Ui zi ke reto maz riko

Estas en medio del mar, viajando por Grand Line sin un rumbo aparente (Como de costumbre) esperando encontrar por suerte una isla. Tras varios días de viaje logras avistar en el horizonte lo que parece la silueta de una isla no muy grande, pero lo suficiente para albergar algún pequeño pueblo en el cual descansar. Poco a poco la marea te va acercando y puedes ver cómo varias columnas de humo se elevan cubriendo el cielo de la isla de una capa de hollín que le da un aspecto poco acogedor. Al mismo tiempo, logras distinguir algo fuera de lugar, una especie de cúpula, de dimensiones bastante grandes se empieza a sumergir en el mar al mismo tiempo que se aleja de la isla. Tras poco más de una hora por fin llegas a lo que parece el puerto de la isla, digo lo que parece porque está todo en ruinas. El pueblo entero, o lo que queda de él está en un estado de destrucción casi total, es como si una batalla a gran escala se hubiera librado en esa isla hace relativamente poco. Caminas entre las ruinas buscando supervivientes, pero no encuentras nada, ni siquiera cadáveres reconocibles. Tras unos minutos llegas a las ruinas de lo que parecía una base de la marina, éste sitio en concreto parece haberse llevado la peor parte dado que no es más que un montón de cráteres humeantes con el único distintivo reconocible de media torre con el logo de la marina pintado en su fachada. Investigando ésta parte algo llama tu atención, un brillo de tono dorado. Al acercarte ves cómo de debajo de una roca sobresale un brazo que sostiene un pequeño den den mushi dorado con un botón pulsado en la parte superior. Parece que estás en problemas, será mejor que salgas echando leches de ahí antes de que... PUM... PUM... PUM...
¿Qué c**o ha sido eso? ¿Pasos? pero parecen de algo MUY grande y... se acercan. Sales de entre las ruinas y, tras doblar una esquina puedes ver cómo, antes de que te dieras cuenta un buque de guerra de la Marina ha atracado en lo que quedaba de puerto (¿Tu bote no estaba justo en ese sitio?) otros nueve esperan a lo lejos. Oh, si, también te das cuenta de que un gigante, con bastante mala pinta te está mirando con cara de pocos amigos.

Aspecto del gigante:

-Tu.- Dice señalándote -¿Has sido tú quien ha hecho ésto?- Te pregunta con tono severo e impasible.

Parece ser que no le importa mucho la respuesta puesto que justo después de decir eso puedes ver cómo un gigantesco puño se dirige hacia ti imbuido en haki de armadura.

Nota:

-"Cuánto tiempo habrá pasado desde la última isla?" -piensa el pirata tumbado en el bote que había sido su hogar durante los últimos días. Una isla se divisaba a lo lejos tras varios días de viaje. Curiosamente no había tenido incidentes, algo que le extrañaba bastante dada su tendencia a atraer los problemas. Lo único que destacó durante la travesía marina fue la constante molestia que suponía Franklin, pero la extraña morsa era algo que Arribor había aprendido a ignorar. Pero el lugar al que se acercaba prometía ser divertido. Según se aproximaba a la costa veía varias columnas de humo, lo que para él solo podía significar que estaban cocinando algo seguramente para una fiesta. ¿Y qué era esa especie de cúpula? No le dio demasiada importancia, pues había visto barcos más raros antes.

Por desgracia, lo único que parecía quedar allí eran ruinas. Antes de pisar tierra pudo darse cuenta de que el humo no provenía de ninguna cocina sino de los restos de los edificios calcinados. Parecía el escenario de una inmensa lucha, pero ni siquiera podía distinguir los cuerpos de los que habían luchado en ella. ¿Quedaría alguien vivo? ¿Algún edificio en pie que hubiera resistido el cataclismo que había arrasado la isla? Caminó durante un rato a través de las calles de aquel pueblo fantasma mientras su larga chaqueta negra se manchaba de ceniza y hollín. Se planteó enterrar a los muertos pero eran demasiados y desechó la idea rápidamente. Junto a él iba Franklin. Su mascota parecía inquieta, seguramente abrumada por tanta destrucción, y no se separaba de él ni un metro.

Fue al cabo de un rato cuando encontró algo interesante. Por encima de un gran agujero plagado de escombros se alzaba una estructura semi-derruida con un logo dibujado. Tardó un poco en reconocer el símbolo de la Marina y en llegar a la conclusión de que allí había una base de la Marina. Tal vez si que hubiera habido una batalla allí, la cual aparentemente se había decantado hacia los invasores. -Ahh, esto no puede ser bueno. -exclamó en voz alta cuando se dio cuenta de la situación. Si una base de la Marina había caído no tardarían en aparecer un buen montón de barcos. Tendría que salir de allí antes de que se lo impidiesen un montón de cañones.

Se disponía a marcharse cuando se percató de un ligero temblor de creciente intensidad. Por un momento pensó que era un terremoto pero los temblores tenían un ritmo demasiado marcado. Decidió que lo mejor sería apresurarse y volver hasta el bote. -Mierda... -fue lo único que alcanzó a decir antes de ver los buques de guerra acercándose. Uno de ellos ya estaba en el puerto pero más allá contaba otros nueve acercándose. Lo siguiente que supo fue que un gigante con pinta de malhumorado, sin duda el origen de los temblores, se plantó ante él con mirada acusadora.

-¿Has sido tú quién ha hecho esto? -le preguntó el gigante. Arribor lo miró con interés. Era sin duda un marine y contestara lo que contestara tendría que lidiar con él. Daba igual lo que hubiera hecho o dejado de hacer, eran enemigos y ya está.

-¿Importa acaso? -contestó el pirata, arrogante como de costumbre. Apartó a la morsa de su lado de un empujón y recubrió su cuerpo con Haki antes de recibir el golpe del gigante. El enorme puño le lanzó volando contra un endeble muro que cedió en cuento chocó contra él. Arribor rió mientras se levantaba unos segundos después y se sacudía el polvo. Aquel tipo era fuerte y seguramente eso le dejaría algún moratón. -Supongo que tendré que acabar contigo antes de irme. Espero que seas tan fuerte como pareces, gigante. -Arribor se lanzó hacia el enorme hombre confiando en que fuese tan lento como esperaba. En cuanto llegó hasta él, usó su gran fuerza para dar un poderoso salto y colocarse a la altura de su cabeza. Luego cargó su puño de Haki y descargó un potente derechazo capaz de romper la barrera del sonido y generar una potente onda de choque.

Derechazo + Haki armadura Nivel 2 + Breaker Soul

Técnica usada: