Límite de tiempo : Sin fecha límite.
Escenario : Isla de Lupus
Condiciones :
-Sin muertes.
-Heridas, magulladuras, pupitas y amputaciones (Aunque no habrán) viables.
-Sin hakis, sin poderes, sin power ups, sin técnicas y sin objetos- A no ser que ambos contendientes decidan usarlos.
-Ambos deberán ir vestidos con traje de payaso.
-Combatirán montados en tigres, previamente domados por Alex, sin desmontar.
-Sus armas serán, únicamente, pistolas de agua.
-Se permite la destrucción del lugar de combate.
-El perdedor será considerado eternamente un payaso. Al menos durante dos segundos tras terminar el enfrentamiento,
-Se permite la entrada de npc's que ambos contendientes decidan.
-Sin nomenclaturas.
-El combate será moderado y, en dicha moderación, solo se tendrá en cuenta la épica y el humor. No se valorará ortografía ni de forma similar a como se moderan los retos corrientes.
-El combate se llevará a cabo en un lugar oculto donde solo los combatientes y los npc's decididos por ellos puedan estar.
-Que la fuerza sea contigo y siempre estaré aquí *señala el corazón del interlocutor*, Forrest Gump.
Dark Satou
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Oh, la isla de Lupus. Hacía muy poco que Álex la había conquistado y eso le indignaba al moreno. ¿Por qué no había confiado en él para ir? A pesar de que su líder le recalcara una y otra vez de que era una sorpresa para el gremio, le molestaba en cierta parte no haber asistido a una gran pelea campal. Dark se encontraba al lado de la estatua del moreno esperando para tener unas palabras con este. Más que nada, para hablar de cómo Dark había destrozado varias casas. Seguramente le regañaría y los carpinteros de la isla lo volverían a arreglar. Por cuarta vez consecutiva en aquel mismo día. "¡Joder! ¿Cómo entreno lo de moverme a la velocidad de la luz?" se dijo a si mismo mientras cruzaba sus brazos y observaba el traje que portaba en aquel momento. Tal vez no había descrito la escena bien. Unos zapatos bien grandes. Pantalones holgados con estampados en círculos por todos lados. Una camisa metida por estos que también le quedaba gigante. Llevó la mano hacia su cabeza y palpó el gran sombrero. Después la bajó hacia la nariz e hizo sonar la bola que había en esta.
Dark montó en el tigre y cayó al suelo de bruces. Volvió a montar y el tigre volvió a tirarlo. Iluminó las dos manos poniendo cara de esparto mientras subía hacia este usando únicamente las piernas. Volvió a tirarlo. "¿En serio, Álex?..." exclamó ofendido. Se acercó al tigre por delante y lo miró a los ojos. "Álex es el puto amo, rey de los cazadores. El que mejor baila de toda la isla." El tigre asintió, permitiendo montarle entonces. Montar de hispano, no de latino, por favor. Pero Dark accedió a los lomos de la montura con lágrimas entre sus ojos. Él era el que mejor bailaba de toda la isla, y eso le dolía tan profundamente que provocaba que su lagrimal generase aquel líquido tan poco varonil. Elevó las manos hacia el cielo y dio un grito en vano. "くそー!" Dijo en voz alta con toda su rabia. El tigre volvió a tirarlo. "Ya ni puedo hablar en idiomas que desconozco al azar." Alegó ofendido mientras miraba al tigre. Ahora solo quedaba esperar a Álex y mantener una disputa sobre los gastos que había generado Dark con los destrozos. Cinco millones de berries llevaba ya... en una hora.
Dark montó en el tigre y cayó al suelo de bruces. Volvió a montar y el tigre volvió a tirarlo. Iluminó las dos manos poniendo cara de esparto mientras subía hacia este usando únicamente las piernas. Volvió a tirarlo. "¿En serio, Álex?..." exclamó ofendido. Se acercó al tigre por delante y lo miró a los ojos. "Álex es el puto amo, rey de los cazadores. El que mejor baila de toda la isla." El tigre asintió, permitiendo montarle entonces. Montar de hispano, no de latino, por favor. Pero Dark accedió a los lomos de la montura con lágrimas entre sus ojos. Él era el que mejor bailaba de toda la isla, y eso le dolía tan profundamente que provocaba que su lagrimal generase aquel líquido tan poco varonil. Elevó las manos hacia el cielo y dio un grito en vano. "くそー!" Dijo en voz alta con toda su rabia. El tigre volvió a tirarlo. "Ya ni puedo hablar en idiomas que desconozco al azar." Alegó ofendido mientras miraba al tigre. Ahora solo quedaba esperar a Álex y mantener una disputa sobre los gastos que había generado Dark con los destrozos. Cinco millones de berries llevaba ya... en una hora.
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