Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Una de las islas más cercanas a Galuna era Ireos. Madara se había desplazado hasta allí debido a que había recibido una carta de un hombre que quería reunirse con él. No sabía si iba a ser un trabajo o algo así pero de todas formas acudió. El clima estaba bastante bien ese día. El transporte usado por el Shichibukai había sido una lancha que había cogido prestada durante un día por algunos berries. Llevaba la típica indumentaria de mercenario. Un traje morado con tonos blancos y un chaleco negro por encima. En sus brazos unas protecciones y en sus manos guantes. En su espalda podía verse una enorme guadaña. Debido a la velocidad que iba, su melena era agitada de forma violenta por el viento.
Por fin divisó la isla y sonrió de lado. No iba a tardar mucho más en llegar. Sin embargo ahora sintió una presencia poderosa a su espalda. Se giró un poco y pudo ver que le seguía una jodida serpiente azulada enorme. En la cabeza tenía varias espinas doradas que sobresalían de esta y sus ojos eran de un tono naranja. El mercenario aceleró el ritmo mientras empezaba a quejarse como era costumbre. – ¡Su puta madre! – Gritó ahora mientras una gota de sudor resbalaba por su frente. Ya estaba viendo la arena y aquello le motivó a seguir. Cuando estaba ya a unos diez metros aquella cosa mordió la parte trasera del vehículo. Madara se giró dejando de conducir e impactó su puño derecho en el hocico de aquella cosa. El terrible animal hundió la cabeza en el agua debido al dolor y entre rugidos empezó a alejarse.
Ahora que el transporte estaba deshabilitado, el moreno saltó a la playa rodando por la arena. La lancha cayó contra las rocas explotando y formando una bola de fuego considerable. El Uchiha tan solo pudo soltar un suspiro y ponerse en pie. Al parecer estaba en la isla correcta. Según los datos allí había una terrible flor que no se podía molestar. Desprendía un veneno mortal que podía conducir a la muerte. Miró a su alrededor y se cruzó de brazos tratando de mantener la cabeza fría. De hecho al ver el vehículo ardiendo supo que iba a tener que pagarlo y aquello provocó que una gotita de sudor bajara por su cabeza de forma cómica. Tenía muy mala suerte últimamente con aquellas cosas.
Por fin divisó la isla y sonrió de lado. No iba a tardar mucho más en llegar. Sin embargo ahora sintió una presencia poderosa a su espalda. Se giró un poco y pudo ver que le seguía una jodida serpiente azulada enorme. En la cabeza tenía varias espinas doradas que sobresalían de esta y sus ojos eran de un tono naranja. El mercenario aceleró el ritmo mientras empezaba a quejarse como era costumbre. – ¡Su puta madre! – Gritó ahora mientras una gota de sudor resbalaba por su frente. Ya estaba viendo la arena y aquello le motivó a seguir. Cuando estaba ya a unos diez metros aquella cosa mordió la parte trasera del vehículo. Madara se giró dejando de conducir e impactó su puño derecho en el hocico de aquella cosa. El terrible animal hundió la cabeza en el agua debido al dolor y entre rugidos empezó a alejarse.
Ahora que el transporte estaba deshabilitado, el moreno saltó a la playa rodando por la arena. La lancha cayó contra las rocas explotando y formando una bola de fuego considerable. El Uchiha tan solo pudo soltar un suspiro y ponerse en pie. Al parecer estaba en la isla correcta. Según los datos allí había una terrible flor que no se podía molestar. Desprendía un veneno mortal que podía conducir a la muerte. Miró a su alrededor y se cruzó de brazos tratando de mantener la cabeza fría. De hecho al ver el vehículo ardiendo supo que iba a tener que pagarlo y aquello provocó que una gotita de sudor bajara por su cabeza de forma cómica. Tenía muy mala suerte últimamente con aquellas cosas.
Cristopher Liam
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Había enviado una carta a un hombre llamado Madara Uchiha con el fin de que me aceptara en su banda u organización donde pudiese ganar algo de dinero de forma rápida. Algo me decía que podía resultar bastante complicado ser reclutado por ese sujeto que por la fama que tiene es bastante poderoso pero eso no importaba, cuando llegase el momento me buscaría la manera de lograr entrar, era la mejor forma de conseguir lo que pretendía, vivir a mi manera sin deber explicaciones a nadie, algo totalmente opuesto a mi familia. Mis ojos blancos completamente se encontraban abiertos y bien concentrados para encontrar la isla de Ireos, lugar donde cité al hombre que podía cambiar mi estado actual mientras recitaba en voz baja “Oh diosa de los vientos que das fuerza a los barcos y portas las semillas del futuro concédeme poder.” antes de saltar aparentemente a una muerte segura de no ser porque empecé a volar como si nada.
Mi cuerpo se movía con total libertad por el cielo mientras el viento agitaba mi larga melena e incluso el arco que llevaba a espaldas junto a un carcaj. Desde el cielo era más sencillo buscar la isla, la cual encontré enseguida y estaba a aproximadamente medio kilómetro de mi posición, algo bueno pues mi vuelo no duraría mucho más. Giré en el aire para dirigirme a la isla y me aproximé rápidamente al lugar mientras veía como una enorme criatura atacaba un barco antes de recibir un potente golpe en el rostro del sujeto que iba en la embarcación. No le di mucha importancia ya que el sujeto parecía haber logrado salir bien parado de la situación y seguí mi camino hasta descender en la playa con total tranquilidad.
Ya en la playa traté de recordar el aspecto que los rumores daban a Madara y teniendo eso en mente miré al sujeto que también estaba en la playa. No podía creer en mi suerte, si los rumores que escuché eran ciertos me acababa de encontrar con Madara sin tener que buscarlo demasiado. Me acerqué al hombre con calma pero preparado para lo que pudiese ocurrir y dije
- Perdone señor, ¿sabe si ha aparecido un hombre llamado Madara Uchiha por esta zona?
Mi cuerpo se movía con total libertad por el cielo mientras el viento agitaba mi larga melena e incluso el arco que llevaba a espaldas junto a un carcaj. Desde el cielo era más sencillo buscar la isla, la cual encontré enseguida y estaba a aproximadamente medio kilómetro de mi posición, algo bueno pues mi vuelo no duraría mucho más. Giré en el aire para dirigirme a la isla y me aproximé rápidamente al lugar mientras veía como una enorme criatura atacaba un barco antes de recibir un potente golpe en el rostro del sujeto que iba en la embarcación. No le di mucha importancia ya que el sujeto parecía haber logrado salir bien parado de la situación y seguí mi camino hasta descender en la playa con total tranquilidad.
Ya en la playa traté de recordar el aspecto que los rumores daban a Madara y teniendo eso en mente miré al sujeto que también estaba en la playa. No podía creer en mi suerte, si los rumores que escuché eran ciertos me acababa de encontrar con Madara sin tener que buscarlo demasiado. Me acerqué al hombre con calma pero preparado para lo que pudiese ocurrir y dije
- Perdone señor, ¿sabe si ha aparecido un hombre llamado Madara Uchiha por esta zona?
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Madara observaba tranquilamente como los restos de la lancha ardían. Por unos momentos su mirada pasó de una quejica a una bastante seria. Tenía ganas de sobrevolar el agua buscando al jodido rey marino para pisarla la cabeza múltiples veces. Todavía recordaba sus primeros meses como mercenario. Tan solo era un aventurero que se bastaba de su agilidad para superar cualquier reto. Ahora de un solo golpe podía abrirse paso por todos lados. Encima con aquel maravilloso puesto de Shichibukai tenía todo de su parte. El gobierno le enviaba también a bastantes misiones y pagaban fenomenal. En su último trabajo se había llevado quinientos millones por defender unos documentos durante doce horas. También había desarrollado su haki a un punto dónde su cuerpo se tornaba en un tono morado azabache. Al parecer ya iba teniendo una fuerza considerable dentro del mundo del Paraiso.
Por el momento se dio la vuelta observando la isla. Tenía pinta de ser boscosa y pesada. Seguro que había cenagales y cosas así ocultas. De repente el olor de un humano llegó a su olfato y seguidamente activó su haki de observación para detectar una presencia interesante. No llegaba a su titánico poder pero entre los tipos normales parecía ser un fuera de serie. Una sonrisa siniestra adornó su rostro en ese momento y comenzó a mirar a los lados tratando de localizarlo. Cuando por fin lo hizo se quedó callado observando, tal vez era el hombre con el que tenía qué reunirse en aquella isla de mala muerte. Una vez estuvo cerca, el moreno pudo analizarlo a la perfección. Lo que más le llamó la atención al dragón, fueron sus ojos blancos. Acto seguido su altura y por último sus cabellos. Parecía ser una persona fuera de lo común y aquello le hizo esbozar una sonrisa ladeada.
Aquella persona entonces le preguntó por Madara Uchiha. En efecto se trataba del hombre que le había enviado la carta. Aquello tan solo consiguió que las ganas del devastador por saber más de él aumentaran. – Conozco a ese capullo bastante bien. Teniendo en cuenta que esta isla no parece tener población civilizada creo que ese tal Madara podría ser yo. – Mencionó ahora mientras le sonreía con tranquilidad. A continuación soltó un leve suspiro mientras estiraba su mano abierta hacia aquel castaño de extraños ojos. – Bueno como ya sabrás yo soy el líder de Kyofu. Actual Shichibukai del gobierno y mercenario de élite. – Dicho aquello esperó a que le estrechara la mano mientras a su olfato llevaba un extraño olor que nunca había percibido antes. Parecía ser de un animal salvaje o de varios.
Por el momento se dio la vuelta observando la isla. Tenía pinta de ser boscosa y pesada. Seguro que había cenagales y cosas así ocultas. De repente el olor de un humano llegó a su olfato y seguidamente activó su haki de observación para detectar una presencia interesante. No llegaba a su titánico poder pero entre los tipos normales parecía ser un fuera de serie. Una sonrisa siniestra adornó su rostro en ese momento y comenzó a mirar a los lados tratando de localizarlo. Cuando por fin lo hizo se quedó callado observando, tal vez era el hombre con el que tenía qué reunirse en aquella isla de mala muerte. Una vez estuvo cerca, el moreno pudo analizarlo a la perfección. Lo que más le llamó la atención al dragón, fueron sus ojos blancos. Acto seguido su altura y por último sus cabellos. Parecía ser una persona fuera de lo común y aquello le hizo esbozar una sonrisa ladeada.
Aquella persona entonces le preguntó por Madara Uchiha. En efecto se trataba del hombre que le había enviado la carta. Aquello tan solo consiguió que las ganas del devastador por saber más de él aumentaran. – Conozco a ese capullo bastante bien. Teniendo en cuenta que esta isla no parece tener población civilizada creo que ese tal Madara podría ser yo. – Mencionó ahora mientras le sonreía con tranquilidad. A continuación soltó un leve suspiro mientras estiraba su mano abierta hacia aquel castaño de extraños ojos. – Bueno como ya sabrás yo soy el líder de Kyofu. Actual Shichibukai del gobierno y mercenario de élite. – Dicho aquello esperó a que le estrechara la mano mientras a su olfato llevaba un extraño olor que nunca había percibido antes. Parecía ser de un animal salvaje o de varios.
Cristopher Liam
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ya había encontrado a alguien en aquella isla perdida de la mano de dios, sin ni un alma a la vista aparte de aquel extraño sujeto con un aspecto de lo más sospechoso e intimidante. Su traje era morado con tonos blancos con un chaleco por encima, algo que encajaba con el color de las protecciones y los guantes que llevaba. En su espalda se observaba una enorme guadaña y su pelo era bastante largo, de una longitud similar a la mía. Tras mi educada pregunta el sujeto respondió que conocía bastante bien a ese capullo. Luego dijo que al no haber nadie más en la isla él podría ser Madara Uchiha. Mientras mencionaba eso último sonreía con tranquilidad y tras un suspiro me tendió la mano presentándose como el líder de Kyofu, actual Shichibukai y mercenario de élite, lo cual encajaba con la descripción del hombre que buscaba.
Si dudarlo extendí mi mano y con firmeza estreché su mano mostrando una expresión decidida y una clara determinación a unirme a su banda. Sin dudar ni irme por las ramas dije
-Mi nombre es Cristopher Liam y por algunos motivos personales me gustaría unirme a su banda, a la cual ayudaré con todo lo que pueda.
Mientras me presentaba algo me decía que no estaban absolutamente solos aunque simplemente era una intuición ya que no disponía de ninguna forma de comprobar si la misma era cierta.
Si dudarlo extendí mi mano y con firmeza estreché su mano mostrando una expresión decidida y una clara determinación a unirme a su banda. Sin dudar ni irme por las ramas dije
-Mi nombre es Cristopher Liam y por algunos motivos personales me gustaría unirme a su banda, a la cual ayudaré con todo lo que pueda.
Mientras me presentaba algo me decía que no estaban absolutamente solos aunque simplemente era una intuición ya que no disponía de ninguna forma de comprobar si la misma era cierta.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.