Cuidado con los revolucionarios [Moderado-D] [Aughsiax]

Saint Reia, una isla dirigida por revolucionarios, personas que odian la dictadura del gobierno. En aquella isla, había una pequeña ciudad, y además un castillo, en el cuál los revolucionarios dirigían. La isla parecía estar muy tranquila, estaba muy ordenada en todos los sentidos. Aunque dado a la ausencia de la marine, podría considerarse que es algo más fácil realizar delitos. ¿ Y donde estabas?, pues poca idea tienes de eso, ya que te encontrabas tirado en un callejón. En tu mano tenías una botella de sake, quizá esa sea la razón de que no recuerdes nada. El callejón era estrecho, alrededor había un bar, y un par de casas. A algunos metros lejos de ti te observaba un niño, extrañado de tu presencia. Podías ahuyentarlo de un susto. Además del bar cercano se escuchan unos ruidos, nada fuera de lo normal. La luz del sol ya empezaba a ocultarse, si que habías estado un largo tiempo durmiendo. Entonces, ¿qué harás?, podrías dar una vuelta por la ciudad, o ingresar al bar, o incluso divertirte asustando a aquel niño.

OFF:

Extraña sensación en la que me encontraba en ese momento, tantas veces de resaca y aun se sentía como la primera vez. Una sonrisa ilumino mi rostro.``Resaca... o borrachera... aún no encuentro la diferencia´´ Me llevé la mano al sombrero a la vez que apoyaba la otra en el suelo haciendo aplomo de mis fuerzas o de lo que quedara de ellas para levantar mi cuerpo que se sentía inerte. Abrí poco a poco los ojos y de la completa oscuridad pasé a una visión anaranjada del mundo. Era un callejón, ni idea de como había llegado ahí pero... ¿Acaso importaba? No, respuesta rápida y concluyente de la posiblemente única neurona cuerda que me dedaba. Levanté mi brazo y me llevé la botella a la boca, unas últimas gotas cayeron sobre mis secos labios efecto del alcohol. Lanzé tras de mi la botella vacía y observé a mi alrededor. Mis pertenencias no las llevaba encima, a saber donde habrían acabado esa noche. Me llevé la mano a la cabeza decepcionado por pésimo cuidado de mis objetos personales y eché a caminar para salir de aquel lugar. En el camino a salir de ahí había un niño, miré por encima de mis gafas y vi que empezaba a atardecer asi que me acerqué a el sonriendo.

-Chaval, ¿no te a dicho tu madre que por la noche es cuando cazan los lobos?

Bajé la cabeza para mirarlo ahora que estaba tan pegado a el y le ganaba la altura aprovechando mi maquiavelica sonrisa con una caida de mis gafas hacia la punta de mi nariz mostrando mis rojizos ojos tapados por el pelo.

Así te levantabas extrañado de lo que te había sucedido. No fue muy difícil darte cuenta de que eso era obra de una borrachera. Pero ya estabas acostumbrado a eso, o algo así. Frente a ti observabas a un pequeño niño, el cuál detenido te observaba, y tu endemoniado genio te hacía ir y tratar de asustarlo. El niño pronto se intimidó, y al verte cerca de él, retrocedió unos pasos, y dejo caer un par de lágrimas. Para luego salir corriendo, alejándose rápidamente de ti.

- ¡¡Papá!!- Gritó el niño mientras salia despavorido. Pero si te fijabas, no había un alma cerca de ese lugar, así que no tenías que preocuparte de que su padre sea alguien fuerte, o ¿sí?. Pero bueno, dejando de lado eso, los ruidos en el bar ahora son más fuertes, se escuchaba el sonido de vidrios rotos, quizá una pelea ocurría en ese lugar. Y, aún no sabías donde te encontrabas, o si tus pertenencias se encontraban en algún lugar en la isla. Lo que podías hacer ahora, era ingresar en aquel bar y curiosear lo que ocurría ahí, o sólo explorar alrededor de la isla, que era muy tranquila por cierto, y buscar respuestas de como habías llegado a esta isla.

Entonces te acercabas a aquel bar, y desde la puerta observabas algo cauteloso, por ahora. En este como era de esperarse, había una fuerte pelea entre la mayoría de personas del bar. Pero espera, la seguridad del bar... no, están tirados en el suelo. Mientras observabas que un pequeño grupo de hombres permanecían ajenos a la pelea, uno de ellos se percataba de tu presencia y hacía un gesto con la mano, indicando que te le acercaras. No parecía tener malas intenciones a simple vista. Y de vuelta al grupo que estaba peleando,  uno de ellos se acercaba a ti, mientras subía la manga de su camisa.

- Oye tú, ¿qué estas mirando?- Dijo mientras se acercaba lentamente hacia ti. Era un tipo pequeño, y no parecía ser alguien fuerte. De hecho y no te causaria ningún problemas en acabar con el. Pero, llamarías la atención, algo que podría resultar peligroso, quizá. Podrías intentar ignorarlo, o golpearlo. Además estan aquel tipo que te llamo haceun momento, que también parece ser alguien importante, ya que nadie se mete con él.

Nada mas entrar al bar mi rostro se iluminó, una hermosa escena de pelea típica de bar. Nadie se salvaba y estaba apunto de unirme cuando vi que un hombre ajeno a todo me llamaba. Era extraño, nadie se salva en una pelea de borrachos pero el parecia estar despreocupado e incluso se podría decir que acostumbrado a esa situación. Llamo mi atención asi que decidi acercarme a el pero algo se interponia en mi camino, uno de los hombres que se peleaba se acercaba a mi remangandose la camisa buscando pelea.
-No sabia que se prohibia mirar
Dije entre risas mientras evadia al hombre y me acercaba al que me llamaba. Si el tipo insistia evadiria su golpe e intentaria propinarle un rodillazo en la cara para seguir mi camino.
-Espero sea tan interesante lo que me vas a decir como para que no siga callandoles.
Solté mientras me sentaba en una silla libre en la barra a su lado a la vez que llamaba al camarero y pedia una cerveza.

Evadías al hombre fácilmente, estaba muy boracho y caía detrás de ti, mientras te acercabas a aquel hombre que te había llamado. Te sentabas al lado de él, este sonreía mientras escuchaba tus palabras. Además el camarero asustado se te acercaba, aunque el tipo de tu costado intervino.- Yo pagaré lo que pida, y traeme una cerveza también.- Dijo mientras dejaba en la mesa gran cantidad de berries. El camarero cogió el dinero, y fue tras el pedido.

Mientras aquel hombre continuab a sonriendo. Vestía como un hombre normal, pero no era difícil darse cuenta de que era alguien importante, todos le guardaban respeto. No era un hombre mayor, tendría alrededor de 30 años.

- Hola, soy Mai... Nunca te había visto por acá. Eres nuevo en la isla.- Preguntó hablando en voz fuerte, todos a tu alrededor hacían mucho ruido y no se oía muy bien. Mientras eso el camarero dejaba dos grandes jarras de cerveza, tenían una buena pinta. Y Mai, tomaba un sorbo esperando tu respuesta.

-Dinero regalado nunca se rechaza

Dije entre una amplia sonrisa mientras veia llegar mi jarra y escuchaba a aquel hombre. La agarré en cuanto llego y le pegué un gran trago que mi garganta quemada y mis secos labios agradecieron como si nunca hubieran sido humedecidos en lo que llevaba de vida. La solte cuando vi que habia bajado la mitad seguido de un gran suspiro de alivio. Vi que termino de hablar pero entre el ruido de la gente y mi nuevo regalo me costo entenderlo aunque deduje la frase por palabras importantes.

-Se podria decir que lo soy...

Volvi a agarrar la jarra dispuesto a pegarle otro trago pero me di cuenta de la situacion y decidí aprovecharme de ella.

-Ya que parece que tu controlas parte aqui... no sabras si alguien ha encontrado un estuche con un violín dentro verdad?

Dije mientras acercaba mis gafas a mis ojos con un dedo y acercaba mis labios al filo de la caña deseosos de llenarse de su espesa espuma.

Mai tomaba otro gran sorbo, dejando a la mitad su jarra. Había oído tus palabras, y de hecho sabía algo sobre ese violín.- Hablas de un violín,, encontramos uno en frente del bar, ¿Es tuyo?- Preguntó, mientras un tipo se acercaba.- Maito-san, ha visto a su hijo, creí que vino a buscarlo.- Dijo el tipo, sentándose al lado de Mai, te ignoró por completo. Los dos empezaron a hablar sólos, al parecer el hijo de Mai se había perdido. Oh espera, tú viste aún niño hace rato, ¿No?, quizá... Bueno, escuchabas los murmureos de ellos, y además podías observar como poco a poco los hombres se cansaban de pelear, y todo el alboroto acababa.

Hasta que nuevamente Mai se volteaba a verte, y el otro tipo se alejaba. Esta vez tenía un rostro de preocupación, agarró la cerveza y acabó todo lo que tenía.- Yo... ¿No has visto a un pequeño niño afuera, es mi hijo, debo verlo?- Te dijo, con un tono de súplica. Entonces, no era tan difícil darse cuenta de que, el niño al que asustaste hace rato, era el hijo de Mai. Era probable que se enoje al saber que por tu culpa se perdió, o ¿no?. Pero bueno, podías decirle la verdad, o tan sólo mentirle hasta conseguir tu violín. O ayudarlo, quizá te recompense por eso...

-Si, es mio asi que si no es mucha molestia querria recuperarlo.

Volvi a beber de la jarra mientras oia la conversacion. Hablaban sobre un niño y mi mente no pudo evitar recordar al joven del callejon. Segui bebiendo tranquilamente y solte la jarra vacia en la barra mientras me quitaba los restos de espuma con una servilleta. Al ver que Mai me preguntaba sobre el crio no dude un momento.

-Si... Huyo de mi cuando le adverti los peligros de andar solo en un callejon con un hombre que dormia en la calle...

Le dije sonriendo a la vez que me levantaba del taburete y me dirigia hacia la puerta.

-Saldré a buscarlo, después de todo huyo de mi.

Sin esperar respuesta sali del bar y me dirigi al callejon de nuevo, si queria encontrar al chaval tendria que volver al ultimo lugar en el que lo vi y desde ahi intentar recordar hacia donde se fue.``Ven amigo, ahora el lobo solo es un amable perro que quiere jugar contigo´´

El tipo escucho tus palabras, no se alegró para nada. Sólo se limitó a observarte mientras salías hacia la puerta. Salías por esta y te acercabas al último lugar que lo habías visto. Después, Mai salía detrás de ti, y se acercaba nuevamente.- Oye, olvide preguntarte tu nombre. Bueno, ahora debo informarte de que no soy alguien común, soy un revolucionario. Y dado a eso el gobierno está detrás de mi. No estoy seguro de como sucedió esto, pero te la verás conmigo si algo le ha pasado a mi hijo.

DIjo para luego regresar al bar. NO era difícil darse cuenta de que probablemente el gobierno había capturado al pequeño, o en el mejor de los casos, estaba perdido en algún lugar. Bueno, sabías los problemas que habrían si tenías problemas con los revolucionarios, así que la mejor opción era buscar al pequeño. A tu alrededor habían dos calles, izquierda o derecha. El niño había ido por la derecha, así que deberías irte por hay. Además, ya estaba muy oscuro, y probablemente sería difícil encontrar al pequeño.

off:

-Je... No amenazes a quien te lo traerá vivo... Y ya podrás preguntarmelo cuando vuelva

Dije sonriendo mientras salia del bar. No tenía mis armas, tampoco a mi cuervo, sería un rescate entretenido. Opté por ir por la calle de la derecha puesto que por ahí había idio corriendo el pequeño. Iba a paso rápido fijandome en todo a mi alrededor con los 5 sentidos puestos en cualquier detalle que pudiera suceder. Ya oscurecía asi que tendria que encontrarle pronto o quien sabe si viviria para mañana.

Caminabas por la calle derecha, nada fuera de lo normal pasaba. Era un lugar amplio, con varios callejones. Si observabas en ellos, tampoco encontrabas mucho. Después de todo era de noche, y no mucha gente pasaba en la noche. Solo lograste encontrar a un hombre, que también caminaba por hay. No tenias muchas opciones, aquel hombre podía saber algo, o no.

``Mmm... me va a costar mas de lo que esperaba y no tengo ganas de tener que matar a Mai, me empezaba a caer bien´´ Pensaba mientras avanzaba por la calle sin ningún avance en la búsqueda del joven, pero no podía desistir. En medio de la calle apareció un hombre y al parecer era mi única esperanza de obtener alguna pista. En cuanto pude me planté frente a el.

-Oiga buen hombre, no habrá visto a un joven huyendo hará unos 10 minutos o a alguien con un niño a rastras o acompañandole??

Te parabas frente al hombre, quien extrañado a tu pregunta, parecía hacer memoria de lo que había visto. - Hablas de un niño. Pues hay muchos en la isla.- Respondía sarcásticamente.- Pero hace una rato, había visto a un pequeño pasar. Estaba algo asustado. Pero si quieres saber hacia donde se ha ido. Sólo sigue defrente.- Dijo mientras señalaba toda la calle por donde estabas yendo. Fue una pista casi inútil, pero de la nada, no muy lejano escuchabas los gritos de un niño, quizá sea él. Nada era seguro, pero provenían de dentro de una casa, y la puerta estaba abierta...

-Muchísimas gracias por su amabilidad. Y ahora si me disculpa

Dije sonriendo a la vez que hacia una reverencia con una mano en el sombrero y la otra a la espalda, seguido me endereze y caminé por donde me indicó haciendo caso omiso a su... humor, no estaba en condiciones de perder un segundo en abrirlo en canal con mis manos. Al ir avanzando escuché los gritos de un joven, las posibilidades de que fuera el eran de una entre diez mil pero no tenía otra pista. Avancé hacia la casa y una vez en la entrada toque con los nudillos en la puerta abierta.

-Buenas noches, siento molestar tan tarde, no estará por aqui el hijo de Mai por algún casual... ¿Vedad?

Con cada palabra mi boca se hacia agua puesto que las posibilidades de una pelea aumentaban a cada segundo. Además, mientras antes le encontrara, antes tendría mis pertenencias y podría irme de allí. Observé el interior de la casa a ver que encontraba en el interior.

Tocabas la puerta, y una anciana salía por la puerta. Tenía el rostro de amargada, y detrás de ella aparecía el niño. Este aun asustado de ti, se ocultaba detrás de la señora.- Eres tú su padre, entonces llevate al muchacho.- Dijo la señora, para luego de un golpe lanzar al muchacho. De seguro el niño se había refugiado en casa de la anciana, luego de irse corriendo.

Luego la señora cerraría la puerta. Mientras el niño en el suelo observaba aterrado tu figura. Pero, bueno, esto fue mas sencillo de lo que esperabas. Sólo faltaba que llevarás al niño a Mai, y quizá te de algo interesante.

Off:

-Muchas gracias señora

No había terminado la frase y ya la puerta estaba cerrada y el muchacho en el suelo. Esto estaba siendo demasiado fácil pero no me iba a quejar, mientras menos problemas mejor, un poco aburrido pero mucho mejor. Le tendí la mano al chaval para ayudarlo a levantarse.

-Ven levanta, ya no soy un lobo y tu padre esta preocupado.

Seguidamente en cuanto me cogiera la mano le ayudaria a levantarse y volvería hasta el bar con el al lado pendiente de que no pasara nada por el camino.

Off:

El niño era muy miedoso, era muy pequeño para entender lo que le querías decir, o muy inocente. Pero de la nada, el niño... ¿Se durmió?, si así fue. De la nada, podías oír leves ronquidos del joven. Ahora sería más simple, llevarlo a casa, o al bar con su padre. Pero eso sí, deberías procurar no levantarlo, podría despertar y causarte muchos problemas. Después de todo, esto te había salido muy fácil, y quien no querría eso. Ahora simplemente deberías regresar hacia el bar, en donde debería estar Mai, buscando a su hijo

-Oh bueno... mas sencillo pues
Lo cogi en peso y lo apoye en mi hombro para que siguiera durmiendo tranquilamente con cuidado de que no despertara. Cargado con el niño empeze a caminar despacio hacia el bar con cuidado de no hacer movimientos bruscos ni nada que pudiera despertar al pequeño y generarme problemas. En cuanto llegara al bar buscaria a Mai para darle la noticia.

El niño tranquilamente dormía en tu hombro. Lo del sueño era una enfermedad, narcolepsia. ALgo que hacía dormir de la nada a las personas, muy extraño encontrar esa enfermedad en algunas personas. Mientras, te dirijiste al bar, todo parecía tranquilo, todo esto no fue nada difícil en sí. Así, llegaste al bar, en la cuál varios tipos te interceptaron.

- El es el hijo de Mai.- Comentó uno, que fue al instante a traer a su líder. Este de te arrebataba de las manos a su preciado hijo. Soltó muchas lagrimas al verlo, no le importaba más que él. Entonces señalo hacía adentro del bar, al parecer tus cosas estaban hay, sólo debías ir allí y todo habría acabado, literalmente.