Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Jue 9 Jul 2015 - 19:42}

20/08/2014

Me encontraba en un barco mercantil desde hacía ya unos días cuando dejé la última isla y conseguí convencerlos por unos pocos berries para que me llevaran. Todo fue bien y con muy pocas preguntas, mantuve mi identidad de cazarrecompensas oculta y usé un nombre falso, "Tatsumi Nei", el nombre pareció ser suficiente para eliminar cualquier sospecha sobre mi verdadera identidad, al menos eso es lo que yo pensaba. El problema comenzó ese día, cuando yo felizmente me encontraba durmiendo en mi camarote, una fuerte explosión me tiró de la cama y rompió parte de la pared de mi camarote, el agua comenzó a entrar y yo me desperté de golpe. Cogí mis cosas con suma rapidez y tomé las escaleras directas hacia la cubierta, donde los mercaderes, como se hacían llamar estaban disparando sus cañones hacia un barco pirata. Miré atentamente, el barco no parecía nada del otro mundo, es más, no creía que hubieran más de 10 personas a bordo y no se sentía demasiada fuerza en las auras de los mismos. Por suerte a lo lejos se observaba ya la isla y aún con el problema del agua que entraba por mi cabina podríamos llegar, confiaba en ello. No faltó mucho para que otro sonido me sorprendiese, esta vez era uno de los mercaderes, en concreto el capitán del barco que gritó algo inesperado por mi parte.

-¡Mataaaaaarlooos a todos! ¿¡Somos o no somos piratas!? ¡Demostrarlo aquí y ahora hijos de mar!-Gritaba el capitán mientras yo me ponía una mano sobre la cabeza, como demonios había terminado en un barco pirata, lo que me faltaba. Me propuse seguir con mi fachada y me dispuse a ayudarlos eliminando a ese barquito.

Apunté mi arco hacia el cielo y sonriendo comencé a disparar miles de flechas en dirección al pequeño barco. Flechas imbuidas en haki y preparadas para destruir el casco del barco. Segundos después el barco y sus tripulantes se encontraban atacados por miles de proyectiles provenientes del cielo que caían como pequeños meteoritos y atravesaban todo a su paso, carne humana, madera, barriles de pólvora, todo. No tardó mucho en comenzar a hundirse por completo su barco y sonriendo me giré para avisar al capitán del barco "mercantil" para que se diese prisa en llegar a la isla, o sería él el siguiente en terminar como ellos.

-No tengo tiempo de chácharas, necesitamos llegar a esa isla cuanto antes, el cañón del barco enemigo consiguió destruir parte del casco del barco, casualmente en mi camarote y ahora está entrando agua a raudales por ahí. Si no os dais prisa en alcanzar esa isla seréis vosotros los que terminaréis como esos piratuchos.-Dije con sonrisa inocente, aunque yo quería ser dura no era mi estilo.

-Calmaaa jovencita, gracias a tu sorprendente trabajo vamos a llegar mucho antes de lo esperado.-Dijo el hombre mostrando sus dientes, uno de ellos de oro, en definitiva era un pirata demasiado típico como para no haberme dado cuenta de ello. Estúpida de mí.

Habían levantado las velas y extrañamente una ráfaga de viento justo llegó en la dirección adecuada para poder tomar velocidad y llegar al puerto. Un día de suerte, o quizás no, no estaba del todo segura hasta que alcanzase tierra firme. Minutos más tarde por fin llegué y pude bajar del barco. Una vez en tierra firme tenía varias cosas que decirles a esos piratuchos, pero no tenía la energía necesaria para enfrentarme a todos en ese momento, así que preferí dejar uno de mis drones abeja para que le siguiera, sería suficiente que se mantuviese con ellos y después de unas horas volviese a mí. Y si no le quedaba combustible de vuelta podía intentar atravesar a algún pirata con su "Attack mode".

Con mis cosas encima y con unas ropas más adecuadas para el clima proseguí mi camino por el puerto y hasta alcanzar la ciudad. Unos metros más adelante vislumbré uno de esos tantos carteles familiares de tabernas, entré y me senté en un sofá al lado de la ventana, era un sofá de más de 5 sitios pero como estaba vacío me lo había apropiado. Me quedé ahí esperando a que me sirviesen y mientras con una mano hacía símbolos sobre la mesa. Estaba pensando en un nuevo plan, un nuevo robot que quizás me fuese de ayuda y como esa vez no llevaba mi cuaderno encima empecé a hacer cálculos sobre la mesa de marmol que tenía enfrente. Dentro del restaurante el clima era perfecto para estar, ni muy caluroso ni muy fresco y con un ventilador que mantenía una pequeña brisa en toda la taberna, no sabía si estaba en un recinto de lujo o no, pero no me importaba, tenía el dinero para pagarlo en cualquiera de los casos.

Ropa de Yumiko:

04/04/2015

El calor que hacía en Arabasta me estaba matando. Por suerte, hacía poco que me había cortado el pelo y el calor era menor. Además, el sombrero evitaba una posible insolación. Hacía ya un buen rato que estaba caminando por las calles buscando un lugar donde poder comer a gusto. Sin embargo, no tenía dinero, aunque sí una idea. Finalmente, llegué a una taberna y entré. El interior no estaba precisamente lleno, pero había gente. Y además, al entrar el calor desapareció. Me quité el sombrero, dejándolo colgando sobre la espalda e inspeccioné mas el lugar. Al fondo de la taberna había un pequeño escenario para espectáculos puntuales, pero vacío en aquel momento. Junto a la ventana, en un sofá, había sentada una belleza rubia, vestida con una simple prenda que cubría sus hombros y dejaba su vientre plano al aire, con una prenda blanca tapando sus pechos. En la zona inferior, llevaba una simple minifalda blanca y verde. No pude evitar morderme ligeramente el labio inferior al deleitarme con tan buena vista, pero enseguida retiré mi visión y me dirigí a la barra, esperando que la muchacha no se hubiese percatado de mi fugaz pero lasciva mirada.

- Disculpe, ¿Es usted el propietario de la taberna?

- Sí, soy yo. -Dijo el camarero, acercándose a mí.

- Verá... No tengo dinero pero estoy buscando comida caliente para pasar el día. No puedo pagarle con dinero, como le he dicho, pero tengo una propuesta que hacerle. Verá... Soy música, y veo que tiene un escenario sin usar, así que...

El camarero frunció el ceño y dio un golpe a la mesa.

- ¡Malditos músicos muertos de hambre! ¡Largo de aquí! ¡Si no puedes pagar no haber venido, sucia ramera!

Fruncí el ceño yo también y me levanté del taburete, mirando enfadada al camarero. Incluso me transformé en forma híbrida, aumentando ligeramente mi altura y cambiando la forma de mis piernas a las de un velocirraptor. En mi parte trasera creció una cola emplumada y en mis brazos crecieron otras plumas. Mis ojos, que ahora eran como los de un reptil miraban al dependiente, el cual temblaba asustado pero seguía en sus trece de echarme de la taberna. Finalmente me resigné, viendo que posiblemente haya atraído miradas al transformarme, volví a mi forma humana y me dispuse a dejar el lugar.

20/08/2014

Seguía ahí sentada cuando una joven entró, un aura extraña abrumó el aire y miré atentamente a la chica, que me había mirado extrañamente, mordiéndose el labio inferior, la verdad es que no había visto a alguien así nunca, excepto esa chica en el East Blue que se me tiró encima solo por darle una manzana. Esperaba que esta fuese diferente. Miré lo que intentaba hacer, todo un espectáculo. Se aceró al tabernero y se sentó en la butaca, habló con el como si no tuviese ningún duro para pagar, eso es lo que pude distinguir de lo que decían. Al oír eso me levanté, para mi sorpresa el hombre pegó un puñetazo a la mesa y gritó algo así como que los músicos eran basura y que no merecían estar ahí. Algo enfadada fui corriendo hacia el camarero y para mi sorpresa observé como la chica cambiaba su forma, una cola apareció detrás de ella y sus brazos se modificaron como si precisara de escamas o fuera algún ser del cretáceo, uno de esos dinosaurios.

A decir verdad, la chica seguía con las mismas ropas y su aura se había tornado algo rojiza, como si estuviese enfadada para poco después tornarse morada, representando la frustración y finalmente terminando por volverse blanca de nuevo, mientras parecía dirigirse a dejar el establecimiento. Entonces es cuando yo intervine con una sonrisa mirando al estúpido camarero que ahí se encontraba.

-Pagaré por ella. Aquí todo el mundo tiene derecho a comer y a beber, incluso un músico. No eres quién para meterte con las aficiones de las personas.-Dije mostrando una cara más seria y tornándose la capa que llevaba atada a la minifalda de color rojizo. Esa capa era capaz de observar mis sentimientos y cambiar el color con ellos, de lo más interesante.

-Está bien, puede quedarse entonces. Díganme que van a tomar.-Dijo el hombre algo frustrando mientras recobraba la estúpida falsa sonrisa de todos los camareros.

-Dado que no he desayunado, me gustarían unos cuantos gofres con miel y sirope de chocolate, para beber un cocktail de sandía y frutas tropicales y para ella lo que desee.-Dije sonriendo mientras miraba a la chica, con la esperanza de que se quedase. Me apetecía charlar con alguien hoy y esa chica era de lo más interesante. No cabe duda de que lo que había presenciado era una akuma no mi, pues mi oso de peluche había brillado con fuerza al acercarme a ella y visto lo que había hecho podía haber sido nada más y nada menos que una zoan. Las escamas dejaban ver que quizás era una zoan prehistórica, pero no podía sacar muchas más conclusiones. De momento intentaría entablar amistad con ella, quizás fuera por la curiosidad, pero siempre andaba metida en líos, esta ocasión probablemente no sería mucho más distinta.

-Después de este revoloteo y tantos problemas me haría bien saber cual es tu nombre al menos.-Dije sonriendo mientras miraba a la chica, la cual iba muy bien vestida y tenía un pelo oscuro corto que dejaba ver su preciosa cara, moteada de algunas pecas.-Mi nombre es Yumiko Mei.-Añadí con una sonrisa.

04/04/2015

La rubia muchacha del sofá se levantó y me defendió. Me sentí aliviada ante aquello, pero algo avergonzada por tener que aceptar que otra persona pagase por mí. Pero no podía hacer nada, así que acepté. Me fijé en algo que no había visto antes, tal vez por haberme fijado más en su cuerpo que en su cara, y es que tenía las orejas puntiagudas.

"Deberías dejar de ser tan pervertida, Theo..."

Fui con ella a sentarme y esperé a que pidiese lo suyo al camarero, tras lo cual dio pie a que yo pidiese lo que deseara. Tenía hambre, así que pedí lo que más me gustaba.

- Un filete. Al punto. Y para beber... sólo agua. -Dije sonriendo de forma burlona al camarero.

La verdad es que la chica era aún mas bella de cerca. Tenía la piel lisa y de aspecto suave, no como la mía que estaba llena de pecas, cosa que no me gustaba. Sus ojos eran azules y brillantes cual zafiros. Y yo sabía perfectamente que, de no ser porque ella me invitó y debía ser respetuosa, le habría entrado con segundas intenciones. Sin embargo, me mantuve al margen e intenté no pensar demasiado en aquel asunto.

- Yo soy Theo, Theo Thawne. -Dije después de que se presentara como Yumiko Mei. Sonreí ligeramente, de forma tímida y ladeando un poco la cabeza. - Lamento que hayas tenido que discutirte con el camarero por mi culpa... Tan sólo quería ofrecerle mis servicios como música a cambio de un plato, nada más...

Abrí mi mochila y saqué mi vieja flauta de pan, aunque parecía como nueva, pues la limpiaba y cuidaba cada día, pues era muy importante para mí.

20/08/2014

La pelinegra al final hizo su presentación debidamente, haciéndose llamar Theo Thawne, un bonito nombre, sin duda alguna. La chica afirmaba que estaba ofreciendo sus dotes musicales a cambio de algo que comer y eso a la vez que me sorprendía también me hacía sentir algo de pena, aunque preferí dejarlo pasar. Al fin y al cabo no era nadie para entrometerme en la vida de los demás o para cambiar las costumbres de otras personas. Me limité a mirarla y sonreír, como solía hacer muy a menudo, investigando su aura con mi haki de observación sin buscar segundas intenciones, la chica no parecía un angelito pero tampoco era un demonio, tenía un alma bastante limpia y de lo más curiosa, lo que me hacía quedar cautiva, no se si por su encanto o por su belleza interior.

-Bonita flauta, me gustaría escuchar alguna canción entonada por ti. Hace algún tiempo, quizás unos meses atrás, o un año, no recuerdo exactamente coincidí con un chico que tocaba en una banda de rock, un guitarrista. Me encantaba como tocaba y desde entonces mantengo un cierto sentimiento por los músicos, no por casualidad acudía a tu rescate.-Dije sonriente mientras me quitaba los anteriores pensamientos de mi mente y me fijaba en el instrumento tan limpio y bien conservado que preservaba la joven. No decían lo mismo los ropajes que llevaban encima, que parecían quizás un poquito más humildes, al menos en mi opinión.

Tras mi frase empecé a comer de esos deliciosos gofres, un cortecito con el cuchillo y el tenedor y ñam, a dentro. Estaba delicioso y el sirope de chocolate le daba un sabor de lo más agradable. Tras probar un solo bocado sentía que me encontraba en el mismísimo cielo, entrando por la puerta principal y saboreando el sabor del aire que ahí reinaba. No tardé mucho en volver en mí misma y recordar que me encontraba en un restaurante y que debía seguir manteniendo mis modales para no parecer estúpida.

-Wooow, estos gofres están exquisitos, no recuerdo haber probado unos mejores, probablemente vuelva por aquí para probarlos de nuevo algún día. Mientras tanto, me gustaría otra porción.-Decía excitada mientras seguía zampando los gofres como si no hubiera un mañana, estaban exquisitos y de eso no había duda alguna.

Unas miradas efímeras pero a la vez persistentes habían puesto sus ojos en mí, las sentí aún con esa dulce sensación del desayuno. Era una chica y un chico, no había sentido sus auras nunca antes, pero no parecían buenas personas, unas auras casi negruzcas que acabaron desvaneciéndose pocos instantes después de que me diese cuenta de la presencia de estos. Ya tenía algo que explorar en la isla, ahora solo me faltaba conseguir un acompañante, o quizás una acompañante, pensaba mientras miraba a la chica con una media sonrisa, con algo de picardía en mí, pero no intencionada, puesto que yo seguía igual de inocente que siempre.

04/04/2015

Yumiko elogió mi flauta de pan. Le di las gracias casi con la voz quebrada recordando como la conseguí. Quitando aquel pensamiento de mi mente, guardé la flauta de nuevo en la mochila y me centré en comer la carne que me había traído el camarero.

Sin duda, estaba rico, pero no pude disfrutar de la comida en su totalidad porque el camarero no dejaba de mirarme con el ceño fruncido, como si se arrepintiera de que me hubiese quedado. Me comí cada trozo mirándolo con burla y mala baba.

Pasó el rato y la chica rubia devoraba sus gofres como si fueran lo más delicioso del mundo. No pude evitar sonreír ligeramente ante la situación y su aspecto comiendo. Terminé la carne y la bebida y la muchacha pidió otra ración.

Entonces, durante un instante, la muchacha rubia se quedó absorta, como mirando a la nada. Estuve a punto de tocarle en el hombro y preguntarle si estaba bien cuando de golpe me miró, con una sonrisa pícara en el rostro.

- ¿Qué? ¿Qué ocurre?

20/08/2014

La chica inocentemente preguntó que es lo que había pasado y yo seguí con mi sonrisa, segundos después vi que habían traído la segunda porción de gofres, pero no era momento de quedarse si queríamos pillar a esos dos. Dejé una bolsa de monedas y cogí a la chica de la mano, segundos después me encontraba saliendo de la taberna a toda velocidad y buscando con la vista cualquier rastro de esos dos. Por desgracia las calles estaban pobladas de todo tipo de personas y ese rastro cada vez se sentía menos, quizás también fuese por la fuerte brisa que acechaba en ese momento.

-He sentido dos presencias sospechosas y eso quiere decir que es la hora de la caza, o simplemente de la aventura. A veces la curiosidad me puede y creo que una ayudante no me vendría mal hoy, a no ser que a ti no te parezca bien. Si quieres en cualquier momento irte adelante, no te obligo a venir conmigo, suele ser peligroso.-Dije sonriendo mientras intentaba parar la fuerte brisa que nos acechaba. Hice uso de mi capa para cubrirnos a ambas, pero segundos después eso ya no sería posible.

Un barril vació golpeó con fuerza en la capa y también en mis manos, perdí el equilibrio y caí de espalda contra el suelo, ni mi agilidad pudo prever eso, fue estúpido por mi parte no mantener el haki de observación, me decía una y otra vez. Me levanté seguidamente, esta vez con el haki activado y me limpié la espalda que estaba llena de sucia arena. Las calles se iban despoblando y las personas se metían en sus casas, hasta que unos segundos más tarde ya no había más que un pueblo desierto, todas las casas tenían sus ventanas cerradas y las persianas bajadas y el silencio era lo único que quedaba, junto al sonido de la fuerte ventisca. Dos segundos después capté porque habían corrido tanto y salí rápidamente en dirección a un pasadizo entre edificios.

-¡¡¡Correeeeeeeeeeeeee, correeeeeeeeeeee, es una tormenta de arena!!!-Grité hacia Theo mientras le hacía una señal para que me siguiese, de no aceptar mi mano claro. Una vez entre los edificios me tiré al suelo y me tapé la cabeza con las manos, eso sería suficiente pensé en ese momento. Tras eso esperé a que la tormenta pasara rápidamente, no me gustaba comer arena y sabía lo peligrosas que esas cosas eran, podrían destrozar casas, no quería imaginarme que podrían hacer con una persona. Pensé esta vez más en Theo que en mí y le ofrecí mi capa para que se tapara, la arena solía cortar la piel con mucha facilidad y dejaba muchísimas heridas, prefería que la tuviese ella, yo ya me las arreglaría para curarme las heridas después. Tras eso sonreí y seguí tapándome la cabeza, no fuera a ser que la arena acabase cortándome los ojos, eso sería impensable y más horrible que cualquier otro pensamiento posible.

04/04/2015

Yumi me explicó entonces que había sentido dos presencias y que iría a por ellas, diciendo que le vendría bien una ayudante para esta pequeña aventura. Podría haberle preguntado que demonios quería decir con lo de las presencias, pues jamás había oido algo así, pero simplemente dije:

- ¿A... Ayudante...?

Usó su capa para cubrirnos a las dos, buscando protegernos del viento que acechaba y cada vez era más fuerte. Un barril empujado por el viento la golpeó, haciéndome ver que aquello era algo mas fuerte que una simple brisa. Y el grito de Yumi me lo confirmó.

Empecé a seguirla corriendo hasta llegar a un lugar entre dos edificios. Se tiró al suelo y me cubrió con su capa para evitar que yo me cortará. Me negué. La cubrí con la capa y me transformé en completa, esperando que mis escamas y plumas de velocirraptor sirviesen para proteger mi piel del despiadado viento. Me puse contra la pared del edificio y me encogí como pude, clavando las garras de los pies en el suelo y soltando varios rugidos cada vez que sentía el viento golpearme.

20/08/2014

Vaya vaya, pensé, dos presencias y luego una tormenta de arena, quizás hasta estén relacionadas. La tormenta pasó y la joven no quiso ponerse debajo de la capa, sin embargo se transformó en un velocirraptor, un dinosaurio bastante interesante, y de los más veloces, por no decir el más veloz de todos. Miré alrededor y nada, no había ninguna presencia, todas las personas se habían metido en sus casitas como si se hubieran esperado tal acontecimiento. No merecía la pena quedarse y preguntar, no creía tampoco que recibiera respuesta alguna, pues si sabían algo y no lo han dicho es porque hay algo detrás de ellos que debo investigar.

-Veamos, dos sospechosos, una tormenta de arena y ninguna huella en el suelo, eso es lo que tenemos hasta ahora y la verdad es que no parece para nada convincente. Tendremos que buscar y según he observado creo que se esconden, la tormenta de arena pudo estar relacionada con ellos.-Dije con una sonrisa mientras pensaba en un plan de ataque o simplemente de reconocimiento, teníamos que encontrarlos si queríamos saber que estaba pasando.

Entonces recordé algo y saqué de mi bolso unos cuantos "Bee-drones" y les ordené la misión de reconocimiento, en total eran 4 y se encargarían de buscar y avisarme de cualquier peligro o señal. Después de dejarlos sueltos me levanté y miré a los lados, sentí por un segundo la presencia de uno de esos dos y empecé a correr en esa dirección a máxima velocidad para no perderle la pista. No me había dado ni cuenta que había alcanzado los 25m/s y que en nada estaría al lado del objetivo, aunque por raro que parezca, la presencia era mucho más rápida que yo, tenía que alcanzarlo pero no duraría por mucho tiempo, así que aminoré el ritmo para que Theo pudiera alcanzarme y poder llegar juntas, lo que faltaba es que llegásemos por separado y acabásemos en una trampa bien planeada.

-Pfff, están en esa dirección, pero probablemente nos superen tanto en número como en velocidad, será mejor que vayamos juntas.-Decía mientras indicaba con el índice la dirección hacia donde estaba corriendo. Ahora estábamos en medio del desierto y no había ningún cobijo, además, se me había olvidado coger más agua después de desayunar, estaba sin agua y sin provisiones, si esa gente corría es que se iba a un sitio con estas dos cosas fundamentales. Seguí corriendo cuanto pude, en algún momento acabaría agotada y me tiraría al suelo, pero mientras siguiese con fuerzas no dejaría escapar a esas dos curiosas presencias.

04/04/2015

Volví a mi forma humana y de golpe Yumi sacó de su bolsa algo parecido a... ¡¿Abejas?!

Solté un grito que sonó como un "iiiiiiiiiiiik" y salté hacia atrás, chocando con la pared del callejón y haciéndome daño en el hombro hasta que las abejas se fueron. Tras aquello, empezó a correr hacia un lado, tal vez siguiendo una de las presencias que no para de decir que siente. Cambié a forma completa de nuevo y empecé a seguirla, pero ni siquiera así pude alcanzarla. Su velocidad era ligeramente superior a la mía en forma completa.

"¿Cómo demonios...? ¿Quién es esta chica?"

Finalmente, la muchacha aminoró su velocidad y pude alcanzarla. Sin cambiar de forma, seguí corriendo junto a ella, mientras me indicaba por donde ir.

La muchacha cada vez me atraía más en distintos sentidos, tanto físicamente como en el ámbito de la curiosidad. Desvié aquellos pensamientos de mi mente, pues no tenía ganas de meterme en líos de faldas con Yumiko... todavía.

- ¡Deberías explicarme mejor donde vamos!

Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko]

Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Jue 9 Jul 2015 - 19:42}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Jue 9 Jul 2015 - 20:16}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Jue 9 Jul 2015 - 20:43}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Jue 9 Jul 2015 - 21:32}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Sáb 11 Jul 2015 - 0:18}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Sáb 11 Jul 2015 - 19:33}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Lun 13 Jul 2015 - 12:18}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Lun 27 Jul 2015 - 17:10}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Sáb 8 Ago 2015 - 16:04}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {Miér 19 Ago 2015 - 19:39}

Re: Encuentro perfumado[Pasado][Privado Theo-Yumiko] {}