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"El grupo de Marines donde es encontraban Vento y Sarian se encuentra con Madison investigando científicamente en una zona restringida, y ellos, habiendo sido ordenados resguardar dicho lugar, tratan de echarlo a las patadas, pero llega su padre a informar que son parte de la rama científica del gobierno y muestra su credencial, y comparten una rica cena de jabalí esa misma noche habiendo aclarado el malentendido, volviéndose amigos y los dos científicos invitan a unirse a ellos a los dos marines."
Habiendo(copiado) dicho esto...¡LET'S START THE ROL!
Habiendo
- Prologo: Vento Aureo:
- Ve con ellos decían, será divertido decían..
Decía para sí mismo un extravagante muchacho rubio en la costa de una isla conocida como "isla Conomi" , donde destacaba La Villa Cocoyashi, lugar donde había crecido Nami “La gata ladrona” , la cual era la Navegante de la legendaria Tripulación del Sombrero de Paja; también se destaca el Arlong Park, el cual fue una de las bases del tritón conocido como “Arlong” valga la redundancia.
-¡Ngh!...Quién me mandó a aceptar venir… Juraría que ese tipo describió esto de otra manera…
El rubio cerró los ojos tratando de recordar, mientras “la cámara” enfoca al cielo y suena un arpa a la vez que una nubecita reproducía el recuerdo del susodicho.
-"Veamos… Debido a que el grupo que iría a investigar el problema de la Isla Conomi se encuentra indispuesto por…Eh...Varias razones, se les encargará a ustedes el grupo de recién ingresados esta pequeña misión dado que no requiere mucha dificultad, evidentemente no están obligados a asistir ya que es solo por mero capricho de los superiores por que “cojan el hilo”, tampoco recibirán paga por esto, pero podrían ganar el reconocimiento de sus superiores."
El Marine de mirada aburrida el cual explicaba la situación al grupo de Marines recién ingresados como él había dicho, mientras decía esto miraba un papel y cuando terminó nos dirigió una mirada a todos.
- "Veo que no son muy colaboradores…Entonces, tú, tú, tú y tú, irán a investigar el problema."
Apuntó a unos cuantos reclutas y estos mirando incómodos y suspirando por la mala suerte de haber sido elegidos, excepto una chica de mirada seria y con un parche la cual ni se inmutó.
- Disculpen, a mi también me encantaría ir.
Dije rápidamente , el Marine que había dicho el protocolo solo me dirigió una mirada y levantó sus hombros con desinterés.
-Como quieras, salen mañana en la mañana. Retírense reclutas.
Todo el grupo salió de la habitación y juró que creí haber escuchado cuando todos salimos “¡Muy bien, destapen el champagne!”...
El rubio terminó de recordar y se cruzó de brazos solo para poner una mirada de disgusto en su rostro.
- Eso es abuso de poder...
Me dirigí hacia donde estaba mi grupo de misión, al parecer estaban discutiendo sobre el problema que mencionan los pueblerinos de la Villa Cocoyashi, ellos dicen que últimamente han visto figuras por la noche rondar por la villa, además de Arlong Park y el Pueblo Gosa y que éstas producían un sonido extraño.
- “Creo que si queremos ver el problema deberíamos investigar en la noche.”
- “Pero si vamos todos, el individuo podría notar algo y huir”
Un pequeño silencio se formó en el grupo.
- “Pues que vayan solo dos, así nadie nos notará”
Habló la única mujer del grupo, ofreciendo la tan anhelada solución...Hombres...Oh espera yo también soy hombre...Hombres que no son yo....
- Yo puedo ir con ella si quieren, los veo algo nerviosos sobre el temita ese de ir de noche.
Los otros 3 se tensaron al escuchar eso y solo se rieron nerviosamente.
-"Vamos vamos, sabemos que solo quieres estar a solas con la chica, creíamos que eras tímido~"
-En realidad es porque me manejo mejor en la noch-
Una fuerte palmada me saco el aire interrumpiendo mi oración y los Marines solo se reían sonoramente de su propio chiste para encubrir su cobardía, ni siquiera se esforzaban en que la risa sonara real, noté que se empezaban a ir y juro que a la distancia logré escuchar “Bueno chicos, saquemos el champagne”
Luego de eso hubo un silencio incomodo entre la dama y yo, eso me recuerda que aún no sé su nombre.
- Bueno, mi nombre es Vento Aureo , pero si no es incomodo puedes llamarme “Auri” y antes de que desenvaines tu Katana, déjame decirte que no soy tan estúpido o descuidado como los otros tres dado que yo no soy tan débil como ellos, por lo que no necesitas probarme...
Ella abrió el único ojo que tenia visible y luego esbozo una muy pequeña sonrisa, MUY pequeña diría yo, pero la logré detectar.
-Sarian...Sarian Amantus…
-Sarian Amantus...Tienes un lindo parche.
Sentí el filo de su Katana en mi cuello.
-Ha...Ha...Calma era un chiste…
Miré nerviosamente hacia otro lado, creo que tendré que controlar mi humor por ahora…
-Tu cabello...es gracioso, supongo.
No sabría decir si era un insulto o un cumplido, pero lo dejaré en el beneficio de la duda por el momento, eso y que no quiero molestarme por pensar que me insultó...Solo se me ocurrió sonreír y nos pusimos camino a buscar más información de las figuras que se veían en la noche.
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Más vale tarde que nunca (?).
Juan López se encontraba en su plantío de mandarinas esa tarde. Aprovechó que el sol estaba bajando para salir a recolectar. La tonada de su silbido rompía el silencio, mientras arrancaba las frutas del muro de hojas con una vara hecha de roble y una punta metálica con cierta forma que había construído para alcanzarlas (pues algunas mandarinas a veces están muy alto y él es muy petiso).
En eso, una figura se asoma por entre las hojas. El sol pegaba casi de lleno contra los ojos del pobre Juan, el cual se había paralizado, por lo que apenas pudo visualizar qué era exactamente, pero pudo notar que se trataba de una mano. Una mano enorme. Una mano tan grande que podría haber agarrado la cabeza de Juan y exprimirla con facilidad. Y no fue grata su sorpresa al ver que la mano agarraba el palo de roble que usaba como herramienta y sin esfuerzo, por la simple acción de cerrar la mano, lo partía a la mitad. El hombre corrió despavorido de vuelta a su casa, dejando caer la canasta con mandarinas, las cuales rodaron en todas direcciones. La mano gigante, por su parte, se dobló hacia abajo, hasta que pudo localizar una mandarina y llevársela por donde vino.
-Estas mandarinas son deliciosas~ -dijo un gigantón de melena rubia del otro lado de la arboleda. Sus brazos eran tan enormes como Juan López había notado por el que destruyó accidentalmente su herramienta, y por el resto de su complexión física, no parecía humano. Al menos, no del todo.
-Pero no tanto como las de mamá. -Un ser de casi la mitad del tamaño del primero caminaba a su lado. Estaba inmerso en unas anotaciones que hacía en una diminuta libreta. La distinción que tenía este chico(o chica, pues se veía tan bonito y delicado que era fácilmente confundible con una) es que... ¡tenía cola! Un pequeño bulto peludo saliendo de sus pantalones se meneaba con su caminar.
-Oh no, por supuesto que no, Maddie. Todas las frutas de Jane son las más ricas, sin lugar a dudas. -Y en lo que terminó de decir la frase mientras limpiaba la mandarina, se la llevó a la boca, sin siquiera quitarle la cáscara.- Uhg, hasta las cáscaras que hace tu madre son ricas, a diferencia de estas...
El joven renegaba con su pluma. Le daba aliento, la agitaba, y no escribía. De tanto intentar escribir con ella, estaba dejando feas marcas en el papel.
-Aaaahhgg, ¿qué pasa con esto? Acabo de ponerle un cartucho nuevo. -En eso, en uno de los agites hacia el notero, toda la tinta sale disparada de golpe, manchando el papel y arruinando parte del trabajo.- ¡¡¡AAAAAHHHH!!!
De vuelta en su base en una de las islas del archipiélago que conformaban las Islas Conomi, el dúo se enlistaba para lo que al parecer sería una expedición nocturna. El chico más joven, de nombre Madison, aún estaba fastidioso por el accidente de la tinta.
-Grrr, si tan solo tuviera unas... computadoras flotantes, qué sé yo...
-¿Computadoras flotantes? -Preguntó Spel, extrañado.
-Pues sí, ya sabes. Algo a lo que pudiera hablarle en cualquier momento y se grabe solo en forma de texto, sin tener que andar escribiendo en tontas libretas.
-Mmmh... Bueno, como parte del cuerpo científico del gobierno, no debería costarnos conseguirte algo así. ¡Qué diablos, yo mismo te lo haré!
-¡¿En seriooo?! -El chico miró maravillado al mayor. Ya podía imaginar sus propios robotitos ayudándole con el trabajo.
Para cuando cayó la noche, ya estaban listos para ponerse a explorar. Tenian linternas, Maddie un nuevo anotador, y todo su equipaje encima (no les gustaba dejar un campamento desatendido, por lo que Spel cargaba con todo). Talvez esta noche podrían dar con lo que estaban buscando...
En eso, una figura se asoma por entre las hojas. El sol pegaba casi de lleno contra los ojos del pobre Juan, el cual se había paralizado, por lo que apenas pudo visualizar qué era exactamente, pero pudo notar que se trataba de una mano. Una mano enorme. Una mano tan grande que podría haber agarrado la cabeza de Juan y exprimirla con facilidad. Y no fue grata su sorpresa al ver que la mano agarraba el palo de roble que usaba como herramienta y sin esfuerzo, por la simple acción de cerrar la mano, lo partía a la mitad. El hombre corrió despavorido de vuelta a su casa, dejando caer la canasta con mandarinas, las cuales rodaron en todas direcciones. La mano gigante, por su parte, se dobló hacia abajo, hasta que pudo localizar una mandarina y llevársela por donde vino.
-Estas mandarinas son deliciosas~ -dijo un gigantón de melena rubia del otro lado de la arboleda. Sus brazos eran tan enormes como Juan López había notado por el que destruyó accidentalmente su herramienta, y por el resto de su complexión física, no parecía humano. Al menos, no del todo.
-Pero no tanto como las de mamá. -Un ser de casi la mitad del tamaño del primero caminaba a su lado. Estaba inmerso en unas anotaciones que hacía en una diminuta libreta. La distinción que tenía este chico
-Oh no, por supuesto que no, Maddie. Todas las frutas de Jane son las más ricas, sin lugar a dudas. -Y en lo que terminó de decir la frase mientras limpiaba la mandarina, se la llevó a la boca, sin siquiera quitarle la cáscara.- Uhg, hasta las cáscaras que hace tu madre son ricas, a diferencia de estas...
El joven renegaba con su pluma. Le daba aliento, la agitaba, y no escribía. De tanto intentar escribir con ella, estaba dejando feas marcas en el papel.
-Aaaahhgg, ¿qué pasa con esto? Acabo de ponerle un cartucho nuevo. -En eso, en uno de los agites hacia el notero, toda la tinta sale disparada de golpe, manchando el papel y arruinando parte del trabajo.- ¡¡¡AAAAAHHHH!!!
De vuelta en su base en una de las islas del archipiélago que conformaban las Islas Conomi, el dúo se enlistaba para lo que al parecer sería una expedición nocturna. El chico más joven, de nombre Madison, aún estaba fastidioso por el accidente de la tinta.
-Grrr, si tan solo tuviera unas... computadoras flotantes, qué sé yo...
-¿Computadoras flotantes? -Preguntó Spel, extrañado.
-Pues sí, ya sabes. Algo a lo que pudiera hablarle en cualquier momento y se grabe solo en forma de texto, sin tener que andar escribiendo en tontas libretas.
-Mmmh... Bueno, como parte del cuerpo científico del gobierno, no debería costarnos conseguirte algo así. ¡Qué diablos, yo mismo te lo haré!
-¡¿En seriooo?! -El chico miró maravillado al mayor. Ya podía imaginar sus propios robotitos ayudándole con el trabajo.
Para cuando cayó la noche, ya estaban listos para ponerse a explorar. Tenian linternas, Maddie un nuevo anotador, y todo su equipaje encima (no les gustaba dejar un campamento desatendido, por lo que Spel cargaba con todo). Talvez esta noche podrían dar con lo que estaban buscando...
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La mañana transcurría en la pequeña isla de Conomi, al horizonte desde el lado de la isla donde se alzaba Arlong Park se podía observar un barco con insignias de la marina alejarse dejando atrás un bote de remos que se dirigía a la isla. Los habitantes de la isla no acostumbraban a acercarse a la vieja construcción gyojin de la isla, por lo que nadie se percato de la llegada de la pequeña embarcación, de la cual una joven de ropas y pelo verde bajo con una mochila a la espalda y un mapa en la mano. La joven aventurera se llamaba Midori K. Lawliet, y era auxiliar del grupo de guardianes del gobierno mundial.
-Serán arrogantes los jefazos... mira que dar orden de que me dejaran a medio camino para no desvelar la presencia del cuerpo científico... Este trabajo esta mal pagado...- La joven suspiro y miro su mapa sin muchas ganas recordando lo sucedido el día anterior en el cuartel en el que estaba destinada.
"-Señorita Lawliet... SEÑORITA LAWLIET... MIDORIIIIIII- Un den den mushi con cara de pocos amigos gritaba el nombre de la joven reclamando su atención.
-Si si, te escuche a la primera, no hace falta que me grites...- La joven medio desnuda en su camarote con cara de sueño se acerco al den den mushi sobre su escritorio.
-Sala de reuniones no te retrases, y ven con el equipo preparado...-
La joven saludo al Den Den Mushi, le dio un toque para colgarlo y comenzó a vestirse, tras ellos se dirigió a la sala de reuniones del cuartel con todo su equipo listo. Dentro le esperaban el Capitán del cuartel y un grupo de hombres trajeados, sobre la mesa un dossier no muy grande de apenas tres hojas.
-Desde Grand Line a venido un investigador para estudiar unas plantas en la isla Conomi, la hemos asignado como auxiliar de campo dada su experiencia en el campo de la botánica- Uno de los hombres dio las indicaciones a la joven que oteo el dossier por encima.
-Alguna plaga de insectos que afecte a las cosechas de mandarinas?- No se notaba demasiado entusiasmo en el tono de la joven.
-Algo mas simple, seras informada de mas detalles cuando llegues por el investigador en cuestión- El capitán miro su reloj de bolsillo e hizo unas señas a la joven para que se retirara. -El barco partirá en media hora, y esta vez no hace falta que redactes ningún informe, eso si, mantén discreción a toda costa.-
-En el dossier encontrara el consentimiento del gobierno para sus actividades en la isla y un certificado de la colaboración de la marina, pero solo úselo en caso de que fuese necesario.- Un trajeado dio las ultimas indicaciones y la joven salio hacia el muelle."
-Si al menos me hubieran dicho donde acampaba el investigador... Touchumaru... investiga los alrededores, si encuentras algo o a alguien cerca del edificio ven corriendo a avisarme...- Un ratón gordito salio de entre una abertura de la camisa de la muchacha, mas exactamente de entre sus pechos. -y ni se te ocurra robar... me has escuchado?-
El ratón afirmo con la cabezita y comenzó a correr hacia el camino circundante a Arlong Park, la joven de pelo verde por su parte trepo una palmera del lugar y al llegar a la cúspide saco una mira de rifle de varios aumentos para avistar los pueblos cercanos y plantaciones en busca de el científico. En el pueblo de Cocoyashi vio a un reducido grupo de marines patrullando las calles, los campos de mandarinos y arroz estaba siendo labrados por campesinos, nada destacable quitando a los marines de Cocoyashi.
La mañana paso y a pesar de cambiar su puesto de observación repetidas veces nada destacable sucedía hasta que dos marines comenzaron a patrullar fuera del pueblo, lo cual era señal de que era hora de empezar a buscar a pie para no ser descubierta. De un salto bajo de la palmera y rápidamente silbo para llamar a su ratón el cual la siguió hasta adentrarse en la maleza del bosque cercano.
-Serán arrogantes los jefazos... mira que dar orden de que me dejaran a medio camino para no desvelar la presencia del cuerpo científico... Este trabajo esta mal pagado...- La joven suspiro y miro su mapa sin muchas ganas recordando lo sucedido el día anterior en el cuartel en el que estaba destinada.
"-Señorita Lawliet... SEÑORITA LAWLIET... MIDORIIIIIII- Un den den mushi con cara de pocos amigos gritaba el nombre de la joven reclamando su atención.
-Si si, te escuche a la primera, no hace falta que me grites...- La joven medio desnuda en su camarote con cara de sueño se acerco al den den mushi sobre su escritorio.
-Sala de reuniones no te retrases, y ven con el equipo preparado...-
La joven saludo al Den Den Mushi, le dio un toque para colgarlo y comenzó a vestirse, tras ellos se dirigió a la sala de reuniones del cuartel con todo su equipo listo. Dentro le esperaban el Capitán del cuartel y un grupo de hombres trajeados, sobre la mesa un dossier no muy grande de apenas tres hojas.
-Desde Grand Line a venido un investigador para estudiar unas plantas en la isla Conomi, la hemos asignado como auxiliar de campo dada su experiencia en el campo de la botánica- Uno de los hombres dio las indicaciones a la joven que oteo el dossier por encima.
-Alguna plaga de insectos que afecte a las cosechas de mandarinas?- No se notaba demasiado entusiasmo en el tono de la joven.
-Algo mas simple, seras informada de mas detalles cuando llegues por el investigador en cuestión- El capitán miro su reloj de bolsillo e hizo unas señas a la joven para que se retirara. -El barco partirá en media hora, y esta vez no hace falta que redactes ningún informe, eso si, mantén discreción a toda costa.-
-En el dossier encontrara el consentimiento del gobierno para sus actividades en la isla y un certificado de la colaboración de la marina, pero solo úselo en caso de que fuese necesario.- Un trajeado dio las ultimas indicaciones y la joven salio hacia el muelle."
-Si al menos me hubieran dicho donde acampaba el investigador... Touchumaru... investiga los alrededores, si encuentras algo o a alguien cerca del edificio ven corriendo a avisarme...- Un ratón gordito salio de entre una abertura de la camisa de la muchacha, mas exactamente de entre sus pechos. -y ni se te ocurra robar... me has escuchado?-
El ratón afirmo con la cabezita y comenzó a correr hacia el camino circundante a Arlong Park, la joven de pelo verde por su parte trepo una palmera del lugar y al llegar a la cúspide saco una mira de rifle de varios aumentos para avistar los pueblos cercanos y plantaciones en busca de el científico. En el pueblo de Cocoyashi vio a un reducido grupo de marines patrullando las calles, los campos de mandarinos y arroz estaba siendo labrados por campesinos, nada destacable quitando a los marines de Cocoyashi.
La mañana paso y a pesar de cambiar su puesto de observación repetidas veces nada destacable sucedía hasta que dos marines comenzaron a patrullar fuera del pueblo, lo cual era señal de que era hora de empezar a buscar a pie para no ser descubierta. De un salto bajo de la palmera y rápidamente silbo para llamar a su ratón el cual la siguió hasta adentrarse en la maleza del bosque cercano.
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Antes de subirse a la balsa improvisada que la familia Armsterk tenía, Spel se detuvo.
-Oh, pff, claro -se golpeó la frente, como si se hubiera dado cuenta de algo.
-¿Mh? -Su hijo se detuvo también y lo miró.
El mayor empezó a quitarse el equipaje. Al ser el más grande y fuerte, estaba llevando la enorme mayoría de las cosas (equipo de acampar y provisiones).
-Hace poco que comí esta Akuma no Mi, así que olvido lo que hace, pero... -Tomó una de las mochilas, la que tenía más cosas, con ambas manos.- ¡Shrink Clap! -Activando su poder, hizo fuerza con las palmas de sus manos, cerrándolas y comprimiendoa la mochila. Esta empezó a encogerse hasta caber en la mano del cyborg.
-¡Juajuajua! Es muy útil para los viajes. -Guardó el ahora reducido equipaje en su piernera.- ¿No quieres que haga lo mismo con lo tuyo, Maddie? -Preguntó, poniéndose a encoger el resto de las cosas.
-Oh, pff, claro -se golpeó la frente, como si se hubiera dado cuenta de algo.
-¿Mh? -Su hijo se detuvo también y lo miró.
El mayor empezó a quitarse el equipaje. Al ser el más grande y fuerte, estaba llevando la enorme mayoría de las cosas (equipo de acampar y provisiones).
-Hace poco que comí esta Akuma no Mi, así que olvido lo que hace, pero... -Tomó una de las mochilas, la que tenía más cosas, con ambas manos.- ¡Shrink Clap! -Activando su poder, hizo fuerza con las palmas de sus manos, cerrándolas y comprimiendoa la mochila. Esta empezó a encogerse hasta caber en la mano del cyborg.
-¡Juajuajua! Es muy útil para los viajes. -Guardó el ahora reducido equipaje en su piernera.- ¿No quieres que haga lo mismo con lo tuyo, Maddie? -Preguntó, poniéndose a encoger el resto de las cosas.
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Luego de que Auri y Sarian hayan “acordado” ir a investigar el problema de los ciudadanos sobre las figuras en la noche, no lograban obtener información del todo exacta, algunos decían que eran gyojines, otros humanos y otros incluso llegaron a testificar sobre aliens…
-A ver según los testimonios todos concuerdan con que: Son dos figuras, una bastante grande y otra más pequeña, que hacen ruidos raros y que los divisan inspeccionando el lugar...Al final parece que sí tendremos que ir por la noche.
Vento repasaba sus escritos en la libreta que cargaba consigo. Habían pasado casi todo el día recopilando información y el sol ya se estaba ocultando.
-¿Cuales fueron los lugares donde más se han avistado a las figuras?.
Preguntó Sarian al rubio, este cambio las páginas de su libreta buscando la información preguntada.
-En los bosques, cerca de lo que solía ser Arlong Park y por los campos de mandarinas y pasando a otros islotes.
-Pues investigaremos por esas área, busquemos algo de equipamiento en el barco.
Dicho esto el par de Marines se pusieron en camino a su propio barco. Ya al caer la noche tenían lo necesario para darles caza a los probables maleantes que estuvieran causando intranquilidad en el pacífico pueblo y quien sabe...A lo mejor sí que son Aliens como decían algunos; Linternas, unos ropajes un poco más oscuros, sus respectivas armas y un pollo de hule que hacía sonidos de pánico al apretarlo.
-¿Por qué traes ese muñeco?.
Preguntó la mujer del par.
-0]]Posho dramático podria ser útil.[/b]
-No veo en qué, la verdad…
Ambos se integraron en el bosque para ver si con suerte lograban dar con aquellas misteriosas figuras que tanta intriga causaban.
Rodeados por una inmensa oscuridad sacaron sus linternas, eran linternas pequeñas para solo iluminar una pequeña zona del sendero por el cual iban y no llamar la atención de alguien y sus ropajes oscuros en contra luz hacían más difícil que los vieran, incluso posho dramático traía indumentaria oscura para lo ocasión.
-Hey Signorina, detecto sonidos a lo lejos…
La parcheada dama me miró y apagamos las linternas, avanzando con cautela y elegancia ámbos nos escondimos en unos arbustos.
-Ahh...Ojala tuviera una linda chica conmigo, con esta oscuridad a lo mejor se asustaria y me abrazaría, ademàs podria hacer esto..y aquello mientras yo...Je...Je”
Una voz bastante femenina se reía perversamente mientras se imaginaba esa situación, el par de marines solo miraban aburridos y un poco perturbados.
-¿Un pervertido en medio del bosque?, deberíamos arrestarlo y cortarlo en pedacitos.
Dijo Sarian mientras se disponía a sacar su Katana.
-Espera, tengo una idea mejor, además podría ser peligroso.
Dijo el fantabuloso rubio quitándose la capucha negra revelando un atuendo...bastante particular, un kimono de sacerdotisa, con la parte de a arriba blanca mientras que la inferior roja, ademàs de una peluca de pelo corto negro.
-Yo lo distraigo y tu lo noqueas.
Sarian solo se quedó en silencio y simplemente asintió con un rechinido casi robotico.
-In corso !
-A ver según los testimonios todos concuerdan con que: Son dos figuras, una bastante grande y otra más pequeña, que hacen ruidos raros y que los divisan inspeccionando el lugar...Al final parece que sí tendremos que ir por la noche.
Vento repasaba sus escritos en la libreta que cargaba consigo. Habían pasado casi todo el día recopilando información y el sol ya se estaba ocultando.
-¿Cuales fueron los lugares donde más se han avistado a las figuras?.
Preguntó Sarian al rubio, este cambio las páginas de su libreta buscando la información preguntada.
-En los bosques, cerca de lo que solía ser Arlong Park y por los campos de mandarinas y pasando a otros islotes.
-Pues investigaremos por esas área, busquemos algo de equipamiento en el barco.
Dicho esto el par de Marines se pusieron en camino a su propio barco. Ya al caer la noche tenían lo necesario para darles caza a los probables maleantes que estuvieran causando intranquilidad en el pacífico pueblo y quien sabe...A lo mejor sí que son Aliens como decían algunos; Linternas, unos ropajes un poco más oscuros, sus respectivas armas y un pollo de hule que hacía sonidos de pánico al apretarlo.
-¿Por qué traes ese muñeco?.
Preguntó la mujer del par.
-0]]Posho dramático podria ser útil.[/b]
-No veo en qué, la verdad…
Ambos se integraron en el bosque para ver si con suerte lograban dar con aquellas misteriosas figuras que tanta intriga causaban.
Rodeados por una inmensa oscuridad sacaron sus linternas, eran linternas pequeñas para solo iluminar una pequeña zona del sendero por el cual iban y no llamar la atención de alguien y sus ropajes oscuros en contra luz hacían más difícil que los vieran, incluso posho dramático traía indumentaria oscura para lo ocasión.
-Hey Signorina, detecto sonidos a lo lejos…
La parcheada dama me miró y apagamos las linternas, avanzando con cautela y elegancia ámbos nos escondimos en unos arbustos.
-Ahh...Ojala tuviera una linda chica conmigo, con esta oscuridad a lo mejor se asustaria y me abrazaría, ademàs podria hacer esto..y aquello mientras yo...Je...Je”
Una voz bastante femenina se reía perversamente mientras se imaginaba esa situación, el par de marines solo miraban aburridos y un poco perturbados.
-¿Un pervertido en medio del bosque?, deberíamos arrestarlo y cortarlo en pedacitos.
Dijo Sarian mientras se disponía a sacar su Katana.
-Espera, tengo una idea mejor, además podría ser peligroso.
Dijo el fantabuloso rubio quitándose la capucha negra revelando un atuendo...bastante particular, un kimono de sacerdotisa, con la parte de a arriba blanca mientras que la inferior roja, ademàs de una peluca de pelo corto negro.
-Yo lo distraigo y tu lo noqueas.
Sarian solo se quedó en silencio y simplemente asintió con un rechinido casi robotico.
-In corso !
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Andando por el bosque sumida en sus pensamientos pervertidos, Midori avanzaba sin prestar atención a los sonidos del bosque, hasta que una voz de auxilio llamo su atención.
-Auxilio, ahí alguien, necesito ayuda..-
La curiosidad hizo que la joven auxiliar de guardián se acercara y se asomara de entre unos arbustos, para su grata sorpresa se trataba de una sacerdotisa en apuros, tendida en el suelo aparentemente desorientada. Sin pensárselo dos veces la joven de melena verde salto de entre los arbustos y corrió a socorrer a la muchacha, todo ello con su querido Touchumaru agarrado a su googles. Casi un suspiro tardo en aparecer frente a la sacerdotisa arrodillada ofreciendo la mano para levantarse del suelo.
-Permítame ayudarla señorita, pasaba por aquí y escuche sus gritos de auxilio.
La sacerdotisa se extraño al oír la voz de la joven que la ofrecía ayuda, seguramente previamente la escucharía hablar consigo misma entre la vegetación, lentamente agarro la mano de la auxiliar, la cual la levanto rápidamente acercándosela y atrapándola entre sus brazos. En caso parecidos Midori habría acosado sexualmente a la pobre sacerdotisa, pero al acercarla sintió un pecho duro en vez de dos bultos blandos, ademas de cuando palpo su trasero no lo sintió como el trasero de una muchacha joven, instintivamente la aparto y la apunto con ambas pistolas desenfundándolas tan rápido como pudo.
-Parece que no e podido engañarte... ademas de que no eres lo que andamos buscando...
La voz masculina un poco afeminada de la sacerdotisa sumado al echo de que la peluca resbalo con el empujón que recibió al ser apartada, hizo que la cara de seriedad de la peli-verde se volviera de asco.
-Un... o... o... okama?
El marine disfrazado no tubo tiempo de dar explicaciones o dar la seña a su compañera oculta, la pistolera comenzó a disparar a los pies del okama haciendo que este esquivara malamente las balas para que no le dieran el las piernas. La marino compañera del okama salto tras Midori y puso el filo de su espada a la altura de su cuello a modo de advertencia para que se detuviera. La amenaza del filo a la altura de su cuello hizo que la muchacha levantara las manos pistolas en mano obstinada por la situación, el par de marinos desarmaron a la joven por seguridad y la interrogaron.
-Identificare... no pareces ser un habitante de esta isla ni tampoco un marine...
-Etto... no hablare sin mi abogado presente...
-Déjate de tonterías y confiesa, eras tu la causante de esos rumores en la isla?
-Yo e llegado hoy... y no tengo que daros explicaciones...
-Pues tendrás que acompañarnos detenida, y ya hablaras en el cuartel.
Midori suspiro y hurgo en su mochila sacando un papel oficial de la marina. Al entregárselo no tubo mas remedio que identificarse como auxiliar de guardia del gobierno, los dos marines habrían sospechado de no ser por ver que los impresos tenían el sello del gobierno y de la marina. Para evitar que desvelaran su presencia en la isla, Midori accedió a ayudarles en su búsqueda de las criaturas extrañas, ademas de que la marine Sarian fue quien pidió la colaboración y al ser una mujer quien lo pedía Midori no pudo negarse.
-Auxilio, ahí alguien, necesito ayuda..-
La curiosidad hizo que la joven auxiliar de guardián se acercara y se asomara de entre unos arbustos, para su grata sorpresa se trataba de una sacerdotisa en apuros, tendida en el suelo aparentemente desorientada. Sin pensárselo dos veces la joven de melena verde salto de entre los arbustos y corrió a socorrer a la muchacha, todo ello con su querido Touchumaru agarrado a su googles. Casi un suspiro tardo en aparecer frente a la sacerdotisa arrodillada ofreciendo la mano para levantarse del suelo.
-Permítame ayudarla señorita, pasaba por aquí y escuche sus gritos de auxilio.
La sacerdotisa se extraño al oír la voz de la joven que la ofrecía ayuda, seguramente previamente la escucharía hablar consigo misma entre la vegetación, lentamente agarro la mano de la auxiliar, la cual la levanto rápidamente acercándosela y atrapándola entre sus brazos. En caso parecidos Midori habría acosado sexualmente a la pobre sacerdotisa, pero al acercarla sintió un pecho duro en vez de dos bultos blandos, ademas de cuando palpo su trasero no lo sintió como el trasero de una muchacha joven, instintivamente la aparto y la apunto con ambas pistolas desenfundándolas tan rápido como pudo.
-Parece que no e podido engañarte... ademas de que no eres lo que andamos buscando...
La voz masculina un poco afeminada de la sacerdotisa sumado al echo de que la peluca resbalo con el empujón que recibió al ser apartada, hizo que la cara de seriedad de la peli-verde se volviera de asco.
-Un... o... o... okama?
El marine disfrazado no tubo tiempo de dar explicaciones o dar la seña a su compañera oculta, la pistolera comenzó a disparar a los pies del okama haciendo que este esquivara malamente las balas para que no le dieran el las piernas. La marino compañera del okama salto tras Midori y puso el filo de su espada a la altura de su cuello a modo de advertencia para que se detuviera. La amenaza del filo a la altura de su cuello hizo que la muchacha levantara las manos pistolas en mano obstinada por la situación, el par de marinos desarmaron a la joven por seguridad y la interrogaron.
-Identificare... no pareces ser un habitante de esta isla ni tampoco un marine...
-Etto... no hablare sin mi abogado presente...
-Déjate de tonterías y confiesa, eras tu la causante de esos rumores en la isla?
-Yo e llegado hoy... y no tengo que daros explicaciones...
-Pues tendrás que acompañarnos detenida, y ya hablaras en el cuartel.
Midori suspiro y hurgo en su mochila sacando un papel oficial de la marina. Al entregárselo no tubo mas remedio que identificarse como auxiliar de guardia del gobierno, los dos marines habrían sospechado de no ser por ver que los impresos tenían el sello del gobierno y de la marina. Para evitar que desvelaran su presencia en la isla, Midori accedió a ayudarles en su búsqueda de las criaturas extrañas, ademas de que la marine Sarian fue quien pidió la colaboración y al ser una mujer quien lo pedía Midori no pudo negarse.
Emalf
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El plan de su compañero había sido tonto y gracioso pero gracias a él adquirieron la ayuda de una chica; una pelí verde que no paraba de observar a Sarian. La chica del parche veía aquello como un reto, pues así lo hacían en su aldea.
-Esto quiere decir que nuestro trabajo no está terminado...
- Lo sé. Es una pena.
- Eh... ¿Puedo saber que es lo que buscan?
Sarian no confiaba plenamente en la recién llegada pero había probado ser parte de la marina así que algo bueno habría de tener.
-Buscamos sospechosos. Lo único que sabemos es que uno de ellos es grande. Mi compañero se vistió de mujer para atraer al culpable pero tu interrumpiste su esfuerzo.
-!Hey! Aquí la víctima soy yo. Me hizo creer que era una linda joven en peligro. Los traumas saldrán caros -fingió llanto la pelí verde.
- Como sea. Vento. Tenemos que seguir buscando. Hay que ir más profundo.
-Esto quiere decir que nuestro trabajo no está terminado...
- Lo sé. Es una pena.
- Eh... ¿Puedo saber que es lo que buscan?
Sarian no confiaba plenamente en la recién llegada pero había probado ser parte de la marina así que algo bueno habría de tener.
-Buscamos sospechosos. Lo único que sabemos es que uno de ellos es grande. Mi compañero se vistió de mujer para atraer al culpable pero tu interrumpiste su esfuerzo.
-!Hey! Aquí la víctima soy yo. Me hizo creer que era una linda joven en peligro. Los traumas saldrán caros -fingió llanto la pelí verde.
- Como sea. Vento. Tenemos que seguir buscando. Hay que ir más profundo.
Leps~
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Mientras remaba en la balsa improvisada, Spel iba cantando al ritmo de la canción que salía de sus pectorales, destapados para dejar ver unos parlantes:
-Recuérdame qué es lo que estamos buscando, Maddie... -El rubio miraba alrededor, como preocupado. Era una isla pequeña, sí, pero una jungla no deja de ser una jungla.
-Buuurp... -El chiquillo eructó, con náuseas. Viajar, aunque sea en un bote de remos, seguía provocándole eso.- Pues, los lugareños están preocupados por unos "fantasmas" en estas zonas, según dicen. Llegamos hace poco y ya va a anochecer, así que deberíamos avistar algo así en cualquier momento...
- Spoiler:
-Recuérdame qué es lo que estamos buscando, Maddie... -El rubio miraba alrededor, como preocupado. Era una isla pequeña, sí, pero una jungla no deja de ser una jungla.
-Buuurp... -El chiquillo eructó, con náuseas. Viajar, aunque sea en un bote de remos, seguía provocándole eso.- Pues, los lugareños están preocupados por unos "fantasmas" en estas zonas, según dicen. Llegamos hace poco y ya va a anochecer, así que deberíamos avistar algo así en cualquier momento...
Bowen~C
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-Johnny la gente está muy loca, tutututu~ (8)
En un bosque oscuro en las afueras de La Villa Cocoyashi, se encontraban 3 entidades conocidas buscando a otras 2 no tan conocidas, no por ellos, eso seguro.
-Vento, si sigues cantando esa horrible canción nunca encontraremos a nuestros objetivos. – Decía Sarian, algo irritada por el pseudo-canto del rubio.
-Los maleantes son atraídos por las melodías horribles, por eso canto así.
-No sé siquiera como pude confundirte con una chica… - Decía la peliverde con una cara asqueada en su cara.
El trio ya andaba caminando por lago rato por el bosque sin resultado alguno más que el encuentro de la peli-verde y generarle traumas, pero como buenos oficiales que son nunca se rendirían en su búsqueda y darían todo lo que fuera para cumplir su misión así les tomara horas y horas y horas…
-Hey, creo que escuche algo… - Mencionó el rubio de los 3, haciendo una señal para que se agacharan y bajaran la voz.
-Ugh, esos frijoles del almuerzo me hicieron mal, aguarda un momento, la naturaleza llama.
-Me hace gracia que tu digas eso por alguna razón.
El trio ocultos en unos arbustos observaban a medias a aquellos dos sujetos a los cuales no lograban distinguir por la oscuridad, sin embargo se notaban por sus sombras que una era de considerable tamaño y la otra era mucho mas diminuta en comparación.
-Yo echaré un vistazo para buscar muestras tu…haz lo tuyo – Decía la sombra más baja y se ponía a silbar alguna canción rara mientras se dirigía a algunos arbustos.
-¿Serán estos nuestros sujetos, Sari?. – Decia el rubio, mientras miraba a la parcheada mujer.
-No me digas Sari, y concuerdan con la descripción, esperemos a ver que hacen y luego procedemos.
Luego el par se dieron cuenta de un mal olor proveniente de detrás de un árbol seguido de algunos ruidos y gemidos, solo restaba esperar que saldría de ahí.
En un bosque oscuro en las afueras de La Villa Cocoyashi, se encontraban 3 entidades conocidas buscando a otras 2 no tan conocidas, no por ellos, eso seguro.
-Vento, si sigues cantando esa horrible canción nunca encontraremos a nuestros objetivos. – Decía Sarian, algo irritada por el pseudo-canto del rubio.
-Los maleantes son atraídos por las melodías horribles, por eso canto así.
-No sé siquiera como pude confundirte con una chica… - Decía la peliverde con una cara asqueada en su cara.
El trio ya andaba caminando por lago rato por el bosque sin resultado alguno más que el encuentro de la peli-verde y generarle traumas, pero como buenos oficiales que son nunca se rendirían en su búsqueda y darían todo lo que fuera para cumplir su misión así les tomara horas y horas y horas…
-Hey, creo que escuche algo… - Mencionó el rubio de los 3, haciendo una señal para que se agacharan y bajaran la voz.
…
-Ugh, esos frijoles del almuerzo me hicieron mal, aguarda un momento, la naturaleza llama.
-Me hace gracia que tu digas eso por alguna razón.
El trio ocultos en unos arbustos observaban a medias a aquellos dos sujetos a los cuales no lograban distinguir por la oscuridad, sin embargo se notaban por sus sombras que una era de considerable tamaño y la otra era mucho mas diminuta en comparación.
-Yo echaré un vistazo para buscar muestras tu…haz lo tuyo – Decía la sombra más baja y se ponía a silbar alguna canción rara mientras se dirigía a algunos arbustos.
-¿Serán estos nuestros sujetos, Sari?. – Decia el rubio, mientras miraba a la parcheada mujer.
-No me digas Sari, y concuerdan con la descripción, esperemos a ver que hacen y luego procedemos.
Luego el par se dieron cuenta de un mal olor proveniente de detrás de un árbol seguido de algunos ruidos y gemidos, solo restaba esperar que saldría de ahí.
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