Etsu VS Sawn

VS

Escenario:

Situada en el South Blue, esta isla es un enorme árbol que en la parte superior está habitada por unos enormes pájaros, los cuales han construido un enorme nido, mientras que en la parte central, abajo de este árbol, viven unos caníbales que comen todo lo que está a su paso. Los caníbales y los pájaros mantiene una guerra en todo momento por ver quien gobernará esta isla.

Condiciones: NO es a muerte.

Otros: Cae una ligera lluvia, es posible que vaya aumentando la intensidad de las precipitaciones.

Empieza... Etsu.

La suerte, el destino o quizá las ganas de descubrir más sobre la química de la isla, me habían llevado de nuevo a las tierras del Reino Torino. Había visitado la isla en una ocasión anterior, una misión de encentra y atrapa, algo rápido y sin contratiempos. Había leído que los habitantes de la isla tenían una especial predilección por la carne humana, lo que me mantenía alerta a cada paso que daba. Era difícil sorprenderme, ya fuese por la espalda o por los flancos, mis sentidos estaban demasiado desarrollados. O quizá debería decir, modificados.
Miré hacia el extraño árbol del centro de la isla, en lo alto veía movimiento y sabía de qué se trataba, unas enormes aves comehombres... todo en esta isla se comía a los hombres.

-¡Qué isla más rara! -exclamé en voz alta, hablando conmigo mismo.

Caminé sin un rumbo fijo, parándome en cada planta que me parecía extraña y analizándola con la mirada. De las mas raras extraía pequeñas muestras que guardaba en un líquido gelatinoso en el interior de tubos de ensayo. La farmacéutica no era mi especialidad, pero si sabía bastante de química. Además, puede que por casualidad descubriese algo y fuese recordado por ello.

dejé de divagar en cuanto sentí una extraña sensación en la nuca, como si me estuviesen observando, pero no veía, olía o escuchaba a nadie. Eso me hizo tensar los músculos y seguir con mi análisis de la flora, pero dispuesto a dar el primer golpe ante cualquier ser que se me pusiese por delante.

No tenía ni idea de donde estaba, eso se podía ver porque no había prestado atención en la mayoría de las palabras que Leonel me dijo. El agua del mar era demasiado bonita para ignorarla. Menos mal que me pude enterar de mi misión, se trataba de recolectar información sobre lo que pasaba allí, posiblemente para que la revolución coja esta isla como un punto de encuentro. En mi opinión aquella isla llena de vegetación y sin ninguna vida tanto humana y animal era perfecta para cualquier reunión de la revolución, pero todo esto era solo el comienzo, no llevaba ni media hora andando.

Por el camino mientras miraba de un lado a otro a mi alrededor me puse a pensar sobre mis cosas, sobre aquellos sueños raros que llevan atormentándome desde pequeño. Por mucho que quisiera no ponía respuesta a nada de todo aquello. Para entretenerme un poco saqué la ocarina y me puse a tocar una melodía, la más sencilla de tocar y la primera que aprendí a tocar. No era mucho pero por lo menos se oía algo más aparte de los graznidos de algunos pájaros que sobrevolaban la zona.

Cuando terminé de tocar la melodía me vino las palabras de Leonel antes de bajar: "Cada 30 minutos me llamas al DDM y me dices que tal te va." Iba a seguir un tramo más de camino y después le llamaría. En ese momento me encontré con una flor muy rara que contrastaba con las demás por la forma y el color. Me paré enfrente de la flor y me puse a observarla. No tardé mucho en volver a coger camino hacia adelante, sea ser hacia el este.

Seguía atento a las plantas, tanto que casi me choco por accidente con un hombre. Lo esquivé a tiempo, di un pequeño salto hacia atrás, siendo consciente de la isla en la que me encontraba y lo miré a la cara. Parecía un chico normal, luego moví los ojos de arriba abajo para observar su indumentaria. Un ligero suspiro salió de mi boca cuando me percaté que no se trataba de uno de los indígenas.

-Esto... perdón, iba distraído –dije procurando ser amable -no te he dado, ¿verdad?

Mientras hablaba me fijé un poco en los rasgos de su cara, tez blanca, ojos grises azulados y cabello rubio. Sin duda alguna el típico chico guapo. Eso me hizo pensar, ¿se lo tendría creído?
Una ligera sonrisa asomó en mis labios cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, juzgarlo sin siquiera conocerlo. Descarté aquellos pensamientos precipitadamente y me di cuenta que tras él, a pocos metros de distancia había una flor que destacaba enormemente con el entorno. Si no me equivocaba era una de las plantas por las que había venido específicamente a esta isla. Iba a acercarme a la flor, pero me paré en seco, era de mala educación empezar a hablar con una persona, sobre todo si casi te chocas con ella, y desaparecer porque tienes otros asuntos en mente.

-No dices nada? –pregunté de nuevo un poco preocupado -ha sido un accidente, bueno, en realidad casi lo ha sido… estas cosas pasan más a menudo de lo que crees.

Estaba empezando a ponerme ligeramente nervioso, no sabía si era por la situación, por saber que la isla era un peligro, por miedo a no recoger la muestra de la flor o simplemente por aquel hombre.

Aunque no me gustaban mucho las flores ni tampoco es que me gustaba ser un biólogo, me paré a ver una flor totalmente diferente a las que habían alrededor, un color morado oscuro hacía de esa flor una totalmente única, ¿podría ser que hayan más en la isla? Nadie sabía eso y no me apetecía recorrerme la isla entera solo para ver aquello, pero si para analizarla bien si quería hacer un buen trabajo. Cuanto más tiempo pase en esta misión, peor sería para la revolución. Mientras caminaba por una senda e iba pensando en mis cosas mirando todo el rato al suelo, choqué con una persona.

- Esto... perdón, iba distraído.... no te he dado, ¿verdad?

Aquel tipo hizo lo posible para no darme, pero cuando me di cuenta yo también e intentar moverme bruscamente para no darle, caí al suelo de culo. Me levanté y respondí a aquel tipo que no pasaba nada. Me impresionó ver a alguien allí, no me esperaba que personas viviesen allí o simplemente la visitaran, si eso era cierto, la revolución no podía utilizar para sus fines esta isla.

- No pasa nada, solo es que me ha impresionado ver a personas aseando por aquí.

Me sonaba su cara, Leonel el día anterior me enseñó una serie de rostros con quienes tenía que tener mucho cuidado, en esas imágenes venían las caras de varios marines y de varios miembros del Cypher Pol. Mientras pensaba bien, me vino a la cabeza su cara, era uno de los que salían en las imágenes. A partir de ese momento me puse algo nervioso, cualquiera podía notar que lo estaba perfectamente. Seguí mi camino, caminando en la dirección contraria de aquel tipo. En ese momento sonó el DDM.

¿?: Henry, aquí la revolución, cuéntame como vas.
Henry: Biiien, to..to...todo bien. No ha.. hay rastro de na...nada.-Dije tartamudeando-

Lo que me faltaba, que la revolución llamase en ese momento y encima que se identificase como tal. Se me calló el mundo encima. Lo único que podía hacer si aquel tipo escuchase mi conversación, era combatir. No podía dejar a nadie del gremio del gobierno que supiese tal información. Me giré bruscamente mirando a aquel tipo mientras sacaba mi vara, estaba preparado para pelear, pero con muchos nervios.