¿Dónde estás? [Moderado nivel 4/Bleyd]

Despiertas tras un largo sueño, no recuerdas porqué acabaste dormido. Te encuentras en un frondoso bosque, con tan sólo tus pertenencias. No puedes ver nada más que vegetación, excepto unas escaleras extrañas cubiertas por moho. Puedes ver que suben a unas plataformas donde hay más escaleras y así sucesivamente, hasta llegar a un portón extraño cubierto por ramas. Te notas mareado, no sabes dónde estás. ¿Qué mar será? Intentas recordar lo que pasó el día anterior, pero eso hace que te duela la cabeza. ¿Qué habrá pasado la noche anterior? Lo último que recuerdas es perder en el coliseo contra un tal Esmejit… Y ahora estás aquí.

-¡Oh! Mi cabeza, ni que hubiera estado bebiendo... donde cojones estoy.- Me fijo en las bestiales escaleras que se alzan delante mio, arcaicas cubiertas de moho en un espeso bosque. -Je bienvenidos al everfree forest, solo falta que ese sea el castillo de las dos princesas ¿Que opinas Fluffle vamos a explorar?... ¿Fluffle?-  Silencio nada mas que el ruido del viento y las plantas ondeando a su son, un sudor frió cae por mi espalda mientras me vuelvo inquieto y el temor crece en mi interior. - Fluffle no tiene ninguna gracia, ven aquí pequeña bola de amor. Sin respuesta sin ningún sonido, mi querido compañero se ha ido raptado o dejado atrás, no lo se ni me importa, ahora mismo solo necesito encontrar quien ha hecho esto para que lo arregle, el tiempo corre en mi contra y lo se, lo primero es examinar mi equipo si me han dejado todos mis bártulos para después dar una búsqueda exhaustiva por los alrededores en busca de pistas, a menos que me tele-portaran sin mas aun tendría que quedar algo, huellas quemaduras círculos de inscripción rúnica.

Las preguntas suenan en mi cerebro una tras otra, ninguna tiene respuesta por el momento. Cuando acabe de hacer el rastreo subiré hasta arriba de las escaleras, tal vez desde allí tenga una mejor vista del sitio donde me encuentro. Lo único que espero que esto sea una mala broma del destino o alguien va a sufrir horrores inenarrables.

Por más que lo llamas, Fluffle no aparece. Al menos tienes todos tus objetos y armas. Comienzas a subir por las escaleras, parecen ser eternas. Subes, subes y subes. Después de cada escalera hay una plataforma con más escaleras que suben hasta que acabas delante de un portón, por pura casualidad. Desde ahí arriba puedes ver que alrededor hay una gran masa verde, el bosque inacabable. No eres capaz de ver mar, o de ver alguna seña de por dónde has podido entrar. ¿Tal vez por el cielo?

El portón es grande, de seis metros de altura y cuatro de ancho, parece estar hecho para semigigantes. Cubierto por ramas y musgo, parece ser difícil de abrir. ¿Tal vez se necesite la fuerza de un semigigante?

Me encuentro sin aliento y cabreado hasta limites insospechados, secuestrado... alejado de mi bola rosa de amor. Alguien iba a pagar y con intereses. -Putas escaleras interminables... sera mejor que me tome un descanso ufff, sea quien sea que hizo esto merece la muerte a fuego lento. Descanso durante un rato hasta que me encuentro mas descansado de subir las dichosas escaleras inacabables. Estúpida puerta gigante- digo mirando la brutal construcción, - veamos si puedo quitarme el hacer el bruto. Ábrete sésamo.- espero un ratillo a ver si se abre. - Bawambabaluba bawangabalu... hocus pocus.... Shazam... Guasaaaa... indignante parece que no se abrirá, bueno un sabio dijo una vez, si se gasto mucho dinero en la puerta seguro que no le quedo para reforzar la pared. Arremeto con las pinzas corazón de carnifex contra las paredes de la puerta, para derribar esta al dejarla sin marco donde sujetarse. Acto siguiente le sacudo mi mas bestial golpe para hacerla caer hacia atrás. -Nock Nock, listos o no allá voy, podéis correr podéis esconderos y podéis ser masacrados. ¿ a quien quiero engañar? voy a destripar a todos y cada uno de vosotros por separarme de Fluffle. -

Consigues tirar la pared abajo gracias a tu poderosísimo golpe. Delante de ti se encuentra un lugar extraño, una especie de pasadizo que se torna oscuro contra más profundo vayas. Ramas y musgo cubren las inscripciones extrañas e inentendibles que hay en la pared. Puedes ver que también hay frutas dibujadas, akumas no mi. Hay unas escaleras que bajan al final del casi eterno pasillo, que llegan hasta una pequeña plaza abandonada de una ciudad antigua. También puedes ver un templo que tiene casi tantos años como la propia isla. El lugar es enorme, parece que estás bajo tierra, por debajo del nivel del mar. Edificios enormes, grandes calles en las que cualquiera se podría llegar a perder. Alrededor de toda la ciudad, unas grandes murallas defienden el lugar, como si en la antigüedad se escondieran de algo. Puedes notar que en aquel lugar la temperatura es más alta de lo normal, hace calor y comienzas a sudar. Caminando por el lugar llegas a una de las puertas de la muralla, donde puedes ver un matojo de pelos rosas, como si se hubiera arrancado de algo al cerrar dicha puerta. Parece ser que lo que quiera que fuese, ha salido de aquella ciudad, adentrándose en unas cavernas naturales con inscripciones extrañas sobre antiguas ciudades.

¡¡Here is jonny!! Vamos salid ratitas salid y asomad la colita, ¡¡VENID AQUÍ MALDITOS BASTARDOS!!- El odio la furia y una mala ostia de infarto van en aumento mientras recorro los oscuros y ancestrales pasillos, me detengo unos instantes para examinar las inscripciones de la pared, sin embargo es un galimatias sin ningún sentido. escaleras mas malditas escaleras aparecen finalmente ante mi. -Al menos estas son de bajada...- Continuo mi camino entre la oscuridad pasando entre una plaza y un viejo templo, calles y edificios descomunales rodeados de altas murallas, la incesante e increparte sensación de que es una maldita trampa y que estoy corriendo a sus brazos. Sin embargo delante mio observo lo que confirma mis sospechas. Un mechón de pelo rosa atascado entre una puerta cerrada. Me acerco y lo cojo, observando su textura y oliéndolo suavemente, intentando captar el olor de a algodón de azúcar característico de mi querido Fluffle. No tengo muchas ganas de tirar la puerta abajo así que busco un sitio desde el que subir a la cima de la muralla, no tendría que ser muy difícil encontrar unas escaleras, una vez allí usare mi dial de hilo de araña junto con haki armadura para bajar tranquilamente hasta tierra firme y continuar hacia las cavernas naturales.

Mientras vas rodeando las murallas te das cuenta de que hay torres posicionadas estratégicamente, por lo que decides subir a una para ver si desde ahí puedes bajar. Entonces encuentras algo interesante en lo alto, una cornisa a la cual lanzas el hilo de araña del dial y bajas hacia la otra parte de la muralla. Bien, lo has conseguido. Puedes ver que hay rastros por el suelo, pequeños pelos rosas con olor dulce que llevan al interior de las cavernas. Sí, parecen ser de Fluffle. ¿Tal vez sea lo suficientemente listo para ir dejando un rastro para que lo encuentres? ¿O será coincidencia? Te vas adentrando por aquel lugar rocoso, resbaladizo y húmedo. Poco a poco te das cuenta que la temperatura es un poco más alta, como si te acercaras al núcleo de la tierra. Comienzas a escuchar ruidos, voces a lo lejos o eso parecen. Hay diferentes bifurcaciones como si de un laberinto se tratase. Estalactitas, estalagmitas… Un lugar cristalino pero de gran temperatura. Debes tomar una decisión para poder avanzar sin perderte. Tan sólo hay una entrada y una salida, debes hacer algo.

Empiezo el descenso a través de las murallas, tardo un buen rato pues no tengo ganas de caerme, finalmente llego a buen termino y toco el suelo... Pequeños y finos cabellos de azucarado olor, mi ira crece y las llamas de la venganza crecen en mi pecho, hoy correrán ríos de sangre, o de aceite o de savia, pero algo o alguien va a ser cruelmente despedazado. Camino por las galerías subterráneas que se encuentran resbaladizas y húmedas, la temperatura cada vez aumenta mas y mas. Finalmente un eco, palabras en el viento que traen esperanza y odio por igual.
Ante mi se abre una caverna llena de estalactitas y estalagmitas toda ella llena de cristales, no sabría decir que son, tal vez simplemente sean amatistas pero no me importa Fluffle esta cerca puedo sentirlo, avanzo por entre los cristales reduciéndolos a polvo con la pinza corazón de carnifex, entrare matare todo lo que sea exterminable y volveré a casa con fluffle.

Avanzas destruyendo todos esos cristales, pero de pronto algo extraño ocurre. Las estalactitas comienzan a caer, estampándose en el suelo y convirtiéndose en polvo. Una humareda comienza a llenar la sala en la cual estás, impidiéndote ver. De pronto, de entre el polvo surge una figura humanoide. Parece ser un hombre brillante y totalmente plateado semitransparente. Puedes ver que es musculoso, sin nada de pelo en su cuerpo y que lo único normal que tiene son sus ojos blancos con pupilas negras. Se acerca poco a poco hacia ti, con una cara de pocos amigos, frunciendo el ceño.

- Al fin apareciste, Yonkaikyo. Vas a ser el primero de todos los Yonka y Shichibukai en caer. – Dijo con una voz viril que retumbaba por todo el lugar.

De pronto su mano derecha comienza a brillar y lanza un puñetazo al aire. Se puede escuchar una explosión, como si acabase de chocar con grandiosa fuerza contra algo. El aire se distorsiona y se crean grietas que avanzan hacia ti, innumerables grietas. Entonces, a unos metros de ti, las grietas se transforman en miles de cristales diminutos de gran resistencia y dureza, que avanzan hacia tu cuerpo como balas.

¡TU! desenvaino a Carnifex y uso su hoja para cubrirme de los golpes, coloco la parte ancha de la espada a modo de escudo inclinado unos grados mientras lo sostengo por la empuñadura y lo llevo apoyado en el antebrazo izquierdo para llevar mas fácilmente el peso y resistir la potencia de los impactos.
¡Como osas osar ha arrebatarme a Fluffle! Sin dejar de cubrirme paro un instante para poder extraer una bomba de luz y lanzarla por encima mio en direccion a semejante desgraciado. Cuento los segundos hasta la detonación que ilumina el túnel en una deflagración de brillo. Sabiendo lo que sucedería evito mirar la luz cubriéndome con mi capa y envolviéndome en las sombras. Aprovechando el destello y con la precisión de un cirujano, lanzo con la mano un cuchillo destinado a ese fin, contra el cuello de mi atacante buscando la carótida si es que ese ser tenia de eso...

Me tome unos instantes para evaluar la situacion.
¿Quien era ese tio?... Ni zorra idea.
¿Por que odiaba a los agentes del gobierno?... Idem
¿Por que cojones es de un plateado traslucido?... a la mierda luego lo disecciono primero es reventarlo y encontrar a Fluffle.

La bomba de luz que lanzas estalla, cegando a tu rival. Es tu oportunidad de moverte y atacar, así que eso haces y lanzas un cuchillo. Puedes ver como dicho cuchillo atraviesa el cuello de tu enemigo, haciendo que caiga al suelo. Comienza a soltar gritos de dolor, de su cuello, en vez de sangre, surge una especie de líquido cristalino que rebosa el suelo, cubriéndolo. Al parecer has acabado con él, o eso crees…

- Jajaja… ¡Jajajaja! – Ríe mientras se levanta. - ¿Creías que me habías hecho algo? Muere. – Dijo decidido.

Entonces el pequeño polvo que se había quedado en tu espadón comienza a moverse intentando cubrir el brazo que la empuña. Es realmente afilado, tratando de provocarte miles de diminutos cortes en toda la mano y antebrazo. El suelo está cubierto por aquel líquido resbaloso cristalino. Puedes notar que contra más ataque hace, más pequeño se va volviendo.

-¡Pero que demonios! Ese maldito esperpento tiene factor curativo- No tengo tiempo para esto. Saco mi dial de viento y lo utilizo para limpiar el polvo cristalino que esta acumulándose encima de mi espada y brazo, esperaba que el fuerte viento generado por el dial se llevara el fino y pequeño polvo que estaba arañando la armadura. El problema es el liquido a mis pies resbaladizo y ni idea que puñetas podría hacer.

Guardo el dial y camino hacia el enemigo despacio ayudándome de la estabilidad que me proporcionan mis botas de caballero, arrastro la espada por el suelo haciendo un sonido fantasmagorico, empuño la ballesta pesada de repetición con la mano derecha y disparo los virotes contra la figura traslucida, ese ser que se ha ganado mi odio y mi desprecio por cruzarse en mi rescate de Fluffle.

-No se que diablos tienes en contra mía, pero entrégame a Fluffle y podrás salir de esta caverna con todas tus extremidades.- La voz era potente dura y carente de toda emoción que no fuera rabia a duras penas contenida.

Los virotes comienzan a atravesar el cuerpo de aquel tipo como si de una masa líquida se tratase. Empieza a desbordar aquella sustancia de sus “heridas” y va empapando el suelo.

- ¿Que qué tengo en contra de un perro del gobierno? Pues eso mismo, que no eres más que un sucio perro a las órdenes del gobierno. – Dice mientras sigue “desangrándose”.

Su cuerpo ahora es poco más pequeño que antes y de pronto levanta sus manos hacia el cielo. La masa blanca y resbaladiza que había en el suelo comienza a elevarse formando la figura de la cabeza de un dragón. Avanza hacia ti con la boca abierta y se lanza para devorarte. Si te da sientes como un tsunami intenta arrollarte, pero un tsunami que posee agujas, por lo que aparte de la fuerza del golpe sentirás miles de cortes.

¡Vengaaaaaa!, ven a por mi maldito desgraciado. Veo como la sangre de ese tipo se reune y forma un horrible dragon blanquecino que se desplaza en mi direccion, seguramente con muy mala baba e intenciones hostiles. No tengo tiempo para sutilezas así que cebo un proyectil Rpg y lo tiro a las fauces del dragón. Tirar un explosivo en una cueva no es la mejor idea pero esperaba que la estructura creada por la sangre de ese tipo amortiguara la detonación y las llamas. Hago cuerpo a tierra cubriéndome con Carnifex mientras la fuerza de la detonación y/o el dragón pasan por encima mio.

Lanzas el RPG y el dragón vuela en pedazos, pero ahora hay un problema más grande; pequeños dragones blancos se han formado, lanzándose hacia ti. Son cuatro en total e intentan morderte en brazos y piernas. Son de gran dureza y tenacidad.

El hombre ahora es un enano de medio metro. Ya no es blanco, sino que parece una especie de vikingo barbudo y rubio, regordete, con una armadura. En su brazo aparece un espadón blanco con el cual se lanza hacia ti, intentando lanzar un corte descendente hacia el hombro derecho.

-Ah venga ya... Tienes que estar de coña. El dragón se había dividido en cuatro mas pequeños...¿ Que cojones es esto el pang? y por si fuera poco un enano regordete venia para sacudirme con un espadón blanco. Bueno llego la hora del espectaculo... Desde el suelo comienzo mi actuación. -Damas y caballeros ante ustedes el único el original. el gran lanzador de cuchillos Bleyd master. Un aplauso.- Ruedo por el suelo mientras recojo los cuchillos para lanzar, con precisión lanzo los cuchillos a la boca de los dragones esperando que no sean capaces de cerrarla al encontrarse con los proyectiles puestos verticalmente en sus facuces y tan solo chouen contra mi a causa de la distracción y la incomodidad, la armadura sera mas que capaz de soportar un impacto de carga. Ahora tan solo me queda el enano barbudo y que mejor opción que usar uno de esos bichos, me levanto de un salto e intento agarrar uno de los dragones por el cuello para blandirlo como un arma, sin embargo no es mas que una finta pues cual torero de Barbastro uso mi capa para cegar la visión de mi oponente durante un instante que aprovecho para trepar por la pared de la cueva al tiempo que con el dragón ejecuto un golpe de latigo al rostro del enano, finalmente intentaría dar una voltereta y caer de pie asombrando a todos los presentes... O no