Aoshi Saito
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Exp:
0
Nivel:
1
Alineamiento:
Caótico bueno
Nombre:
Aoshi Saito
Apodo:
Destello Escarlata
Edad:
26 años
Sexo:
Varón
Raza:
Humano
Rango social:
Bajo
Profesiones:
Principal: Espadachín Sendero de la Espada [Especialización]
Secundarias: Médico cirujano y Artista escultor
Poderes:
Akuma no mi:
Ninguna
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Battōjutsu
-Ejecución: Aoshi es un espadachín increíblemente diestro, aunque tiende a evitar empezar los combates por lo que se basó en un estilo de lucha que priorizaba la defensa o, a lo sumo, era un modo veloz de contraatacar. Con la espada envainada, hace un rápido movimiento para desenvainarla y cortar sin que pueda evitarse por la dificultad al prever la dirección. Trata de envainar el arma siempre que puede para repetir este estilo, aunque se maneja perfectamente con otros modos de combate.
Descripción física:
Aoshi es un hombre alto, de 1’80 metros y con un peso que ronda los setenta kilos. Su postura siempre es calmada pero segura. Siempre se le ve erguido. Sus ropajes, de corte oriental, tienden a ser blancos o muy claros en la parte inferior y rojizos en las prendas superiores. Porta calzado típico de Wano. Sus manos son grandes y llenas de callosidades por el uso de la espada y su afición por la escultura. Sus ojos son celestes y su cabello, lo más característico en él, es rojo. Su rostro es serio y sereno. Siempre lo lleva largo y en una coleta para evitar que sea molesto. Su katana lo acompaña en todo momento atada a su costado izquierdo. En su mejilla luce una cicatriz en forma de cruz ya curada. Sus músculos están definidos aunque no es extremadamente musculoso. Su torso luce algunas cicatrices pero, en especial, su espalda es la más castigada. Su infancia y su padre le regalaron varias marcas hechas a latigazos y a hierros candentes.
Descripción psicológica:
Aoshi se rige por sus propias normas y código moral. El sentido del honor y de la ley de los samuráis que pueblan su hogar no le agrada y no lo sigue. A sus ojos, él es quien forja su propio destino y, por lo tanto, es el único que puede decidir cómo sus acciones. Es altruista, bondadoso y no discrimina por nada. No le gusta meterse en problemas y tiende a evitarlos siempre, aunque no hay momento en el que no esté preparado para afrontarlos pues no teme a nada más que a romper sus ideales. No es un asesino y no tiene crueldad en su interior, pero llegará a matar si es la única opción pues, después de todo, es un guerrero y aquellos que empuñan un arma deberían estar preparados para morir. Es serio y, aunque le gustan las bromas, no tiende a hacerlas. Es bastante humilde y callado, por lo que es difícil conocerlo. Aunque confía con facilidad en la gente que considera “buena”, suele ser muy desconfiado con todo aquel que no conoce. No juzga por el aspectos pero es muy crítico con las acciones de todos y una sola acción mala puede hacerle cambiar la opinión de una persona.
Gustos:
Le encanta la escultura tanto para observarla como para crearla. Leer poesía y observar el paisaje son dos de sus aficiones. También le encanta la buena música y el arte de la espada. Siempre practica porque le encanta sentirse uno con su arma. La brisa fresca siempre le motiva y alegra.
Desagrados:
La muerte. Aunque es un guerrero y lucha por su vida, le desagrada matar y ver a otros morir. Los olores fuertes y desagradables son detestables para él. Odia a la gente que repudia o juzga a otros sin conocerlos. Los sabores ácidos no le gustan y le desagrada el arte abstracto o que carece de belleza visual para él.
Habilidades:
El combate con la espada es su fuerte, ha centrado toda su vida en él. También es muy diestro con las artes marciales y con las manualidades. Tiene mucha facilidad para crear esculturas y manejar objetos pequeños. Es muy observador y tiene una gran memoria. Los juegos de estrategia se le dan bastante bien.
Torpeza:
No sabe nadar. Nunca lo ha necesitado y tampoco lo ha intentado. No sabe dibujar y, por mucho que lo intente, se le da bastante mal. Tratar con la gente no es su fuerte ya que siempre actúa de forma sincera y, si alguien no le gusta, lo mostrará sin problemas. No es buen músico y no sabe tocar ningún instrumento.
Armas:
Historia:
Aoshi nació bajo el yugo del gran Makoto Saito, un samurai poderoso y temido en toda la provincia. Era la mano derecha de su daimyo y un guerrero formidable. Sin embargo era un fracaso como padre. El chico siempre se vio falto de una figura paterna y del cariño que solo un padre podía darle. Sin embargo siempre pudo contar con su madre, una mujer tierna y amorosa. Al menos durante su infancia. Durante su adolescencia se vio solo ya que su madre murió en extrañas circunstancias que siempre achacó a su padre. Solo y sin nadie que lo apoyara, Aoshi se vio obligado a soportar a un padre que lo golpeaba y maltrataba constantemente y solo encontró la paz en el sendero de la espada. Se convirtió en un diestro espadachín y olvidó todas sus frustraciones y su dolor acompañado de su katana. Cierto día, casi en su mayoría de edad, su padre llegó a casa acompañado de dos hombres. Por si aguantar a Makoto era insuficiente, los tres decidieron golpearlo y humillarlo.
Cansado del maltrato, Aoshi se hizo con su espada y advirtió que atacaría a cualquiera que volviera a golpearlo. Pensando que era una broma o a causa de la falsa valentía imbuida por el alcohol, los dos “invitados” se lanzaron contra él. Jamás había combatido con alguien en una lucha real, jamás había derramado sangre ajena, jamás había intercambiado espadazos fuera de un entrenamiento… pero jamás había pensado que no llegaría ese momento. Las espadas silbaron en el aire y el metal acarició al metal hasta que la espada del chico sesgó el cuello de uno de los atacantes y atravesó el pecho del otro. En enfrentamiento había terminado. Habían apostado su vida y habían perdido. Makoto, enfurecido, se abalanzó sobre su hijo y le propinó un certero corte en la mejilla. La furia llenó el corazón de Aoshi que luchó con su padre para evitar que este lo matara. El sake que había tomado aquel hombre era fuerte, pero el chico no podía culpar al licor esta vez, su padre siempre lo había preferido muerto y esta era la excusa perfecta.
El enfrentamiento fue duradero y arduo, pero el chico acabó venciendo a su progenitor y lo hirió de muerte. “Ahora tendrás una cicatriz hecha por mí, una marca que llevarás siempre para recordar tu vergüenza”. Le dijo el hombre. Pero Aoshi no se lo iba a permitir, no dejaría que aquel hombre lo marcara para siempre a ojos de todos. Utilizó su propia katana y se realizó otro corte sobre el que ya tenía creando una herida en forma de cruz. La marca era suya, la había hecho suya. Su espalda ya lucía el odio de su padre pero no iba a permitir que su rostro también lo portara. Dejó el cadáver de su progenitor en la casa y se marchó. Tras pedir a un herrero que forjara su katana con un color rojo en la hoja se dedicó a venderse como mercenario en contra del honor de cualquier samurai. Sin embargo solo se vendía a causas que él consideraba justas.
Mar de origen:
Nuevo Mundo, Wano
Pertenencias:
Su espada
Sueños:
Vivir a su manera y bajo sus ideales siempre. No tiene grandes ambiciones ni deseos, vive la vida día a día enfrentándose a todo lo que surja sin miedo y fiel a sí mismo.
0
Nivel:
1
Alineamiento:
Caótico bueno
Nombre:
Aoshi Saito
Apodo:
Destello Escarlata
Edad:
26 años
Sexo:
Varón
Raza:
Humano
Rango social:
Bajo
Profesiones:
Principal: Espadachín Sendero de la Espada [Especialización]
Secundarias: Médico cirujano y Artista escultor
Poderes:
Akuma no mi:
Ninguna
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Battōjutsu
-Ejecución: Aoshi es un espadachín increíblemente diestro, aunque tiende a evitar empezar los combates por lo que se basó en un estilo de lucha que priorizaba la defensa o, a lo sumo, era un modo veloz de contraatacar. Con la espada envainada, hace un rápido movimiento para desenvainarla y cortar sin que pueda evitarse por la dificultad al prever la dirección. Trata de envainar el arma siempre que puede para repetir este estilo, aunque se maneja perfectamente con otros modos de combate.
Descripción física:
Aoshi es un hombre alto, de 1’80 metros y con un peso que ronda los setenta kilos. Su postura siempre es calmada pero segura. Siempre se le ve erguido. Sus ropajes, de corte oriental, tienden a ser blancos o muy claros en la parte inferior y rojizos en las prendas superiores. Porta calzado típico de Wano. Sus manos son grandes y llenas de callosidades por el uso de la espada y su afición por la escultura. Sus ojos son celestes y su cabello, lo más característico en él, es rojo. Su rostro es serio y sereno. Siempre lo lleva largo y en una coleta para evitar que sea molesto. Su katana lo acompaña en todo momento atada a su costado izquierdo. En su mejilla luce una cicatriz en forma de cruz ya curada. Sus músculos están definidos aunque no es extremadamente musculoso. Su torso luce algunas cicatrices pero, en especial, su espalda es la más castigada. Su infancia y su padre le regalaron varias marcas hechas a latigazos y a hierros candentes.
- Imágenes:
Descripción psicológica:
Aoshi se rige por sus propias normas y código moral. El sentido del honor y de la ley de los samuráis que pueblan su hogar no le agrada y no lo sigue. A sus ojos, él es quien forja su propio destino y, por lo tanto, es el único que puede decidir cómo sus acciones. Es altruista, bondadoso y no discrimina por nada. No le gusta meterse en problemas y tiende a evitarlos siempre, aunque no hay momento en el que no esté preparado para afrontarlos pues no teme a nada más que a romper sus ideales. No es un asesino y no tiene crueldad en su interior, pero llegará a matar si es la única opción pues, después de todo, es un guerrero y aquellos que empuñan un arma deberían estar preparados para morir. Es serio y, aunque le gustan las bromas, no tiende a hacerlas. Es bastante humilde y callado, por lo que es difícil conocerlo. Aunque confía con facilidad en la gente que considera “buena”, suele ser muy desconfiado con todo aquel que no conoce. No juzga por el aspectos pero es muy crítico con las acciones de todos y una sola acción mala puede hacerle cambiar la opinión de una persona.
Gustos:
Le encanta la escultura tanto para observarla como para crearla. Leer poesía y observar el paisaje son dos de sus aficiones. También le encanta la buena música y el arte de la espada. Siempre practica porque le encanta sentirse uno con su arma. La brisa fresca siempre le motiva y alegra.
Desagrados:
La muerte. Aunque es un guerrero y lucha por su vida, le desagrada matar y ver a otros morir. Los olores fuertes y desagradables son detestables para él. Odia a la gente que repudia o juzga a otros sin conocerlos. Los sabores ácidos no le gustan y le desagrada el arte abstracto o que carece de belleza visual para él.
Habilidades:
El combate con la espada es su fuerte, ha centrado toda su vida en él. También es muy diestro con las artes marciales y con las manualidades. Tiene mucha facilidad para crear esculturas y manejar objetos pequeños. Es muy observador y tiene una gran memoria. Los juegos de estrategia se le dan bastante bien.
Torpeza:
No sabe nadar. Nunca lo ha necesitado y tampoco lo ha intentado. No sabe dibujar y, por mucho que lo intente, se le da bastante mal. Tratar con la gente no es su fuerte ya que siempre actúa de forma sincera y, si alguien no le gusta, lo mostrará sin problemas. No es buen músico y no sabe tocar ningún instrumento.
Armas:
- Aka Uta:
- Katana típica de los samurais de Wano con una única diferencia, la hoja es totalmente roja.
Historia:
Aoshi nació bajo el yugo del gran Makoto Saito, un samurai poderoso y temido en toda la provincia. Era la mano derecha de su daimyo y un guerrero formidable. Sin embargo era un fracaso como padre. El chico siempre se vio falto de una figura paterna y del cariño que solo un padre podía darle. Sin embargo siempre pudo contar con su madre, una mujer tierna y amorosa. Al menos durante su infancia. Durante su adolescencia se vio solo ya que su madre murió en extrañas circunstancias que siempre achacó a su padre. Solo y sin nadie que lo apoyara, Aoshi se vio obligado a soportar a un padre que lo golpeaba y maltrataba constantemente y solo encontró la paz en el sendero de la espada. Se convirtió en un diestro espadachín y olvidó todas sus frustraciones y su dolor acompañado de su katana. Cierto día, casi en su mayoría de edad, su padre llegó a casa acompañado de dos hombres. Por si aguantar a Makoto era insuficiente, los tres decidieron golpearlo y humillarlo.
Cansado del maltrato, Aoshi se hizo con su espada y advirtió que atacaría a cualquiera que volviera a golpearlo. Pensando que era una broma o a causa de la falsa valentía imbuida por el alcohol, los dos “invitados” se lanzaron contra él. Jamás había combatido con alguien en una lucha real, jamás había derramado sangre ajena, jamás había intercambiado espadazos fuera de un entrenamiento… pero jamás había pensado que no llegaría ese momento. Las espadas silbaron en el aire y el metal acarició al metal hasta que la espada del chico sesgó el cuello de uno de los atacantes y atravesó el pecho del otro. En enfrentamiento había terminado. Habían apostado su vida y habían perdido. Makoto, enfurecido, se abalanzó sobre su hijo y le propinó un certero corte en la mejilla. La furia llenó el corazón de Aoshi que luchó con su padre para evitar que este lo matara. El sake que había tomado aquel hombre era fuerte, pero el chico no podía culpar al licor esta vez, su padre siempre lo había preferido muerto y esta era la excusa perfecta.
El enfrentamiento fue duradero y arduo, pero el chico acabó venciendo a su progenitor y lo hirió de muerte. “Ahora tendrás una cicatriz hecha por mí, una marca que llevarás siempre para recordar tu vergüenza”. Le dijo el hombre. Pero Aoshi no se lo iba a permitir, no dejaría que aquel hombre lo marcara para siempre a ojos de todos. Utilizó su propia katana y se realizó otro corte sobre el que ya tenía creando una herida en forma de cruz. La marca era suya, la había hecho suya. Su espalda ya lucía el odio de su padre pero no iba a permitir que su rostro también lo portara. Dejó el cadáver de su progenitor en la casa y se marchó. Tras pedir a un herrero que forjara su katana con un color rojo en la hoja se dedicó a venderse como mercenario en contra del honor de cualquier samurai. Sin embargo solo se vendía a causas que él consideraba justas.
Mar de origen:
Nuevo Mundo, Wano
Pertenencias:
Su espada
Sueños:
Vivir a su manera y bajo sus ideales siempre. No tiene grandes ambiciones ni deseos, vive la vida día a día enfrentándose a todo lo que surja sin miedo y fiel a sí mismo.
Aoshi Saito
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Espacio reclamado para cosas de la ficha.
Dark Satou
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ficha aceptada. Pásate por registro de físicos y censo.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.