Vinnie Estacado
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Akuma no mi
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![[Privado][Kuro - Vinnie] Necesito un torturador Empty](https://2img.net/i/empty.gif)
Abrió la puerta de aquella sala de un fuerte empujón. En su interior, junto a la ventana de un cuarto piso, había una silla con un hombre trajeado sentado en esta. El hombre estaba atado y era joven, de unos veinte años aproximadamente. Se notaba el miedo en su mirar. Frente al tipo sentado había un segundo hombre. Este vestía con un traje blanco y tenía las orejas bastante grandes, con una calva creciente debido a una alopecia desarrollada durante años. El hombre de traje blanco se giró al oír la puerta.
- ¡Vinnie! Por fin llegas. Aquí está lo que me pediste. El miembro más reciente de los Francceti.
Vinnie asintió y caminó hacia delante, haciendo que sus negros zapatos sonasen al tocar el suelo.
- ¿Dónde estamos, Carlo?
- Es su apartamento. Lo seguí hasta aquí y entonces... lo abordé y até en la silla- contestó Carlo.
El joven Francceti miraba a todos lados, asustado. Tenía una mordaza en la boca e intentaba gritar, sin éxito. Vinnie se llevó una mano al bolsillo y sacó un paquete de tabaco. Sacó un cigarro de este, se lo llevó a la boca y lo encendió. Dio la primera calada e hizo una señal a Carlo para que se marchara. Este obedeció y dejó el apartamento, cerrando la puerta tras de si.
- Es un buen hombre, este Carlo. Es el único miembro de los antiguos Estacado que accedió a ayudarme a recuperar mi ciudad. ¿Tú qué piensas?- El joven mafioso contestó con gritos ahogados- Sí, lo sé. Necesito más hombres. Los encontraré, no te preocupes. En fin, a lo que íbamos- se sacó del bolsillo su vieja navaja mariposa y la abrió, acercándose al Francceti-. Tal vez pienses que estás aquí porque necesito sacarte información... Es una pena que no sea el caso. Verás... Necesito mandar un mensaje a los nuevos dueños de la ciudad. He de decirles que he vuelto.
Los ojos del mafioso obtuvieron de golpe un brillo amarillento. De su espalda emergieron dos monstruosas serpientes negras de afilados colmillos y viperinas lenguas. Estas se retorcían y gruñían, a veces incluso se gruñían entre si, como si no se soportaran. El joven atado intentó gritar, revolviéndose en la silla, mientras una mancha húmeda empezaba a crecer en sus pantalones.
- Oh, ¿En serio?- Dijo Vinnie, con una carcajada- ¿Te has meado? ¿Y tú eres un mafioso?
Una de las serpientes se lanzó al pecho del joven y arrancó la parte frontal de su ropa, dejando su torso desnudo. Se acercó a este y posó la punta de la navaja en su pecho.
- Empecemos. Intenta no gritar, ¿vale?
Clavó la punta del cuchillo, atravesando la piel del joven mientras este se retorcía de dolor y sus gritos se veían ahogados por la mordaza. Vinnie movió el brazo con el cuchillo, provocando cortes por todo el torso, formando una conjunción de letras que, al final, todas juntas formaban una sangrante palabra.
"ESTACADO"
- Creo que se entiende, ¿no?
La sangre empezaba a brotar de los cortes, manchando su cuerpo de rojo. Vinnie se movió tras la silla y cortó las cuerdas que lo ataban a esta. Después, le quitó la mordaza. El joven se levantó de prisa, gritando y llorando, corriendo hasta la puerta para escapar.
Pero la serpiente de Vinnie fue más rápida. Clavó sus afilados colmillos en la nuca del joven y lo levantó en el aire. La otra serpiente cerró su mandíbula en la cabeza. Estiró y estiró, mientras el joven gritaba. La cabeza dejó de estar unida al cuerpo. Con un fuerte movimiento, la serpiente lanzó el cuerpo decapitado y marcado del Francceti por la ventana, para que cayera a la calle y toda la ciudad se enterase de que el rey había vuelto.
"Ahora que lo pienso... Sin cabeza no sabrán que es un Francceti."
Cogió la cabeza con la mano mientras las serpientes desaparecían. Caminó tranquilamente hasta la ventana, asomándose y viendo como la gente empezaba a rodear el cadáver, aunque algunos gritaban y huían de él. Suspiró y lanzó la cabeza, sonriendo ante el hecho de que asustaría aún a más gente.
- ¡Vinnie! Por fin llegas. Aquí está lo que me pediste. El miembro más reciente de los Francceti.
Vinnie asintió y caminó hacia delante, haciendo que sus negros zapatos sonasen al tocar el suelo.
- ¿Dónde estamos, Carlo?
- Es su apartamento. Lo seguí hasta aquí y entonces... lo abordé y até en la silla- contestó Carlo.
El joven Francceti miraba a todos lados, asustado. Tenía una mordaza en la boca e intentaba gritar, sin éxito. Vinnie se llevó una mano al bolsillo y sacó un paquete de tabaco. Sacó un cigarro de este, se lo llevó a la boca y lo encendió. Dio la primera calada e hizo una señal a Carlo para que se marchara. Este obedeció y dejó el apartamento, cerrando la puerta tras de si.
- Es un buen hombre, este Carlo. Es el único miembro de los antiguos Estacado que accedió a ayudarme a recuperar mi ciudad. ¿Tú qué piensas?- El joven mafioso contestó con gritos ahogados- Sí, lo sé. Necesito más hombres. Los encontraré, no te preocupes. En fin, a lo que íbamos- se sacó del bolsillo su vieja navaja mariposa y la abrió, acercándose al Francceti-. Tal vez pienses que estás aquí porque necesito sacarte información... Es una pena que no sea el caso. Verás... Necesito mandar un mensaje a los nuevos dueños de la ciudad. He de decirles que he vuelto.
Los ojos del mafioso obtuvieron de golpe un brillo amarillento. De su espalda emergieron dos monstruosas serpientes negras de afilados colmillos y viperinas lenguas. Estas se retorcían y gruñían, a veces incluso se gruñían entre si, como si no se soportaran. El joven atado intentó gritar, revolviéndose en la silla, mientras una mancha húmeda empezaba a crecer en sus pantalones.
- Oh, ¿En serio?- Dijo Vinnie, con una carcajada- ¿Te has meado? ¿Y tú eres un mafioso?
Una de las serpientes se lanzó al pecho del joven y arrancó la parte frontal de su ropa, dejando su torso desnudo. Se acercó a este y posó la punta de la navaja en su pecho.
- Empecemos. Intenta no gritar, ¿vale?
Clavó la punta del cuchillo, atravesando la piel del joven mientras este se retorcía de dolor y sus gritos se veían ahogados por la mordaza. Vinnie movió el brazo con el cuchillo, provocando cortes por todo el torso, formando una conjunción de letras que, al final, todas juntas formaban una sangrante palabra.
"ESTACADO"
- Creo que se entiende, ¿no?
La sangre empezaba a brotar de los cortes, manchando su cuerpo de rojo. Vinnie se movió tras la silla y cortó las cuerdas que lo ataban a esta. Después, le quitó la mordaza. El joven se levantó de prisa, gritando y llorando, corriendo hasta la puerta para escapar.
Pero la serpiente de Vinnie fue más rápida. Clavó sus afilados colmillos en la nuca del joven y lo levantó en el aire. La otra serpiente cerró su mandíbula en la cabeza. Estiró y estiró, mientras el joven gritaba. La cabeza dejó de estar unida al cuerpo. Con un fuerte movimiento, la serpiente lanzó el cuerpo decapitado y marcado del Francceti por la ventana, para que cayera a la calle y toda la ciudad se enterase de que el rey había vuelto.
"Ahora que lo pienso... Sin cabeza no sabrán que es un Francceti."
Cogió la cabeza con la mano mientras las serpientes desaparecían. Caminó tranquilamente hasta la ventana, asomándose y viendo como la gente empezaba a rodear el cadáver, aunque algunos gritaban y huían de él. Suspiró y lanzó la cabeza, sonriendo ante el hecho de que asustaría aún a más gente.
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