Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Sáb 30 Mayo 2015 - 22:07}

08/07/2014

Un par de notas off-rol:

Byakuro bajó la mirada, con un tono sonrojado en su cara. El efecto de los diales estaba en su máximo nivel, y sentía cómo cada una de sus células buscaban lo que tenía en frente ahora mismo. Era una especie de fiebre que subía hasta su frente y le hacía respirar con dificultad. Sentía mucho calor, y más ahora que veía a aquella mujer de aquella forma. Algo en su interior le decía que tratase de controlarse: "Maldita sea, Byakuro, prometiste que no caerías..." pero otra parte de su interior le gritaba que hiciera caso de lo que su cuerpo le pedía.

- Así que... ¿aburrido? -preguntó con una sonrisa torcida-. Buena... gatita... -el cazador la miró a los ojos, y un brillo fugaz surgió en ellos-. Bueno, no parece que esta situación te incomode... Rose-chan.

Al tiempo que pronunciaba estas palabras, su mano izquierda se desplazaba con lentitud hacia el hombro desnudo de la chica, ávida. Mientras tanto, la diestra estaba apretada, peleando por no seguir a su gemela. Los nudillos estaban blancos por la presión, y los tendones se notaban a través de la pálida piel, sometidos a una fuerte tensión.

- ¿Me equivoco? -preguntó mientras se inclinaba sobre ella, quedando con su cara a escasos centímetros de la de la pirata, observando de cerca su rostro, buscando alguna reacción en ella. ¿Qué reacción? En realidad ni él mismo lo sabía. En el fondo sabía que aquella situación era debida mayormente a aquel dial de feromonas, pero pese a la ofuscación que el aparato estaba provocando en él, no le importaba en absoluto el cauce que estaba tomando todo-. Oh... y aún me debes un bombón, Rose-chan.

14/07/2013

Maldito dial y malditas feromonas... ¿Por qué tenía que pasar esto? No iba a acabar bien. Se podía ver desde kilómetros que nada iba a terminar bien. Suspiré profundamente y traté de cerrar los ojos durante unos momentos, pero no sirvieron de nada. Mi vista se dirigía todo el rato hacia Byakuro. Mi cuerpo hacía que no me incomodara en cambio mi mente gritaba otra cosa. Para, Rose para, no vayas a cometer una locura. Lo intentaba con todas mis fuerzas pero era algo imposible.

No respondí a su pregunta. Quería reprimir el impulso de hablar por miedo a decir alguna barbaridad. ¿Tan necesario era usar el dial de feromonas? Juro que en cuanto se acabasen estos efectos se los quitaría todos por no saber usarlos bien. La distancia entre nosotros era de apenas centímetros. Llevé mis ojos hacia los suyos mientras respiraba profundamente. Todo estaba tomando un camino que yo no esperaba. No quería, quería ser capaz de dominar mi cuerpo pero por culpa de los efectos solo podía dejarme llevar.

- Pues ven a buscarlo... Byakuro. - Dije con un tono seductor e hice que apareciese mi cola de tigre para pasarla por su mejilla mientras sonreía. - O si no... te quedarás sin él. - Respondí con un tono pícaro.

08/07/2014

Byakuro se mordió el labio inferior, mientras su cabeza parecía enviarle demasiada información de golpe al resto del cuerpo, y su corazón se esforzaba por mantener un flujo continuo de sangre en éste. Sus pupilas estaban completamente dilatadas mientras aproximaba aún más su cara a la de ella, hasta que sus frentes se tocaron y sus labios estuvieron a punto de rozarse:

- Eso haré... -el cazador respiraba con agitación, mientras sus manos se posaban en la cintura de la chica y la intentaban acercar a él. Mientras tanto, un brillo de embriaguez apareció en los ojos del cazador. Sabía que aquello estaba mal, pero en aquel momento no le importaba. Extrañamente, siempre que se encontraba con aquella pirata pelirroja acababa en aquella situación. Aunque esta vez había sido por culpa de ella, él no había activado el dial de feromonas...

Sus manos empezaron a recorrer la cintura y la espalda de Rose, rastreando cada centímetro de su cuerpo, buscando con ansia. Una sonrisa a la par traviesa y con un fingido toque de inocencia se dibujó en su rostro:

- Me temo que no encuentro ese bombón que me prometiste... vas a tener que dármelo tú. No seas mala... -dijo, a modo de pequeña súplica, aunque su expresión demostrase que no necesitaba suplica. Cogió la ropa cortada de la chica y la empezó levantar lentamente, despojándola de ella, y dejando la piel al descubierto. Una piel que, al contrario que la suya, llena de cicatrices, permanecía tersa y suave. Que envidia...

14/07/2013

El calor entre los dos estaba aumentando de manera considerable y cada vez más. Aunque no era solo por el tiempo que hacía sino por el uso del dial, el cual lo había empeorado todo. Respiré profundamente tratando de calmarme y evitando mirar sus ojos, pero era imposible pues estos se dirigían a los suyos. Sentía sus manos sobre mis caderas, ásperas sobre mi suave piel y a la vez cálidas. Ya no recordaba como era tocar su piel o sentirla.

No pude evitar sonreír pícaramente en cuanto nuestros labios se quedaron a tan solo unos milímetros. Quería resistirme pero la tentación era muy grande y no sabía por cuanto tiempo podría reprimir las fuerzas. Pasé las manos por sus hombros entrelazándolas para que no se separase de mi. Los sentimientos estaban chocando en mi interior: Por un lado no quería separarme de él, pero por el otro sabía que no debía ni podía.

-Mala suerte si no lo encuentras Byakuro... Tienes que aprender a buscar mejor... - Dije susurrándole hacia un oído. Miré como quitó mi ropa cortada y tras eso pasé las manos por sus mejillas acariciándolas suavemente hasta que le acerqué a mí para besarle. Un dulce beso suave pero intenso. Durante unos segundos estuve así y una voz en mi interior no paraba de gritar. "Para, Rose, para; no vuelvas a caer en un juego como este." Me separé de golpe respirando agitadamente. Sabía que no debía hacerlo.

08/07/2014

El cazador dejó escapar un ligero suspiro de gusto cuando ella lo apretó contra su cuerpo. El chico hizo lo propio, rodeándola por la espalda con sus brazos y aferrándose firmemente a ella. Su cuerpo vibraba con la emoción, y pese a que sentía como el efecto del dial empezaba a disiparse levemente, ahora estaba seguro de que quería hacer aquello. Y el beso que le dio la pelirroja tan solo aumentó su sensación de éxtasis. Sus labios se encontraron en aquel beso, que terminó demasiado pronto para el gusto del cazador.

Ya no importaba nada, pese a que el dial hubiese terminado su efecto, él se sentía en éxtasis. Su cuerpo parecía arder, sus ojos buscaban con avidez los de ella, y sus labios deseaban saborearla. La miró con deseo, un deseo primitivo, un instinto, más que un pensamiento ordenado. Era como un animal, se estaba moviendo tan solo siguiendo su naturaleza. Se acercó a ella y presionó con suavidad, labios con labios, mientras cerraba los ojos y sus comisuras se elevaban ligeramente, en una sonrisa de satisfacción. Sus manos acariciaban la espalda de la chica, sintiendo la suave piel, la calidez de esta. Mientras tanto, las voces de su cabeza que le decían que se detuviese habían desaparecido por completo. La pregunta ahora era cual sería la respuesta de la pirata, ya que si a él se le había disipado el efecto de las feromonas, seguramente ella también estaría libre de ellas. Pese a todo, no separó sus labios de los de ella, esperando a ver su reacción.

14/07/2013

Pasé la mano por mi frente mientras respiraba agitadamente. Estaba sudando a causa de lo que había hecho hace un rato. Cerré los ojos y suspiré. Esto se estaba yendo de las manos. Mi cuerpo añoraba juntarse con el suyo, apegarse y sentir su calidez, tocar su piel. Sin embargo, mi conciencia no decía lo mismo. ¿Por qué siempre que me encontraba con Byakuro acabábamos así? Esta vez no sería así, o eso esperaba... Tomé aire y me crucé de brazos, mirándolo. Mis ojos buscaban los suyos como si de imanes se tratasen. El efecto de las feromonas estaba desapareciendo al fin y ya pude ver todo con claridad.

Estaba aliviada de que ya hubiese pasado todo; en cambio algo ardía en mi interior y la mirada que me proporcionó Byakuro incentivó esa llama. En cuestión de segundos volvía a estar frente mía. Llevé la vista hacia sus ojos, una mirada dulce y compasiva, pero a la vez reflejaba como una ardiente pasión. Una pasión esperando a ser devorada por el cazador. Sus labios chocaron contra los míos de repente, saboreándolos cada vez más, pero esta vez fue diferente. El beso fue largo y duradero. En cuanto recorrió sus manos por mi espalda me estremecí y no pude evitar sonreír. No recuerdo cuanto tiempo estuvimos así, pero sino nos separamos fue por falta de aire.

Estaba roja como un tomate, algo que no me había pasado nunca. Los efectos del dial ya no estaban en el aire. Separé mis labios de los de Byakuro a tan solo unos centímetros dejando apoyadas mis manos por detrás de su cuello, enlazadas. No tenía ni idea de qué decir, estaba bloqueada. Me quedé unos segundos perdida en sus ojos y finalmente hablé. - Lo siento Byakuro... Los dos sabemos que esto no va a acabar bien, quizás deberíamos volver por nuestro camino... ¿No crees? Puede ser lo mejor para los dos. - Tomé una pausa y me mantuve como antes sin despegarme y susurrando, mencioné. - Tengo miedo.

08/07/2014

El cazador sonrió de forma casi paternal, y la miró a los ojos. Aquella confesión era algo que cabía esperarse. Al fin y al cabo, eran personas de mundos distintos: un cazador y una pirata. La pasión ardiente se mantenía en sus ojos, pero esta vez no con lujuria desmedida. El chico era completamente dueño de sus acciones, y sin el factor de las feromonas podía pensar con claridad.

- ¿Miedo? ¿Miedo a qué? Ambos deberíamos volver a nuestro camino... ¿Y quién te dice que nuestro camino no es el mismo? Tal vez dejarlo puede ser lo mejor para ambos... o tal vez puede ser la peor decisión de nuestras vidas -el cazador bajó lentamente sus manos hasta la cintura de la chica, acercándola a él para rodearla con mayor facilidad en un abrazo cariñoso-. No puedo decir que sea el mejor hombre del mundo, eso sería demasiado presuntuoso por mi parte... pero si te vas ahora, no dudes en que te encontraré. Y te volveré a derrotar -una sonrisa surgió en la cara del chico-. Una y mil veces si es necesario. Si tu vas a ir por tu camino y yo por el mío, haré que se crucen hasta ser uno solo, bombón... -la sonrisa se volvió aún más radiante, mientras los ojos volvían a brillar con pasión, una pasión brava e indomable.

Sin darle tiempo a reaccionar, el chico la agarró con firmeza y se impulsó hacia arriba, en vertical, varios cientos de metros, hasta quedar flotando sobre la isla, con ella en brazos.

- Tal vez no pueda bajarte el cielo, pero puedo elevarte hasta él. Si no nos relacionan de forma oficial, no correrás peligro, y yo estaré ahí para protegerte. Recuerda que tienes mi Vivre Card. Puedes saber donde encontrarme. -el cazador se mantuvo en el aire, sin dejar de aferrar con fuerza a la pelirroja.

14/07/2013

El miedo era mi mayor debilidad. Lo rodeaba todo. El miedo me arrebataba todo lo que me hacía feliz. ¿Acaso no se daba cuenta de nada? Estaba harta de tener que enfrentarme a un miedo que no existía, a la muerte. Esta se llevaba a todos mis seres queridos en cuanto les conocía, e incluso por un tiempo, hasta se llevó a Byakuro. No había nada que lograse vencerla... Decir que te pueden proteger es muy sencillo, pero otra cosa es hacerlo. Estaba harta de falsas promesas que jamás llegaron a cumplirse.

En cuanto me acercó más a él respiré profundamente. Le miré a los ojos mientras el hablaba. No podía evitar sonreír al escuchar todas esas palabras como si nada. Él tenía razón, hasta yo misma no quería que nuestros caminos se separasen, pero por el bien de los dos era lo mejor. Tras eso me agarró con firmeza y noté que mis pies se levantaban del suelo. Estaba boquiabierta al ver lo que había hecho, pero a la vez emocionada. La sensación de volar era única, me sentía libre y sin preocupaciones. Al fin un pájaro sin cadenas surcando los mares.

En cuanto me agarré a él para evitar no caer guardé silencio y mi sonrisa desapareció. - No entiendes mi miedo. Nadie lo entiende. Tengo miedo a perder a las personas que aprecio, a ti. Mi vida ya me da igual, ha dejado de tener sentido hace mucho tiempo. Nada ni nadie puede ayudarme. - Acerqué mis labios hacia los suyos sin llegar a rozarse. - Todos se van, y seguramente tu te acabes yendo igual. - Luego apoyé la cabeza en su hombro. - Proteger no sirve de nada si no puedes protegerte a ti mismo antes. Espero que entiendas ahora lo de diferentes caminos.

08/07/2014

Byakuro la miró con firmeza. Así que era eso. Cerró los ojos y dejó escapar un leve suspiro.

- Oh... tan solo es eso -su sonrisa se amplió-. Rose, ya he muerto una vez. No temo a la muerte. Si la derroté en una ocasión, puedo hacerlo en otra. Te prometo que mientras tú vivas, yo no dejaré este mundo. No pienso dejarme matar con facilidad, y estas marcas -el chico miró sus brazos llenos de cicatrices-, estas cadenas... Estas cadenas no son nada en comparación con lo que tú dices. Pienso ser más fuerte aún, y me volveré invencible, para que así no tengas que preocuparte más por mí -su voz resonaba-. No pienso irme. Ya lo hice una vez, pero no de nuevo. ¡Me protegeré de mis miedos, y te salvaré de los tuyos!

Mientras decía esto, ambos descendían lentamente, girando sobre sí mismos, hasta posarse en el suelo. Byakuro no soltó a la pelirroja, sonriendo. Ella tenía la última palabra.

14/07/2013

Sus palabras transmitían confianza. Una confianza que nunca antes había tenido, quizás el fuese diferente al resto, quizás fuese el único. Sonreí tras terminar y solté una carcajada como si estuviese feliz. ¿Salvarme de mis miedos? Eso era imposible, yo sabía que era fuerte, pero no tanto para hacer algo así. De todas formas este era mi objetivo, solo yo podría cumplirlo y aunque aceptase ayuda... sería inútil.

Eché una última mirada al cielo mirando toda su inmensidad. Un cielo azul brillante en el cual volaban los pájaros libres sin cadenas. Cerré los ojos durante unos segundos y los volví a abrir para comprobar que no era un sueño. Estaba en el aire junto a Byakuro. Estiré mi mano y la moví de un lado a otro como si estuviese intentando tocar el aire. Todavía me costaba creerlo.

Finalmente comenzamos a descender girando. Mi pelo se elevó hacia arriba al bajar y no pude evitar sonreír hasta tocar el suelo. Seguís sin separarme de él. ¿Acaso no quería soltarme? - Gracias. - Sonreí. - Quizás tengas razón y nuestros caminos no deban separarse. En cierto modo... no quiero que eso ocurra. Cuanto más cerca estés de mí mejor me sentiré. - Pasé los brazos por su cintura y apoyé la cabeza en su abdomen, abrazándolo. - ¿Me lo prometerás, verdad? - Pregunté en voz baja.

08/07/2014

Byakuro sonrió y asintió en silencio. Ella parecía estar en paz ahora, lo cual le alegraba enormemente. Pese a sus miedos, había aceptado. El chico le pasó la mano por la cabeza, acariciándole el sedoso pelo y bajando hasta la oreja y el cuello.

- Te lo prometo. No pienso dejarme derrotar, y no pienso dejar que te pase nada malo. Estaré a tu lado siempre que lo necesites. -con la mano, alzó levemente la barbilla de ella para que lo mirase a los ojos, y posó sus labios en los de ella durante unos segundos que parecieron eternos, para terminar separándose lentamente sin dejar de mirarla en ningún momento.

El calor seguía presente en aquel lugar, pero no le importaba. El cazador recogió su chaqueta y se la puso por los hombros a ella. Pese al calor, no había que olvidar que ella estaba en ropa interior, al menos en la zona superior del cuerpo, por lo que si no se ponía algo, tal vez se quemase.

- No lo olvides... ¿vale? -sonrió el peliblanco.

14/07/2013

Sentí su mano acariciar mi melena y cuando comenzó a hablar le escuché. Deseaba con todas mis fuerzas que fuese verdad y que llegase a cumplirlo, sobre todo la promesa. Me haría ilusión una promesa echa realidad. Ahora tan solo debía ser paciente y esperar, esperar una solución para todo aquello. Le miré una y otra vez, como si no quisiese olvidar su rostro y cuando me iba a separar de él un beso apareció de la nada. Pasé mis manos por sus mejillas acariciándolas como si de un tesoro se tratase. Un dulce y suave beso que hizo congelar todo nuestro alrededor, como si el tiempo no pasase para nosotros. En ese beso lo ignoré todo, tan solo me importaba él.

Un beso que deseaba que fuese eterno, pero al final se tuvo que deshacer. Me separé de él lentamente sin dejar de mirarle. Volvía a estar sonrojada ¿Por qué? En otros encuentros no me había puesto así antes. Miré que hacía y me colocó su chaqueta. Yo la acomodé. La verdad es que hacía bastante calor para llevarla puesta, pero no me interesaba caminar semidesnuda. Menos mal que aún mantenía la parte de abajo intacta.

-No lo olvidaré. No mientras estés a mi lado. - Dije mientras me apoyaba sobre una roca. Estaba algo cansada de todo lo que había pasado hoy. - Mi memoria por ahora no fallará, no lo permitiré. Y gracias por la chaqueta. - Dije mirándola. No sé por qué, a pesar de hacer calor tenía una sensación de calidez, pero solo él podía provocar esa calidez.

08/07/2014

Byakuro sonrió, negando levemente con la cabeza. No había por qué dar las gracias. Casi por sorpresa, agarró a Rose y la cargó como a una princesa de cuento. Dando un pisotón al suelo, el chico salió volando hacia el barco de la chica, que se encontraba cerca de la costa. La verdad, poco le importaba si salía gente a cubierta a recibirle. Durante el trayecto al barco, dio un suave beso en la frente a Rose, y al llegar al navío, aterrizó en cubierta, para depositar con delicadeza a la pirata en ella.

- Bueno, Rose... -le dijo el chico-. Recuerda que nuestros caminos están unidos, y son uno. Nos veremos pronto, pero hasta entonces, guarda mi Vivre Card -el chico le tendió una-. Te prometo que esta no arderá. Puedes buscarme cuando lo necesites. Estaré esperándote. -tras eso, abrazó con fuerza a la pirata, sintiéndose en las nubes.

El abrazo en el que ambos se fundieron duró un rato, e incluso sus corazones parecieron volverse uno cuando sus latidos sonaron al unísono. Byakuro no sería separarse de ella, y cuando lo hizo se sintió despojado y vulnerable.

- Te veré pronto. -dijo con una sonrisa que tenía un deje triste, mientras daba media vuelta. Cogió carrerilla y saltó por la borda, impulsándose antes de caer al agua para alejarse del barco poco a poco, hasta que la embarcación solo fue una mancha en el horizonte.

14/07/2013

Cuando me iba a separar de él me tomó por sorpresa que me llevase en brazos. Como si fuese una princesa en un cuento de hadas. Nunca me habían llevado así desde hacía tres años, tan solo una persona. Crimson. Suspiré y aparté el pelo de mi cara mirando hacia lo lejos y viendo la Dolce Vendetta más cerca cada vez. Recibí un suave beso en la frente y cerré los ojos hasta que aterrizamos en la cubierta.

Me apenaba separarme de él de nuevo. No deseaba hacerlo, pero si el destino lo quería así, así sería. Asentí en cuanto terminó de hablar. - Genial. - Respondí alegre en cuanto cogí su vibre card. La guardaría bien, mejor dicho, la llevaría siempre conmigo. La metí en el bolsillo de la chaqueta y tras esto nos abrazamos.

No fue un abrazo corto. Fue un abrazo demasiado cariñoso en donde nuestros corazones latían a la par como si fuesen uno solo y mientras, acompañados del silencio de la soledad. Para mi fueron segundos ese abrazo aunque en el tiempo real duró más. Lo bueno siempre acababa rápido.

Finalmente se fue. - Buena suerte y espero que nos volvamos a ver pronto. - Dije mientras alzaba el vuelo. Tras eso miré que me había dejado su chaqueta me giré para verle pero él ya se había perdido en la inmensidad del cielo. Sonreí y miré hacia arriba. - Hasta pronto, Byakuro.

Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose]

Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Sáb 30 Mayo 2015 - 22:07}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Sáb 6 Jun 2015 - 1:17}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Sáb 6 Jun 2015 - 20:03}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Lun 22 Jun 2015 - 18:03}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Mar 23 Jun 2015 - 14:19}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Miér 24 Jun 2015 - 2:16}

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Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Miér 24 Jun 2015 - 2:59}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Miér 24 Jun 2015 - 3:21}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Miér 24 Jun 2015 - 17:20}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Miér 24 Jun 2015 - 17:28}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Miér 24 Jun 2015 - 18:20}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Miér 24 Jun 2015 - 19:11}

Re: Tras la tempestad del combate, llega la calma... [Byakuro y Rose] {Jue 25 Jun 2015 - 17:40}

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