¿Lámpara de Plasma? ¿Dónde? [Dark VS Yazori]

A pesar de mantener todo en su orden, Dark no estaba muy seguro sobre lo que tenía que hacer. Era estratégico, y tenía un gran plan para derrocar al gobierno mundial. Volverse shichibukai, y atacarlo desde dentro. Pero no era tan sencillo; no podía atacar a los demás shichibukais, ya que en el estado en el que se encontraba, sería derrotado fácilmente. Así que debía acceder al diálogo. No conocía bien a los shichibukais, pero al tratarse de una mujer, su objetivo era Yazori Sky. La grulla negra. Debía cruzar los dedos en un intento de suerte de que su plan saliese bien; si no lo hacía, habrían cartas abiertas de que moriría. Pero se encontraba en Marineford, él no era un criminal y estaba en un lugar público. Mientras no la molestase y realizara bien la conversación, no podría matarle o intentar atacarle... O eso debía creer, ya que lo que estaba intentando hacer, dependía totalmente de la suerte. "Este es el paso más cercano para tirar a esos bastardos de ahí arriba." pensó Dark, recordando una vez más los sucesos de Mariejoa.

Encontrarla no sería extraordinariamente difícil; la presencia más grande de la isla, o por lo menos la que podía detectar con su mantra, era la de la Shichibukai. Mientras caminaba entre civiles y marines descansando todos se sorprendían a su paso. Al fin y al cabo su tan alto puesto como cazador era la clave, y en lo que lograría basarse, para convencer a Yazori y que su plan fuera exitoso. Llegó, preguntando a la gente y buscando la presencia hasta la que parecía ser la casa de la shichibukai. Golpeó a la puerta frágilmente y esperó, firme y con las manos apoyadas en las caderas. Miró hacia su alrededor y vio la gente circular, extrañada de que un señor de la caza picara a la puerta de un shichibukai. El plan había comenzado.

Mientras el moreno esperaba, logró ver como la puerta se abría lentamente. Una pequeña rendija y un rostro detrás, casi como si de tímida forma se tratase, le observó atentamente. Tras varios segundos de silencio incómodo, Yazori dejó verse abriendo más la puerta. "No sabía que era así. Me esperaba algo más... Masculino." se dijo a si mismo mientras intentaba no fijarse en la joven. Suspiró y elevó la cabeza, un poco más de lo normal; si no, no podía establecer contacto visual con ella, ya que era más algo más alta. Eso le extrañaría en cierta forma si no viviera en un mundo lleno de semi-gigantes y gigantes, claro.

Tras la pregunta y exclamar de que ya tenía planes, Dark tragó saliva de forma lenta y comenzó su plan. "Necesito hablar con usted, señorita Yazori." dijo con una sonrisa tranquila mirándola hacia los ojos. "No sé si me conocerá..." tomó una pausa para intentar coger su mano y besarla si se dejaba. "Te tutearé si no te importa. Iré al grano, Yazori. He pasado bastante tiempo viendo tu rostro en los periódicos, siguiéndote en las reuniones de Shichibukai. Me pareces de las más útiles hacia el gobierno, por eso mismo, quiero proponerte algo."

Sacó una rosa blanca de debajo de su americana y después se la tendió en la mano para dedicarle una gran sonrisa. Bajó sus gafas de sol para ver bien su reacción mientras llevaba la mano dracónica a su cabeza, mostrando un gesto tímido pero confiado a la vez. Eso les encantaba.


Tras observar su reacción, volvió a tomar la mano de la joven, esta vez intentando entrelazar sus dedos con los de ella. Sacó con la otra mano del bolsillo dos entradas hacia un barco-teatro que pasaba cerca de Marineford, y la actuación era para aquella misma tarde. Si colaba, en el teatro le propondría que renegase a su puesto de Shichibukai. "Quiero enseñarte lo útil que puedo ser. Me gustaría estar con mis hijas, como siempre, pero puedo dedicarte una tarde. Todo sea por conocernos mejor. Mis hijas ya tienen sus años, pero sus madres murieron..." alegó soltando a propósito que tenía hijas y estaba viudo. Le extrañaría, al fin y al cabo. Dark se veía muy joven gracias a la criogenización por la que había pasado. Si sabía que tenía familia y tenía suerte, seguramente le daría hasta pena.