Luces en la noche [moderado Tobías]

El guardia cae con un golpe seco sin siquiera saber que había pasado. Vi como sangraba por el golpe en la cabeza y me agaché esperando no haberle matado, por suerte noté como aún tenía pulso y me puse a registrar las cajas en busca de la mía. Por culpa de los nervios iniciales no había visto las etiquetaciones de las cajas y abrí un par de ellas antes de encontrar la mía con mis armas y demás posesiones. Con un poco de dicha habría algo interesante en ellas y saldría pronto de allí para comunicarme con Nate. Seguramente se estarían poniendo nerviosos ante mi desaparición y la seguridad de la misión.

Tras quitarme las ropas rápidamente me calcé las mías guardándome todo mi equipo y cualquier cosa provechosa de la sala para terminar dirigiéndome hacia la salida. Nada más atravesar la puerta puedo fijarme en como el maldito caracol comienza a comerse la bola de sirope que le había lanzado y no paro un segundo más para encaminarme hacia el exterior. Estaba ya a escasos metros de la salida cuando un sonido estremecedor recubrió todo el lugar, sin ninguna duda era una alarma y la comisaría comenzaba a movilizarse. No podía arriesgarme a quedarme dentro y tener un encontronazo directo con todos los agentes y causar un escándalo, asique decidí encaminarme a toda prisa hacia fuera, pero siguiendo una estrategia un tanto peculiar. Quizás fuese una locura, aunque dudaba que así me viesen, asique volviéndome líquido me pegué al techo y seguí mi camino con ansias de libertad. Normalmente nadie miraba el techo por norma general y menos cuando se tenía prisas e ibas corriendo de un lado para otro, además si estaba cerca de alguna rendija de ventilación siempre podría escurrirme por ella muy a las bravas.

Con muy buena mano y hacer ideas un plan magnifico (ole tus huevos) te pegas al techo y te paseas por el sin ningun problema, ves pasar a los agentes que ni se percatan del pegote deslizante que va por el techo. Llegas a la salida y te escurres por la puerta como has hecho otras veces, finalmente estas en la calle. en una puerta trasera. a tu derecha puedes ver un contenedor de basura y rodeandoos una verja, estas encerrado en un area de 3 metros cuadrados no es gran cosa, pero finalmente tras atravesar la verja obtienes tu libertad, no hay nadie por los alrededor y puedes perderte en la ciudad sin ningun problema. Ahora a donde iras. Tienes un bar cruzando la calle y diversas casas y tiendas cercanas.

Tras pegarme al techo y realizar un viaje resbaladizo terminé encontrando la salida. Usé mi técnica escurridiza para salir por la puerta al igual que por una verja metálica aún más fácil de atravesar.

-Deberían revisar la seguridad - pensé mientras volvía a estado sólido nada más llegué a una zona apartada. Se volverían locos buscándome.

Respiré profundamente una vez para relajarme con los aromas que desprendían los bares y tiendas. Daba gusto poder camuflarse de nuevo entre el bullicio de la gente. Quedé nuevamente sorprendido por el aura fantasmal de aquel extraño lugar con sus luces y aparatos, pero tenía algo apremiante que hacer, asique por mucho que me apeteciese pararme a comer algo tuve que sacar el den den mushi que había recuperado para llamar a Nate. Tenía que averiguar si seguían esperándome en la torre de radio, a la cual me dirigía, o si por otro lado había nueva información sobre la misión, además si no le daría toda la información obtenida sobre el gigante y los demás encapuchados, como de la mujeres de la zona. Ya no había el mismo tiempo para enredar con el juego de la información, aunque al final no pude resistirme y me compré un refresco en una pequeña tienda al mismo tiempo que aprovechaba para preguntar por el lugar que buscaba. Necesitaba calmar mi sed al menos.

Te sientas en la cafetería con tu refresco al tiempo que usas el caracol para llamar a Nate. A pesar de la gente charlando animadamente escuchas fuerte y claro a tu interlocutor al otro lado.

- Donde estas, llevo esperándote ya un buen rato y no ser puntual, es algo que no me agrada. Mira lo mejor es que te reúnas conmigo en la torre, lo antes posible pues tengo mucho que contarte. No me hagas esperar mucho...

El mozo te cuelga sin dejarte hablar siquiera, parece bastante cabreado, Desde tu asiento ves pasar varios agentes por la calle, parecen tener mucha prisa y no reparan en ti alejándose calle arriba.

Bueno ahora te encuentras relajado y descansado, tienes que elegir que hacer, reunirte en la torre, seguir zampando o volver al parque a ver si encuentras pistas de la reunion, o incluso volver a casa.

Tras respirar y relajarme con el refresco por fin pude relajarme tras mi primera aventura dentro una comisaría. Esos tipos si querían ser más eficientes en su trabajo deberían invertir más en seguridad, pero bueno, tampoco debería quejarme mucho, asique saqué el caracol para llamar a Nate.

La conversación fue escueta y con mal tono. Me entraron ganas de mandarle a la mierda por su tono, pero me interesaba la parte en que decía que tenían más información. No me había gustado nada el trozo de conversación que había escuchado entre los encapuchados, que luego me atacaron, y aquellas mujeres autóctonas, temía que la revolución estuviese planeando proporcionarle armas para acabar con adversarios políticos o mercantiles, por no mencionar que aún tenía que vengarme de aquel encapuchado que se me escapó por un estúpido fallo, asique decidí buscar la torre de radio.

Cuando me levanté a pagar pude ver como varios guardias deambulaban por ahí y una sonrisa afloró en mi rostro. Todavía no había acabado el juego del gato y el ratón, asique decidí cambiarme el look en un momento. Cogí dos pajitas de refresco que había por allí e improvisé un pequeño moño manteniendo todo mi pelo sujeto por las pajitas usadas como palillos. Cuando retiraba así mi pelo del rostro se acentuaban más mis rasgos femeninos ayudándome en este tipo de situaciones. Una vez preparé el peinado y oculté mis armas de la vista holgué un poco mi camiseta para que pareciese que ahí podría haber algo de pecho. Sabía que si nadie se fijaba detenidamente en mí podrían tomarme por otra persona.

Pensaba que ya estaba lo suficientemente listo y descansado, asique tras darle una pequeña propina al camarero le pregunté cual era la ruta más corta para llegar hasta donde había quedado con el resto de agentes.

- Ojalá no hubiese perdido la moto que me prestaron - pensé mientras caminaba como un viandante cualquiera que iba a hacer un recado.

Te das una pequeña caminata hacia la torre,  Te das cuenta que es una torre amplia de varios metros de altura,

Ha empezado a oscurecer y te esperan en la torre pero no sabes en que piso. la zona esta bastante transitada, puedes ver algo de seguridad de la zona, el edificio es un foco turístico y la policía patrulla la zona tomándose un café en mano. Las puertas de acceso son publicas y carecen de vigilancia estricta, en el vestíbulo de la torre tienes escaleras enormes y varios ascensores, todo ello con bastante gente tanto turistas como vendedores ambulantes de bisutería y comida. Alguna que otra persona te mira, pero sigue a su ritmo, leyendo el periódico o comiéndose un donut, incluso una mujer te mira de arriba a abajo muy descaradamente. Pero lo que mas te llama la atención es ver al tipo que te cruzaste en el bar entrar en uno de los ascensores. El se encamina a la azotea ¿que harás tu?

Estuve andando intentando no distraerme con aquel mar de luces, ni con todas las posibilidades que ofrecía, pues parecía que aquella ciudad estaba viva. Todo estaba repleto de tiendas abiertas con grandes neones en sus puertas como reclamo, sus carreteras estaban repletas de vehículos que deambulada de un lado a otro como hormiguitas buscando su hormiguero y la gran cantidad de mujeres, a pesar de sus rasgos, conseguía que cualquiera que tuviese sangre en las venas pudiese perder el rumbo. Era fácil distraerse así, más si eras tan curioso como yo, pero entonces fue cuando de repente la vi. Cortaba el paisaje haciendo gala de presencia y poderío, parecía retar a la gravedad.

Nada más ver la gran torre que era mi objetivo, me centré y aceleré el paso para llegar hasta ella. Debía hablar con Nate sin perder más tiempo.

Al principio creí que tendría que colarme u algo así para poder entrar al edificio, pero nada más llegar me di cuenta de que sólo tenía que pasar por la puerta, ya que había un par de seguratas en la entrada y una gran afluencia de personas, entre las que me pude mezclar pasando desapercibido. Cuando entré me fijé en que el interior era igual de espectacular que su fachada, aunque me sorprendí del tinglado turístico que había allí montado. No esperaba encontrarme en una torre de radio a tantos vendedores ambulantes, incluso había puestos de comida, pero ya habría tiempo de pensar en aquello si es que merecía la pena reparar en ello, porque acababa de darme cuenta que tenía que pensar en algo más apremiante. No sabía donde narices me estaba esperando Nate exactamente, al muy arisco se le había olvidado aquel pequeño detalle. Simplemente dijo que sería él quien me encontrase, pero allí no aparecía nadie.

Decidí en que llamarlo de nuevo sería la mejor opción por muy desagradable que fuese, no podía pretender que fuese adivino, asique pensé que lo mejor sería salir al exterior de nuevo para hacer aquella llamada. Había demasiadas personas que podrían escuchar la conversación furtivamente y no quería más fallos en esta misión que no paraba de alargarse con más y más contratiempos.

Iba de camino hacia la puerta cuando me percaté de que una mujer me miraba de arriba a abajo detenidamente. Me sorprendí un poco ante tal suceso, puesto que por mis rasgos afeminados no solía llamar la atención de las mujeres, por no mencionar que precisamente en ese momento estaba intentando emular que era una con mi peinado y expresión, aunque quizás fuese por eso. Podría ser que a la mujer le gustasen las chicas y no pude evitar sonreír al imaginarme la "sorpresa" que podría llevarse si intimábamos. Seguí sus andares tras sonreírla y entonces vi algo que heló aquella estúpida risita que todavía había en mi rostro.

Vi al tipo con el que luché en el bar ir directo hacia los ascensores y cuando quise darme cuenta me encontraba dirigiéndome hacia su posición, olvidándome por el momento de aquella mujer. Aún estaba molesto por como me había visto abordado por él tanto en el bar como en el parque, aunque en parte estaba satisfecho conmigo mismo por haberle podido herir en nuestro combate y esperaba que aún tuviese secuelas, pero herido o no, no fui capaz de alcanzarlo antes de que se adentrase en el ascensor. No tenía tiempo que perder, asique tras fijarme en que subía dirección a la azotea, cogí el ascensor adyacente que por suerte parecía vacío.

Mi intención era bajarme un piso inferior a la azotea, no quería tener un encontronazo directamente y el último piso lo subiría a pie para ir más sobre seguro, pero además si en algún momento del trayecto podía sacar el DDM sin que nadie oyese mi conversación, llamaría a Nate para decirle que me dirigía a la azotea del edificio donde habíamos quedado con intención de perseguir a un sospechoso.

Te metes en el ascensor y pulsas la penúltima planta, el viaje se te hace largo casi eterno y encima la puñetera música no deja de sonar.



Finalmente llegas a tu destino, con prisa utilizas el caracolofono y avisas a Nate de la situación. La conversación es breve y el te asegura que esta cerca y que aparecerá lo mas rápido posible para darte apoyo. Finalmente subes a la azotea donde puedes ver al tipejo ese de espaldas observando el paisaje mientras habla con un caracol, aparte de el no hay nada ni nadie mas en la azotea aparte de las barandillas que impiden la caiga al exterior, los ascensores que terminan su trayecto allí y la caseta de las escaleras por la que tu has accedido. El suelo es liso y de hormigón, pero lo bastante muescado como para que no resbale cuando se moja. Puedes ver una manguera contra incendios y un hacha de bomberos en la pared al lado de la puerta desde la que estas observando.
El sol casi se ha escondido y la zona esta iluminada por bombillas y focos puestos en las barandillas y sobre los ascensores, con luces blancas y rojas.

Ahora puedes esperar a Nate o ir a por ese asqueroso. tambien podrias irte a casa y pasar de todo tu decides.

Salí del ascensor tatareando aquella maldita musiquilla. El trayecto había sido demasiado largo, dándole tiempo a que la melodía quedase grabada en mis neuronas, así que cuando llegué a la última planta salí bastante mosqueado. Sabía que tardaría meses en olvidarla y para colmo Nate se mostró tan agradable y conciso como siempre. Mentiría si dijese que las palabras del agente me habían tranquilizado, pero hice caso omiso a mis propios nervios y terminé de subir el tramo que me quedaba a pie.

Nada más poner un pie en la azotea en lo primero que me fijé fue en que el tipo al que buscaba se encontraba allí solo. Estaba de espaldas mirando el mar de luces que desde ahí se veía. Se notaba que estaba bastante distraído, parecía absorto en una conversación a través de un caracol. Era el momento idóneo para atacarlo, había visto como un precioso hacha estaba ahí reposado para casos de emergencia. Podría acercarme a él haciendo gala de mi sigilo y atacarlo ahora que sus defensas estaban bajas, pero entonces recordé que parte de mi misión era recabar información. Así que tras tragarme mis ansias de vengarme de aquel tipo, pasé de nuevo a mi forma líquida para acercarme y no hacer nada de ruido.

Decidí ir por el reborde de la azotea en vez de una forma más directa, tampoco quería que si se daba la vuelta se encontrase con un charco marrón que antes no estaba. Estaba deseando de conocer de una vez por todas sus planes.

La voz del tipo se escucha alta y clara, lamentablemente no puedes oír quien esta al otro lado.

-Si, la operación comenzara en breves instantes, mas concretamente en, 5, 4, 3, 2, BOOOM. Sin poder hacer nada una serie de explosiones sacuden la ciudad, sitios estratégicos, detonan lanzando piedras y una lluvia fuego.

- Esta hecho- Ves como el tipo lanza una carpeta al suelo. - Nuestro amigo por lo visto ha eludido la vigilancia, pero ya no importa, en breves instantes sera arrestado por los marines acusado de terrorismo. Por lo demás ya estaremos muy lejos... ¿Cree que eso es necesario? de acuerdo esperare aquí y cumpliré su deseo, cambio y cierro.

Ves que el individuo cuelga el caracol, se lo guarda en un bolsillo y se vuelve hacia la puerta dándote la espalda. El tipo saca una espada que brilla con un tono rojizo.

Desde tu posición puedes ver como la ciudad esta envuelta en llamas, aquí y allí se suceden replicas de las detonaciones anteriores. Una muchedumbre se precipita al edificio no sabes si buscando refugio o huyendo de las llamas.

Cuando sólo llevaba unos segundos escuchando la conversación del tipo, me di cuenta que algo iba terriblemente mal. Cada vez que alguien iniciaba una cuenta atrás era indicativo de algo inminente, cosa que así sucedió. Varias explosiones por toda la ciudad provocaron que mi cuerpo temblase en su totalidad, pero peor fue el frío escalofrío que también me estremeció cuando el grito de las personas empezó a sucumbir las calles.

Tuve que recurrir a todo mi adiestramiento para no dejarme llevar por la furia de lo que aquel cabrón acababa de hacer, porque si no estaba dispuesto a saltar con él desde la azotea para destrozarle el cráneo contra el asfalto, pero tras recordar que aún podría atrapar al causante y quizás a su ayudante, me mantuve quieto y atento a lo que el tipo hablaba por el caracol.

-¿Qué? - pensé sorprendido ante las siguientes palabras del tipo.

Por sus palabras claramente supuse que estaba hablando de mi persona. Aseguraba que los marines me arrestarían acusándome de terrorismo, que tenían ya todo listo. No podía creer que todo me estuviese saliendo tan mal, mi cabeza por unos instantes imaginó como sería mi vida de proscrito alejado de mis allegados y perseguido por mis compañeros, pero entonces un ápice de esperanza llegó a mí al comprobar que aquel tipo tiraba una carpeta al suelo. Quizás ahí estuviese algo que pudiese exculparme, aunque también podría ser algo que consiguiese el efecto contrario, pero lo que sí tenía claro era una cosa. Iba a acabar lo que había empezado con aquel tipo, luego me preocuparía de como me libraría de aquel "marrón".

Aprovechando que el tipo avanzó hacia la puerta salí de mi cobertura en estado líquido hasta llegar a la carpeta que cogí y guardé. Mi intención era ir por sus espaldas e intentar inmovilizarlo, pero nada más ver que desenfundaba un arma con aspecto asombroso me quedé quieto observándolo un segundo. Parecía que esperaba que alguien entrase por esa puerta en cualquier momento para luchar con él y eso me hizo cambiar de idea. Eso significaba que podría encontrarme con un aliado inesperado, por no mencionar que aún tenía que llegar Nate para proporcionarme apoyo. Estaba tardando demasiado y comenzaba a darme mala espina, pero aún así no desistí en mi empeño de querer acabar con aquel tipo, aunque decidí optar por algo más agresivo que inmovilizarlo. Al fin y al cabo pretendía meterme en el problema de mi vida.

Asique aprovechando mi situación ventajosa con el factor sorpresa, me desplacé en un instante a espaldas del tipo usando el Soru con intención de golpearlo en la espalda a la altura de la columna para dañársela. No sólo llevaba toda la potencia que me acompañaba gracias a la velocidad del Soru, si no que además me dejé llevar por el enfurecimiento canalizando parte de mi energía en el puño usando así mi técnica Rankun. Con suerte saldría despedido soltando el arma y así podría recogerla yo, aunque si por otro lado fallaba mi idea cogería distancia en dirección donde estaba el hacha que antes había visto.

Tu golpe impacta en el tío que no se lo esperaba, cayendo al suelo como un saco de patatas. La sorpresa y la potencia del golpe en un punto vital lo han dejado grogui. Te acercas con cuidado al arma que brilla con un bonito color rojo y despide calor al tacto, necesitaras alguien que la examine pero puedes ver que es de gran calidad. Mientras observas al caído y te preguntas que hacer con el la puerta se abre y entra Nate seguido de un montón de guardias con cara de muy malas pulgas.

-Tobias, estas acusado de terrorismo rindete y tendrás un juicio justo y la posibilidad de explicar tus acciones. No hagas esto mas difícil de lo que ya es.

En su cara puedes ver, genuina preocupación, mientras sudores fríos caen por su cara. La policía te esta apuntando y cada vez son mas. Parece que no te agreden en el acto por que Nate los calma pero no sabes hasta que momento podrá mantenerlos a ralla.

Nada más sentir que mi golpe impactaba en el punto deseado, noté como los huesos del encapuchado crujían antes de salir despedido y caer al suelo.

- ¡Eso por gasearme bastardo! - pensé eufórico por poder plasmar algo de mi venganza en aquel tipo que tan mala espina me había dado desde el momento en el que lo vi en el bosque.

Rápidamente recogí el arma caída en el suelo por si acaso mi enemigo había resistido mi ataque, pero tras aguardar unos segundos con el arma en las manos comprobé que el tipo no se movía. Sentía una sensación de calor recorrerme el cuerpo que ayudó a serenarme, aunque casi suelto el arma de golpe cuando comprendí que ese calor provenía de ella. Era una sensación bastante peculiar, pero no era para nada desagradable. Sin ninguna duda era un arma de gran calidad, aunque tampoco era momento de pararme a observarla. Debía curiosear rápidamente aquella carpeta y ver que era lo que tenían planeado y como pretendían endosarme el muerto.

Acaba de abrir la tapadera de aquella carpeta misteriosa cuando el ruido de la puerta de la azotea hizo que levantase la cabeza para observar lo que pasaba. Al principio me alegré al ver al tipo que esperaba que fuese, pero mi alegría rápidamente se esfumó al escuchar sus palabras y ver la actitud de sus acompañantes. No podía comprender como el agente me acusaba de algo tan terrible, yo mismo había sido el que había estado hablando con él todo momento informándole de mis avances de la investigación, pero ahora me llamaba terrorista.

- ¿Pero qué dice Agente Nate? Usted sabe que yo no he sido el autor de este hecho. Hemos estado hablando en cada momento, dándole información de lo que averiguaba y de que hacía en todo momento, incluso el motivo de que esté aquí es porque tú me citaste... Es más, ese tipo al que acabo de atrapar es el autor de este acto tan deleznable, no hay perdón para alguien que masacra a tantas personas sin más motivos que por sus propios intereses, asique no se atrevan a compararme - dije algo enfadado pero intentando mantener la compostura. La forma de actuar de Nate estaba siendo muy rara y cada vez me daba más mala espina. - Aquí tengo un dosier que el tipo llevaba, en el cual habrá información de como han podido incriminarme o de como lo hayan realizado todo - seguí diciendo mientras leía las páginas rápidamente enterándome de que había escrito. - Asique una vez entreguemos a ese tipo y lo interroguemos veréis como digo la verdad, llevo sirviendo ya un tiempo para el Gobierno Mundial y siempre les he sido fiel. He trabajado duro y no dejaré que porque el primer criminal juzgue mi palabra se le crea a él primero.

La cosa se había enrevesado de una manera difícil de explicar y cada vez estaba más sorprendido por los giros de los acontecimientos. Por no hablar de que cientos de personas allí abajo necesitaban ayuda. ¿Es qué a estos agentes no le importaban los civiles? Aún podía oír los gritos de la personas desesperadas sin saber que hacer, mientras que el olor a humo y a ceniza comenzaba a inundar incluso aquella zona tan alta.

Nate se acerca a ti, y recoge con cuidado el dossier que le entregas, delante tuyo comienza a examinarlo mientras los agentes no paran de apuntarte, después de cinco duros minutos de lectura, Nate te mira y dice... Lo siento pero aqui esta todo la trama criminal, tu colaboración en el atentado del bar, como contrataste a este sujeto y a algunos mas para ejecutar esta horrible catastrofe. Tu nombre aparece en todas partes, sin embargo yo te ayudare a defender tu buen nombre, seguro que esto es todo un complot contra ti, entrégate sin oponer resistencia y podre ayudarte en caso contrario... Por el momento tomaremos en custodia a ese tipo, despues sera interrogado. Ahora bien me acompañaras tranquilamente o tendremos que usar la fuerza Tobias.

Puedes ver en su rostro preocupación, sin embargo en la de los agentes ves odio y rencor.

Las sirenas de los bomberos comienzan a sonar en toda la ciudad, la gente se vuelca en sofocar los incendios y ayudar a las victimas. poco a poco la ciudad se recuperara pero necesitara tiempo.

El simple hecho de que Nate no me dejase leer el dossier consiguió que me fiase menos de él, ya que me había parecido notar algo raro en él, pero el agente fue bastante rápido. No entendía como podía estar en mi contra cuando él sabía perfectamente que estaba pasando, por no mencionar que también iba acompañado de aquellos guardias. Nosotros en el CP hacemos las cosas de otra manera, además de que nuestra misión era secreta.

Creo que mi cerebro tardó en comprender lo que estaba pasando porque no quería creerme lo que tan claro estaba, pero tras ver el estado de nerviosismo del agente no quedó más duda. Nate me había traicionado, tenía que ser él quien había estado informando en todo momento al encapuchado, era la única explicación que podía darle a la situación. No sabía si era por darle una explicación a todo o porqué era, pero a eso me aferré como mi última oportunidad.

- Está bien Agente, no entiendo porqué está actuando así, pero lo acompañaré. No atacaré a un compañero sin motivo aparente y no temo a lo que me pase. Estoy seguro de que la Agencia llegará al fondo de este asunto y no pienso huir para darle el gusto a quien me haya engañado. No quedaré como un prófugo, ya sabes que tenemos excelentes interrogadores y descubrirán la verdad tras hablar con todos nosotros - dije rindiéndome al saber que había sido vencido.

Sólo me quedaba que en la Agencia pudiesen descubrir la verdad tras interrogar al encapuchado, por no decir que nada más llegar acusaré a Nate de traición. Mínimo conseguiré que también sea interrogado y con un poco de suerte tendré razón sobre él. Asique guardé el arma que le había quitado al encapuchado en el interior de mi yukata y me crucé de brazos.

- Coged a ese y vayámonos ya, quiero que la agencia ponga en pie esto cuantos antes - dije manteniendo el tono serio, pero en realidad estaba nervioso por lo que pudiera pasarme. Había dedicado mi vida a ayudar a la gente y una parte de mí estaba muy furioso porque quisieran hacerme culpable de aquel atentado. Escuchaba aún pequeñas explosiones que sólo me hacían pensar en todos los muertos y heridos que había en la ciudad, me entraban ganas de saltar por la azotea y bajar a ayudar, pero con eso sólo conseguiría que mi propios compañeros terminaran dándome caza. Todo la razón de ser de mi vida se limitaba a trabajar como agente, había construido mi felicidad en torno a mi trabajo y las misiones, y con solamente pensar que podría perderlo todo me angustiaba. ¿En qué mierda voy a terminar metido?

Han pasado ya varias horas desde que te llevaron a un edificio habilitado para los interrogatorios, un agente ha repasado tu historial y escuchado tu versión de los hechos varias veces, ahora esperas en la habitación con un cafe,  los minutos se hacen eternos hasta que un alto mando entra la la habitacion.

-Bien puede seguir sentado señor Tobias, su voz es calmada y tranquila mientras repasa una serie de documentos en una carpeta. Bien he de decirle que lamentablemente ha fracasado estrepitosamente en su misión, la ciudad ha sufrido graves atentados por parte de un grupo de revolucionarios. Primeramente se pensó que usted formaba parte de ellos pero nada mas lejos de la realidad. Su superior adjunto Nate, resulto ser el cabecilla de toda la organización, ahora mismo se encuentra en paradero desconocido después de huir con el tipo que usted detuvo, lamentablemente no hemos podido capturarlos pero seguiremos en ello. Respecto a usted si bien fracaso, no es culpable de que un traidor le obstruyera en su trabajo. Por ello este feo asunto no constara en su expediente, por fortuna gracias a usted hemos conseguido desenmascarar a ese traidor a la larga quien sabe que podría pasar con el en nuestras misiones. En fin resumiendo...
Mantendrá su puesto, y esto no constara en su expediente para mal, a fin de cuentas hizo un buen trabajo, también podrá quedarse el arma que le incauto al revolucionario. Creemos que es una  Ryo O Wazamono elemental de fuego, aun así esperamos que continué trabajando a un 120%.

dicho esto te invita a seguirlo para asignarte tu proxima mision.

Posdata: solicitamos para el señor Tobias por este magnifico moderado el cual se retraso muchisimo por causas de tiempo lo siguiente.

Una compensación económica por ser encarcelado injustamente. (según nota)
La espada /daga de calidad Ryo O Wazamono para el (que elija si quiere espada o daga y sus poderes dentro de esa calidad)
Los px correspondientes por nota. (los px que me corresponden a mi , no olvidarse XD)

Me llevaron a las instalaciones del gobierno que había en la ciudad. Me enfureció de sobremanera el comprobar que ninguno de aquellos guardias se quedó a ayudar en los destrozos de la ciudad, sino que un par de ellos se montaron con Nate y con el encapuchado en un automóvil, mientras que a mí me montaron en otro distinto. Al principio reprimí las ganas de mirar por la ventanilla para fijarme bien en los destrozos reales, pero me encontré con que no tenía estómago para ello. Sabía que si miraba terminaría queriendo salir a ayudar y era algo que no podía permitirme, aunque por suerte para mí y mi intranquilidad no tardamos en llegar.

Me introdujeron en un pequeño cuarto mal iluminado y ahí me dejaron durante horas. No sabría decir cuántas, aunque cuando los agentes vinieron a buscarme ya había contado hasta las manchas de las paredes, 83 para ser exactos, pero ahora mi atención se centraba en el agente que entró y en los papeles que llevaba.

Nada más terminar de oír sus palabras una sensación agridulce llenó mi boca. Por un lado un gran peso se fue de mis hombros cuando mi cerebro comprendió que estaba libre de todo cargo, pero por otro estaba enfadado por no haber sido capaz de llevar a cabo mi misión, aunque lo que más me enrabió fue la traición por parte de un compañero. No podía creer que hubiese estado siendo engañado todo el rato, asique cuando escuché a mi superior la mención al asunto de su persecución no dudé en responder rápidamente.

- Siento haber fallado en mi misión Señor, también agradezco que esto no manche mi expediente a pesar de que no estoy seguro de que si me lo merezco, pero no dude usted que antes o después daré caza a ese traidor. Ya no es el daño que nos ha hecho a nosotros señor, sino que debe pagar por todo el daño que ha hecho a la ciudad. Esas muertes no pueden quedar impunes - contesté con un tono pausado y serio.

Ya era el segundo traidor que tenía ante mis ojos y me engañaba. Era un asco darse cuenta hasta qué punto podían estar llenas nuestras filas de agentes falsos, el simple hecho de pensar en ello me ponía el vello de puntas, pero justamente en este momento había decidido una cosa. Si el tiempo me lo concedía y la suerte era propicia, de Nate me encargaría yo personalmente.

- Pues si no hay nada más que hablar Señor, yo me marcho con su permiso. Cuanto antes vuelva a trabajar mejor.