Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Era de día, Drake acababa de llegar a esa isla, unos amables mercaderes aceptaron llevarlo en su barco, y dado a eso estaba aquí. Planeaba tener una linda estadía en aquella isla de alrededor de unos días. Tan sólo hubo un pequeño problema, que aquella isla era la cuna de jóvenes marines, y por tanto un lugar repleto de estos. Esto preocupo al instante al peli azul, que a pesar de no ser muy conocido, debía tener extremo cuidado de no ser descubierto. Dado a eso, decidió no revelar su identidad en aquella isla, y partir de esta cuanto más pronto posible. Cuando llego a la ciudad, lo primero que hizo fue irse al primer bar que encontrara, un lugar en donde podría mezclarse entre los posibles delincuentes que se encontraran hay, un lugar seguro. Una muy astuta idea, ya que si intentan buscarlo, podía confundirse con otra persona, y así librarse de ese problema.
Quizá fue una muy inteligente idea hacer eso, o una pésima. Pero, logro encontrar el lugar indicado, ingreso a este y se sentó apartado de los demás, planeaba no intentar relacionarse con nadie más que él mismo. Sólo, hacer lo necesario para pasar desprevenido. Pero no demasiado, ya que sería demasiado obvio. Así que pidió una jarra de sake, a la cuál le daba pequeños sorbos, intentando de que nunca se terminara. Mientras, observaba a cada uno de las personas que se encontraban en aquel bar, intentado analizarlos desde aquel lugar, si alguien era un enemigo o amigo. Así pasaron los minutos, mientras Drake intentaba pasar varios horas de incógnito en aquel lugar. Pero de la nada, dos tipos empezaron a pelear. Ambos eran fuertes, ya que ni la misma seguridad del local logró detenerlos, El peli azul miraba extrañado a aquellos tipos, eran más fuerte de lo normal, pero no demasiado. De seguro si lo intentaba hubiera podido haberlos derrotado. Y poco a poco más personas se sumaron a aquella pelea, algunos se levantaban para probar suerte entre todos, y otros más inteligentes al parecer de Drake, esperaban pacientemente sentados observando el espectáculo.
Algunos minutos después, el dueño del bar se escapó hacia la calle, su intención era obvia: Denunciar todo el alboroto que estaban haciendo al primer grupo de marines o marine que encontrara. "Que bien, ahora vendrán hacia acá", pensaba el peli azul, mientras se ocultaba detrás de su melena azul, intentado de que nadie observara su rostro. Quizá se vería más sospechoso que los demás, pero era su única opción para intentar no causar problemas. Sabía que aún no era muy conocido, pero no quería empezar a serlo, y menos en un lugar tan peligroso como él. Así, ocultó detrás de su cabellera, esperaba la inminente llegada de la ley hacia el bar. Quizá su suerte lo haría pasar desapercibido ese día, o le esperaba otra fortuna.
Quizá fue una muy inteligente idea hacer eso, o una pésima. Pero, logro encontrar el lugar indicado, ingreso a este y se sentó apartado de los demás, planeaba no intentar relacionarse con nadie más que él mismo. Sólo, hacer lo necesario para pasar desprevenido. Pero no demasiado, ya que sería demasiado obvio. Así que pidió una jarra de sake, a la cuál le daba pequeños sorbos, intentando de que nunca se terminara. Mientras, observaba a cada uno de las personas que se encontraban en aquel bar, intentado analizarlos desde aquel lugar, si alguien era un enemigo o amigo. Así pasaron los minutos, mientras Drake intentaba pasar varios horas de incógnito en aquel lugar. Pero de la nada, dos tipos empezaron a pelear. Ambos eran fuertes, ya que ni la misma seguridad del local logró detenerlos, El peli azul miraba extrañado a aquellos tipos, eran más fuerte de lo normal, pero no demasiado. De seguro si lo intentaba hubiera podido haberlos derrotado. Y poco a poco más personas se sumaron a aquella pelea, algunos se levantaban para probar suerte entre todos, y otros más inteligentes al parecer de Drake, esperaban pacientemente sentados observando el espectáculo.
Algunos minutos después, el dueño del bar se escapó hacia la calle, su intención era obvia: Denunciar todo el alboroto que estaban haciendo al primer grupo de marines o marine que encontrara. "Que bien, ahora vendrán hacia acá", pensaba el peli azul, mientras se ocultaba detrás de su melena azul, intentado de que nadie observara su rostro. Quizá se vería más sospechoso que los demás, pero era su única opción para intentar no causar problemas. Sabía que aún no era muy conocido, pero no quería empezar a serlo, y menos en un lugar tan peligroso como él. Así, ocultó detrás de su cabellera, esperaba la inminente llegada de la ley hacia el bar. Quizá su suerte lo haría pasar desapercibido ese día, o le esperaba otra fortuna.
Rylanor
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Estaba muy a gusto. El estómago lleno tras una opípara comida, el sol calentando su cuerpo semidesnudo, y una cómoda hamaca sobre la que descansar. Sólo le faltaba un buen refresco y tal vez un chicle para mejorar la situación. O tal vez un chicle no. Esas cosas se le pegaban entre los dientes y eran odiosamente incómodas. Suspiró de felicidad, y se acomodó, cuando de repente comenzó a escuchar voces y ruidos de fondo. ¿Es que no se podía ni descansar un rato? Había decidido echarse a descansar en el patio del cuartel, pero parecía que había elegido un mal lugar. Al cabo de unos segundos, alguien se le acercó. Escuchó sus fuertes pasos resonar contra el suelo, y entonces una voz autoritaria resonó.
- ¡RECLUTA! ¿Qué narices haces ahí? ¡Levanta el culo, que tenemos trabajo! Hay una pelea en un bar cerca del puerto.
Kai gruñó, y abrió los ojos. ¿En serio tenían que confundirlo en cuanto se quitaba la chaqueta? Ya parecía Al. El marine se bajó de la hamaca, frotándose la cara con la mano derecha. En aquel momento vestía sólo un pantalón blanco de la Marina, dejando su musculoso torso al aire. Se calzó sus sandalias de madera y encaró al marine que le había gritado. Miró sus galones y sonrió para sí. Era tan sólo un cabo, y ya iba gritando a sus superiores. Fingió una sonrisa torpe y dijo:
- Lo siento oficial, no sabía que no podía tomarme una siesta en el patio.
- ¡Cállate! No te he dado permiso para hablar. Y muestra más respeto a tus superiores.
Kai había pensado en gastarle una bromilla, pero su paciencia tenía un límite. Su sonrisa se borró, y apretó su puño derecho con su fuerza. Pocos segundos después, el cabo volaba a lo largo del patio, cayendo al suelo de bruces y dando varios trompos antes de detenerse contra un muro. Se había partido la nariz, y tenía rascazos y golpes por todas partes a causa de su accidentado "vuelo". El airado luchador se crujió los nudillos, y recogió de una rama una chaqueta blanca. Se la colgó de los hombros, y se dirigió a la entrada. Se paró frente a un grupo de marines que le miraban un tanto intimidados, y les dijo:
- Llévense a este hombre a la enfermería - ordenó, con voz autoritaria - Dad la orden de que una vez lo hayan atendido, sea encerrado en los calabozos.
- ¡A sus órdenes, Comodoro! - dijeron, cuadrándose.
- Bien. Yo me encargaré de los disturbios del puerto. Dadme la dirección del bar, y mandadme a un grupo dentro de cinco... no, dos minutos para que vengan a llevarse a los arrestados.
Kai se dio la vuelta una vez se la dijeron, y salió del cuartel. Tenía sus razones para haber hecho aquello. No soportaba a los oficiales que abusaban de su posición para pasarse con los reclutas. Había soportado a gente así cuando entró en la Marina, y siempre que podía les daba una lección. No tan violenta normalmente, de hecho inicialmente tenía planeado ser más sutil (tal y como había hecho Al en su día), pero el tipo le había sacado de sus casillas. Se veía que era demasiado pasional para aquello... en ese sentido su nueva akuma le pegaba. Pensó en estrenar sus poderes en el bar, pero no le apetecía destrozarlo y tener que pagar la reparación al dueño, o herir a un inocente. No, se haría cargo de la situación a la antigua. En cuanto se acercó al local, comenzó a escuchar griterío dentro. Parecía estar armándose una buena. Entró, preparándose para lo peor, pero no se esperaba lo que encontró. Dentro se estaba formando la pelea de bar más bruta que había visto en años. Se crujió el cuello, carraspeó, y entonces gritó:
- ¡DETENEOS, EN NOMBRE DE LA MARINA! [Manual Draven]
Los presentes se pararon y se giraron a mirarle, pero al instante volvieron a comenzar a sacudirse. Iban armados con sillas, botellas, uno con un ganso... todo lo que había a mano parecía servir como arma improvisada. Una vena comenzó a marcarse en el cuello del cabreado Kai. Echó el puño derecho hacia atrás, y entonces dio un poderoso puñetazo al aire, generando una onda de choque que mandó volando a todos los participantes de la pelea por todo el local. Unos chocaron contra el techo o paredes, y otros salieron volando por las ventanas.
- ¡HE DICHO QUE OS PARÉIS!
Bueno, tal vez de una manera un poco bestia, pero había detenido la pelea. Pronto debería llegar el escuadrón que había solicitado para detener a los implicados, así que parecía que su parte se había acabado. Había causado algunos destrozos con su onda, pero con suerte podría atribuirlos a la pelea. Además, qué narices, había parado a los alborotadores.
- ¡RECLUTA! ¿Qué narices haces ahí? ¡Levanta el culo, que tenemos trabajo! Hay una pelea en un bar cerca del puerto.
Kai gruñó, y abrió los ojos. ¿En serio tenían que confundirlo en cuanto se quitaba la chaqueta? Ya parecía Al. El marine se bajó de la hamaca, frotándose la cara con la mano derecha. En aquel momento vestía sólo un pantalón blanco de la Marina, dejando su musculoso torso al aire. Se calzó sus sandalias de madera y encaró al marine que le había gritado. Miró sus galones y sonrió para sí. Era tan sólo un cabo, y ya iba gritando a sus superiores. Fingió una sonrisa torpe y dijo:
- Lo siento oficial, no sabía que no podía tomarme una siesta en el patio.
- ¡Cállate! No te he dado permiso para hablar. Y muestra más respeto a tus superiores.
Kai había pensado en gastarle una bromilla, pero su paciencia tenía un límite. Su sonrisa se borró, y apretó su puño derecho con su fuerza. Pocos segundos después, el cabo volaba a lo largo del patio, cayendo al suelo de bruces y dando varios trompos antes de detenerse contra un muro. Se había partido la nariz, y tenía rascazos y golpes por todas partes a causa de su accidentado "vuelo". El airado luchador se crujió los nudillos, y recogió de una rama una chaqueta blanca. Se la colgó de los hombros, y se dirigió a la entrada. Se paró frente a un grupo de marines que le miraban un tanto intimidados, y les dijo:
- Llévense a este hombre a la enfermería - ordenó, con voz autoritaria - Dad la orden de que una vez lo hayan atendido, sea encerrado en los calabozos.
- ¡A sus órdenes, Comodoro! - dijeron, cuadrándose.
- Bien. Yo me encargaré de los disturbios del puerto. Dadme la dirección del bar, y mandadme a un grupo dentro de cinco... no, dos minutos para que vengan a llevarse a los arrestados.
Kai se dio la vuelta una vez se la dijeron, y salió del cuartel. Tenía sus razones para haber hecho aquello. No soportaba a los oficiales que abusaban de su posición para pasarse con los reclutas. Había soportado a gente así cuando entró en la Marina, y siempre que podía les daba una lección. No tan violenta normalmente, de hecho inicialmente tenía planeado ser más sutil (tal y como había hecho Al en su día), pero el tipo le había sacado de sus casillas. Se veía que era demasiado pasional para aquello... en ese sentido su nueva akuma le pegaba. Pensó en estrenar sus poderes en el bar, pero no le apetecía destrozarlo y tener que pagar la reparación al dueño, o herir a un inocente. No, se haría cargo de la situación a la antigua. En cuanto se acercó al local, comenzó a escuchar griterío dentro. Parecía estar armándose una buena. Entró, preparándose para lo peor, pero no se esperaba lo que encontró. Dentro se estaba formando la pelea de bar más bruta que había visto en años. Se crujió el cuello, carraspeó, y entonces gritó:
- ¡DETENEOS, EN NOMBRE DE LA MARINA! [Manual Draven]
Los presentes se pararon y se giraron a mirarle, pero al instante volvieron a comenzar a sacudirse. Iban armados con sillas, botellas, uno con un ganso... todo lo que había a mano parecía servir como arma improvisada. Una vena comenzó a marcarse en el cuello del cabreado Kai. Echó el puño derecho hacia atrás, y entonces dio un poderoso puñetazo al aire, generando una onda de choque que mandó volando a todos los participantes de la pelea por todo el local. Unos chocaron contra el techo o paredes, y otros salieron volando por las ventanas.
- ¡HE DICHO QUE OS PARÉIS!
Bueno, tal vez de una manera un poco bestia, pero había detenido la pelea. Pronto debería llegar el escuadrón que había solicitado para detener a los implicados, así que parecía que su parte se había acabado. Había causado algunos destrozos con su onda, pero con suerte podría atribuirlos a la pelea. Además, qué narices, había parado a los alborotadores.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Pasaron varios minutos, en los cuales la pelea empeoraba poco a poco, al punto de llegar a ser algo extremo para una simple pelea de bar. Mientras el joven pirata observaba atentamente, por si llegaba un marine, o no. Quizá hubiera sido mejor salir del lugar antes de que llegara la ley, pero para cuando se dio cuenta de esto, ya era demasiado tarde. En cualquier momento la ayuda solicitada llegaría, y era mejor estar mezclado entre estos hombres, a ser encontrado sólo cometiendo algún posible crimen. Luego de algunos minutos, el al parecer el dueño del bar, llegaba luego de haber solicitado ayuda del más cercano cuartel marine.
- ¡La marine está en camino, deténganse de una ves!- Gritaba aquel hombre, luego de ingresar a su bar.
Una actitud noble, ya que quería detener el conflicto sin problemas. Pero aquella actitud tan bondadosa sólo traía problemas, al parecer del peli azul, al que le era muy difícil solidarisarse con una persona. Este irremediablemente fue atacado, y eventualmente cayo en el suelo herido, era horrible ver como personas como el eran dañados de esa forma, pero así de cruel era la sociedad. Entonces, entró un marine, que de un gritó llamaba la atención de todos. Y eventualmente la de Drake, que al parecer sentía conocer aquella voz. Pero la gran cantidad de personas de pie, bloqueaba la vista del peli azul, evitando de que pudiera ver al marine.
Aunque a pesar de la actitud del marine, nadie le prestaba atención. Como si no estuviera, lo que colmó al marine, o simplemente quería terminar su labor rápido. Entonces acompañado de un gritó, vino una onda de choque de uno de sus puños, con lo que mandó a todos a volar en contra de la pared. Drake no recibió ningún impacto de aquella onda de choque, aunque uno de los tipos llego directo hacia él. Con ambas manos lo apartó, haciendo que cayera hacía un costado. Quería conocer a aquel marine tan fuerte capaz de hacer eso, pero también sentía un gran miedo sobre si tenía que enfrentarlo, ya que de seguro ese hombre era muy fuerte.
Entonces lo vió, hace cierto tiempo que no lo había visto. Pero parecía que hubiera sido hace sólo unos días que combatieron, en la cuál el peli azul se rindió frente al abrumador poder de aquel marine. Era Kai, el entonces teniente de la marine, pero para ese entonces debía estar en un rango más avanzado, o eso pensaba Drake. No era muy difícil darse cuenta que la diferencia entre sus poderes aún era muy amplia, por lo que pensar enfrentar en serio a aquel hombre sería una idea suicida para el pirata. Sabía que debía ocultar su verdadera profesión a toda costa, aunque aún no había cometido ningún delito conocido, no deseaba hacerlo en ese momento, y menos en una isla repleta de marines.
Inevitablemente observo al marine, y era casi obvio que Kai debería observarlo, ya que era de los pocos que seguían conscientes. Quizá aún lo recordaba, o no. El hecho era que si quería salir sin problemas de aquella isla, debía tener de aliado a ese hombre. Sabía que sería muy difícil intentar mentirle, pero debía intentarlo. Entonces, lo miro a los ojos, y movía su mano de una lado a otro, añadiendo una sonrisa tímida a eso. Un saludo agradable. Luego, pensó que de hecho se había mezclado entre aquellos delincuentes, y aunque esta ves no había hecho nada malo, podían ser acusado del mismo delito que los demás. Alteración del orden, eso sería lo adecuado, aunque de todas maneras no sería muy grave.
- Hola, soy Drake. Me recuerdas, Kai- Dijo, mientras se ponía de pie evitando pisar el rostro de los hombres en el suelo.
Entonces se acerco hacia el marine, sus planes de pasar de incógnito quedaron en la nada, ya que la presencia de ese hombre cambiaba toda la situación. Esta ves sentía un claro nerviosismo ante Kai, sabía que aquel hombre era un mounstro, y en una mala acción este podría matarlo de un sólo golpe. Aunque sabía que el era un hombre diferente, de los pocos marines que practican la verdadera justicia a su manera. Justicia en la que Drake creía por personas como Kai. Pero para su mala suerte, el actuaba en contra de aquella justicia, y debía tener demasiado cuidado en pasarse de listo en contra de esta.. Después de todo, él era un pirata.
- ¡La marine está en camino, deténganse de una ves!- Gritaba aquel hombre, luego de ingresar a su bar.
Una actitud noble, ya que quería detener el conflicto sin problemas. Pero aquella actitud tan bondadosa sólo traía problemas, al parecer del peli azul, al que le era muy difícil solidarisarse con una persona. Este irremediablemente fue atacado, y eventualmente cayo en el suelo herido, era horrible ver como personas como el eran dañados de esa forma, pero así de cruel era la sociedad. Entonces, entró un marine, que de un gritó llamaba la atención de todos. Y eventualmente la de Drake, que al parecer sentía conocer aquella voz. Pero la gran cantidad de personas de pie, bloqueaba la vista del peli azul, evitando de que pudiera ver al marine.
Aunque a pesar de la actitud del marine, nadie le prestaba atención. Como si no estuviera, lo que colmó al marine, o simplemente quería terminar su labor rápido. Entonces acompañado de un gritó, vino una onda de choque de uno de sus puños, con lo que mandó a todos a volar en contra de la pared. Drake no recibió ningún impacto de aquella onda de choque, aunque uno de los tipos llego directo hacia él. Con ambas manos lo apartó, haciendo que cayera hacía un costado. Quería conocer a aquel marine tan fuerte capaz de hacer eso, pero también sentía un gran miedo sobre si tenía que enfrentarlo, ya que de seguro ese hombre era muy fuerte.
Entonces lo vió, hace cierto tiempo que no lo había visto. Pero parecía que hubiera sido hace sólo unos días que combatieron, en la cuál el peli azul se rindió frente al abrumador poder de aquel marine. Era Kai, el entonces teniente de la marine, pero para ese entonces debía estar en un rango más avanzado, o eso pensaba Drake. No era muy difícil darse cuenta que la diferencia entre sus poderes aún era muy amplia, por lo que pensar enfrentar en serio a aquel hombre sería una idea suicida para el pirata. Sabía que debía ocultar su verdadera profesión a toda costa, aunque aún no había cometido ningún delito conocido, no deseaba hacerlo en ese momento, y menos en una isla repleta de marines.
Inevitablemente observo al marine, y era casi obvio que Kai debería observarlo, ya que era de los pocos que seguían conscientes. Quizá aún lo recordaba, o no. El hecho era que si quería salir sin problemas de aquella isla, debía tener de aliado a ese hombre. Sabía que sería muy difícil intentar mentirle, pero debía intentarlo. Entonces, lo miro a los ojos, y movía su mano de una lado a otro, añadiendo una sonrisa tímida a eso. Un saludo agradable. Luego, pensó que de hecho se había mezclado entre aquellos delincuentes, y aunque esta ves no había hecho nada malo, podían ser acusado del mismo delito que los demás. Alteración del orden, eso sería lo adecuado, aunque de todas maneras no sería muy grave.
- Hola, soy Drake. Me recuerdas, Kai- Dijo, mientras se ponía de pie evitando pisar el rostro de los hombres en el suelo.
Entonces se acerco hacia el marine, sus planes de pasar de incógnito quedaron en la nada, ya que la presencia de ese hombre cambiaba toda la situación. Esta ves sentía un claro nerviosismo ante Kai, sabía que aquel hombre era un mounstro, y en una mala acción este podría matarlo de un sólo golpe. Aunque sabía que el era un hombre diferente, de los pocos marines que practican la verdadera justicia a su manera. Justicia en la que Drake creía por personas como Kai. Pero para su mala suerte, el actuaba en contra de aquella justicia, y debía tener demasiado cuidado en pasarse de listo en contra de esta.. Después de todo, él era un pirata.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- La división científica por la justicia se reúne [Priv. Pas. DCJ]
- Liberando la isla [PRIV. FT DRAKE]
- ¡Cállate, dinosaurio! Silencio y Velociraptor [Drake y Theo] [Priv-Pas]
- El Lobo y la pelirroja. Un gran reencuentro[Priv.Pasado][Rose-Drake]
- Lobo me llaman, pero tu puedes llamarme Drake o socio (Privado) (Drake y Kuroi))
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.