El Nacimiento De La Justicia. [Grupal Hikari No Gadian] [Privado-Pasado]

Aquella joven pelirroja eligió a Jura un espadachín que se dedicaba a la venta de esclavos y al asesinato, el cual tenia la segunda recompensa más alta de la mesa. La mire con gusto y le dedique una sonrisa a mi compañera en señal de aceptación. Tras aquello Kasai voto a favor de Yoko, pero aquel que mayor votos había conseguido fue Thairos y fue proclamado como segundo al mando. Parra nada me desilusionó el resultado, aunque aquel muchacho me pareciera inexperto se veía en el un gran potencial y la experiencia ya vendrá con el tiempo. Finalizado el cometido jerárquico Kasai dio fin a la reunión y pidió que le siguiéramos. Tras pasar por delante de mi y atravesar la puerta yo le seguí hasta llegar al noveno piso; allí nos encontramos una enorme mesa redonda a rebosar de manjares que el rubio nos ofreció.

El jefe se sentó y tranquilamente inauguró la comida, no tan tranquilo aquel viejo loco le siguió y por supuesto yo fui el siguiente. Tras dar una vuelta a la mesa y llenarme el plato de todo aquello que me hacia la boca agua cogí un sitio al lado de Kasai y empecé a comer. Dándome cuenta de todo aquello dejé un par de billetes al lado del rubio dándole las gracias y reconociendo le que sabia como motivar a un equipo.
Me di cuenta que al lado de mi plato se encontraba un número perteneciente al DenDen de Kasai el cual cogí y guarde en mi bolsillo. Nuca se sabe. Mientras comía observe como el viejo Hank, tras abrir la ventana, encendió un reproductor de música y escogió una canción de la cual, entre gritos o más bien rugidos, se escuchaba la palabra Vodka. Me levante, me dirigí hacia el aparato y le baje algo de potencia al sonido.

-Perdona Viejo, no es que me moleste, pero quería decir algo.- dije mientras volvía a mi sitio- esta claro que ahora como gremio de cazadores nos tocará luchar juntos tarde o temprano, por lo que siento interés por saber cuales son vuestras habilidades en combate: armas, estilo de combate, fruta o cualquier otra cosa que uséis para repartir candela. Lógicamente empezaré yo. Mi especialidad, o por lo menos estoy en ello, es el uso del karate gyojin ayudado por mi tridente Jiyū.- señale al tridente que había dejado apoyado en el respaldo de la silla donde me encontraba.-Aparte de eso no utilizo nada más, pero tampoco me es necesario.

El que debía ser mi compañero en la caza me dedico una amplia sonrisa, la tome como un signo de aprobación, aunque en su raza puede que fuera otra cosa, ya le preguntaría más adelante. Tras ello Kasai emitió su voto, en este caso a Yoko, cosa que sorprendió a muchos de nosotros, aunque a pesar de todo Thairos fue el que más votos saco, y por tanto seria el sucesor de Kasai en caso de que el faltara. Una vez finalizado todo esto fuimos guiados a otra sala, mucho mejor decorado y con gran cantidad de comida encima de una mesa central, en cada plato había un papel que nuestro jefe dijo que contenía su número de DDM, el cual cogí gustosamente. No pude evitar acordarme del día que conocí a Byakuro, pues él estaba viendo unos DDM en un escaparate.

Tras esto mi compañero de caza comenzó a decir sus habilidades, preguntando por las nuestras para conocernos mejor, ya que tendríamos que trabajar juntos, después de que algunos las dijeran mientras empezábamos a comer hablé yo:

-Bueno, yo poseo gran habilidad con las espadas, además de ser capaz de usar a mis fantasmas con múltiples posibilidades como la de hacer que exploten o que causen una gran negatividad en la gente que tocan. Además puedo imbuir las espadas con ellos, haciendo ganen curiosas características.

Todos parecían estar comiendo tranquilamente. De hecho, Murphy había subido la música para que el ambiente fuese agradable. El cazador mantenía los ojos cerrados, totalmente centrado en lo suyo. Había reunido al equipo pero, solo faltaba comprobar su lealtad. Una vez terminase su viaje, vería quién continuaba y quién no. Su objetivo no era nada fácil pues había elegido como enemigo al diablo. Su meta era arrestarlo lo antes posible, y de esa forma hacer que parte de los mares, estuvieran tranquilos de nuevo. Era una tarea difícil, y seguro que la mayoría de los que estaban allí, se acobardarían. Una sonrisa se formó de repente en su rostro. En ese momento soltó un enorme suspiro, tomó un pedazo de carne, y le dio un bocado. Masticó el pollo hasta haberlo triturado bien, y después lo tragó. El sabor era delicioso, debía admitirlo. No iba a salir nada barato, pero el tiburón le tendió unos billetes. Aquello sin duda era de agradecer, y por ello los tomó, dándole después las gracias. Siempre había que ser agradecido en la vida.

De repente, el gyojin se puso en pie, y bajó el sonido de forma considerable. Comenzó a hablar y a explicar sus habilidades. Al parecer utilizaba el estilo de su raza, junto a una especie de tridente que poseía. Siempre hacía falta un luchador que usara el cuerpo a cuerpo. La siguiente fue Yoko, la cual señaló sus armas, y dijo algo sobre una akuma de sombras y penumbras. Todo parecía estar en orden, ahora poseían dos tiradores. Todo estaba resultando ser demasiado perfecto. La última fue la espadachín, la cual usaba fantasmas y espadas. Todos parecían ser usuarios, quizás era un ventaja, pero al mismo tiempo una putada. Menos mal que tenían al tiburón, de lo contrario corrían peligro de muerte, viajando en barco. Todos parecían haberlo dicho, salvo Thairos, que continuaba sin aparecer, y Theo, que no decía nada de nada. Dejó en pensar en aquel dúo y después soltó un enorme suspiro. Menos mal que Murphy había abierto las ventanas. El calor era horrible, y eso que era de noche. A lo mejor era buena idea salir a dar una vuelta.

No le quedaba más remedio que ser el siguiente, por lo que miró al resto, y sonrió de forma amable. – Utilizo mis pistolas, todo tipo de munición, mi velocidad, y el poder de mi fruta. Vamos que ataco a tanta rapidez que ni se me ve, como ya comprobasteis arriba. – Una vez dijo aquello, entrecerró los ojos despacio. No dijo que capacidades tenía su fruta, con que supieran que era un Serafín tenían suficiente. Entonces se puso de pie, miró al resto con calma y se estiró un poco. – Ya veo que algunos no tienen muchas ganas de hablar. Los que deseen irse ya pueden hacerlo. Yo voy a darme una vuelta aunque sea de noche ¿Me hace alguien compañía? – Mencionó de forma amable mientras observaba a todos. Sobre todo al tiburón, ya que parecía ser de los más sociales junto a Murphy. Los dos hablaban bastante, y esos siempre era bueno. El tirador se cruzó de brazos, dejando después el dinero encima de la mesa, para que el camarero lo cogiese después.

Tras terminar todos de hablar acerca de la habilidades y escuchar a Kasai decir que ya nos podíamos ir, pero él se quedaría a dar una vuelta por la ciudad decidí quedarme junto a él, quería visitar varios lugares, siendo en el que conocí a Byakuro uno de ellos, y que mejor que hacerlo en compañía. Esperaba que Yoko y Theo nos acompañaran al menos hasta ese lugar antes de irse, pero quién sabe qué harían ellas.

-Yo te acompañaré Kasai, pero me gustaría poder ir a la plaza donde conocí a Byakuro para rendirle un pequeño homenaje, nada muy especial, simplemente recordarlo. Me gustaría mucho que vinierais todos.

No sabía que acogida tendría la idea en el resto, pero esperaba que no fuera muy mala, ni que le sentara mal a Kasai que quisiera recordar al líder de nuestro gremio anterior. Además, visitando el lugar tenía esperanzas de encontrar algún tipo de recuerdo escondido en mi mente para poder luego realizar ciertos planes que tenía en mente, y que muchos considerarían una falta de respeto, o incluso una herejía.