La canción de la Alegría [Moderado nivel 7]

Los agentes se adelantaron como les dije que hiciesen, y mientras iba hacia la luz intenté manipular el caramelo que ahora me recubría para volver a mi estado original, y más importante aún, quitar ese olor informal de vainilla. Por suerte cuando llegué a donde se encontraban mis compañeros había resuelto los problemas de olor y forma.

El lugar al que llegamos parecía un bar en el cual había bastante gente con cara de mala leche. El chico dio la idea de camuflarse con la gente y la chica de pelo verde me pidió que no llamase la atención de los demás para no causar problemas, “será desagradecida, si no me hubiese comido gran parte de la avalancha de azúcar es posible que estuviese muerta” pensé mientras me tocaba las costillas que parecían fracturadas, me volví a mi forma logia normal de azúcar para evitar sentir dolor y me puse de camino  junto a los agentes.

Antes de entrar a la taberna me fijé en la estructura de azúcar que había quedado, no parecía muy segura, de hecho parecía que se derrumbaría en cualquier momento, y lo más sensato parecía entrar en el bar, aunque creía que podría crear una cúpula lo suficientemente gruesa como para protegerlos.

En cuanto entramos la chica comenzó a actuar como lo haría un civil normal, es decir, asustado por lo que acababa de pasar, aunque el hecho de que no le hubiese pasado nada podía no pasar desapercibido por alguien del lugar, y estando todos con cara de pocos amigos, parecía que querían darnos una paliza por estropear la taberna, no les culpaba, pero como quisiesen tener pelea la tendrían, no estaba teniendo un buen día. Sin embargo, con calme sacudí un poco las ropas de pirata que llevaba puestas, saliendo de estas un poco de azúcar para que pareciese que había quedado realmente enterrado en el dulce, y tras esto busqué la salida principal  la calle para ver si era viable salir por esta “para que buscar alguna salida distinta a la principal, llamaríamos más la atención”.