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Amy:
-Sín muertes de personajes.
-Sín cicatrices.
-Escenario: Un casino, en este caso será una batalla entre juegos de apuestas, el premio gordo del casino son: Berrys, una joya, o la caja que tiene una sorpresa.
-Jugaremos con dados, pues comenzaremos con una cantidad limitada de berrys (2000) e iremos apostando cada vez más, ganaremos dinero dependiendo de los números que nos toquen. El juego de apuesta lo elegimos onrol.
-El que se queda sin dinero pierde.
-Respondemos cada 1 hora.
-Si gana Amy el próximo en crear reto es kaito.
-Exp. según las normas.
- Si gano me cambia el color del cabello de otra imagen.
Isla: Casino Island
La isla es circular, pero no de forma perfecta, se podría decir que tiene más forma ovalada. La mitad del borde de la isla es playa para los turistas, y la otra mitad puerto para los barcos de los visitantes.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Aún recuerdo el día de los juego de azar...
Aquel día me encontraba en Casino Island, una isla consumida en la oscuridad, pero a su vez iluminada por los enormes carteles lumínicos que ofrecían los lugares de ocio. No es que me gustase los lugares con tal contaminación, pero eran buenos sitios donde encontrar "la joya". Entré a uno de los casinos, al más grande y empecé a caminar entre la multitud. Llevaba mis cabellos despeinados, unos guantes de seda blanco, una camisa azul con corbata roja y unos pantalones blancos con cinturón del mismo color, a parte de unos zapatos blancos, claro.
De pronto algo me llamó la atención. Una mesa circular con manto verde, donde había un croupier con una baraja de cartas. No había nadie, tan solo él. Me acerqué encantado por aquel juego, el Poker Texas. Necesitaba algo de diversión, no estaba mal después de viajar en busca de "la joya". Me senté en una de las sillas vacías y ofrecí una mirada pícara a aquel hombre de pajarita y chaleco negro.
- ¿A cuánto es la primera apuesta? - Le dije con una media sonrisa. Aquello me hacía recordar algo que escuché de un disco con las palabras de mi padre. "Nunca olvides tu cara de Poker."
- Se empieza con cien berries, joven.
No dudé ni un segundo y miré en mi bolsillo. Tenía exactamente dos mil berries, así que intentaría ganar más. No era bueno en los juegos de azar, pero si era bueno haciendo trampas. Aunque esta vez me reté a mi mismo; no haría ni una sola trampa.
El croupier esperó por otro jugador, ya que no se podía jugar a solas. Mientras tanto miraba fijamente las manos de aquel hombre. Era hábil barajando las cartas, pero no tenía nada que envidiar. Saqué una moneda de un berrie del bolsillo y me puse a jugar con ella, moviéndola entre mis dedos. Acto seguido, con la otra mano, saqué un billete de cien berries y los puse sobre la mesa.
- Me ofrezco a participar. En cuanto aparezca alguien, claro. - Dije con una voz seria.
El hombre empezó a repartir las cartas. Primero envió una carta hacia mi dirección, la cual no levanté y luego envió otra a una silla vacía, bocabajo. Volvió a repartirme una carta hacia mi que no quise ver y otra más hacia la silla vacía. Por último movió la carta de arriba hacia abajo, la de su baraja y puso tres cartas bocabajo sobre la mesa, para después volver a "quemar" una carta y ofrecer otra bocabajo en el medio de la carta. Tan solo quedaba una, la que podría suponer la victoria más adelante. "Quemó" por última vez y puso la última carta sobre la mesa, bocabajo.
De esta forma quedaban dos cartas para cada jugador y cinco cartas bocabajo en mitad de la mesa. El croupier apartó la baraja con las cartas que quedaban. - Esperemos a su contrincante, joven.
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Amy:
-Sín muertes de personajes.
-Sín cicatrices.
-Escenario: Un casino, en este caso será una batalla entre juegos de apuestas, el premio gordo del casino son: Berrys, una joya, o la caja que tiene una sorpresa.
-Jugaremos con dados, pues comenzaremos con una cantidad limitada de berrys (2000) e iremos apostando cada vez más, ganaremos dinero dependiendo de los números que nos toquen. El juego de apuesta lo elegimos onrol.
-El que se queda sin dinero pierde.
-Respondemos cada 1 hora.
-Si gana Amy el próximo en crear reto es kaito.
-Exp. según las normas.
- Si gano me cambia el color del cabello de otra imagen.
Isla: Casino Island
La isla es circular, pero no de forma perfecta, se podría decir que tiene más forma ovalada. La mitad del borde de la isla es playa para los turistas, y la otra mitad puerto para los barcos de los visitantes.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Aún recuerdo el día de los juego de azar...
Aquel día me encontraba en Casino Island, una isla consumida en la oscuridad, pero a su vez iluminada por los enormes carteles lumínicos que ofrecían los lugares de ocio. No es que me gustase los lugares con tal contaminación, pero eran buenos sitios donde encontrar "la joya". Entré a uno de los casinos, al más grande y empecé a caminar entre la multitud. Llevaba mis cabellos despeinados, unos guantes de seda blanco, una camisa azul con corbata roja y unos pantalones blancos con cinturón del mismo color, a parte de unos zapatos blancos, claro.
- Spoiler:
De pronto algo me llamó la atención. Una mesa circular con manto verde, donde había un croupier con una baraja de cartas. No había nadie, tan solo él. Me acerqué encantado por aquel juego, el Poker Texas. Necesitaba algo de diversión, no estaba mal después de viajar en busca de "la joya". Me senté en una de las sillas vacías y ofrecí una mirada pícara a aquel hombre de pajarita y chaleco negro.
- ¿A cuánto es la primera apuesta? - Le dije con una media sonrisa. Aquello me hacía recordar algo que escuché de un disco con las palabras de mi padre. "Nunca olvides tu cara de Poker."
- Se empieza con cien berries, joven.
No dudé ni un segundo y miré en mi bolsillo. Tenía exactamente dos mil berries, así que intentaría ganar más. No era bueno en los juegos de azar, pero si era bueno haciendo trampas. Aunque esta vez me reté a mi mismo; no haría ni una sola trampa.
El croupier esperó por otro jugador, ya que no se podía jugar a solas. Mientras tanto miraba fijamente las manos de aquel hombre. Era hábil barajando las cartas, pero no tenía nada que envidiar. Saqué una moneda de un berrie del bolsillo y me puse a jugar con ella, moviéndola entre mis dedos. Acto seguido, con la otra mano, saqué un billete de cien berries y los puse sobre la mesa.
- Me ofrezco a participar. En cuanto aparezca alguien, claro. - Dije con una voz seria.
El hombre empezó a repartir las cartas. Primero envió una carta hacia mi dirección, la cual no levanté y luego envió otra a una silla vacía, bocabajo. Volvió a repartirme una carta hacia mi que no quise ver y otra más hacia la silla vacía. Por último movió la carta de arriba hacia abajo, la de su baraja y puso tres cartas bocabajo sobre la mesa, para después volver a "quemar" una carta y ofrecer otra bocabajo en el medio de la carta. Tan solo quedaba una, la que podría suponer la victoria más adelante. "Quemó" por última vez y puso la última carta sobre la mesa, bocabajo.
De esta forma quedaban dos cartas para cada jugador y cinco cartas bocabajo en mitad de la mesa. El croupier apartó la baraja con las cartas que quedaban. - Esperemos a su contrincante, joven.
- Reglas:
Bien, ahora explicaré como haremos para jugar. Hay un comando llamado "rand" donde aleatoriamente saldrá un número. Debemos tirar dos dados (dos rand). El primero será el rand para el número de la carta y el segundo, para saber el color y el palo. Yo tiraré "rand" por el croupier, y prometo no hacer trampas.
El juego trata de que el croupier reparte dos cartas entre los jugadores y seguido coloca cinco cartas bocabajo en la mesa. En el primer turno se hace apuesta mínima (100 berries), en el segundo se levantarán tres cartas y se podrá subir la apuesta. En el tercero se levantará una carta más (la cuarta) y se podrá seguir apostando. En el cuarto turno se levantará la última carta y se hará la última apuesta. Y en el quinto y último turno se enseñarán las cartas de la mano.
1.- Corazones
2.- Picas
3.- Rombos
4.- Trébol
Los otros números (del uno al trece) son los que indican el número de la carta. Desde el As (el número uno) al rey K (el número trece).
La carta que más vale es el As, seguida por el rey (K), reina (Q) y bajando.
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La jovencita de orbes celestes se encontraba tranquila mirando las fotos que yacían en su habitación, de cierta manera eran de la vez que había asistido al casino…
Sus pasos eran tranquilos mientras el vestido negro se movía dulcemente de un lado hacia el otro, en aquella situación la joven estaba utilizando su tiempo libre para relajarse… sin mencionar que había obtenido el pago de su trabajo… ¿Como lo gastaría? La primer respuesta era ahorrar para su futuro, después de todo las riquezas de su familia habían sido quemadas...pero ¡Nah! Iba a comprar las cosas que necesitaba ...pero por ahora utilizaría 2 mil berrys en el casino, debía de divertirse un poco.
Sus cabellos azulados se balanceaban de un lado hacia el otro mientras caminaba entre los juegos de apuesta, hasta que llegó a una mesa de cartas… no entendía muy bien cómo se jugaba justamente ese...pero lo intentaría.
En la mesa se encontraba un chico y las cartas estaban repartidas, al parecer el joven estaba esperando a alguien con quien jugar… pues Amy seria la indicada.
-Hola, si no te molesta yo seré tu contrincante.-
Dijo tranquilamente la científica mientras se sentaba en la silla y sacaba cien berrys de su cartera para ponerlos sobre la mesa, junto al otro que estaba en el sector de apuestas. Después tomó las cartas y las miro...mientras una pregunta comenzó a formularse en su cabeza….
-¿Cuales son las reglas? -
Pregunto curiosa mientras que usaba su mano derecha en acomodar los cabellos que tenía sobre su pecho, apartandolos y dejar ver una hermosa joya azul colgando de su cuello…
Sus pasos eran tranquilos mientras el vestido negro se movía dulcemente de un lado hacia el otro, en aquella situación la joven estaba utilizando su tiempo libre para relajarse… sin mencionar que había obtenido el pago de su trabajo… ¿Como lo gastaría? La primer respuesta era ahorrar para su futuro, después de todo las riquezas de su familia habían sido quemadas...pero ¡Nah! Iba a comprar las cosas que necesitaba ...pero por ahora utilizaría 2 mil berrys en el casino, debía de divertirse un poco.
Sus cabellos azulados se balanceaban de un lado hacia el otro mientras caminaba entre los juegos de apuesta, hasta que llegó a una mesa de cartas… no entendía muy bien cómo se jugaba justamente ese...pero lo intentaría.
En la mesa se encontraba un chico y las cartas estaban repartidas, al parecer el joven estaba esperando a alguien con quien jugar… pues Amy seria la indicada.
-Hola, si no te molesta yo seré tu contrincante.-
Dijo tranquilamente la científica mientras se sentaba en la silla y sacaba cien berrys de su cartera para ponerlos sobre la mesa, junto al otro que estaba en el sector de apuestas. Después tomó las cartas y las miro...mientras una pregunta comenzó a formularse en su cabeza….
-¿Cuales son las reglas? -
Pregunto curiosa mientras que usaba su mano derecha en acomodar los cabellos que tenía sobre su pecho, apartandolos y dejar ver una hermosa joya azul colgando de su cuello…
- Número aleatorio (1,13) : 3
- Número aleatorio (1,4) : 1
- Número aleatorio (1,13) : 6
- Número aleatorio (1,4) : 1
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Las cartas ya estaban sobre la mesa y entonces apareció ella. ¿Quién? Una joven de cabello celeste al igual que sus ojos, y los míos. No era la primera vez que nos encontrábamos aunque ella no me recordaría, ya que el día que nos vimos por primera vez... Iba como Kaito Kid. Le eché una mirada a su cuello, donde descansaba el hermoso zafiro. " Con que aún lo tienes, eh..." Me dije a mi mismo. Después le ofrecí una media sonrisa pícara mientras posaba la mano derecha encima de las cartas.
- Nos volvemos a encontrar. - Le dije con una voz misteriosa. - Este juego se trata de simple azar y, como veo que no sabes las reglas, te daré una oportunidad y jugaré sin mirar mis cartas.
El Croupier al ver la apuesta inicial de ambos decidió girar las tres primeras cartas. No quería verlas, no lo necesitaba. Primero levantó la primera carta de la derecha.
Entonces metí mi otra mano en el bolsillo y saqué un billete de doscientos y dos últimos de cien. Los puse sobre la mesa y le dediqué una mirada al Croupier. - Subo a quinientos, caballero. - Dije mientras cerraba is ojos.
Confiaba en la suerte, pero aún más confiaba en mi cara de poker. Una cara simple, sin mostrar gesto absoluto en ella. Estaba serio y entonces giré mi cabeza hacia la chica, abriendo mis ojos para ver los suyos.
- Ahora es tú turno. O igualas la apuesta, o deberás retirarte. - Le dije.
Miré cada rincón de su rostro, buscaba una mueca que pudiera delatar sus cartas. Tal vez aquella joven me estaba mintiendo y por eso no podía fiarme. Aún no había mirado las tres cartas recién levantadas, tan solo quería ver su reacción.
- Le deseo suerte, lady.
- Nos volvemos a encontrar. - Le dije con una voz misteriosa. - Este juego se trata de simple azar y, como veo que no sabes las reglas, te daré una oportunidad y jugaré sin mirar mis cartas.
El Croupier al ver la apuesta inicial de ambos decidió girar las tres primeras cartas. No quería verlas, no lo necesitaba. Primero levantó la primera carta de la derecha.
- Número aleatorio (1,13) : 5
- Número aleatorio (1,4) : 1
- Número aleatorio (1,13) : 9
- Número aleatorio (1,4) : 2
- Número aleatorio (1,13) : 4
- Número aleatorio (1,4) : 4
Entonces metí mi otra mano en el bolsillo y saqué un billete de doscientos y dos últimos de cien. Los puse sobre la mesa y le dediqué una mirada al Croupier. - Subo a quinientos, caballero. - Dije mientras cerraba is ojos.
Confiaba en la suerte, pero aún más confiaba en mi cara de poker. Una cara simple, sin mostrar gesto absoluto en ella. Estaba serio y entonces giré mi cabeza hacia la chica, abriendo mis ojos para ver los suyos.
- Ahora es tú turno. O igualas la apuesta, o deberás retirarte. - Le dije.
Miré cada rincón de su rostro, buscaba una mueca que pudiera delatar sus cartas. Tal vez aquella joven me estaba mintiendo y por eso no podía fiarme. Aún no había mirado las tres cartas recién levantadas, tan solo quería ver su reacción.
- Le deseo suerte, lady.
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Sus penetrantes orbes observaron las cartas que habían sido dadas vueltas sobre la mesa, para después dirigir su mirada hacia sus propias cartas… no conocía el juego, a decir verdad no sabía cómo se jugaba…. pero debía de pensar en algo y encontrar alguna relación. Tenía dos cartas del mismo palo y eran casi consecutivas si las juntaba con una sobre la mesa… solo necesitaria un 4 de corazon… o algo asi.
Mientras tanto sus expresiones eran serias, había abandonado un poco su actitud relajada para concentrarse y tratar de adivinar cómo se jugaba aquello.
La apuesta había subido significativamente ahora… él no sabía qué cartas tenía en la mano pero si en la mesa, parecía no tener miedo o estar confiado que Amy no podría ganar; de cierta forma esa actitud le molestaba a la muchachita que no le gustaba ser subestimada.
Podría idear una estrategia pero… no sabía muy bien cómo realizarla, después de todo no entendía 100% el juego, pero lo intentaría.
-Igualo la apuesta a 500.-
Dijo la chica con un tono de voz relajado mientras sacaba dos billetes de dosciento. No subiría la apuesta… pues eso haría que aquella persona pensara que Amy sabia jugar, concluyendo que tomaría precauciones contra ella en el próximo turno; sin dudas tiene que evitar ese hecho.
-Mi nombre es Amy…-
Se presentó mientras bajaba sus cartas hacia la mesa para esperar la presentación de él y las próximas acciones que se tendrían que llevar a cabo.
Mientras tanto sus expresiones eran serias, había abandonado un poco su actitud relajada para concentrarse y tratar de adivinar cómo se jugaba aquello.
La apuesta había subido significativamente ahora… él no sabía qué cartas tenía en la mano pero si en la mesa, parecía no tener miedo o estar confiado que Amy no podría ganar; de cierta forma esa actitud le molestaba a la muchachita que no le gustaba ser subestimada.
Podría idear una estrategia pero… no sabía muy bien cómo realizarla, después de todo no entendía 100% el juego, pero lo intentaría.
-Igualo la apuesta a 500.-
Dijo la chica con un tono de voz relajado mientras sacaba dos billetes de dosciento. No subiría la apuesta… pues eso haría que aquella persona pensara que Amy sabia jugar, concluyendo que tomaría precauciones contra ella en el próximo turno; sin dudas tiene que evitar ese hecho.
-Mi nombre es Amy…-
Se presentó mientras bajaba sus cartas hacia la mesa para esperar la presentación de él y las próximas acciones que se tendrían que llevar a cabo.
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Al ver que aquella chica igualaba la apuesta retiré mi mirada de ella para así, mirar las cartas de la mesa. Este juego se trataba de algo más que el azar. Debías ser listo, rápido y sobretodo, tener suerte. El último factor no sabía si contaba con ello, pero las otras dos... Eran mi especialidad.
"Cinco de corazones, nueve de picas y cuatro de trébol..." Me decía a mí mismo. Debía buscar posibles cartas que encajasen con aquello para descubrir porqué aquella chica me igualaría. ¿Tal vez por qué le sobraba el dinero? De aquello dudaba... Era muy posible que poseyese una pareja, tal vez en su mano o entre las de las mesa... Ese fue el primer pensamiento que se me pasó por la cabeza. Pero no, debía haber algo más. ¿Tal vez el color? ¿Y si esa chica poseía dos cartas del mismo color que coincidiese con alguna de la mesa? Eso quería decir que rombos era muy posible que no tuviese... Si algo tenía claro, era lo siguiente: Esa chica no tenía una carta más alta que diez o más baja que tres, al igual que no poseía rombos.
Era lo bueno de enfrentarse a un principiante. Sus movimientos eran torpes, sin dudas y aquello decía mucho de esa persona. Acaricié mi mentón con la mano sobrante y cerré mis ojos por un corto periodo de tiempo. Necesitaba una estrategia.
- Yo soy Kaito, lady. - Dije tras abrir mis ojos. Estaba decidido y no iba a dejar que aquella chica ganase. Aún tenía la oportunidad de poseer una pareja en mi mano, o incluso podría formar una pareja con las de la mesa.
Entonces el Croupier hizo su movimiento. Llevó su mano hacia una de las cartas que quedaban bocabajo. Posó sus dedos sobre esta y le dio la vuelta. Ignoré la carta, simplemente miré al techo. Aún no quería saber que carta era, necesitaba mirar la expresión de mi rival. Y eso haría. Miré de reojo a aquella chica mientras seguía con la mano en mi mentón.
Bajé dicha mano y acomodé el nudo de mi corbata. - ¿Me permite una pregunta, lady? - Pregunté girando mi cabeza suavemente hacia ella. - ¿De donde sacas ese hermoso zafiro? - Pregunté seguido, sin esperar respuesta a mi primera pregunta.
"Cinco de corazones, nueve de picas y cuatro de trébol..." Me decía a mí mismo. Debía buscar posibles cartas que encajasen con aquello para descubrir porqué aquella chica me igualaría. ¿Tal vez por qué le sobraba el dinero? De aquello dudaba... Era muy posible que poseyese una pareja, tal vez en su mano o entre las de las mesa... Ese fue el primer pensamiento que se me pasó por la cabeza. Pero no, debía haber algo más. ¿Tal vez el color? ¿Y si esa chica poseía dos cartas del mismo color que coincidiese con alguna de la mesa? Eso quería decir que rombos era muy posible que no tuviese... Si algo tenía claro, era lo siguiente: Esa chica no tenía una carta más alta que diez o más baja que tres, al igual que no poseía rombos.
Era lo bueno de enfrentarse a un principiante. Sus movimientos eran torpes, sin dudas y aquello decía mucho de esa persona. Acaricié mi mentón con la mano sobrante y cerré mis ojos por un corto periodo de tiempo. Necesitaba una estrategia.
- Yo soy Kaito, lady. - Dije tras abrir mis ojos. Estaba decidido y no iba a dejar que aquella chica ganase. Aún tenía la oportunidad de poseer una pareja en mi mano, o incluso podría formar una pareja con las de la mesa.
Entonces el Croupier hizo su movimiento. Llevó su mano hacia una de las cartas que quedaban bocabajo. Posó sus dedos sobre esta y le dio la vuelta. Ignoré la carta, simplemente miré al techo. Aún no quería saber que carta era, necesitaba mirar la expresión de mi rival. Y eso haría. Miré de reojo a aquella chica mientras seguía con la mano en mi mentón.
Bajé dicha mano y acomodé el nudo de mi corbata. - ¿Me permite una pregunta, lady? - Pregunté girando mi cabeza suavemente hacia ella. - ¿De donde sacas ese hermoso zafiro? - Pregunté seguido, sin esperar respuesta a mi primera pregunta.
- Número aleatorio (1,13) : 9
- Número aleatorio (1,4) : 1
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Cuando vio la carta que se había dado vuelta la chica de cierta forma arrugó un poco su ceño para cerrar los ojos y mirar a kAito, sabía muy bien que él la estaba mirando… por lo tanto la chica de cierta forma no se molestó en evitar aquella expresión ¿Por qué? Porque podría ser tomada como si no le sirviera para nada…. aunque bien que podría no llegar a servirle… porque no tenía una idea clara de cómo se jugaba. La única relación actual era que tenía dos corazones y dos del mismo palo en la mesa.
-¿El collar? Uhmmm… se puede decir que un chico se lo regalo a mi amigo y él me lo regalo a mi.-
Acotó con una leve sonrisa… aquel collar le gustaba mucho pero obviamente en los recuerdo de la escena de cuando lo obtuvo un chico desconocido aparecía…
Las expresiones de su rostro eran relajadas, y su cuerpo también lo estaban, la chica no levantó nuevamente las cartas que había dejado sobre la mesa, las recordaba bien...después de todo tenía buena memoria.
-¿El collar? Uhmmm… se puede decir que un chico se lo regalo a mi amigo y él me lo regalo a mi.-
Acotó con una leve sonrisa… aquel collar le gustaba mucho pero obviamente en los recuerdo de la escena de cuando lo obtuvo un chico desconocido aparecía…
Las expresiones de su rostro eran relajadas, y su cuerpo también lo estaban, la chica no levantó nuevamente las cartas que había dejado sobre la mesa, las recordaba bien...después de todo tenía buena memoria.
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Empecé a escuchar a aquella chica, pero no contó mucho sobre como consiguió el colgante. Aunque de todas formas, yo lo sabía mejor que nadie. Echó un vistazo a la carta que el Croupier acababa de levantar. "Con que nueve de corazones..." En la mesa ya había una pareja, eso era bueno pero a la vez malo. ¿Y si ella lo que poseía era un nueve? Ahora mismo tendría un trío, por lo cual sería peligroso. Pero lo dudaba. ¿Por qué? Sencillo. Todo novato, al ver que tiene una buena mano y unas buenas cartas sobre la mesa, sube la apuesta sin contar con nada. Son avariciosos y con prisas. Aunque a pesar de todo, cabía la posibilidad de que realmente supiera jugar y me la estuviese jugando.
- Por cierto. ¿Has oído hablar de un famoso ladrón llamado Kaito Kid? -[b] Pregunté. Pero antes de que contestará quería ver que opinaba y por eso debía sacar el tema. [b]- Es un maldito vándalo el cual se dedica a robar joyas. Lo extraño es que robó un zafiro como el que tu tienes en tu cuello. ¿No te parece casualidad? - Le conté con una sonrisa.
Mientras tanto el Croupier hacía su trabajo y llevaba su mano hacia la última carta. La levantó y miré al techo, para evitar mirar la carta. - Sabes... ¿Qué tal si subimos la apuesta a dos mil? - Dije mientras sacaba tres billetes de quinientos. Quería acabar con eso pronto, podía ganar o perder, pero aquello no me importaba. De todas formas el dinero no es más que una carga.
- Si igualas, pondré mis cartas boca arriba, sino... Habré ganado quinientos berries. - Solté mientras llevaba mi mano libre a remangar la otra. Debía causar presión a aquella joven, podía hacer que se retirase. Si lo conseguía, habría ganado y eso haría que mi jugada saliese a la perfección. Aunque como todo novato, aquella chica sería ambiciosa, por lo que seguramente seguiría apostando. Habían tantas cosas...- Que gane el mejor, lady.
- Por cierto. ¿Has oído hablar de un famoso ladrón llamado Kaito Kid? -[b] Pregunté. Pero antes de que contestará quería ver que opinaba y por eso debía sacar el tema. [b]- Es un maldito vándalo el cual se dedica a robar joyas. Lo extraño es que robó un zafiro como el que tu tienes en tu cuello. ¿No te parece casualidad? - Le conté con una sonrisa.
Mientras tanto el Croupier hacía su trabajo y llevaba su mano hacia la última carta. La levantó y miré al techo, para evitar mirar la carta. - Sabes... ¿Qué tal si subimos la apuesta a dos mil? - Dije mientras sacaba tres billetes de quinientos. Quería acabar con eso pronto, podía ganar o perder, pero aquello no me importaba. De todas formas el dinero no es más que una carga.
- Número aleatorio (1,13) : 2
- Número aleatorio (1,4) : 1
- Si igualas, pondré mis cartas boca arriba, sino... Habré ganado quinientos berries. - Solté mientras llevaba mi mano libre a remangar la otra. Debía causar presión a aquella joven, podía hacer que se retirase. Si lo conseguía, habría ganado y eso haría que mi jugada saliese a la perfección. Aunque como todo novato, aquella chica sería ambiciosa, por lo que seguramente seguiría apostando. Habían tantas cosas...- Que gane el mejor, lady.
- Spoiler:
Se me olvidaba. Si una carta sale igual a una de las demás, es decir, que teniendo ya un nueve de corazones sale otro, esa carta le sumaremos un número. Eso es porque no pueden haber cartas repetidas.
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Cuando escucho el nombre “Kaito Kid” trago algo lento… sabía de aquella persona pues era el que le había entregado la joya a Happy, por eso se puso bastante nerviosa cuando él comenzó a hablar sobre el criminal, sin mencionar que tambien saco el tema del zafiro que traía en su cuello… obviamente esa joya había sido robada, pero si hablamos de casualidades….
-Si, también es una casualidad que tu te llames Kaito, como Kaito Kid. De todas formas… no pienso que sea alguien malo, en esta época de piratas y demases bandos… ser un ladrón no daña mucho a la sociedad, después de todo también oí que solo busca joyas... -
Dijo la chica con una sonrisa por lo que había acotado, mientras tanto miraba la carta que era revelada, de cierta forma quería sonreír pero sabía que no debía hacerlo… era una carta que le servía pero le faltaba un 4.
Su mirada recorrió la mesa, no había ninguna otra carta boca abajo...eso quería decir que hasta ahí llegaba y lo unico que habia conseguido era cartas del mismo color, no sabía si eso serviría del todo.
-Okey, acepto la apuesta...hasta 2000.-
De su bolsillo sacó el dinero que traía y lo colocó sobre la mesa, si perdía no podía seguir jugando, si ganaba pues… genial iba a tener más dinero.
-Si, también es una casualidad que tu te llames Kaito, como Kaito Kid. De todas formas… no pienso que sea alguien malo, en esta época de piratas y demases bandos… ser un ladrón no daña mucho a la sociedad, después de todo también oí que solo busca joyas... -
Dijo la chica con una sonrisa por lo que había acotado, mientras tanto miraba la carta que era revelada, de cierta forma quería sonreír pero sabía que no debía hacerlo… era una carta que le servía pero le faltaba un 4.
Su mirada recorrió la mesa, no había ninguna otra carta boca abajo...eso quería decir que hasta ahí llegaba y lo unico que habia conseguido era cartas del mismo color, no sabía si eso serviría del todo.
-Okey, acepto la apuesta...hasta 2000.-
De su bolsillo sacó el dinero que traía y lo colocó sobre la mesa, si perdía no podía seguir jugando, si ganaba pues… genial iba a tener más dinero.
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Al parecer parecía pensar bien del famoso Kaito Kid y lo que decía... Tenía toda la razón. Tenía ganas de charlar más con aquella chica, pero el juego seguía. Dirigió la mirada a la carta levantada. "Dos de corazones..." Habían demasiados corazones, y también posibilidad de hacer una escalera. Debía ser inteligente en aquel momento, y el ver que aceptó como si nada los dos mil, era posible que tuviese una buena mano.
Las ganas en aquel momento de hacer trampas y ganar eran altas. Deseaba cambiar mis cartas con el poder de mi akuma y así tener un full o un poker, pero debía ser honrado por una vez, y más con aquella chica que defendía el nombre de Kaito Kid. Por una vez no me importaba perder.
- Bueno, es hora de enseñar las cartas. ¿No crees? - Dije mientras cerraba los ojos. Sabía que podía perder, habían posibilidades. Tal vez había subestimado a aquella chica. - ¿Sabes? Te mentí cuando te dije que este juego se trataba del azar. - Dije mientras levantaba poco a poco mis dos cartas. - También importa la inteligencia, la experiencia y la velocidad de tu cerebro. - Aclaré justo antes de dar la vuelta a las dos cartas. - Aunque lo más importante es la suerte, y yo ya la malgasté al encontrarte de nuevo aquí. - Giré las cartas.
No quería verlas, tan solo mantendría mis ojos cerrados, esperando que aquella chica enseñara sus cartas. Si perdía, iba a ser con honor, si ganaba... Me daría igual.
Las ganas en aquel momento de hacer trampas y ganar eran altas. Deseaba cambiar mis cartas con el poder de mi akuma y así tener un full o un poker, pero debía ser honrado por una vez, y más con aquella chica que defendía el nombre de Kaito Kid. Por una vez no me importaba perder.
- Bueno, es hora de enseñar las cartas. ¿No crees? - Dije mientras cerraba los ojos. Sabía que podía perder, habían posibilidades. Tal vez había subestimado a aquella chica. - ¿Sabes? Te mentí cuando te dije que este juego se trataba del azar. - Dije mientras levantaba poco a poco mis dos cartas. - También importa la inteligencia, la experiencia y la velocidad de tu cerebro. - Aclaré justo antes de dar la vuelta a las dos cartas. - Aunque lo más importante es la suerte, y yo ya la malgasté al encontrarte de nuevo aquí. - Giré las cartas.
No quería verlas, tan solo mantendría mis ojos cerrados, esperando que aquella chica enseñara sus cartas. Si perdía, iba a ser con honor, si ganaba... Me daría igual.
- Número aleatorio (1,13) : 9
- Número aleatorio (1,4) : 1
- Número aleatorio (1,13) : 6
- Número aleatorio (1,4) : 2
Batmana
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Akuma no mi
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De cierta forma las palabras de Kaito quedaron resonando en su cabeza mientras ella miraba sus acciones y daba vuelta las cartas… no entendía muy bien si él había ganado, pero si sabia que tambien debia de dar vuelta las suyas, acción que realizó un tanto rápido...pues ahora sentía ansiedad por saber quien ganaria.
-¿Al encontrarme de nuevo? ¿Nos habíamos visto antes? -
Pregunto un poco dudosa mientras miraba las cartas suyas y las demás… esperando la resolución de aquella partida. Si ganaba pues realmente seria suerte porque ni jugar sabia...y si perdía se quedaría sin dinero para seguir apostando, algo realmente molesto.
-¿Al encontrarme de nuevo? ¿Nos habíamos visto antes? -
Pregunto un poco dudosa mientras miraba las cartas suyas y las demás… esperando la resolución de aquella partida. Si ganaba pues realmente seria suerte porque ni jugar sabia...y si perdía se quedaría sin dinero para seguir apostando, algo realmente molesto.
Invitado
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Abrí los ojos y miré los cartas. Tan solo poseía un trío de nueves, nada del otro mundo. Entonces escuché su pregunta. No quería contarle todo, pero debía decirle algo. - ¿Quién sabe? El destino a veces da sorpresas. - Dije con una voz pícara. Entonces observé las cartas que ella tenía. Dos corazones, sin duda tenía color y me había ganado.
- Como ya he dicho, mi suerte la he gastado. Ganas tú. - Tras esas palabras le dirigí una última mirada. - Y realmente... Ya nos conocemos.
Me levanté de la mesa y dejé mi dinero. Empecé a caminar hacia la puerta, pero antes de eso, justo al levantarme dejé algo sobre mi asiento. Una rosa azul que quedaría como un recuerdo más, una pista.
- Como ya he dicho, mi suerte la he gastado. Ganas tú. - Tras esas palabras le dirigí una última mirada. - Y realmente... Ya nos conocemos.
Me levanté de la mesa y dejé mi dinero. Empecé a caminar hacia la puerta, pero antes de eso, justo al levantarme dejé algo sobre mi asiento. Una rosa azul que quedaría como un recuerdo más, una pista.
Batmana
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Akuma no mi
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Las palabras de aquel muchacho eran extrañas, y aún más le llamó la atención cuando dijo que se había visto antes… y además había ganado aquel juego. Saber esas dos cosas causaron que la chica sonriera mientras veía como el chico se iba, dejando en su asiento una rosa azul.
-Yo ya he visto esto antes…-
Pensó la joven cuando vio aquella flor, pues una igual le había dejado Kaito...Kid, ante esos recuerdos una leve sospecha comenzó a surcar su mente… pues parece ser que ese chico era el famoso ladrón ¿No?... realmente le gustaría encontrarse nuevamente con él.
-Yo ya he visto esto antes…-
Pensó la joven cuando vio aquella flor, pues una igual le había dejado Kaito...Kid, ante esos recuerdos una leve sospecha comenzó a surcar su mente… pues parece ser que ese chico era el famoso ladrón ¿No?... realmente le gustaría encontrarse nuevamente con él.
AlexEmpanadilla
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Ganadora: Batmana
Batmana: 1500 PX + 1000 PX por menor a lvl 30 = 2500 PX
Kaito: 1000 PX + 60 PX por diferencia de nivel + 1000 PX por menor a lvl 30 = 2060 PX
Hojas actualizadas.
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