Mi odisea de las plantas medicinales [Pasado][Priv. Eyra y Sinclair Moon]

Mi viaje por el North Blue había llegado a su final, aquella sería la última parada que haría antes de poner rumbo al East Blue y poder visitar allí mi primera isla.
En esta isla no pensaba repostar a por comida, agua u otros objetos básicos para la supervivencia ya que había conseguido todo lo que necesitaba en la anterior isla que había visitado, a esta isla había venido a explorar y sobre todo a comprar medicinas y demás cosas esenciales para la navegación ya que casi un mes después del empiece de mi viaje seguía sin tener a mano un botiquín decente en mi embarcación, solo tenía un par de vendas y pomada antimosquitos.

Bajé de la barca en cuanto toqué tierra, estaba en la parte sur de la isla y delante de mi se abría lo que parecía un pequeño bosque que iba a parar a una alta montaña, aunque debo admitir que para ser un bosque me sorprendió bastante pues no conocía ninguna de las especies vegetales que allí se veian.
Acompañanada por Ice, mi mochila y mi arco me interné en las profundidades del extraño cumulo de vegetación, al cabo de unos minutos andando me ví obligada a sacar mi daga para abrirme paso, pues la vegetación se había vuelto muy densa y me impedia pasar.

Cuando me quise dar cuenta me hallaba subiendo por la cima de una montaña en la que si mis cálculos no me fallaban se situaba la única ciudad de la isla. Al cabo de una hora subiendo la cima, Ice se cansó de andar y se echó a dormir en mi hombro izquierdo, yo tenía que sujetarla con una mano para que no se cayera mientras con la otra cortaba la vegetación para poder pasar lo que hizo que tardará el doble en alcanzar la cima, empezé a pensar que había elegido el peor camino para llegar a la ciudad.
Muchas plantas raras que no había visto en mi vida después el terreno se allanó un poco y tras un par de pasos más divisé la primera casa, después una segunda, una tercera y así hasta llegar al núcleo urbano que era la única ciudad de la isla, suspiré aliviada y desperté a Ice la cuál bajó de mi hombro y volvió a caminar por si sola.

Me metí a un bar de tabernas, pregunté a algunos lugareños y todos me contestaron lo mismo, si venia a por medicinas el mejor lugar para pdoer conseguirlas era la "Bótica de Marilon´s" situada en el extremo izquierdo del pueblo, así que decidí ir a visitar aquella tienda tan recomendada pero cuando llegué allí me encontré con una escena un tanto singular, en la entrada de la tienda un hombre zarandeaba a una mujer que tendría la edad de mi madre apróximadamente, la mujer gritaba y sollozaba y no paró de hacerlo mucho después de que el hombre enfadado la empujara, tirara al suelo y se marchara. Yo enseguida me acerqué corriendo a ella que se encontraba en el suelo sentada sujetandose la cara con las manos.

-¿Señora está usted bien?- La pegunté angustiada y preocupada por su estado, parecia una persona muy frágil físicamente por que era muy delgada.
-Ay muchacha, estoy bien de momento pero quien sabe lo que pasara cuando regrese y no encuentre lo que quiere.- Me figure que se refería al tipo que acababa de marcharse, tenía muchas preguntas sobre quien era ese tipo y pro que la trataba así pero en vez de formularla mis dudas tan solo me limité a preguntarla
-¿Quiere que la ayude en algo para librarse de ese tipo?- no podía dejarla así, parecia indefensa y necesitada y yo no podía si no ayudarla. Recordé algo que había dicho de "no encontrar lo que queria" y la volví a preguntar.
-¿Quiere que la ayude a buscar eso que el tipo quiere?-

Mis palabras parecieron tener un milagroso efecto en la mujer que se levantó de un salto y me miro con expresión de infinito agradecimiento. -Espero que de verdad pienses lo que acabas de decir por que si que necesito tu ayuda, ven pasa y hablamos dentro. - Asentí y así acompañada de la mujer entré en la tienda "Botíca de Marilon´s"

Esta vez, me encontraba en el North blue, en una ciudad en la cima de una montaña. Estaba caminando por ella y algo ya me había quedado claro, si quería encontrar las mejores medicinas tendría que dirigirme a un lugar llamado "Botica de Marylon´s". Sincermante, no había ido a esa ciudad a buscar medicinas pero, no me vendría mal hechar un vistazo.

El lugar parecía ser muy famoso en la ciudad porque todo el mundo me daba directrices para llegar, pero cuando iba llegando los comentarios cambiaban. Parecía que alguien había estado extorsionando a su dueña para conseguir algo, así que me dirigí a la tienda y cuando estuve delante de la puerta entré y vi a una muchacha con la que parecía ser la dueña de la tienda, sabía los rumores y el ambiente en aquella tienda estaba un poco raro, pero me limité a decir.

- Buenos días, he llegado a esta isla y me han dicho que aquí se venden las mejores medicinas.

La mujer me acompaño hasta dentro de la botica, me indicó que me quedara en el mostrador mientras ella desaparecia en la trastienda. Apoye los codos en la tabla del mostrador y miré a mi alrededor mientras esperaba, toda la sala en la que me hallaba estaba cubierta de estantes de madera llenos de un montón de recipientes de todas las formas, tamaños y colores. En realidad me pareció muy fácil coger uno de esos botes y salir de la tienda sin pagar y sin que nadie me dijera nada, obviamente no lo hice pero me pareció que aquella mujer tenía demasiada fé en sus clientes.

Mi anfitriona volvió al poco tiempo con un libro gigante, nunca había visto un libro con tantas páginas como aquel y eso que había deborado bibliotecas enteras, tenía una página marcada con su delgado dedo, dejo el libro encima del mostrador y le abrió por donde tenia indicado, a continuación me mostró la medicina y la receta de esta.
La medicina se llamaba "Megunje de Marion´s" el titulo la verdad es que no era muy llamativo, pero en los ingredientes había cosas que no había oido en mi vida además por lo poco que entendí de la elaboración era muy complicada así que supuse que seia una medicina muy especial. La mujer pareció darse cuenta de que no comprendía del ttodo bien lo que me estaba mostrando pues supió y pasó a explicarmelo resignada.
-Se trata de una medicina que cura cualquier enfermedad y dolencia física, incluso es capaz de regenerar órganos enteros, como manos y brazos.- No pude contener una exclamación ¿Acaso existia una medicina tan poderosa como aquella?. -Hace años que no se realiza, ya que la preparación es muy complicada y los ingredientes muy complicados de conseguir.- Siguió la señora la con la explicación. -Mi tatarabuela creó esta receta, ella y mi abuela son las únicas que han sido capaces de llevarlas acabo.- Me señaló dos retratos de dos dulces ancianitas sonriendo que se encontraban encima suyo. -Ahora ese hombre que has visto pretende llevarse un tarro de ella aunque le haya explicado que no la tengo y nunca la he hecho pero es un alto cargo de la...-

En ese momento la puerta se abrió de par en par y entró una joven en la tienda, la mujer se calló en seco. La chica que había entrado saludo y digo que había venido a por las mejores medicinas "Igual que había hecho yo y" pensé y la sonreí. - Lo siento muchacha- Se adelantó a decir la mujer.- Pero ahora mismo tenemos un pequeño problema y estamos cerradas, vuelve otro día. -me pareció una tonteria perder una clienta por aquello, pero parecia muy importante para la señora aunque no alcanzaba a ver la gravedad del asunto ¿Tan importante era aquel hombre?, así que no dije nada y aguardé en silencio a la reacción de la chica.

Lo primero que me hizo gracia de la vendedora es que, me confundió con una mujer, cosa a la que no le dí ninguna importancia y me reí levemente respondiendole a la vendedora:

- Puede que mi larga cabellera, le haga pensar que soy una dama, pero debo decirle que se equivoca, soy un caballero, aunque no se preocupe en una equivocación sin importancia.


Algunos de los rumores que había escuchado mientras me acercaba a la tienda, aquellos relacionados con un acto violento en aquel establecimiento entre la dueña de la tienda me seguían rondando por la cabeza ya que, además de que me preocupaba, este hecho podría hacer mi estancia en aquella isla más interesante.


Aunque o aquellos rumores no eran ciertos, o aquellas dos mujeres querían ocultarlo, aunque no me extrañaba ya que, no era normal compartir algo así con alguien que acababa de entrar en una tienda, asi que lo tomé como un simple rumor:


- Bueno, quizás solo haya sido un rumor, pero mientras me acercaba a este establecimiento he oído que se ha producido un altercado. Si por alguna razón ese rumor no lo sea me presento voluntario a ayudar.

El recien llegado corrigio a la señora diciendo que era un chico no una chica, la señora se disculpó y yo tambien tendría que haberlo hecho por que habia pensado lo mismo, sin embargo solo lo pense y no lo llegué a pronunciar en voz alta.
El chico emepzo a hablar de que se comentaba por el pueblo de que había sucedido un artercado en la tienda, yo pensé en el matón de antes y no pude si no darle la razón a los cotilleos del pueblo.
Extrañamente se ofreció a ayudar yo me encogí de hombros me daba igual que él ayudara o no aunque supusé que la anciana no querría por ser algo tan secreto como me había contado, sin embargo esa vez me equivoqué pues sonriendo la mujer dijo. -Oh más ayuda sera perfecto.- Arrancó un trozo de papel con algo que parecia una lista de la compra con miles de indicaciones en ella y me la tendió, no me dió ni tiempo a darla un vistazo pues me cogió con el brazo y me condujo hasta la puerta. -Ya te he explicado suficiente trae todo lo de esta lista aquí antes de mañana para que pueda hacer la poción, os recompensaré con las medicinas que queraís, buena suerte.- Y sin que a ninguno de los dos nos dijera pronunciar palabra nos sacó de la tienda de un empujón.

Me quedé bastante extrañada con la escena que acababa de presenciar, casi ni me había dado tiempo a procesar todo lo que había ocurrido. Miré la lista efectivamente era algo parecido a una lista de la compra pero con nombres de plantas, raíces... que no había oido en mi vida, aunque se agradecia que para facilitarnos la tarea había apuntado el lugar donde encontrarlas y más o menos que aspecto tenian.
Levanté la vista del papel y vi al chico con una cara de confusión casi mayor que la mia y comprendí que necesitaba una explicación. -Siento por que todo sea así de repente, Mi nombre ess Eyra y supongo que si de verdad quieres ayudar tendras muchas preguntas así que adelante. - No sabía que contarle primero asñi que decidí que lo mejor sería que me preguntará él. -Pero si no te importa vamos andando hacia el bosuqe que es donde se encuentran la mayor parte de los ingredientes y tenemos poco tiempo.- Le sonreí y acompañada de mi inseparable Ice eché a andar en la dirección que le había indicado.

Todo ocurrió muy rápido la mujer, se puso muy contenta y después de darle una lista a la chica nos cogió a los dos del brazo y nos llevó hacía la puerta.

Una vez fuera de la tienda, estábamos los dos igual de perplejos de aquella reacción de la mujer de la tienda:

- Buff o el altercado violento que ha ocurrido antes pone en peligro la vida de la mujer o algo aquí me huele mal.

La chica al verme tan perplejo, se disculpó por la situación y se presentó me dijo que se llamaba Eyra y que si tenía alguna pregunta acerca de lo sucedido:

- No se disculpe señorita Eyra, además yo que solo había venido a esta isla a comprar medicinas y me encuentro con este encargo, debo decir que la estancia en esta isla se acaba de hacer más interesante. Ah por cierto, me llamo sinclair.

Lo que le decía a la chica no era broma, mi estancia en aquella isla se acababa de hacer más interesante por una absurda situación, tenía que buscar junto a una chica que acababa de conocer una serie de plantas y raíces, yo que lo más relacionado que tenía era el ser un médico especializado en farmacia. En cuanto a lo de las preguntas, me limité a decirle mientras nos ibamos adentrando en un bosque:

- Supongo que estará tan perpleja como yo, así que con que me cuente todo desde el principio bastara.

El chico parecia muy amable, dijo que no tenia nada por la cuál disculparme, cosa que en realidad era cierto la que tendría que haberse disculpado tendria que ser la mujer de la tienda no yo, pero bueno ella no estaba allí y tampoco se lo iba a decir así que. Me dijo que se llamaba Sinclair y que gracias a esa pequeña coincidencia su experiencia en la isla iba a ser mucho más interesante, reí.
-En eso solo puedo darte la razón, al menos tenemos algo entretenido que hacer.-

Después mientras nos adentrabamos en el bosque me pidió que le contase todo desde el principio.
-Pues veras, llege a la isla en busca de medicinas y me mandaron a esa tienda, cuando llege un hombre estaba amenazando a la mujer y cuando se marchó yo la ofrecí mi ayuda la cual acepto, así que me contó lo que tenía que hacer.- No sabia si contarle lo que aquella mujer me había dicho pero dado que había aceptado de buena gana ayudar a la señora y a mi en parte se lo merecía. - Según lo que me explicó la señora lo que queria aquel hombre era una medicina que su familia había preparado durante egneraciones, es una medicina capaz de curar cualquier órgano y dolencia física, incluso regenera órganos.- Hice una pequeña pausa.- Lo se a mi tambien me pareció increible.-

Aacabamos de descender la colina principal y mire la hoja "Una flor roja que crece en las copas de los árboles más grandes debajo de esta colina" Había apuntado la mujer.- ¿Ves alguna flor roja en los árboles?- Pregunté a mi compañero.

La chica me contó todo,[url=#20012008] desde[/url] el principio. En sus palabras no parecía haber nada que yo no supiese, hasta que me habló de una medicina que era lo que el hombre que había ido a la tienda buscaba. Dicha medicina podía curar cualquier dolencia física, cosa que yo podía hacer,[url=#41787186] pero[/url] ya lo de curar y regenerar órganos ya me venía un poco grande.

Sin embargo, parecía que ya teníamos el primer ingrediente cerca, una flor roja que se encontraba en lo alto de los árboles y la chica me dijo que si veía alguna:

- La verdad es que no, deberíamos ir más alto para llegar a las copas. Tengo una idea, espero que no te importe.


Me convertí en mi forma híbrida de ángel y de mi espalda salieron dos alas blancas, cogí a la chica por la cintura y ascendí a la copa del árbol.


- ¿Ves alguna ahora?

El chico me dijo que él tampoco veía nada y por unos momentos yo me sentí muy decepcionada, nos habíamos confundido de sitio o tal vez la mujer se había confundido al indicarnos o a lo mejor no era la temporada en la que esas flores nacían. Aún así Sinclair me dijo que tenía una idea, quizás podiamos encontrarla desde las alturas. Creí que se refería a escalar a un árbol o algo pero lo que hizo fue totalmente distinto.
Me agarró de la cintura y cuando me iba a volver para preguntarle que pretendía hacer, me sorprendí dado que mis pies no tocaban el suelo, Ice me obervaba desde tierra. Estaba volando, pero ¿Como era eso posible?
Mi compañero me preguntó si veía ahora alguna y yo volví a mi busqueda de las flores, ya tendría tiempo después de abasallarle a preguntas.

-¡Ahí hay una!- Le dije, había un pequeño puntito rojo escondido entre las ramas de la copa de un árbol bastante alto, en cuanto se lo dije el me acerco lo suficiente para que yo pudiera cogerla.
-¡La tengo!- Grité victorisoa y ya sin poder contenerme más las ganas ni la curiosidad le pregunté.
-¿Como es que puedo volar? ¿Eres un usuario?-