Acaelus
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Akuma no mi
Varios
Unas olas violentas azotaban al barco. Tanto los marineros que trabajan como los pasajeros que viajaban en el mismo estaban sufriendo las consecuencias. Estaban habiendo heridos. Pasaban por delante mía camillas con personas que se habían fracturado alguna parte del cuerpo. Iba caminando por el gran salón, donde estaba la gran mayoría de la gente. Muchas de ellas se habían echado al suelo creyendo que así no iban a notar el zarandeo, yo iba andando normal y corriente. El problema estaba que tenía que estar en alerta porque si no rodaría por toda la habitación. Un crío se agarró de mi pierna, lloraba. Lo cogí en brazos y miré para ambos lados. No parecía que ningún padre hubiera perdido a su hijo.
-Niño, ¿ y tus padres ?
-No...
Resoplé. No tenía padres. Pensé que los rincones serían los lugares más seguros. Me encaminé uno de ellos y dejé al niño con una mujer que ya estaba cuidando a dos niñas. No le comenté nada de nada, creo que ni se percató de mi presencia, estaba más pendiente de las crías. Me di la vuelta y me encaminé a la salida. Un marine aguardaba la puerta.
-No puede pas...
Se dio cuenta en cuanto me vio de quién era. Me abrió la puerta a la vez que me decía que tuviera mucho cuidado. Una fuerte lluvia me azotó en cuanto crucé. Me agarré a una pequeña barra que estaba sujeta en el marco de la puerta. El cielo que teníamos encima estaba ennegrecido, en cambio, en el horizonte, a lo lejos, se podía ver un claro. Los marines corrían de arriba a abajo, completamente concentrados. Paré en seco a uno de ellos que corrían. Se asustó nada más verme, me hizo algo de gracia.
-¿Dónde hay un superi...
-Yo soy uno de los tres comandantes de este navío. Mi nombre es Al'ah, señor.
Mis ojos se fijaron en él. Era un hombre de unos 50 años de edad y de 210 cm de estatura. Tenía un bigote largo blanco y el pelo no se le podía observar ya que tenía una gorra de marine. Vestía el uniforme de un comandante de la marina.
-¿Porqué no se ha cambiado el rumbo del barco al observar la tormenta?
-Unos torbellinos aparecieron y tuvimos que desviarnos del trayecto. Nos metimos de lleno en la tormenta.
-Más os vale que salgamos de esta tormenta lo más pronto posible.
El comandante pareció enfurecerse pero yo no le eché cuenta. Volví a entrar al salón y me senté en una silla a esperar que aquello pasara. Todos los muebles estaban sujetos al suelo, algo razonable en un barco.
-Niño, ¿ y tus padres ?
-No...
Resoplé. No tenía padres. Pensé que los rincones serían los lugares más seguros. Me encaminé uno de ellos y dejé al niño con una mujer que ya estaba cuidando a dos niñas. No le comenté nada de nada, creo que ni se percató de mi presencia, estaba más pendiente de las crías. Me di la vuelta y me encaminé a la salida. Un marine aguardaba la puerta.
-No puede pas...
Se dio cuenta en cuanto me vio de quién era. Me abrió la puerta a la vez que me decía que tuviera mucho cuidado. Una fuerte lluvia me azotó en cuanto crucé. Me agarré a una pequeña barra que estaba sujeta en el marco de la puerta. El cielo que teníamos encima estaba ennegrecido, en cambio, en el horizonte, a lo lejos, se podía ver un claro. Los marines corrían de arriba a abajo, completamente concentrados. Paré en seco a uno de ellos que corrían. Se asustó nada más verme, me hizo algo de gracia.
-¿Dónde hay un superi...
-Yo soy uno de los tres comandantes de este navío. Mi nombre es Al'ah, señor.
Mis ojos se fijaron en él. Era un hombre de unos 50 años de edad y de 210 cm de estatura. Tenía un bigote largo blanco y el pelo no se le podía observar ya que tenía una gorra de marine. Vestía el uniforme de un comandante de la marina.
-¿Porqué no se ha cambiado el rumbo del barco al observar la tormenta?
-Unos torbellinos aparecieron y tuvimos que desviarnos del trayecto. Nos metimos de lleno en la tormenta.
-Más os vale que salgamos de esta tormenta lo más pronto posible.
El comandante pareció enfurecerse pero yo no le eché cuenta. Volví a entrar al salón y me senté en una silla a esperar que aquello pasara. Todos los muebles estaban sujetos al suelo, algo razonable en un barco.
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