.
-M... ¿Me deja su certificado de cazarrecompensas?
No me gustaba hacerlo nunca, pero no habría más remedio. Acerqué mi mano al bolsillo de la camisa y saqué un papelito que me dieron, el cual al parecer demostraba que era un cazarrecompensas legalmente. Se lo di y en un momento lo validó, sacando dos maletines que le entregaron a mi acompañante. Él me pasó uno y el recluta me dio mi certificado.
Salí de la base con el maletín y una sonrisa, pues tenía 5 millones en mi poder. Hasta que salí de la base marine no me alejé de mi compañero, estando cerca suya. Ya cuando nos alejamos, me fui en dirección a mi casa mientras que miraba a Shi. ¿Ya nos despedíamos? Le hice una seña de despedida y me fui alejando.
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- [Pasado][Privado] Relajándose en el cuartel (Privado Nocturne93 & Gusi)
- El lento fulgor de ilusiones tintadas
- El lento discurrir de viaje de huida eterno (Diario: entrada 20-29) [PASADO]
- [privado] Descubriendo aliados. Vagando por el cuartel. (Privado Nocturne y León Zaid)
- [Privado][Pasado] Un alto en el camino. [Privado: Azuka & Nocturne93]
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